Kung fu panda es propiedad de Dreamworks. Hago la historia sin fines lucrativos... pero si desean pueden mandarme un poquito de dinero a la cuenta 01937771940482762012983740759938365174017528404018 y así tenga algo de dinero para comer, gracias.

Capítulo final

El último atardecer

El mismo sueño. Caminaba por el mismo lugar lodoso, la misma cordillera al frente, subió a cuestas a la cima y en el otro lado estaba la Maestra Tigresa de pie dándole la espalda, no había ruido alguno, pero a pesar de eso Po podía escucharla llorar, podía sentir su agitada respiración, podía escuchar caer al suelo a cada una de sus lágrimas. Otra vez sintió el agarre de alguien o de algo aferrándose a su brazo y de nuevo no se volteó a mirar para saber quién o qué lo sujetaba, solo le daba a entender claramente que tenía la intención de hacer que Po no siguiera avanzando. La bajada no fue tan difícil, cuando llegó al suelo intentó correr hacia la Maestra Tigresa... pero no pudo, lo hizo lentamente. Luego de una forzosa caminata logró llegar hasta ella. Seguía sintiendo el agarre en su brazo.

-Maestra Tigresa... ¿por qué llora?, por favor no llore -le decía Po extendiendo un brazo intentando tocarle el hombro...

-jajaja... panda estúpido, inútil bola de grasa... -se escuchó la voz con ecos tenebrosos de la Maestra Tigresa. Antes de que Po le tocara el hombro ella se dio la vuelta para mirarlo. Una seria mirada siniestra que no decía nada, pero a la misma vez se sentía el odio que le tenía a Po.

-Ma... Maestra Tigresa... ¿se encuentr... -preguntaba Po asustado, pero ella lo interrumpió.

-mejor que nunca panzón -interrumpió ella con la misma voz y la misma mirada. Se acercaba a Po y el retrocedía intimidado por la hostil mirada. Inconscientemente Po miro a su al rededor y los otros Furiosos lo rodeaban... con la misma mirada seria y siniestra... y fue ahí cuando vio a la persona que le sujetaba el brazo en todo este tiempo, era Song y a diferencia de los demás ella estaba muy triste, su rostro reflejaba toda la tristeza que sentía y sus lágrimas corrían sin parar por sus mejillas.

-...¿Song?... -le preguntó Po. Ella sin decirle nada le soltó el brazo y se alejó caminando, lloraba. Po podía oír el llanto de Song mientras se alejaba, podía sentir su agitada respiración, podía escuchar caer sus lágrimas al suelo... Po se dio cuenta que en todos estos sueños, el llanto que oía y sentía no era el de la Maestra Tigresa, era el llanto de Song, de ese ser que sin saberlo Po lo consideró una molestia porque le aprisionaba el brazo y no lo dejaba avanzar... se dio cuenta de que, lo que realmente quería hacer era salvarlo... mientras más se alejaba Song más se acercaban los 5 Furiosos a Po, lo envolvieron con una aura oscura, Po sintió que se sofocaba, que no podía respirar bien...

Po despertó, abrió los ojos y estaba sudando, le alivió mucho darse cuenta de que eso fue solo una pesadilla. Se sentó en su cama, al parecer ya estaba por sonar el gong porque ya podía verse la luz del sol en el cielo del horizonte.

Entró el Maestro Mono en silencio portando un balde de agua.

-ya estás despierto basura -le dijo el Maestro Mono acercándose a él- de todas formas, traje esto para ti panzón -le dijo después el Maestro echándole el agua al rostro y después salió.

Po se secó el agua y esperó a que sonara el gong...

- ¡buenos días Maestro! -saludaron los 5 Furiosos y Po después de que sonara el gong.

-buenos días estudiantes. Hoy será entrenamiento de montaña -decía Shifu- ya saben lo que deben llevar y a qué hora se debe partir -les ordenó -y tu panzón más te vale que ya no estés aquí para nuestro regreso -le amenazó después a Po.

El entrenamiento de montaña consistía en hacer ambos entrenamientos en la montaña. Se debía partir inmediatamente después de despertarse, sin desayunar y se debía estar sin almorzar también.

Cuando los Maestros partieron casi inmediatamente Po fue a desayunar a la cocina, estaba solo y pudo disfrutar de todo su desayuno.

Po luego del desayuno caminó por el Palacio, llegó al salón de entrenamiento y estaba abierto. Po entró, se sorprendió y contemplaba todos los aparatos de entrenamiento...

-wooow... debería entrenar un momento -pensó Po- ... voy a empezar por... ¡eso! -exclamó mientras señalaba al muñeco de entrenamiento con base esférica. Se acercó...

-prepárate para sentir el trueno... ¡IIIAAA! -gritó mientras le daba un golpe al muñeco haciéndolo inclinar bastante- jaja no eres ri... ¡AUCH! -decía, pero el muñeco regresó golpeando a Po en el rostro, le lastimó un poco las heridas y decidió ya no entrenar. Le dio hambre salió del salón de entrenamiento y se fue a comer un poco la comida que le dio Song, después se quedó dormido.

Se escucharon golpes en la puerta.

-¿sssiii? -preguntó Po medio sonámbulo.

-Guerrero dragón ya es la hora del almuerzo -dijo el mensajero.

-si. En seguida voy -respondió Po. Luego fue a la cocina, otra vez estaba solo y disfrutó de todo el almuerzo, hasta se llevó un poco de fruta para comer más después.

Durante la tarde llegaron los 5 Furiosos y Shifu del entrenamiento de montaña. Po estaba en su habitación con la puerta abierta.

-parece que Shifu te dijo que no queríamos verte aquí para nuestro regreso -le dijo la Maestra Tigresa entrando a la habitación de Po, y cerró la puerta. Po estaba sentado en una silla frente a la mesa de su habitación, al darse cuenta de la presencia de la Maestra Po se levantó rápidamente, estaba nervioso y asustado a la misma vez.

-¿¡por qué demonios sigues aquí!? -le preguntó muy molesta la Maestra Tigresa mordiendo los dientes mientras sujetaba a Po del cogote, Po cerrando los ojos haciendo expresiones de dolor solo se llevó ambas manos atrás intentando zafarse del doloroso agarre.

-Ma... Maestr... por favor no me lastimm... ¡ugh! -Po rogaba inútilmente a la Maestra Tigresa, pero ella lo interrumpió dándole un fuerte puñetazo en el rostro.

-¡solo quiero que respondas a mi pregunta, maldito pedazo de porquería! -le dijo la Maestra Tigresa después de golpearlo, sus heridas se le abrieron a causa del golpe y la sangre empezó a caminar lentamente por su rostro. La Maestra lo empujó violentamente hacia su ropero y el pesado cuerpo de Po chocó contra el ropero para después caerse al suelo.

-¡de pie cerdo inútil! -le dijo la Maestra Tigresa mientras lo tomaba del cogote y le hacía poner de pie con facilidad. Luego le dio un fuerte rodillazo en el estómago e inmediatamente lo empujó violentamente hacia su mesa... Po chocó e hizo caer de su mesa una pequeña caja que al impactar contra el suelo se abrió y se regaron hojas de papel por el suelo de toda la habitación. Po desesperadamente reunía todos los papeles que podía...

-¿qué demonios es esto? -preguntó la Maestra Tigresa levantando un papel... y estaba escrito un poema en él...

Todo los versos y poemas que Po había escrito para la Maestra Tigresa, estaban escritos en esas hojas sueltas desparramadas por toda la habitación.

Po estaba tan asustado como jamás lo había estado, el nerviosismo que sentía era como una anestesia tan fuerte que sentía ese momento como si fuese solo un sueño, veía como la Maestra Tigresa leía el contenido del papel en silencio. Eso ponía a Po muy nervioso... ¿quizá eso no le guste a la Maestra Tigresa?... ¿quizá haga como si jamás hubiese leído las hojas?... ¿quizá me asesine?... preguntas que revolvían la mente de Po...

La Maestra Tigresa bajó la hoja y dirigía la mirada a Po, dando a entender que ya terminó de leer la hoja... su mirada no reflejaba sentimiento alguno, poco a poco se acercaba a Po y él se puso de pie, estaba asustadísimo, solo podía escuchar los latidos de su nervioso corazón. Cuando terminó de acercarse a él, la Maestra Tigresa lo tomó del cogote y le dio un fuerte rodillazo en el estómago y luego le dio un fuerte golpe en la mandíbula tirándolo violentamente al suelo y haciendo que se desparramen otra vez las hojas que Po tenía entre sus manos. Se levantaba a duras penas logrando apenas estar de rodillas, apoyando ambas palmas e intentando permanecer consiente.

-¿qué demonios te hizo pensar que yo alguna vez podría sentir algo por tí? -le preguntó enfurecida la Maestra Tigresa- tu eres un panda gordo y tonto. Te odio, me das asco yo jamás estaría con alguien como tú... me da asco verte y saber que sigues en el Palacio de jade -le decía -ni una cerda mendiga se rebajaría a estar con una basura como tú -después la Maestra levantó otro papel del suelo- "Maestra Tigresa, sus hermosos ojos iluminan hasta el anochecer más oscuro, la amo" -leyó la Maestra con tono de burla -ni estando loca estaría con una basura remedo de panda... solo quiero que te mueras, que te pudras... -le decía la Maestra.

Po pudo escuchar cada palabra que le dijo la Maestra... le dolieron, pero fue un dolor que jamás había sentido. Más doloroso que los puñetazos, las patadas, los rodillazos y las humillaciones, ¿por qué sentía ese dolor? Las dolorosas palabras resonaban una y otra vez en su mente sin que él pudiera evitarlo, sentía una punzada en el pecho y el inconscientemente se tocó el pecho con la palma de su mano y se la frotó lentamente, creyó que tal vez así ese dolor se aliviaría. Se le hizo un nudo en la garganta, su dolor se manifestó en forma de lágrimas que corrían sin parar como un arroyo por sus mejillas.

La Maestra Tigresa sonrió al verlo llorar, para ella era muy satisfactorio ver sufrir a ese inocente panda. Po la vio sonreír, era lo que siempre quería ¿verdad?, siempre anheló volver a ver la sonrisa de la Maestra Tigresa y ahora ella le sonreía... pero eso no ponía feliz a Po, su corazón sabía que la sonrisa fue alimentada por su sufrimiento y por sus lágrimas de dolor. Sus lágrimas corrieron con más intensidad al sentir como esa malvada sonrisa, eso que pacientemente esperó volver a ver toda su vida, le destrozaba el alma en mil pedazos.

La Maestra Tigresa se acercaba amenazante a él, pero se escuchó la alarma a lo lejos. Y se escucharon los pasos presurosos de los demás Furiosos.

-es tu día de suerte -le dijo la Maestra Tigresa. Luego le dio una patada frontal en el pecho tirándolo al suelo, después salió de la habitación de Po. Po se quedó llorando tirado en el suelo, sus lágrimas chorreaban en cantidad por sus mejillas... al parecer la única manera de dejar de que llore era que se le acaben las lágrimas y el aliento.

Después de que Po estuviese llorando, tomó su mochila vacía y empezó a llenarla con lo más importante que podía: comida. Todo lo que le sobró de los domblings que le regaló Song.

Al terminar de alistar todo lo que pudo corrió hacia la puerta del Palacio, nadie lo vio salir... bajó las escaleras y por medio del pueblo corrió como podía a la salida. Cuando ya salió del Valle corrió por el camino alejándose del pueblo...

Por otro lado, los 5 Furioso ya habían acabado con esos bandidos. Estaban parados sobre un tejado alto de una de las casas del Valle.

-parece que se va sin que le demos una buena despedida -dijo la Maestra Tigresa al ver que

en las afueras del Valle alguien corría a penas. La Maestra se dio cuenta de que era Po por su color blanco y negro, y su tamaño. Inmediatamente corrió en cuatro patas hacia Po, los demás Furiosos también fueron junto a ella.

Po corría como podía, escuchó pisadas y aleteos siguiéndolo.

-¿te vas?, ¿no te gustaría despedirte de nosotros? -le preguntó la Maestra Tigresa.

Al escuchar eso se le heló la sangre, se le disparó la adrenalina y corrió con más velocidad.

-jajaja... estás cansado, ¿no te gustaría descansar mientras te damos la despedida? -le preguntó burlona la Maestra Tigresa.

Po seguía corriendo, se desvió del camino y se adentró al bosque rompiendo ramas y creando senderos con su voluminoso cuerpo, corría lo más rápido que podía, pero era muy lento a comparación de sus 5 perseguidores los cuales dejaban que sigua corriendo, querían que se llene de miedo. El miedo era lo único que impulsaba a Po para que siga corriendo. Llegaron a un lugar despejado de árboles, a una colina algo elevada... Po se cayó de rodillas apoyando las palmas, se esforzaba por respirar, le faltaba el aire y su corazón estaba acelerado a causa del cansancio.

-¡Maestros por favor ya no me hagan daño! -les suplicó entre llantos uniendo ambas palmas frente a su rostro.

La Maestra Tigresa lo levantó del cogote, le despojó de su mochila tirándola al suelo, después lo empujó hacia los demás Furiosos, de inmediato ellos le golpearon sin piedad por todo el cuerpo haciéndole ir de aquí para allá salpicándose con la sangre de Po, después de recibir muchos golpes cayó al suelo. La Maestra Tigresa lo puso boca arriba y le golpeó en el rostro, Po estiró ambas manos e intentó sujetarle las manos a la Maestra Tigresa para que deje de golpearlo, pero ella respondió violentamente con más golpes en el rostro. Después la Maestra se hizo a un lado y Po intentó levantarse, pero solo logró estar de rodillas con la vista al suelo, gateaba lentamente intentando alejarse, vio cómo su sangre caía al suelo... aunque Po a veces se imaginaba estar así: estar junto a los 5 Furiosos luchando contra los villanos más poderosos, derramando algo de sangre para que el momento sea épico. Ahora era similar, estaba junto a los 5 Furiosos y derramaba su sangre. Pero no le parecía épico, solo quería irse y que ya no le hicieran daño. Se alejó unos cuantos metros gateando y después la Maestra le dio una patada en el estómago, la fuerza del golpe lo empujó a un costado hacia la parte inclinada de la colina y Po rodó hasta llegar a parar a un lugar cerca de un estanque, estaba boca abajo y apoyó ambas palmas para intentar levantarse pero solo logró ponerse de rodillas de nuevo, vio hacia adelante intentando avanzar pero no podía, solo contempló las montañas a lo lejos y el sol casi completamente oculto entre ellas, atardecía. Los 5 Furiosos se le acercaron de nuevo.

-Maestros por... favor ya no me golpeen -rogaba Po mientras los veía acercarse- me iré para siempre... se los juro... por favor ya no me golpeen -rogaba mientras en su rostro su sangre se mezclaba con sus lágrimas.

La Maestra Tigresa caminó hacia él y poco a poco ella acercó su rostro al de él, Po aún de rodillas levantó lentamente ambas manos como intentando protegerse.

-te digo algo... ya es muy tarde para que te vayas -le dijo la Maestra Tigresa. Luego le tomo del antebrazo vendado y lo apretó con fuerza.

-¡Nnnn! -Po emitió un sonido de dolor con la boca cerrada mientras que con su mano libre intentaba librarse del duro agarre.

-grita todo lo que quieras, nadie podrá ayudarte -le dijo Maestra Tigresa, poco a poco empujó sus garras perforando el vendaje y clavándolas en sus heridas.

-¡AAAHHH!... -Po gritaba de dolor... eso llenaba de satisfacción a los Maestros, luego la Maestra le soltó el antebrazo y Po se la sujetó llorando de dolor con la otra mano. Luego la Maestra Tigresa le dio un gancho en la mandíbula haciendo que mirara hacia arriba escupiendo sangre que le manchó el cuerpo y el rostro a la Maestra e inmediatamente después del gancho le dio una fuerte patada lateral a la cabeza haciendo que cayera con violencia al suelo de costado para después caer boca abajo.

Esos dos últimos golpes dejaron a Po muy débil, ya no se podía mover, pero seguía consiente, tendido boca abajo tenía la cabeza a un costado con vista hacia el horizonte; podía ver el estanque de aguas tranquilas y más allá veía las majestuosas montañas en donde el sol ya se había metido pero aún sus rayos alumbraban el lugar.

-... que bonito atardecer... -pensó Po y luego intentó apoyar ambas palmas para levantarse pero no pudo mover sus extremidades por que no las sentía, sintió que tal vez debería recuperar sus fuerzas por eso se relajó, pero los golpes que recibió y las raspaduras que tenía le dolían, se sentía incómodo, sintió miedo y angustia al pensar que la Maestra podría seguir golpeándolo... pero poco a poco casi innotable sentía que el miedo y el dolor se le pasaban porque de repente sintió sueño... mucho sueño.

-que sueño tengo... mejor voy a regresar al Palacio para dormir ahí solo esta noche más y después irme mañana en la mañana -pensó Po con la vista perdida en el horizonte... pero ¿cómo iba a irse al Palacio a dormir si ni siquiera podía mover un dedo?... parpadeó, dejó los ojos cerrados y dio un lento suspiro, con eso el dolor se alivió un poco más, volvió a abrir los ojos para contemplar de nuevo el estanque y las montañas. La sangre y lágrimas se secaron un poco en su rosto y eso le incomodaba, intentó mover la mano para limpiarse, pero aún no podía mover las extremidades -cuando cerré mis ojos el dolor se fue un momento -pensaba Po- mejor duermo aquí un momento hasta recuperar mis fuerzas y luego me voy al Palacio para dormir toda la noche... ¡si!... ¡que gran idea! -pensó después.

Las ganas de dormir se hicieron más fuertes y se apoderaron de él, de repente su mundo se oscureció completamente como si se hubiese hecho de noche de un momento a otro... todo su dolor desapareció por completo... quedando atrapado en el recuerdo del último atardecer que contempló.

Fin de la historia.

LD.50 ROY muchas gracias por su apoyo y sus reviews, espero que le haya gustado el final.

Y muchas gracias a todas las personas que siguieron la historia hasta aquí...

También quiero que sepan que esta historia va a tener una secuela, pero antes haré otro fanfic de cualquiera de los siguientes videojuegos: Battlefield 1, Counter Strike GO, Fallout 4, Farcry 4 y world of warcraft (del modo online mundo abierto, historias sobre mi compañero de arenas y yo). Aunque solo pienso hacer oneshots pero si les interesa me gustaría que me digan en los reviews o me manden MP diciéndome de cuál de los juegos mencionados les gustaría que haga los fanfics.

Gracias otra vez a todos, hasta luego y cuídense mucho.