Disclaimer: Los personajes de Danganronpa no me pertenecen, sólo la trama de esta historia.
Advertencias: mucho headcanon (canon sólo dentro de mi cabeza), Ooc (Fuera de personaje), historia alterna, lenguaje vulgar, violencia, entre otros.
V
Llegada
A lo lejos se encontraban dos jóvenes estudiantes, cuyos uniformes eran de distintas escuelas. Ambos iban caminando y riendo como los dos propios adolescentes enamorados, tomados de las manos; mientras era observada por una pequeña pelirroja enojada por la escena.
La chica no se trataba de nadie más que Himiko Yumeno, la amiga de la infancia de Kokichi y su ex vecina. Que por razones familiares, tuvo que mudarse al otro lado de la ciudad. Hasta donde supo, ella había sido la única amiga de Kokichi en toda su infancia, y ahora que la veía con esa chica rubia con la que ahora estaba, la cual desconocía por completo, le enojaba.
Pues Himiko había estado enamorada de Kokichi desde ése momento en que se conocieron en el parque de la zona en que vivían. Habían tenido muchos años sin verse y ella aún tenía esos sentimientos hacia él, los cuales un día estaba segura que confesaría. Pero ahora que lo veía tan feliz con otra chica, dudaba.
Sentía tantos celos en ese momento, y sólo quería destruir aquello que había ahí.
Himiko admitía que había sido cobarde para venir a verlo, mucho menos pudo enviarle correos para saber de su existencia, ella sólo mantuvo una distancia que no le permitió seguir en contacto con él. Y ahora la rabia de sus temores se apoderaba de ella, se mordió el labio y apretó los puños, a veces Himiko tenía una oscuridad la cual no entendía y necesitaba liberar.
. . .
Ouma caminaba de regreso a casa, después de pasar toda la tarde con Iruma, muy contento y satisfecho. Había tenido como una semana sin verla debido a que su madre le prohíbe irse caminando, debe irse en limosina y regresarse en la misma. Pues su amado hijo jamás podía ser visto caminando en las horrendas calles de Japón. Kokichi sólo podía ser libre cuando ella no estaba cerca, sobornaba a los choferes para que lo dejaran irse solo; después de todo, le gustaba caminar, aunque solía cansarse con facilidad, era una manera de no sentirse controlado por su madre.
Al llegar a la entrada de su hogar, se detuvo al observar a una persona muy conocida y que tenía muchos años sin ver, no había cambiado nada, tampoco creció demasiado desde la última vez que la vio (no era como si él no hubiese crecido mucho). Aquella amiga de la infancia no era nadie más que su ex vecina, Himiko Yumeno.
—¡Yu-Yumeno-chan! —exclamó sorprendido, pues debido a misteriosas razones, la familia Yumeno se mudó al otro lado de la ciudad, eran apenas unos niños cuando eso, pero aún recordaba que Himiko era la única niña con la que jugaba en ésa época, podía decirse que era la única amiga que había hecho en la infancia, los demás que conoció en todos esos años, sólo habían sido tontos interesados.
—No pareces contento de verme —manifestó ella mostrándose un poco insatisfecha por su reacción.
—¡Claro que lo estoy! —respondió—. Ha pasado tanto tiempo… no pensé que te volvería a ver.
—¿Me invitas a pesar? —preguntó con cortesía. Ouma afirmó, dejándola pasar. Ambos dejaron sus zapatos en la entrada, para así dirigirse hacia el comedor, Kokichi sirvió un rico té del cual Himiko empezó a beber—. ¿Cómo sigue la abuela?
—Ya sabes, hay días en que está bien, otras en que no sale de su habitación… —respondió el chico en voz baja con una pequeña sonrisa intentando alentarse él mismo de que su abuela un día mejorará.
»Himiko ha cambiado« pensó Ouma mientras observaba a la chica, que ahora no portaba tantos rasgos alegres como en su niñez.
—Y entonces, ¿tienes novia? —su siguiente pregunta lo había sorprendido, pues era la primera vez que le hacían ese tipo de preguntas y que él claramente podía responder con un "sí".
—Se llama Iruma Miu —dijo con una sonrisa y un reconocible sonrojo— ¿Y tú tienes…?
En ese momento, tocaron la puerta.