Advertencias: Animatrónicos humanizados. Lenguaje obsceno.

Los personajes y la historia de Five Nights at Freddy's pertenecen a Scott Cawthon. Carina, Luz y la trama de esta historia son de mi autoría.


Flores

Olfateando embobada el sutil aroma que emanaba el ramo de flores que sostenía con fuerza entre sus manos, dejó que en su rostro se mostrara otra sonrisa boba y exhaló el doceavo suspiro enamorado, cerrando los ojos y recordando una y otra vez lo linda que había sido su novia al entregarle aquel detalle.

El conejo Toy, el zorro pelirrojo y la marioneta la miraban con cierto desprecio, notando cómo la rubia danzaba distraídamente por la sala, con un movimiento suave de su cabeza que inconscientemente hacía bailar sus rizos como si de un río de oro se tratase.

-¿Cómo es que esa simpleza la pone tan idiota? -Se cuestionó el pirata, alzando una ceja.

-A los humanos les gustan esas tonterías -Respondió Toy Bonnie-, y sabes que ella actúa como los humanos.

-Y también reacciona como ellos -Dijo el zorro, con una media sonrisa maliciosa.

La mirada que intercambió con el conejo y el títere fue suficiente para que ambos entendieran su diabólico plan, y de esta manera imitaron su gesto, esperando ansiosos a ver cómo lo llevaría a cabo.

-Toy Chica, son FLORES -Foxy trató de llamar su atención, consiguiendo que la enamoradiza polluela le dedicara una mirada expectante-. No le costaron nada. Seguro las arrancó de un parque y te las trajo.

Ella frunció el ceño, mas de inmediato calmó su gesto y se encogió de hombros. No le importaba en lo más mínimo de dónde vinieran, y lo que fueran a opinar los tarados de sus compañeros le importaba incluso menos. Carina le había regalado sus flores favoritas y ella era feliz con eso, sin importar qué.

-Está muy risueña, necesitarás más que eso para molestarla -Le animó The Puppet.

Cómo disfrutaba de verlos joderse unos a otros.

-No me retes, muñeco de trapo -Bufó en contestación.

Se enderezó en su sitio, afiló su mirada y volvió a comenzar.

-¿Sabes? Gabriela dice que es estúpido regalar flores. Las flores son para los muertos.

Toy Bonnie se atragantó de la risa, pero tuvo que disimularlo cuando notó la mirada amenazante de Foxy sobre sí. Foxy a veces tenía tantas ganas de discutir que ni siquiera se molestaba en formular buenos argumentos. Y eso, sin duda, volvía sus conversaciones incluso más entretenidas.

-Y nosotros estamos muy vivos, imbécil -Contestó Toy Chica, sin ánimos de tener otra disputa de ese tipo con él. No en ese momento.

El zorro gruñó ligeramente pero mantuvo la calma. Había logrado una respuesta verbal de ella, y eso le enorgullecía. Provocarla era tan sencillo.

-No, pero... ¿Entonces así te ve ella? ¿Estás muerta para ella?

Chica 2.0 cerró sus ojos, respiró hondo, aunque su cuerpo no lo necesitara, y dirigió su celeste mirada hacia los ambarinos orbes del zorro.

-Mira, idiota, no quiero pelear contigo hoy, ¿sí? Mañana con gusto atenderé tu problema de falta de atención.

-¿Alguien está insultando a Foxy sin invitarme? -Desde lo lejos, se les acercó el oso de mejillas pintadas, haciéndose el ofendido.

-Es todo tuyo, yo paso de él -Agitando su cabellera artificial con fiereza, les dio la espalda a ambos y trató de alejarse lo más rápido posible del lugar.

-Oye, rubia tonta, yo sólo te digo la verdad –Confesó el pirata, encogido de hombros-. Que lo único bueno que haga tu novia por ti sea darte un par de hierbajos no es mi culpa.

Cuando la aludida giró su cabeza 180° y le dirigió su peor mirada a quien le hablaba, los tres autores originales del plan para hacerla enojar no pudieron hacer más que sonreír.

-No te atrevas a dudar del amor que Carina siente por mí –Caminó hacia él haciendo que sus pasos resonaran fuertemente al chocar contra el piso, amenazándolo al señalarlo con su dedo alzado.

-No sé si amor sea la palabra correcta para alguien que ve diez culos antes de tocar el tuyo... –Desde su caja musical, The Marionette hacía su comentario distraídamente, como si no quisiera involucrarse realmente en la discusión.

-¡Tú cállate, máscara travesti! –El señalamiento ahora fue para él, a lo que Puppet se encogió de hombros con una sonrisita molesta a ojos de la gallina.

-Vamos, Toy Chica estaba tranquila, ¿cierto? –Intervino Toy Freddy, a lo que la nombrara asintió con la cabeza, demasiado molesta como para cuestionarse si el oso realmente la quería defender o no-. Déjala un rato en paz, alimaña, no metas tu hocico donde no te han llamado.

-¿Te estás poniendo de su lado? –El conejo estaba incrédulo ante lo que veía, aunque aun así no podía parar de sonreír de sólo pensar la discusión que seguro vendría a continuación.

-Con tal de llevarle la contraria a Foxy, no me importa de qué lado estar –Admitió.

-Vaya imbécil –El pelirrojo giró los ojos y dejó pasar la provocación por alto, procurando concentrarse en Toy Chica y no parar hasta lograr su cometido-. Por supuesto que quiero molestarla, ¡pero es por una buena causa! Es sólo para que entienda que nadie la quiere y que no se haga ilusiones con eso.

El insulto fue suficiente para desatar la furia de Chica 2.0, cediendo finalmente para iniciar una discusión con el pirata y la ocasional intervención del castaño, quien constantemente se cambiaba de bando sólo para divertirse viendo cuál de los dos se molestaba más.

-Meh, no es tan entretenido –El conejo de sonrojo permanente se cruzó de brazos y admiró con desgano la escena-. No está tan molesta como para divertirme realmente.

La marioneta, a su lado, apoyó un brazo en el borde de su caja y le observó, quizás de manera un poco despectiva.

-No es como si tú podrías hacerlo mejor –Ocultó su sonrisa, pero el tinte venenoso en su voz era apreciable a leguas de distancia.

-¿Cuánto a que, si entro yo a la discusión, la hago gritar? –Se levantó de su sitio, envalentonado, mirando retador hacia el títere.

-Te apuesto una arepa a que no –Y cuando Puppet le vio dirigirse a la disputa, finalmente soltó la carcajada que tenía atorada desde hace rato en la garganta.

-Todo esto es sólo porque Carina me dio un regalo, malditos envidiosos –Escupió Toy Chica, mirando a los que la rodeaban con rabia.

-SÓLO SON FLORES –Los tres se voltearon en dirección a aquella voz, era Toy Bonnie que se acercaba hacia ellos desde atrás de Foxy-. Mañana estarán secas y marchitas y no habrán valido de nada.

-Como su amor por ti –Completó el pirata.

Toy Chica extendió el ramo de flores hacia Toy Freddy, quien, desconcertado, no hizo más que aceptarlo entre sus manos. Apenas dejó de hacer contacto con las flores, la rubia literalmente se lanzó hacia el zorro, y cuando este la esquivó con destreza, ésta fue a dar hacia el conejo y lo estampó contra el suelo, golpeándolo con ímpetu varias veces seguidas. Cuando acabó con él, que no le dio tiempo ni de defenderse ante la sorpresa, la gallina se giró hecha una furia hacia Foxy e imitó su acción, esta vez dando de lleno contra su pecho y comenzando un forcejeo contra él.

-¡Pelea de inválidos! –Chilló Mangle, que les vio empezar una pelea mientras se acercaba, atraída por el ruido de su discusión.

-¿Y ahora qué coño hago yo con esto? –Se cuestionó en voz baja el oso Toy, mirando el ramo de flores en sus manos.

No lo admitiría, pero luego de ver la reacción de su compañera, no se atrevía a dañar el hermoso ramo blanco de calas.

-¿Qué demonios sucede aquí? –Con gesto cansado, Fredbear miró con una clara mueca de desaprobación a aquellos con los que involuntariamente tendría que pasar el resto de la eternidad.

La nueva pelea, ahora subida de nivel, llamó la atención de muchos otros en la pizzería. Claro que todos ellos se quedaron como simples espectadores, disfrutando hasta cierto punto el hecho de que, para variar, pasara algo más interesante en sus vidas que sólo esperar a que llegaran las guardias nocturnas. Esto, claro, hasta que llegase el oso dorado, el único dispuesto a abogar por la paz.

A regañadientes, tuvo que meterse en la pelea, recibiendo algunos golpes en el proceso, para lograr que la rubia soltara el convenientemente largo cabello del pirata, y así evitar que éste enganchara su garfio en ella y terminara por dañar alguna parte de su traje.

-¿En serio tengo yo que separarlos mientras todos ustedes miran? –Gruñó, visiblemente airado, sosteniendo a la chica en una llave que no le permitiera mover sus brazos hasta que se calmara, por más que forcejeara-. ¿Puppet? ¿Así impones el orden como el líder que eres? –Le miró, ofendido, al notar que el títere era uno más de los espectadores.

-Yo no me meto en sus asuntos personales –Se defendió, poniendo una mano en su pecho, fingiendo indignación.

-Déjenme adivinar: esto tiene que ver con las estúpidas flores de Toy Chica, ¿verdad? –Inquirió la rubia mayor, recibiendo un gruñido de los dos implicados en la pelea como respuesta.

-¡No son estúpidas! –La Toy pataleó indignada, sin poder soltarse del firme agarre del oso-. ¡Él se lo buscó!

-¡Es tan fácil hacerte enojar, pollo desplumado! –Foxy fingió una risa mientras se limpiaba su saco lleno de polvo; la burla era su manera de ocultar lo molesto que realmente estaba.

-No crean que no estoy a favor de joder a Toy Chica, pero las flores son un lindo detalle –Al escuchar a Mangle hablar, la rubia pudo finalmente calmarse, aliviada de que al menos alguien la apoyara genuinamente, aunque no con los mejores argumentos del mundo.

-¿Qué tienen de lindo? Son plantas muertas –Toy Bonnie ahora estaba cruzado de brazos, fulminando con la mirada a su agresora que ya se había tranquilizado.

-¡Muertas tus pelotas! –Cuando estuvo a punto de arremeter de nuevo contra él, Golden la sostuvo fuertemente del brazo, jaloneándola para evitarlo.

-¡No me interesa si son lindas o no! –El sólo hecho de alzar un poco más de lo normal su voz, logró que todos callaran y le hicieran caso sólo a él-. Si vuelven a pelearse, el que va a golpearlos, soy yo, ¿entendido?

Ambos asintieron con la cabeza de mala gana, odiaban ser tratados como niños, aunque era lo que se ganaban por actuar como tal.

-Todo por unas flores estúpidas –Comentó distraídamente Bonnie, quien junto a Freddy y Balloon Boy, se mantuvieron siempre al margen del encuentro violento que acababan de presenciar.

-Cállate, tú ibas a comprarle flores a Luz –Le devolvió el castaño, provocando una graciosa reacción de pánico en el conejo.

-¡Iba! Pero no lo hice.

-Si quieres mi opinión, creo que serían un lindo detalle que Luz apreciaría mucho –Acotó el niño, siguiendo a los otros dos aunque estos pasaran de su presencia.

-Pero nadie pidió tu opinión –Contestó el oso, a lo que el pequeño se encogió de hombros.

-Igual la iba a dar.

Así se fueron dispersando lentamente, Foxy dirigiéndose a su cueva, preparándose psicológicamente para ser molestado toda la noche por Mangle; Toy Chica, que tomó su ramo de flores y se alejó, seguida de Toy Freddy que iba tras ella para ver si podía molestarla un poco más; y finalmente Toy Bonnie, que se regresó al lugar donde inició todo y se sentó a un lado de la caja musical, con gesto irritado.

-Oye, BonBon –Le llamó la marioneta, con un marcado tono burlón.

-¿Qué quieres?

-Me debes una arepa.


Se creyeron que estaba muerta, verdad? xd

Pues casi, pero para su desgracia, no.

I always come back.

Sayonara!