Bueno queridos lectores y comentaristas. Sinceramente estoy muy agradecido por sus lindas palabras y por el apoyo que surgió para esta historia. Este sería el capítulo final del fic, y simplemente queda anunciarles que estaré subiendo algunos fic más o menos cortos con parejas poco comunes para Naruto. O situaciones extrañas también. Próximamente estaré subiendo un shot de tres capítulos que tiene como pareja principal a Naruto y una versión femenina de Sasuke (además de Sakura que es mi favorita). Y también. Un drama político con muerte y tragedia incluida con la pareja Naruto-Mikoto Uchiha. En breve estarán estas historias y espero que sigan apoyando y dando una oportunidad a cada fic.

Saludos.

EPILOGO: 15 AÑOS DESPUES

Sentado bajo la tranquila serenidad bajo la sombra de los árboles, el muchacho se concentraba para movilizar su chakra con armonía. Su padre le había enseñado que tenía que estar en contacto con su entorno para poder extraer el poder más efectivamente. Y eso que requería mucho entrenamiento. No tanto por la ejecución en las prácticas, sino por llevarlo a cabo durante la tensión y el stress de una misión peligrosa. El joven iba progresando poco a poco, pero por un momento detuvo su concentración en la tarea para mirar el sol del amanecer desde el fondo de su casa (en donde estaba entrenando) y pudo notar que se le había hecho tarde para "escapar". El joven Chunnin de casi 15 años rodeó la mansión que era su hogar con mucho sigilo. La arboleda del traspatio (de la que él era principalmente culpable) lo encubría con maestría. Rodeó lentamente, haciendo equilibrio y caminando sobre el muro divisorio, para llegar al frente de su casa. Estaba casi al salir, a pocos metros de escapar cuando el gritó le congeló en su lugar:

-¡Hashirama Uzumaki! –Los vidrios se englobaron por la potencia desde el interior- ¡¿Adónde crees que vas?!

El muchacho rezongó resignado. ¡Era increíble! Su madre era peor que los ANBU para ubicarlo.

- ¿Cómo demonios lo hace? –pensó el rubio entrando a su casa con la cabeza baja -¡estoy seguro que esta vez oculté muy bien mi chakra!

Sentado en la punta de la mesa del comedor, su padre le sonrió con picardía. El joven pasó caminando por detrás de él, y suspiró derrotado sentándose a su lado en la mesa. Odiaba los "desayunos familiares". Su madre insistía que era "la ingesta de alimentos más importante del día".

-¡Puedo olerte a un kilómetro niño! –Bramó la mujer poniendo una fuente de fruta en la mesa - ¡No trates de escapar! ¡Desayuna como tu padre!

El joven miró de reojo a su padre y viendo que este se le reía le acusó molesto:

-Seguro que tú le avisaste Oto-san… –ofuscado- traidor.

Naruto Uzumaki, sexto Hokage de la Hoja, lo miró sorprendido. Claro que lo había sentido cuando intentó escapar. Pero su hijo lo admiraba tanto, que subestimaba a su madre y sus propias "virtudes". Tsunade Uzumaki tenía al Gobi en su interior. Un perro milenario que aumentaba su olfato 700 veces. "literalmente" podía olerlo, no era una mera expresión. Hashirama tomó del centro de mesa una roja manzana y le dio un buen mordisco aun haciendo puchero. Pronto vendría "Todo" el tremendo desayuno que casi tenía tamaño de almuerzo. Naruto sonreía divertido de verlo ofuscado y le preguntó para sacarlo de su indignación:

-Hijo, ¿Cómo te está yendo con el entrenamiento?

-Yamato-sensei dice que tengo talento, -señaló serio- pero el truco de los clones que me enseñaste, me ayudó mucho a perfeccionar el Mokuton.

-Agradécele a tu madre que te alimenta bien –señaló Naruto asintiendo.

-Oka-sama dice que tengo tanto chakra como 200 Shinobi –indicó razonando el joven- herencia Uzumaki.

Naruto lo miraba sorprendido, definitivamente su hijo lo admiraba mucho. Aunque la inteligencia, su elemento madera y el control del chakra, era de parte de Tsunade. Algo que Naruto nunca dejaba de recordarle.

De pronto la escucharon bajar desde la planta alta. Siempre tardaba en el baño arreglando su hermoso y largo cabello. Bajo corriendo la niña de 7 años y fue tanto su descuido que tropezó en los escalones y fue directo a un gran golpe.

-¡Cuidado Kushina! –grito Tsunade desde la cocina cercana.

La niña chilló al tropezar y cerró los ojos por la impresión mientras caía. Pero al abrir sus ojitos, no hubo golpe ni llanto, su padre la tenía en brazos.

-¡Gracias Oto-chan! –gritó sonriendo ampliamente la niña.

Naruto la llevo entre sus brazos hasta la mesa del comedor. Hashirama en tanto, lo veía sorprendido y fascinado. Ni siquiera lo había visto moverse. En un instante estaba a su lado, y un parpadeo después sosteniendo a su hermana pequeña unos 15 metros más allá, era…..increíble.

Kushina lo abrazaba con toda su fuerza (que era mucha por cierto) y sonrojada se dejaba llevar, para luego sentarse junto a su adorado "Hokage-sama" en la mesa. Naruto acomodó el lacio y largo cabello dorado de su hija y le acercó un tazón de cereales con leche que Tsunade le había llevado.

-Oniichan, -dijo dulce la niña- cierra la boca cuando comes ttebane… –sonriendo

Hashirama aún tenía esa expresión de fascinación cuando veía actuar a su padre y un trozo de manzana en la boca se le había olvidado masticar. Naruto y Kushina rieron de verlo avergonzado y justo Tsunade llegó para sentarse y compartir los 4 en la mesa. 30 minutos después, los Uzumaki estaban en la entrada a su casa dispuestos a empezar el día.

-Adiós Oto-san, Oka-sama –dijo el joven siempre tan sobrio- tengo que ver a Mikoto Uchiha de pasada al campo 7.

-¿Con que…..Mikoto eh? –sonrió pícaramente Naruto.

El joven se sonrojo nervioso y dijo que solo era una compañera, ¡Una amiga cuando mucho! Kushina aferrada a la mano de su padre le sacó la lengua y comenzó a burlarse con el escandaloso grito de:

-¡Oniichan y Mikoto! ¡Oniichan y Mikoto!

-Pórtate bien hijo –señalo Tsunade sumándose a la broma.

-Sasuke-sama dijo que me mataría si yo…..-de pronto se dio cuenta que habló de mas- ¡mejor me voy! –avergonzado

Kushina se reía escandalosamente al ver correr a su hermano. Naruto rio y levantando en brazos a su hija le pregunto meloso:

-¿Y qué hará el día de hoy mi adorada princesita?

-¡Oto-san! –haciendo puchero- ¡Que pronto seré una poderosa ninja ttebane!

Ambos padres rieron por la cara de niña enfurruñada y Naruto la puso en el suelo luego de un beso en la mejilla.

-¡me voy Oka-chan! –dijo corriendo por la calle.

-¡¿Adónde crees que vas niña?!-gritó la rubia ofuscada

-¡Voy al hospital! –grito la niña sin voltear- ¡Tía Sakura me entrenara como medicooo!

Naruto la vio irse y dándose vuelta abrazó por la cintura a su esposa.

-¿Y mi reina que día le espera hoy? –dijo sonriendo

-Por lo pronto, le daré una paliza a Hokage-sama que está llegando tarde al trabajo –acariciándole el rostro- luego el daré alcance al "terremoto" (así le llamaba a Kushina) para que no fastidie las clases de Sakura y sus médicos.

-Kushina estará bien amor –le susurró dándole un beso en el lóbulo- sabes que siempre la vigilo.

Tsunade le dio un profundo beso a su esposo. Le encantaba ese espíritu sobre protector que tenía. Ambos hijos tenían sellos ocultos en sus cuerpos. Si estaban en problemas, un parpadeo y el "Hiraishin no jutsu" ponían a Naruto al alcance del problema.

¡Y pobre de aquel que tocara a sus hijos!

Más bien que se diera por muerto. Porque Naruto Uzumaki, el bondadoso, el compasivo, descargaría el odio de mil Kyuubi sobre el miserable que tocara un solo cabello dorado de cualquiera de sus niños.

Naruto seguía jugueteando con sus labios en el lóbulo izquierdo de Tsunade, que comenzaba a acalorarse mucho por situación en medio de la calle.

-Naruto, que ya comenzó el día… –dijo sonriendo avergonzada

-y yo que no puedo esperar a la noche… –dijo besándola

-Pues te aguantas, -señaló fingiendo estar ofuscada- y no se te ocurra nada raro eh? Sabes que olería a una mujer en ti a un kilómetro.

-Pero mi reina… -susurro perverso el rubio que no dejaba de abrazarla ni besarle el cuello- no me queda "aire" para otra mujer.

-¿Insinúas que soy muy exigente?-pregunto complacida.

-lo afirmo, no lo insinuó –sonriendo- y que conste que no me quejo.

-Mejor para ti, -dijo abrazándolo del cuello- no quisiera tener que romper nada de este hermoso cuerpo tuyo.

-vamos adentro una hora, si? –Rogó el hombre- me siento tan inquieto Tsunade-chan. Definitivamente no voy a poder concentrarme en el trabajo.

-Sakura me matara, -dijo Tsunade tratando de evitar caer en la tentación de contacto- tengo trabajo en el hospital.

-De acuerdo, -respondió el hombre- iré por Sakura y la "calmaré"

-¡Naruto! –Gruñó la rubia

-Si amor, -dijo meloso- cuando enojas, me prendes aun peor.

Ella se abrazó firme por que ya sabía lo que le esperaba, y no lo podía evitar ni negar.

-no….podemos….-acalorada- aquí.

Un destello después y Tsunade tenía a su esposo desvistiéndola en su cuarto. Naruto la tumbó sobre la cama, y esa mirada de un tigre al acecho era clara señal que el Hokage no aceptaría retrasar los amoríos hasta la noche. Tsunade retrocedió sobre el colchón sonriendo levemente, aun no estaba totalmente desnuda pero aun así abría sus muslos bien amplios para invitar a su pareja. Aun así, tenía que "fingir" ser la voz de la razón en ese cuarto. Aunque claramente ya había resignado la bandera del decoro y estaba más que dispuesta a ser conquistada.

-Naruto por favor –rogo ella sin fuerzas y sonrió levemente para mostrarse vulnerable.

-es hora de encargar otro Uzumaki para el año entrante…. –susurró desnudándose

-¿Qué? –Dijo excitada- cuando nació Kushina casi te arranque el brazo en el parto. ¿Quieres más dolor?

-no me importa si nacen tan adorables como mi reina y princesa. –dijo sonriendo y "atacando".

-aah Naru….to…

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Dos horas después Naruto salía de su casa con una sonrisa de oreja a oreja. Elevó la vista hacia la montaña de los Kage y observó pensativo. El rostro de Tsunade, su esposa desde hacía más de una década, ahora tenía a Naruto a su lado.

- "siempre unidos" -pensaba el líder- lado a lado viviendo una vida que nunca esperábamos tener.

Caminó el Hokage con su clásica capa con llamas bordadas, y un destello dorado fue lo último que se vio de su andar por la calle.

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"la vida a veces no es como la planeamos. Y no por eso significa que no podemos encontrar nuestro lugar en el mundo. Vive la vida, disfrútala con los ojos y la mente alerta. Tal vez, en cualquier momento tu felicidad te encontrara a la vuelta de una esquina. O en una oficina, o junto a ti, justo con quien menos esperas. Porque ser feliz, a veces comienza con algo simple que se vuelve maravilloso. Algo simple….como compartir la soledad."

Este es el final.