Los Personajes de "HATARAKU SAIBOU" NO me pertenecen. Son propiedad de Akane Shimizu.


AE3803 se encontraba transportando oxígeno por las venas en compañía de su Senpai, el día transcurría casi con normalidad, claro, llamando normal al hecho de que alguna que otra bacteria entrara para ser neutralizada por los glóbulos blancos al poco tiempo.

Lo único inusual, era que el flujo sanguíneo había mejorado mucho al igual que la absorción de grasas.

–Hoy está siendo un día tan relajante – suspiró AE38, esbozando una sonrisa.

AA5100 apretó las mejillas de su kōhai con una sola mano, dejando de arrastrar el pequeño carrito de oxígeno que tenían.

–Sí, pero eso no significa que nos esforzaremos menos.

–D…Detente Senpai –suplicó avergonzada.

–Aunque es extraño –se detuvo a pensar AA51.

–¿Hu?, ¿Qué cosa?

–El flujo sanguíneo generalmente es bueno, pero desde hace poco ha mejorado bastante… demasiado a decir verdad.

–No te entiendo, senpai – admitió apenada.

Repentinamente, una fuerte "lluvia" cayó sobre todas las células sanguíneas que circulaban, provocando que se detuvieran por el desconcierto.

–¿Qué es esto? – AE38 estaba completamente empapada de aquel extraño líquido que caía.

–No lo sé, pero… me siento rara.

Los eritrocitos comenzaron a sentir una sensación extraña. AE3803 y su senpai no eran la excepción, en su rostro un tono escarlata predominaba ampliamente.

–V…Vamos, debemos entregar este oxígeno.

AA5100 tomó de nuevo el carrito y continuó con su labor.

–¡Espera!, Senpai.

Tras un largo recorrido, por fin llegaron a los departamentos donde habitaban las células. AE3803 vio que a lo lejos se encontraba un grupo de neutrófilos, entre ellos, su favorito.

U-1146 descansaba tomando un poco de té mientras sus compañeros discutían sobre lo tranquilo que había estado el día.

–Sé que las bacterias son un problema, pero es tan aburrido cuando no hay nada qué hacer…

–No deberías decir esas cosas 4989, un mundo sin esas asquerosas bacterias sería lo ideal – objetó 2626.

–Sí, además tenemos tiempo para relajarnos un poco – apoyó 2048.

1146 no decía nada, tan solo se limitaba a observar. Sin embargo, en sus pensamientos rondaba una tierna Eritrocito que veía con regularidad.

–¡Hakkekkyū San!

El grupo de neutrófilos volteó en busca de la dueña de esa singular voz, incluido U-1146.

–Oh, eres tú Sekkekky…

AE3803 se lanzó a los brazos del glóbulo blanco, pero al ser víctima de la sorpresa perdió el equilibrio y cayeron, quedando la Eritrocito sobre él.

–Hola, Hakkekkyū San –AE3803 sonreía ampliamente, mientras 1146 estaba sonrojado por la cercanía y sus compañeros tenían la quijada hasta el suelo.


Continuará...