Capítulo 11: La verdad siempre sale a flote.

Algunos amaneceres y crepúsculos murieron tras el correr de los días, luego de las citas de los protagonistas. En esta ocasión, un nuevo día reflejaba todo su esplendor en el verde bosque, muy cerca de ciudad Satán, en donde todo el curso de último año escolar se encontraba de excursión.

Una actividad con vista ecológica, libre de contaminantes y al aire libre, olfateando el exquisito aroma de la tierra mojada, lleno de luz natural y escuchando los armónicos cantos de la diversidad de aves del lugar.

¿Suena divertido, no es así? Pues, las opiniones estaban divididas.

Los docentes a cargo del grupo caminaban animados y sonrientes hacia el fondo del bosque, con el objetivo de iniciar las actividades programadas. Ni siquiera reparaban en su apariencia, con sus pañoletas tipo scout, unas gorras naranjas, tal como su uniforme deportivo holgado. Mientras que por otro lado, los alumnos iban algo exhaustos, sedientos, hartos de tanta luz solar y la nula señal en sus celulares. No faltaron los que maldecían por lo bajo su mala suerte y aquella excursión. Como era de esperar, entre esos personajes, estaba cierto pelinegro de cabellos en punta que pateaba una piedra por el camino:

-Aun no sé cómo acepté venir a esta porquería.

Vegeta acomodaba con pesadez y malhumor su mochila, recordando que una semana antes, se dio un comunicado extra-escolar en la O.S.H.S que todo alumno perteneciente al último año de escolaridad debía participar en una excursión al bosque OBLIGATORIAMENTE. Sí, así mismo. Con negritas y mayúsculas, recalcando la orden.

Al principio se rehusó totalmente en participar con ese montón de insectos debiluchos que tenía por compañeros. Sin embargo, tras recibir una amenaza de repitencia, decidió aceptar sin opciones secundarias. Ya bastante tenía con soportar a esos idiotas, como para estar un año más en esa pocilga de establecimiento y lleno de otros imbéciles que le joderían la existencia con sus pelotudeces.

-Esto es un desgaste físico innecesario. –Siguió quejándose sin miramientos- Por mi todos estos se puede ir a la…

-¡Ja, ja, ja! ¡Siempre tan gracioso!–Carcajeó nervioso Krilin, al momento en que le cubrió la boca a su amigo, cuando se percató que uno de los docentes había escuchado el reclamo y buscaba con la mirada al responsable- Hijo de tu…¡No te quejes! -reprendía a Vegeta igual de cansado, y sacudiendo su mano al recibir un fuerte mordisco por parte de él- Podría ser peor, si lo piensas de algún modo.

-¡Y lo es! –Agregó Goku sujetándose la barriga, con cara de fatalidad famélica- ¡No nos han dejado comer! –Remató con lagrimillas en los ojos, con todo el drama del mundo en su ser- ¡Estoy a punto de desmayarme, morir y saludar a San Pedro en las puertas del cielo!

- Debí traer algo más, pues la comida se me hará muy poca. –Vegeta concordó en el último punto con su despistado amigo, mientras rebuscaba algo en el interior de su mochila de campamento, sacando finalmente un emparedado mega-familiar que podría alimentar perfectamente a tres personas- Mientras llegamos, me echaré este pequeño tentempié.

-¡Qué carajos! –Se asombró el calvito del grupo, al ver el tamaño de esa cosa. Mientras que por otra parte, Goku ya comenzaba a salivar de manera inconsciente por el emparedado que sus ojos enfocaban con deseo- ¡Se quejan de lleno, porque con lo que traen sobrevivirían un mes entero!

-¡No me durará ni dos días lo que traje! –Siguió quejándose Goku, que poco le faltaba traer la alacena completa de su casa a la excursión- Oye, convídate un poquito, Vegeta.

-Jódete. –Concluyó el aludido, dándole una enorme mordida al sándwich y apartándolo de su vista. No obstante, al continuar viendo su cara de cachorro abandonado, hambriento y tarado, terminó cediendo a su petición- Agh, ¡Está bien! Solo te daré un tercio de lo que me queda.

- ¡Bendito sean los que convidan alimentos, porque de ellos será el reino de los cielos! –Alzó sus brazos en señal de júbilo extremo, causando la risa de sus amigos de paso-

-¡Yo no sé, sinceramente, qué tienen ustedes dos en el estómago!

Un goterón tremendo recorría la cabeza de Krilin, al ver como ambos iban comiendo sin parar, hasta que algo lo hizo entrar en alerta. A lo lejos divisó a la hermosa peliturquesa que traía loco a su amigo gruñón, Bulma. Más esta no se encontraba sola. Estaba en compañía de un chico que no se alejaba mucho de ella, algo muy parecido a la capacidad de una lapa o garrapata. Se notaba algo incómoda y tensa, y pues, su deber era notificarle a su hermano de aventuras lo que sucedía.

-Oye, Vegeta. –El calvito de ojos negros le tocó el hombro para llamar su atención-

-¿Ahora…q-que demonios…quieres? –Respondió Vegeta con dificultad por estar masticando- No-ves que… estoy comiendo, animal.

-Pues, yo que tú dejo eso de lado y me preocupo por tu chica, compadre. -Le apuntó en dirección hacia donde estaba ella, unos quince metros adelante aproximadamente- Al parecer, Yamcha no pierde la vieja costumbre de "el que la sigue, la consigue". –Hablaba mientras los dientes del pelinegro chirreaban producto del enojo- Así que, más vale que hagas algo o el gato podría comerse al canario por no cerrar la rejilla de la jaula de oro.

-¡Sobre mi cadáver! –Vegeta dejó su emparedado a cuidado de Goku, quien lo recibió muy a gusto. Enfrente de él, vio una pequeña piedra que antes había pateado (cuyo tamaño se asemejaba al de un puño). Cogió impulso con su pie izquierdo, y calculando la dirección del viento y el movimiento del cuerpo, pateó aquella roca en dirección del roba chicas, la que increíblemente llegó en la parte occipital de su cabeza, dejándolo knock out en el acto-

-¡Carajo! –Krilin ajustó su gorra de la impresión, viendo como la gente se apilaba en círculo alrededor del posible occiso que yacía boca abajo contra el lodo y césped mojado- ¡Qué Pelé, qué Ronaldinho, qué Messi! ¡Vegeta, señores!

-¿Qué sucedió? –Se escuchó a lo lejos la profesora Emma, apartando a los alumnos curiosos, constatando la inconciencia de Yamcha- ¡Qué alguien me expliqué!

- ¡Los monos nos atacan! -Comenzó a gritar histérico uno de los alumnos desde el principio de la fila-

-"Entendí la referencia" –Pensó Krilin, muy a su suerte, o era hombre muerto.

-¡Ay, no! –Gritó una de las chicas del salón, con pavor- ¡Todos ocúltense!

-¡Aquí no hay monos, idiota! ¡Esto no es la selva!–Trató de tranquilizar la histeria colectiva de sus alumnos la joven profesora de Dramática, recordando su mal lenguaje utilizado. Aunque, daba por hecho que todos estaban tan conmocionados que nadie repararía en ello- ¡Cálmense, ya!

-¡Todo es vida salvaje! –Gritaba en modo de respuesta otro de sus estudiantes, cogiendo una enorme rama para protegerse de aquellos animalejos- ¡Que vengan que aquí los espero!

-¡Déjate de boberías, Lee! –Le pegó un coscorrón la mujer a cargo de esa clase, mientras el otro docente batallaba contra otros que se pintaban marcas de guerra en el rostro con lodo- ¡Vamos! ¡Pónganse de pie, falta poco para llegar al punto donde acamparemos!

- P-pero y… ¿y los monos, señorita? –Preguntaba asustada una de las alumnas que lloraba a mares por un posible ataque-

-"Dios, ¿por qué no me diste alumnos con un poco más de cerebro?" –Pensaba y cuestionaba la profesora mientras verbalizaba palabras tranquilizadoras y retornaban el viaje- "¿Qué te hice yo para merecer esto? Claro, pudiste ser abogada, médico o veterinaria. Pero no, ¡querías ser profesora! Me lleva".

-Bien, ahora que todo ya tomó su curso normal… -Vegeta reía con satisfacción viendo como dos de sus compañeros arrastraban a Yamcha por los pies hacia donde indicaba la profesora, donde su espalda dejaba una huella que guiaría a todo el curso- Ahora, Kakaroto, pásame mi… ¿y mi emparedado? –Cuestionó con aire malévolo-

-¡No ta'! –Alzó las manos con aire de inocencia, mientras sonreía con sus cachetes inflados por la comida que aún mantenía en su boca-

-¡Ahora sí que ahora te mato! –Se lanzó a él, derribándolo contra el piso con una fuerza sobrehumana. Sin duda, John Cena de la WWF, estaría muy orgulloso de Vegeta, al ser imitado con tanta gracia por aquella generación-

-Dejaste al gato cuidando la pescadería, así que no te quejes. -Krilin los miraba con cara de desear que sus amigos no fueran tan especiales- Los espero junto a los demás.

(Dos horas Después)

-¿Por qué no lo admites? –Hablaba una mujer con voz melosa- A mí no me engañas, muñeco. –Aquella peliturqueza tenía acorralado contra un árbol a su gruñona conquista, apuntándole el pecho de manera acusadora- No fue ningún mono el que atacó a Yamcha, si no tú.

-¿Cómo crees que lo haría? –Respondió con un tono de diversión sádica, que encubría endemoniadamente bien bajo un antifaz de seriedad- ¿Me creerías capaz de ello?

-De eso y mucho más. -Se acercó a su oído, tímidamente, con las mejillas sonrojadas por la osadía que estaba teniendo- Me gusta cuando te pones celoso.

-¿Quién dijo que lo estaba? –Contestó sintiendo como sus nervios de acero amenazaban con fundirse de un momento a otro. ¿Acaso esa mujer vulgar no sabía lo peligroso que era jugar con un adolescente con las hormonas alborotadas?-

-No tienes necesidad de decirlo para saber que lo estás. –Se alejó de este dejando a un confundido Vegeta. De pronto comenzaba a molestarle aquella lejanía- ¿O me dirás nuevamente que las leyes de la gravedad hicieron lo suyo nuevamente? –Hizo referencia a lo sucedido en la primera clase de deportes y el balón que también dio a parar en la cabeza de Yamcha-

-Basta de boberías, ¿te parece si ensayamos? –Cambió rápidamente de tema, apartándose del tronco de aquel árbol. Nunca aceptaría tal cosa, sería como rebajarse y pisotear su orgullo- Digo, en media hora tendremos que hacer la presentación y no tenemos nada preparado.

-¡Oigan! –Gritó Milk, saliendo de entre unos arbustos, interrumpiendo aquel momento de intimidad de ambos muchachos- ¿Han visto a Goku?

-No, no soy su niñera para andar tras de él todo el rato. –Concluyó el pelinegro, frunciendo su ceño por el estorbo que significaba la amiga de su conquista-

-Pero, yo creí… ¡agh! –Su fuerza interna crecía a cada segundo producto de la furia- ¿Dónde se habrá metido? Krilin tampoco lo ha visto.

-¿Y en qué me incumbe eso a mí? –Cuestionó Vegeta- Tal vez solo quiso pedorrearse a gusto, sin una niña pegote a su lado.

-¡Asqueroso! –Milk hizo una mueca de asco ante sus palabras. ¿Por qué los hombres eran así?- ¡Además no soy pegote, solo quiero ensayar!

-¡Además, eres su amigo, Vegeta! –Intervino Bulma cruzándose de brazos, algo indignada por lo que escuchaba- Deberías preocuparte por él.

-Si quisiera tener preocupaciones, adoptaría una mascota.

-¡Eres imposible, Vegeta!

-Lo sé, gracias por recordármelo, Milk. –Omitió su tono odioso de voz, volteando los ojos ante tal espectáculo-

-Escucha, Vegeta. –El aludido observó a Bulma- Imagínate a Goku perdido.

De acuerdo, lo haría solo porque ELLA lo pedía. De buena manera, a pesar de intentar intimidarlo con esa mirada que le hacía desear seguir provocándola.

-Imagínatelo, solo en el bosque. No recuerda por donde vino ni por donde debe ir. Imagínalo dando vueltas en círculos, temeroso, lleno de animales salvajes y desconocidos a su alrededor. –Al parecer su relato no lograba conmoverlo- Y luego, al ser tan despistado… ¡cae en un gran y profundo agujero! –Simplemente nada modificaba su expresión facial, aparte del aburrimiento- ¡Y está lleno de culebras venenosas que lo harán papilla! No recibirá ayuda de nadie, ni de su mejor amigo, dejando su alma en pena por el resto de sus días. –Nada. El maldito insensible no se conmovía con nada. Aunque…- Y por ello, jamás podrás verlo de nuevo para burlarte de él.

Asombrosamente, los hombros de Vegeta temblaron, haciéndole vociferar a todo pulmón, luego de un momento:

-¡Eso no lo permitiré! –Alzó su puño en señal de decisión y de un posible heroísmo- "Si Kakaroto muere, ¿dónde conseguiría otro idiota para aplicarle el bullying como a él? ¡Sobre mi cadáver!"- ¡Krilin, ¿Dónde estás, bola de billar?! –Comenzó a gritar mientras corría del lugar a toda prisa- ¡Enano!

-¿Qué onda? –Respondió este tropezándose con una raíz y cayendo al suelo de golpe- ¡Me rompí la mad…!

-Ponte de pie, gusano. -Lo alzó de un solo jalón, ante la mirada impresionada de las chicas- El idiota de Kakaroto se perdió. Tenemos que buscarlo y encontrarlo. Recuerda que sin él no hay bullying, no hay entrenamientos, nada.

-Bien, busquemos por los alrededores. -Decidió Krilin sacudiéndose el polvo de sus pantalones- ¡No puede estar lejos de la comida por mucho tiempo! –Vio el reloj de pulsera que portaba, y calculaba que en quince minutos ya estaría suplicando por comida- ¡Andando!

(Diez minutos después)

Un joven pelinegro, yacía en soledad en la cima de un árbol. Suspiraba con profundidad, preso en sus pensamientos y calmando sus propios nervios. Lo que se le venía no era fácil, y quizás marcaría el "antes" y el "después" en su vida escolar. Abrazaba sus piernas, mientras se mecía sobre la rama de aquel árbol, tranquilizándose. Pues, su único aliento era que si había sobrevivido y salido invicto a una cita con Milk, podría con todo lo demás.

Era tal su congoja que ni siquiera tenía apetito. Tal vez comenzaba a enfermar producto de los nervios. Iba a tomarse la temperatura corporal cuando escuchó a lo lejos su nombre. Reconocería aquellas voces hasta en el infierno.

-¡KAKAROTO! –Se escuchó gritar a Vegeta por alrededores, quien tenía ramillas incrustadas en su peinado y algo de suciedad en su cara-

-¿A dónde se habrá metido Goku? –Decía Krilin tomando un poco de aire, pues se habían alejado bastante del campamento buscando a su amigo-

-Si lo supiera no le estaríamos buscando, Einstein. –Comentó con la ironía que le caracterizaba-

-¡Que sensible salió el chucho este! –Murmuró por lo bajo a regañadientes- Creo que andas en tus días.

-¡Te escuché! –Le pegó un zape en la nuca- A la próxima que digas algo así te rompo la…

-¿Qué hacen aquí? –Se percibió una voz en el ambiente, que a oídos de los chicos se escuchó tétrica desde su posición, ignorando por completo que se trataba de Goku. Como acto reflejo, Krilin se abrazó a Vegeta, quien por primera vez no dijo nada, pues este también se asustó al estar con la guardia baja-

-¡Ay, mamacita linda! –Decía Krilin rechinando los dientes-

-Ya…deja de temblar como una mariquita. –Reprendía Vegeta a su amigo, mirando a todos los sitios posibles, intentando localizar la presencia de aquella voz- ¡Quien quiera que seas, sal de tu escondite! ¡Y tú ya suéltame, miedoso! –Empujó a su amigo para apartarlo de su lado-

-No más que tú, idiota. -Respondió sollozando como magdalena-

-¡Ya dejen de pelear! –Se volvió a oír la misma voz, pero esta vez parecieron reconocerla- ¡Soy yo dúo de imbéciles! ¡Aquí arriba!

-¿Qué rayos hace ahí? –Cuestionó Krilin, quien con suerte podía verle las zapatillas a su amigo, debido a que las ramas lo ocultaban- ¿Por qué no bajas? –Le preguntó a viva voz para que lo escuchase bien en las alturas-

-¿No me digas que justo hoy desarrollaste el complejo de koala? -Comenzó a reírse el pelinegro junto con el calvito, quien chocaron sus palmas ante tal broma-

-Hacerle bullying no pasa de moda. –Comentó Krilin secando las lagrimillas de sus ojos-

-¡Con esos amigos para que quiero enemigos! -Respondió el aludido sin bajar de su posición, pero se distinguió su tono sentido- ¡Ya lárguense de una buena vez!

-Oye, cabeza de esfera. – Vegeta vio a su amigo con semblante interrogante- ¿Escuché bien? ¿Nos mandó a la mierda, verdad?

-Sí, eso creo. Creo que la altura le está afectando. –Respondió golpeándose los oídos, cerciorándose de también haber escuchado correctamente-

-¡Pues te jodes, cabrón! –Vegeta gritó a modo de repuesta- ¡Resulta que tu mujercita anda de un lado a otro buscándote! ¡Y déjame decirte que molesta más que una pulga en el culo! –Cogió aire y prosiguió- ¡Así que tú y tu trasero van a bajar por las buenas o por las malas, pero debes ir a la actuación!

-¡Es por eso que no quiero salir!

-¡Ya déjate de niñerías y baja! -Habló ya sin paciencia el pelinegro, quien en realidad nunca la ha tenido- ¡Tienes menos de un minuto para hacerlo voluntariamente o yo mismo derribo este árbol para que lo hagas, y de paso te doy la mejor paliza de tu vida! ¡Elige!

-¡Está bien! –Respondió al cabo de un momento de un silencio- ¡Pero, prométanme que no se reirán!

-¡Sí! ¡Ya baja de una vez! -Respondieron ambos amigos, cruzando sus dedos tras la espalda-

Al escuchar eso, inocentemente, Goku bajó de su escondite, y sus amigos lo quedaron mirando de pies a cabeza, admirando por qué se ocultaba de todos.

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Muy ajenas a lo que ocurría con nuestro trío dinámico masculino, Bulma no dejaba de observar cada cierto lapsus de tiempo su reloj de muñeca, preocupada por el paradero de los chicos y que si debían de notificar su desaparición e ir a buscarlos. Además, las presentaciones iniciarían dentro de poco y no habían ensayado nada.

No mucho mejor se encontraba Milk, debido a que toda esta situación se debía por Goku, lo que le hacía morderse las uñas producto del nerviosismo, pues la molestia ya había pasado a un plano inferior. Quizás le había ocurrido algo realmente malo, y Bulma no había estado muy lejos de la realidad al plantear la posible tragedia.

En cambio, A18, era la encargada de poner paños fríos a la situación y naciente pánico en las muchachas. Sabía que era muy verídico el antiguo refrán de que "hierba mala, nunca muere".

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A varios minutos de distancia, dos jóvenes yacían tirados en el piso, con sus cuerpos contraídos y sujetándose la barriga producto del ataque de risa que sufrían, apenas respirando a momentos para seguir riendo a viva voz. Goku solo quería que la tierra se lo tragara o lo escupiera lejos de ahí. Si sus amigos se reían de ese modo solo con verlo, qué quedaba para los demás cuando vieran la presentación completa. Esto se debía a que portaba el disfraz de un caballo marrón, con herraduras y cabeza, la cual sostenía entre sus pesuñas.

-¡Que ridículo atuendo! –Vegeta casi se revolcaba de risa al verlo de ese modo- ¡Con razón te ocultaste de todos! –Se incorporó, más tuvo que apoyarse contra el tronco de un árbol para no volver a desfallecer de la risa-

-Con esto te molestaré hasta la tumba, 'pony de fantasía'. –Comentaba Krilin, aumentando la burla de su otro colega-

-¡Ya basta, bola de idiotas! –Goku se exasperó por la actitud de sus amigos- ¡Yo no me reiría de ustedes si estuvieran en mis zapatos!

- ¡Mas bien en tus herraduras! –Contestó el calvito casi llorando, chocando las palmas con su amigo pelinegro-

-De acuerdo, ya es hora de ponernos serios, caballeros. -Vegeta quiso guardar compostura al notar un aura asesina emanando por primera vez del cuerpo de Goku- Aunque luzcas patético con ese disfraz, vendrás con nosotros al campamento porque la gritona de tu chica está casi que le da un soponcio por los nervios.

-¡Ni lo pienses! –Se negó rotundamente tomando la cabeza del disfraz- Si ustedes que son mis "amigos" –Hizo énfasis en aquella palabra con dos de sus dedos- se rieron de esa forma, ¡ya me imagino lo que se viene!

-Pues déjame decirte algo. -Krilin controlando la risa se acercó a su complicado y sentido amigo- Milk nos cortará en rodajitas si no te llevamos con ella, y cuando te encuentre te freirá en aceite hirviendo y te servirá como rollito de carne en la hora de almuerzo. –De solo escucharlo, el pelinegro palideció- ¿Cómo la ves?

Goku tragó saliva. Sabía que Milk era una chica dulce en el fondo (muuuuuy en el fondo eso sí) pero que cuando se molestaba era de temer. Nada más de solo pensarlo, le dolían los golpes que en un principio le había proporcionado y sentía un escalofrío recorrer su espina dorsal:

-No sé por qué, pero me convenciste. –Informó aparentando una tranquilidad que no tenía-

-Poder de persuasión. –Sonrió satisfecho su amigo calvito- Así se le llama, compadre.

-Pues qué bien que te decidiste de una vez, porque tengo que cambiarme de ropa. –Comentó Vegeta haciendo una mueca mientras caminaba en dirección al campamento y a la vez viendo su reloj - Venga, vámonos.

-Si no hay de otra. -Dijo Goku mientras chequeaba a su alrededor para que nada se le olvidara- Vamos, Krilin que Vegeta ya se nos adelantó.

-Sí, vamos. -Respondió Krilin aguantándose la risa nuevamente al ver la colita del disfraz moviéndose con el viento y su laborioso caminar- Tú primero, "My Little Pony".

-¡Tú te lo buscaste, cabrón! -Soltó la cabeza del disfraz para juntar sus manos con el ceño totalmente fruncido-

Por sobre los árboles se veía una gran cantidad de luces amarillas y celestes mientras una gran cantidad de aves huía del lugar. De seguro Krilin se arrepentía de sacar de quicio a su pacífico y atolondrado amigo. Al rato después llegaron al campamento, donde la gran mayoría de los alumnos estaban sentados sobre unos troncos caídos. Y para qué negarlo, el traje de Goku dio que hablar, pero nadie se explicaba por qué Krilin venía con la cara negra y con olor a quemado.

-¿En dónde diablos te habías metido? –Milk ya tenía colmillos por la rabia y no dudó en enfrentar a su pareja en cuanto le vio-

-Estaba… estaba en…el ¡baño! –Respondió nervioso-

-¿Crees que nací ayer? –Cuestionó escéptica- ¡De seguro huías!

-Pues estás grandecita para tener un día de vida. –Carcajeó nervioso, pues sabía que estaba pisando campo minado- Pero, no. No huiría.

-¡No me sorprendería! Además, con todo lo que me costó conseguirme ese disfraz, no te lo hubiese perdonado. Ni huir, ni arruinarlo.

-"Ojalá nunca lo hubieses encontrado" –Pensaba el pelinegro de cabellos alborotados mientras rogaba por terminar luego aquella tortura- "¡Jamás me hubiese imaginado que traerías esta cosa contigo hoy!"

-Buenas tardes, queridos alumnos. -Saludó animadamente la profesora Emma desde un improvisado escenario-

-¿Qué hay? –Respondieron todos-

-¿Cómo que "qué hay"? –Su rostro se le desencajó- Se dice buenos tardes, profesora. –Corrigió, más volvió al foco de la actividad- ¡Pero, en fin! Hoy, como todos saben, son las presentaciones y lo que se evaluará. Así que tienen diez minutos para alistar todo lo que utilizarán en escena.

-¿Pero cree que todos alcanzaremos a presentarnos? –Alzó la mano uno de los estudiantes vestido de mimo, esperanzado de salvarse por la hora- Digo, la clase en si solo dura una hora y se vienen las actividades programadas.

-De eso no hay que preocuparse ya que hablé con el profesor a cargo de eso y me dijo que no hay ningún problema y que no comenzaran hasta que TODOS y cada uno de ustedes se presenten.

- Shit. –Se escuchó en más de un asiento-

Al tener todos sus implementos listos, la docente dio la oportunidad de ser voluntarios a quienes lo quisiesen. Hubo un momento de silencio, en donde los alumnos se observaban entre si, algunos negando con la cabeza ante la posibilidad.

Es ahí donde salió Goku y Milk, donde el pelinegro salió de la multitud por una patada que le dio su compañera en el culo. Milk estaba con un traje de color celeste y negro de dos piezas (igual que el de PSY) y unas gafas de color negro al igual que los zapatos. Y pues, nuestro atolondrado amigo, con su disfraz de caballo y sobándose las nalgas ante el incentivo de la pelinegra de limitada paciencia.

A penas comenzó a sonar la música del Gangnam Style todos sacaron sus teléfonos celulares para grabar la coreografía y sobre todo al peculiar compañero que bailaba. Krilin controlaba su risa, comentándole a 18 que su amigo tenía menos ritmo que una gotera. Un codazo en su costilla fue suficiente para callar al calvito, y una azulina mirada de reojo fue suficiente para mantenerlo así. El siguiente golpe sería peor.

Cuando terminó el espectáculo todos comenzaron a aplaudir para sorpresa de ambos. Milk creía que lo habían hecho fenomenal, mientras el pelinegro veía las caras de sus compañeros y calculaba la cantidad de visitas que tendría su performance en Youtube.

Luego, vino el turno de Krilin y 18. El muchacho llevaba una polera de color negro que tenía un estampado de The Beatles, en su cabeza tenía una pañoleta de cuadrille color rojo al igual que sus muñequeras. También usaba un pantalón de cuero negro y zapatos del mismo tono. Mientras que 18, usaba un vestido de color rojo, algo transparente, que se amoldaba perfectamente a su figura, su maquillaje era muy tenue y delicado (fue maquillada por Bulma), y llevaba unas zapatillas de ballet color blanco.

La hermosa joven parecía una frágil muñeca de porcelana y más de alguien quedó boquiabierto ante tal espectáculo.

-Bueno, mi compañera es Akane, y mi nombre es Krilin, y juntos les presentaremos la siguiente…. –Buscaba algo con la mirada- la siguiente…

-¿Qué sucede? –Se acercó a él la rubia con una sonrisa forzada-

-Es que se me olvidó la guitarra. -Le susurró temeroso-

-¡Cómo que se te olvidó, estúpido gusano! –Lo acercó a ella de un solo jalón- ¡Te dije que no la olvidaras!

-Es que… es que… -Estaba intimidado por la actitud de la chica, así que no halló nada mejor que juntar sus manos en forma de súplica- ¡Perdón!

-¡Te doy un jodido minuto y vuelves con una guitarra! –Lo soltó volviendo a sonreír como si nada ante los espectadores- O si no, te cortaré en pequeñas rodajitas y se las daré a los perros, ¿entendiste o te explico con manzanitas?

-¡Voy y vuelvo! –Gritó Krilin alzando la mano mientras salía corriendo del escenario-

-¿Pero qué dem….? –Carraspeó la docente, evitando completar la pregunta y confundida por la conducta y reacción de su estudiante- ¿Por qué salió corriendo así?

-No se sentía bien. –Explicó de lo más normal la pareja de Krilin- Usted sabe; nervios, comida chatarra, un baño cerca… ¡pobre!

Todos hicieron cara de asco al imaginarse lo que pasaba.

-Bueno…este… -La profesora seguía asqueada así que decidió continuar- Cuando su pareja esté en mejores condiciones estomacales… ¡es decir, de salud! –Corrigió- Podrán presentarse luego, Akane. Por mientras, avancemos con la siguiente pareja.

- ¿Salgamos? –Sugirió Bulma-

-Tú sabes que siempre estaré disponible para ti. -Le guiñó el ojo totalmente seductor provocando un sonrojo evidente en la peliazul-

-No me refiero al "salir" de una cita, sino de "salir" como voluntarios, menso.

-A pues, para la próxima especifica. –Se cruzó de brazos algo molesto, pero internamente satisfecho por incomodarla- No hemos tenido oportunidad de salir desde lo de tu sobrina.

-Otro día será. -Se aferró a uno de sus brazos sonriendo traviesamente- Ya verás cómo te recompenso.

-No me des alas que no respondo. –Gruñó por lo bajo ante la expectativa-

-¡Pervertido! –Le hizo un desprecio al alejarse de él- Mejor salgamos ahora a escena.

-Ok, ya qué, -Acató la orden Bulma sin reclamar, lo que lo dejó algo pensativo ¿hasta qué punto tenía dominio sobre él esa chica?- Solo porque quiero.

-Cómo digas. -No le creyó ni media palabra de lo que dijo- Profesora, nosotros queremos ser los próximos.

-Bueno, mi nombre es Vegeta Ouji…. –Comenzó a relatar el pelinegro que llevaba una chaqueta de cuero y gafas negras, dándole un aspecto rebelde y seductor-

-El burro por delante. -Dijo Bulma en voz alta, reclamando la falta de educación en la presentación-

-¡A mí no me metan! –Habló Goku desde el fondo, haciendo que Milk golpeara su rostro por la inocencia de su compañero-

-"Cuando dijeron SALGAN LOS TONTOS, Goku los esperaba con un cartel de bienvenida" –Pensaba la peliazul-

- En fin… su nombre es Bulma Briefs y yo soy Vegeta Ouji… -Al decir eso varias suspiraron de amor por él- y cantaremos la canción "A contracorriente" de David Bustamante.

Ambos se pusieron en frente del alumnado, y reprodujeron la pista.

Vegeta:

Mis apuestas iban cero a veinte, todos me decían que ni lo intente
que en la historia no hay nadie que cuente de princesas con dementes.
Ella es todo lo que un hombre espera, yo soy un error por donde quiera
ella es bella flor de primavera y yo una burda enredadera
.
Pero el corazón no entiende cuando la pasión lo asalta
y logra de la nada lo imposible realizar.

Bulma:
Nadé a contracorriente y aposte por nada, jugué a cruzar el puente en solo una jugada
y vine a descubrirque en el amor se puedehacer un sueño realidad

Subí a tocar el cielo sin tener las alas y pude alzar el vuelo tras su piel dorada
y ahora que te tengo cada madrugada sé que no hay reglas para amar.

Juntos hicieron una pequeña coreografía, en donde el cruce de miradas lo decía todo, en realidad esa era la canción de la peculiar relación que ambos tenían ¿ironía? Ninguna…

Hay gente que a un corazón no miente cuando es de verdad lo que se siente
si el amor ataca de repente no se piensa con la mente

Vegeta:

Las apuestas van de veinte a cero y en la noche me robe un lucero,
es la historia de un amor sincero ella me ama y yo la quiero
.

Las fans de Vegeta, casi se cayeron de espaldas al escuchar eso, se había escuchado muy real para ser simplemente una actuación. Una de ellas, Clara, pensaba en algo que definitivamente sacara del juego a la peliazul.

Vegeta y Bulma:
Porque el corazón no entiende cuando la pasión lo asalta
y logra de la nada lo imposible realizar.

Nadé a contracorriente y aposte por nada, jugué a cruzar el puente en solo una jugada
y vine a descubrir que en el amor se puede hacer un sueño realidad.

Subí a tocar el cielo sin tener las alas y pude alzar el vuelo tras su piel dorada
y ahora que te tengo cada madrugada sé que no hay reglas para amar.

-Le haremos una pequeña emboscada luego de que las presentaciones acaben, no hay que levantar sospechas. -Decía en voz baja la muchacha de cabellos blancos, que observaba la escena con ira contenida- Se arrepentirá de haber llegado a este Instituto, o me dejo de llamar Clara Smith.

Jugué a cruzar el puente en solo una jugada
y vine a descubrir que en el amor se puede hacer un sueño realidad
y pude alzar el vuelo tras su piel dorada
y ahora que te tengo cada madrugada sé que no hay reglas para amar.

El espectáculo fue sellado por un apasionado beso entre ambos. Muchos aplaudían, otros maldecían por lo bajo, sobre todo dos personajes: Clara y Yamcha. "Se arrepentirán" –Era lo que se repetían una y otra vez en su mente retorcida por los celos-

-Eso no me lo esperaba. -Murmuró una sonrojada muchacha después separarse de Vegeta-

-Fue solo por el show. -Respondió este, no muy diferente a la chica- No te hagas ilusiones, muñeca.

-Cállate ¿sí? –Le dio un pequeño pellizco "sutil" en el brazo, no creyéndose sus palabras – Ni siquiera sé por qué me gustas.

-Ley de la vida: Dios nos cría y el diablo nos junta. –Atrajo de nuevo a la chica contra si, para una nueva sorpresa de los espectadores-

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Notas autora:

Junto con saludarlos, espero que esta nueva actualización les haya gustado y distraído de tantas cosas que están pasando en la actualidad. Obviamente, se llama al autocuidado y espero que cada uno de ustedes y sus familias estén bien.

Espero actualizar la segunda parte de este capítulo dentro de muy poco, así que atentos. No hay nada mejor que una buena lectura, y sobre todo, para quienes ya estamos en cuarentena preventiva por el COVID-19. Así todo es más llevadero.

¡Nos leemos y fuerza para cada uno de ustedes!