¡El gran mágico escape!


Capítulo 4

¿Qué diría su Majestad si me viera con este aspecto tan vergonzoso?, pensó Lord von Christ suspirando.

La belleza que podría ganar una fortuna con tan solo una mirada insinuante trató de recordar la sonrisa de su señor con un cerebro casi paralizado por lo exhausto. Con un brazo metido en un barril lleno de agua observaba las prendas dar vueltas.

—¿Lady Anissina?

—¿Qué?

—Este procedimiento es extremadamente doloroso... —Günter se quejó en un hilo de voz.

La inventora, que está parada con aires de entendida de brazos cruzados frente a él, lo miró fijamente sin intenciones de mover un dedo.

—Pues claro. El monitaa tiene que trabajar duro.

—Em, ¿en el idioma de que país está esta palabra "monitaa"?

—Es la abreviatura de: "para crear mejores productos, necesito testearlos con tu cuerpo".

Lo veas cómo lo veas, la abreviatura correcta sería moniata [1].

¡Lo sabía, lo sabía! ¡Soy un conejillo de indias! La razón por la que Gwendal evita a su amiga de la infancia es porque no quiere que experimenten con él. Ahora puedo entender porque la cara de Lord von Voltaire se tuerce en una mueca de tortura cada vez que se menciona el nombre de Anissina. ¿Cuántas veces ha tenido que pasar Gwendal por pruebas dolorosas como esta?

Pero ya era demasiado tarde, Günter ya estaba en el poder de Anissina.

—Pero, por lo que puedo ver este aparato usa mi maryoku solamente para mantener el agua y las prendas girando… ¿Qué es lo nuevo de este invento? — preguntó.

—Para que las prendas no se enreden unas con otras puse en práctica la teoría de utilizar unas paletas. Pero viendo el nivel de cansancio al que has llegado, creo que esta máquina lavadora automática a base de maryoku consume demasiado poder. Para esta época donde los mazokus necesitan optimizar el uso de su energía, parece que esto es...

Sus ojos destellaron levemente.

—¡Es un fracaso!

—Maravilloso —se quejó Günter y quitó su brazo de la tina.

Podría haberlo dicho antes Lady von Karbelnikoff Anissina, no llamada científica loca, sino magicalista loca.

• • •

Si, la magia y sus dificultades.

Aunque al final me desmayo, ya he usado maryoku dos veces. De hecho era una magia tan impresionante que hasta Harry Potter hubiera palidecido.

La primera vez fue relacionado con el agua, la segunda vez fueron huesos. ¿Entonces no sería posible usar esta magia para sacarnos de éste apuro?

A medio día de distancia de la capital de Sverera, me veo forzado a pasar una noche de acampada en un árido paisaje solo de a dos.

—Si al menos usara alguna clase de encantamiento… —murmuro mientras abrazo mis rodillas.

Bajo la luna y el cielo estrellado decidí que al menos debería probar con un encantamiento de calefacción en nuestras prendas. Cuando intenté soltando fuerte las primeras silabas nuestro caballo pinto se asustó y se alejó rápidamente galopando como diciendo "¡ya no quiero verte nunca más!". ¡Fantástico! Una vez más metiendo la pata hasta el fondo. Gwendal solamente me observo fríamente y no hizo ni el intento de reír o de correr detrás del caballo. Ya no le sorprenden mis estúpidas ocurrencias. Desde entonces hemos estado avanzando a pie contra toda adversidad.

El camino hacia la capital es desértico, pero con estas rocas, cactus y pastos secos, parecería mejor un sombrero que nuestras ropas. Casi podría creer que estamos en Arizona en la Tierra.

Nos agachamos a la sombra de una enorme roca y encendimos un fuego: con eso terminaron las preparaciones para nuestra noche de acampada. No tenemos ni carpa ni bolsas de dormir. No tenemos ninguna clase de curry con papas o una enorme fogata chispeante. Luego de una cena de carne seca y agua en silencio frente al fuego, me acuesto porque no tengo nada mejor que hacer. Con esta alma de la fiesta como compañero no quedan muchas opciones. No he conversado con nadie durante un tiempo, si sigo así pronto voy a olvidar como hablar.

Ah, la luna es azul, las estrellas son blancas. Hace frio incluso si me acerco al fuego.

Cuando estaba comenzando a dormirme, más del frio que del cansancio, siento algo que cosquillea cerca de mi estómago.

Maldición, ¿es un escorpión? Me despierto de golpe dando un respingo y sobre mí…

—Ah…

Gwendal está inclinado sobre mí.

Ambos nos quedamos sin palabras.

Cuando bajo la vista lentamente veo los dedos del hermano mayor sobre el cinturón de mis pantalones.

¡¿No puede ser?!

—¿Tú también? ¡¿También crees que soy una chica y para cerciorarte estás desabrochando mí…?!

—Espera, cálmate. No estoy dudando de tu género y tampoco creo que te veas como una mujer.

El espacio entre sus ojos y sus cejas es más grande de lo normal. Parece que está un poco aturdido.

—…Claro, ¿verdad? No importa cómo me mires, soy un mago normal.

—Ajá.

—Mi cara, mi voz, la forma como me muevo y como hablo, son todas masculinas.

—Sin duda.

Siendo que no es del tipo adulador creo que puedo confiar en sus palabras. Eso me tranquiliza un poco.

—¿Entonces por qué estabas intentando desabrochar mi cinturón…? ¿No me digas que tienes los mismos gustos que tu hermano menor y estás buscando pelea?

—¡Claro que no!

Gwendal avienta la mano frente a su rostro de una forma poco común en él. Claro que ese movimiento levanta mi mano izquierda y la sacude junto con la cadena.

—¡Ay, ay, eso duele!

—Ah, lo lamento.

Miro tímidamente hacía abajo y me doy cuenta que no se trataba de mi cinturón lo que Gwendal había tratado de alcanzar, sino el colgante cristalino que llevo colgando.

—Oh, ya veo — suspiré aliviado—. La Cecaelia. Hombre, lo hubieras dicho antes.

Parece que este hombre con una voz profunda y una mirada agresiva tiene un inesperado gusto por las cosas pequeñas y tiernas. Solo lo creí a medias cuando lo había escuchado, pero a juzgar por el interés que tiene por el llavero de la Cecaelia colgando de mi cinturón, parece que esta información era cierta. Cuando lo desabrocho y se lo extiendo, las llamas se reflejan en los redondos ojos negros de la criatura marina.

—Te lo regalo.

Gwendal toma con cuidado el frasco de cristal con agua como si hubiera recibido una joya invaluable.

—¿…Estás seguro?

—Claro. No me gustan los adornos de todos modos. Aunque las Cecaelias son criaturas hermosas y poco comunes.

Con esos ojos pequeños y brillantes, el rostro adormilado, cuerpo pequeño y tentáculos negros.

—¿Cómo se llama?

—Elisa. Me han dicho que las Cecaelias mantienen alejados a los indeseables.

Incluso son más bellas en persona. —Oye.

Llame a mi compañero de viaje mientras miro hacia el cielo, pensando en que ahora podríamos hablar en pie de igualdad. Con Lord von Voltaire Gwendal, el mazoku desafortunado que termino encadenado a mí. Ya no soy solo un don nadie para él.

—Gwendal, hace tiempo que quería preguntarte, ¿de verdad van a poder escapar Wolfram, Conrad y los otros soldados de las arenas movedizas? Además de eso, ¿por qué solo yo pude ver a ese panda de color extraño? Y también, aunque no siento que esa mi culpa que termináramos esposados, ¿por qué aún no hemos intentado romper las cadenas con todas esas piedras que había en el camino o usado magia para abrirlas?

—¿Quieres que responda todo eso?

—Si se puede…—digo respetuosamente.

—Está bien —finalmente comienza a explicar—. Comenzando con el oso de arena, no puedo negar que no bajamos la guardia, pero en realidad los osos de arena no viven en pequeñas regiones de dunas. Lo que significa que es posible que esos humanos de Sverera los hayan colocado forzosamente cerca de sus fronteras para impedir los viajes dentro o fuera del país. Realmente no puedo decir si tan solo son rezagos de la guerra civil, o si están ahí para detener el contrabando. De hecho, hace unos cuantos años se descubrieron piedras de houryoku [2] en Sverera. Los hechiceros de países vecinos las desean tanto que prácticamente tienen brazos saliendo hasta de sus gargantas. Los vendedores del mercado negro no dejarán pasar una oportunidad así. Con tal de proteger sus preciosas houseki [3] de ser llevadas fuera del país, probablemente han puesto trampas peligrosas alrededor de la frontera.

¡Vaya! Aunque en la Tierra los pandas están en la lista de criaturas en peligro de extinción muggles, aquí sirve como trampas.

—Además, esta región ha pasado por un largo periodo guerras. En otras palabras, el houjutsu [4] se ha estado desarrollando por un largo tiempo.

—¿El houjutsu? ¿Tiene algo que ver con el majutsu?

Entre las cejas de Gwendal se forman empinados pliegues. Probablemente este tipo de preguntas son más adecuadas para mi tutor. Aun así, el poder de mi Cecaelia resultó ser inesperadamente fuerte ya que Gwendal no intenta cortar con la conversación.

— Solo los mazokus tienen la habilidad de utilizar majutsu. El maryoku es una cualidad del alma con la que naces, básicamente significa que solo aquellos con un alma mazoku pueden utilizar majutsu. Por el contrario, el houjutsu es una técnica que los humanos han obtenido rezando a sus dioses. Incluso aquellos que no tienen el talento nato pueden entrenar para ser capaces de usarlo. Las houseki complementan las habilidades del usuario e incluso aquellos sin poder propio pueden utilizarlas. Ya que no hay muchos países en los que hayan sido descubiertas se venden a precio muy alto.

—Así que para proteger la salida de esos preciosos recursos han colocado trampas en la frontera…

—Así parece. Y respecto a por que era el único que podía ver el oso de arena, parece ser que el houjutsu de espejismo no tuvo efecto en ti. No sé por qué, pero tal vez se debe a que eres naturalmente cabeza dura.

Eso puede ser cierto. Incluso desde niño me resultaba imposible que me hipnotizaran, o entraran a mi mente sin autorización, y fui el único de mi grupo de primaria que pudo ver al unicornio en el viaje escolar.

—Además, esta cadena está hecha en parte de houseki pulverizadas. Tatar de romperlas con una piedra común seria solo una pérdida de energía. Tal vez sea posible en tierra mazoku dónde la cantidad de elementos que nos obedecen es más grande, pero en este territorio árido humano es difícil tratar de sobreponerse al houryoku. Por otro lado, la noticia de nosotros debe haber sido esparcida, usar su magia resulta peligroso.

—¡¿Entonces no podemos sacárnoslas?! —Exclamé horrorizado—¿Qué vamos a hacer? ¿Tienes algún plan?

Ahora asustado nos imagino juntos para siempre. Bañándonos juntos, durmiendo juntos. En la salud y en la enfermedad, en los días buenos como en los malos. Incluso vamos a estar pegados cada vez que tengamos que ir al baño. ¡No podría soportarlo!

Mientras Gwendal echa un vistazo a la cerradura habla en voz baja y tenue.

—Pensaba esperar a que Conrart y los demás nos alcanzaran en esa ciudad, pero ahora que ha pasado esto no tenemos otra opción más dirigirnos hacia la capital. Primero necesitamos encontrar sacerdote que pueda usar houjutsu y hacer que corte estas molestas cadenas. Luego nos ocuparemos de Gegenhuber y el mateki.

Parece que Gwendal tampoco quiere ser compañeros para ir al baño.

—Pero de acuerdo a ese plan, significa que Wolfram está bien, ¿verdad? Por supuesto Conrad y los demás tambien lo están, ¿verdad? Porque pareces seguro de que nos encontraremos de nuevo.

—¿Su Majestad se niega al compromiso con mi hermano menor? Pero parece preocuparse por él. Si un soldado tan habilidoso como Conrart muere en una batalla contra un piojoso oso de arena entonces sería una historia para contar durante años.

—¿Negarlo? No he hecho tal cosa.

Soy incapaz de luchar contra la fatiga y el frio, me pongo soñoliento de inmediato cuando levanto las rodillas y me hago un ovillo. ¿Quién hubiera pesado que podría dormir en medio del desierto de Arizona? Mi piel se ha endurecido hermosamente, aunque parece que no es la única manera en la el desierto me ha endurecido. Pero es todo gracias a que estoy acompañado, si estuviera solo el miedo me hubiera hecho entrar en pánico.

—Ey.

—¿Qué? —murmuré.

—Ven más cerca para mantener el calor.

—…No tienes que decirlo como si fuera una desgracia.

Acatando la regla de oro de los grupos muggles que se extravían, nos sentamos hombro contra hombro. La cadena entre nosotros hace mucho ruido.

—Ey.

—¿Y ahora qué?

—¿Te gustan los animales? Los conejos y los gatos, por ejemplo.

—No me gustan los conejos. Los gatos… bueno, me gustan más los leones que los gatos… los blancos… Los leones blancos.

Siendo este el tema de conversación justo antes de dormir.

• • •

Para cuando el sol se encuentra alto en el cielo llegamos a la capital. Aunque estamos bañados de sudor por caminar hasta el mediodía, no hay ni una copa de bienvenida ni mucho menos una ducha. Aun así, tienen que darme unas palmaditas de felicitación en el hombro por haber recorrido el camino hasta el final, solo dar el último paso me pone contento. Si hubiera sido hace algunos meses habría tirado la toalla a medio camino. Creo que eso significa que mi resistencia ha mejorado bastante. Mi espíritu deportivo esta que explota.

Justo cuando atravesaos las puertas de la ciudad el peso de la cadena regresa abruptamente. No lo había notado durante el camino, parece que mi compañero lo ha estado cargando en mi lugar.

Al entrar en la ciudad uno al lado del otro casi parece que vamos tomados de las manos. Nuestros dedos están tan cerca que ya ni nosotros sabemos si solo estamos atados por esta cadena tan poco romántica o si de verdad estamos tomados de las manos.

—Sería un problema que la gente vea la cadena.

—Mm…

Envolvemos hábilmente las cadenas en un paño para que parezca un paquete colgando entre nosotros. Escucho el cuchicheo lo suficientemente fuerte para que todos oigan de un par de chicas que van pasando.

—¡Mira, mira! ¡Están cargando una bolsa juntos! ¡Qué apasionados! Dos tórtolos recién casados. ¡Ah, pero tienes que hacer cosas así mientras puedas, verdad!

Bueno, muchas gracias chicas, pero el romanticismo no durará mucho tiempo. ¡Nos separaremos tan pronto como sea posible! Apenas encontremos con un sacerdote. Así que antes que hacer cosas como estas mientras puedas, esta será la única vez que lo haga.

—Oye, ¿no parece que estuviéramos en un comercial de detergente para platos?

—Nunca he lavado un plato.

Como se podía esperar de la ciudad capital de este país, es mucho más grande en comparación a la ciudad fronteriza. El palacio real está el sur y la cantidad de peatones en las calles es grande. La mayoría son civiles, sin embargo hay bastantes soldados. Las mujeres, niños y ancianos son los encargados de las tiendas ya que la mayoría de los hombres son soldados. Todos tienen el corte militar, pero parece que depende de la unidad varía el color de la parte de arriba. Rojo, amarillo y castaño claro.

A pesar de que ya estamos a media tarde la iglesia con el techo puntiagudo está completamente tranquila. Las enormes puertas principales están cerradas con llave desde el interior. Veo al supuestamente serio y calmado Gwendal colocar su pierna en posición. Entrando en pánico imito sus movimientos y los dos pateamos la puerta al mismo tiempo.

Las miradas de todos los presentes se concentran súbitamente en nosotros. Todos congelados como maniquíes.

Dentro del salón de la iglesia hay alrededor de cien personas sentadas. Y al otro lado del largo pasillo un hombre, una mujer y el ministro se quedan petrificados. ¿Es un pastor o un reverendo?

—Gwen… parece que entramos en medio de una boda.

—Así parece. ¿Deberíamos volver más tarde?

—Sí, buen plan.

La novia luce delicada en su vestido sin mangas blanco puro. No puedo ver su expresión de sorpresa ya que el velo le cubre el rostro.

Retrocedemos un paso.

—¡Que oportunos!

Esta persona frívola alza la voz en el momento en que este grupo de esposados les dimos la espalda.

—¡Perfecto! Dejemos que esta adorable pareja que ya se ha unido diga unas palabras como bendición.

¿Qué?

De repente la mano del viejo que luce como un pastor se levanta hacia nosotros y un clérigo corre entre las bancas para darnos un megáfono en vez de un micrófono. Los invitados que se han dejado llevar por el ambiente de la ceremonia tienen lágrimas en los ojos.

Y la pareja a la que le piden que de un discurso seamos nosotros.

—¿Adorable pareja?

¿Qué quieren decir con "pareja"? Los que están aquí presentes no creen que somos una pareja unida por esposas, ¿verdad? Pero como parece que cargamos un paquete no deberían ser capaces de ver las cadenas.

—Son lo suficientemente apasionados para tomarse de las manos, ¿no es así? ¡Por favor denle algún consejo a esta joven pareja de novios ya que ustedes han dado el paso al matrimonio antes que ellos!

—¡No estamos casados!

El hijo mayor y yo decimos eso a coro. El pastor desploma los hombros exageradamente y el clérigo pone el megáfono cerca de nuestras bocas.

—¿Entonces cuál es su relación?

—Este ha sido el prometido de mi hermano menor desde el principio.

—¡¿Eh?!

Estrictamente hablando, eso es del todo verdad. Luego de la respuesta del alto y apuesto hermano el lugar se pone ruidoso de nuevo, pero por otra razón.

—Comprometido con el hermano menor… Eso es aún más apasionado.

Un murmullo llena la habitación. Siento que esto está tomando la dirección equivocada.

—¡No! ¡Usted no entiende! Esto es un…

La novia que tenía la cabeza gacha levanta la vista hacia nosotros lentamente. Tiene una figura pequeña y para nada excitante. Para ella este día es el más especial de toda su vida. Ese día tan especial no puede ser arruinado por unos tipos que se entrometieron por accidente. Sería imperdonable si nos damos la vuelta y escapamos pisoteando sus sentimientos.

—Bueno…—carraspeo, hace mucho que no uso mi voz seria —. Bueno, lo importante en el matrimonio son las tres lleves.

Esto viene del repertorio de discursos para las ocasiones especiales de mi padrino. Lamentablemente no estoy seguro de cómo seguía. Gwendal tira de mi mano frunciendo el ceño.

—…La primera es la llave del poder y astucia, la segundo es la llave de la paciencia y la pureza y el tercero es la llave del alma, que son como las pociones.

Estoy completamente confundido, nunca entendí a mi padrino. Pero no importa, los ojos de todos van de acá para allá.

—El tercero, es similar a una poción. Por ejemplo si agregamos por error otro ingrediente eso podría conducir a una lesión colateral, lo cual naturalmente no es bueno.

Toda la iglesia está en silencio sumida en la curiosidad y el suspenso. La joven novia que sostiene el ramo de flores artificiales voltea completamente hacia nosotros. Los vamos a cansar haciéndolos esperar.

—Los ingredientes de una poción… trabajan en armonía uno con el otro para siempre. ¡Un solo intruso la vuelve disfuncional! Dos personas que unen sus almas para formar una pareja no pueden funcionar con ningún otro ni aceptar intrusos en la suya…

El 70% de mi discurso es charlatanería.

—Entonces, lo que quiero decir es que después de la boda el marido y la mujer son una sola alma, un solo ser y una poción completa.

—¡…Es verdad!

—Sí, es verdad… ¿eh?

Imitándola, acabo de decir eso con la tonada de una chica. ¿Quién acaba de decir eso?

—Es verdad, ¿no es así? Una vez que están juntos es imposible abrir el corazón a otra persona. Las llaves significan eso, ¿no es así?

—Mm, si… excepto la llave del poder y astucia.

La novia levanta la cabeza y tira el velo y el ramo. El pastor y el clérigo se tiran a atajarlo apresuradamente. ¡Felicidades! Ustedes son las próximas novias.

Tiene un corte de cabello algo masculino corto y la piel bronceada que recuerda el color del trigo. Sus ojos marrón rojizo son grandes y están llenos de determinación, y sus pestañas son tan largas que mueven su flequillo. Levantando el borde la pollera de su vestido blanco como la nieve bajó corriendo las escaleras a paso rápido y decidido. El novio y el sacerdote anfitrión están tan sorprendidos que no se mueven.

—¡Estaba equivocada!

—¿Acerca de qué?

—Tus palabras me ayudaron a darme cuenta. ¡Gracias!

—De nada… pero, ¿por qué?

—Estaba por casarme con el hombre equivocado.

El codo que me había estado picando a un lado de repente cae del agotamiento y Gwendal deja escapar un largo gruñido de derrota. No tenía intenciones de ofender a nadie aquí diciendo algo innecesario.

—Qué has hecho esta vez… —gime en voz baja.

Cuando la novia llega hasta nosotros, uno de los presentes se recupera del shock.

—¡Oigan, la novia se escapa!

Bueno, aprovechando eso, escapémonos también.

Justo cuando pensaba eso…

—Por favor, llévame contigo.

Ella toma mi mano derecha. ¿Acaso el discurso robado de mi padrino fue tan conmovedor? — ¡Están secuestrando a la novia!

—¡¿Eeh?!

¡Entre escapar y secuestrar hay mucha diferencia! Maldición, si las cosas siguen así nos vamos a terminar convirtiendo en criminales de verdad.

• • •

Referencias


1. La palabra original que usa Anissina es "monitaa", que es la abreviatura de "Motto ii mono tsukuru tame ni, anata no karada de tameshitai" (para poder crear cosas mejores, voy a testearlas con tu cuerpo), entonces Günter intenta corregir la abreviación usando "moniata".

2. Houryoku = poder divino. Es el poder opuesto al maryoku de los mazokus.

3. Houseki = piedra divina, piedra de houryoku.

4. Houjutsu = técnicas divinas. Es lo opuesto al majutsu (técnicas demoníacas).