He vuelto con otra historia, que esta vez será la definitiva de Naruto cross Boku no hero, esta historia será algo mas oscura de lo que pinta, quiero hacerla parecida a 'Un sennin entre héroes' pero ya saben diferente para no ser repetitivo.
Sin más disfruten.
Disculpen los errores ortográficos.
"hablar" personaje hablando.
"Hablar" personaje pensando.
"Hablar" nombres de las técnicas.
(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.
############ Cambio de escenario o lugar.
Capitulo 1: No soy un héroe…
En este nuevo mundo algunas personas nacían con habilidades que eran especiales y poderosas, como también nacían con habilidades que no tenían muchas utilidades, un mundo donde el 90% de las personas nacían con habilidades que podrían ser vistas como Keken genkai en su mundo, obviamente cuando estos poderes surgieron hubo personas que tomaran ventajas de ellas para tener una vida mas sencilla, involucrando robos, intimidación, asesinatos y demás.
El mundo iba en picada y sucedió algo interesante, otras personas usaron sus habilidades para enfrentar a aquellos que abusaban de sus bendiciones, estos fueron nombrados como 'héroes', solo eran buenas personas asiendo lo correcto, pero lo bueno no es conocido por durar mucho, a alguien se le ocurrió la brillante idea de que ser un 'Héroe' podría ser un profesión, no era tan mala idea ya que para eso también estaban los policías, bomberos, soldados, paramédicos, personas que eran compensadas por sus esfuerzos en ayudar a los demás para hacer un mundo mejor.
Pero todo sistema se corrompe y este no fue diferente, ya que cualquier personas con poderes quería ser un Héroe, no por ser lo correcto, sino por fama, dinero, reconocimiento, un verdadero héroe nunca esperaba nada a cambio, solo asía lo que creía correcto, todo estaba mal, los niños desde pequeños solo quieren ser como los héroes que admiran, solo para en el futuro cambiar y ver por sus propios objetivos.
Era un mundo hipócrita, pero entre el medio de la oscuridad siempre había un rayo de luz, All might, una persona que merecía el titulo de héroe, era extraño que este hombre sea visto como un símbolo de paz, ya que la paz es algo que se crea entre los demás, no All might protege esa paz con sus propios puños, algo de respetar, no utilizar la rama de olivo para llegar a la paz entre enemigos, sino aplastarlos para evitar que perturben la paz, podía respetar al sujeto por sus acciones.
Además de cumplir con algo que era parte de su código el cual aprendió de los grandes Hokages de la historia, la voluntad de proteger a los tuyos y demás sin importar el preció, incluso si esto significa sacrificar tu cuerpo y alma, el auto sacrificio, el acostarte sobre el alambre para que los demás pasen sobre ti, ser ese escudo para aquellos que lo necesiten.
Pero…
Aun así, aunque respete a All might, el cometía un error que no se debe de cometer nunca, dejar vivir a tus enemigos, a aquellos que atentaron contra tu vida y el de las personas que amas, es un grabe error que lamentaras toda tu vida, aun así debía de respetar los ideales de los demás, esa era una de sus propias reglas que le inculco su maestro.
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"¡Uzumaki deja de pensar en estupideces! ¡A casa!" fue el grito de un hombre de gran tamaño que tenia una apariencia de montañés con su gran barba castaña, cargando una gran viga la dejo en el suelo para limpiarse el sudor de su frente, el lugar donde se encontraban era un área de construcción en el cual se estaba construyendo un edificio, "Pasa por tu paga niño, hiciste un buen trabajo" dejando la toalla en su hombro camino a la salida con sus demás trabajadores.
"…" el Uzumaki nombrado por el obrero rompió una gran piedra con un pico, con calma coloco el pico en su hombro, quitándose su casco amarillo mostro su cabello rubio en picos, el chico tenia al parecer 14 años, era delgado y atlético, tenia ojos azules y unas marcas en sus mejillas que se asemejaban a los de un gato, en su frente llevaba unas vendas las cuales también cubrían por completo su ojo derecho y parte de su mejilla, midiendo 1,60 de altura y con físico hecho para el trabajo duro, vestía unos pantalones oscuros gruesos y una camisa blanca que estaba empapada de sudor.
En silencio y con una expresión relajada dejo el pico junto con su casco, viendo que estaba atardeciendo suspiro, caminando junto a los demás hombres con quienes trabajaba fue a la salida donde estaba un mujer dando los cheques de pagos a los trabajadores, la mujer mostró tener solo unos veinte siendo esta la linda hija del capataz, cuando llego su turno en la fila, la mujer extendió el cheque al adolecente, "Buen trabajo Naruto-kun, espero verte mañana"
"Gracias Yumi-san" agradeciendo con una delgada sonrisa salió de la construcción, pasando los minutos camino por las calles, era extraño la diferente que hacia los mundos de uno del otro, la tecnología era avanzada, demasiado a su parecer, pero la consecuencia de tanta tecnología se mostraba en la dependencia de esta.
Siguiendo su camino pasaron los minutos y llego a una tienda, entrando tomo algunas bebidas, sin que nadie lo viera entro al baño, solo para que luego una persona adulta con cabello oscuro saliera, pagando por las cervezas salió de la tienda y en un estallido de humo se mostro de nuevo a como era antes, guardando las bebidas en su mochila llego asta las zonas bajas de la cuidad, no se sorprendió al ver mujeres en las esquinas ofreciendo servicios o algunos sujetos con miradas amenazantes qué solo salieron de su camino.
Ya era conocido en su hogar que era un persona quien no debería de ser molestado, el romper y casi arrancar el brazo a un idiota que quiso robarle era prueba suficiente que no era alguien con quien deberían de meterse, llegando asta unos apartamentos subió asta el ultimo piso y abriendo la puerta mostro un sombrío, pequeño y casi vacío hogar, "Estoy en casa…" sin esperar una respuesta entro y saco las bebidas de su mochila, sin pena comenzó a beber.
Acercándose a su ventana permaneció en silencio mirando la ciudad, con su único ojo visible saco de su cuello un collar con guardapelo, abriéndolo observo una fotografía de el mismo teniendo tres años de edad cargando a una niña de solo un año de edad de cabello pelirrojo, "Oh que triste… me vas a hacer llorar" el Uzumaki solo ignoro la voz femenina que provenía dentro de su cabeza, cerrando el guardapelo lo guardo con cuidado y seguido bebiendo ya abriendo la tercer lata, "¿Planeas ignorarme para siempre?" fue la pregunta de la voz que se torno mas maliciosa y seductora.
"Solo hasta que yo muera" fue la simple respuesta del chico que miro el cielo perdiéndose entre las estrellas, sin embargo fue interrumpido cuando todo a su alrededor cambio y se vio en un oscuro lugar con paredes que no parecían tener fin y agua que llegaba asta sus tobillos.
"Tus palabras hacen que mi corazón duela, como no tienes idea…" entre las sombras de la oscura cueva se mostro una figura, una hermosa mujer alta de 1,85 m apareció, tenia el cabello rojo como el fuego, tenia la piel pálida y unos brillantes ojos rasgados rojos como la sangre, unas marcas que se asemejaban al que el Uzumaki tenia, lo que mas llamaba la atención era su estado de desnudes, tenia una figura que solo se podría llamar divina, unos grandes pechos copa E que desafiaban la gravedad al mantenerse firmes, una pequeña cintura y unos grandes caderas que bajaban para lucir sus largas y formadas piernas, sonriendo con malicia la mujer se acerco y acaricio el cabello del chico que estaba aun sentado en el agua.
"Tu no tienes corazón…" fueron las grabes palabras del rubio que miro con furia a la mujer que solo sonrió aun mas.
"Mi pequeño Naruto-chan… recuerda tu lugar" su sonrisa se torno oscura cuando una orejas grandes de zorro se formaron sobre su cabellera y unas nueve colas titánicas se formaron detrás de la mujer que paso su mano por el rostro del rubio, solo para tomarlo del cuello con fuerza y obligarlo a que la mirara, "Tu solo eres mi juguete, solo una pequeña alimaña que podría aplastar si quisiera… pero que tal si voy por ella" acercado su rostro al del adolecente sonrió con lujuria, acercándose izo que el los labios de ambos casi se tocaran y sintieron el cálido aliento de uno del otro. Pero la sonrisa de la pelirroja se rompió cuando el adolescente la pateo en el estomago y salió de agarre para caer en el suelo con agua, la kitsume no se mostro afectada por el golpe, pero si por el rechazo.
"¡Tenemos un trato! ¡Tú no la tocaras!" grito con fuerza el Uzumaki que estaba de rodillas en el suelo, cuando iba a levantarse el pie de la pelirroja se lo impidió, siendo sometido solo pudo mirar con odio a la Kitsune que solo sonrió con burla.
"Lo se… y parte del trato es que tu estas a mi merced, lo que yo diga debe de ser acatado, sin quejas… ni resistencia" las colas de la Kitsune se movieron de forma lenta para rodear a ambos, en silencio la mujer quito su pie sobre el adolecente y se arrodillo, quedando junto a el se acerco a su oreja, "Porqué tu eres mío ahora y para siempre…" susurro con una voz oscura y baja solo para que después todo se volviera oscuro para el Uzumaki que cerro los ojos.
Volviéndolos a abrir los ojos se encontró de nuevo en su apartamento, "…" viendo a su alrededor vio que ya había acabado de beber las bebidas y el alcohol ya comenzó a actuar, sintiendo la pesadez en su cuerpo suspiro, la única forma de ahogar el dolor, con alcohol, ya entendía por que los veteranos bebían tanto. Levantándose del marco de la casa de la ventana se arrojo a su cama y solo miro el techo, poco a poco fue cerrando sus ojos para luego quedar dormido.
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Otro día, la misma rutina, el Uzumaki se levanto de su cama con una débil resaca que solo a los minutos desapareciera, la ventaja de ser el jinchiruki del Kyubi, o al menos una parte de esta, los recuerdos aun estaban frescos en su mente.
Flash back:
Konoha estaba en llamas, el ataque de la bestia con cola mas poderosa solo causaba estragos en el pueblo, los shinobis estaban dando sus vidas por su aldea, ya siendo batallando contra la bestia con cola o rescatando la mayor cantidad de personas que podían.
"¡Ahg!" un niño de tres años rubio era cargado por un adolecente de ya 16 años de edad el cual tenia el cabello plateado en punto, tenia su ojo izquierdo cubierto y una mascara que ocultaba la zona inferior de su rostro, el joven tubo que dar varios saltos y derrapar para evitar caer cuando un edificio en llamas colapso.
"¡¿Kakashi-nee adonde vamos?!" pregunto gritando el niño en la espalda del shinobi que estaba enfocado en como la bestia de las nueve colas era aplastado por un sapo gigante invocado por su maestro, solo para después desaparecer en un destello dorado.
"¡Debo de llevarte con sensei!" respondió el adolescente que estaba dándolo todo para correr lo mas que podía, pasando entre los edificios en llamas ignoro los pedidos de ayuda de los civiles que estaban en el fuego cruzado del biju y los shinobis, pero esto fue visto por el niño que escuchaba claramente los pedidos de ayuda.
"¡Para ahí que ayudarlos!" sus gritos fueron ignorados por su figura de hermano mayor que siguió corriendo, apretando los dientes el chico rubio quiso saltar de la espalda del shinobi, sin embargo este lo tomo con mas fuerza, "¡No podemos dejarlos! ¡Deten-"
"¡No podemos salvarlos a todos! ¡Tú eres más importante!" dijo con determinación y luego guardo silencio, el shinobi miro con seriedad al Uzumaki que solo guardo silencio ante el fuerte grito, siguiendo adelante el joven Hatake llego asta los bosques de Konoha, justo a tiempo logro pasar para que una especie de campo de fuerza hechas de cadenas doradas apareciera.
Los dos chicos vieron como la gran bestia de las nueve colas era atada por cientas de cadenas doradas que salían de una fatigada Kushina Uzumaki que cargaba un bulto en sus brazos, "¡Oka-san!" saltando de la espalda del shinobi corrió a su madre, llegando asta ella se arrodillo a su lado.
"Naruto-chan…" con cansancio la mujer de cabello rojo solo sonrió ante la llegada de su hijo mayor, bajando el bulto en sus brazos mostró una pequeña bebe de solo unos minutos de nacida, "Mira… Ella es Natsumi… tu hermanita" dijo con debilidad mostrando a la pequeña a su hijo que solo observo a la pequeña, mientras tanto en las cercanías el Yondaime estaba formando un largo trazo de sellos complejos.
"Bien hecho Kakashi" agradecido el rubio Namikaze palmeo el hombro de su alumno que aun respirando de forma agitada asintió con la cabeza, poniéndose mas serio izo que un altar apareciera y una figura espectral apareciera detrás de el que solo fue vista por el y la bestia que forcejeo aun mas en sus ataduras, "Naruto…" llamando la atención de su hijo este vino ante el.
"Oto-san…" dijo de forma lenta mientras cargaba a su hermana que fue tomada por su padre y la coloco en el altar, mientras que el fue puesto frente al altar, su padre sonriendo con calma palmeo su cabeza con cariño.
"¡Minato espera! ¡No ellos no! ¡Les pondrás un carga que nadie debe de llevar!" fue el grito de Kushina que intento llegar asta sus hijos, sin embargo toda su concentración estaba en mantener en raya al biju, si se movía arriesgaba la vida de todos, Naruto miro a su padre con temor, pero su padre izo que lo mirara de nuevo.
"Recuerdas lo que hablamos verdad… un shinobi" comenzó con una voz cada vez mas débil mirando a los ojos a su hijo.
"Siempre debe de velar por su aldea, sin importar el costo" termino de completar las palabras de su padre que sonrió de forma débil.
"Cierto… ahora como Hokage te nombro un shinobi de Konoha" poniéndose de pie la dio la espalda a su hijo, mirando a la bestia con cola choco sus manos y formo un sello de manos, "Como ultima orden de Hokage debes de prometerme las siguientes condiciones…" con sangre bajando de su boca sintió que su visión se estaba dilatando, "Proteger y cuidar tu aldea…"
"Lo prometo" fue la respuesta débil del chico que bajo su cabeza, a su corta edad ya sabia como era el mundo que lo rodeaba, sabia que ahora estaban en peligro y que su padre se encargaría de solucionarlo, pero a la costa de su propia vida.
"Que siempre valorizaras la seguridad de tus camaradas, estarás dispuesto a hacer lo que sea para lograr que la aldea sea prospera y disfrute de la paz… sin importar el costo" dijo con seriedad mientras sentía como la mano de Shinagami lo atravesaba e iba directo al Kyubi, otra mano lo atravesó para repetir la misma acción.
"Lo prometo" cerrando sus ojos el niño solo pudo llorar en silencio, pero tubo que abrirlos cuando vio a su padre caer de rodillas, este con lentitud volteo para quedar frente a frente con su hijo.
"Que tu…" levantando sus manos se quito su bandana manchado con su sangre, de forma lenta de acerco para atarla en la frente del pequeño Uzumaki, "… protegerás a tu familia… a tu Oka-san… y a tu hermana menor…" poco a poco fue perdiendo el brillo en sus ojos.
"¡Lo prometo!" grito el rubio que solo fue testigo de un fuerte brillo y lo ultimo que vio fue la sonrisa llena de orgullo de su padre, la bestia de las nueve colas fue dividido en dos, una esfera negra con detalles rojos y la otra era naranja con destello blancos, la esfera mas oscura fue directo al pecho del chico que sintió el fuerte ardor en sus adentros, en cuanto a la esfera naranja esta fue asta la niña pequeña en el altar que comenzó a llorar cuando la esfera se fusiono a ella.
"…" poco a poco el cuerpo de Minato fue cayendo, no sin antes que su alma fuera arrancada y devorada por el Shinagami, el cuerpo mal trecho cayo asía adelanta para ser atrapado por el pequeño rubio que solo pudo abrazar el cuerpo de su padre, las lágrimas salían sin parar y con un grito desgarrador lloro por el sacrificio de su padre.
Fin Flash back:
"…" frunciendo el ceño el shinobi se levanto para ir al baño, llegando asta frente a su espero se quito la venda de su frente para mostrar una vieja bandana con el símbolo de la hoja tallado, solo que esta estaba marcada por una ralla que delataba el hecho de ser ahora un ninja renegado, aun con su ojo derecho cubierto paso su mano por el.
Suspirando se quito la ropa para mostrar su cuerpo el cual estaba trabajado por el duro entrenamiento el cual llevo desde joven, pero también cargaba con grandes cicatrices, en especial una que atravesaba su pecho, siendo esta una herida producida por una espada, acariciando su herida permaneció en silencio, con calma tomo luego una ducha.
Pasando los minutos vemos al shinobi caminar por las calles con una sudadera blanca y unos pantalones oscuros, con unos zapatos azules, por ultimo cargaba una vieja mochila marrón en su espalda, ignorando a las personas a su alrededor siguió su camino, ya estuvo mas de seis meces en esta ciudad, debía de irse y seguir en otra, era importante seguir en movimiento.
Era una mala costumbre el ser tan paranoico, pero la vida shinobi así era, en silencio llego asta una estación de tren, escuchando algunos estruendo miro con curiosidad a lo lejos un hombre gigante combatiendo contra una mujer gigante de vestimenta, a su punto de vista algo sugerente.
"¿Acaso ese sujeto ya no fue vencido antes?" fue la pregunta de un hombre de traje que estaba cerca del shinobi, las personas ante la pelea en vez de alejarse para evitar el peligro, se acercaron como si esto se tratara de un espectáculo, pero a fin de cuentas que era esto, ¿Una batalla entre el bien y el mal?, ¿un acto de heroísmo por parte de la 'heroína' gigante?
No desde el punto de vista del shinobi que vio esto con molestia, esto solo era un espectáculo, entrenamiento, o al menos lo seria asta que algo realmente malo pase y se convierta en una seria perdida, no material, sino algo mas grabe.
Como ese sujeto dijo, ¿Cómo es que ese villano estaba libre?, el sistema no era perfecto y siempre ahí una salida fácil para personas que tienen las conexiones, esto era un burla, tomar a estas personas y encerrarlos, ¿Con que punto?, sabia que ese gigante ya tiene víctimas mortales en sus actos, los shinobis solo mantenían prisioneros si solo estos contaban con información crucial o algo que valga la pena para mantenerlos con vida, sonaba cruel e incluso inhumano, pero… desde cuando hacer las cosas bien era bien visto.
Saliendo de sus pensamientos el rubio con vendas solo miro la batalla y luego continuo caminando ignorando lo sucedido, enfocándose volteo para mirar el reloj y decidió esperar que el tren tome de nuevo su ruta para irse de la cuidad.
"¡¿Ahora quien es la perra?!" la heroína gigante de cabello rubio dio un opercot a su oponente asiéndolo caer de espaldas, sonriendo con arrogancia vio las cámaras que enfocaban su enfrentamiento, cuando iba a dar el golpe final recibió el golpe de un auto que fue lanzado por el gigante con nariz de tiburón, atontada la mujer tambaleo y se sostuvo la frente por el golpe, "¡Oye espera!" gruñendo con enojo vio al villano salir corriendo para ir a la estación del metro.
Sonriendo bajo su mano para ir a la multitud y tomar un puñado de personas, siendo ahora sus rehenes tres niños y un hombre adulto, "¡Atrás o solo obtendrán puré de civiles!" levantando sus manos mostro ante los presentes sus rehenes que estaban gritando pidiendo ayuda.
"¡Maldito cobarde!" la heroína se vio obligada a mantener la distancia para evitar que los rehenes salgan heridos, maldiciéndose a si misma por este descuido tan grabe trago en seco, "¡Solo déjalos y llegaremos a un acuerdo!" en la estación de metro vemos como casi todos se había ido, a excepción de una persona que estaba observando con seriedad lo sucedido.
"¡Púdrete! ¡Un paso en falso y todos mueren!" amenazo con sus manos en alto, varios de los héroes que acaban de llegar mantuvieron la distancia y esperaron que los especialistas en negociación llegaran.
Mientras tanto en el suelo a paso lento Naruto se alejo del caos provocado por ese espectáculo que ahora podría convertirse en una tragedia, no era su problema que esto sucediera, "¡Por favor ayuda! ¡No quiero morir!" fue el grito de uno de los niños que era una niña de seis años de cabello rubio, llorando se retorció bajo el agarre del gigante que con diversión la tomo con su mano libre separándola de los demás rehenes, pero al parecer el Quick de la niña se revelo con una fuerte onda de sonido que provenía de su llanto, molesto por el fuerte sonido que solo le hacía doler sus oídos el gigante la tomo con fuerza, asiendo que los testigos se tensaran.
"Mocosa…" asiendo callar a la niña abrió su palma para tomarla entre sus dedos, "Te daré un verdadera razón para gritar" apretando sus dedos de forma leve izo que el grito de la niña se escuchara a millas, todos se sintieron impotentes, en cuanto al rubio que estaba en el suelo detuvo su caminar para mirar el suelo, volviendo con el gigante este miro a sus rehenes, "¡Para mostrar que no estoy bromeando me desharé de esta mocosa!"
"…" llevando su mano a su bolsillo el shinobi siguió caminando con una mirada sombría alejándose de la escena.
"¡Detente!" Mt. Lady no soporto mas los gritos de la niña y corrió contra el gigante que apretó su mano y la sangre salpico en todas partes. Todo el tiempo se detuvo cuando la mano del gigante fue cortado de forma limpia dejando salir un geiser de sangre.
"¡Ahhhhhhhhhhhhhhh!" gritando de dolor se sostuvo el muñón de la herida, su mano entera había sido cortada, sin dejar de gruñir de dolor noto que estaba usando la mano con la que sostenía a sus otros rehenes, sin embargo no tenia nada.
La niña que estaba gritando hace solo unos segundos estaba en el suelo junto a los demás rehenes que vieron una silueta frente a ellos, este mostró ser un adolecente que cargaba una espada corta de unos 40 cm y mango oscuro, estando la hoja manchada con sangre, "Es suficiente…" con calma el rubio se dio la vuelta para encarar al gigante que se enfoco en el causante de la pérdida de su mano, "… no permitiré que los lastimes" con esas palabras apunto su espada bañada en sangre al villano que rugió con ira.
"¡Maldito mocoso!" usando su mano que le quedaba la bajo para aplastar al shinobi que no se mantuvo quieto, este dando un salto llego asta el brazo del gigante y corriendo por su brazo llego asta el rostro del gigante que no tubo tiempo de pensar ya que su cabeza fue separada de su cuerpo.
Todos estaban esputrefactos ante tal escena brutal que acaba de suceder, un villano clase B acababa de ser acecinado de forma brutal, el cuerpo gigantesco cuyo asiendo un sonido sordo y la sangre no tardo en esparcirse por todo el lugar, cerca del cuerpo cuyo el rubio que solo envaino su espada en la funda que estaba atada en su mochila. Solo para que a los segundos algo o alguien callera frente a el destrozado el pavimento.
Con una mirada sombría el adolecente levanto la cabeza para ver a la persona que acaba de llegar, era alto y tenia el cabello rubio, teniendo dos mechones grandes que actuaban como cuernos, sus ojos eran oscuros solo dejando mostrar su pupila azul que brillaba con intensidad, llevaba un traje azul con marcas blancas y rojas, "…" el rubio sin parpadear vio a All might frente a el, al parecer actuó justo cuando el héroe numero uno estaba por llegar.
"Sera mejor que hagas esto por las buenas… o…" sus ojos brillaron de forma amenazante mientras que el suelo debajo de el se fisuraba y sus músculos crecían de forma leve, "Sera por la malas…" con esas palabras miro a los ojos al adolecente que no mostró miedo, duda o siquiera algo por el haber matado a una persona y el estar ahora frente a uno de los hombres mas fuerte del mundo.
De forma lenta el rubio llevo su mano a su espada, tomándose un momento vio a su alrededor, pero su atención se centro en la niña que salvo que llego a su padre para abrazarlo con fuerza mientras lloraba de felicidad, volviendo su atención al héroe numero saco la funda de la espada y la dejo en suelo para luego levantar sus manos en forma de rendición.
Chan
Channnnnn
Channnnnnnnnn
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¿Qué les parece?
Déjenme en los comentarios si quieren que siga con esta historia y mientras mas comentarios mas posibilidades de que la historia se siga publicando, sin mas CHAAAAAAUUUUUUUUU y que les valla bien.