¡SALÍ DE VACACIONES Y APROBÉ TODAS MIS MATERIAS! Los dejé por meses por la escuela, las tareas, proyectos y exámenes finales estuvieron a todo dar, sobretodo porque dos de esos exámenes dependían de si pasaba o no la materia, tuve que asistir a clases de apoyo y estudiar por mi cuenta, matemáticas y química sí que son un dolor de cabeza. Pero ahora regreso hasta Febrero por lo que ya tengo mucho tiempo libre, supongo que estaré actualizando a la semana.
*Historia completamente mía, prohibida su adaptación sin antes consultar.
*OCC en los personajes.
*Esta historia en general es +15, pero contendrá capítulos +18, los cuales serán macados con sus respectivas advertencias.
Actualización 19/12/18
Lucy.
De esas veces en que las cosas que menos quieres que pasen terminan pasando, como cuando rompes algo y no quieres que tu mamá se entere, así que lo escondes en algún lugar, pero ese lugar casualmente tu mamá lo revisa aunque jamás lo haga usualmente, o como cuando esperas hacer un trabajo sola pero te terminan emparejando con un bruto para "ayudarle". Bueno, pues ahora lo que yo no quería era estar cerca de la persona que tengo caminando al lado, mi pecho era oprimido por una presión interna, mi estómago estaba tenso y con unas cosas moviéndose dentro de él causándome sensaciones desagradables, me hormigueaban los brazos y no podía siquiera mirar en dirección a Natsu. Nuestro "reencuentro" sucedió tan rápido que mi mente no tuvo tiempo de pensar claramente en lo que sucedía, no asimilaba aún que tenía cerca de nuevo a la persona que provoca estragos en mi control perfecto, la que hacía que no pensara minuciosamente en lo que dijese o fuera a hacer, y ese es el mayor problema ahora, ¡Yo en serio necesito pensar en cómo comportarme! Aunque Natsu siempre fue muy idiota para saber lo que pasa por la cabeza de alguien, no puedo confiarme, no cuando no lo he visto en 5 años y no sé exactamente como haya evolucionado esa mente suya, tal vez-
— ¡Hey Luce, te estoy hablando! — Me llamó alargando el "Luce", maldición no me digas así Natsu.— ¿En qué demonios estás pensando? ¡Estoy aquí, dame atención!
Se colocó delante mío frunciendo el ceño mientras soltaba un bufido, yo negué agitando mi coleta haciendo que se posara en mi hombro derecho, por lo que comencé a acariciarla, Natsu lo miró por unos segundos antes de volver a poner su mirada en mis ojos, esa mirada penetrante y directa, la fuerza que me transmitía me hacía sentir intimidada, por lo que parpadee rápidamente para concentrarme de nuevo, vamos Lucy despierta.— Lo siento, solo pensaba en qué demonios haces aquí, ¡No pudiste siquiera avisarme o algo! Llegaste de la nada, es como una tremenda bofetada en el rostro... Y, y no me llames Luce, es extraño idiota.— Fui apagando el tono de voz conforme las palabras salían de mi boca, sintiéndome cada vez más pequeña por el peso de las mismas. El rostro de Natsu se volvió completamente serio, podría decir que incluso molesto, aunque su rostro se encontrara sin ninguna mueca, simplemente me lo transmitía, cuando dio un paso más cerca de mí me temí lo peor, se quedó mirando muy cerca de mi rostro.
—... ¡Luce, Luce, Luce, Luce, Luce, Luce!
— ¡Oh, sí que eres un idiota!— Le dije exasperada por su acción infantil, ¡repetir ese apodo solo para fastidiar! Tremendo imbécil... Imbécil la sonrisa que se me formó en el rostro, por dios Lucy.
Después de unas cuantas carcajadas de ambos, el silencio volvió a apoderarse entre nosotros, mi mirada se mantenía fija en mis dedos, que jugaban con las puntas de mi cabello, mientras que sentía la penetrante mirada de Natsu, pronto lo siguiente que sentí fueron sus dedos tomando mi mentón para levantar mi rostro, provocando que nuestras miradas se encontraran de nuevos, sus ojos, no hubiera querido ver como sus bellos ojos mostraban dolor, angustia, y sobretodo brillaban con un gran anhelo, lo sé, porque así es justo como sé que yo igual le estoy viendo, dejé de sentir su gentil tacto en mi barbilla cuando retiró su mano como si le quemara, regresando a cargar mi archivador, aún manteniendo el contacto visual. ¿Qué decir?, ¿cómo actuar?, ¿cómo sobrellevar lo que ambos sabemos y ninguno quiere dar el paso a decirlo?
Te extrañé tanto.
— No es cómo si supiera cómo avisarte, es obvio que cambiaste de número... Y bueno, Lucy, no hubiera sido fácil aunque tuviera cómo contactar contigo.— Dijo con voz lúgubre, tensa, mientras sobaba su cuello.— Te fuiste cortando todo, ninguno de nosotros supo de ti hasta un año después cuando Jenny te encontró en Instagram por casualidad.—Soltó un gran suspiro antes de continuar, mientras yo trataba de no temblar.— ¿Sabes? No podía llegar y mandarte un simple mensaje después de que terminaste las cosas, dejando en claro lo que necesitabas, y yo respeté eso.
— Lo hice para no complicar más las cosas.—Solté en lo que pareció un suspiro, lo dije tan rápido porque temía dejar salir más cosas de las cuales no tenía caso mencionar.
— Decidiste por ambos, y fui un tremendo imbécil por dejarte hacerlo.— Contuve la respiración ante eso, una increíble culpabilidad me invadió, junto con unas ganas de defenderme y explicar todo, pero no tenía caso, sé que si abro la boca sólo reclamaré el hecho de que efectivamente él me dejó hacerlo, yo necesitaba un alto, pero él no estaba capacitado para dármelo, me aproveché de eso en su momento y me arrepiento de no haber pensado en él y las otras posibilidades que podíamos tener. Después de un silencio entre ambos decidió continuar él.— Estoy aquí porque en mi universidad nos avisaron que por cuestiones de presupuesto no podían seguir pagando varias ramas, entre ellas la mía, así que todo un semestre estuve buscando universidades que impartieran ingeniería automotriz, la más cercana estaba en esta ciudad, por lo que... Aquí estoy. Aparte unos amigos vinieron a aquí después de graduarnos de la preparatoria.
Supongo que eso tenía sentido, Natsu me había dicho que no quería dejar su ciudad, por lo que seguiría estudiando en ella aunque hubieran mejores escuelas afuera. Los Dragneel comparten un amor por los autos increíble, siempre que íbamos a casa de Natsu quedábamos maravillados con toda la colección de autos de Igneel, su padre, dueño de su propia compañía de autos, él podría pagarle sin problemas una universidad mejor equipada, pero imagino la terquedad de Natsu en querer estudiar en la vieja universidad a la que su padre asistió. Yo estaba acostumbrada a los autos clásicos y conservadores de mi padre, así que ver todos esos autos salvajes y llamativos era un deleite.
— Me da gusto que hayas seguido con la carrera que siempre quisiste.—Comenté comenzando a caminar en dirección a la sala de juntas, no estaba huyendo, simplemente necesitaba hacer mi trabajo con urgencia, sí, eso.
— ¿Tú al final que estás estudiando? Encontrarte en el edificio principal no ayuda en saber tu carrera, si te hubiese encontrado en el edificio de una facultad en específico sería más fácil.— Puchereo siguiéndome con mi archivador, sonreí levemente cuando hizo mención de mi carrera, cuando hablábamos de nuestro futuro siempre le comenté que me veía ayudando a las personas, pero no sabía en que ramo hacerlo, fue hasta después de aquello que me decidí por psicología.
— Estoy estudiando Psicología específicamente en el área clínica.— Contesté orgullosa mientras sacaba las llaves de mi bolso para abrir la sala, ambos entramos. Dejé mi bolso en la parte superior de la mesa en forma de rectángulo, que es dónde me siento a la hora de dirigir las juntas para despues pedirle el archivador a Natsu, quién me lo entregó mientras se sentaba al lado mío.
— ¿Ah? Te volviste una locóloga Lucy.— Dijo son sorna mientras soltaba pequeñas risitas burlonas, ¡Como si eso fuera a molestarme! El chiste de que los psicólogos estamos locos me lo han dicho desde que decidí la carrera, soy inmune a esa babosada. Decidí ignorar su mal chiste mientras sacaba las listas de voluntarios y comenzaba a revisar que estuvieran todos los datos para una buena organización.— Oh, ¿Me estás ignorando?
Oh no, cómo crees Natsu, solo decidi no prestar atención a lo que dices, las conversaciones tontas son para gente tonta, y cómo yo no soy tonta no te voy a responder. ¡Oh qué bien! Están inscritos varias personas que fueron útiles el año pasado.
— ¡Rubia estupida te estoy hablando! — Que divertido es esto.— Hey...
Oh, interesante.
Su mirada dura y salvaje habia vuelto, no noté en qué momento se habia acercado tanto, fue sigiloso y veloz, cual vibora deslizandose antes de atacar a su presa, ¿El problema? Yo no soy ninguna presa, Natsu. Alcé una ceja mirándole interrogante y a la vez curiosa, acerqué mas nuestros rostros intensificando mi mirada, con la mejilla apoyada en el dorso de mi mano, entre abri los labios como si fuese a decir algo, pero solo fue un gesto silencioso que provocó un pequeño desliz en la mirada de Natsu, sonreí ladina.
— ¿No tienes clase? — Pregunté calmada, queriendo que mi voz acariciase sus oídos.
— Sé lo que estas haciendo, eres una atrevida, Lucy.— Mientras se hacia para atras recargando su espalda en la silla sonreí traviesa, me había atrapado. Seguí acomodando los archivos en la carpeta que correspondián antes de contestar.
— ¿Y está funcionando lo que sea que según tú esté haciendo?— Solté burlona cerrando el archivador aún sin mirarle.
— Jodidamente sí.
Puede que Natsu sea de las pocas personas que me doblegan, puede que el pasado haga que me pesen los hombros y sienta una terrible opresión, puede que las memorias de nosotros dos juntos me hagan temblar, pero soy Lucy Heartfilia, nada me hará dejarme mostrar indefensa de nuevo, no soy un pequeño corderito al que se pueden comer, y eso debo dejárselo en claro al lobo.
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Natsu
Lucy no podría volverme más loco, primero aparece en el pasillo como toda una celebridad, imponiendo con sus pasos seguros y balanceo de caderas sensual, lo primero que me dicen de ella es que trae a los hombres de aqui a sus pies, cosa que no me sorprende, siendo que Lucy siempre ha sido atractiva, tampoco se me hizo un gran descubrimiento que las personas le vean como una perra, ¡Lucy sí que es una! Incluso cuando teníamos trece años dejaba en ridículo a otras niñas por lo directa que era, a ella nunca le importó ser suave con quiénes le desagradaba.
Verla de nuevo renovó todo aquello que ya estaba dormido, Lucy estaba más hermosa que nunca, se había dejado el cabello larguísimo, sus facciones se habían vuelto más finas dándole ese aspecto suave y natural, naturalmente hermosa. No quiero pensar mucho en esas curvas matadoras, no, no.
Después del momento intenso en la sala con Lucy, la campana sonó y ella se fue apresurada a sus clases, murmurando cosas que no logré entender de algo de exterminar a unas pequeñas cucarachas inútiles. Mi primera clase empieza hasta las ocho diez, electrotécnica automotriz segun el horario que vine a recoger al edificio principal, aparte de venir por eso, había quedado de ver a Gajeel y a Gray temprano, los tres estudiamos en diferentes edicifios así que lo más rápido y fácil era vernos aquí.
Son las siete y cinco así que aún puedo probar esa deliciosa comida que tanto me presumió el bastardo de Gajeel que hay en la cafetería, antes de irme a encerrar a 3 horas seguidas de clase, ¡Mi estómago no aguantará tanto!
Mientras me dirigía al elevador que me llevaría al segundo piso donde se encuentra la cafetería, fui interceptado por dos mastodontes a los que llamo "amigos".
— ¡Maldito hijo de puta! — Comenzó gritando Gray mientras me daba un golpe en la espalda, gruñí devolviéndole el golpe.
— ¡¿Qué demonios fue lo que vimos y por qué trataste con toda confianza a la rubia?! — Casi me dejó sordo Gajeel, pero se irá de culo cuando se lo diga.
— Les contaré, pero antes déjenme comprar algo de comida, ¡Estoy que me muero de hambre!
Cuando entramos a la cafetería observé que indudablemente era impresionante, todo el segundo nivel era de mesas, máquinas expendedoras y la cocina supongo que estaba tras la barra donde atienden a los estudiantes, lógico de una universidad privada, en la secundaria y preparatoria no era tan grande, pero es obvio, aquí tenían que atender a miles de estudiantes de cada rama.
— ¿Funciona como en nuestra preparatoria? —Pregunté mirando a Gajeel y Gray.
Gray y Gajeel siguieron caminando a la barra principal en vez de sentarse en una de las mesas.— No, cómo somos un montón de bestias hambrientas no tenemos el lujo de meseros, vas por tu comida tú solito.
No tengo problema con eso, eso de los meseros en la preparatoria me exasperaba un poco, tenía que esperar más porque no era comida pre hecha y ellos tenían que atender a más mocosos, ir por la comida es más rápido, siempre pensé que lo de querer comida prácticamente de restaurante era para pendejos presuntuosos.
Mientras caminaba entre las mesas no pasé desapercibidas las miradas y murmullos sobre mí, sí imbéciles, soy el ardiente bastardo que hizo reír a Lucy Heartfilia y se fue con ella, sigan alabandome «maldiciendome». Una vez que teníamos nuestro desayuno nos sentamos, yo de inmediato me puse a tragar el enorme omelett junto con los pedazos de queso y jamón.
— Ahora sí Natsu, desembucha.—Habló Gajeel tragando su sándwich de pavo en el proceso.
— Todo.— Continuó Gray masticando su desayuno, asqueroso que es.
Tragué antes de contestarles.— Fue mi mejor amiiga gran parte de la secundaria.
Gray y Gajeel parecieron decepcionarse con mi respuesta, mirándose entre ellos cómo si pensaran en qué más preguntar.— Y mi novia.
— ¡¿Tu novia dices?! — Exclamaron ambos provocando que muchos de los que estaban atentos a lo que hablábamos se sobresaltaran, yo sólo seguí comiendo.
— ¿Cuándo duraron?
— ¿Cómo era en secundaria? ¿Estaba llena de granos y era obesa?
— ¿Siempre fue una perra?
— ¿Te la follaste?
Abrí mis ojos y fruncí el ceño con lo último.— ¡¿Qué mierda te pasa jodido imbécil?! ¡Por supuesto que no! Teníamos quince años, enfermo.
Gajeel tiró unas risotadas.— ¡Wow, tranquilo! Sólo era curiosidad, todo puede pasar en la edad precoz.
Tomé una gran respiración.— Dos años, siempre ha sido hermosa y sí, también una princesa mandona.
— ¿Y por qué terminaron? — Gray cállate, esos no son buenos recuerdos.
Bajé la mirada a mi plato vacío.— Es lo que quisiera saber yo.
¡Hey! Más detalles sobre lo que pasó con ellos, Wii.
Disculpen enormemente si hasi hay alguna palabra cortada o sin acento, ando escribiendo en el celular, y no sé por qué cada que guardo el archivo y lo vuelvo a abrir hay algunas palabras que se cortan o no están bien escritas.
Recuerden comentar si les está gustando, en qué puedo mejorar y qué piensan que sucedió para que Natsu y Lucy terminase.
¡Bai!