|Disclaimer: Ni Dragon Ball ni sus personajes me pertenecen, son obra exclusivamente de Akira Toriyama y Toei Animation, yo solo los uso para dar rienda suelta a mi imaginación.|

N.A: Finalmente he revivido como el ave Fénix, caray… entre en un gran Hiatus con este Fic, pero no se preocupen; no significa que no haya adelantado nada, por el contrario me adelante como 6 días, ¡Yai, 6 capítulos seguidos :D! pero iniciemos con este nomas xd. Espero les guste, siendo sincera; me gusto el resultado de este capítulo.

Día 16: Obsequio.

Observó absorta el pequeño objeto que yacía en sus manos, sus ojos cerúleos demostraban muchos sentimientos a la vez: Asombro, amor, felicidad, intriga pero sobretodo... Miedo.

Tenía miedo sobre su futuro.

Sobre el futuro de su novio.

Gohan...

Las lágrimas inundaron sus ojos descendiendo de manera feroz por sus tersas mejillas, siendo rápidamente cubiertos por sus manos y liberando por fin los sollozos que desde hace una hora retenía.

Y todo porque una pequeña prueba en una pequeña pantalla digital mostraba el símbolo de: "||" lo que indicaba solo una cosa.

Ella estaba embarazada.

— Hola cariño, perdón por llegar tarde. — se disculpó un muchacho de 20 años, cabello y ojos negros; siendo el silencio su única contestación. — ¿Videl?

— Ah, hola Gohan. — saludó sin muchos ánimos. — ¿Cómo te fue en la presentación? — preguntó, necesitaba otro poco de tiempo para reunir las fuerzas necesarias y decir lo que tenía en mente.

— Muy bien Vi, el profesor Hitsoki dice que nuestro invento ayudará mucho a las personas y... — calló repentinamente al notar las gotas salinas que salían de los ojos de su novia, asustado se levantó de su silla y se sentó junto a Videl tomando sus manos. — ¿Estás bien? ¿Qué tienes?

— Y-yo no pu-puedo... — respiró hondo tratando de calmarse. — N-no puedo seguir con esta farsa.

— ¿A qué te refieres con farsa Videl? — preguntó sintiendo un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

— Quiero terminar contigo.

Los orbes ónix del semi Saiyajin se abrieron en su máximo esplendor no creyendo las palabras que salían de la boca de su novia.

— ¿Qué?

Pero ella no contestó, sólo se levantó de su asiento, le dio un último beso en los labios a su novio y huyó del lugar, una acción que nunca pensó que haría.

No obstante, para Gohan esto no se quedaba así.

.

.

|1 semana después|

— ¡Gohan! ¡Qué sorpresa! — gritó entre eufórica y sorprendida una rubia de ojos celestes.

Luego de que Videl terminará su relación sin dar alguna explicación intento buscarla enseguida en su mansión, pero su padre no le dijo nada pues al parecer estaba enfadado con él.

Así que sin más se dirigió a la casa de Iresa, sabía de sobra que Videl recurriría a su mejor amiga para tapar su fachada, lo que no se espero es que fuera interceptado por su padre.

¿Qué haces aquí papá?

Vengo a evitar que cometas un error hijo. — al principio no entendió, sin embargo cuando su progenitor le explicó que su energía estaba fuera de control se dejó llevar y luego de pensar bien las cosas por una semana se decidió a buscar a Videl.

— ¿Sigue aquí Iresa? — preguntó sin rodeos.

— No sé a qué te refieres Gohan... — intentó ocultarse tras la puerta pero al notar la tristeza y el dolor en los ojos de su amigo no pudo seguir con su mentira. — La verdad es que estoy ocupada, necesito hacer las compras y vendré algo tarde. Nos vemos. — el hijo de Milk entendiendo el mensaje entró a la casa de su amiga y minutos después ella salió dejándolos solos.

Subió las escaleras tratando de encontrar el ki de Videl, pero se detuvo en seco al sentir una energía que no era de su pareja, ¿Qué significaba eso? ¿Por qué no sentía el ki de la hija de Miguel pero si otro que estaba junto a ella?

— ¡Iresa! ¿Ya se fue Go... ¡Gohan! — gritó asustada notando la presencia de su novio, se congeló. ¿Qué hacía aquí? — ¿Q-qué...?

— Hola a ti también. — saludó sonriendo por primera vez en toda la semana. — Necesitamos hablar.

— ¡Yo no tengo nada que hablar contigo! — gritó fúrica apretando sus puños.

— Claro que sí, no puedes terminar una relación de dos años sin dar explicaciones.

— ¿Explicaciones? ¡Por supuesto que tengo explicaciones! — respondió algo nerviosa. — Yo... Ya no te amo.

Más la reacción de él no fue la que esperaba, ya que se vio acorralada entre la pared y el bien formado cuerpo del Gran Saiyaman.

— ¿Dices que luego de dos años de relación en los que hemos vivido miles de momentos, nos hemos besado infinidad de veces e inclusive hemos hecho el amor; ya no me amas? — la mujer se sonrojo hasta la médula haciendo que esbozara una sonrisa orgullosa.

— S-sí... Y-yo ya no te amo, así que ya déjame tranqui-

Los orbes cerúleos se abrieron como dos platos al percibir el ósculo que Gohan perpetró, y maldiciéndose a sí misma terminó por corresponder el beso que tanto anhelaba.

— Claro que no me amas. — se separó de ella notando su respiración agitada, unió su frente con la hija del campeón cerrando sus ojos tratando de entender el porqué del segundo ki al lado...

No.

No estaba al lado de Videl, estaba dentro de ella; se recriminó por ser tan tonto, ¿Cómo fue que no pudo sentir el Ki de alguien con sangre Saiyajin?

— Gohan, por favor vete. — sollozó en extremo dolida, lo extrañaba con locura pero no podía dañar su futuro.

— ¿Estás embarazada verdad? — más que una pregunta fue una afirmación, Videl quedó muda... ¿Cómo? — Nadie me dijo nada Videl, lo acabo de descubrir; hay un Ki demasiado fuerte viniendo de tu interior.

La otrora justiciera de Ciudad Satán se abrazó con fuerza al cuerpo de su pareja llorando con fuerza, ¡Qué tonta había sido! Ella podía ocultar su energía pero no podía hacer nada contra la de su bebé.

— ¿Por qué no me lo dijiste? — cuestionó correspondiendo su abrazo y acariciando su cabello.

— No quería arruinar tu futuro, sabes que te amo pero... No puedes encargarte de un niño cuando ni siquiera has acabado tus estudios, es demasiado difícil.

— ¿Qué dices? jamás te abandonaría, cierto es que mi madre quiere que sea un gran investigador pero desde que te conocí no puedo concebir mi vida sin ti, te amo demasiado para perderte Videl. — la besó suave transmitiéndole todos sus sentimientos. — Ahora regresemos al apartamento, nuestro hijo debe conocer su verdadero hogar.

Ella rió divertida tomando su mano— ¡Sí!

Un nuevo miembro llegaría muy pronto.

._.

Fin de la transmisión.