CAPITULO 4: VEREDICTO

Tras un largo tiempo, los argumentos de Random fueron escuchados por las Princesas, así como por los integrantes de la Legión Oscura, incluyendo a su temible dirigente. Ahora tanto la Princesa de la Noche como el cruel Grey Shadow discutían a solas sobre el posible veredicto. Por su parte, las opiniones entre los legionarios estaban divididas en torno al caso; todos murmuraban, dando posturas a favor y en contra del actuar del changeling, mientras Twilight permanecía sentada en el trono de Celestia, encerrada en sus pensamientos, mirando al desdichado prisionero, quien se veía pensativo, pero evidentemente nervioso.

-Pobre Random, no puedo creer que después de todos los servicios prestados a la corona, ahora enfrente un destino tan terrible, no es justo, no puede ser castigado solo por ser quien es, no merece pasar por todo esto, ojala pudiera hacer algo- pensó la alicornio lavanda. Miró nuevamente al changeling, buscando en su mente una forma para tratar de liberarlo. Sin embargo, sus planes se frustraron al notar lo complicado que sería: prácticamente todos los legionarios estaba reunidos ahí, así que tendría que pasar sobre ellos. Ni con toda su magia podría enfrentarlos a todos, sería un suicidio para ella y pondría en peligro a Random. Además, todas las posibles rutas de escape estaban cubiertas por varios Reapers, las tropas de elite de los Inquisidores, quienes no durarían en atacarlos. Por último, vio a los grifos del escuadrón Sky Lions, mirándola con sospechas desde lo alto del techo del recinto. Sabía que Grey Shadow era alguien precavido, así que la seguridad dispuesta hacía del lugar una fortaleza totalmente hermética, y no solo eso: también consideró que Luna tomaría eso como una traición, algo que seguro llevaría ante Celestia, y no quería involucrar a su mentora en semejante embrollo, así que sin opciones para ejecutar un plan eficaz, decidió dejar de lado esa idea, tratando de procesar en su mente toda la información que había escuchado durante ese juicio para encontrar algo que pudiera ser útil para defender al changeling. Por lo que había leído un día antes, podía intuir al menos dos escenarios: la muerte o prisión de por vida, pero sabía que el unicornio gris haría hasta lo imposible por castigar al traidor, a quien veía arrodillado en el suelo, esperando silencioso su destino, algo que la incomodaba.

-Su único crimen es ser un changeling, sé que no son las criaturas más queridas en Equestria, tendrán sus defectos, pero no por eso merece ser ejecutado sin piedad, además, ha sido un soldado leal, ha servido con honor a esta Legión y a Luna, merece una segunda oportunidad, pero no creo que me permitan intervenir, por Celestia estoy angustiada!- pensó Twilight.

Sus pensamientos se interrumpieron al oír como las puertas del Salón de los Debates se abrieron. De su interior salieron la Princesa Luna y el General Grey Shadow, quienes se dirigieron silenciosa y solemnemente a sus lugares. Una vez que cada pony estaba en su sitio, Luna alzó su caso nuevamente para llamar al orden y luego se dirigió a sus subordinados:

-SILENCIO TODOS! Se le ha dado al prisionero la oportunidad de hablar y exponer su caso, que no se diga que no tuvo derecho a un juicio justo. General, tiene algo que agregar?

Grey Shadow no respondió, y solo se limitó a mover la cabeza en señal de negativa.

-Bien, si nadie más tiene algo que decir, puede pasar a dictar su fallo, General.

El unicornio se inclinó ante su regidora, se levantó y avanzó hacia donde se encontraba el prisionero encadenado y arrodillado. Su mirada era penetrante y fría, su semblante impasible y serio, justo el que usaba cuando emitía sus sentencias más crueles.

-Random, alias "Cloudkicker", has engañado a tu capitán, a tus compañeros, a tu Princesa! Y peor aún, has engañado a tu superior, a tu General! Te aprovechaste de nuestra confianza y usurpaste un nombre que no es tuyo para entrar en la Legión. Además, eres un changeling, una especie declarada enemiga de nuestro reino, son cargos muy serios los que enfrentas.

Avanzó paso a paso, lento pero implacable hacia el changeling, mientras desenfundaba sus dos espadas, la brillante "Justicer" y la oscura "Vindicator", las cuales iba transformando en las temibles armas que tanto miedo infundieron en la antigüedad, levitándolas en dirección al prisionero. Todos los miembros de la legión sabían que el inevitable veredicto se avecinaba, algunos como Misty y White Fog observaban con tristeza a la infortunada criatura, otros solo desviaban la mirada para no ver lo que seguiría, sabedores del cruel y sanguinolento espectáculo que estaban a punto de contemplar, algo que aunque estaban acostumbrados a contemplar en los viejos tiempos, no dejaban de ser desagradable. Luna se mostraba serena pero atenta a su subalterno, contrario a Twilight, quien no podía contener los nervios al saber que presenciaría por primera vez en su vida una ejecución, la cual quería impedir a toda costa, pero se sentía frustrada al no poder hace algo por Random, quien también adivinó cual sería el siguiente paso, algo que lo entristeció e hizo que derramara algunas lágrimas.

-He tomado mi decisión- dijo secamente Grey Shadow. Se detuvo frente al changeling aprisionado, alzando sus dos espadas en alto, listo para dejarlas caer. Random, al ver su trágico destino, se limitó a bajar la cabeza, esperando lo inevitable.

-Acepto el fallo con humildad, al menos estoy honrado de que tú seas quien me ejecute, no te guardo rencor –dijo Random con la mirada humedecida y su voz quebrada. Cerró sus ojos, esperando a que le unicornio diera el golpe letal que acabaría con su existencia. La tensión crecía en el recinto y todos estaban a la expectativa, conteniendo el aliento. Grey Shadow hizo dos rápidos cortes con sus espadas, las cuales volvieron a su estado normal y volvió a enfundarlas. Ningún pony se movió de su sitio, asombrados por lo que vieron. Random abrió poco a poco sus ojos, sorprendido de encontrarse vivo, notando que su cabeza estaba en su sitio y su cuerpo estaba intacto, contrario a las cadenas y los grilletes que lo sujetaban, las cuales fueron cortadas limpiamente por la mitad, cayendo lentamente al lado de su cuerpo estruendosamente. No podía dar crédito a lo que había pasado, así como tampoco sus compañeros guerreros o las princesas, cayendo de rodillas balbuceante y casi al borde del desmayo, pero aun vivo. El general volteo en dirección a su regidora y comenzó a hablar.

-Su Alteza Luna, sé que este changeling es culpable de todo lo que he mencionado, pero admito que es cierto lo que dijo al final. Todos en la Legión Oscura somos una gran familia, y si algo que aprecio por sobre todas las cosas, es la lealtad, la cual Random, bajo la identidad de Cloudkicker, ha demostrado desde el día que nos conocimos. Me ha brindado su amistad, su confianza, ha combatido a nuestro lado, es alguien que nunca nos ha abandonado, lo que prueba su valía. Además, fue de los pocos en confiar en mí cuando nadie más lo hizo, por eso lo considero uno de mis mejores amigos. Mi rango como general de esta legión me ordena eliminarlo, nuestras reglas me obligan a ejecutarlo! Pero aunque quiera, no puedo ejecutar esa orden; en mi interior, siento que esa orden no es válida, no es justa! Así que me niego a acatarla, y al contrario, he decidido perdonar la vida de este prisionero, a quien reconozco como un integrante más de nosotros. Por eso, le pido perdón a usted por desobedecer las reglas de la Legión que yo mismo impuse, y si usted lo decide, recibiré el castigo que corresponda por esa desobediencia.- dijo mientras inclinaba la cabeza. Luna se levantó de su lugar y se acercó a unicornio, con un semblante tranquilo y le habló de forma casi maternal.

-General, no tiene que disculparse -dijo Luna, mirando con orgullo a su subordinado-, usted ha actuado con justicia e imparcialidad, y admiro mucho la decisión que tomó. Respetar una vida siempre será una decisión muy importante, aunque a veces se deban de dejar de lado las reglas. La ley a veces es severa y cruel, pero habrá momentos en que tendremos que elegir entre hacerla cumplir, o salvaguardar algo más importante, como usted acaba de hacer.

Todos comenzaron a murmurar, discutiendo las palabras dichas por su regidora. La Princesa Luna regresó a su trono, mirando a Twilight quien ahora respiraba más tranquila al ver la decisión tomada por el unicornio gris. De pronto, la princesa de la noche llamó al orden.

-Atención todos! Yo declaro que la decisión del General Grey Shadow deberá ser respetada por todos lo demás guerreros, y que esto sea el inicio de una nueva etapa para la Legión Oscura, en la cual todo aquel que sea digno, honorable y leal de pertenecer a ella, será aceptado sin ningún prejuicio, inclusive los changelings, siempre que lo demuestren, como valientemente lo ha hecho Random.

-Que así sea Princesa!-dijo Grey Shadow.

-QUE ASI SEA!- dijeron al unísono los demás miembros de la Legión.

-Levántate, Random- ordenó la princesa Luna. El changeling, nervioso pero entusiasmado, obedeció la orden. Se levantó, avanzó con paso vacilante hacia donde estaba la soberana de la noche, y una vez que llegó hasta ella, se arrodilló sin dejar de mirarla.

-Juras nuevamente honrar a tu Legión, proteger a tu princesa y defender a Equestria?

-Si su Alteza, lo juro por mi vida- dijo Random, con lágrimas de felicidad en sus ojos.

- Entonces, eres bienvenido nuevamente a nuestra legión, pero ya no serás conocido solo como Cloudkicker el pegaso, sino como Random, el changeling, y declaro que deberás ser tratado con el mismo respeto que cualquiera de tus cofrades -dijo Luna, mientras usaba su magia para colocar nuevamente la armadura reglamentaria de su subordinado.

-Muchas gracias su Alteza, muchas gracias! –dijo emocionado Random y la mirada humedecida. Hecho lo anterior, el resto de los miembros de la legión rodearon al changeling, pero ya no en plan hostil, sino con curiosidad y asombro al verlo como era realmente, pero ahora enfundado en su azulada armadura, algo que aún les parecía peculiar.

-Entonces….así es como realmente eres? La verdad…es raro verte así, pero puedo acostumbrarme- dijo Silver Shield, con una mezcla de asombro y sinceridad.

-Gracias Silver, incluso para mi será algo nuevo usar mi identidad real, ya estaba más acostumbrado a "mi otro yo" –dijo Random con una sonrisa.

-Los changelings usan algún estilo propio de prendas diferentes a los ponies? –preguntó Gothic Ribbon.

-Pues….nos vestirnos como todos los demás, no somos tan raros en ese sentido, aunque si nos gusta usar colores llamativos que nos hagan ver más "atractivos, aunque debo actualizar mi sentido de la moda, llevo mil años de atraso–dijo Random sonrojado.

-Tienes recetas de cocina propias para compartir? –preguntó Jean Pierre Croissant.

-Tenemos muchos platillos raros que tal vez no sean del agrado de todos, pero con gusto puedo mostrarte como los hacemos, "mon ami".

De pronto, el resto de los legionarios se arremolinaron alrededor del changeling, abrumándolo con muchas preguntas a la vez, curiosos y emocionados por saber cosas que desconocían sobre las criaturas insectoides que antes solo veían como enemigos. Sin embargo, eran tantos que el propio Random tuvo que hacer su propio llamado al orden.

-Calma muchachos, con gusto responderé a todas sus preguntas, solo denme un poco de tiempo hacerlo. Les agradezco a todos interesarse y recibirme nuevamente entre ustedes.

Todos rodeaban al changeling con singular curiosidad, todos menos el general, quien se alejó y salió del salón principal, dirigiéndose a una pequeña habitación. Al ver esto, las princesas decidieron seguirlo hasta que le dieron alcance.

-General, lo que hizo usted fue grandioso, digno de reconocimiento -dijo Twilight casi al borde del llanto. Sin embargo, el unicornio gris no se veía tan entusiasmado por esas palabras, por lo que Luna decidió intervenir en la plática.

-Grey Shadow, sé que no es fácil para usted romper sus propias reglas, pero debe entender que todo esto forma parte de los cambios que deberá afrontar. Salvar una vida no es algo insignificante. Le dio una nueva oportunidad a alguien que usted estima, y ha dado un gran paso para la modernización de la Legión Oscura, es algo de debe de llenarlo de orgullo.

-Tal vez, pero no es algo que pueda aceptar tan fácilmente, aún estoy muy apegado a las costumbres antiguas –dijo el unicornio gris algo apesadumbrado.

-Lo entiendo general, yo también me enfrento diario a situaciones similares, pero ya verá que poco a poco logrará adaptarse –dijo Luna con una sonrisa.

-Es cierto general! Luna pasó por muchas dificultades para irse adaptando a nuestras costumbres, estoy segura que usted también podrá hacerlo –dijo Twilight.

-*Suspiro* Supongo que tienen razón, si me lo permiten, quisiera estar solo por un momento, sus Altezas, disculpenme-dijo el agobiado unicornio mientras entraba a otra habitación.

-De acuerdo, lo dejaremos para que ordene sus ideas, tomemos un breve descanso Twilight, ha sido una intensa noche- dijo Luna. La Princesa de la Amistad asintió con la cabeza y ambas alicornios avanzaron por el pasillo en dirección al salón principal, cuando vieron acercarse a Random, quien se veía agitado, como si estuviera buscando algo.

-Sus Majestades, disculpen la interrupción pero…no vieron pasar al general?

-Así es, está ahí –dijo Luna señalando con su pezuña el cuarto del cual salieron- pero nos pidió…. estar solo.

Random medito por unos segundos la respuesta de su regidora.

-Me imagino el motivo de su petición, tal vez…..tal vez yo podría….hablar con él.

Luna miro a Twilight y ambas asintieron.

-Puedes intentarlo, pero no lo fuerces demasiado. Sabes cómo es su temperamento.

-Gracias su Alteza, y nuevamente les agradezco a ambas por creer en mí –dijo el changeling, haciendo una profunda reverencia.

-Agradézcaselo a Grey Shadow, fue muy duro para él tomar esa decisión. Si nos disculpas, iremos por un refrigerio., buena suerte –dijo Luna en tono confidente.

- Suerte Random-dijo Twilight. El chargeling entró a la habitación y vio al general, cabizbajo y meditabundo en un rincón. Avanzó despacio y en silencio, para no interrumpir la soledad de su superior y se quitó el casco.

-Shads- dijo Random en tono bajo-, yo…..yo quisiera…..agradecerte…..por creer en mí, y darme una segunda oportunidad, no sé cómo pagarte por esto.

-*Suspiro* No tienes nada que agradecer- dijo Grey Shadow-, tu eres mi mejor amigo, solo que…...aún no me hago a la idea de esto, sabes que no estoy acostumbrado a los cambios.

-Lo sé, creo que ninguno de nosotros se ha acostumbrado aún a estos tiempos.

-Sin embargo, aún me siento…*suspiro* ligeramente traicionado, por qué no me confiaste este secreto? Tal vez pudimos discutirlo antes y no habríamos enfrentado este juicio.

El changeling miró a su superior y amigo, pero esta vez cambió su expresión de asombro por una de indignación, listo para dar una respuesta a esa interrogante.

-Y tú crees que no quería decírtelo? Sabes cuánto me costó ocultar esto a todos? Quería gritarlo a los cuatro vientos! Pero no podía, no podía por una simple razón: tú. Si yo decía la palabra "changeling", inmediatamente tu siguiente palabra era "ejecución", como crees que me sentía viendo tu obvia reacción? Solo podía sentir pavor ante eso, y mucha frustración!

El unicornio gris miró como su subalterno bufaba con una mezcla de ira y frustración retenida por años, y la expresión de su rostro fue suficiente para no reclamar ante dicho señalamiento.

-Bueno, te concedo eso, tienes toda la razón, no creo que hubiera reaccionado bien, y la verdad es algo que aun en este momento no se ni siquiera cómo tomarlo, lo siento.

Ante esta respuesta, el changeling cambió su actitud belicosa a una más conciliadora Se acercó al unicornio y coloco su casco derecho en el hombro de su general.

-Te entiendo, pero sabes algo? Cuenta con mi amistad para enfrentar todos estos retos, sino, para que son los amigos? –dijo Random esbozando una sonrisa.

-Gracias-dijo Grey Shadow en tono bajo, dedicando al changeling una cálida mirada.

-Bueno, ya que pude platicarlo contigo me retiro Shads, debo ir a convivir un poco con los demás, jamás pensé que me aceptarían tan rápido- dijo Random. Estaba a punto de salir cuando Grey Shadow lo detuvo.

-Solo una cosa más, soldado: aquí con nosotros podrás usar tu identidad real, sin embargo, los demás ponies aún no están preparados para esto, así que cuando salgas a patrullar, deberás asumir nuevamente tu identidad de Cloudkicker, te quedó claro? –dijo Grey Shadow con seriedad. El comentario no fue de total agrado de su subalterno, pero aun así, decidió respetar el mandato de su superior y amigo.

-Lo entiendo, señor- dijo Random, un poco desanimado. Grey Shadow se acercó y puso su pezuña en el hombro del changeling.

-No te preocupes, ya llegará el día en que changelings y ponies puedan convivir en armonía, y es día estaremos todos listos para apoyarte.

Ambos ponies se abrazaron en señal de reconciliación. Fue un abrazo que se prolongó por un tiempo, una nuestra de aprecio y reconciliación que ambos necesitaban tras esos días de tensión. Tras unos minutos que parecían eternos, ambos rompieron la muestra de afecto.

-Ve, amigo mío, que esto sea un nuevo inicio para todos.

Random se puso nuevamente su casco, hizo un saludo marcial y salió de la habitación, dejando al general solo con sus pensamientos, los cuales aún revoloteaban en su mente, pero que al final decidió dejarlos de lado y esbozar una nerviosa pero optimista sonrisa.

F I N


Tras varios meses, hemos llegado al final de esta historia, espero haya sido de su agrado. Las cosas no han sido fáciles, pero aún hay muchas historias por contar, tanto de MLP como de Paw Patrol y Calle Dálmatas 101. Nuevamente mi eterno agradecimiento a todos aquellos que me siguen, y perdonen la tardanza, aún hay varios proyectos por terminar, pero organizare mis tiempos tanto para actualizar mis historias pendientes como para preparar algunas nuevas que no quiero dejar guardadas.

El viaje terminó, pero hay otros trenes listos para partir, disfrútenlos, y gracias.