Todo continuaba borroso. Sasuke no tuvo tiempo para reaccionar; sus ojos temblaban, analizando la línea manifiesta en la que iniciaba el campo de batalla. Veía, en su estado absorto, como esos puños destrozaban... vio atónito, como esas tiernas manos que por las noches lo acariciaban con tanta suavidad, impactaban de forma letal contra el grupo de anbus que la rodeaba.
El suspenso era tan alarmante, que su respiración se ausentó.
Recordó todo el comienzo con absurda claridad. Despertó, con una fuerte punzada en la cabeza. Era de madrugada cuando en la cama buscó a su gran amor, pero la ausencia de su cuerpo provocó la activación de sus sentidos de manera instantánea.
La intensidad del ruido afuera era indiscutible, por eso Sasuke se preparó con rapidez y corrió por la casa en busca de su familia. Solo encontró a su hermano tendido en el suelo, bruscamente buscó despertarlo. El resto de la casa, brillaba por su ausencia.
Cuando salieron, encontraron un panorama inconcebible. La guerra estaba sobre ellos, pero ninguno sabía cual era el bando que le pertenecía a la aldea. La situación era totalmente desconocida para ambos, y cuando transcurrió el tiempo, notaron que no eran los únicos desinformados. Un trozo del espectáculo, lo encontraron en un agonizante hombre.
—Han derrocado al Yondaime, esas... malditas rastreras.
—¿Quiénes? —Ante la ausencia de respuesta, Sasuke lo sacudió. —¡Joder! ¿Quién está al mando del golpe?
—Tu esclava... está de su lado.
—Sakura no es un ninja.
—¿Quién crees que hizo esto?
No lo creyó hasta que lo vio. Ella volvía a estar rodeada de ninjas, y el raciocinio para él se nubló. Solo la vio en peligro y su instinto actuó para protegerla, pero no fue necesario; su mandíbula estuvo a punto de desencajarse de la sorpresa cuando ella demostró una vez más ser una guerrera.
Los tres individuos que la marcaban, estaban derrotados en el suelo ante un impecable taijutsu.
Sin más dilación, avanzó, con la cólera pintando su aura.
—¡Sakura!
El balde de agua fría cayó finalmente sobre la mencionada, quien estaba de espalda, pero en vez de encararlo, solo cerró los ojos, caminando hacia su próximo paradero. No quería oír su voz... no la suya. Su debilidad.
—¡Sakura! ¿Qué estás haciendo? ¿Dónde has aprendido...?
—Vuelve a casa, Sasuke. —Su voz fue tan dura, que él comenzó a dudar de que realmente se tratara de ella.
—¡Sakura! ¡Detente ahora mismo!
Y eso pareció ser lo que colmó su paciencia. Se detuvo, y volteó, furiosa.
—¡No eres nadie para darme órdenes!
—Esto es ridículo, Sakura... ¿Qué demonios esperan conseguir?
—¿Exigir respeto es una batalla insignificante? —Sasuke calló. —Sé cuales son los planes de Orochimaru. ¿No te das cuenta? Tienes una sobrina ahora, ¿qué pasa si vienen a tomarla? No podrás matarlos, y si lo haces, irás a prisión y no podrás seguir protegiéndola. Podrán tomar a tu madre, a Izumi... podrán tomarme a mí. ¿Es eso lo que quieres?
—Sabes que jamás voy a permitir algo así.
—¡No es tu decisión! —Berreó. —La gente no lucha porque piensa que nunca va a pasarle a ellos, hacen oídos sordos porque si nada los afecta directamente, entonces todo está bien. Maldita sea, ¡no lo está! ¡Estás apoyando la injusticia! ¡No tienes idea de lo que se siente no poder vivir tranquila por miedo a que alguien pueda hacerte daño! ¡No tienes idea de lo que es caminar con temor en tu propia aldea! ¡No tienes idea del dolor que causa ver a una amiga ser abusada, pensando en que puedes ser la próxima! No sabes... lo que es ver a una niña sonreír y correr por los prados, y pensar que en cualquier momento, alguien, con tanta facilidad, puede dañar su inocencia.
Sasuke no tuvo palabras para defenderse. Solo miraba a esa joven, que había puesto su mundo de cabeza... y entendió que en cuando ella supo la noticia, mientras que para él fue una simple ley más, a ella le amargó la existencia y eliminó de su mundo los colores; Sakura pasó meses rompiéndose frente a sus ojos y su egoísmo no le permitió verlo. ¿Cuánto tiempo estuvo ella cargando con ese sufrimiento en silencio? Y solo quiso abrazarla y rogarle que lo perdonara, pero cuando dio un paso para hacer el intento, la mano de su gentil amor lo impidió.
—Lucha por nosotras.
Y si verbalmente no tuvo la respuesta, la corporal fue automática. Cuando un ninja iba directo a atacar a Sakura, por inercia se movió y le rajó la garganta, descargando en él, el desosiego de su tristeza.
Sakura giró bruscamente el rostro en su trayecto, en donde solo se avanzaba derribando adversarios; una fuerte explosión la puso en alerta, y avanzó al lugar del suceso, siendo seguida por Sasuke. Sobre otro de los techos, vio el cuerpo tendido de Kurenai, pero se negó a mostrar sus lágrimas... la impresión fue mayor cuando prestó atención a quien la cargaba. Hinata lloraba mientras Naruto, ahora su esposo, la abrazaba, y la confusión de Sakura tanto como la de Sasuke, fue palpable al caer uno de los hombres de Orochimaru sobre ellos. Naruto no lo pensó dos veces cuando atacó al enemigo con su destacado ninjutsu.
La otra explosión, pareció más cercana que la anterior. Cuando Sakura fue interceptada por Itachi, ella mostró neutralidad en su expresión... al menos al principio. Tenía totalmente asumido que no podía revelar la ubicación de las protegidas de la aldea, pero no pudo ser capaz de ocultarle la información a quien con la mirada suplicante y los ojos húmedos en desesperación, le rogaba una respuesta para calmar su angustia.
—Está en la casa de seguridad de la roca Hokage... jamás permitiría que algo les sucediera. —Dijo finalmente, recibiendo un asentimiento por parte del hombre.
Sasuke analizó la situación. Todo Konoha estaba en el suelo... o más bien, las almas corrompidas eran quienes lo estaban. Conocía la mayoría de esos rostros; sus clanes y sus aberrantes actos. Ahora solo eran cuerpos desangrándose en el asfalto.
Sakura continuó corriendo. La desesperación se apoderaba de ella, la incertidumbre estaba destrozando sus nervios. ¿Dónde estaba Ino? ¿El ejército de Karin estaba protegiendo a las suberus tal y como lo prometió? ¿Estarían sus amigas bien? Ella lo sabía, era necesaria esa separación, pero no podía dejar de pensar en sus paraderos, o en si aún respiraban.
Finalmente, la vio. La silueta de su mentora se movía por la extensión de la mansión Hokage. Era ella contra la serpiente... porque cuando se acercó, descubrió que quien había llegado a ayudar, estaba inerte sobre el suelo: Lady Shizune.
La respiración de la Senju era descarrilada. La rabia enervaba sus venas, los golpes iban y venían, el cansancio era una desventaja; cuando Madara Uchiha entró con la intención de atacar, pensó que estaba perdida, pero fue la llegada de Minato y Jiraya detrás de él, lo que calmó sus preocupaciones. "Es mi lucha", dijo Tsunade, y ellos se apartaron del campo para no interceptar en la escena, bajo la atenta mirada de los espectadores. Sasuke seguía con una confusión palpable, Sakura logró estructurar su teoría ante la intervención del Yondaime; eran aliados imprevistos. Al parecer, ellos habían tenido su designio similar entre manos, y se unificaron en el plan de acción que nadie se esperaba.
Todos se mantuvieron quietos, expectantes... hasta que Kabuto entró con la obvia necesidad de dañar a la Senju con el bisturí de chakra, y Sakura rompió la fila para impedirlo con su salvaje aparición; él era su objetivo principal en esa guerra.
Sasuke sintió la imperativa necesidad de seguirla, pero para su sorpresa, fue la mano de su padre quien lo impidió.
—Es su batalla, Sasuke. No te entrometas.
Y este finalmente asintió, respetando el deseo de la joven.
Sakura no pensó reducir al enemigo o contenerlo, no, ella solo anhelaba la venganza de destruir sus latidos putrefactos. Ese hombre estaba podrido en su maldad, él y su malicia habían atacado a ese pequeño ser labrador que ella tanto amaba.
—¿Por qué no te rindes de una vez? No es como si tuvieras algo por lo que luchar, Tsunade. —Se burló la jadeante serpiente. —Tu hija está muerta y tu esposo también. Muertos, porque fuiste incapaz de protegerlos.
—No te atrevas a mencionar su recuerdo... con esa lengua llena de veneno. —Bramó la rubia.
—¿Piensas gobernar? —Rió el varón. —No estás hecha para proteger. No tienes nada por lo que luchar. Nadie te ama, a nadie le importa si desapareces.
Él asestó su golpe final contra la fémina, en su modo desplazamiento de serpiente. Y cuando para Tsunade todo se debilitaba, cuando caía al suelo, vencida en su lucha, un grito de combate la hizo revivir.
¡SHANNAROOOO!
Sakura había vencido. Su pupila, la niña de sus ojos, la viva imagen de la dulce muchacha que perdió. Sabía que su tormentoso pasado no podía ser borrado, no olvidaría la muerte de su hija en manos de mercenarios que quisieron raptar su pureza para comercializarla a feudales. Tampoco el recuerdo de su esposo, que atrapado por la tristeza que causó la pérdida de su descendiente, buscó seguirla al quitarse la vida. Definitivamente, no podía eliminar esos sucesos, pero sí superarlos; de la mano de su pequeño motor. "Dan hubiera luchado con nosotras, eso no lo dude". Le aseguró la suberu, una noche de copas, algo que ella también sabía. Fue cuando reaccionó; cuando escuchó el triunfo de su adorada alumna. Alzó la cabeza, sostuvo el arma, y el filo del kunai le rajó la garganta a su adversario, rematando el impacto con el golpe mortal.
—Te pediría que los saludes, pero tú jamás tendrás permitido entrar donde ellos descansan. —Finalizó Tsunade.
Sakura vio en cámara lenta la caída de Orochimaru, y la impresión emocional fue incapaz de sostenerla. Cayó, pensando inicialmente que lo haría en el frío techo de la mansión, pero fueron los brazos de Sasuke quienes la recibieron. Y ambos descansaron al lado del cadáver del aprendiz de la serpiente. La verdugo miró su cuerpo inerte, sin poder creer del todo lo que acababa de protagonizar.
En la batalla, solo buscó repasar la estrategia. Primero, disminuir su visión; un ataque directo en su contra, mano a mano y la patada se había incrustado en el abdomen del enemigo. El primero objetivo se completó; arrojó esos lentes fuera de la escena y sus pies molieron los cristales. Los golpes siguientes, fueron una competencia que parecía interminable. El cansancio y la incertidumbre eran detonantes perjudiciales para Sakura, y fue el mínimo descuido que le jugó en contra, cuando miró al costado para ver a su maestra... solo eso le bastó a Kabuto para impactarle el bisturí en el abdomen.
El golpe pudo ser fatal, si no fuera porque ella logró enfocar el chakra en el punto de impacto, curándose antes de que el ataque llegara... pero este escaseaba para ella, el tiempo se acababa, debía actuar rápido. Solo podía maquinar un ataque más, y no podía fallar. Había sido herida, Kabuto había reído, y, pese a que el chorro de sangre no cesara aún, empleó el último movimiento. Los hilos de chakra enredaron a su adversario cuando se descuidó, en la inocente trampa de Sakura al tambalearse, como si sus piernas ya no le respondieran... pero lo hicieron; lo ató, brincó, y su puño destrozó los órganos de su enemigo, con un grito de batalla tan alto que raspó su garganta. La sangre saltó desde esa boca al masacrar sus órganos internos, manchándola incluso a ella.
Cuando volteó, tiempo después, presenció el triunfo de su maestra. La onda de aliados miraba consternada, todo había acabado.
Seguidamente, se encontró envuelta en la fragancia del hombre que amaba.
Sasuke, cuando vio que la muchacha había triunfado, escapó del control de su progenitor. Vio como, ensangrentada, ella miró hacia atrás. Bañada en la sangre de sus enemigos, pero también en la suya propia. Esto fue algo que lo alarmó, pero pudo volver a respirar con tranquilidad cuando, con la poca reserva de chakra que le quedaba, ella selló la hemorragia.
—¡Es un honor presentar a la nueva gobernante de Konoha! ¡Que su legado sea duradero!
Cuando los primeros rayos de sol aparecieron, Minato cubrió bajo su capa, a la nueva líder suprema de Konohagakure. La aldea vitoreó a su nueva gobernante, y entre aplausos, todos se arrodillaron para reconocerla como tal. Fue eso lo último que logró hacer Sakura antes de perder la fuerza, pero no se preocupó; él la estaba protegiendo, habían ganado, y la lágrima de felicidad resbaló junto a su tierna sonrisa. Sasuke besó su frente, y la sostuvo, encontrando una calma que solo ella podía entregar. Era una fuerte guerrera, de corazón puro y mente brillante.
Sasuke pensó en levantarla del suelo, pero el dominante paso de Tsunade llegó a impedirlo. Su preocupación era palpable cuando acarició los cabellos de su pupila.
—Has deslumbrado al mundo, mi niña. —Susurró Tsunade, transmitiendo su ternura en una sonrisa que fue correspondida por una agotada kunoichi de cabello rosa.
—Estamos en sus manos, Tsunade-sama. —Contestó en un hilo de voz. El ninjutsu médico de Tsunade se posó sobre la herida de la cerezo, utilizando hasta la última reserva para cicatrizarla. Sasuke solo las miró, agradeciendo con su apacible mirada, la recuperación de la joven.
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Una hora después, cuando en soledad, asumió lo que acababa de suceder, decidió recorrer el panorama de la aldea. Y con más claridad, ordenó las piezas sin lugar. Al parecer, ellas no habían sido las únicas que tenían planeado atacar. Jiraiya reía a carcajadas mientras relataba sus hazañas en contra de los hombres de Orochimaru, siendo seguido en su fiesta, la suave risa de Minato y de su esposa, quien limpiaba sus heridas.
—¿Qué hacemos con ellos, Sakura-san? —Preguntó un escuadrón de kunoichis, distrayéndola de su escenario. La muchacha inspeccionó a los ninjas, eran caras conocidas; idiotas que vio en algunas ocasiones molestando a jóvenes en el bar.
—Llévenlos a la prisión de Konoha. —Dijo. Sakura era justa, pero... eso no impedía que a veces fuera despiadada. —... O mejor corten sus cuellos.
Los cadáveres se tendían sobre el suelo... ella siempre supo que ninguna batalla había sido ganada sin derramar sangre.
Cuando siguió avanzando, examinó cada rincón. La mirada que cruzó con el líder de los Uchiha hizo que bajara el rostro, algo avergonzada. Se preguntaba si podría disculparla por haberlo tomado como rehén, pero cuando ese hombre de frívola expresión desordenó sus hebras con cariño, Sakura supo que todo estaba bien. Junto a ello, llegó el emocionante abrazo que Mikoto le dio, susurrándole al oído cuanto admiraba su valentía.
Más allá, Ino presionaba la herida de su brazo mientras reía por los regaños de su padre. Karin lideraba un escuadrón de médicos, e Izumi, a pesar de no saber nada de combates, aportaba su grano de arena al entregar agua a los afectados mientras Itachi sostenía a la pequeña Ai. Hinata era abrazada por su prometido; la última noche, los nervios traicionaron a la princesa Hyuga al pensar que, si algo le sucedía, nunca volvería a verlo. Naruto no dudó en apoyarla. Y aunque todo parecía ser felicidad, la realidad cayó sobre ella cuando reconoció uno de los cadáveres tendidos en el suelo. El dolor atravesó su pecho, sin poder creerlo se arrodilló frente a ella y las lágrimas salieron en su amargo llanto.
Chiyo estaba muerta, era uno de los sacrificios con los que debería cargar.
No supo cuantos minutos estuvo junto a su cuerpo, pero cuando creyó desahogarse, besó dulcemente su frente para despedirse. Su existencia se desvanecía, pero su reinado era eterno. Todo había sido gracias a esa mujer de avanzada edad; su experiencia en el entrenamiento al manejar el chakra, y los somníferos creados bajo su instrucción... también el veneno.
Sasuke vio como Ino fue la siguiente en caer bajo el llanto, pero respetando el espacio de Sakura, solo miró desde lejos. Intentaba entender aún lo sucedido, buscaba estructurar un esquema, y aunque todo era muy confuso, logró dilucidar la borrosa historia. O gran parte de ella.
Al verla actuar tan extraño, su pobre pensamiento solo recayó en que ella estaba viendo a otra persona, cuando lo que en realidad hacía, era tejer una telaraña que cambiaría la historia.
Las habían subestimado. Ese había sido el error de todos.
Las horas siguieron pasaron. El Uchiha ayudaba junto a los de su generación a quitar los escombros, fue cuando Sakura apareció. Había cambiado su atuendo y lucía limpia, con una sonrisa que nunca antes había visto en ella. Era el reflejo de la verdadera felicidad.
—Supongo que necesitas una explicación. —El calló, no sabiendo si realmente la merecía. —Sígueme.
Y saltó por la aldea, entre risas, siendo seguida por el Uchiha. Los frondosos árboles del bosque entregaron una frescura especial a la pareja. Cuando Sakura aterrizó, ingresó entre los arbustos a la entrada de la guarida. Una espaciosa cueva repleta de artículos: La planificación del golpe.
—Aquí es donde estaba la mayor parte de mi tiempo... —Explicó Sakura, acariciando las flores de papel que colgaban de las paredes. —No quería mentirte, pero era necesario. Espero que puedas disculparme.
Sasuke inspeccionó los papeles que adornaban las paredes rocosas, en silencio, leyendo parte del libro de fichas en donde estaban todos los shinobis.
—¿Qué planeas hacer ahora? —Preguntó sin verla al principio, pero ante la falta de respuesta, buscó esos ojos que ya lo miraban.
—Me iré, Sasuke. —Comunicó ella. —Hay un mundo que quiero recorrer.
—Lo haremos juntos. —Dijo él, pero Sakura negó.
—No. Lo haré con ellas.
El azabache debió luchar con la sensación de amargura durante un largo tiempo. En su vida, había visto suficiente, pero ella recién estaba comenzando a vivir. ¿Cómo podía si quiera pensar en arrancar esas alas?
—¿Es lo que realmente quieres?
—Es lo que más deseo.
Y con todo el pesar, el asintió.
—Sasuke... gracias. —Dijo ella, y no lo pensó dos veces. Ahogó la sed de celebración en apasionados besos que la dejaron sin aliento.
La amaba tanto, que desistiría a la idea de bloquear su partida y no la ataría, no haría nada egoísta para detenerla.
Antes de que el acto comenzara, detuvo el beso para quitarle la pulsera blanca; el significado de su total liberación. Seguidamente, sus respiraciones se mezclaron en una melodía que solo entre ellos podían compartir.
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Suspiró por enésima vez en el día. Frente a las puertas de Konoha, Sasuke daba vueltas en su propio círculo. Era la despedida definitiva, al menos por un tiempo. Las semanas pactadas ya habían pasado, y el grupo obtuvo finalmente la autorización para llevar a cabo su viaje. Él lo sabía, que el día llegaría tarde o temprano, y pese a intentar convencerla de lo contrario, la respuesta siempre fue la misma. "Iré".
—Cuídalo por mí... te lo pido por favor. —Susurró ella su petición una vez más. Parte de su felicidad, debía quedar en la aldea, como lo era su pequeño amor, Shiro.
—Puedes pensarlo mejor. —Respondió él, ganando una risa.
—Sasuke, quiero ver el mundo con mis propios ojos. Soy una persona libre... Necesito sentir esa libertad rozando mis dedos.
—Tú no entiendes lo peligroso que puede ser. —Murmulló el Uchiha.
—Estaremos bien, te lo aseguro. Confía en mí.
—Llévame contigo. —Pidió una vez más, con el ceño fruncido, pero la risa de la joven hizo que su rostro se arrugara con mayor intensidad. —Tsk, ¿qué puedes hacer ahí afuera que no puedas aquí?
—¡Explorar, Sasuke! Son cosas que debo hacer sin ti. —Sonrió. —Conocer lugares, destrozar otros... Quiero enseñar ninjutsu a niños que carezcan de médicos en sus pueblos, y... Formar una familia.
El varón tragó saliva con dificultad. Sus ojos se cerraron brevemente y luchó contra la dolorosa puntada que traspasó la frialdad de su pecho. Era probable que ese día llegara, pero siempre supo que nunca estaría preparado para recibirlo.
—Espero encuentres un buen hombre. —Dijo finalmente.
Sakura, en cambio, lucía divertida con su reacción tan obvia.
—No te preocupes, ya lo he encontrado.
—¿Quién es?
—Alguien gruñón que será capaz de esperar por mi regreso.
Fue cuando se desarmó su teoría de la separación. Cuando analizó esa sonrisa, las espinas que se iban clavando en su pecho, se esfumaron. Los suaves labios de Sakura durmieron sus preocupaciones, enfrascándose en el intenso juego de miradas cuando se acercaron. Sasuke acarició esa mejilla, sabiendo que por el momento, sería la última vez que la tocaría. Sakura aspiró el aroma del shinobi, buscando olvidar el hecho de que su corazón estaría incompleto una vez cruzara esas puertas, pero era un sacrificio necesario, que, aunque doloroso, la ayudaría con su autorrealización.
—Esperaré por ti. —Dijo él.
—Volveré a tu lado. —Anunció ella.
Y con el último beso, se despidió, ocultando las lágrimas. No quería llorar, ya lo había hecho lo suficiente en brazos del clan Uchiha, y es que, aunque físicamente fuera tan poderosa, su fragilidad emocional seguía siendo parte de ella.
Sasuke suspiró. Dejarla partir, era, sin duda, lo más doloroso que afrontaría en su vida.
La cerezo dedicó su última mirada de amor al azabache antes de partir. La última sonrisa, el último suspiro cariñoso. Lo amaba, pero sabía que pronto volvería a estar entre sus brazos.
Finalmente se unió al grupo: Ino, Karin, Hana y la hermana menor de Hinata, Hanabi Hyūga.
—¡Ya te estabas tardando, frente! —Replicó Ino, con el ceño arrugado.
—¿Qué es eso? —Preguntó Sakura, quien alzó las cejas ante la presencia del arreglo floral que descansaba en las manos de Ino.
—¿Esto? Ah... Lo ha mandado el chico, ah... —La rubia miró la tarjeta. Sus ojos rodaron con una sonrisa. —Es Sai, el pintor.
Cuando Sakura miró la cara de su amiga, sonrió. Todas se veían tan felices... Ellas sabían que no estaban soñando, pero todo lucía como si así fuera; las otras aldeas no fueron indiferentes ante la nueva política de Konoha. Mei Terumi, de la aldea de la niebla, sedienta de poder, reunió un ejército de hombres que se rindieron ante ella, y con gracia, cumplió su cometido al situar los derechos de las mujeres en el trono.
Las cosas estaban cada vez mejor.
—Vamos. —Anunció, bajo la brisa primaveral. —¡Adiós, Sasu-tonto! ¡Te escribiré! ¡No nos extrañes tanto, nosotras no lo haremos!
Sasuke la observó una vez más. Su cabello flameaba al viento, la delicadeza de sus manos se aferraba a los lienzos de la mochila. Su silueta se perdía... pero su aroma floral aún le acariciaba el olfato.
Ella dejaba su ausencia y una paz en la aldea, y ahora, él solo sabía que protegería todo por lo que ella había luchado. Y no cometería el mismo error de subestimarla; ella regresaría a sus brazos, sin un solo rasguño.
Porque en el mundo shinobi, nada era más valioso que la fortaleza femenina.
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F I N
Esta historia fue terminada hace semanas en otra plataforma, quise editar los errores antes de subirla aquí. Seguiré revisando si los hay.
Como habrán podido notar, he cambiado mi nombre. De "Bloom" a "Nediryus". La razón fue que, encontré varios perfiles con el primer apodo. Quería algo único, así que creé el mío. No deberían verlo en ningún otro lado, ya que no existía antes.
Han pasado meses, pero, hemos llegado al final. ¿Qué opinan? ¿Desastroso? ¿Pasable? ¿Sorprendente? Mi experiencia a la hora de describir la batalla es algo que sin duda, debo mejorar. Soy malísima para eso, y es por lo mismo que la historia al principio fue pensada solamente como un fic sexual, pero bueno, las ideas luego nacieron.
Me harían un favor enorme si me dijeran: ¿Qué fue lo que más les gusto? ¿Escena favorita? ¿Lo que más les desagradó? ¿Qué hubieran cambiado?
Tengo algo más preparado, para las pervertidas, jajajaja.
Alguna curiosidades:
1: Por si quedan dudas del porqué Sakura no asumió como Hokage... Ella era demasiado joven, por empezar, y no estaba hecha para mandar, solo quería sentir lo que era ser libre. Más que de Hokage, tenía espíritu de viajera. En su grado de madurez, era independiente, pero no estaba preparada para que otros dependieran de ella.
2: Al principio, esta historia simplemente iba a ser un relato erótico de una esclava a su dueño. Pensé en un principio, que los problemas que tuvieran ellos, fueran la familia: Que Mikoto no estuviera de acuerdo con la relación o algo así. Lo demás, lo de darle una trama algo más consistente, solo fue naciendo con el pasar de los días.
3: Dado a lo mismo, quise hacer que ellos terminaran abandonando la mansión Uchiha, pero luego me pareció más interesante hacer que Sakura se ganara el respeto del clan.
4: En algún momento de la historia, pensé en matar a Shiro. En esa guerra final, pensé en hacer que él se sacrificara por salvar a Sakura, pero el corazón no me dio para tanta crueldad.
... Es bueno que desde ya, para el resto de mis historias, sepan que me gusta matar personajes.
5: Pensé en matar a Tsunade y que Sakura quedara de una vez al mando, pero como dije, ella no tenía la madurez suficiente como para eso.
6: Pensé también en hacer que Sakura quedara embarazada esa última vez que estuvieron juntos, y que hubiera regresado del viaje con un bebé en brazos, pero también me arrepentí.
7: Hinata no fue al viaje con ellas porque su felicidad estaba en la aldea, al lado de su amado.
Luego de todo lo que me han acompañado, solo puedo decir que les agradezco infinitamente el apoyo. Gracias, gracias, un sinfín de gracias, preciosos lectores. Nos leemos pronto.
Los reviews de meses atrás:
Adridelahoja: Siguiendo tus consejos, he buscado absorber cada lado de la historia para sacarle provecho. Espero que te haya gustado el giro de la trama, gracias por tus comentarios. 3
Sahi-SS: ¡Bienvenida! Espero no sea tarde y puedas haber llegado al final de la historia. Me hubiera gustado saber más acerca del fic al que te recordó, mi curiosidad removida al 100% ¡Jajaja! Sasuke siempre arruinando todo, a veces yo misma deseaba golpearlo cuando releía. (?) ¡Gracias por haber escrito! Aunque haya tardado, la sonrisa no cambia. ¡Besos!
Airi-nii: ¡Un placer que hayas estado aquí! Espero pueda verte de nuevo y me digas qué te pareció el final. Gracias por tu comentario, siempre será importante recibirlo. ¡Saludos!
Neenav.v: Ahora han sido meses, lo puedo afirmar. ¡Jajaja! Si la vez pasada te arreglé la semana, espero lograr algo también ahora.
Aquí se ha podido ver como reaccionaron al día siguiente, o al menos, algo entre recuerdos. De leerme más seguido, buscaré hacer lo posible para que así sea. Falta un pequeño capítulo extra (+18), y ese es el cierre definitivo. Esta historia no tiene más que eso. Pero tengo otras... muchas en realidad. La que termine primero, será la siguiente en ascender.
Mis comentarios favoritos siempre los tienes tú, ah, que espero no haberte perdido luego de tanto descuido. ¡Un beso inmenso! Espero puedas leer la historia hasta el final, y disculpa anticipada si no es lo que esperabas. Ha sido algo totalmente nuevo salirme del romance, jajaja. ¡Espero verte pronto!
DULCECITO311: Es lindo verte también en esta plataforma. Tus comentarios siempre son un agrado. 3
rosegold09: Siempre recuerdo tu nombre, espero volver a verte otra vez. Tus comentarios siempre son tan gratificantes, me sacan una risa. Leí que te gustaba la relación de Ino y Sakura, al igual que la de esta útlima con Tsunade. Acá hay un poco más de ello, espero te agrade. Respecto a ese capítulo, sí, triunfó el mal pornográfico, y seguirá triunfando aún más. ¡No tan gráfico! Verás, falta un capítulo extra que estará lleno de contenido sexual. Espero puedas llegar al final de la historia. ¡Un beso enorme! Ojalá regreses por acá.
Baln: Deseo que tengas la oportunidad de terminarlo. ¡Gracias por haber comentado!
LadyTanimoto: ¡Bienvenida por este sitio! Espero puedas disfrutar del cierre de la historia. ¡Saludos!
mfuego22: Cien años han pasado, ¿no? ¡Lo siento! Espero puedas llegar hasta el final. Busqué a toda costa mantener esa esencia de Sasuke en lo sentimental, aunque a veces se desviara en el erotismo. Gracias por haber comentado, ¡espero verte de nuevo!
Ale: No taaan pronto, pero el final ha llegado. ¡Un beso!
Vero.G: ¡Gracias por leer y comentar!
gessicakim: ¡Aquí! 3 ¡Gracias por esperar!
Rosangelyta: ¡Bienvenida! Ruego que no sea demasiado tarde. ¡Un beso! Espero disfrutes el final.