Cuando Sea...

Jaune: pensamiento

Capítulo 01:

Jaune Arc, un niño de solo doce años se encontraba totalmente nervioso, la razón, se encontraba a solo centímetros de tocar la puerta que lo llevaría a realizar su primer trabajo. Y muchos de ustedes se preguntaran porque de esto, pues...

Hace un mes:

-¡Pero papá, también quiero ser un héroe como mi abuelo y tú!- decía un realmente desesperado Jaune, después de todo ya hacia una semana que emocionado le había dicho a su padre que quería ser un huntsman como él, como toda su familia, para solo llevarse una desagradable sorpresa.

-te lo he dicho un millón de veces Jaune, la vida de un huntman es demasiado peligrosa para ti- le respondió secamente el patriarca de su familia, sin ni siquiera quitar la vista de los documentos que se encontraba revisando.

-seguramente nuevas misiones- pensaba con envidia Jaune por todas las aventuras que su padre seguramente tenía en esas misiones, y por supuesto ignorando completamente las anteriores palabras de su padre - !pero papá, nunca me has dicho por qué no quieres! - diciendo esto último con un evidente puchero en su rostro.

El patriarca de los Arc solamente dejo escapar un suspiro de sus labios, sabiendo que su único hijo varón no le dejaría en paz hasta que le diera alguna razón, dejando su pluma - la razón Jaune, es porque no me has demostrado ser lo suficientemente responsable o maduro - diciendo esto si voltear a ver a su hijo, sabiendo que este seguro le diría algo o regresaría a sus juegos.

-papá, ¿y si te demuestro que puedo ser lo suficientemente responsable?, hare cualquier cosa para demostrarlo - diciendo lo último con convicción.

Lo cual hizo parar al mayor de los Arc, que finalmente se volteo a verlo - ¿Cualquier cosa dices? - recibiendo una asentida por parte del menor como respuesta - umm - cogiendo uno de los papeles de su escritorio, dándole una rápida mirada, para luego volver su vista a su hijo, cual lo miraba expectante - bueno Jaune, te daré una oportunidad - viendo como su hijo le empezaban a brillar los ojos de la emoción, suspirando para sus adentro, no sería tan fácil - sin embargo, si no me convences abandonaras cualquier noción de ser un huntman y te dedicaras a una vocación de mi escoger.

-Pero...- tratando de expresar lo injusto que le parecia lo que decía su padre, pero deteniéndose al ver la mirada que este le mandaba, agachando la pelea - de acuerdo papá.

-Jaune...- mirando expectante a su hijo.

Jaune sabía lo que quería su padre y sabia el peso si lo hacía, pero a su vez también esta era una oportunidad que le estaban dando para demostrar que tenía lo necesario para empezar en la vocación de la familia, tomando una gran bocanada de aire para tratar de parecer lo más alto posible que su pequeño cuerpo le permitía - promesa Arc... - y casi tumbándose al sentir las fuertes palmadas de su padre en su pequeño cuerpo.

Presente:

Suspirando ante el recuerdo Jaune finalmente toco a la puerta, quien diría que la prueba que le mandaría su padre sería esta, y esperando con nerviosismo a que le abrieran, no teniendo que esperar mucho al ver como una joven mujer se asomaba para luego romper en una gran sonrisa al verlo, agachándose para estar casi al mismo nivel que él - veo que Arturia tenía razón, eres como un mini Julius - sonriendo aun mas, si esto era posible, ante su gran sonrojo, para luego tomarlo de la mano - vamos, que todos te estábamos esperando.

Jaune solo se dejo arrastrar, sintiendo como los nervios le empezaban a traicionar, y queriendo decirle a la amable mujer que las sonrisas que le mandaba no le ayudaban realmente. Siendo los segundos que les tomo pasar la pequeña sala al comedor como horas para él, sin siquiera notar como finalmente se encontraba sentado en una de las sillas de la mesa, y siendo observado por tres pares de ojos curiosos y uno alegre, la mujer siendo este último.

Observando rápidamente a la familia completa, un hombre rubio fornido aunque no al nivel de su papá, la amable mujer de corto cabello negro, una pequeña niña rubia de tal vez no mas ocho años y por último otra pequeña, muy parecida a la amable mujer, de tal vez no más de seis años, siendo esta última la más nerviosa de toda la familia, incluso Jaune podía notarlo.

- Bueno - finalmente empezó la amable mujer, al ver como nadie parecía querer comenzar con lo importante - me alegro que te ofrecieras a ayudarnos Jaune, Julius me dijo como aun estando en tus vacaciones no dudaste en ofrecerte a tomar el lugar de Bianca para cuidar de nuestras pequeñas mientras nos vamos a una misión - apoyando su cabeza sobre sus manos mientras cerraba sus ojos con una expresión alegre - eres un jovencito muy amable.

Jaune no sabía que decir, después de todo así no era como había pasado, aunque para su suerte la atención de todos fue robada por la pequeña rubia que de la nada dejo caer su brazos con fuerza sobre la mesa y poniendo un puchero en su rostro.

- ¿Que sucede Yang? - siendo el hombre rubio, obviamente el padre, el que le preguntara confundido a su hija antes lo que hizo.

-Bianca me prometió que la próxima vez que hiciera de nuestra niñera me enseñaría ese truco con su aura - lamentándose aún mas ante la mirada divertida de los adultos, lo cual no duro mucho sentir como una gran mano le revolvía los cabellos, para ver que se trataba de su padre - ¿papá?

-¿eso es todo mi sunflower?- preguntando con una sonrisa - estoy seguro que Jauny te puede enseñar algunos trucos de su familia en el tiempo que les va a cuidar, después de todo el también es un Arc.

- ¿enserio? - preguntando la pequeña rubia mientras miraba al rubio con estrellas en los ojos.

-emmm, si claro, incluso le podría enseñar algo a tu hermana - diciendo con una sonrisa forzada, sabiendo que realmente no tenía mucho que enseñar, solo el curso exprés que le dio una de sus hermanas mayores antes de venir, y saliendo abruptamente de sus pensamientos al sentir dos pesos extras en su cintura viendo que se trataba de las dos hermanas que lo miraban con estrellas en los ojos - ummmm - suspirando para sus adentros al ver como aparentemente ambas no lo soltarían pronto, volviendo la mirada a los adultos y darse cuenta que estos no serían de mucha ayuda tampoco, ya que ambos miraban la escena complacidos ante lo que veían - argh - poniendo una mano en su frente.

Las siguientes horas se pasaron volando para el joven Arc, entre ayudar a la pareja a tener todo preparado para su misión y dejar todo listo en su hogar para que así no hubiera ningún inconveniente con sus hijas, a darle varias reglas que tenía que seguir al pie de la letra, para finalmente encontrarse en el pórtico mientras a cada lado se encontraba una de las hermanas sujetando sus manos, estaba sorprendido lo rápido que las niñas se habían relajado ante su presencia.

- ¡Nos vemos en dos meses Ruby, Yang, y no le causen problemas a Jaune!-

-¡Te las encargo Jauny!-

Siendo estas las últimas palabras de los padres antes que se perdieran ya completamente de vista en el camino que los llevaría al pueblo de Patch.

Rompiendo el silencio un gran bostezo de la rubia a su izquierda, ocasionando que su hermana diera una risita ganándose una mirada de molestia por esta que se preparaba en responder más físicamente, pero ambas desviando la mirada de cada una al sentir como el joven al medio de ellas posaba su mano en sus cabellos - bueno, ha sido un día agotador para todos, deberíamos ir a descansar, mañana será un gran día después de todo por lo menos para mí - poniendo sus manos a sus espaldas y dirigiese a las habitaciones de las niñas.

Sin embargo parecía que la suerte no estaba del lado de Jaune, casi nunca lo estaba aparentemente - emm, podrían repetirlo, creo que escuche mal - mirando confundido a ambas niñas que se habían detenido en la puerta, que habían abierto, de la habitación matrimonial - no hay manera que hayan dicho eso.

Por su parte Yang y Ruby no entendían cual era el problema - que duermas con nosotras - repitió Yang - Bianca siempre lo hacía cuando hacía de nuestra niñera.

-sí, mi hermana menciono algo así, pero...-

-prometiste que harías lo que fuera para que estemos felices - cruzándose de brazos - pensé que los Arc siempre cumplían sus promesas, Bianca siempre nos dijo eso.

Jaune se quedo sin palabras, ya que era cierto lo que la rubia decía - sí, pero... - volviendo su mirada a la menor de ambas para ver como esta lo miraba expectante, haciéndole suspirar - bien, tienes razón Yang - siguiendo al par, de muy contentas, hermanas, las cuales no tardaron en acurrucarse a su lado una vez este se encontraba tendido en la cama - buenas noches Yang y Ruby - preparándose para la que sería una nueva experiencia, incomoda ya que nunca había dormido con alguien más, para él, cerrando los ojos.

-Jaune-

-...¿si Ruby?-

-antes de dormirnos, ¿me cuentas una historia?, Bianca siempre lo hacía- diciendo lo último casi inaudiblemente, aunque Jaune rápidamente noto el tono esperanzador de la pregunta, Ruby realmente quería escuchar una historia.

Suspirando para sus adentros y contando mentalmente hasta diez, Jaune finalmente respondió - claro Ruby - tratando se sonar lo más alegre posible a pesar de su cansancio, tenía que ser fuerte, después de todo ni siquiera era el primer día - Hace mucho tiempo existía un rey...

Dos semanas después:

Jaune tenía que admitir que a pesar de ser un trabajo duro cuidar de dos menores completamente solo, Yang y Ruby habían obtenido su cariño rápidamente, ya no solo se trataba de cumplir el reto de su padre, ahora realmente quería que ambas hermanas estuvieran contentas mientras sus padres regresaban de su misión.

-¿Jaune?-

A claro, también había ayudado a que tomara esa decisión a que Ruby empezara a seguirlo a todas partes ya que aparentemente la pequeña empezó a emparejarlo con los caballeros medievales de las muchas fábulas que le habían leído antes, más aún cuando Jaune le contó que todos en su familia usan el combo de espada con escudo como armas - ¿si Rub...ufff - ah, y como olvidar la costumbre de la menor en correr para abrazarlo en el estomago - para ser una niña tan tímida, me sorprende lo cariñosa que puede ser con los que considera cercanos - no pudiendo evitar pensarlo - ¿y Yang? - preguntando al ver como la rubia no se encontraba cerca.

Como recordando algo, Ruby solo se limito en darle un pedazo de papel, a lo cual Jaune solo se resigno - veo que volvió a salir con sus amigos - obteniendo como respuesta una asentida, si Ruby era tímida, Yang era completamente lo contrario, y de el trabajo que tenía, la rubia era la que le causaba mayor cantidad de problemas en mantener la compostura. Su instintos protectores de hermano mayor realmente surgían cuando se trataba de Yang y sus escapadas, ya tres en solo su primera semana.

-Nadie pensaría que solo tiene ocho años- sintiendo un ligero apretón en su estomago, para mover su mano sobre la cabeza de la hermana que se encontraba con él actualmente - no te preocupes Ruby, ya sabes que si se demora mucho - mostrando una pequeña libreta - aquí tengo los teléfonos de las casas de todos sus amigos - y si, efectivamente Summer, la mamá de Yang y Ruby, le había entregado aquella libreta, sabiendo de ante mano lo que su hija haría.

-Bueno Ruby, viendo que tu hermana no está, y aun tiene unos horas antes que la busque, ¿Que te gustaría hacer? - siendo la respuesta, y nada de sorpresa para Jaune, Ruby solo señalo el libro que tenía - realmente te gusta ese juego no pequeña Ruby - para ver como la pequeña solo le sonreía.

Y que juego era, pues como ya se había mencionado, a Ruby le encantaban los caballeros, así que no era sorpresa que su juego favorito era el del caballero rescatando a la doncella, donde sí, Jaune era el caballero en brillante armadura y Ruby la doncella.

Poniéndose en la pose que Ruby le había enseñado hace unos días, Jaune se aclaró la garganta - ¡Tus días están contados dragón, Sir Arc ha llegado por su princesa! - empuñando la imaginaria espada y señalando al igual imaginario réptil, mientras Ruby se ponía en posición sobre una pequeña roca con una clara expresión de alegría.

Varias horas después:

Jaune no se encontraba del mejor humor, se encontraba sucio y algo golpeado, nada grave realmente, no para un Arc. Sin embargo lo grave era que había usado el poco entrenamiento que tenía en subyugar a un grupo de civiles, bullies, pero civiles al fin y al cabo, no se sentía nada orgulloso por ello. Y la razón de porque de tales acciones, pues la razón se encontraba sujetada de su mano, una magullada Yang, cabizbaja - lo siento Jaune - a lo que Jaune ignoro el intento de disculpa.

-Ya hablaremos cuando lleguemos- efectivamente haciendo que la pequeña Yang volviera a mirar al suelo mientras trataba de controlar sus lágrimas.

No tardaron mucho en llegar a la residencia Long, ni tampoco en sentarse en la sala, donde Jaune se sentó enfrente de ambas hermanas, nada de que sorprenderse de cuando Ruby vio el estado de Yang decidiera quedarse cerca.

Tomando un poco de aire, y sabiendo que lo mejor era llegar al fondo del asunto lo más rápido posible, Jaune comenzó con la pregunta más obvia - ¿Porqué lo hiciste Yang? - no desviando su vista de la aún cabizbaja niña, para a los minutos escuchar un murmullo de parte de esta - ¿qué dijiste?

-¡ellos hablaron mal de nuestros padres!- explotando finalmente, levantando su cabeza de golpe y mirando fijamente al joven Arc, asustando a la menor de ambas - ¡Dijeron que somos una familia de salvajes! - apretando fuertemente sus pequeños puños - ¡tenía que hacerles pagar!

Jaune por su parte no se sorprendió tanto, el sabía que aun habían personas que no aceptaban a los huntmans, su familia pasaba por lo mismo ocasionalmente, a pesar de ser una de las familias de huntmans mas famosas aun vivas y por eso mismo sabía que lo que había hecho Yang estaba mal - pero no lo hiciste.

-¿Qué?-

-dije que no lo hiciste Yang, es más, te pusiste a ti misma en peligro- mirando seriamente a la menor, viendo como esta lo miraba con los ojos abiertos de sorpresa, a su vez que su hermana la miraba preocupada - Yang, se que aún eres muy joven, yo aun lo soy también, pero hay algo que tienes que entender al ser de una familia de hunters - parándose de donde estaba para pasar donde las hermanas, cargando a la rubia para ponerla en sus faldas, abrazándola en el estomago - nosotros no somos iguales a los demás en Remnant, y la personas tienden a temer a lo que no entienden Yang.

-Pero no es justo...-

-Se que no lo es, pero lo que paso no es lo único injusto aquí Yang- viendo como la niña se volteaba para verlo confundida - lo que también es injusto es como nos hiciste que nos preocupáramos, a mi y Ruby, no sabes cómo me sentí cuando te encontré Yang - diciendo esto último casi en un susurro, abrazando un poco mas fuerte a la menor.

-Lo siento...-

-Mientras no lo vuelvas a hacer, todo estará bien- recibiendo como respuesta una ligera asentida, haciéndole sentir un poco mejor, pero no menos preocupado por las tendencias impulsivas de la menor, esperando que nada peor suceda - bueno, ahora ve y date un baño - no esperando que la pequeña rubia negara con la cabeza - ¿Yang?

-¿Podrías ir conmigo?-

-¿Qué?

-Bianca a veces nos acompañaba- mirando expectante al mayor - ¿Por favor?

Sin creer lo que escuchaba, Jaune solo se limito a ver a las hermanas, cual de nuevo, estaban usando esa mirada con lo que lo convencían en todo -...está bien...

Dos semanas después:

Que rápido había pasado un mes, Jaune no creía lo rápido que había pasado el tiempo y lo mejor de todo es que al parecer todo iba bien con la tarea que su padre le había encomendado, y hablando de eso Yang fiel a su palabra no se había vuelto a meter en problemas, más aún ahora no solo Ruby pasaba tiempo con él, Yang también. Parecía como si hubiera ganado dos hermanitas nuevas, lo cual a su mente le ayudaba mucho, porque si las trataba como unas hermanitas más, todas las peticiones que ambas le exigían de tanto en tanto dejaban de ser incomodas, después de todo, todas ellas las había hecho también con su hermanas menores antes. En total todo estaba yendo genial...o eso le gustaría pensar, porque no podía quitarse de la cabeza que algo malo estaba por suceder, si tan solo algo le distrajera de sus pensamientos.

Y no tuvo que esperar mucho por ese algo, y este algo vino por un, muy lento gancho por parte de Yang, el cual el solo esquivo ladeando un poco su torso y dejando que la pequeña Long pasara de largo y saludando al pasto con su rostro.

-Tienes que ser más rápida y menos predecible Yang- diciendo por quinta vez desde que la pelea de practica había empezado. El porqué de esta, la mejor forma de mantener entretenida a Yang, y de paso a Ruby. Yang por estar casi obsesionada con seguir los pasos de su padre, Déjà vu, y Ruby, pues Ruby había escogido el escudo y espada de madera que Jaune se encontraba usando, aparentemente verlo usar algo que ella había escogido le alegraba mucho.

Bloqueando con el mencionado escudo un nuevo golpe de la menor y re dirigiéndola nuevamente al pasto del patio de los Long - aunque es un poco triste que una niña de ocho años me cause tantos problemas, por más que no lo muestre - Y era cierto ya que a pesar de que para Ruby y Yang pareciera que Jaune se encontraba totalmente bien, cada vez que uno de los puños de la rubia impactaban en el escudo de madera, el joven Arc sentía su brazo vibrar - supongo que esa es la diferencia de entrenar desde joven a solo recibir un acondicionamiento físico - Jaune ya podía ver la excelente huntress que Yang sería en un futuro, y estando completamente seguro que si él no hacía nada, Yang en un par de años le ganaría sin mayor esfuerzo.

Hablando de Yang, volviendo su vista a la menor, Jaune vio como esta solo se sentaba dándole la espada - y conociéndola seguro tiene un puchero en este mismo instante - acercándosele para felicitarle y a los segundos encontrarse boca arriba con una Yang en su pecho sonriendo de oreja a oreja, no pudiendo evitar parpadear ante lo ocurrido.

-¡te engañe!- dijo finalmente una triunfante Yang.

A lo que Jaune no pudo evitar sonreír un poco - pues sí, me engaño, aunque no me sorprende tanto la verdad - volviendo su cabeza al sentir una pequeña mano en la su cachete y por segunda vez no sorprendiendo al ver a una preocupada Ruby.

-¿estás bien Jaune?- preguntando, pero no sin antes mandarle a su hermana mayor una mirada de reproche, ante la indignación de esta - deja que Jaune se levante Yang - a lo que la mayor obedeció de mala manera, moviéndose del pecho del rubio.

-Gracias Ruby- a lo que la pequeña le mando una sonrisa - y bien hecho Yang - esperando una sonrisa por esta también, pero mirando confundido como esta solo le desviaba su mirada regresando a la casa - ¿hice algo? - volviendo su vista a la menor de ambas para ver como esta solo se había quedado mirando la espalda de su hermana mayor - ¿Ruby?

-Yang...- dándole una última mirada Jaune, para seguir a Yang lo más rápido que sus pequeñas piernas le permitían.

Algunas horas más tarde:

Jaune odiaba cuando sus presentimientos se hacían realidad, y en especial cuando estos pasaban cuando a él se le ocurrían sus grandes ideas, insertando sarcasmo, cual fue esta vez, pues ir al pueblo y comprar un helado para levantarle el animo a ambas hermanas. Que salió mal, cuando llego a la casa no había hermanas y en la habitación matrimonial bajo la almohada que usaba Yang encontró la fotografía donde aparecía su padre con otra mujer.

-Por lo menos ahora ya sé porque ambas no se parecen- refiriéndose a las hermanas, al mismo tiempo que trataba de darle un poco de humor a lo desesperante de la situación, lo cual no funciono, ya que el rastro que encontró del viejo carrito de Ruby no le llenaba de calma, ya que este se dirigía a un bosque donde los padres de ambas le habían dicho explícitamente que nunca entraran solos - como amo mi vida - adentrándose aun mas en el bosque mientras seguía el rastro dejado por el carrito.

Yang y Ruby por fin habían llegado a su destino, una derruida y vieja cabaña, Yang despierta y Ruby dormida en el carrito, y en este momento Yang deseaba con todas sus fuerzas haber hecho caso a su hermana menor y haber esperado a Jaune, comiendo en estos mismos momentos un delicioso helado - no creo que volvamos a comer un helado - pensó una parte sínica de su mente, después de todos, los muertos no comen, viendo en cámara lenta como las garras de tres beowolfs se acercaban rápidamente a ellas, cerrando fuertemente los ojos ya que ni fuerzas tenía para gritar, solo deseando que todo terminara rápido para ella y su pequeña hermana.

Sin embargo los segundos pasaron y no sintió ningún tipo de dolor, pero lo que si sintió fue un miedo diferente, no por ella si no por alguien más, ya que claramente había escuchado un grito ahogado de una voz ya muy conocida para ella. Abriendo los ojos para ver como el joven Arc se encontraba en frente de ella sujetando su ensangrentado brazo mientras a sus pies yacían los restos del rudimentario escudo de madera que había estado usando en sus entrenamientos.

-¿Jaune?/¡Jaune!- siendo ambas hermanas las que digieran el nombre del joven, Yang no creyendo lo que veía y la pequeña Ruby en angustia, que se había despertado por el grito para solo ver a su caballero cubriendo su ensangrentado brazo.

-¡Yang, cubre a Ruby!- agarrando un pedazo del destrozado escudo y usándolo como un estaca mientras lo agitaba frenéticamente.

-¡Pero...!-

-¡Solo haz argh!- no terminando lo que iba a decir ya que los beowolfs para nada intimidados por el niño simplemente dieron otro zarpazo hiriéndolo esta vez en parte de su torso mandándolo a rodar a unos pies de las asustadas hermanas - diablos... - ladeando su rostro para ver a Yang - tienen que irse de aquí - tratando se erguirse nuevamente, pero fallando -...mientras están entretenidos conmigo.

Yang no quería, Ruby tampoco, y cuando ambas niñas levantaron su vista hacia las abominaciones no pudieron evitar ver como estos parecían sonreírles con una expresión de burla cruel. Parpadeando y no entendiendo lo que veían, o lo que no veían ya que ahora no había ningún beowolf. Es mas eso les dio la esperanza que tal vez todo había sido una pesadilla, pero el gemido de dolor de Jaune las volvió a la cruel realidad, apresurándose a su lado, ni siquiera dándose cuentas de las pisadas que se detuvieron a sus espaldas, por la preocupación que sentían.

-je, Julius definitivamente no se equivoco contigo muchacho- dijo la voz de una persona muy conocida para las hermanas, tomando al joven Arc en sus hombros - regresemos a casa.

Una semana después:

Desde el accidente muchas sucesos habían sucedido, y no todos buenos. Una de las malas noticias era la razón por las que el tío de la hermanas había decido regresar, aparentemente la misión de sus padres no había ido lo mejor posible haciendo que ambos salieran heridos, mas Summer que Taiyang, sin embargo ambos estaban bien, aunque tendrían que tomarse unas vacaciones del trabajo de hunters por un tiempo. Eso tranquilizo enormemente a las hermanas para encargarse de un asunto más importante o más bien, alguien, por más que ninguna de ellas realmente estuvieran preparadas para tal tarea.

Y eso era una de las razones por las que Qrow miraba divertido la escena en la sala de la residencia Long, al igual que Summer y Taiyang. Que era lo divertido, pues ni Yang, ni Ruby querían que nadie a parte de ellas atendieran a Jaune, después de todo, era su culpa que él estuviera todo vendado, por más que Jaune insistía que no se molestaran, y realmente insistía, ya que las habilidades culinarias y medicas de un par de niñas no eran tan refinadas, por decirlo menos.

Siendo el momento interrumpido por la puerta de la residencia Long abriéndose, y dejando paso a un conocido hombre para todos los adultos presentes y Jaune, el cual se acercaba a paso seguro al joven Arc ante su nerviosismo y la miradas desconfiadas de la pequeñas - Jaune - mirándolo seriamente.

Jaune solo tragó saliva, ya que él sabía que si su padre había venido por él, y antes de lo acordado, solo significaba una cosa, y es este hilo de pensamiento que hizo que se confundiera de sobre manera al ver como su padre rompía en una enorme sonrisa - ¿Papá?

-JAJAJAJAJA- golpeando fuertemente el hombro de su hijo y ignorando completamente el gemido de dolor de este - ¡no puedes haberme hecho más orgulloso hijo! - levantando a su hijo de golpe y cargándolo como un saco de papas, ante las miradas de horror de Ruby y Yang, y las de picardía de los adultos - lo prometido es deuda como dicen hijo, es hora de ir a casa y comenzar el entrenamiento Arc - dando una casual despedida a la familia Long dirigiéndose a al bullhead que se encontraba afuera esperándolo, seguido por unas indignadas Yang y Ruby.

-Me sorprende que no digieras nada Tai, o que detuvieras a tus hijas-

-¿Que quieres decir Qrow?-

Qrow levanto una ceja - realmente no se da cuenta - bueno, Tai nunca había sido el mas inteligente del grupo - te das cuenta que tus hijas han formado un lazo fuerte con el niño Arc, después de todo no todos los días un chico se pone en peligro por un chica - suspirando al ver como su viejo amigo no entendía - Tai, por mas niñas que sean, eso debió dejar una fuerte impresión en ellas.

A lo que Taiwang solo parpadeo un par de veces, para luego solo sonreír - Qrow, tu lo has dicho, son solo unas niñas, aun ni piensan en eso.

-A eso no...olvídalo- volviendo su vista a sus sobrinas que por fin habían atrapado al patriarca Arc, cual las miraba curioso, al igual que los otros adultos.

-¿Que pasa señoritas? ¿acaso quieren darle algo a mi hijo antes que nos vayamos?- intrigándose un poco al ver como ambas niñas se miraban para luego ser la menor que asintiera - ¿y que podría ser?

-una promesa señor Arc- dijo finalmente Yang, captando rápidamente la atención de todos, ya que para una niña Yang en estos momentos sonaba muy seria - Ruby y yo hemos decidido que cuando seamos mayores nos casaremos con Jaune - siendo amabas niñas sacaban se paraban orgullosas por su declaración.

Esa declaración tomo por sorpresa a todos, siendo el patriarca el primero en hablar - ¿oh? - agachándose al nivel de ambas - si realmente quieren cazarse con mi hijo, tienen que volverse las huntress mas fuertes, después de todo unirse al legado Arc no es fácil - poniendo una mirada seria, sabiendo que aunque fueran niñas tenía que ser claro - ¿podrán hacerlo? - viendo como ambas asintieron con seguridad, haciendo que Julius sonriera ampliamente de nuevo - ¡Bien! estoy seguro que Jaune se sorprenderá cuando se le propongan - señalando a su inconsciente hijo, y subiendo al bullhead mientras se despedía amicalmente de todos, los presentes.

Summer Rose, por su parte no pudo evitar voltear a ver a su estupefacto esposo y decirle - ¿decías?


Que tal a todos, bienvenidos al final del capítulo.

Bueno, ahora a un punto que seguro notaron, se han cambiado algunas partes del canon, en especial el más aparente que es la edad de Jaune a referencia de los demás protagonistas, pero no se preocupen, no todo va a cambiar.

Espero que le haya gustado.