Capítulo 3

El Bosque

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A ver, por donde iba… A si, luego de que todas las yeguas escaparan de aquella prisión.

Pues bueno, luego de que escaparan, todo el grupo llego a un gran y lúgubre bosque, en el que planeaban hacer su próximo hogar…

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En algún lugar de Equestria

9:43 AM

En un lejano y remoto bosque de Equestria, unos trenes se detenían en un gran bosque, tan grande que no alcanzaba a verse completo, siendo kilómetros y kilómetros de árboles y montañas, tanto normales como hechas de rocas. De uno de los tres bajaron nada menos que Vorkuta junto con Big Sister, Flaming Axe y la hija de esta última. Las tres yeguas luego de bajarse del tren, miraron con atención el bosque que había a pocos metros del tren. Otras yeguas empezaron a bajar de los trenes poco a poco, hasta que no quedo ninguna en los tres.

Vorkuta – Lo mejor será deshacerse de estos trenes, si los dejamos aquí, descubrirán que estamos cerca de aquí – Sugirió la unicornio mirando a Big Sister y a Flaming Axe.

Big Sister – Mmm… Podemos poner en marcha los trenes para que continúen por las vías hasta que choquen en algún lado o se queden sin combustible, y eso seguramente pase cuando estén ya muy lejos de aquí – Comento la pegaso tranquilamente.

Flaming – Yo digo que hagamos que los trenes vuelvan por donde vinimos, de esa forma, si esos malditos nos están intentando seguir por las vías, se llevaran una desagradable sorpresa – Dijo la yegua con algo de odio en su voz.

Al escuchar estas dos sugerencias, Vorkuta pensó en ambas por un momento, para luego tomar una decisión.

Vorkuta – La idea de Flaming Axe sería la mejor, seguramente nos están siguiendo y deshacernos de los trenes junto con los que nos están siguiendo, borrara cualquier rastro de donde nos detuvimos y de nuestros perseguidores – Dijo finalmente la unicornio con un tono serio.

Luego de tomar esta decisión, Vorkuta fue a hablar con las yeguas que estuvieron manejando los trenes, reuniéndolas a todas y contándoles de su plan para deshacerse de los trenes. El grupo de yeguas escucho atentamente lo que les decía la unicornio, estando de acuerdo con el plan de esta. Luego de discutirlo por un rato y asegurarse de sacar todo lo importante de los trenes, el grupo de yeguas encendieron nuevamente los trenes, poniéndolos marcha atrás a la máxima velocidad que podían y bloqueando todos los frenos para que los trenes no se detuvieran por nada.

Todas las yeguas que había allí pudieron ver como los trenes empezaban a ir marcha atrás, aumentando poco a poco su velocidad hasta perderse en la lejanía luego de un rato.

Vorkuta – Bien, ya con eso será muy difícil que nos encuentren ahora – Comento Vorkuta luego de dejar de ver los trenes a lo lejos.

Big Sister – Y… ¿Ahora qué hacemos? – Pregunto con curiosidad la pegaso, estando parada al lado de Vorkuta.

Aquella pregunta hizo pensar a la susodicha. Todas las yeguas que estaban allí se reunieron y empezaron a discutir que hacer. Luego de casi una hora de discusión sobre qué hacer de ahora en adelante, todo el grupo decidió que entrarían al bosque, dividiéndose en varios grupos pequeños y separándose para ir a distintas partes del bosque. Cada grupo decidió quienes serían sus líderes. Vorkuta junto con Big Sister y Flaming Axe eran las que lideraban uno de los grupos más grandes, yendo a una parte lejana y escondida del bosque para formar una colonia secreta en el mismo. Mientras que el resto de grupos de yeguas harían lo mismo, pero yendo a otros lugares del bosque. Entre todas las líderes establecieron una forma de comunicarse con las otras líderes por si ocurría algo. Y finalmente, todas las yeguas entraron en el que decidieron llamar el Bosque del Comienzo.

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Bosque del Comienzo: Lugar exacto desconocido.

10:28 PM

1 mes después

En una profunda parte del bosque, se encontraba una pequeña aldea de aspecto tribal, iluminada por antorchas y protegida por los arboles del bosque, los cuales impedían ver la aldea y la luz de las antorchas desde lejos, incluso durante la noche. Dicha aldea se encontraba llena de lo que parecían ser yeguas amazonas. Algunas de estas yeguas se encontraban vigilando los alrededor del pueblo con armas bastante primitivas como espadas y lanzas de piedra, entre otras. Mientras, otras yeguas se encontraban dentro del pueblo, algunas trabajaban en unos pequeños cultivos, mientras que otras estaban conversando tranquilamente o divirtiéndose de diversas formas.

Entre esas yeguas se encontraba Vorkuta, la cual iba caminando por toda la aldea lentamente, observando con algo de orgullo todo lo que habían conseguido en apenas un mes. Con mucho esfuerzo y dedicación habían construido un pueblo completo, con todo lo necesario para vivir por largo tiempo. Luego de caminar por un rato más, la unicornio llego a una cabaña bastante grande y entro en la misma.

Luego de caminar por unos segundos por la cabaña, Vorkuta llego a la sala de la misma, donde se encontraba Flaming Axe, junto con su hija, Crazy Axe, la cual a pesar de solo tener un mes de vida, se veía como una potra de al meno años. Ambas estaban sentadas en un pequeño sofá bastante curioso e improvisado. Dicho sofá estaba a un par de metros de una chimenea/fogata que calentaba la cabaña. Al ver entrar a la unicornio, Flaming Axe le sonrió a esta.

Flaming – Hola, Vorkuta, que extraño que estas despierta a estas horas – Comento tranquilamente la pegaso, mientras acariciaba la cabeza de su hija que estaba sentada a su lado.

Vorkuta – Salí un a recibir al equipo de exploración y vigilancia. Me informaron que encontraron algunas cuevas cerca de aquí, y que no vieron nada ni a nadie sospechoso en los alrededores. Por lo que en resumen, todo está muy bien – Dijo la yegua con notable alegría.

Flaming – No es difícil notarlo por lo alegre que te vez, y eso me alegra a mí también la verdad – Comento la pegaso que también se había alegra al escuchar lo dicho por su amiga unicornio.

En ese momento, alguien más entro en la sala, siendo nada menos que Big Sister quien había entrado. La pegaso se alegró al ver a sus dos amigas en la sala.

Sister – Oh, Vorkuta, Flaming Axe, que bueno que están aquí, prepare algo de comida para las cuatro – Dijo la yegua alegremente, contando también a la pequeña Crazy Axe.

Entonces, Big Sister volvió por donde vino y después de unos segundos, regreso a la sala, teniendo tres platos de madera con ella. Un plato sobre su cabeza y dos en sus alas.

Sister – Este es para ti – Dijo la yegua dándole uno de los platos de sus alas a Vorkuta – Para ustedes – Dijo dándole el otro plato en su ala a Flaming Axe y a su hija – Y este es para mí – Dijo ahora sentándose al lado de Flaming Axe y tomando el plato en su cabeza con sus dos cascos.

Flaming Axe y Vorkuta vieron que la pegaso había preparado una colorida ensalada para todas. Sin querer esperar mucho más tiempo, las tres empezaron a comer con tranquilidad, mientras que Flaming Axe le daba de comer también a su hija, la cual en ese momento se estaba comiendo un pequeño trozo de manzana de manera adorable, haciendo que su madre y las otras dos yeguas la miraran con ternura.

Todas estuvieron cenando un rato con tranquilidad, hablando de distintos temas mientras comían. Luego de terminar de comer, Flaming Axe llevo a su hija a dormir, además de que ella también tenía sueño. Big Sister igualmente se fue a dormir, dejando solamente a Vorkuta en la sala. La unicornio se quedó mirando el fuego de la chimenea por un rato, pensando en todo lo que había pasado hace unos años, en todo lo que había pasado hace un mes, y en todo lo que había estado pasando en las últimas semanas. Los pensamientos de Vorkuta fueron interrumpidos por un trueno que se pudo escuchar a la distancia.

La unicornio se acercó un momento, a una de las ventanas de la cabaña, viendo hacia el cielo nocturno y notando que este empezaba a ser cubierto por nubes de tormenta. La unicornio también pudo ver como las yeguas del pueblo empezaban a entrar en sus cabañas y a cerrar las ventanas antes de que empezara a llover. Vorkuta no tardó en hacer lo mismo, cerrando las ventanas de la cabaña con su magia. Aquello dejo el interior de la cabaña bastante oscuro, ya que ahora la misma solo era iluminada por el fuego de la chimenea. La unicornio hecho un poco más de leña a la chimenea para que esta se mantuviera encendida y calentara la cabaña durante la noche.

Después de asegurarse de que todas las ventanas estuvieran cerradas, y darse cuenta de que ya había empezado a llover, Vorkuta empezo a caminar hacia su habitación, lista para ir a dormir. Antes de llegar a su habitación, la unicornio pasó por la habitación de Crazy Axe, notando casi al instante que la joven potrilla no estaba dormida aun. Justo en ese momento, un trueno se pudo escuchar a la distancia, y Vorkuta estaba segura de haber escuchado un pequeño grito venir de dentro de la habitación de Crazy Axe, por lo que decidió entrar en la misma.

Al entrar, Vorkuta miro hacia la cama de Crazy Axe (La cual era una cama de hojas con unas sábanas algo desgastadas y una almohada que se habían llevado de la base antes de escapar). En dicha cama se encontraba un notable bulto envuelto en sabanas que temblaba un poco constantemente. La unicornio se acercó lentamente hacia la cama, procurando no hacer ruido, hasta llegar a dicho bulto.

Vorkuta – Crazy Axe, ¿Estas bien? – Pregunto la yegua con el mayor cuidado que pudo, para no asustar a la pequeña potrilla.

Al escuchar la voz de Vorkuta, Crazy Axe salió del pequeño bulto de sabanas, mirando a la unicornio con algo de sorpresa.

Crazy Axe – Hola, Vor…Vorkuta – Saludo la potra con algo de dificultad, ya que aún no sabía hablar del todo bien.

Vorkuta – ¿Te ocurre algo malo, Crazy Axe? Alcance a escuchar un pequeño grito desde allá fuera – Pregunto con algo de preocupación la unicornio.

La pequeña potra se quedó en silencio por un momento, para luego negar con la cabeza segundos después. Aquella respuesta no convenció del todo a Vorkuta.

Vorkuta – ¿Estas segura? Si ocurre algo malo, no tengas miedo y dímelo – El silencio fue la única respuesta de parte de la potra – ¿Tienes miedo de la tormenta? – Nuevamente solo hubo silencio como respuesta.

Otro trueno (Muy oportuno) pudo escucharse unos segundos después, y Vorkuta pudo ver como Crazy Axe escondía la cabeza debajo de su almohada. Unos momentos después, la pequeña pegaso saco la cabeza de debajo de su almohada y miro a la unicornio con un pequeño sonrojo en su rostro.

Vorkuta miro con una pequeña sonrisa la potra, a la vez que le pedía que se acostara en la cama con tranquilidad. Con unas pocas dudas, Crazy Axe hizo lo que la yegua le pidió. La susodicha arropo bien a la joven pegaso y miro a esta sin dejar de sonreír.

Vorkuta – Escucha, Crazy Axe, voy a cantarte una canción que mi madre solía cantarme para dormir, te aseguro que con esta canción ya no tendrás más miedo de los truenos – Dijo la yegua con seguridad en su voz, lo cual hizo que la potra confiara en sus palabras – ¿Quieres escucharla? – La potra asintió con la cabeza sonriendo.

Entonces, Vorkuta se aclaró un poco la voz, mientras recordaba la letra de la canción que su madre siempre solía cantarle y luego de unos segundos, empezo a cantar.

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Insertar música: ANGELIKA - RUSSIAN STATE ANTHEM (Soul version)

(Esta vez pondré solamente la versión rusa)

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Vorkuta – Rossiya svyashchennaya nasha derzhava, Rossiya lyubimaya nasha strana. Moguchaya volya, velikaya slava. Tvoyo dostoyane na vse vremena! – Empezo a cantar la yegua con emoción en su voz, a la vez que los recuerdos de cuando su madre le cantaba aquella canción volvían a su mente, cantando ella como su madre lo hacía hace tantos años – Slav'sya, Otechestvo nashe svobodnoye, Bratskij narodov soyuz vekovoy, Predkami dannaya mudrost' narodnaya! Slav'sya, strana! My gordimsya toboy! –

Crazy Axe escuchaba la hermosa canción que la unicornio le cantaba con una expresión de sorpresa en su rostro, ya que no se esperaba que Vorkuta cantara tan bien.

Vorkuta – Ot yuzhnyj morey do poliarnogo kraya raskinulis nashi lesa i polya. Odna ty na svete! Odna ty takaya, jranimaya Bogom rodnaya zemlya! – Continuo cantando la unicornio, mientras unas pequeñas lágrimas salían de sus ojos al recordar a su madre cantándole aquella misma canción para dormir – Slav'sya, Otechestvo nashe svobodnoye, bratskij narodov soyuz vekovoy, predkami dannaya mudrost' narodnaya! Slav'sya, strana! My gordimsya toboy! –

Poco a poco, Crazy Axe iba relajándose por el hermoso cato de Vorkuta, empezando a cerrar los ojos lentamente hasta cerrarlos por completo.

Vorkuta – Shiroki prostor dlya mechty i dlya zhizni. Griadushchie nam otkryvayut goda. Nam silu dayot nasha vernost' Otchizne. Tak bylo, tak yest' i tak budet vsegda! – La yegua continuo cantando, viendo como la joven pegaso se quedaba dormida – Slav'sya, Otechestvo nashe svobodnoye, bratskij narodov soyuz vekovoy, predkami dannaya mudrost' narodnaya! Slav'sya, strana! My gordimsya toboy! – Y allí la unicornio finalizo la canción.

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(Aquí termina la música)

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Luego de terminar de cantar, Crazy Axe ya estaba profundamente dormida. Vorkuta miro por unos momentos a la potra, escuchando como sonaban varios truenos a la lejanía, pero los mismos no asustaron a la joven pegaso. Al ver que ya la susodicha podría dormir, la unicornio se retiró lentamente del cuarto, dejando dormir a la potra.

Al llegar a su habitación, la pony se acostó tranquilamente en su cama improvisada. La yegua estuvo unos segundos mirando el techo, empezando a pensar en el pasado y en su madre. La unicornio sin darse cuenta, empezo a derramar lágrimas al recordar la atroz muerte de su madre. En todo este tiempo, Vorkuta no se había dado cuenta de que nunca llego a llorar por la muerte de su madre. Haber sido capturada por la princesa Celestia, haber sido golpeada por la joven Twilight Sparkle y finalmente, haber sido encerrada en aquella base-prisión, la habían mantenido tan distraída que nunca pudo llorar a su madre, ni recordar todos los buenos momentos que paso con esta, a pesar de haber estado ambas siendo maltratadas por su "padre".

Aquella noche, Vorkuta, después de tantos años, lloro por la muerte de su madre.

La yegua recordó cada momento feliz con ella, cada momento feliz que terminaban siempre con el flashback de su muerte. Con cada recuerdo, más y más lágrimas caían por el rostro de la unicornio. Luego de casi una hora de llorar sin parar, teniendo los ojos rojos por haber estado llorando por tanto tiempo, finalmente el cansancio venció a Vorkuta, y esta cayó en un profundo sueño.

Por suerte para ella, sus sueños fueron más piadosos durante aquella noche, haciéndola recordar con detalle todos los momentos que fue feliz con su madre, alegrándola y haciéndola olvidar todo lo malo que había pasado.

A la mañana siguiente, ya Vorkuta había despertado. La yegua no recordaba mucho de lo que había pasado la noche anterior, y mucho menos de los sueños que tuvo. La yegua se preparó un poco antes de salir de su habitación. Al llegar a la sala de la cabaña, se encontró con unas recién levantadas Crazy Axe y Flaming Axe, mientras que Big Sister preparaba el desayuno.

Big – ¡Aquí les tengo a todas unos deliciosos sándwiches de margaritas! – Dijo la pegaso alegremente, dándole un sándwich a cada una de las presentes, quedando ella con uno para sí misma.

Todas le dieron las gracias a Big Sister y le sonrieron a esta. La susodicha se sonrojo un poco por esto. Minutos más tarde, ya las cuatro habían terminado de comer y se prepararon para salir y hacer sus rutinas diarias. Big Sister se encargaba de que todo estuviera bien en la aldea, Flaming Axe entrenaba a otras yeguas por si pasaba algo (Además de que también entrenaba a su hija), y Vorkuta salió a explorar por su cuenta.

Y así paso el día, todas las yeguas haciendo sus cosas del día a día, ampliando cada vez más y más su aldea. Entrenando para ser más fuertes. Y siempre asegurándose de que nadie descubriera donde estaban escondidas.

Los días seguían pasando, al igual que las semanas. En ese tiempo, Crazy Axe fue creciendo a un ritmo acelerado, debido a los experimentos que habían hecho en su madre antes de que ella naciera. En apenas un mes, la pequeña potra paso de tener la apariencia de una potra de 5 años a tener la apariencia y la inteligencia de una potra de casi 8 años, entrando y volviéndose bastante fuerte en ese tiempo y gracias a la ayuda de su madre, aprendió a manejar muy bien el hacha.

En ese tiempo, la potra también desarrollo una buena amistad con Vorkuta, a la cual veía casi como una hermana mayor, mientras que la yegua veía a la joven pegaso casi como una hermana menor. No llegaron a ocurrir muchas cosas más en aquel mes, aunque un día pasó algo particularmente fuera de lo normal.

Crazy Axe se encontraba explorando el Bosque del Comienzo. La potra había logrado salir de la aldea sin que nadie la viera y se había puesto a explorar el bosque, teniendo con ella el hacha personal que había hecho su madre y se la había dado a ella. La joven pegaso practicaba a volar y a usar su hacha durante el vuelo, además de disfrutar de la tranquilidad del bosque que la rodeaba.

En ese momento, la potra se encontraba practicando su puntería, lanzando su hacha hacia un blanco improvisado que había dibujado en un árbol. La potra estuvo varios minutos lanzando su hacha hacia el blanco, logrando dar varias veces en el mismo, pero sin llegar a conseguir dar en el centro. En una de las ocasiones que fue a buscar su hacha nuevamente, la potra se fijó en una roca que había en el suelo. Era de un tamaño moderado (Del tamaño de una pelota de golf), pero lo que llamaba la atención de dicha roca era que tenía un extraño símbolo dibujado en la misma.

Crazy – ¿Qué es esto? – Pregunto a nadie en específico la potra, acercando su casco a dicha roca y tomándola.

Mientras la joven pegaso observaba aquella roca, el extraño símbolo que había en la misma comenzó a brillar. Esto extraño bastante a Crazy Axe, que no entendía por qué aquel símbolo brillaba, ni que era lo que haría dicho brillo. Justo ahí fue cuando la roca soltó un flash de luz que le dio directamente en los ojos a la joven pegaso y esta cayó al suelo inconsciente.

La joven potra despertó en lo que parecia ser un lugar totalmente oscuro y vacío, aunque tenía cierta similitud con el espacio, ya que había estrellas y galaxias que podían verse a la distancia. Crazy Axe se dio cuenta de que estaba pisando un suelo invisible en aquel extraño vacío como si fuera suelo, además de que no necesitaba ni siquiera respirar. Todo eso solo ayudaba a que la potra estuviera más y más confundida.

En ese momento, una gran sombra cubrió completamente a la joven pegaso. Esta miro hacia dicha sombra, pudiendo ver una colosal figura que apenas conseguía distinguir por la oscuridad que la cubría. Solamente podía ver su sombra, que se asemejaba bastante a una serpiente, pero con varias cabezas.

¿? – ¿Acaso eres tu quien fue elegida para ser mi portadora? – Pregunto aquella sombra con un tono serio y calmado.

Crazy – ¿Qué… Qué eres y… quién eres? – Pregunto la joven pegaso con algo de miedo, mirando a aquella serpiente mientras retrocedía varios pasos.

¿? – Mmm… Puedo ver que estas muy confundida y algo temerosa. Y aunque puede que no funcione de nada, que sepas que no tengo intenciones de hacer daño ni nada parecido – Dijo la serpiente con un tono más tranquilo y calmado.

A pesar de aquellas palabras, la potra siguió con una clara duda y temor en su rostro, haciendo todo lo posible para mantener la calma y no hacer nada estúpido.

¿? – Pero bueno, será mejor que vuelvas al plano físico y que no recuerdes nada de lo que paso aquí. Aun eres demasiado joven como para entender que ahora eres una elegida – Dijo aquella colosal serpiente volviendo a su tono de seriedad. Esas palabras dejaron muy confundida a Crazy Axe – Así que despierta, joven potrilla, estaré esperando el momento en el que nos volvamos a ver –

Antes de siquiera poder decir algo, Crazy Axe comenzó a sentir como un fuerte y poderoso sueño empezaba a invadirla, sueño que en pocos segundos hizo que cayera al suelo profundamente dormida.

Segundos después, Crazy Axe despertó exaltada e hiperventilándose. La potra tardo un momento en volver a calmarse, mirando a su alrededor y notando que estaba en el mismo sitio en el que estaba antes. La joven pegaso no recordaba muy bien lo que había pasado, solo recordaba haber tomado aquella roca del suelo y después de eso ya no recordaba nada más. Luego de recuperarse completamente, la potra se levantó del suelo y fue a recoger su hacha que seguía clavada en aquel árbol, tomando también la roca extraña que había recogido antes, asegurándose esta vez de no tocarla directamente con sus cascos.

Además de este singular suceso, no pasaron muchas cosas de mayor importancia durante un tiempo más. Siguieron pasando los meses con relativa rapidez. En dicho tiempo, Crazy Axe siguió creciendo y entrenándose más y más, alcanzando en 5 meses la apariencia de qua yegua adulta y casi 20 años. La pegaso consiguió volverse una maestra con el hacha, consiguiendo su cutie mark que era un hacha de doble filo en vertical con una corona encima, además de que ahora ella y Vorkuta eran las mejores amigas. Ambas junto con Flaming Axe y Big Sister, habían conseguido que su pequeña aldea se volviera mucho más grande y mejor protegida, además de que habían conseguido contactar con otras colonias de yeguas que había en el bosque.

Pero lamentablemente, no todo les saldría bien por siempre.

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Bosque del Comienzo: Aldea de las yeguas

6 meses después de haber entrado en el bosque.

7:11 AM

Un día en el que las cosas estaban tranquilas como siempre, las ahora cuatro yeguas se levantaron después de una larga noche de sueño. Vorkuta salió de su habitación con una sonrisa, viendo al salir a una recién levantada Crazy Axe. La pegaso ya tenía un cuerpo mucho más adulto y bien formado por tantas horas de arduo entrenamiento. Ambas al verse se sonrieron y fueron caminando hacia la sala con tranquilidad. Ahora su cabaña era mucho más grande que antes, ya que en ese tiempo la habían expandido para que fuera más bonita y cómoda.

Mientras caminaban, las dos yeguas se encontraron con Flaming Axe. Esta saludo con una sonrisa a su hija y a su amiga, las cuales le devolvieron el saludo también con una sonrisa. Las tres yeguas fueron hasta la cocina de la cabaña, donde estaba Big Sister terminando de preparar el desayuno. Las tres yeguas que acaban de entras a la cocina, se sentaron en una mesa que había en la misma y miraron por unos segundos a Big Sister.

Sister – ¡Qué bueno que ya están despiertas! – Dijo con alegría la pegaso, mirando a sus tres amigas – Aquí tienen el desayuno, espero que lo disfruten – Dijo la yegua dándole tres platos a sus amigas, en los que había una colorida ensalada de frutas, poniendo en la mesa un plato de ensalada para ella – Bien, ¡A comer! –

Big Sister se sentó en la mesa junto con las otras yeguas y todas empezaron a comer. Entre todas charlaban alegremente de cualquier cosa que podían, riendo y recordando buenos momentos, hasta que todas terminaron de comer.

Luego de unos minutos más de charla, las cuatro yeguas salieron de la cabaña a hacer sus respectivos trabajos en la aldea. Big Sister fue a dirigir a las yeguas del pueblo, Flaming Axe junto con su hija fueron a entrenar a las guerreras y Vorkuta salió a explorar como todos los días.

El día pasó con normalidad, sin ninguna novedad en ninguna parte de la aldea, pero las cosas cambiaron cuando el sol empezo a ocultarse. Unas yeguas vigilaban los alrededores de la aldea, para asegurarse de que nadie ni nada peligroso entrara. Un par de yegua pegaso iban con unas lanzas en sus cascos, buscando posibles amenazas o similares.

Yegua 1 – Parece que hoy también será un día tranquilo – Dijo la primera yegua con tranquilidad.

Yegua 2 – Si, y me alegra eso la verdad, así podremos volver a casa temprano sin tener que encargarnos de ningún animal salvaje que intente colarse en la aldea – Dijo la segunda yegua con algo de felicidad.

Las dos yeguas estuvieron vigilando por unos minutos más, hasta que el sol dio paso a la luna. Justo en ese momento, ambas yeguas pudieron escuchar un extraño ruido desde dentro del bosque. La primera yegua tomo una antorcha que tenía cerca y se acercó lentamente al bosque, para saber que había hecho aquel ruido. Mientras, la segunda yegua empuñando su lanza en posición de ataque, caminaba a su lado por su pasaba algo.

Yegua 1 – ¿Alcanzas a ver algo? – Le pregunto la primera yegua a su compañera, tratando de ver algo dentro del bosque, pero la luz de la antorcha no era lo suficientemente potente.

Yegua 2 – La verdad es que no, aunque puede que solo haya sido el viento que rompió una rama – Sugirió la segunda yegua luego de ver que ningún animal salvaje las había atacado.

Justo en ese momento, la llama de la antorcha que sostenía la primera yegua se apagó sin ninguna razón, sorprendiendo ambas yeguas y dejándolas solo con la luz de la luna para poder ver. De la nada, una sombra salió a una gran velocidad del bosque apareciendo en un instante detrás de ambas yeguas. Entonces, ambas empezaron a sentir un fuerte dolor en sus cuellos, al mismo tiempo que un profundo corte aparecía en dicha zona de sus cuerpos.

Las dos yeguas cayeron al suelo, muriendo desangradas en pocos segundos sin poder siquiera enterarse de que había pasado. Mientras, la sombra soltó una risa perversa, a la vez que la luz de la luna dejaba ver su apariencia. Era un gigantesco semental alicornio más alto que la princesa Celestia. Su pelaje era color negro como la mismísima oscuridad, lo cual hacía difícil verlo, lo único que se podía ver de su pelaje eran sus patas, que tenían una tonalidad gris. Tenía una larga crin y cola rojas como la sangre. Sus ojos eran unos ojos de dragón amarillos. Tenía alas de dragón. Su cutie mark era un hacha enorme rodeada de fuego. Y portaba una armadura roja carmesí bastante tecnologica que le cubría gran parte de su cuerpo.

¿? – Bien, es momento de que estas yeguas aprendan que deben pagar con sufrimiento y muerte por lo que hicieron – Dijo aquel semental de forma siniestra, a la vez que cubría su cuerno con magia y fuego mágico, mientras entraba lentamente en la aldea.

Minutos más tarde, toda la aldea era un caos total. Había fuego por todas partes y gritos de dolor y batalla. El gran semental había incendiado todo lo que pudo antes de que las guerreras del pueblo fueran a combatirlo. Eventualmente, el fuego empezo a expandirse hasta cubrir casi toda la aldea. Mientras, las yeguas trataban de luchar contra aquel semental que sorpresivamente había encontrado su aldea oculta, pero este las superaba por mucho tanto en fuerza bruta como en magia. En otro lado del pueblo se encontraban Crazy Axe y Flaming Axe, las cuales iban corriendo hacia donde estaba el semental para luchar.

Las dos yeguas no tardaron en llegar a donde estaba el semental, el cual avanzaba sin casi ninguna oposición por todo el pueblo, dejando un rastro de destrucción y de cadáveres por donde pasaba. Al ver a las dos pegasos, el semental soltó una risa malvada.

¿? – Ah, perfecto, Crazy Axe y Flaming Axe, justo dos de las yeguas que estaba buscando – Dijo perversamente el alicornio malvado.

Flaming – ¡¿Quién eres tú y como es que llegaste aquí?! – Pregunto la pegaso mayor, exigiéndole respuesta al semental, tratando de sonar amenazante.

¿? – Se ve que no tienes miedo de mí, así que te responderé tus preguntas. Soy Absalón, fue enviado por las princesas a acabar con ustedes, tarde varias semanas en encontrarlas, pero por ahora que di con vosotras, voy a cumplir con mi misión, acabar con esta aldea y con toda yegua que haya en ella – Dijo el semental para acto seguido lanzarse contra ambas yeguas.

Las dos pegaso extendieron sus alas y empezaron a volar, atacando al semental al mismo tiempo con sus hachas. Absalón por su parte no tenía ningún problema para bloquear o esquivar los ataques de madre e hija. Estas dos usaban toda la velocidad que tenían y atacaban al mismo tiempo para tratar de golpear de cualquier forma a su enemigo, pero por mucho que lo intentaran, este las superaba en todo.

Absalón fue el siguiente en atacar, golpeando fuertemente a ambas yeguas con un par de puñetazos y aunque no uso mucha de su fuerza, sí que logro dañar bastante a las dos. Lo siguiente que el semental hizo fue ir hacia Flaming Axe y levantarla, sujetándola con su magia por el cuello. Acto seguido, el alicornio malvado empezo a golpear con fuerza a la yegua contra el suelo, haciéndola soltar varios gritos de dolor mientras que se reía de forma perversa por el sufrimiento de la yegua.

Crazy Axe, al escuchar los gritos de dolor de su madre, rápidamente se levantó del suelo y fue a tratar de ayudar a esta con una expresión de furia en su rostro, pero Absalón le disparo una hoja de energía mágica a la pegaso más joven, dándole a esta directamente en su ojo derecho.

Crazy – AHHHHH – Grito la yegua de dolor al sentir como le quemaba parte de su rostro y todo su ojo derecho.

Absalón – Sera mejor que te quedes ahí si no quieres perder tu otro ojo antes de tiempo – Dijo perversamente al semental, a la vez que ponía a Flaming Axe contra el suelo – De lo contrario, no podrás ver como destruyo moral y físicamente a tu madre –

Entonces, el semental usando su magia, puso a la pegaso mayor en cuatro patas y la miro de forma perversa. Tanto madre como hija entendieron lo que el semental iba a hacer. Antes de que Crazy Axe pudiera moverse, Absalón uso nuevamente su magia para atraparla con cadenas mágicas.

Absalón – Vamos a divertirnos un rato – Dijo el semental riéndose de forma perversa, para luego montarse sobre Flaming Axe y empezar a violarla. Todo esto bajo la atenta y perpleja mirada de Crazy Axe.

Mientras tanto, en mitad del bosque. Vorkuta se encontraba todavía explorando dicho bosque como hacía casi todos los días. La yegua no sabía ni podía saber de ninguna forma lo que estaba pasando en su aldea, ya que estaba demasiado lejos de la misma como para poder ver cualquier señal de que algo malo estaba pasando.

Moviendo con tranquilidad por aquel bosque, la yegua empezo a sentirse observada de repente, siendo dicho sentimiento muy fuerte y notorio, tanto que era casi imposible no notarlo. Vorkuta empezo a mirar hacia todos lados, buscando lo que fuera que estuviera causándole ese sentimiento. En ese momento, justo en frente de la yegua, a un par de metros de esta, apareció una figura. Al ver dicha figura, la unicornio no pudo evitar expresar una gran sorpresa en su rostro, ya que no había visto a aquella figura desde hace tantos años.

No la había visto desde el día que murió su madre.

El Desconocido observaba a Vorkuta con aquella mascara bicolor carente de sentimientos. Vorkuta seguía sin poder creer que aquel ser que había visto en sus sueños el mismo día que su madre murió, estaba nuevamente frente a ella, solo que esta vez, en el mundo real.

Desconocido – Hola, Vorkuta, hace tiempo que no nos vemos las caras –

Las palabras del Desconocido seguían siendo palabras sin voz, como lo eran hace tantos años cuando hablo con Vorkuta por última vez. Esta por su parte, se encontraba totalmente incrédula.

Vorkuta – Eres… Eres tu otra vez, pero… ¿Cómo? Se supone que tú eras solo un raro sueño que tuve de niña – Se preguntó la yegua aun sin poder creer lo que estaba viendo.

Desconocido – Ese sueño que tuviste hace años fue real, Vorkuta, tan real como tu… y como yo – Dijo nuevamente la figura desconocida sin voz.

Vorkuta – Pero… pero, ¿Por qué estás aquí? Todos estos años pensé que solo habías sido un sueño y nada más. Y que estés aquí ahora, me confunde mucho – Dijo la yegua tratando de asimilar todo lo que estaba pasando.

Desconocido – No habría aparecido aquí delante de ti si no fuera por algo importante, Vorkuta – Dijo la figura aun sin voz, pero incluso sin tener voz, podía notarse la seriedad de sus palabras – Tu aldea está siendo atacada por un brutal y cruel asesino. Aquel que está en tu aldea ha cobrado ya muchas vidas en el poco tiempo que ha pasado, y en este mismo momento, tus amigas están en grave peligro –

Esta revelación impacto por completo a Vorkuta, que no podía creerse que aquello fuera real. Fue allí cuando el Desconocido apunto su mano hacia una dirección del bosque, la yegua miro en esa dirección con extrañeza, pudiendo ver unas llamas extendiéndose por el bosque a la distancia.

Vorkuta – No… No puede ser… ¡Tengo que ir a ayudarlas! – Dijo la unicornio empezando a correr hacia su aldea.

La yegua corría lo más rápido que sus patas le permitían, esquivando desesperadamente todo lo que se le ponía en el camino con gran agilidad. Vorkuta tenía su mirada preocupada y desesperada fija en su aldea. Cada vez que la unicornio se acercaba más y más al pueblo, podía ver como el fuego se extendía por el bosque sin parar, consumiendo todo lo que estuviera en su camino, pero sin poder parar de ninguna forma a aquella yegua que iba a tratar de ayudar a sus amigas.

Luego de un par de minutos corriendo, Vorkuta podía ya ver su aldea más cerca, pero antes de poder continuar el Desconocido se cruzó sorpresivamente en su camino, obligándola a detenerse al instante.

Vorkuta – ¡¿Qué haces?! ¡Hazte a un lado! Tengo que ir a ayudar a mis amigas – Dijo desesperadamente la unicornio, tratando de pasar a un lado del Desconocido, pero este le cortó el paso de nuevo.

Desconocido – Contrólate, Vorkuta, actuar de esa forma no ayudara a tus amigas, solo te condenaras a ti también y no podrás ayudarlas – Dijo la figura misteriosa sin voz, mirando con su inexpresiva mascara a Vorkuta – Toma esto, alejara al asesino de la aldea cuanto te presentes ante él –

Entonces, el Desconocido le mostro a la yegua una especie de cristal con forma de diamante. Era simplemente un cristal plano y de color gris semitransparente. Vorkuta acerco su casco para tomar dicho cristal, pero al estar cerca del mismo, el Desconocido le hizo un corte con el cristal en su casco. La unicornio soltó un pequeño gemido de dolor, a la vez que se sujetaba su casco.

Vorkuta – ¿Por qué hiciste es…? –

Antes de poder terminar su pregunta, la yegua se dio cuenta de que el Desconocido había vuelto a desaparecer. Aquello confundió bastante a Vorkuta, pero esta rápidamente siguió corriendo hacia la aldea.

Al llegar, la unicornio pudo ver como todas las cabañas de la aldea estaban cubiertas de fuego, y algunas ya estaban totalmente hechas cenizas. Podían verse a algunas yeguas heridas ayudando a otras yeguas que estaban con heridas más graves. Entre todo el caos, Vorkuta pudo ver a Big Sister terminando de curar a varias yeguas heridas. La unicornio rápidamente se acercó a su amiga y la abrazo con fuerza.

Vorkuta – ¡Big Sister, que bueno que estas bien! – Dijo la unicornio abrazando con más fuerza a su amiga.

Sister – ¡Vorkuta, me alegra que tu también estés bien! – Dijo la pegaso a la vez que correspondía el abrazo de su amiga – Pero Vorkuta, Crazy Axe y Flaming Axe están en peligro, y no sé qué hacer para ayudarlas – Dijo con una clara preocupación en su rostro.

Vorkuta – ¡No te preocupes! Tu quédate aquí y yo voy a ayudarlas – Respondió la yegua para luego salir corriendo hacia el interior de la aldea.

Sister – ¡No, Vorkuta, espera! – Grito la pegaso tratando de detener a su amiga, pero esta hizo caso omiso.

Al llegar a la plaza del pueblo, Vorkuta pudo ver a Absalón a varios metros de Crazy Axe. La pegaso estaba en el suelo con múltiples heridas en su cuerpo y con un gran corte en su ojo derecho y parte de su rostro, llorando a mares luego de presenciar como el alicornio malvado había violado y descuartizado a su madre, que ahora era solo un cadáver ensangrentado irreconocible a pocos metros de ella.

Absalón – Este es el precio que tienen que pagar todas las yeguas por haber desafiado a las princesas – Dijo perversamente el semental, a la vez que se acercaba a Crazy Axe para poder acabar con ella.

Justo en ese momento, los músculos del semental se tensaron al sentir una intimidante y poderosa presencia a solo algunos metros de él. Al mirar hacia donde estaba dicha presencia, Absalón pudo ver a Vorkuta a pocos metros de donde estaba, pero aquella presencia no venía de la yegua, sino de detrás de ella.

Justo parado atrás de Vorkuta, se encontraba el Desconocido mirando fijamente a Absalón con su inexpresiva mascara. El Desconocido estaba rodeada de un aura blanca y negra, teniendo una gran cantidad de trozos de cristal flotando a su alrededor como su fueran otra aura. Podía notarse solo con la vista que dichas auras eran increíblemente poderosas e intimidantes.

Al ver al Desconocido, el semental se quedó totalmente paralizado por unos segundos. Luego de estos segundos, el alicornio malvado extendió sus alas y se fue volando a gran velocidad de allí, en una dirección totalmente desconocida, desapareciendo tan misteriosamente como apareció.

Vorkuta se sorprendió un poco por esto, sin haber notado en ningún momento la presencia del Desconocido detrás de ella, pero rápidamente fue a ver como estaba Crazy Axe, viendo que esta estaba tirada en el suelo muy herida y llorando sin parar. La unicornio se acercó a su amiga y la abrazo. Luego de un momento, la unicornio busco con la mirada a Flaming Axe, y al no verla por ningún lado, no tardo en entender que era lo que había pasado.

Crazy – Voy a matarlo… Voy a matar a ese maldito semental… Pienso encontrarlo y hacerlo pedazos… ¡VOY A MATAR A ESE MALDITO! – Grito con una furia y odio extremos la pegaso, llegando a asustar incluso a Vorkuta que estaba a su lado.

Desde detrás de un árbol, fuera de la aldea, el Desconocido observaba aquella escena, empezando a alejarse de allí luego de unos minutos, no sin antes chasquear sus dedos y que acto seguido el cielo empezara a cubrirse con nubes de tormenta, de las cuales empezo a caer una intensa lluvia que apago lentamente el fuego que cubría la aldea y el bosque.

Horas más tarde, lo único que quedaba de la aldea de las yeguas eran restos carbonizados y cenizas. Las sobrevivientes de la tragedia habían enterrado a sus compañeras caídas cerca de los restos de la aldea. Mientras, las sobrevivientes se alejaban de los restos de su aldea que tanto se habían esforzado en construir, teniendo su moral bastante baja debido a todas las pérdidas que habían sufrido.

Vorkuta dirigía al grupo de sobrevivientes, las cuales seguían a la unicornio con muy bajos ánimos. La unicornio dirigía a todas las yeguas a un lugar en el bosque que había encontrado en una de sus exploraciones. Big Sister y Crazy Axe caminaban a los lados de la susodicha, ambas lamentándose en silencio por la muerte de Flaming Axe. Crazy Axe llevaba unas vendas en su cabeza, cubriendo dichas vendas casi la mitad de su cabeza.

Luego de caminar por unas horas, las yeguas llegaron a un lugar del bosque bastante lejano a su aldea. Era un pequeño valle rodeado por montañas de roca altísimas, que a simple vista eran muy difíciles de escalar si no se poseían alas o levitación. Dicho valle era bastante hermoso a la vista, pero estaba casi completamente vacío, debido a que para llegar a él solo se podía acceder, o subiendo las montañas o por una cueva que llevaba hasta el mismo. Cueva que habían usado las yeguas para llegar allí.

Las yeguas sin mucho ánimo dejaron en el suelo las pocas cosas que tenían que se habían salvado del incendio, y empezaron a armar carpas con algunos materiales que se habían salvado y que había conseguido en el camino. Vorkuta estaba sola en la cueva por la que había llegado, mirando como todas sus compañeras hacían lo posible para empezar a establecerse en aquel lugar.

Luego de unos segundos, la yegua empezo a sentir una presencia detrás de ella, por lo que se giró rápidamente, viendo al Desconocido parado a unos metros dentro de la cueva. La yegua se aseguró de que nadie estuviera cerca y se adentró en la cueva, acercándose al desconocido.

Vorkuta – ¿Tu otra vez? ¿Es que acaso nos estas siguiendo o algo? – Pregunto la yegua con algo de molestia mirando a la figura enmascarada.

Desconocido – Solo vengo a darte una advertencia y una sugerencia para lo que viene en el futuro – Dijo la figura misteriosa con seriedad a pesar de no tener voz.

Vorkuta – ¿Enserio?, pues mejor habría sido que me ayudaras cuando estaban atacando mi aldea y matando a mis amigas – Le reprocho la yegua con molestia y furia al Desconocido, deseando golpearlo y romperle la máscara que traía.

Desconocido – No podía hacer mucho, hice todo lo que pude para ayudarte, pero eso no es lo importante ahora – Dijo la figura sin voz – Lo que ha pasado este día es solo una pequeña parte de las cosas malas que vienen. Las princesas las han estado buscando a todas desde que escaparon de la base. Hace unos meses lograron descubrir que se escondían aquí en el bosque. Por ahora, no las han encontrado a ninguna, pero no tardaran en hacerlo –

Aquella información sorprendió un poco a la yegua, que no se esperaba que las princesas supieran que se escondían en el bosque, tratando de pensar en cómo lo había descubierto y de qué forma podrían evitar que las encontraran. Entonces, el Desconocido continúo.

Desconocido – Lo mejor será que se preparen para luchar, las princesas no se detendrán esta encontrarlas y matarlas a todas por lo que hicieron en la base. Tienen que unirse para defenderse y contraatacar. Sino… Solo será cuestión de tiempo para que todas mueran – Dijo la figura sin voz mirando hacia fuera de la cueva – Y aquí está la sugerencia que tenía que decirte. Lo mejor será que usen este lugar como base secreta escondida. Tienen que volver este lugar una fortaleza, su fortaleza, ya que será el único lugar seguro que tengan en toda Equestria. Y deben prepararse para lucha en una guerra, lo necesitaran si quieren sobrevivir a lo que está por llegar –

Al escuchar esto, Vorkuta se dio la vuelta y miro hacia donde estaban Crazy Axe y Big Sister, imaginándose a ambas muertas como lo ahora estaba Flaming Axe. Aquello preocupo mucho a la yegua y que se giró rápidamente para volver a hablar con el Desconocido.

Vorkuta – Y ¿Tu no podrías..? – Iba a preguntar la yegua, pero antes de poder terminar de hablar, se dio cuenta de que el Desconocido ya no estaba por ningún lado –…Ayudarnos? *Suspiro* era obvio que iba a hacer eso. La próxima vez no dejare de mirarlo en ningún momento – Dijo la unicornio con un leve fastidio.

Rápidamente, la yegua fue hacia donde estaban sus amigas y estaba por contarles lo que había descubierto gracias al Desconocido, pero antes de llegar a donde estaban, se planteó un poco en lo que estaba pensando hacer. Si les decía a sus amigas que había descubierto que las princesas sabían que estaban en el bosque y que las estaban buscando, seguramente estas le preguntarían como se enteró de eso, y decirles que un desconocido que conocía de un sueño que tuvo de niña, se lo había dicho, no era algo que fueran a creerle de ninguna manera, así que prefirió guárdaselo por ahora, y tratar de encontrar una forma de decírselos sin mencionar al Desconocido.

Paso una semana en la que las yeguas estuvieron asentándose en aquel pequeño valle. Vorkuta logro convencer a sus compañeras de fortalecer mucho más todo su alrededor, argumentando que así podrían defenderse mejor si pasaba algo como lo que paso en la anterior aldea, aunque lo hacía más por la advertencia del Desconocido que por lo anterior mencionado.

Un día cualquiera, Vorkuta se encontraba explorando un poco el valle, pensando en cómo proteger y ocultar el valle desde el aire. Mientras la unicornio seguía explorando el valle, se encontró a Crazy Axe recogiendo algunas flores. La yegua tenía una cicatriz diagonal recorriendo parte de su ojo y su frente, teniendo además puesto un parche en el ojo que había perdido. Estas cicatrices fueron provocadas por aquel ataque que le había lanzado Absalón a la yegua.

Vorkuta – Hola, Crazy Axe, ¿Por qué estas recogiendo flores? – Pregunto con curiosidad la yegua, viendo que su amiga estaba algo deprimida.

Crazy – Oh, hola Vorkuta. Solo estaba recogiendo unas flores para llevárselas a mi madre – Dijo la pegaso con tristeza y nostalgia, poniendo a Vorkuta también un poco triste.

Vorkuta – ¿Puedo acompañarte? – Pregunto la unicornio con algo de tristeza. Crazy Axe asintió con la cabeza.

Minutos más tarde, Vorkuta y Crazy Axe iban caminando por el bosque camino a su antigua aldea. Ambas yeguas caminaban en silencio y con tranquilidad. Entonces, mientras caminaban, Vorkuta se dio cuenta de que Crazy Axe observaba un pequeño medallón de oro con forma de un par de hachas que sostenía en su casco. Aquel medallón llamo bastante la atención de la unicornio.

Vorkuta – Que bonito medallón – Comento la yegua con relativa calma.

Crazy – Este medallón me lo dio mi madre hace unos meses. Dijo que es una reliquia familiar que pasa de generación en generación. Me dijo que antes lo tenía su madre y que ella se lo había entregado. Ella me contó que le costó muchísimo proteger este collar y evitar que se lo quitaran en la prisión en la que estaban, y también que yo debía protegerlo a toda costa de la misma manera – Explico la pegaso mirando el medallón que sostenía en su casco – Ahora es lo único que me queda de ella junto con el hacha que hizo para mí –

Aquello entristeció a Vorkuta y mucho más a Crazy Axe al recordar a la madre de esta última. La unicornio se acercó a su amiga y le dio un cálido abrazo.

Vorkuta – No te preocupes, Crazy Axe, yo entiendo lo que estás pasando. Yo también perdí a mi madre, aunque la perdí cuando apenas era una niña, pero aun así entiendo por lo que estás pasando – Dijo la yegua con unas pequeñas lágrimas en sus ojos.

Aquella nueva información sorprendió un poco a la pegaso, que no sabía que Vorkuta también había perdido a su madre. Luego de unos segundos, Crazy Axe correspondió el abrazo de su amiga, a la vez que también dejaba salir unas cuantas lágrimas.

Ambas estuvieron abrazadas por unos cuantos segundos, hasta que algo corto su emotivo momento. A gran velocidad, un conejo fue corriendo hacia donde estaban las dos yeguas y salto con gran agilidad, quitándole a Crazy Axe el medallón de su madre. Aquello sorprendió a ambas yeguas, que rápidamente se separaron y vieron como el conejo empezaba a escapar con el medallón en su boca.

Crazy – ¡Ey! ¡Ven aquí ahora mismo! ¡Eso es mío! – Dijo la yegua dejando caer las flores que le iba a llevar a su madre y empezando a perseguir al conejo.

Vorkuta también fue siguiendo a su amiga. Las dos yeguas perseguían al conejo todo lo rápido que podían, pero aquel conejo era muy rápido e increíblemente ágil, incluso para un conejo. Aquella persecución llevo a ambas yeguas por una buena parte del bosque, hasta que ambas llegaron a una especie de cueva donde entro el conejo. Al entrar en la cueva, las yeguas pudieron ver que la misma era como cualquier otra cueva, pero mientras más se adentraban en ella, podían ver que todo se iba cubriendo de placas de hierro y que poco a poco el conejo las iba adelantando, hasta que ambas lo perdieron de vista.

A pesar de haber perdido al conejo, ambas siguieron adentrándose más y más en la cueva, ya que sabían que tarde o temprano esta llegaría a su fin. En ese momento, las dos yeguas se encontraron con un cruce de dos caminos, ambos caminos cubiertos de placas de hierro.

Crazy – Tu ve por allí – Dijo la pegaso señalando el túnel de la izquierda – Yo iré por aquí – Dijo señalando el túnel de la derecha.

Sin que ninguna de las dos se diera cuenta, una cámara justo en la intercepción las estaba observando. Dicha cámara miraba atentamente a ambas yeguas, centrándose más en Crazy Axe. Las dos yeguas asintieron con la cabeza, sin percatarse de la cámara y fueron por su respectivo túnel. La cámara siguió observando a Crazy Axe hasta que esta se alejó de su rango de visión.

Finalmente luego de mucho correr por aquel túnel, Crazy Axe vio como el conejo entro por una puerta metálica que había al final de la cueva. La yegua rápidamente entro para buscar al conejo y lo encontró a un metro de la puerta, estando parado de espaldas.

Crazy – Ven aquí, pequeño ladrón, y devuélveme el medallón de mi madre – Dijo la pegaso furiosa acercándose al conejo.

Justo en ese momento, la yegua empezo a fijarse en el sitio en que se encontraba. En el mismo había varios cadáveres bastante antiguos de yeguas, yeguas de la raza de los ponys celestes. El conejo se giró y miro a Crazy Axe. Ahí fue cuando la pegaso pudo ver la apariencia del conejo, la cual la sorprendió mucho. El conejo, en lugar de tener la apariencia de un conejo cualquiera, tenía cortadas en todo su cuerpo, pero en lugar de tener sangre en dichas cortadas, tenía claves saliendo de las mismas. Pero lo que más llamaba la atención de este conejo, es que tenía una placa de metal imperceptible en su rostro, en la que había un ojo cibernético conectado a varios cables.

Crazy – ¿Qué…? – Dijo la yegua con sorpresa en su voz.

Continuara...