Esta historia es solo producto de mi imaginación, cualquier parecido a algún otra historia es mera coincidencia. Lo escribo con fines de entretenimiento, del mío como del que lo pudiera leer.
LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, ES DECIR, DIGIMON NO ME PERTENECE
(TOMO SUS PERSONAJES PARA MOTIVOS DE ENTRETENIMIENTO PERSONAL)
:: Misión Interrumpida ::
Chapter 1. Objetivo
La musica sonaba suavemente en el bar, un lugar muy exclusivo para personas importantes de todo Japón. Ese bar se encontraba localizado en uno de los edificios mas altos de toda la ciudad y solo muy pocos podían ser miembros de aquel establecimiento.
Se encontraba un joven rubio sentado justo en la barra del bar tomando un vaso de whisky de forma pausada. Iba vestido muy elegante, se encontraba solo.
- ¿Tan temprano mi estimado?,- le hablo un segundo chico que se sentaba junto al rubio y le daba una seña sutil a la persona del bar para que le sirvieran un trago.
- Tu llegas tarde Taichi,- le regaño el rubio.
- No es mi culpa Yamato, tarde en salir de la oficina, resulta que en la boveda había mas de una trampa,- expuso el castaño mostrando parte de su costado, una herida. Debajo de su elegante saco, se encontraba una mancha roja de sangre que lo disimulaba muy bien.
El rubio volteo y rio ante la herida.
- Que sutil,- le respondió en forma de broma.
Cuando el cantinero puso la bebida en la barra, Taichi lo tomo de un solo trago para posteriormente poner una memoria USB justo en el vaso y dárselo al rubio.
- Lo que sigue depende de ti, el objetivo es fácil,- le dijo el castaño.
- Lo he estado vigilando, será sencillo,- le contesto para tomar un trago a su bebida.
- Después de que pases la siguiente fase, tienes solo unos minutos para dejar el paquete, tendrás que bajar al piso 30 y haces el intercambio, se te dará instrucciones.
- Copiado,- dijo Yamato sin siquiera voltear a ver a su compañero.
- Takeru como Hikari interceptaron las cámaras de seguridad, tienes libre el camino para hacerlo.
- ¿Cuando te he fallado?.
- Solo no lo heches a perder, este puede ser nuestro ultimo trabajo si lo hacemos bien,- fue lo ultimo que dijo Taichi para levantarse de su asiento y dirigirse a la salida.
Yamato por su parte, volteo donde estaba un grupo de señores de avanzada edad. Tomo la memoria del vaso de whisky que dejo su amigo y lo guardo en su bolsillo.
El rubio sutilmente paso su mano por su cabellera para activar su aparato de transmisión y ponerse en contacto con la base.
Buenas noches agente Alfa,- escucho Yamato en su oído, un comunicador sutil que pasaba desapercibido por el resto.
- Buenas noches, pido confirmación de objetivo, el paquete "A" esta en posición,- susurro Yamato.
Confirmando proceso, objetivo encontrado, Gennai. CEO de Homeostasis CORP. Espere confirmación.
Yamato pidió un ultimo trago, el cual se lo sirvieron de manera casi de inmediata.
Dio un sorbo y volvió a voltear al grupo de antes, identificando a cierta persona. Reviso su reloj para confirmar la hora.
- Ya casi es hora,- susurro nuevamente el chico.
Proceso encontrado, se confirma objetivo. Eliminar.
El chico de los ojos azules sonrío y le dio su ultimo sorbo a su trago. Llevaba mas tiempo con el trabajo de eliminar personas del que le gustaría admitir, desde muy chico se le había entrenado por parte de varias agencia especiales de espionaje y cumpliría con cualquier misión. Seria sencillo, eliminar a la persona con el nombre de Gennai.
Desde hace tiempo él junto su equipo, trabajaban por separado de cualquier agencia de gobierno, estaban solos y así les pagaban mejor.
Yamato era una arma letal de espionaje, comprendía de un excelente nivel de funcionamiento físico, mental y sexual. Ademas de ser considerado un hombre frío, inteligente, extremadamente observador, reservado y elegante, y quizás una de sus características más notables es la gran habilidad de poder atraer bellas mujeres fácilmente.
Tenia que esperar el momento preciso para cumplir su misión. El señor Gennai era un hombre importante, era dueño de una gran compañía de investigación y ciencia , cuyo objetivo era crear grandes inventos y tecnología de alta vanguardia que se estaba usando con fines nucleares y armamento militar en el extranjero.
Ese mismo dia, su amigo, el agente delta, había hurtado con éxito, información relevante de las investigaciones de la compañía y no faltaba mucho tiempo para que se le diera aviso a Gennai y este saliera de su reunión semanal para dirigirse a su limosina. Un pequeño lapsus de tiempo donde tendría menos seguridad y fuera una presa mas fácil.
Todo estaba planeado meticulosamente, y se tenia el tiempo medido.
Yamato esperaria con paciencia a que diera la hora de entrar en acción.
En eso volteo a la salida y vio entrar a una hermosa pelirroja en un vestido rojo entallado, llevaba cabello corto, sujetado sensualmente en un medio recogido.
El rubio no pudo evitar admirar a la chica que entraba al bar, tanto él como otros hombres le estaban hechando el ojo. Su vestido aunque fuera largo, tenia dos aberturas en ambas piernas, dandole un toque sensual a su figura. Se podía apreciar la tersa y morena piel de la chica desde sus muslos hasta los tobillo cada vez que daba un paso, llevaba un liguero negro que daba juego al color llamativo de su vestido.
Tenia ademas una gargantilla de diamantes, y de este colgaban sutilmente adornos que acompañaban perfectamente su espalda descubierta.
La chica se dirigió directamente a la barra del bar, sabiendo como todos la miraban. Tomo asiento a lado del agente y cruzo la pierna lentamente.
Yamato no pudo evitar deleitarse por el sencillo pero elegante movimiento de sus piernas.
- Un whisky por favor,- pidió la chica, tenia una voz calmada y sensual.
El camarero sonrío y le dio lo que le había pedido.
Estuvieron así casi 5 minutos sin hablar, hasta que la chica decidió dar el primer paso con el rubio.
- Es un bonito reloj,- le dijo la chica a Yamato, haciendo referencia a su reloj de muñeca. Un elegante rolex de color oscuro y detalles en plata.
Yamato no le contesto, solo agradeció el gesto.
- Veo que es un hombre de pocas palabras, ¿viene aquí seguido o solo esta de visita?, tal vez ¿trabajo?,- le insistía la chica.
- Así es señorita, solo estoy de paso, un sencillo viaje de negocios aquí en Tokio.
- Oh que coincidencia, yo igual,- le dijo calladamente mientras le daba un trago su bebida.
Yamato le sonrío y volteo a ver su reloj para confirmar la hora.
- Veo también que espera algo, ¿una acompañante?,- continuaba la mujer.
El rubio presto atención por primera vez al rostro de la chica, no negaba que era realmente hermosa, aprecio sus seductores ojos color rubí y por un momento se sintió hipnotizado. Simplemente pensó que era perfecta para él, si en verdad estuviera solo aprovecharía la ocasión pero sabia que no era el momento ni el lugar.
- Si, espero a alguien.
- ¿Una novia?.
Yamato soltó una sutil risa varonil ante el comentario, esa chica si que era atrevida.
- Si, espero a mi novia.
- Usted si que sabe mentirme, yo que pensé que nos estábamos llevando bien.
- Perdone,- Se disculpo Yamato al ver a la chica ofendida.
La chica sonrío sensualmente y volteo a ver a los señores de avanzada edad que la estaban viendo.
- ¿Ves aquellos señores?, te apuesto lo que quieras que uno me invita un trago,- le dijo confiada.
Yamato volteo a donde decía la chica y confirmo que era donde su objetivo estaba, mucha coincidencia tal vez. Nuevamente volteo con la chica.
- Muy confiada de su parte señorita.
La pelirroja sonrío segura.
- Lo estoy.
- Bueno, señorita...
- Sora, mi nombre es Sora.
- Señorita Sora,- Yamato hizo una pausa después que pronuncio su nombre, de verdad le gustaba decirlo,- es un trato, si usted recibe un trago del grupo de aquellos caballeros...
- Me das algo especial, algo sumamente secreto,- le interrumpió Sora.
- Esta bien, le dare algo especial y secreto,- acepto Yamato,- Me gustan los secretos.
- Trato hecho,- le decía Sora, extendiéndole la mano sutilmente y Yamato se lo acepto.
En eso Sora sonrío y volteo hacia donde el grupo de los ancianos y le guiño el ojo a uno de ellos.
- ¿Tu crees que solo con eso te darán un trago?, muy dulce de su parte.
- Usted solo espere y vera, me gustan las mimosas,- le dijo confiada Sora.
- No creo que tenga una capacidad telepática para decirle aquellos hombres lo que desea,- se río Yamato.
En eso un camarero se acerca a la pareja y le ofrece una mimosa a Sora.
- Disculpe la interrupción, pero el caballero de aquel grupo le manda esto.
La pareja volteo y vieron como un señor de avanzada edad y con algo de sobrepeso sonrío hacia Sora y le extendió su vaso, haciendo referencia de un brindis.
Sora hizo el mismo gesto con una sonrisa y tomo feliz de su copa preparada. Posteriormente volteo donde el rubio para mostrar su triunfo.
- Creo que me ha ganado,- soltó Yamato aun sin poder creerlo, aquella chica tenia tal vez si un don.
- Por favor Yamato, yo siempre gano,- dijo feliz la chica, mientras le tomaba un otro sorbo a su mimosa.
Yamato se le borro la sonrisa de forma casi inmediata.
- Perdone mi falta de memoria pero, estoy seguro que no le dije mi nombre.
- Lo se,- le dijo Sora sencillamente.
- Supondré dos cosas Sora.
- ¿Si?
- La primera seria que usted puede tener habilidades psíquicas, la cual estoy casi seguro que no pudiera ser por que quiero creer en la lógica y la racionalidad.
Sora sonrío y tomo otro trago de su bebida.
- La segunda seria que ya nos conocimos en algún momento de nuestras vidas y esto solo es una coincidencia incomoda para mi, ya que el no recordarla me apena demasiado.
- Eso es muy triste,- dijo Sora manteniendo su mirada con la del rubio.
- Pero dado su belleza, no creo poder haberla olvidado por lo que tampoco creo que esa sea una opción.
- ¿Cual seria su tercera opción?,- pregunto de forma pasiva, poniendo su bebida en la barra.
- Pienso que usted me ha estado siguiendo, me sentiría halagado pero seria un problema muy grande si eso es cierto.
- Vaya que lo seria.
Los dos se quedaron callados, Yamato paso su vista a las piernas de la chica para subir hasta su escote, ese vestido le sentaba muy bien, una perfecta distracción para cualquier hombre, incluso para él.
- ¿Quien eres?,- pregunto el chico.
La pelirroja sonrío.
- Quiero mi premio Yamato, los dos sabemos que es lo que estoy buscando.
- No,- respondió sencillamente.
Sora paso su mano por los pantalones del chico, se detuvo justo en su entrepierna.
Yamato volteo hacia la mano de la chica y volvió a voltear para encararla.
- Si quieres eso, podemos ir a un lugar mas privado.
La pelirroja se rio del comentario del chico.
- Me darás lo que quiero.
El chico volteo a su reloj y vio que el tiempo de espera había pasado, se dio cuenta que Gennai seguía en su lugar, platicando con sus demás compañeros.
- No esperes que Gennai reciba la llamada del robo, esta bloqueado todo comunicación en este bar.
Yamato maldijo internamente, se distrajo.
- Ahora me darás esa memoria Yamato, lo puedes hacer después de los juegos artificiales,- le advirtió Sora de forma seria.
- ¿Fuegos?.
Sora asintio.
- No creo que pase, lo siento preciosa.
- De verdad no quiero quitártelo a la mala, no quiero arruinar ese dulce rostro.
- Bueno señorita, yo tampoco quiero lastimarte.
Sora rio ante el ultimo comentario.
- Esto va a hacer divertido,- fue lo ultimo que dijo la chica para que posteriormente explote parte del lugar y todas las personas empiecen a gritar y salir despavoridas del lugar.
Yamato se agachó al sentir la exploción, se desoriento lo suficiente para que Sora le diese una patada y unos golpes especiales para inmovilizarlo. Lo reviso en menos de 3 segundos y saco de su traje la memoria que le había dado Taichi tiempo atrás.
Cuando Sora se preparo para salir del lugar, la alcanzo la mano de Yamato y la jalo hacia él. Le dio un golpe para someterla pero Sora lo esquivo con facilidad. Las largas piernas de la chica se movía al compas en la pelea de cuerpo a cuerpo que tenían ambos personajes.
Le memoria seguia en la mano de la pelirroja pero Yamato le dio un golpe para que la soltara y así lo hizo momentáneamente. Pudo empujarla para que cayera al piso y él tomara la memoria del suelo.
Sora deslizo su pierna e hizo que Yamato cayera al suelo de forma estrepitosa.
En eso el reloj de Sora sonó, dando un alarma.
Ella, al ver eso, tomo rápidamente la memoria y saco una arma de su entrepierna que venia escondida en el liguero. Se apresuro a salir, su objetivo estaba escapando.
Yamato se apresuro y correo para investir a Sora. Ambos cayeron al suelo.
Sora empezó a golpear a Yamato. Se subió sobre él y lo quiso inmovilizar pero el rubio fue hábil y se apresuro a levantarse.
Ya los dos agentes se separaron y se pusieron en modo de ataque.
La embestida de Yamato había hecho que Sora soltara su arma, ahora estaban los dos en el destruido bar, listos para una pelea cuerpo a cuerpo.
- Enserio Yamato, hazte a un lado, me estas quitando tiempo.
- Y tu el mio preciosa, ahora dame la memoria.
Sora avanzo de costado y golpeo a Yamato mediante unas patadas, era realmente muy hábil peleando. Yamato por su parte las logro esquivar y le regreso el golpe con unos ataques a su costado, la levanto y la azoto en el suelo.
Ella por su parte se levanto de un salto, su cabello estaba despeinado pero seguía viéndose hermosa.
Después de casi un largo minuto peleando, Sora volvió a dar una patada en el estomago a Yamato, haciendo que este se sentara en un sillon y dejarlo sin aire un corto tiempo.
La pelirroja aprovecho ese tiempo y se apresuro a tomar su arma, junto con la memoria para ponérsela en un compartimiento por donde su liguero.
- Fue un placer Yamato,- le dijo para salir corriendo del lugar.
El chico se pudo levantar y siguió a la chica.
Dado la explosion en el bar, se estaba desalojando el edificio. Solo estaban en funcionamiento las escaleras de emergencias.
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Sora alcanzo a Gennai a mediado de las escaleras, estaba saliendo junto con sus guardaespaldas.
La misión de Sora igual era fácil, recuperar la memoria y eliminar a Gennai.
De sus piernas saco unos cuchillos y empezó a eliminar uno por uno de los guardias del objetivo. Haciendo ademas otros combos acrobatas que uso para pelear con el resto.
Yamato llego donde la chica y se fijo en la forma de pelear de la misma, y vaya que si era una fiera, un arma mortal.
Una vez que todos los guardias estaban eliminados, Sora tomo el arma y apunto a Gennai que estaba acorralado en la pared.
Yamato la volvió a investir, haciendo que esta perdiera su puntería.
El objetivo aprovecho y escapo mientras que la pareja caía por las escaleras.
- Dios, si que eres molesto,- intervino Sora.
- Arruinaste mi misión, arruinare la tuya.
Ambos se levantaron y Yamato la empujo para que salieran de las escaleras y entrar a un piso, se encontraban ahora en un pasillo.
- Dame esa memoria Sora.
- Muérdeme,- le contesto la chica mientras recuperaba el aliento.
Yamato sonrío ante el comentario.
- Encantado.
Empezaron a pelear nuevamente, Sora se subió a su espalda y Yamato se la quito de encima, lanzándola al piso. Cuando ella se incorporaba, él tomo un jarrón para rompérselo en su espalda.
Sora cayo por unos segundos pero se levanto de inmediato y golpeo a Yamato en el interior de la pierna para que perdiera su equilibrio.
Volvio a sonar el reloj de muñeca de Sora y maldijo la pelirroja.
- Nos veremos después,- dijo la chica para retirarse.
Yamato trataba de incorporarse.
Misión fallida, el objetivo sigue con vida y se desconoce la ubicación del paquete.
- Si si si,- dijo Yamato fastidiado, para levantarse por completo.
Volteo a todos lados y no vio a la chica, correo hacia las escaleras y solo vio los cuerpos inertes de los guardias de Gennai, tenia que irse al punto de reunión con Tai.
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Taichi se encontraba dentro de una van, estaba sentado sin camisa en una silla mientras una castaña lo curaba.
- ¡Ah!, Hikari lo puedes hacer con mas cuidado,- se quejo el chico al estar recibiendo las puntadas de la chica en su costado.
- Deja de quejarte hermanito, ya termine,- le contesto. Guardo los elementos de curación en un cajón.
- Chicos, perdi la señal dentro del edificio.
- Que dices Takeru,- le respondió enseguida la chica para irse a sentar con el chico en las computadoras.
La espaciosa camioneta tenia un avanzado y delicado equipo de espionaje necesario para cualquier misión. Contaba con varios monitores y suficientes computadoras para hacker una ciudad, junto con gama amplia de armamento y herramientas de ataque.
En eso se escucho un golpe afuera de su base de control, alguien estaba golpeando la camioneta y decidieron abrir, no sin antes Taichi tomara un arma y apuntara a la puerta.
La abrieron y se encontraron a Yamato, un tanto golpeado.
- Pero que... ¿Que te paso?, aun faltaba tiempo para la extracción,- expuso Taichi, bajando su arma y dejando que este entrara.
- Falle, tuvimos un pequeño y letal gorreon en la fiesta,- expreso enojado el ojo azulado.
- ¿Que?,- pregunto Takeru, su hermano.
- ¿Y la memoria?,- pregunto Taichi empezando a molestarse.
- Se la llevo, no pude hacer el cambio.
- Maldicion,- solto Tai molesto,- sabes lo que me costo conseguir eso.
- ¿Quien era?,- pregunto ahora Hikari,- Los rusos, alemanes, americanos tal vez.
Yamato nego.
- Local, no venia con nadie.
- Todo el mundo viene con alguien,- interpuso Takeru.
- Investiguenlo, hay que ver con quien trabaja,- intervino Tai.
- Ella, es ella y sabia quien soy yo,- termino de decir molesto Yamato.
A lo lejos estaba un flamante carro deportivo, aparcado para entrar un sobrio almacén.
Se espero unos escasos segundos cuando se abrio automáticamente la puerta y entro el mismo. Ya una vez adentro aparco en una especie de hangar donde compartía espacio con otras unidades.
Bajo del carro nuestra pelirroja con dificultad, se venia sujetando su brazo.
- Saliste muy tarde,- dijo una chica castaña de largos cabellos mientras ayudaba a su amiga, se apresuro a ir por ella y darle apoyo al caminar.
La guio hacia otros cuartos especializados, ese lugar era un fortaleza impenetrable así como muy avanzado en cuestión de tecnología.
- Lo siento Mimi, me quede a bailar mas tiempo,- dijo batallando para caminar y con ayuda de su amiga, tomo asiento en una especie de camilla de metal.
- Sora, no eliminaste el objetivo,- agrego otro chico, llegando donde Sora con un botiquín de primero auxilios y revisando sus heridas.
- Las cosas no salieron de acuerdo al plan Joe pero recupere la memoria,- decía triunfante Sora al mostrar su premio de consolación.
Mimi lo tomo en sus manos con ánimos y grito de la emoción.
- Bien hecho Sora, por eso eres grande. ¡Koushiro!,- grito la chica emocionada, mientras se dirigía a un pelirrojo que estaba en medio de unas pantallas y teclados, se encontraba a unos metros de los chicos.
- Si ya vi, bien hecho Sora,- le regresaba agradecido el pelirrojo a su compañera.
Sora asintio mientras daba un quejido.
- Lo siento, te dislocaste el hombro y tengo que...
- Si si Joe, solo acomodalo,- dijo Sora preparándose para el dolor.
Joe de un solo movimiento le acomodo el hombre a la chica y prosiguió a vendarlo con fuerza.
- Alguien pudiera darme un trago, por favor,- dijo Sora mientras empezaba a sudar.
- Y dime, ¿Como era él?, ¿si era tan guapo como lo estuvimos viendo todo este tiempo?,- pregunto emocionada Mimi para acercarse nuevamente a Sora.
- Bueno, la cámara si engorda,- contesto aun a adolorida.
Joe por su parte seguir tratando a Sora.
- Vamos, dime, ¿Si era un dios como lo describieron?
- Mimi, no molestes a Sora con esas preguntas,- interrumpió Joe.
- Ahi que, no tiene nada de malo.
- Si era atractivo, ademas de buen peleador,- soltó Sora un tanto divertida señalando su hombre lastimado.
- Aww, hubiera ido yo.
Koushiro rio del comentario.
- Mimi, por algo tu y yo no vamos, a ese tipo de misiones.
- He estado mejorando, no puedes decirme nada, ¿Verdad Sora?, dile que me puntería con el arma es mucho mejor que antes.
Sora sonrío y asintio.
- Si lo comparamos con el tiro que tenias, cualquier cosa que hagas ahora es mucho mejor,- lanzo Joe terminando de vendar a Sora.
Los dos presentes rieron del comentario de Joe, a excepción de Mimi.
- ¿Que es lo que sigue?,- pregunto Sora ansiosa por terminar pronto todo ese asunto.
- Ahora hay que esperar a que nos contacte nuestro cliente para darle la memoria,- explico el pelirrojo mientras escribía en las computadoras y revisaba la memoria que había extraído Sora, siempre guardaba un respaldo de lo que robaban para aprovecharlo mas adelante si era necesario.
- Que dira cuando se entere que no matamos a ese tipo, Gennai,- dijo Joe al resto.
- Eso era extra de lo que habíamos acordado, se le cobrara lo de la memoria,- se adelanto Mimi.
- Aun lo puedo hacer, será sencillo, solo una buena mira y un viento favorable,- propuso Sora.
- En ese caso seria Joe,- dijo Koushiro sin apartar la vista del monitor.
- Oye yo también he mejorado en mi tiro,- ahora fue Sora quien actuó ofendida.
- Si pero no mejor que yo,- termino de decir Joe,- te tendré que hacer unas radiografías.
Sora bufo rendida, se sentia agotada.
De su equipo, cada quien poseía habilidades únicas como letales. Joe por ejemplo, era el medico del equipo, ademas de tener un historial y conocimientos militares especializados, el mejor de su unidad, condecoración y medalla de oro en la elite de francotiradores de Japón.
Nada mal para haber estudiado medicina unos años, era muy inteligente y su apodo de superior Joe, no era en vano.
- Por ahora descansemos, por lo menos tu, Sora,- menciono Koushiro para voltear a ver al equipo.
- Unas lindas vacaciones en Balí no estarían mal,- contesto la pelirroja.
- Bueno lastima que no te las podemos dar por ahora pero que tal unos días de descanso en el resort de Tokio,- dijo con voz de conductor de un espectáculo de concursos el chico de la computadora.
Sora suspiro resignada y Mimi rio.
- Eso se encuentra frente a mi departamento Kou,- dijo rendida Sora.
- Bueno que mejor que usar la alberca del hotel que la tina de tu casa,- apoyo Joe sonriente.
- Debería demandarlos por explotación laboral.
Todos rieron del comentario de la chica.
- Vamos Sora, somos delincuentes,- le dijo Mimi.
CONTINUED...