DEDEDE
El pingüino despertó lentamente. El aire se había vuelto más frío y el cielo oscurecía en una neblina azulina. Tenía que ser por lo menos las 7 PM; ¿Cuánto había dormido?
Adormilado, trató de sentarse, y sintió un peso presionándolo hacía abajo, ahí fue cuando se dio cuenta que Bowser estaba durmiendo encima de él, su cara plantada entre sus plumas.
Dedede empezó a calentarse considerablemente. El brazo de Bowser lo envolvía también y… era raro. Se encontraba entre las "garras" de una bestia intimidante, y aun así nunca se había sentido tan a salvo.
Su medidor de ternura interno estaba sobrecargado, no podía alentarse para despertar a esa criatura orgullosa cuando lucía tan pacífico y contento. La respiración de Bowser retumbaba todo el cuerpo del ave.
¿O tal vez no quería despertar a Bowser porque amaba la sensación de estar entre sus brazos? Eso ciertamente podría explicar porque su corazón se sentía como si fuera a derretirse.
¿Qué es esto que experimento? Nunca me he sentido tan cercano a alguien antes, pero Bowser es como un imán, como una fuerza cinética de la que no puedo escapar.
Dedede se sacó uno de sus guantes y puso su palma en la cabeza del Koopa, pasando sus dedos a través de la exuberante melena de Bowser.
Su cabello es suave, revuelto y huele muy bien. Tocarlo me hace querer… ¿Protegerlo? ¿Pero de qué necesitaría protegerse? ¿Qué podría hacer por él?
Bowser dejo salir un calmado gruñido, como un gemido placentero. Olía como fuego y cuero, un aroma oscuro y ardiente que le daba a Dedede la misma sensación de oler el café que se preparaba por la mañana, como un supernova al rojo vivo de inimaginables posibilidades.
¿Por qué su cuerpo sobre el mío se siente tan… estimulante? Siento su respiración, y donde sus escamas tocan mis plumas es como una fuerza estática. Me siento mareado…
Por otro lado, no tomo mucho hasta que el rey opuesto se estirara. Dedede rápidamente se colocó el guante de nuevo.
Bowser bostezó y abrió sus ojos. Miró a Dedede y observo que sus ojos estaban igualmente abiertos. El pingüino trataba de no lucir culposo mientras el tortu-dragón se ponía rígido encima de él.
"¿D-despertaste hace cuánto?" interrogó Bowser, apenas despierto y aun así completamente alerta.
"Oh, hace un buen rato" contestó Dedede, guiñando. "Traté de levantar tu pesada cabeza y brazo de mí, pero tú insistías en acurrucarte."
"¡Yo no me acurruqué! ¡Yo no me acurrucó!"
"¿Oh, en serio? No puedes engañarme, eras muy bueno… en… hacerlo…" Dedede se fijó en como sonaba eso luego de salir de su boca.
Bowser lo miraba divertido, "¿Intentando levantarme, ah? Mi cabeza no es tan pesada. No creo que siquiera lo hayas intentado"
"No… ¡No llegues a esa clase de ideas!" Dedede titubeaba en sus comandos.
"Admítelo, quieres estar cerca de mí. Por lo que sé, tú quieres ser mi pollo*."
"¡Para de suponer cosas! ¡Mentiras! ¡Calumnias! ¡Te voy a tirar a mi calabozo! Además, ¡No soy un pollo!"
"Ja, sí. Ni siquiera tienes un calabozo. Débil, por cierto" Al parecer Bowser se dio cuenta que aún seguía echado en el pingüino y rápidamente se sentó, bostezando ferozmente, causando que Dedede se sobresaltara un poco. "Serio, ¿Cuánto tiempo hemos estado aquí?"
"… No mucho" Dedede se frotó los ojos. "Creo que nos pasamos la tarde."
"Ah demonios, ¿Me perdí la cena por abrazarte... Por accidente… Porque rodé mientras dormía?" El lagarto tenía su cola entre sus manos. ¿Por qué él lucía culpable ahora?
Dedede estiró sus brazos. "Cálmate, puedo traernos comida."
"¿No teníamos que encontrarnos con Adeleine y Wanda?" habló Bowser. "¿En 'El Jardín de Uvas'?"
"Lo que sea. Ellas pueden cuidarse solas. Aparte, muero de hambre"
Una luciérnaga brilló por un momento.
"Meh, es rudo evitar una invitación" Remarcó Bowser, aclarando su garganta.
"¿Qué, ahora tú me vas a enseñar a mí etiqueta?"
"Tengo un montón que enseñarte, compa." Bowser le pinchó los rollitos.
El ave dejó escapar un pequeño chillido avergonzado. "Bien, bien, entonces vayamos a verlas."
Dedede y Bowser entraron al bar. Estaba lleno, muy distinto como la mañana, y escucharon a Adeleine y Wanda llamándolos por sus nombres. Se sentaron en la mesa, con dos asientos guardados para ellos, una al lado del otro.
"Finalmente llegaron", exclamó Wanda. "Pensábamos que nos habían plantado."
"En un momento encontré mi cabeza plantada." Bromeó ansiosamente el Koopa.
El ave rodó sus ojos. "Lo siento. Nos quedamos dormidos."
"Típico. Dejas a dos chicos flojos solos por un minuto y ya están juntos en la cama"
"No-nosotros no estábamos juntos en la cama, ¡Y no somos flojos!" Protestó Dedede, sonrojado.
"No te pongas tan defensivo, Dedede, solo vas a provocarla." Dijo Bowser, también algo más rojo de lo habitual.
Wanda rio. "Como sea… Adeleine y yo íbamos a irnos en cuanto terminemos estas bebidas."
Adeleine levanto una casi vacía taza de sidra. "Perdón, tratamos de esperar lo más largo posible."
"Está bien," dijo el Koopa, realizando un exagerado suspiro. "Creo que tendré que entretener a nuestro gruñón local por mi cuenta."
Dedede le mostró su enojo. Deseo que 'gruñón' no sea lo único que declaran acerca de mí. Y qué, ¿Eso quiere decir que él ya está aburrido de pasar tanto tiempo conmigo? ¿O solo estoy siendo demasiado sensible? Tal vez solo está bromeando. A él le gusta bromear. Necesito calmarme. ¿Por qué de la nada me importa tanto su pensar? Él solo se metió en mi vida al azar y estoy actuando como si fuera mi dueño. Aunque, sería lindo que alguien más tomara las riendas una vez… Espera, ¿Qué estoy pensando?
"Heeey… tierra a Dedede" decía Bowser, agitando su gran mano al frente de la cara del ave. "Aterriza de una vez."
"Uh…" Dedede realizó que necesitaba parar de perderse en su mente. Más fácil decir que hacer.
"Ordena algo, tontito." Demandó Wanda.
Bowser ordenó una cerveza negra de chocolate, y Dedede preguntó por más vino de nuevo. Los cuatro charlaron un rato, los reyes preguntándole a las chicas sobre cómo les fue en el show de arte, y las chicas preguntándoles sobre cómo estuvo su siesta juntos, asegurándose de avergonzarlos lo más posible que puedan antes de irse. Eventualmente, se tuvieron que ir, y el dúo estaba solo de nuevo, pero esta vez rodeado de personas. Un camarero vino a limpiar la mesa y recoger los vasos vacíos.
"Bueno, aún me siento algo adormilado." Comentó Dedede, apoyando cautelosamente su cabeza en el brazo de Bowser.
"¿Q-qué estás pensando hacer?"
"Aparentemente así es como los reyes deben de actuar. Solo te estoy siguiendo."
"Eh, bueno, ve a seguir a otro." Exclamó Bowser, rojo, mientras empujaba la cabeza del ave fuera de él.
"Pensaba que yo era el gruñón local." Contestó Dedede, sin saber por qué ser empujado se sentía como si le hubieran cortado el estómago. Ahora… había harta gente alrededor. Oh Nova, ¿Acaso alguien vio eso? Soy un baboso.
"No molestes. Te cocinaría al rojo vivo con mi propio fuego." El Koopa mostraba una sonrisa satisfecha y ojos entrecerrados, indicando que estaba disfrutando esto más de lo que debería.
"No te atreverías", contraatacó el ave. "Te gusto mucho"
"A-ahora estás siendo un tarado" Respondió Bowser, con un tono dudoso.
"Fuiste tú, no yo, el que estaba desesperado por una Dedealmohada."
"Si, bueno, te gustó." El Koopa se volteó, y Dedede creyó verlo ocultar una expresión maliciosa.
Bowser daba aire de ser un niño atrapado en un adulto, queriendo robar cada momento como si fuera y sea completamente de él, esculpiendo cada segundo a su antojo con toda la influencia que tenía.
No como Dedede. Él era serio y cargado de preocupación, siempre en su cabeza, preguntándose qué hizo mal hace un rato, o una década atrás. Siempre con la desdicha de tener pensamientos que irrumpen en su mente y toma todo su tiempo hasta que reflexiona un poco, y todo vuelve a ocultarse hasta nuevo aviso.
Con solo un par de días conociendo a Bowser, Dedede notó que se sentía diferente junto a él. Como la manera de Bowser de ver el mundo lo dominaba, y empáticamente entendía al Koopa, queriendo ser más como él, un espíritu libre, menos reprimido.
Que loco, todas estas emociones que causa con solo estar aquí.
Terminaron sus respectivas bebidas rápidamente. El mesero lo notó y preguntó si deseaban algo más.
"Sip," Expresó Bowser. "Pon el suyo en mi cuenta."
"¿Qué estás haciendo?" Cuestionó Dedede.
"Comprándote una bebida, pendejo."
"Ah, bueno… ¿Gracias?" El pingüino por un momento pensó que estaba en una cita. El sentimiento lo golpeo en el estómago. No es como si supiera como es estar una cita, pero aun así se sentía.
Antes, todo lo que hacían juntos era… sin pensar. Lo que sea que pasara en Dream Land en ese momento, ellos lo hacían porque estaba ahí. El picnic, la feria, la carrera Gourmet, pronto. Y casi todo eso involucraba a otras personas. Estar juntos en el castillo en realidad no contaba, pues ellos tenían que quedarse ahí de todos modos. Ellos nunca habían hecho planes específicos para estar en casa.
Pero esto… esto no estaba en el guion. Algo en Bowser comprándole un trago se sentía… oficial. Como si las líneas entre conocido y… amigo, finalmente se hubieran cruzado. El Koopa básicamente estaba diciendo, 'Estamos aquí, y no necesitamos a nadie más. Solo sentarme en una mesa y hablar a solas contigo es una buena manera de pasar la noche.' Dedede no debería de sentirse tan alegre, pero lo estaba.
Tampoco ayudaba que, mientras que comprarle una bebida a un amigo era perfectamente un gesto común, la acción de comprar comestibles a alguien siempre tiene un toque romántico. El esposo le compra la cena a su esposa en un hermoso restaurante. 'Me preocupo tanto por ti que quiero que te sientas cómoda, aun si no necesitas esto para sobrevivir. Te quiero tanto que quiero darte placeres innecesarios.'
No era como si nadie hubiera hecho algo lindo a Dedede… pero esta vez, se sentía como si él tenía que trabajar duro para que pasara. Él tenía que ganar su amistad. Para romper sus respectivas barreras y verse cara a cara. Recordaba cuán mal salió su primera salida, con los subsecuentes malentendidos, y como pensaba que la había cagado tantas veces. Pero sus complicados sentimientos acerca de la tortuga no ayudaban – por cada impulso de estar cerca de él, había un impulso igual de empujarlo lejos. El carisma y estilo abrumador de Bowser competían con el hecho de que era descarado, exasperante y probablemente peligroso también. Toda esta relación ya se parecía una competencia, a veces, y como una enferma… pero otra vez, Dedede no podía acordarse desde cuando no se sentía tan vivo, tan curioso sobre el futuro.
Y por supuesto que sería Bowser el que tomara las decisiones y guiaría la noche. ¿Qué sí Dedede no quería quedarse? Quería, obvio, pero ese no era el punto. En parte le gustaba que Bowser decidiera las opciones por él, pero en parte no. Simultáneamente hacía sentir a Dedede importante, pero también… como un acompañante
De repente el ave se dio cuenta que estaba pensando en círculos de nuevo, fragmentos de ideas y emociones rebotaban dentro de su cabeza como si fuera un máquina de pinball rota. Se preguntaba cuánto tiempo estuvo en silencio, chequeando al rey Koopa, que se veía aburrido.
Estoy enloqueciendo… tengo que parar de tratar todo lo que haga Bowser como si fuera una señal de las nubes. Probablemente solo quiere pagarme por mantenerlo y alimentarlo. No es como si quisiera eso…
Las órdenes llegaron. Bowser alzó su vaso.
"Salud." Dijo.
"Salud." Copio Dedede, chocando su vaso con el de Bowser.
"Debes de estar cansado," respondió el Koopa, dando un sorbo.
"No en realidad, ¿por?"
"Andas muy distraído."
Dedede suspiro. "Lo siento… solo soy así. No es como si no prestara atención a propósito, mi mente solo… sobre trabaja."
"Wow, yo… no esperaba una respuesta sincera." Replicó Bowser, rascando su cabeza y deteniéndose un rato, antes de continuar "Está bien, sé que… soy mucho. Es normal si necesitas reagruparte a veces."
Dedede aclaró su garganta, sintiéndose incómodo y avergonzado. "No es… no es por ti." Mintió.
"¿Entonces por qué?" Bowser casi se veía decepcionado por escuchar que él (aparentemente) no era el tema de los pensamientos del contrario.
"Solo… problemas de la realeza. Estoy seguro que entiendes de lo que habló, así que no te voy a molestar. El punto es, no estoy tan cansado."
"Bien. Mantenme en las sombras. Aparte del cansancio, realmente no tengo sueño" dijo el Koopa.
"Sep," contestó Dedede, "Supongo que eso pasa cuando duermes antes de lo debido."
"Sabes qué significa" sonrió Bowser.
"¿Qué?" Dedede se sintió tonto porque no pudo evitar imitar la sonrisa de Bowser.
"Vamos a festejar toda la noche, tú y yo. No es como que nos vayamos a dormir a la misma hora que siempre."
"Muy bien." Rio Dedede. "Suena divertido."
Por cuan mudo haya sonado la respuesta, dentro de su cuerpo pudo sentir la adrenalina surgir. No está cansado de mí… ¡Todo lo contrario!
BOWSER
Después de pasar una hora o dos en el bar, Dedede y Bowser chocaron con la puerta, medio ebrios, con sus abrazos alrededor de ellos, y cuidadosamente se dirigieron de vuelta al castillo. Beber tanto con el estómago vacío fue… una idea.
Dos Waddle Dees manejaron la entrada, abriéndoles las puertas.
"Larga noche, ¿no, señor?"
"Si… laaaaarga," balbuceó Dedede. Los reyes se miraron y soltaron una risilla, enrojecidos.
Los Waddle Dees intercambiaron miradas curiosas.
Dentro del castillo, continuaron riendo, medio caminando y medio corriendo a través de los pasillos a la cocina.
Ellos trepaban, empujaban mesas y se tropezaban con los bordes de las alfombras."
"Shhhhh," Dedede puso un dedo al frente de los labios de Bowser. "¡Vamos a levantar a todo el escuadrón si no somos callados!"
"Bien, bien," murmuró Bowser, haciendo un intento burlesco de morderle el dedo, sus dientes sonaron muy fuerte.
Eso hizo reír a Dedede de nuevo, un sonido con el que Bowser empezaba a encariñarse. Estaba oyéndolo más seguido, y viendo a Dedede sonreír más, lo cual lo hacía sentirse caliente adentro.
Entraron a la cocina y Dedede prendió las luces, abriendo el refrigerador.
"¿Qué vamos a comer? Estoy hambriento."
Bowser llegó detrás, poniendo su cabeza en el hombro de Dedede para ver lo que había en la refrigeradora. "¿Qué tal esa lasaña?"
"Es de hace unos días… ah, bueno, supongo que está bien." Dedede lo retiró de la refri y lo colocó en el microondas.
Bowser miro en el interior, observando y encontrando algo de crema batida. Se escabulló atrás del ave, tocó su hombro.
Dedede se volteó justo a tiempo para ser embarrado en el pecho por la crema.
"¿¡Cuál es la jodida idea!?" Exclamó el pingüino.
Bowser rio maniáticamente. "¡Mi plan para la dominación de Dedede ha empezado! El primer paso es marcar mi objetivo." Sacó una garra y trazó una gran equis en ese cremoso desastre.
"¡Muy divertido! Pero has venido a esta batalla sin preparación alguna," gruño el pingüino, arrebatando la lata de las manos de Bowser. "Te dejaste abierto a un contrataque."
Sssssssssssssccccccccccchhhhhh. Dedede hizo un corazón en la parte central del pecho de Bowser, justo debajo de su garganta.
"¡Carambas! ¡Derrotado nuevamente!" El Koopa miró hacia abajo. "Heeey, ¿Por qué hiciste un corazón? ¿Acaso te gusto o algo así?" Las mejillas del lagarto estaban ardiendo.
Dedede parecía angustiado. "¡N-no seas t-tan tonto! Los corazones son unos de nuestros emblemas, junto con las estrellas… las cuales son difíciles de dibujar."
"¿Un corazón es tu emblema nacional?" Bowser carcajeó. "No puedo creerlo, ¡Estoy en la capital de la cursilería interestelar!"
"¡Oye! A diferencia de ti, nosotros no caminamos por ahí con una permanente amargura en nuestras caras."
"Eso no es cierto. ¡Yo sonrió todo el tiempo!" Demostró Bowser, mostrando sus hermosas perlas.
"¡Cuando te pasas de listo conmigo!"
"Bueno, qué puedo decir. Soy muy Brillante"
"Pues, llevas el infierno al cuerno."
"Eh, ¿En serio eso es todo lo que puedes soltar?" Comento Bowser. "Me decepcionas, Deedee."
"No me llames así. En todo caso, eso demuestra que no eres lo suficientemente listo como para entender mi humor."
Bowser carcajeo con una sonrisa ladeada, entrecruzado de brazos. "Creo que sería una Perdicilla de inteligencia captar tus chistes.
Dedede hizo un puchero.
El rey Koopa observó a su anfitrión. Se lamio los labios.
"¿P-p-por qué me estás viendo de esa manera?" Preguntó Dedede.
"Es que, me muero de hambre, esa lasaña se está tomando toda una eternidad y siento que es una desgracia que se tenga que desperdiciar toda esa crema batida…"
Dedede retrocedió, chocando con el refri. "¡N-no me comas! ¡Soy mayormente aire!"
Bowser se abalanzó, arrinconando al tembloroso Dedede por sus lados y lamio una gran parte del desastre cremoso que había creado, su gran lengua recorriendo casi todo el torso del ave.
"¡Aaah!" Dedede casi se iba para atrás, agarró los pinchos del caparazón de Bowser para balancearse. "¡E-estás loco!"
"¿No es eso lo que amas de mí?" Bowser se acurrucó de nuevo mientras su lengua dejaba un rastro de saliva antes de meterla; ahora su cara estaba llena de crema. "Sabes a pollo."
"¡CALLATE!" Jadeaba Dedede, tomando grandes y rápidas cantidades de aire. "¡No soy un bocadillo!"
Ambos estaban rojos, pero eso era por el alcohol… ¿no?
El Koopa lamió otra parte de la crema pero ahora dando pequeñas y suaves mordidas en su piel. Dedede se balanceaba y se le escapo una risa ahogada. Claramente era un cosquilludo.
"Es verdad…" Bowser se apartó, parándose recto y sus palmas aun sosteniendo al pingüino. "No eres un bocadillo. Tú eres el plato entero."
Bowser vio los ojos de Dedede. Ambos pararon, aun sosteniéndose el uno al otro.
Entonces Dedede estalló en carcajadas, poniendo su cabeza en el pecho del contrario. "Ahora estás completamente embarrado de esa cosa."
Bowser lo miró mientras el levantaba su rostro de nuevo. "Pues tú también," dijo el Koopa. "Creo que mi boca podría ayudar con eso…"
"Pensé que estabas a punto de hacerme tu cena…" dijo Dedede, tímidamente.
Bowser suspiró. "¿En serio creíste que soy así? Ten un poco de fe…"
"Con la manera en que actúas a veces, ¡no puedes culparme!"
"Hmm" Bowser bajo su sonrisa.
Dedede se soltó del agarré del Koopa y corrió hacia el lavadero, como si estuviera tratando de ocultar su rosto. Agarro un trapo y lo humedeció, volvió donde Bowser y empezó a limpiarlo.
"¡Wow! Tus pectorales son muy, ah, solidos… ¿Acaso los ejercitas o algo así?" Dedede sonaba impresionado y algo intimidado, lo que puso a Bowser en las nubes.
Es normal amar escuchar eso, ¿cierto?
"Tengo mi propio gimnasio en mi castillo." Dijo mientras flexionaba sus brazos.
"¡Lo sabía! Sabía que aparte de tu pancita, era tan vanidoso como para no ejercitarte."
"Wow, wow, ¿vanidoso, yo? No es vanidad si genuinamente eres el mejor." Entonces la otra parte de la oración llegó. "… ¿Pancita?"
Dedede tocó su estómago. "Sip, todos lo hemos notado."
"Tú, pequeño…"
Intercambiaron otra batalla de embarrada de crema batida. Este momento se sentía realmente intenso para Bowser. Casi mucho para no aguantarlo. Su corazón latía mientras Dedede continua limpiando su torso, ambos callados.
Bowser le devolvió el favor luego del que contrario terminara.
"Ya debiste de haber ensuciado todo mi pecho entero." Remarcó la ebria ave.
"El alcohol malogra mi puntería. Estaba apuntando a tu cara," reveló Bowser, muy borracho como para inmediatamente entender lo que acababa de revelar con eso, considerando que hizo después de hacer el desastre. De repente se sintió caliente.
Los ojos de Dedede lo observaban. "Espera... entonces… ¿Planeabas lamer mi cara, entonces?"
Bowser tosió. "UH, eh, ¿¡No esa lista esa lasaña!?"
Dedede parpadeo. "¡MIERCOLES!" Corrió hacía el microondas y lo abrió. Un montón de humo salió de la ventanilla.
"¿Qué paso?"
"Creo que en vez de tres, puse treinta minutos" respondió el ave.
Esto volvió a hacerlos estallar de risa. Bowser pensó cuan divertido era todo cuando la friegas. No como cuando estas sobrio, cuando todo esta tan… sobrio. Cuando se calmaron, Dedede sugirió comer algo de cereal, lo cual hicieron, sentándose en una barra.
"Así que déjame captar," murmuró el Koopa con su boca llena de cereal, "Cualquier cosa que coma Kirby, ¿se transforma en eso?"
"Eso es correcto." Dedede se limpió su rostro con una servilleta. "Es su Habilidad de Copia"
"Entonces, si se come a Adeleine, ¿Se volverá un pintor?
"Sipi, o algo así."
"Y si se come a un Waddle Doo, ¿Podrá lanzar rayos?"
"Así es."
"¿Puede hacer eso con cualquiera?"
"No que yo sepa. Aún no lo he visto convertirse en un sándwich."
"¿Qué pasaría si se traga a uno de nosotros?"
El pingüino dejo de masticar, su cara reflejaba miedo. "¡Qué sé yo, pero ahora tengo miedo de que lo intente!"
"No quiero ser el primero que lo averiguo." Contestó Bowser, mordiéndose el labio. "Tendrás que sacrificarte por el equipo."
"¿Acaso no peleaste con él en el torneo de Smash? ¿No intento absorberte ahí?"
"Si pero… bueno, primero que nada, la última vez que luchamos fue hace mucho, así que es algo nubloso, y en segunda, cuando luchamos en Smash, en realidad no es que seas tú mismo." Bowser dejó escapar un pequeño hipo.
"¿Qué?"
"Es como, eh, tú estás en una especie de estasis, y un trofeo tuyo se crea, y ese trofeo es el que pelea… sientes todo lo que pasa, pero incluso si mueres, no mueres."
"Eso suena confuso."
"Bueno, estamos borrachos después de todo. Sin embargo, si aun así pasara, él solo me copia externamente y se roba mi aliento de fuego. Aunque no recuerdo, ah, pero seguro que gané todas mis partidas. Y todo eso como que se escapa de mi mente porque realmente no era yo, y fueron muchas peleas… Pero el punto es, no sé qué pasa cuando en serio pasa; por eso tienes que hacer la investigación por mí." El dragón espero que el otro esté tan embriagado como para notar todas sus contradicciones.
"Yo ya tuve a alguien que intento y me comió." Dijo Dedede, apuntando a Bowser con su cuchara y accidentalmente manchando su cara con un poco de leche "Y siempre me estas empujando de una manera u otra… Voy a ser claro, ¿Tengo alguna feromona o algo que me haga ver como una 'presa'?"
El Koopa no dejo escapar nada. "Creo que es por tu comportamiento tan sumisa, o tu sabor a cobardía… hey, un verso sin esfuerzo."
"¡T-te dije que no soy sumiso!"
"¡Sí que lo eres!" guiño el contrario.
"Solo eres un bully grandote, ¿sabías?" el ave se cruzó de brazos.
"Tienes razón. La próxima vez que veo a Kirby abrir su boca, te empujare allí. Por la ciencia."
"¡No voy a meterme ahí! Si estás tan curioso, ¡ve tú!"
"Ni de chiste. ¿Qué tal si me atoró?"
"Eh… pues comeré cereal con Kirby aliento de fuego y todos vivirán felices por siempre."
"¡Excepto YO! Pero es improbable; soy diez veces más grande, no podría entrar en su boca, sobre todo por las púas."
"He visto a Kirby absorber cosas más grandes que tú. Y es un chico muy flexible, así que no podrías escapar de él, creo."
"¡N-no juegues conmigo! ¡ESTO ES SERIO!" El dragón dejó su tazón se inclinó levemente al borde.
"Es la verdad."
"¡Nunca más voy a juntarme cerca de ese fenómeno rosado de nuevo! ¿¡Por qué me juntaste con una amenaza tan peligrosa!?"
"Kirby es una amenaza, ¿¡pero yo no!?"
"Pues, no, tú eres más como el prota de los cuentos que le leo a mi hijo; completamente gentil y calmado."
Dedede se sonrojó un poco. "N-no sé si es un insulto o un halago, ¡Pero lo niego!" Paró, una realización se reflejaban en sus ojos. "Espera, ¿Tienes un hijo?"
"Sep; mi orgullo y alegría, Bowser Jr."
Dedede lucía perplejo y decepcionado. "Entonces su mamá es…"
Una montaña de pensamientos y sentimientos lo invadieron. Bowser exhaló algo de humo. No lo pensó, fue solo un accidente. Dedede retrocedió. "Yo… No quiero hablar de eso."
"E-está bien, perdón." Dedede se veía aliviado, tal vez porque no iba a ser asado por sus flamas.
Espero que Junior este bien ahora, pensaba Bowser. Kamek odia hacer de niñero, pero no importa, Papi necesita vivir su vida a veces.
Silencio. Entonces Dedede se levantó, tomo su tazón y el de Bowser y, luego de casi tropezar con su propia bata dos veces, las lavó en el lavadero.
"¿No tienes gente que te haga eso?" preguntó Bowser.
"Si, pero yo estoy ahorita aquí y no es lindo levantarse con un montón de cosas que limpiar." Luego de ponerlos en el portaplatos, tomó la fuente de la lasaña. Se habían cocinado juntos. "Este puede irse a la basura."
"Deeds, deja de limpiar y dame atención de nuevo."
Dedede botó la fuente en un tacho y brinco arriba de la barra para estar a la altura del reptil. "Cielos, estás necesitado. Atención dada."
"Uhhhhh, ya ni sé que iba a decir."
"Tonto."
"Hey, ¿Quién es el tonterrimo, el tonto, o el chico que piensa que un tonto es buena compañía?"
"Diría que es el que esta tan ebrio que usa palabras como 'tonterrimo'."
"No estoy ebrio, tú estás ebrio."
"¿No puedes ver que estoy básicamente sobrio?" Dedede saltó al suelo y casi pierde el balance. "Ohhh… pararse es difícil."
"Te dije." Se burló Bowser.
Dedede se tropezó e instintivamente se sujetó, sus palmas llegaron a los muslos de Bowser.
Instantáneamente una ráfaga de electricidad recorrió en todo el Koopa. Él en realidad sintió un pulso de… ¿excitación? Por unos segundos. Se golpeó la cabeza.
"¿Qué?" Dedede lo miró, con ojos vidriosos.
Bowser miro a otro lado. "N-n-nada, ¡todo está bien!"
"Rarito."
"No soy raro, tú eres raro"
Dedede puso su cabeza en la pierna de Bowser. "Taaaaaaaaan cómodo…"
"Ahí se escucha el vino. Y no puedes dormir ahí" Dijo Bowser, sonrojado.
"¿Por qué no? ¡Tú me usaste como una almohada esta mañana!"
"Bien, eso es justo, pero tu posición… ¿Qué pasaría si me quedo dormido también? Vas a tener un despertar incómodo."
"¿Cómo?"
"¡Cuando mi amiguito te toque la cara, idiota!" Bowser dejó escapar la frase, avergonzado.
Dedede levantó su cabeza, también avergonzado. "¡Y-y-ya lo capté!"
Bowser suspiro con alivio. Para ser sinceros, no podía aceptarlo pero el pingüino agarrando sus piernas y respirando ahí… lo hizo latir. Y la cara de Dedede estuvo justo ahí.
"Vamos a mi cuarto," dijo el pingüino.
"Te das cuenta que, siguiendo el comentario de mi amiguito con una invitación a tu cuarto es algo… ¿sugestivo?"
"No soy sugestivo, tú eres sugestivo" gruñó Dedede
"Sugiero que cuides tu tonito cuando hables con un gran y malvado jefe como lo soy yo. Podría no terminar bien para ti, de otra manera…" Bowser bajó de la barra y agarró a Dedede de su bata, acercándolo a su cara. "Rawr."
Las mejillas de Dedede se ponían más y más rojas, lo cual era confuso porque no habían tomado nada desde hace rato. "Déjame ir."
"Oblígame," contestó Bowser, acercándolo más, solo separándose por una línea muy corta.
Silencio y quietud.
Bowser no supo por qué tuvo el impulso de abrazarlo, pero aun así lo hizo. Dedede no se resistió y devolvió el gesto, envolviendo sus brazos sobre el Koopa.
Abrazó a su contraparte por casi una eternidad, tal vez por un minuto o una hora, era difícil de aclarar. Debió de sentirse vergonzoso, pero se sentía tan natural. Dedede se movía un poco, pero no dijo ni una palabra. Bowser tampoco lo hizo, y se tomaba su tiempo para respirar la esencia de su nuevo amigo.
¿En serio puedo llamarlo mi amigo? Por todo lo que sé, él solo me está entreteniendo porque siente que debe… Yo me estoy forzándolo a hacer todo, ¡incluso ahora! No puedo evitarlo. Pobre chico EN SERIO pensó que quería comérmelo… Aun así, no sé cómo saber cuándo alguien me quiere.
Bowser suspiró, retumbando mientras apoyaba su cabeza en el hombro del ave.
Pero… sería lindo… Él es tan bueno, pero los chicos buenos no me soportan… y usualmente, yo tampoco a ellos, pero de algún modo, quiero estar más alrededor de su presencia. Cielos, ¿por qué huele tan increíble… y se siente tan suave y calientito y abrazable? Debe ser el alcohol, supongo. Si, ¡eso debe ser! Aunque, no he tomado hace tiempo…
Entonces, de repente, el pingüino logró soltarse de su agarre y empezó a correr fuera de la cocina. "¡No vas a capturarme tan fácilmente!"
Bowser, reaccionando luego de un momento por el shock, lo persiguió. Vio la bata roja recorriendo en el aire mientras el ave giraba la esquina.
Sus pasos hacían eco por todo el castillo vacío. El Koopa se mantenía, pero Dedede estaba adelantado por unos cuantos metros de él.
Unos cuantos guardias nocturnos los observaban atentamente. Por suerte, Dedede estaba riendo, así que ellos intuían que todo andaba bien.
Si seguimos teniendo estos malentendidos, ¡me botaran de Dream Land antes que me dé cuenta!
Eventualmente, Dedede lo condujo hacía el salón del trono, arriba de unas escaleras en la esquina, y hacía su habitación.
Era un cuarto sencillo, más de lo que el Koopa esperaba. Cubrecama y sábanas grises. La enorme cama de doble tamaño estaba arrinconada en la esquina izquierda y tenía un elegante dosel encima, también gris; un banco con un cojín azul; un armario, un librero y dos grandes ventanas. Un lámpara iluminaba tenuemente la habitación – Había un interruptor al lado de la puerta. El piso era de madera, como el resto del castillo, con una alfombra rojo oscuro cubriendo la larga área rectangular que había entre la cama y la puerta. Tenía un patrón de color oro en los bordes.
El Koopa se detuvo para recuperar la respiración. "Tú… tú corres muy rápido para un hombre de tu altura."
El ave sonrió. "Ni siquiera voy a ofenderme por eso, porque te vencí."
"Obvio no. Yo te gané." Jadeo Bowser.
"¿Por qué lo crees?"
"Porque te tengo rodeado."
Dedede miro a su alrededor. Era verdad. Bowser estaba al frente de la puerta y la única salida era saltar de la ventana; la sonrisa desapareció "Ups."
"¿Qué voy a hacer contigo," dijo Bowser, sonriendo de oreja a oreja. "Capturarte, someterte, ¿y luego qué?"
Dedede se movió ansioso. Se lamió los labios. "¿Asumo que me tienes que llevar a tu castillo?"
"Ah, sí. Es tenebroso estar ahí para un bebito como tú, no creo que aguantes."
"¡Soy más resistente de lo que muestro!"
"¿Pero serías capaz de resistir todo el abuso que estoy listo a darte?" cuestiono Bowser. "Estoy lleno de agresividad. No será bueno para ti."
"Puedes hacer todo lo que quieras conmigo, no me voy a rendir."
"¿Apuestas?" Los ojos y dientes de Bowser brillaron en la oscura habitación.
Intercambiaron miradas, la temperatura en el cuarto aumentaba. La tensión se podía cortar con solo mover un dedo.
Finalmente, el pingüino retrocedió un poco de donde estaba, revolviendo sus manos en una estantería de vinos, agarrando una botella y mostrándosela. "No sé por ti, pero toda esa corrida me ha dado sed."
Bowser solamente sonrió. Ahora este chico empieza a ponerse interesante.
Dedede sacó el corcho y tomó un gran trago del vino, antes de pasárselo a Bowser. El Koopa bebía mientras veía a Dedede saltar a su cama y acurrucarse en su lado.
Bowser se arrodillo al borde de la cama, sus brazos descansando en el cubrecama, pasando la botella al contrario. "¿Así que todos los pequeños Waddle Dees duermen como camada como cachorritos, o tiene un cuartel con docenas de pequeñas camitas?"
"Como cachorros, de hecho," Dedede rio. "Pues porque les gusta acurrucarse juntitos. A todos en Dream Land le gusta hacer eso…" se sonrojó.
"Lo… tendré en cuenta," habló Bowser, aún sobrio para entender lo que acababa de revelar en esa oración.
"Este lugar es muy de ensueño," dijo Dedede. "Puede volverse aburrido aparte de los cielos estrellados y los hermosos océanos. ¿Cómo es el Reino Koopa?"
Bowser lo pensó por un momento. "Es escénico. Vistas rojizas, nubes oscuras, encantadoras cascadas de lava, no hay ningún lugar que se le compare, tiene un montón de territorios esparcidos en todos lados. Sip, mi influencia llega lejos. Podrías decir que estoy por hacer un culto de fans."
"Bueno, algunos dicen que los cultos y la locura van de la mano." Se burló Dedede.
Bowser frunció el ceño. "Qué sabes tú"
"¿Hay alguien de quien… estés interesado o algo? ¿Estás viendo a alguien? ¿Alguien no-tortuga tal vez?" Esa era una pregunta muy cargada, aun con la manera en que parecía no importarle a Dedede.
Bowser se vio distante. "Tal vez, pero no creo que funcione."
Dedede se quedó callado.
"Tú supuestamente deberías decir 'Estoy seguro que puedes hacerlo – ¡eres un guapetón, Bowser¡'" El rey Koopa gruñó.
"¡No sé la situación! No voy a darte fuerzas apáticas. Estas por encima de esas tonterías."
"Gracias… ¿creo?"
"Además, probablemente ella este fuera de tu liga, de todos modos. Deberías de ver a alguien más de tu nivel."
Bowser sabía que era una broma, pero lo golpeo como un insulto. Se frunció. "¿Qué, como tú?"
Dedede se quedó sin palabras. Tomo un gran trago y se lo dio de vuelta.
Un nuevamente satisfecho Bowser miraba fuera de la ventana, la cual revelaba un brillo místico azulado.
"Nos hemos quedado realmente tarde." El Koopa chasqueaba su cola con el suelo.
"Seh. Pronto va a amanecer."
"No estoy siquiera cansado, ¿Y tú?" Bowser pasó la botella de vino, que estaba al lado suyo en el suelo, a Dedede.
"Siendo sincero… se me ha pasado la hora de dormir…" comentó el ave, tomando.
"Bowser rio suavemente. "Puedes dormir, si quieres."
"No, creo que estoy bien." Bostezo Dedede.
"¿Seguro?"
"Sip."
Hablaron y hablaron, y hablaron un poco más, hasta que empezaron a dormirse poco a poco, manteniendo conversación medio adormiladas que nunca recordaran, pero que se codificaron en los sueños de Bowser.
La invasiva oscuridad del sueño el trajo visiones de los dos corriendo por las montañas de Dream Land, corriendo y corriendo infinitamente pero nunca cansándose.
