Luna de octubre.
Disclaimer: Ni Dragon Ball ni sus personajes me pertenecen.
Parpadea repetidas veces, confundida, tratando de procesar la información recibida. No obstante, la mirada azabache, ansiosa, insistente, se posa sobre ella, con profunda emoción y temor a la vez, indicando que todo es real.
Queda muda por unos instantes.
"¿Quieres ser mi novia?"
Había pasado una noche muy extraña pensando en esa posibilidad...
"¿Quieres ser mi novia?"
La pregunta era tan simple, pero, a la vez, muy importante, ya que su respuesta sería el inicio de un posible gran amor o el fin de una bella amistad.
"Videl, ¿quieres ser mi novia?"
¿Cómo era posible que en unos instantes miles de preguntas se instalaran en su cabeza? Tantas dudas, pocas respuestas.
—Gohan, yo... —se detuvo. El rubor va subiendo lentamente, instalándose en sus mejillas, coloreandolas de un dulce color sonrosado. Aunado a eso una risa nerviosa brota de sus labios, provocando en el joven una sonrisa afable y cálida.
—¿Entonces? —Interroga, nervioso, sosteniendo las cálidas manos femeninas—. Videl, ¿aceptas ser mi novia?
La mente de la justiciera de ciudad Satán se detiene en seco. Todas las cosas parecen detenerse a su alrededor, incluso puede jurar que se ha olvidado de respirar. De por sí, la sola idea de saber que ambos sienten un cariño muy profundo por el otro le resulta casi increíble. Pero...
¡Ser novios!
Todo, de forma repentina, le resulta bastante claro: estaba enamorada de él. De ese joven de ojos brillantes, de cálida y gentil sonrisa. El mismo que la protegió bajo la identidad del Gran Saiyaman, no una sino varias veces. Aquel muchacho inteligente que llamó su atención desde el primer día de clases, sobre todo con su llamativo salto de ocho metros.
De pronto, las palabras de Ireza resuenan claras en su mente:
"¡No puedes evitar enamorarte!"
Enamorarse...
—Sí...
El corazón le martilla con fuerza. Aunque, por un instante, cuando siente el efusivo abrazo de Gohan, siente que el corazón masculino late con mayor intensidad...
Solo queda un pequeño detalle.
¿Cómo se lo harán saber a los demás?