Capítulo 16

Confianza

Para Eddie fue un poco abrumador darse cuenta que estuvo desconectado de la realidad inmediata por más de un mes. Su plan de ponerse al día con el suceso de las chicas desaparecidas e investigar sobre cómo utilizar el bendito extractor de leche que acababa de comprar por internet, le hizo tener dos mundos encontrados en un mismo motor de búsqueda de su laptop. De un lado, saltaban las ventanas de noticias, periódicos digitales de San Francisco, algunos reportajes basura y amarillistas sobre los secuestros o desapariciones recientes, y al otro lado, justo unas cinco ventanas después, tenía más de diez páginas abiertas que explicaban desde cómo funcionaban los extractores de leche, como usarlos, hasta descubrió cosas curiosas como el límite de tiempo que podía refrigerar la leche luego de extraída. Mientras realizaba sus anotaciones en una libreta, lo más importante de ambos temas, el simbionte se distraía con el celular de Eddie, además de las series de TV y la comida, Venom amaba los curiosos juegos de ese aparato. Todo empezó cuando Eddie descubrió que Venom se interesaba en los juegos; su amante alienígena resultó tan fácil de entretener, como a un niño de cinco años curioso de lo nuevo.

V, necesito mi celular… ― Volteó hacia donde estaba el nombrado, sentado a su lado en el sofá. Notando que era una pequeña cosita negra con ojos blancos, de él salían un par de extremidades diminutas que utilizaba para sostener el aparato mientras jugaba. ― Demonios, todavía me asombro de verte hacer eso.

Eddie, nos ve adorables. ― Alzó la mirada hacia su anfitrión.

No, no me pareces adorable.

Mentir no funciona aquí, amor.

Venom extendió el celular para que su anfitrión lo tomara, al mismo tiempo que ajustaba su forma, volviéndola corpulenta ante Eddie, sin dejar de estar sentado a su lado en el sofá.

¿Y ahora, Eddie?

¿Ahora qué?

Ya no nos ves adorables, ahora te parecemos ideales para joder.

Que mier…― Súbitamente Venom le tomó por la cintura, atrapándole entre sus enormes brazos negros.― V, ya hablamos de esto.

No hemos hablado nada, Eddie. Dijiste que lo haríamos en casa, estamos en casa.

Y ahora mismo no tengo ánimos de discutir sobre sexo contigo, me interesa más llamar a uno de mis antiguos contactos en la policía.

Eddie se pierde de una gran oportunidad… ― Siseó con malicia al oído de su compañero.

Nah… no lo creo, estamos inevitablemente juntos, así que puedo tener todas las oportunidades del mundo cuando quiera. ―Le guiñó un ojo al simbionte. ―Eres perfecto, cariño. Pero ahora tu oferta de sexo no va con las prioridades que tenemos.

Venom se quedó en silencio, observando cómo el periodista comenzaba a mandar mensajes por el celular, totalmente concentrado en su investigación.

¿Eddie nos dará una oportunidad si atrapamos al asesino? ― Preguntó en un tono curioso, al mismo tiempo que le abrazaba posesivamente.

Podría ser, ya veremos.― Respondió sin mucho interés, estaba más atento a lo que tecleaba en su móvil.

Más adelante, Venom tomaría muy en serio las palabras de su anfitrión. Estaba claro que Eddie no tenía entre sus prioridades fisiológicas el intimar completamente, desde la mañana apasionada en el mesón de la cocina, hasta el final de ese día. El simbionte aprendió que la escala de necesidades humanas cambiaba bruscamente cuando había niños de por medio, en este caso, Sleeper. También Venom comprendió que Eddie amaba su trabajo, ciertamente en la mente de este ebullía en recuerdos de tiempos pasados, la adrenalina crecía en su sistema cuando esas memorias se activaban; Venom sintió curiosidad del pasado laboral de Eddie, de sus batallas, de los riesgos, de cicatrices en el cuerpo por arriesgar su pellejo. Fue entretenido permanecer en una esquina de su mente, en donde pudo ver pasar frenéticamente muchas cosas, para cuando Eddie culminó su charla con un viejo informante de la policía, ya Sleeper había despertado. Sin pensarlo un instante dejó todo para ir por él, al final si había algo más fuerte que los recuerdos de aventuras periodísticas: su hijo.

Las investigaciones sobre el asesino de las chicas no dieron muchos frutos, los informantes de Eddie no tenían más datos que los periódicos o noticieros, muy frustrante para una persona acostumbrada a obtener lo que quiere. Por suerte, no habían reportado más desapariciones esa semana, así que Eddie les pidió que lo mantuvieran informado si ocurría algún avance importante en el caso.

Ya adelantada la parte de buscar información, ahora la pareja estaba preparándose para dar un paso más en la lista de prioridades: una necesaria visita a Anne y Dan. Eddie decidió cuadrar una reunión en casa de su ex, la excusa perfecta fue mostrarles lo que había crecido Sleeper en ese par de semanas que no lo habían visto, desde que ellos regresaron a su apartamento.

La pareja les recibió felices de volver a saber de ellos. Un sábado tranquilo que se tornaría muy curioso ante algunas peticiones.

Nos alegra mucho verlos, Eddie.― Anne le entregó una taza de café recién hecho al mencionado, sonriendo con ternura ante la estampa de un pequeño Sleeper dormido dentro del fular que ella les había regalado.― ¿Como la han pasado con su nueva vida de padres?

Bien, estamos todavía en fase de adaptación, tratando de organizar mi trabajo, algunas cosas… ― Titubeó un poco en sus palabras, como buscando el modo de explicar la razón principal para estar allí, que no solo se trata de una simple visita de cortesía un sábado por la tarde.

Eddie.― Venom le llamó desde lo profundo de su mente, aún estaba renuente a aceptar la idea de dejar a su hijo con Dan y Anne por unas horas. ― Dirán que no, ahórrate la explicación.

No será así.― Masculló entre dientes un instante antes de tomar su primer sorbo de café caliente.

¿Sucede algo?― Dan notó como Eddie torcía la mirada al tiempo que gruñó muy bajito. Después de convivir por más de dos semanas con este peculiar matrimonio de un solo cuerpo, el médico sabía que el simbionte estaba discutiendo algo dentro de Eddie.

No es nada.― Intentó forzar una sonrisa que fracasó totalmente al sentir como su compañero se hacía presente sobre su hombro derecho. ― V...

Directo al punto, Eddie quiere que cuiden a nuestro bebé por una noche. ― Gruñó al tiempo que su ya formado rostro dientudo miraba con indignación a su anfitrión.

No será por una noche, son solo un par de horas. Ya discutimos esto varias veces, V.

¿Quieren que cuidemos a Sleeper una noche? ― Anne tomó asiento junto a su esposo en el sofá.

¿Por qué quieren hacer eso? ― Dan pregunto tan intrigado como su esposa.― Su hijo solo tiene un par de semanas de vida, ninguna madre querría dejar solo a un bebé tan pequeño.

Gracias por hacernos sentir malos padres.― Eddie acarició la espalda del bebé, como consolándose inconscientemente por tener que verse obligado a dejarlo al cuidado de otros.

Te lo dijimos, Eddie. ― Venom sonrió ante su comentario.

No es hacerlos sentir mal, es que ese bebé no conoce más nada que tú o Venom, pueda que no le guste estar con nosotros y no pare de llorar. ―Dan se cruzó de brazos pensando en todas esas situaciones.

Antes de negarnos por completo ¿no sería mejor saber exactamente por qué necesitas dejar al bebé con nosotros? Estoy segura que no lo haces por diversión ¿O si, Eddie? ― La abogada tomo un porte serio, esperando la respuesta de su ex.

Es complicado de explicar. ― Eddie suspiró, tomando otro sorbo de café para darse fuerzas, no quería hablar de sus patrullajes con Venom por la ciudad, ni de que perseguían maleantes y alimañas de la sociedad.

Claro... Lo que sucede es que están experimentado una posible depresión post parto y necesitan un respiro para ustedes.―Dan se puso en pie rápidamente, estirando sus brazos delante de Eddie. ― ¡No se diga más, cuentan con nosotros!

¿Que mierda es esa de depresión post parto? ― El simbionte preguntó en un medio susurro a su compañero.

¡No tenemos depresión! Solo necesitamos que nos ayuden un par de horas con Sleeper. Realmente debemos salir un momento, les prometo que solo serán unas horas, luego no los molestaremos en un buen tiempo.

Eddie.― Anne se le qued viendo con seriedad, una mirada que el nombrado conocía de sobra en su ex.― ¿Estas tras la pista de algo grande, verdad?

Si.― Se encogió de hombros en su sitio al sentir que no valía la pena mentir, Anne le conocía bien.

¿Regresaste al periodismo de investigación? ¿Volverás a patear traseros y hundir gente importante?― El medico preguntó en un tono expectante, no negaba su gusto al antiguo trabajo de Eddie. ―

No regresé a eso, esto es otra cosa más complicada.

¿Hay vidas en riesgo?

Realmente… sí.

Anne se quedó en silencio un momento, observando como Eddie parecía incómodo por dar una explicación completa, expectante, al mismo tiempo se notaba que Venom no quería hacer esto de buena cuenta, lo que sea que estaba sucediendo era serio y valía la pena colaborar. A ella y Dan no les costaría mucho servir de niñeras un par de horas si había una causa mayor tras ello.

Creo que podemos ayudarlos. ¿Estás de acuerdo, amor? ― Anne llevó su mano derecha hasta el hombro de su esposo, sabía la respuesta de este, pero debía confirmar.

Totalmente, cuenten con nosotros. ― Una enorme sonrisa adorno el rostro del médico.

Oh dios… Gracias.― Eddie sonrió más animado, dejando ir la angustia del momento.― Les prometo que Sleeper se portará bien, es un bebé muy tranquilo, solo come y duerme.

Más les vale cuidar bien de él… ― Venom se alzó sobre el hombro de Eddie, incrementando su tamaño, utilizando un tono de voz que no fue nada amable ni conciliador, más bien, parecía una amenaza directa a las vidas de la pareja.

Sí, me hace sentir muy cómoda y segura saber que puedes arrancarnos las cabezas si no hacemos las cosas bien con tu bebé. ― Anne respondió de modo irónico a la amenaza del simbionte.

V, no seas grosero. Te aseguro que ellos pueden con esto. ― El periodista se levantó del sofá, moviendo sus brazos para sacar a Slepper del fular, quería convencer a su compañero que todo estaría bien.

¿Qué haces?―Venom miró un tanto alarmado como su anfitrión dejaba cuidadosamente al bebé en brazos de su ex.

Anne tomó con mucha delicadeza al pequeño, se sintió un poco torpe porque era la primera vez que le cargaba, y si, el simbionte jamás había dejado que tocaran a su hijo mientras estuvieron en casa de ellos recuperándose del parto. Venom era muy celoso de su prole, apenas si Dan logro tocarlo cuando le realizó el chequeo después de nacer.

Calma, cariño.― Eddie estiró su mano sobre la quijada del simbionte, su caricia era dulce, tratando de hacerle entender que todo estaba bien, que Sleeper no corría ningún tipo de peligro en manos de Anne.

Venom, te aseguro que lo cuidaremos muy bien. ― Dan se acercó a su esposa, rodeando la cintura de esta al tiempo que su otra mano acariciaba la cabecita del bebé.

Ves, luce muy tranquilo con ellos, ni siquiera trató de despertar. ―Eddie detallaba cada movimiento que realizaba Sleeper, su respiración, el cómo apenas movió sus bracitos acomodándose mejor en el regazo de Anne.

Sabe que son buenos humanos.― Admitió de mala gana el simbionte, podía sentir el estado anímico de Sleeper, percibir que no les daría mucho problema a la pareja.

Entonces todo está dicho, solo nos resta cuadrar el día y la hora en que dejaremos a Sleeper. ― Eddie sintió que todo empezaba a tomar su justo lugar para poder atrapar al asesino.

La pareja decidió que lo mejor sería esperar una semana más, elegirían el viernes de la semana siguiente, y no por el mero hecho de escogerlo, esto fue intencionalmente calculado en base a los posibles patrones del asesino, ambas chicas desaparecieron un día viernes, con una semana de diferencia entre cada una, también era factible que el hombre que buscaban hubiera atacado a otras mujeres y aun nadie informaba sus desapariciones. Eddie no deseaba esperar más de la cuenta; y su siguiente paso a tomar llegó por correo un par de días antes del viernes apuntado, dentro una caja medianamente grande.

El periodista le firmó la orden de entrega a un jovencito que había llevado el paquete hasta la puerta de su apartamento. Luego de dar las gracias y despedir al de la encomienda, procedió a abrir el paquete para confirmar que era su pedido. Mientras hacía eso, Venom permanecía silencioso, sin emitir ningún juicio al respecto, podía sentir como su anfitrión estaba algo ansioso e incómodo, sus comentarios estaban de más hasta que supiera bien cómo diablos funciona esa cosa que compraron por internet.

Bien.

¿Eso es todo?― Finalmente brotó sobre el hombro de Eddie, mirando con curiosidad lo que su compañero había sacado de la caja y colocado sobre el pequeño mesón de la cocina.

¿Y que más esperabas?― Tomó entre sus manos la pequeña caja blanca que contenía una bomba eléctrica que haría funcionar todo.

Tanto escándalo por un montón de tubos y botellas.― Estiró una de sus extremidades negras hasta el mesón, tomando una de las botellas de plástico.

En vez de quejarte, ayúdame a armar esto, cariño.― Extendió frente al simbionte una pequeña hoja con las instrucciones.

Mientras Venom seguía mascullando sobre no entender ese demoníaco aparato humano, Eddie se veía absorto en la escena, aquí, en este instante y muchos otros, todo era un nosotros; ahora ampliando el concepto de pareja a familia ante la llegada de Sleeper. A Eddie le gusto la sensación del momento mismo, por más que su inesperado compañero de vida no fuera ni remotamente lo que desearía nadie en el mundo, ni las situaciones que acabaron con la llegada de un hijo híbrido, con todo y eso, se sentía bien, era íntimo y familiar, era perfecto así la situación se volviera un poco vergonzosa para él.

Listo.―Eddie anunció animado al insertar la botella donde quedará almacenada la leche. ― Fue más sencillo de lo que imaginé.

¿Lo usaremos ahora mismo?

No, leí algunas recomendaciones, la mayoría decían que era mejor hacerlo al mismo tiempo que alimentas al bebé, que es más fácil así.

A Sleeper no le gustará eso.

Sleeper está muy pequeño para entenderlo.

Un aparato raro le robará su comida.

Tú se la robas cada vez que puedes y no lo he visto quejándose.― Miró con malicia al simbionte.

Él sabe que sin mí no habría comida, somos muy cuidadosos en que sea perfecta para el.― Vociferó ofendido, sentía que Eddie no tomaba con seriedad su función en la alimentación de Sleeper.

El periodista decidió ignorar las quejas de su compañero, prefirió invertir mejor su tiempo pasando a terminar de leer algunas de sus anotaciones, Sleeper despertaría pronto y quería probar el aparato antes de irse a dormir; en la madrugada Venom lo relevaría, y claro que no dejaría al simbionte a cargo de eso, él debía supervisar todo, hacerlo bien ya que solo tenían un par de días para recolectar la leche que le dejarían a su hijo en su ausencia. Y una hora después estaban sentados en el pequeño sofá de la sala, el extractor de leche ya encendido sobre la mesita del café frente al sofá, un Sleeper instalado cómodamente del lado izquierdo, era su lado favorito, y un simbionte quejándose por lo que sucedía mientras el pobre Eddie intentaba ajustar el aparato a su otro pecho sin acabar maldiciendo ante lo que sucedía.

Esa porquería no está funcionando.Su vista estaba fija en la botella que debía llenarse.

Puedes dejarme hacer esto, así trabaja, esa bomba hace succión sin lastimarnos.

Es una basura.― Con mucha suavidad fue moviendo varias de sus extremidades hasta rodear al pecho de su anfitrión.― Nosotros podemos hacerlo mucho mejor que ese aparato, hemos visto documentales donde ordeñan a esos animales de donde sacan la leche que bebemos.

¡No soy una vaca!

Somos mejores que esas vacas.

¿Por qué te desespera tanto todo esto?― Eddie decidió averiguar que había tras las críticas y quejas de su compañero.

Porque sé que nos conviene, y esa mísera botellita no llenará el estómago de nuestro hijo, va a morir de hambre cuando lo dejemos.

Eddie hizo silencio, reclinándose más cómodamente en el sofá, sintiendo lo que realmente estaba pasando por la cabeza del simbionte, no era la burla o la queja, era un poco más profundo, y lo comprendía.

Sleeper estará bien.―Bajo la mirada hacia su bebé, contemplando cómo disfrutaba de su comida.― Llevaremos suficientes botellas para que no pase hambre.

En respuesta, Venom se movió sobre el hombro de su anfitrión, fijando su mirada iridiscente en Eddie, el rostro que acompañaba esas palabras apacibles y calmadas, muy lejos de lo que habían sido unos momentos atrás.

Eddie.

Maldita sea, admito que me gusta escucharte tan preocupado con nuestro hijo, eres un poco fastidioso a veces, mejor dicho, muy fastidioso. Pero no podría estar más orgulloso de tenerte aquí conmigo.― Reclinó su cabeza contra la del simbionte, cerrando sus ojos por unos instantes. ― ¿Sientes esto, verdad?

Si… es amor.

Así es, te amo, y también a él. Y soy el primero que desea lo mejor para los tres.

Lo sabemos. Pero Eddie, eres un cabezotas con esos tontos aparatos humanos, es más fácil de este modo.―Sin ningún tipo de consulta apretó el pecho de su anfitrión entre sus tentáculos negros.― ¡Nosotros te ordeñaremos!

¡PARÁSITO CORTA MOMENTOS! ¡NO ME VUELVAS A APRETAR ASÍ! ―Grito indignado, y en desventaja, ya que ambas manos estaban ocupadas, una con Sleeper y la otra con la bomba de succión en su pecho. ―¡HEY, NO!

De regañar al simbionte pasó a sentir como repentinamente el pequeño Sleeper lo mordió un par de veces para después dejar de comer, fijando su mirada ambarina en su madre, no lloraba, solo estaba allí, observando como si lo juzgara por los gritos que dio, haciendo un débil puchero que derretiría hasta el corazón más duro.

Acabas de asustarlo. ― Venom le recriminó al tiempo que deslizaba varias de sus negras extremidades hasta su hijo, rodeando una de sus manitos.

Tú lo causaste, yo no hubiese gritado si no me apretabas. ― Eddie miró a su hijo, el pobre parecía a un segundo de estallar en llanto. ― Lo siento cariño, no fue nuestra intención asustarte, papá y yo nos disculpamos por interrumpir tu comida.

¿Papá?

Me agrada más que progenitor o padre, suena menos duro. Y no te me vayas por las ramas, me debes una discul…

El periodista dejó de quejarse al sentir como una especie de calorcito abrazaba su cuerpo completamente, una sensación muy agradable desde el fondo de su ser que se esparcía rápidamente, haciéndole querer sonreír, todo eso venía del simbionte, parecía muy feliz con ese apelativo, la sensación era de una gran alegría ligada a orgullo, pertenencia. Esas sensaciones también causaron que Sleeper se relajara por la conexión que los tres compartían, cambiando el puchero de sus labios por una nueva expresión que la pareja captó con asombro.

¡Sonrió!

Continuará…

Y al fin aquí, luego de casi dos meses o algo más, perdonen la demora, entre las comisiones y he estado muy de corre corre, pero ya lo logre, gracias por su paciencia, les espero en el siguiente capítulo que estará súper movido, lleno de acción y si me cuadra bien todo, rico lemon, más un regalito que les dejare extra, así que voy a poner lo mejor de mí para seguir escribiendo, se les quiere mucho, espero sus comentarios mis amores, gracias.

***FELIZ 2020 PARA TODOS***