Sabía lo que él quería, la quería a ella en este momento, pero… no estaba seguro de que Sakura entendiera en lo que estaba a punto de pasar. Las firmes palabras de aquella que cargaba hasta su habitación lo habían desarmado por completo y por ningún motivo quería ponerse a pensar de donde había sacado tal valor para enfrentarlo de esa forma, de afirmar que ella sabía lo que continuaba en ese momento y lo deseaba libremente. Maldijo al entender lo que acababa de pensar. No, él no necesitaba obtener pensamientos que alentaran a continuar, necesitaba encontrar la forma de satisfacer la curiosidad de Sakura sin terminar profundamente entre sus piernas, aunque eso se le antojase de sobremanera.
-¿Shaoran?...
El susurro lo trajo de vuelta a la realidad en la que tenia cargando en brazos a Sakura y esta se movía frotándose conta él. Ella contuvo el aliento al sentir los labios masculinos depositar un sube y casto eso en su pecho sobre la piel, tan calientes y suaves, y Sakura buscó sus ojos, que estaban clavados en ella. Li le sostuvo la mirada, y ella sintió una ardiente sacudida cuando le saco la lengua dándole una lamida que llego hasta su cuello en donde notó su sorpresa y, sonriendo, en la parte más sensible justo en el centro, mordió y succiono con delicadeza. Ella dejó de respirar y cerró los ojos para saborear la sensación, incapaz de observar el erótico movimiento de aquella boca contra su cuello. Li apartó los labios y, cuando Sakura abrió los ojos otra vez, se lo encontró observándola con una pícara sonrisa.
El silencio cayó sobre ellos mientras él observaba el rubor en sus mejillas depositar un suave beso en su mejilla derecha y la bajaba hasta colocaba en la cama con sumo cuidado.
-Abre las piernas… Sakura-le dijo con una voz ronca y líquida que hizo que a ella le bajara un ardiente estremecimiento por la espalda.
Era real, Sakura entendió que en verdadera era real lo que estaba a punto de pasar y deseaba que Shaoran no se detuviera, él la trajo de vuelta al presente cuando le sostuvo la barbilla y con el dedo pulgar acarició suave y despacio su quijada, acercándola a él. Detuvo los labios justo sobre los de ella, haciendo que temblara de anticipación.
Ella intentó cerrar la distancia entre ellos, pero él se echó hacia atrás lo -abre un poco mas las piernas -añadió, acariciándole la sensible piel de los labios con las palabras. Entonces capturó sus labios y ella se perdió en un baile sensual, húmedo y lento en el que el acarisiaba sus labios y lengua tórridamente. Se vio absorbida por la suavidad de su boca, dejándose llevar hasta estar recostada con la espalda sobre la cama, las piernas semi recogidas permitiéndole que el estuviera entre ellas, moviéndolas inquieta como acto reflejo a la ternura de su caricia bucal, totalmente diferente a los besos que habían compartido antes. Con aquel, la consumió, le hizo olvidarse de sí misma, de lo que los rodeaba
Él le acarició la mandíbula con el pulgar mientras le devoraba la boca, provocando estremecimientos de placer en todo su cuerpo. Sakura se quedó sin respiración ante aquella sensación, y él aprovechó que tenía la boca abierta para apoderarse de ella en profundidad, besándola más intensa de una manera que la mareó. Entonces, ella estiró los brazos hacia él, su ancla en un mar de sensualidad, y le rodeó el cuello, metiéndole los dedos entre los espesos y suaves mechones. Él emitió un ronco sonido de satisfacción al notar que ella lo abrazaba y dibujó un camino de tiernos y húmedos besos desde su mejilla a su garganta, haciendo que ella se perdiera en una riada de explosiones de placer.
Notando el deseo que ardía en los ojos de Sakura, los labios entreabiertos por la pasión y las mejillas enrojecidas, Shaoran volvió a besarla con voraz ansia antes de poner las manos en sus hombros jalando su blusa y metiendo la diestra hasta su espada para desabrochar su sostén. Sakura arqueo la espalda permitiendo que Shaoran lograra quitarle por completo la blusa y pocos segundos después Sakura observó con nerviosismo cómo Shaoran seguía con los ojos el movimiento de sus manos tomando las tiras de su sostén jalándolas sin prisa para deslizarlas por sus brazos dejándola completamente desnuda de la cintura hacia arriba. Notó que se le aceleraba la respiración, que se le oscurecía la mirada, y se dio cuenta de que era cierto, estaba allí, en los brazos de Shaoran. En brazos del chico que se había convertido en hombre y había sido su dulce e inocente amor platónico y ahora, mientras la desnudaba, supo con no siempre había sido tan inocente y era mas real de lo que ella alguna vez había comprendido hasta ahora.
Los ojos de Shaoran se oscurecieron todavía más y ella bajó la vista, notando un par de círculos rojizos intenso sobre la piel normalmente pálida. La joven se movió para cubrirse, avergonzada por su desnudez, pero él le atrapó las manos. -No -dijo con la voz ronca y seductora- déjame verte.
Ante esas palabras Sakura notó que una ardiente necesidad estallaba en su interior. Él le soltó los dedos y se movió para acariciarla. Las manos firmes y cálidas ahuecaron y moldearon sus pechos, haciéndole suspirar de alivio y placer cerrando los ojos. Él frotó la piel antes de recorrer las marcas rojas con la lengua, estimulando la carne ya demasiado sensible y depositando una serie de húmedos besos suaves y tiernos sobre sus senos. Dedico minutos interminables, aunque evitó a propósito las cimas erguidas dejando que se tensaran cada vez más, que se volvieran más sensibles con cada roce de sus dedos y su lengua. Sakura comenzó a moverse bajo sus caricias, intentando que la tocara en otras partes donde también lo necesitaba. Shaoran notó su movimiento y alzó la cabeza en busca de sus ojos esmeraldas ensombrecidos por el deseo.
-¿Qué ocurre? -le preguntó sin dejar de estimularla con las manos. Las palabras fueron una caricia en sí mismas y calentaron la piel dolorida con la brisa que las acompañaba-. ¿Me quieres aquí? -Le pasó el dedo por un pezón erizado y ella emitió un gritito ante la explosión de sensaciones que siguió a aquel leve roce. Él se movió a la otra cima, repitiendo la caricia-. ¿O aquí?
-Sha… Shaoran -jadeó ella apenas audible.
-Solo tenías que pedirlo -aseguró, sonriendo dominante. ¿Por qué se estaba comportando así con ella? ¿Qué era lo que intentaba despertar en ella?
Entonces aplicó los labios sobre un pico turgente provocando que ella gritara y comenzara a gemir. Aplacó la sensible piel con la lengua y Sakura le sujetó la cabeza entre las manos mientras él succionaba suavemente, enviando una corriente de calor líquido al centro de su cuerpo. La sensación, extraña y maravillosa a la vez, la consumió. Shaoran fijó entonces su atención en el otro pecho, repitiendo la misma acción pero con más firmeza haciéndola gemir con mas fuerza esta vez. Sujetó el pezón entre los dientes para apaciguarlo con los labios y la lengua, y ella gritó nuevamente, anhelando algo que no sabía definir, pero necesitado desesperada.
Sakura lo tomo del cuello deteniéndolo, lo jalo hasta estampar sus labios con los de él en busca de una caricia más intensa, más íntima. Siguió el juego que Shaoran le ofrecía, despacio, en un suave vaivén de húmedas y tórridas carisias utilizando solo sus lenguas. Comenzó a desabrochar su camisa, era completamente injusto que él tuvieras tanta ropa, ella también quería sentirlo, tocarlo.
-¿Qué es … lo que quieres… Sakura? -Se interrumpió.
-Yo… - Demasiadas palabras resonaban en su mente. "Quiero que me toques. Quiero que me ames. Quiero estar contigo. Quiero que no pares". Insegura negó con la cabeza.
Él pareció notar su necesidad porque le deslizó una mano por el interior del muslo. Contrario a lo que creía, Sakura se dejó llevar. Shaoran sonrió mirándola con cariño trazando un suave rastro hacia su entrepierna, que ahuecó con la mano, enviando un dardo de placer por todo su cuerpo y provocando que ella deseara que desapareciera la tela que bloqueaba el acceso a aquel lugar donde tan desesperadamente necesitaba ser tocada. Él maldijo al sentir cuan húmeda estaba.
Presiono los dedos con firmeza sorprendiéndola, desencadenando que ella arquear la espalda. Los húmedos pezones, por las atenciones antes brindadas, chocaron con el torso de Shaoran.
-tu… tu cuerpo… se siente muy caliente… -gimoteo Sakura sosteniéndose del hombro sin dejar de moverse y frotar piel contra piel, obteniendo un gruñido masculino.
La besó profundamente, pasando el brazo izquierdo por su espalda para tener un mejor soporte y poder seguir robándole el aliento, la beso antes de hablar.
-Eres muy suave -susurró contra su cuello desviando sus besos. Él había imaginado que ella era así.
-Yo… -Sakura suspiró cuando él volvió a poner los labios en la endurecida cima del pecho- Deseo… Te deseo -gimió ella y, en ese momento, aquellas palabras tan simples en comparación con las emociones que la atravesaban, parecieron suficientes.
Él movió los dedos con habilidad y firmeza, y ella contuvo el aliento -Estas muy mojada- dijo mas para él que para ella en una afirmación que la hizo cerró los ojos avergonzada mientras se mordisqueaba el labio inferior -¿Me deseas aquí? -insistió él.
-Sí -afirmo con la cabeza.
Las palabras resonaron en su oído como una sustancia inflamable mientras él le quitaba las bragas jalándolas y arrastrándolas por todas sus piernas. Una ves retiradas deslizó una cálida mano por el camino antes recorrido por la prenda hasta el interior de los muslos de ella. Arranco otro suspiro al rozar su sexo suavemente, acariciando y separó los resbaladizos pliegues e introdujo un dedo en su ardiente entrada -¿Aquí? -dijo sin más preámbulos ni sutilezas, aun sentía como los duros pezones se frotaban por el movimiento de vaivén de sus agitada respiración que ella ejercía y los dedos femeninos se hundían en la piel masculina de donde se sostenía.
Sakura contuvo el aliento con los labios separados y le sujetó el antebrazo con una mano mirándolo fijamente a los ojos. Shaoran emitió un gruñido mientras la observaba intentar comprender las sensaciones que la atravesaban. -Creo que quieres mucho más -dijo con voz áspera.
Introdujo un segundo y comenzó a mover los dedos en su interior al tiempo que la besaba e incitaba a que jugaran nuevamente con sus lenguas. Sakura no pudo seguir pensando, ella solo podía seguir sintiendo. Un gemido escapo de los labios de ella repetidamente cuando le separa aún más las piernas para poder acceder mejor a aquel resbaladizo calor, y le rodeó el punto más sensible con la yema de un dedo. Sakura gimió aún más fuerte por momentos, sin ritmo ni volumen definido, se retorció contra él, perdida en las agitadas emociones que la inundaban. Los firmes movimientos de aquella mano, unidos a la peculiar succión y juegos que ejercía la boca masculina, la empujaban hacia un precipicio al que ella no quería saltar. Pero el placer crecía cada vez más mientras él seguía acariciándole suavemente aquel húmedo lugar donde parecían concentrarse todos sus deseos, y ella cedió ante cada caricia moviendo la cadera al compás de él, que la llevaba cada vez más alto.
Sakura se tensó cuando las oleadas de placer se hicieron demasiado intensas, él lo notó mientras ella le pasaba los delicados dedos por los cabellos color chocolate y el cuello en una caricia sensual. Acariciándola con la lengua, mordiéndola, drogándola con aquel beso antes de apartarse y mirarla a los ojos, observando la confusión y la pasión que colisionaban en su interior. Mientras ella bajaba las manos acariciando la piel desnuda del pecho masculino.
-¿Shaoran?... ah… ah… -susurro, la respiración era agitada y pausada.
Introdujo un dedo profundamente y ella contuvo un jadeo al sentir aquella intensa presión en lo profundo de su ser que amenazaba con explotar. Seguía empujando rítmicamente los dedos en su interior, rozándole el nudo de nervios con más firmeza, como si supiera justo donde más necesitaba su tacto, donde ser llenada.
-No te contengas -le ordeno en un susurró al oído.
Sakura gritó ante la oleada de sensaciones, distinta a todo lo que había sentido antes, en jadeo constante y desesperado.
-Déjame verte -pidió con palabras que sonaron como si le hablase a un ser divino.
Él no apartó la vista cuando ella se dejó llevar aferrándose a él. Sakura palpitó bajo sus caricias, se contorsionó contra él suplicando más en el mismo instante en que lo recibía. Shaoran movió los dedos en su interior, sabiendo cómo tocarla, dónde acariciar, cuándo detenerse.
Ella comenzó a corrers, esto la sacudió de tal modo que abrió los ojos algo asustada y las sensaciones que inundaban su cuerpo hizo que los cerrara de nuevo. Nunca había sentido nada tan intenso, húmedo, arrollador, el orgasmo siguió y siguió mientras arqueaba la espalda y gritaba de placer sin darse cuenta... Mientras absorbía cada gramo de placer que le estaba dando a Sakura, ella aprisionaba su dedo con avidez, una y otra vez.
Y en el momento en que experimento hasta la última pizca de placer, cuando ella dejó de convulsionarse, la sostuvo; apaciguándola con ternura y haciéndole regresar a salvo entre sus brazos del nirvana.
La abrazó mientras ella recobraba el sentido, rozándole la sien con los labios masculinos, acariciándole la espalda y las extremidades con suaves carisias. Después de varios minutos, cuando volvió a respirar con normalidad, Sakura deslizo las manos con las que le había estado sosteniéndose de él, en un sendero céntrico hasta la cadera de Shaoran, haciéndole gimió cuando los dedos cayeron más y más abajo. Él le tomo con cariño aquella mano traviesa para quitarla de allí. Sakura solo supo que él la había apartado y se sintió insegura ¿Había hecho algo mal?. Él comprendió al instante su incertidumbre.
Esa mujer lo mataría. Seguía tal cual, no se había tapado, tenía el pelo suelto, los pechos al descubierto balanceándose suavemente por su respiración acelerada y mojados por los besos que él le había dado, la falda arremolinada en la cintura, las braguitas por algún lado de la cama y las medias apretadas en sus muslos, seguían tal como él las había dejado. Estaba demasiado satisfecha como para que le importará o se diera cuenta. La dulce e inocente Sakura ya había intentado taparse ¿Qué le estaba enseñando?
Los rizos de su entrepierna seguían húmedos, y la erección de Shaoran se sentía atraída hacia ellos. El se pasó la mano por encima de los pantalones.
-Eso fue…
-Intenso -afirmo el sonriendo sínico. OH si, él había hecho que ella se corriera.
-Pero tu…
-Dijiste que no eras una niña pero sigues siendo demasiado inocente… -se "burlo" él.
Ella acerco su mano nuevamente -Pero no hemos terminado -afirmo.
Shaoran sonrio juguetonamente mientras llevaba la mano y apretaba los dedos de Sakura contra el bulto que tensaba sus pantalones, permitiendo que notara su excitación. Ella comprendió de golpe soltando un gritito. Aunque se sonrojó, no apartó la mano, sino que presionó suavemente la erección, acariciando insegura, saboreando el suave gemido con el que él respondió y la manera en que se apretó contra sus dedos. Shaoran cerro los ojos pegando su frente contra la de ella.
-Yo no se… mucho sobre esto -Tragó saliva y comenzó de nuevo -No se si debo… tocarte… antes de lo "otro" -Él curvó la comisura de los labios en una sonrisa antes de besarla otra vez, sin detenerse hasta que ella se aferró a él, separándose, jadeando de excitación.
-Estas decidida a que follemos -expreso sin más sonriendo, divertido.
Sakura se quedó de piedra al escuchar lo que acababa de decirle. Ella lo deseaba ¿Acaso él no? Porque ella podría ser todo lo inocente que quisieran, pero en definitiva estaba segura que Shaoran también queria.
Las manos masculinas se deslizaron hasta el broche de la falda -Alza la cadera -pidió deslizando la prenda por las piernas -No creí que estuvieras tan segura de esto -él se alejó lo suficiente para que ella viera lo que estaba punto de hacer. Se quito la camisa dejando su torso desnudo, lo que provocó que Sakura dejara de respirar después de soltar un gritito. Se desabrocho los pantalones y se los bajo con todo y los boxer negros mirando como la chica de sus sueños abría los ojos sorprendida -Respira Sakura. Esto acaba de empezar.
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-Gracia por no abandonar esta historia y mil gracias si me dejas un reviews, aunque sea pequeño, me hacen muy feliz y me dan ánimos para continuar la historia aunque tardeen actualizar
-Nara hija mía, eres más inconsistente que una gelatina en un día caluroso (¿?) … Sigo tardando en actualizar pero en verdad que no abandonare esta historia, que para ser sincera no es muy larga en mi mente pero sigo sin poder terminar.
-Card Captor Sakura no me pertenece, así como tampoco sus personajes. Esto lo hago sin fines de lucro. Pero la historia y las guarradas esas SI que me pertenecen.