PRÓLOGO

Kagome solo podía correr, escuchaba tras de ella los estruendos de la batalla y el intento de sus compañeros por detener al Hanyou malvado que, ese día, parecía obsesionado con acabar con ella.

La batalla llevaba un buen rato de haber empezado, era esa la razón de que se encontrara tan cansada. Naraku había aparecido en persona ante ellos y rodeado por sus extensiones. No habían durado mucho sin embargo, algo más pareció captar su atención durante la batalla y por ello dejo a un par de marionetas para que se encargaran de ellos, más la sorpresa fue grande al ver lo poderosas que eran estas y notar que sus esfuerzos estaban concentrados en la miko futurista.

En algún momento, entre el ataque de las marionetas y de algunos Yokais menores que la atacaban, la miko se quedo sin flechas y prácticamente indefensa al estar sus compañeros ocupados con el resto de los enemigos, sin embargo, el valiente Kitsune que consideraba como hijo se había interpuesto entre un ataque de una de las marionetas y ella, dando como resultado que él cayera a varios metros herido e inconsciente.

Sin dudarlo, la miko, corrió a auxiliarlo, el problema radicó en que dos marionetas se lanzaron tras ella y, por mucho que intentó, nada pudo hacer más que tratar de evitar sus golpes y se lanzó a correr en una dirección desconocida, la cual, a su vez, la llevo al borde de una colina que no vio ocasionando que rodara toda su altura hasta abajo, cualquier otro humano habría muerto pero no ella, no ella que necesitaba proteger desesperadamente a su hijo, por lo que apenas llego al final de la colina, haciendo un esfuerzo sobrehumano, se levantó y siguió corriendo todo lo que su maltrecho cuerpo le daba y así siguió hasta que choco con algo que la hizo rebotar hacia atrás y caer sentada al suelo antes de procesar lo que pasaba y levantar su mirada.

-Sesshomaru... - dijo antes de voltear y ver a las marionetas acercarse - Te lo suplico, cuídalo - y esas fueron sus últimas palabras antes de que su cuerpo cediera a la inconsciencia y la obscuridad la rodeara.

El Inu no tuvo demasiado tiempo para procesar las acciones de la miko, tan solo se limito a acabar con las marionetas de Naraku con un solo blandir de su recién adquirida espada. Una vez eliminadas las amenazas, dirigió su vista a la joven miko y notó los estragos que habían en su cuerpo, tales como moretones y rasguños, además de una respiración demasiado pesada y lenta para ser normal, también notó como, a pesar de su inconsciencia, sus brazos mantenían fuertemente apresado a un cachorro de Kitsune.

En ese momento Sesshomaru se encontró a sí mismo admirando y respetando a la humana frente a él y decidió llevarla consigo, después de todo no se encontraban humanos así fácilmente. Tomó a la miko de manera nupcial y está se acurrucó contra él en el proceso ocasionando que el Inu se sintiera extrañamente a gusto.

#####K&S#####

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