LOS PERSONAJES NO ME PERTENECES, SON DE DREAMWORKS Y DE Cressida Cowell, SOLO ESCRIBO POR PURA DIVERCION Y ENTRETENIMIENTO. GRACIAS.

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Esto paso después del primer ataque de Grimmel en la casa de Hipo y la aldea.

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-¡Hipo!, ¿estás bien?.- Grito Astrid mientras corría hasta estar al costado de su amado.

-Estoy bien Astrid, ¿y tú?.-Contesto y pregunto Hipo aun preocupado y con una mano en su hombro.

-Estoy bien.-Le respondió su prometida con una de sus bellas sonrisas mientras ponía una mano encima de la suya.

Y a pesar del humo y la cenizas que salían de la casa de atrás como los de al frente. Eso no fue impedimento para que ese par de tortolitos se diesen un poco de apoyo aunque sea con la mirada.

-si nosotros también estamos bien jefe… ¡Gracias por preguntar!.-Comento Patan con disgusto por las cenizas que cayeron en su súper traje y por la escena que hacen ese par de tontos enamorados en medio de tal desastre.

Dicho comentario que provoco que se rompiera la burbuja que se formó en Hipo y Astrid.

-Ejemm… Si, Lo siento.-Comento Hipo sintiéndose incómodo y avergonzado por actuar así, en vez de preocuparse por los demás, como jefe que era.

Dicho eso, el Castaño retira rápidamente la mano de su prometida y se aleja un poco para comprobar el estado de los demás. Acción que provocó un poco tristeza en la bella rubia pero que rápidamente comprendió porque era el jefe.

-¿Alguno está herido?.-Pregunto esta vez el Castaño a todos los jinetes que estaban a su alrededor.

-Yo estoy bien jefe.- Dijo Bocon con una mano en su espalda.

-Yo aún sigo un poquito… mareado.- Comento Patapez antes de volver a caerse dormido.

-Parece que nadie salió herido.-Comento Astrid acercándose cautelosamente hacia su jefe.

-Sí, al menos algo bueno salió de todo esto.-Dijo Hipo concordando con ella.

Pero antes que alguien dijese algo…

-¡Auxilio!¡A Brutilda le cayó acido en la cara!.-Grito dramáticamente el gemelo Thomson mientras corría con los demás.

-¡Que!¡Como pudo pasar eso!.-Grito alterado Patapez despertando de su envenenamiento.

-¡Rápido hay que traer a Gothi!.-Ordeno Hipo preocupado por el estado de su amiga.

Pero justo cuando Astrid estaba a punto de llamar a Tormenta para ir por la anciana. Cierta vikinga apareció entre los escombros sana y a salva.

-¡Chicos tranquilícense!… ¡Estoy bien!.-Comunico Brutilda antes que se pusiesen dramáticos.

-¡Brutilda!.-Grito Patapez feliz al verla sana antes de volver a caerse desmallado.

-¿Brutilda?, ¿No te callo acido en la cara?.- Pregunto Astrid un tanto confundida y molesta por hacerla preocupar.

-¡Por supuesto que no!... Este tarado se confundió.-Comento la vikinga también molesta.

-¿Qué?... ¿No te callo acido?... Es que acaso siempre tuviste esa fea cara.- Comento Brutacio confundido.

Un estado que rápidamente fue silenciado por un fuerte golpe en la cara. Cortesía de su querida hermana gemela.

-Ja… Ahora sí que necesitamos a Gothi.- Comento con gracia Patan al ver el estado del gemelo Thomson mientras los demás solo rodaban los ojos.

Pero antes de seguir con sus cosas. Una fuerte explosión proveniente de la que fue la casa de los Haddock por generaciones, llamo la atención de todos.

En especial al adulto Castaño. Quien miraba con suma tristeza la casa que su papá y él habían vivido y protegido por años. Para que al final un fuerte ataque lo incendiara. Tantos recuerdos destruidos.

Nadie noto su tristeza a excepción de Valka y Astrid. Que le vieron con cara de preocupación. Pero fue la bella rubia quien se armó de valor. Se acercó a él y sin esperar más, enredo sus dedos con los de él para llamar su atención. Cosa que lo logro.

-Lamento lo de tu casa, Hipo.-Dijo Astrid cuando sintió la mirada de su amando sobre ella.

Pero Hipo estaba tan triste que solo asintió con la cabeza antes de devolver su mirada a la casa incendiada.

-No te preocupes Hipo, todo se puede reconstruir.- Comento Bocon con la esperanza de animarlo un poco.

-Tienes razón… Todo se puede reconstruir.-Dijo Hipo ya saliendo un poco de sus tristes pensamientos.- Pero no todo se puede reconstruir.-Pensó el Castaño sorprendido al recordar cierto cosa que le era sumamente importante.

-¡Rayos, me he olvidado!.- Grito el joven jefe espantado antes de soltar bruscamente la mano de Astrid. Para luego salir corriendo hacia su casa incendiada.

-¡Hijo!.-Grito preocupada Valka ante esa repentina acción.

-¡Hipo, que diantres haces!.- Grito aterrorizada Astrid al ver como su prometido corría hacia el peligro.

-¡No se muevan, ya vuelvo!.- Grito Hipo de lejos antes de entrar en su casa.

-¿Pero qué está haciendo?.- Pregunto Bocon confundido antes las acciones de su jefe.

-Creo que oficialmente se volvió loco.-comento Brutilda como si eso lo hubiese esperado desde hace mucho tiempo.

-Nunca creí que me convertiría en el número uno de esta manera.- Dijo Patan intrigado pero también feliz por ser el jefe. Aunque sea de esta tonta manera.

Pero fueron solo Valka y Astrid que mostraron tal preocupación, que se podría decir que estaban a punto de llorar por los nervios. Aún más la rubia.

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Mientras tanto dentro de la casa incendiada del jefe.

Hipo apenas entro, un tablón de madera incendiada del techo casi lo golpea, por suerte logro esquivarlo yéndose hacia la derecha. Para luego dirigirse rápidamente hacia las escaleras.

Intento subir lo más rápido posible a pesar de que cada escalera estaba incendiada. Y lo único que podría hacer era tener cuidado y apoyarse de las paredes. Pero justo cuando solo le faltaban tres escaleras para llegar al segundo piso. Las escaleras finales se rompieron por el fuego. Provocando que uno de sus pies casi se cayera, afortunadamente logro sujetarse de la pared para levantarse y salvarse de esa caída.

Con un miedo caerse al piso lleno de fuego y acido. Hipo opto por saltar hacia la orilla del piso superior que con las justas lo logro. Y aunque fue una victoria para el castaño. Se presentó otro problema.

Al estar a una mayor altura y cerca de los techos. El humo aumento provocando que comenzara a toser desesperadamente por oxígeno.

Sin embargo eso no fue impedimento para que el vikingo caminara por el pasadizo lleno de humo hasta llegar a su cuarto. Donde noto rápidamente que sus cortinas y su ropero se estaban incendiando. Pero eso no le importó.

Lo que Hipo buscaba estaba bajo su cama y donde afortunadamente el fuego aun no lo había llegado tocar. Rápidamente Hipo se agacho debajo de la cama y de allí saco un pequeño cofre. Donde allí tenía guardado su objetos más preciados e irremplazables.

-Gracias a Thor que no le pasó nada.- Comento Hipo mientras tenía el cofre entre las manos.

Hipo pensó salir por donde vino. Sin embargo, lastimosamente el techo del pasadizo no pudo resistir más la presión del fuego. Provocando que se derrumbara y dejando al pobre castaño atrapado en esa habitación lleno de humo.

-¡Noo!.-Grito espantado al ver que su escapatoria fue bloqueada.

Sin salida y sobretodo la falta de oxígeno. Hizo pensar a Hipo que será su fin. Hasta que una posible respuesta llego a su cabeza al mirar su ventana.

-¡Hay dioses estova a doler!.-Pensó Hipo antes de dirigirse hacia la ventana.

Con algo de miedo pero por la falta de soluciones. Hipo agarro fuertemente su pregunta cofre antes de saltar por allí.

Todo mientras rezaba a los Dioses para que amortiguaran su caída y que Astrid no lo viera. Porque si no moría por la caída, de seguro moriría por el "cariño" que le daría su novia cuando se encontraba preocupada y furiosa.

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-¡Al demonio, voy a entrar!.- Grito Astrid al límite de sus nervios. Mientras se ponía su casco a prueba de fuego.

-¡No Astrid!... Es muy peligroso.- Le dijo rápidamente Valka logrando detenerla antes que cometiera una locura.

-¡Es Hipo quien está adentro!.- Le grito Astrid desesperada por que la soltara. Era el hijo de ella quien estaba en peligro, ¿Acoso le preocupaba?.

-Se quien está allí Astrid.-Le dijo la madre de su prometido sabiendo a que se refería.- Pero ahora es muy peligroso entrar, todo el primer piso está ardiendo… Y no creo que…

Pero antes de poder seguir hablando la vikinga para convencer a su nuera que no hiciese una locura y que debería de confiar en Hipo. Una muy fuerte explosión proveniente de la casa. Alarmo a todos.

-¡Hipoooooooooooooooo!.- Grito súper aterrada la bella rubia temiendo de lo peor.

Fue la única que grito. Los demás quedaron tan sorprendidos por pensar que así termino su Jefe que hasta la respiración se detuvo. Todos a excepción de Brutacio, quien comenzaba a reaccionar por el enorme grito que escucho de la futura jefa de Berk.

-¿Qué paso?.- Pregunto el gemelo Thorson sin entender el alboroto de la rubia.

-Hipo… entro… Y no salió.- Le respondió entre cortado Bocon saliendo un poco de su impresión.

-¿Hipo está dentro de su casa incendiada?.-Pregunto Brutacio porque le dijo eso.- Pero si Hipo está allí tirado en ese arbusto.- Dijo él mientras señala el arbusto que estaba al costado de la casa.

-¿Qué?.-Pregunto Astrid saliendo de su impresión mientras miraba donde señalaba su compañero.

Y si justamente en un arbusto al costado de la casa, se podría ver a un adolorido vikingo tirado de espaldas. Bueno, mejor dicho se podría ver sus piernas, ya que una era normal y otra era metal. Pero era obvio que era él.

-¡Hipo!.- Grito Astrid pero esta vez de alegría. Al ver a su amado sano y salvo. Lo mejor que se podía.

Sin esperar, ella corrió a su dirección, seguida por la madre del jefe, Bocon y los demás jinetes.

La bella rubia fue la primera quien lo auxilio, poniendo su cabeza entre sus piernas y comprobando su estado con las manos.

-Está bien… solo un poco aturdido.- Comento Astrid a los demás que ya le habían alcanzado.

Pensaban llamar a Gothi para que auxiliara al jefe al ver que no despertaba. Sin embargo….

-Está abriendo los ojos.- Comento la bella rubia al ver movimientos en el rostro de su amado.- ¿Hipo, me escuchas?.

Para Hipo, lo único que recordaba era un gran salto, una fuerte caída y luego oscuridad. Y a pesar que cayó en un arbusto, lamentablemente antes se golpeó con la rama de un árbol que lo dejo lo suficientemente aturdido para no lograr una buena caída. Caso que fue duro al final.

Fue así, que después de estar noqueado por unos cuantos minutos. Comenzó abrir los ojos. Pensó ver el cielo oscuro y las cenizas en el aire. Sin embargo, lo primero que vio fue un hermoso rostro, ojos celestes como el cielo y una cabellera rubia como el sol. Y a pesar de míralo con cara de preocupación. Hipo no pudo evitar maravillarse con cada detalle de su rostro.

-Estoy en el cielo, porque estoy viendo una hermosa valkiria frente a mí.- Dijo Hipo lo primero que se vino a la mente.

Astrid, quien se alegró enormemente ver a su amado despierto y sonrojada por ese pequeño alago. No obstante, eso no justifica nada toda la tensión y el nerviosismo al verlo correr a una casa en llamas.

Así que, sin pensarlo y con toda la fuerza que uso para ocultar su nerviosismo. Le dio un fuerte golpe en el hombro, sin importarle si era su jefe o su prometido.

-¡Auuuu!... Creo que pase del cielo al infierno.- Grito y susurro el pobre Castaño mientras se retorcía entre las piernas de su "amada".

-¡¿En qué diantres pensaste al hacer esta locura, eh?.- Grito Astrid en el oído sin un toque de piedad.

-Lo siento.- Fue lo primero que dijo Hipo recuperándose del "cariño" de su prometida.

-Me tuviste preocupada.- Dijo la bella rubia con un gran toque de enfado en su voz.

-A todos nosotros nos tuviste preocupado, Hijo.- Comento Valka metiéndose en la conversación del par de Tortolitos.

-A mí no… Ya me estaba ilusionando en ser el nuevo jefe.- Comento Patan presumiendo. Cosa que a nadie le importó.

-Lo siento a todos… Pero tenía que salvar esto.- Se disculpó y hablo Hipo mientras se levantaba con un pequeño cofre que había caído justos a su lado.

-¿Qué es eso?.-Pregunto Astrid una vez levantada y poniéndose a su lado.

-Es mi tesoro.-Comento Hipo con un toque de melancolía.

Luego de ese pequeño incidente. Hipo ordeno a los jinetes que fuesen casa por casa y le avisen a la gente que hay una reunión urgente en el gran salón. Al parecer, la amenaza de Grimmel era peor de lo que suponía. Y como Jefe tenía que informarle a su pueblo de los peligros que se avecinaba si no hacían algo. Solo que había un pequeño problema…

-Astrid… Soy el jefe y tengo que llegar primero antes que todos…. ¡Auuu!.-Comento Hipo serio ante su deber. Sin embargo, un golpe en su hombro, justo donde la parte más le duele lo callo.

-No vas a ir ningún lado, sin antes curarte todos esos raspones de tu cara y los moretones que de seguro tendrás en todo tu cuerpo.-Dijo, no, Ordeno Astrid con la voz más seria que ella tenía.

-Pero… ¡Au, au, au..!.- Intento conversarla Hipo pero un fuerte jalón de su oreja, como aquellos que usaban para castigar a los niños malcriados, solo que este lo mantuvo por mucho tiempo. Lo dejo a merced de su bella y temible novia.

-Sin peros… Ahora vamos a la herrería que allí está tu botiquín de emergencia… ¡Y es mi última palabra!.-Le dijo seria Astrid antes de dirigirse hacia el lugar con su Castaño jalado por la oreja.

Para los pocos vikingos que estaban saliendo recién de sus casas, ver a su jefe siendo humillado por su prometida era algo para sorprenderse, ya que eso no pasaba todos los días. Pero no paso mucho tiempo antes que su sorpresa se convirtiera en una muy graciosa escenas que de seguro nunca olvidaran. Cosa que le provocara una enorme vergüenza al Castaño por los siguientes días.

Y todo esto ocurrió bajo la mirada de cierta mujer castaña que no pudo evitar recordar algo similar que paso con su difunto marido.

-Hay, Estoico… Ojala estuvieras aquí.-Pensó Valka melancólica y feliz, quien estaba enzima de su dragón y miraba muy atenta como su hijo y su novia entraban a la herrería.

Ya estaban listos para el matrimonio.

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Hola a todos, lamento mucho la demora. Pero escribir no es nada sencillo, pues tengo que asegurarme que me guste como a ustedes lo cual me pone a pensar mucho.

Espero que les haya gustado, aunque este capítulo parezca que son más ideas mías que seguir como en la película. Espero que lo disfrutes, pues fue lo primero que me vino en la mente, entre el primer encuentro de Grimmel y los jinetes y antes de la reunión en el gran salón.

Sé que acá añadí un "cofre" que es el tesoro de Hipo, pues esto será importantes (Para mi próximo capítulo) pero que no estarán relacionado con la película. Cuando lo publique, ya verán a que me refiero.

Bueno, como siempre, sin más que decirles o escribir me despido y nos vemos hasta la próxima. Chao.

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