Buen día amigos….

Este fic que comienza tendrá aproximadamente 12 capítulos. (En realidad son 10 más el epilogo pero algunos tienen parte a y b) esta historia en particular es de mis preferidas, pese a que fue escrita no como un fic principal sino como una idea que fue creciendo más allá de un one-shot (la intensión inicial)

Este fic es una historia de sufrimiento y de luchar por lo valioso que tenemos en la vida. Algunas cuestiones que la mayoría ignoran, hasta que dejan de tenerlo. (La salud y el amor son buenos ejemplos de ello)

Espero que les guste. Y si pueden dejen un comentario sobre lo que sienten sobre la historia. Saludos.

TITULO DEL FIC: RENACER

AUTOR: ARMINIUS

"los personajes de esta historia no me pertenecen, pero los argumentos y el desarrollo en general son de mi total autoría"

PROLOGO:

"Nacer siempre es complicado. Conlleva a perder el mundo donde nuestros cuerpos se construyen, a salir de nuestra cúpula protectora y ser invadidos por luz, calor, frio, colores. Un ataque a toda regla sobre nuestros cinco sentidos. Nacer es perder el mundo anterior, para ganar uno nuevo. Acarrea miedo, conlleva dolor, gritos y llanto.

Solo se puede nacer una vez…

Sin embargo, existen seres que la muerte no puede definirlos. No a la primera, no para siempre. Sus vidas terminan, sus existencias se extinguen y todo lo que fueron alguna vez, termina hecho cenizas. Deben morir, todo parece indicar que es el único camino. Pero esos seres especiales, tal vez demasiados aferrados al mundo, a la vida, a la voluntad de nunca rendirse, terminan teniendo una segunda vida.

Solo se puede nacer una vez, eso es absoluto. Pero algunos seres, pueden con no menos dolor, gritos, llanto y miedo….tener la oportunidad de "RENACER"

CAPITULO 1: INVALIDO

El patio trasero del hospital era agradable. Sentado como siempre en su silla de ruedas, el joven observaba los arboles de Sakura florecidos, dando un hermoso espectáculo para toda vista. Suspiraba el muchacho, amargado por la prisión con forma de asiento que desde hacía casi 2 años era su permanente hogar. Una familia de pájaros sobrevolaba las ramas buscando alimento para sus polluelos. Naruto había estado casi 2 horas entretenido con los movimientos de esas aves preciosas y la tarde no había sido un total desperdicio.

Envidiaba sanamente a esas lindas criaturas. Podían volar, podían moverse libremente, podían retomar sus actividades día con día. Era mucho más de lo que Uzumaki Naruto podía hacer desde hacía tiempo. El joven acomodó la manta que yacía sobre sus rodillas y tomando las ruedas de su silla con ambas manos avanzó lentamente haciéndolas girar hasta ubicarse cerca de la fuente de agua en el centro del patio.

La guerra terminó hace más o menos 2 años. En un solo día, en una sola batalla, Naruto lo ganó y lo perdió todo. Ahora es un invalido, ya no es Shinobi activo y apenas puede valerse por sí mismo. Cosa muy grave, porque alguien que siempre ha estado solo ahora no tiene ni su cuerpo como bien.

-Desearía volar…-susurro apenas Naruto deprimido- caminar, entrenar, correr.

Sabía que ya no era posible. El último ataque del Juubi se llevó la salud de su cuerpo. Kurama había usado todo su chakra para mantener a Naruto vivo, pero desde esa batalla que el rubio no había podido comunicarse con la bestia en su interior. Kyuubi lo había salvado, pero la conexión con su contenedor se había cortado tal vez para siempre. Ahora solo quedaba ese cuerpo inútil, ese cuerpo inválido e incapaz de recuperarse por sí mismo. Era un fracaso, un fracaso que al fin había fracasado.

-Ey Naruto…-dijo un joven de cabello negro atado con una coleta en forma de piña- ¿Qué haces aquí solo?

-Preparándome para correr en una maratón –se burló el rubio de sí mismo- tal vez no se note, pero estoy en segundo lugar.

Shikamaru Nara era uno de los pocos visitantes con quien Naruto no era hostil. Tal vez porque cuando lo visitaba, no se ponía a mentirle sobre que "todo estaría bien" o que "pronto mejoraría" o la más mentirosa de todas "volverás a ser ninja en poco tiempo". Naruto sabía que era su fin, y hubiera acabado con su vida suicidándose hacia mucho tiempo, sino fuera tan estrictamente vigilado por Shizune y Sakura. No lo dejaban ni un momento a solas, lo vigilaban implacablemente.

¿Por qué? ¿Por qué no lo dejaban partir al más allá? Naruto pensaba a menudo que hubiera preferido morir por el ataque del Juubi. Así de simple, limpio y claro. Morir y ser enterrado con sus padres como un héroe. Después de todo ya no tenía metas por cumplir. Ya no sería un ninja, por lo tanto jamás seria Hokage. Sasuke había vuelto a Konoha, así que tampoco esa vieja promesa hacia su compañera le impedía irse al más allá. Y finalmente Sakura sería feliz con la vuelta de Uchiha, Naruto ya no tenía nada que hacer en ese aspecto también. Usualmente pensaba de que estar sano, su fama y su poder podrían haberle ayudado un poco para conquistar el amor de Sakura Haruno. Pero ahora Naruto era un maldito inválido, alguien que no podía darle todo lo que ella merecía. Que solo sería una carga para cualquier mujer. Eso le impedía permitir que alguien se le acercara demasiado.

-Vine a jugar Shogui –declaró Shikamaru siempre neutro por excelencia- necesito estar solo para pensar. Y estar contigo últimamente, es como estar solo.

-Púdrete, -respondió Naruto acomodando el tablero entre los dos sobre el banco de piedra cercano- solo vienes aquí por un par de victorias fáciles.

-De hecho vengo por el desafío, -sonrió el moreno- tal vez tú no lo puedas ver, pero cada vez nuestras partidas son más largas. Cada vez me cuesta más y más ganar. Soy curioso y quiero saber cuánto evolucionaras con la práctica.

Una vana excusa, una forma de decir que lo visitaba por amistad pero no aclararlo directamente. Lo cierto era que Shikamaru era el único que había logrado acercarse lo suficiente a Naruto en esos años. Los demás eran rechazados casi al instante. Sobre todo Sakura.

-Escuche que Sakura ha preparado un nuevo tratamiento para tu cuerpo –señaló moviendo su ficha el moreno- dice Ino que con eso comenzaras a recuperarte definitivamente.

-Bobadas…-movió una ficha cualquiera- Sakura solo hace lo que hace para perder el tiempo. Estoy cansado de decirle que me deje en paz.

-Es tu amiga…

-Pero no mi esposa, no tiene más responsabilidad que cualquier medico de este hospital. Shizune-neechan cuidara de mí perfectamente. Solo tiene que regarme como una planta, después de todo a eso me parezco desde hace 2 años.

-Para ella… eres importante Naruto.

-Oh si….-se burló el rubio levemente- seguro que soy vital para ella. Tal vez necesite un padrino para su boda con Sasuke.

Shikamaru entendía la situación. Era una de las pocas personas que conocían lo que había pasado en la batalla final contra Juubi. La razón por la que Naruto estaba invalido, la causa de que rechazara tan tajantemente a Sakura. Pero no quería verlo morir, no aceptaba que Uzumaki Naruto se rindiera y falleciera. Era su amigo, tal vez junto a Chouji las dos personas que sentía más cercana entre los Shinobi.

-Déjala cumplir con su trabajo Naruto, –le indicó Shikamaru mientras seguía moviendo fichas alternándose uno con el otro- sobre el asunto de Sasuke, no creo que estén saliendo como pareja. Más bien diría que…

-No Shikamaru no, -le cortó Naruto- no quiero mentiras, lo que sucedió ha demostrado de sobra mi posición en la vida de Sakura. Ella decidió, y si me muevo por la estupidez que cometí, es claro los sentimientos que tiene por el teme.

Contra eso Shikamaru no podía decir nada. Era impecable el razonamiento ciertamente. Era triste que alguien como Naruto no hubiera terminado la guerra como un héroe vivo. Su invalidez era total, no podía ni caminar, el Kyuubi ya no lo curaba. Estaba arruinado como hombre, como contenedor y también como ninja. Estaba solo, y se veía a la distancia sus intenciones suicidas.

El moreno Nara vio a lo lejos como Ino y Sakura se acercaban. La rubia le hizo señas para avisarle que ya estaban listas. Shikamaru tenía la tarea de tratar de tranquilizar a Naruto. De hacerlo participe de su propia recuperación.

-Vengo aquí a ver a mi amigo. –Dijo sereno mirando a Naruto directo a los ojos- aquel que jamás desiste, aquel que prometió ser Hokage.

-Ahora Kakashi-sensei es Hokage, -indicó Naruto serio- y con Sasuke de vuelta, el siguiente Hokage también ha sido designado. Yo no tengo una razón para seguir viviendo. Ojala realmente tuviera un amigo en esta aldea.

-¿De qué hablas? –Apuntó Shikamaru serio- ¿Acaso no me consideras tu amigo?

-No harías por mí, lo que un buen amigo debería.

-Eso no es cierto. –Aclaró el moreno- sabes que muchos te aprecian. Ino, Chouji, Hinata, lee…

-Pero nadie haría lo que necesito que hagan por mí.

-¿Lo que….necesitas?

-Mis piernas no sirven, mi cuerpo ya no puede usar chakra del Kyuubi. –Declaró Naruto mirándolo fijamente con nerviosismo- estoy harto de soportar a Sakura, de soportar mentiras sobre mi recuperación. Ni siquiera tengo suficiente fuerza en mis brazos para hacer lo correcto. Pero un buen amigo, podría ayudarme.

Shikamaru no necesitaba más aclaración. Naruto le estaba pidiendo que lo matara. Le pedía que lo ayudara a terminar su miseria. Quería dejar de ser un inútil, quería dejar de sufrir viendo la chica que amaba como se escurría hacia los brazos de otro. Pero no era lo correcto, a pesar de poder matar si la ocasión lo requería, Shikamaru se sentía incapaz de atentar contra Naruto. Aunque pareciera que le hacía un favor.

-No actúes como un cobarde. –Anunció el Nara- confía en Sakura que ha preparado una forma de curarte. Ino me ha dicho hasta el cansancio que su amiga no hace otra cosa que pensar en tu salud. Que le duelen tus desprecios, que le afecta mucho lo que pasó y se siente muy culpable. Ella no se rendirá Naruto, corresponde que tú tampoco lo hagas.

El gesto de decepción fue patente en Naruto. Estaba dolido y desmoralizado completamente. Su única salida era cortada sistemáticamente por todos sus amigos. No era que no quisieran afrontar las consecuencias de hacerle ese favor. Sino que no podían ni pensar en hacerle daño a quien tanto le debían. Sin Naruto, la guerra se hubiera perdido. Shikamaru, así como tantos otros, lo tenían muy presente. En el fondo querían ver recuperado a Naruto, para así recuperar la fe en lo imposible. Sin Naruto, la alianza entre las aldeas se debilitaba sustancialmente. Konoha se debilitaba de manera implacable.

-Solo están dilatando lo inevitable…-señaló Naruto serio- en pocos meses, de cualquier manera me mataran de la forma más dolorosa. Solo te pido que me salves de eso Shikamaru.

El moreno evaluó esas palabras con sorpresa. ¿Cómo estaba enterado de lo que ocurría? Nadie que estuviera cuerdo le hubiera dicho a Naruto que el consejo de ancianos quería trasladar al Kyuubi de contener vista la imposibilidad de que Naruto se recuperara para usarlo. Extraer a la criatura mataría a Naruto, pero visto desde el punto Shinobi, la aldea necesitaba a su Jinchuriki con urgencia para cubrir el vacío de poder dejado por la enorme cantidad de muertos en la pasada guerra.

-Si te recuperas no harán nada contra ti…-aseguró Shikamaru- y aun no te recuperes me encargaré de que nunca aprueben esa idea en las votaciones del consejo. Los Nara, los Yamanaka, los Akimichi, y el Hokage jamás votaran a favor de quitarte la vida.

-Correcto…-negó el rubio ofuscado- parece que tendré que aclimatarme a esta silla. No me dejaran descansar nunca. Ni siquiera por piedad.

-Shikamaru….-dijo Ino acercándose levemente a la zona donde los hombres jugaban Shogui- ya estamos listas. Sakura necesita que lo recostemos en una cama.

Naruto se giró sobre su hombro y observó con sus ojos fijos en la doctora Ino Yamanaka. Realmente los años se habían portado muy bien con la joven, exhibía una despampanante belleza.

-Sabes Ino-chan…-sonrió apenas Naruto al ver como Sakura se acercaba a su amiga por detrás- ¿te apetecería un paseo por Konoha con el inválido más famoso de los cinco países? Tengo que reverdecer laureles y ciertamente me vería más recuperado andando junto a una guapa señorita.

-Me encantaría Naruto, -devolvió la sonrisa Ino a lo que Sakura comenzó a sentir mucha rabia- pero como bien sabes hay trabajo por hacer tanto en mi clan como aquí en el hospital. Además tengo pareja actualmente y no se vería muy bien. O mejor dicho…él se pondría muy celoso si ando con alguien tan famoso.

-Tal vez podrías ir con Sakura…-señaló Shikamaru parándose y tomando de atrás la silla de Naruto para guiarlo junto a las Kunoichi.

-¿Para qué lo haría? –Respondió Naruto serio- ¿Además de invalido, quieres que termine muerto? En lugar de la silla de ruedas, tal vez quede tendido en una cama respirando por maquinas –Sakura agachó la cabeza y entristeció en silencio- además sería un mal tercio andar metido en el medio de del futuro matrimonio Uchiha.

Nadie supo que decir, Sakura tan solo se acercó a Shikamaru y tomó su lugar empujando la silla por el césped, directo al interior del hospital. Ino y Shikamaru se retrasaron un poco para darles espacio. La rubia quiso tener algunas palabras con su novio:

-Shika…-dijo dolida- no vuelvas a intentar algo como eso por favor. Desde hace meses que Naruto no deja de atacar a Sakura con cualquier cosa que se dice sobre ella. Está intentando alejarla con todas sus fuerzas. Se porta cruel como jamás lo creí posible.

-No creí que fuera tan grave…-pensó el Nara y luego pregunto- ¿Y Sakura que piensa de todo esto?

-Se encierra en el baño a llorar cada vez que lo visita. –Anunció Ino- no quiso contarme todo lo que Naruto le dice a diario, pero lo poco que me ha dicho espantaría a la persona más fuerte. Es como si la odiara, como si no pudiera soportarla cerca. ¿Esto tiene que ver con lo que nadie cuenta sobre la batalla final de la guerra?

Shikamaru se encogió de hombros como dando a entender que no sabía. Cosa que era mentira. Lo sabía todo, había leído los informes que Sasuke y Naruto le hicieron llegar a Kakashi cuando fueron interrogados. Hacía ya casi dos años. Más adelante, casi entrando al hospital, Naruto y Sakura tenían otra de sus "conversaciones"

-¿Y qué dice el buen Sasuke? –Consultó Naruto con cierto aire de burla- hace meses que no me visita desde la última vez. ¿Acaso ya se ha olvidado de su mejor amigo?

Sakura le había pedido encarecidamente a Sasuke que no visitara a Naruto. Desde que el rubio comenzó a dar señales de querer quitarse la vida, Sakura empezó a temer que le pidiera a Sasuke un arma para matarse. O que lo ayudara a terminar su existencia. Ella suponía que solo Sasuke sería tan frio para aceptar ayudarlo. Solo Sasuke no dudaría un segundo en acabar con el rubio si se lo pidiera en nombre de la amistad.

-Sasuke no ha venido porque está muy ocupado –indicó la joven- todos los Shinobi en activo están tapados de trabajo desde que terminó la guerra. Hay mucho que reparar en la aldea, muchas misiones que hacer para recaudar dinero y también muchos heridos que requieren cuidados. Los médicos prácticamente estamos viviendo en el hospital desde hace años. –finalizó con una suave sonrisa.

-Oh que pena…-fingió estar triste Naruto- te estoy causando tantos problemas que no puedes ni verte con tu novio. Me siento tan mal por esto…-negó con la cabeza completando su burla.

-Sabes perfectamente que no tengo novio Naruto…-respondió ella- por favor deja de decir esas cosas.

-No tienes que fingir ser amable conmigo Sakura…-señaló Naruto con voz cómplice- cuidar del monstruo debe ser un total fastidio para ti. Sobre todo cuando tu novio debe estar esperándote en la mansión Uchiha para llevarte a pasear y cenar.

-¡Sasuke no es mi novio! –Estalló ella completamente picada- ¡basta de decir esas cosas! ¡Cuando vas a comprender que te quiero! ¡Que estoy aquí por mi gusto y no por obligación!

El rubio no volvió a hablar. Llegaron a la habitación y tras ellos Shikamaru e Ino para ayudar entre todos acostar a Naruto sobre la cama. Dispusieron una enorme fuente con un líquido color verde y un olor pestilente. En una silla colocaron el asqueroso mejunje y tanto Ino como Sakura se dispusieron a realizar el tratamiento. Iniciaron por los pies de Naruto. Cubrir la piel con esa pasta asquerosa que tenía propiedades anestésicas, era tratar de disminuir a lo meramente soportable el dolor que Naruto sentía en todo su cuerpo, cuando se le aplicaba el jutsu médico. Cualquier manifestación de chakra le producía un horrible dolor.

Habían terminado de aplicar el tratamiento solo a la zona de los pies, y Sakura cometió un error. Su nerviosismo por lo que Shikamaru y Naruto hablaban, ignorándola mientras ella intentaba curarlo, hizo que se apresurara a empezar a curar. Enseguida que su mano comenzó a desprender chakra en los pies de Naruto, que el rubio soltó un irrefrenable grito que hizo a ambas mujeres alejarse de un salto de las cercanías de la cama:

-¡ACASO ESTAS LOCA! –le gritó Naruto con gesto deformado por la molestia- ¡NO TE QUEDA CLARO QUE NO PUEDES USAR CHAKRA EN MI CUERPO! ¡MALDITA SEA SAKURA POR QUE DEMONIOS NO ME DEJAS EN PAZ! ¡EL CHAKRA ME HACE DAÑO! ¡MI CUERPO NO SOPORTA EL CHAKRA! ¡¿POR QUE DIABLOS NO TE LARGAS DE MI HABITACION Y NO REGRESAS NUNCA?!

Ella intentó con todas sus fuerzas ocultar el desgarrador dolor que la carcomía. Que Naruto le gritara, que la mirara con odio, que la insultara. Era algo que no podía soportar. No de Naruto, no de aquel que siempre la había amado y antes le decía con tanta dulzura "Sakura-chan". El siempre amable, el bondadoso, el amoroso. El que siempre la quería cerca, la hacía sentir importante, útil, viva, única. No de Naruto Uzumaki, no podía soportar sus desprecios. Le dolían en el alma. Su rostro se rompió a punto de llorar, se cubrió con el dorso de su mano limpiando el comienzo de sus lágrimas, y abatida aun intentó seguir aplicando el tratamiento de anestesia con la esperanza de lograr algún resultado mejor en otras partes del cuerpo.

Pero Naruto fue más violento y rápido de lo esperado. De un furioso golpe volteó la silla con todo el contenido del líquido verde que dio contra el suelo ensuciando toda la habitación. Los ojos de Sakura se llenaron de lágrimas al ver el precioso contenido de semanas de trabajo y estudio arruinado. Esa fórmula requería un tipo de planta que no era nada fácil de encontrar. Le había llevado semanas enteras siquiera hallar una pequeña plantilla con la que tenía esperanza de recuperar a Naruto. Ahora todo estaba arruinado, todo por lo que había luchado, todas sus esperanzas estaban esparcidas por el suelo.

-¡Naruto estás loco! – Le reclamó Ino al ver el rostro de Sakura completamente paralizado por la sorpresa- ¡¿acaso tienes idea de lo que ha costado…?!

Sakura no lo soporto más, se fue corriendo de la habitación para evitar mirar esos hermosos ojos azules que antes estaban llenos de amor, y ahora eran un odio irracional contra el mundo entero. El dolor que Naruto sentía, la culpa que ella tenía. Cada vez era más y más difícil soñar con encontrar el perdón por sus errores.

Ino y Shikamaru se quedaron mirando como Naruto acomodaba las sabanas y su almohada por si solo y con dificultad. Se sentó para ayudar a sus inútiles piernas adoptar una postura más natural y luego sin reparar en el desastre causado, miró a Shikamaru con gesto neutro y dijo:

-Trae una silla y el tablero de Shogui, -Shikamaru ni siquiera podía creer la frialdad de su amigo- al menos así estaré entretenido en esta habitación horrible.

-Mejor ayudo a limpiar….-anunció el moreno.

-Naruto….-dijo Ino triste y decepcionada- Naruto ¿Por qué haces esto? ¿Acaso no te quiere recuperar? ¿Quieres seguir siendo un paralitico el resto de tu vida? ¿Por qué no nos permites ayudarte? ¿Por qué le haces esto a quienes te apreciamos sinceramente?

-Tu aprecio lo dudo un poco Ino, -añadió sin siquiera mirarla- estas aquí porque es tu trabajo y más específico porque Sakura te pidió que vinieras. Nunca te importe, y siempre fui una basura para ti desde la academia solo porque no me veo tan cool como el maravilloso Uchiha. Así que si no te gusta mi forma de tratar a Sakura, bien puedes actuar como una buena amiga para ella y convencerla que me deje en paz. No quiero verla, no quiero escucharla y aguantar su presencia es cada vez más difícil. Si eres buena amiga, le harás entender que no debe venir más.

Ino sentía la rabia corroerla, pero no pudo contradecir nada de lo que Naruto dijo. Lo cierto era que estaba allí por que Sakura le había pedido ayuda, que venía a la habitación de Naruto porque era su trabajo como médico. Si bien ahora sentía aprecio por él, desde niña lo había lastimado mucho y en la academia lo había tratado como un apestado. El pasado era pasado, pero los errores seguían siendo errores, no importando el tiempo.

-¿Significa que tampoco me quieres ver a mí? –le interrogó Ino mientras juntaba algunos pedazos de la fuente que yacían en el suelo, Shikamaru había tomado un escobillón para barrer en silencio

-Depende…

-¿Depende de que específicamente?

-Si vienes a hacer tu trabajo, o vienes a visitarme serás bienvenida. –aclaró Naruto serio- pero si vienes a hablar de Sakura, o por Sakura….mejor te vas y no regreses.

Ino siguió limpiando en silencio junto a Shikamaru. Naruto sentado en la cama tomó un libro de su mesita de noche y comenzó a leer sin interesarse por los demás del cuarto. Ino lo veía cada tanto y notaba que Naruto era muy diferente al de hace años. Nunca había podido saber que sucedió en la batalla final de la guerra. Pero detalles más o menos, Sakura había hecho alguna cosa demasiado estúpida para que Naruto se enfureciera. O tal vez lo que le tenía tan contrariado era que estaba inválido. Tal vez culpaba a Sakura de no poder seguir siendo ninja. Lo que le parecía más extraño a Ino Yamanaka, era que cualquier hipótesis que se ocurriera, no encajaba con la personalidad de Naruto que todo el mundo conocía. Era como si una máscara se hubiera caído del rostro del Uzumaki. Pero al mismo tiempo la mujer intuía que Naruto ocultaba su dolor en esa frialdad y enojo.

-Naruto….-le dijo al fin cuando se retiraba de la habitación detrás de Shikamaru- me gustaría saber por qué desprecias, atacas y lastimas tanto a Sakura. Siendo que siempre la has amado.

Los ojos azules del joven se fijaron en la divina figura de la doctora. Como si pensara la respuesta demasiado, tardó segundos en responder. Pero al mismo tiempo Ino percibió que Naruto no tenía dudas de lo que diría, sino que buscaba la mejor forma de explicarse correctamente.

-Estoy decepcionado. –Señaló finalmente- desde que nací he perdido todo lo que podía querer o apreciar. Luche duramente para ganarme un lugar en la vida de los demás. Para ganarme el derecho a ser querido. Sacrifique cosas, me rompí el alma para tener aunque solo fuera un pequeño pedacito de felicidad. Durante años creí que lo conseguiría siendo paciente. Que todo llegaría a mí, solo si tenía el coraje de esperar. ¿Sabes que descubrí la noche que terminó la guerra? –Ino negó levemente dándole pie a seguir- me descubrí a mí mismo. Del otro lado del campo y con una máscara estúpida. un pobre idiota que sintió tanto dolor como para morir, pero que nadie estuvo allí para tenerle piedad.

-¿Y eso que tiene que ver con Sakura?

-Sakura es solo la prueba en carne y hueso de todo lo que la vida me muestra pasando de largo frente a mí. Y se va corriendo a los brazos de quien nunca la quiso, jamás la ha apreciado, y tampoco haría nada por ella.

-Sakura está aquí contigo…

-Sus errores la traen aquí, no sus deseos. Aquí se pasara la vida sin encontrar a quien quiere de verdad. Está dividida, no quiere estar conmigo pero su culpa la arrastra. Sufre, pero por las razones equivocadas. Por eso el rechazo, por eso la quiero lejos, por eso debes convencerla que no regrese jamás. Que continúe con su vida como siempre, como si nada me ocurriera y yo estuviera entrenando, haciendo misiones y comiendo ramen. Que continúe como siempre, trabajando y yéndose con Sasuke para conseguir su amor. No quiero su piedad, no quiero su culpa. No la culpo por lo que ocurrió, pero no la quiero aquí por ello.

Ino tenía claro que la clave de todo el problema estaba en esa vieja historia de hace dos años. Esa versión que nunca pudo conocer y que tanto Sakura como Naruto se negaban a divulgar. Ambos tenían vergüenza de lo ocurrido, lo cual era extraño porque Sakura además se sentía culpable, de una situación en la que claramente Naruto no la culpaba para nada.

-Me gustaría saber que ocurrió esa noche Naruto….-dijo Ino sin fuerzas cuando se iba, sabiendo de antemano la respuesta.

-Pregúntale a tu amiga, -respondió el sin dejar de leer- tal vez necesita desahogarse y además tú le harás entender que no tiene por qué culparse de lo ocurrido. Y puede dejarme en paz asumiéndolo.

/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*

/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*

Había mantenido la compostura todo lo que pudo, pero otra vez había fallado. Sakura corrió por los pasillos hasta llegar a su oficina a la cual entro como si la persiguiera el mismo demonio. Tras su entrada cerró la puerta con llave y allí dio rienda suelta a toda la carga de su dolor. Sus lágrimas no podían parar de salir, no podían detenerse y gemía como si una profunda herida sangrara escociendo su alma.

¿Por qué? ¿Por qué no podía salvarlo? ¿Por qué ahora cuando más la necesitaba Naruto, ella no podía parar de herirlo? Se sentía miserable, se sentía sola de una soledad absoluta. La muerte de Tsunade-sensei había sido un rudo golpe para la aldea, pero para ella había sido aún peor. Se prometió honrarla y no llorar más. Se prometió ayudar a Naruto y Sasuke que luchaban como locos en la guerra y solo sirvió como estorbo. Nadie la necesitaba, nadie de las personas valiosas de su vida. Que Naruto la alejara era el golpe definitivo a su moral, era el golpe de muerte.

-Naruto…-gimió con derrota y el llanto no podía refrenarse

¿Por qué no podía curarlo? ¿Era el karma que se había ensañado con Naruto de tal forma que sería infeliz toda su vida? ¿Por qué no podía simplemente hacerlo feliz? Por qué ese era el deseo de Sakura Haruno desde hace tiempo. Hacer que Naruto fuera feliz. Lo merecía, el más que nadie, el por sobre todos. Había luchado solo, y su pequeño pedazo de alegría se fue para siempre junto a su salud.

-Mi culpa….todo es mi culpa…te he destruido.

Se sentía morir, porque ella estaba a salvo, porque toda Konoha y el mundo ninja estaban en paz. Y el premio a quien le había dado esos regalos, era estar eternamente inválido. Era morir pronto y joven, solo y olvidado. Fracasado del fracaso de otros. Absorbiendo el daño, purgando culpas de alguien más. Sin obtener nada de lo que merecía.

-Tiene que haber una forma…-pensaba adolorida y fue a su escritorio a revisar una pila de pergaminos viejos- alguna manera de curarte, alguna forma de recuperar tu cuerpo.

Era la esperanza, que Naruto volviera a ser un hombre sano, que fuera libre de esa silla y de la cama. Que volviera a sonreír, a entrenar, a valerse por sí mismo. Sakura trataba de enfocar toda su energía en encontrar esa solución. Sería la única forma real de disculparse con él, la única manera de verlo a los ojos de nuevo con orgullo.

Estaba cansada…

Cosa natural porque además del trabajo y las misiones, usaba prácticamente todo su tiempo libre para leer, buscar, explorar y consumir su chakra en soluciones para Naruto. Alguna forma tenía que haber, algún método antiguo, algo moderno o una combinación de ambas cosas. Sakura se sentó en su silla tras el escritorio y volvió a releer por décima vez los pergaminos frente a ella. No podía usar ningún jutsu convencional de medicina. Cualquier manifestación de chakra afectaba todas las fibras de dolor en Naruto. Una agonía de sufrimiento que le recorría el cuerpo de manera cruel. ¿Cómo curarlo sin chakra? Lo intentó todo, lo que conocía de sus entrenamientos, las sugerencias de Shizune, la información de tratamientos que los mejores médicos de todas las aldeas le enviaban. Por 2 años lo había intentado todo, una y otra y otra vez. Pero Naruto seguía inválido e imposibilitado de usar chakra. Hasta Kyuubi desapareció y jamás regresó a comunicarse con él o curarlo.

¿Cuánto llevaba sin dormir toda una noche?

Sakura no tendría paz, no hasta resolver el problema. Shizune e Ino le ayudaban siempre que podían, Sakura además les rogaba horas extra, todo por conseguir esa maldita cura. Pero cada día que pasaba, Naruto se volvía más hostil con ella. Cada vez más violento, cada vez más grosero. Decía palabras tan dolorosas, tan llenas de rencor y virulencia. Hablaba de Sasuke generalmente. Proyectaba que la pelirosa estaba feliz, noviando o casi casada con el moreno. Que estaba embarazada del Uchiha o a punto de estarlo. Que seguro follaban todas las noches como conejos.

Sakura no podía con su dolor, hace años le hubiera roto la sesera a coscorrones por mucho menos que esas insinuaciones. Pero ahora no podía, porque un golpe de ella podría matarlo. Por qué el deseaba morir, porque se había rendido, porque la hacía llorar y el ya no estaba consolándola. El dolor estaba siempre fresco entre ellos, el siempre que estaba solo con ella le recordaba esa noche de la guerra. El tiempo no le hizo olvidar a Naruto, y tampoco pudo hacerlo Sakura porque tenía frecuentes pesadillas con lo ocurrido.

El error más costoso de su vida. El error por el que había perdido a Naruto.

Algunos golpes a su puerta la sacaron de ese intento infructuoso de leer con los ojos llenos de lágrimas. Se levantó limpiando su vista y tratando de mostrarse entera, abrió la puerta quitando el seguro. Frente a ella, estaba nada menos que el objeto de la discordia. Nada menos que Sasuke Uchiha.

-Hola…-dijo sin muchas ganas la muchacha y el notó enseguida que había estado llorando.

-Hump…solo vine a saber del Dobe….-dijo muy a su pesar- ya que tu no me permites verlo, al menos dime como esta. ¿Se está recuperando?

No sabía que decirle, no sabía cómo reaccionar ante él. Sasuke nunca daba señales de sentimientos ante nadie. No se le podía estudiar por tanto, no se sabía que le agradaba ni que le disgustaba en particular. ¿Cómo reaccionaría ante la noticia que aun después de todo este tiempo, no había cura para Naruto? ¿Iría a verlo? ¿Eso dejaría abierta la posibilidad del suicidio? ¿Sakura debía estar en el cuarto cuando ellos se vieran? Evitaría que Naruto le propusiera una locura, pero al mismo Sakura quedaría expuesta ante el rubio que dejaría de atacar a ambos como si fueran una pareja. No sabía si podía soportar todo aquello, pero si Naruto muriera….

No….no podía ni imaginarlo. ¡No podría soportarlo! ¡No lo permitiría jamás!

-Estoy trabajando en la cura…-dijo tratando de ocultar su frustración- es difícil bloquear los efectos negativos del chakra del Juubi.

El rostro de Sasuke apenas denotó haber recibido el mensaje. Peor aún, fue como si comprendiera el mensaje dentro de ese mensaje. Eso le hizo preocuparse mucho a la joven.

-Entonces… tal vez debió morir….-negó apenas.

-¿De qué hablas? –Interrogó dolida Sakura- ¿Acaso quieres que muera?

-No sinceramente…-admitió el moreno- pero alguien como el dobe, tan vital, tan inquieto….debe ser imposible para el estar postrado en una cama. Tal vez debió morir, al menos su nombre estaría junto al de otros héroes.

Sakura no daba crédito. No era que Sasuke tuviera un modo retorcido de ver las cosas porque hasta el padre de Sakura comentó algo similar, cierta noche que ella cenaba en la casa Haruno. Todos los ninjas preferían morir en batalla que estar inútiles en un hospital. No temían morir, no temían ser héroes y proteger la aldea. Pero estar inútiles era algo insoportable para ellos. El caso de Rock lee hace años fue muestra perfecta. Prefirió una operación con la mitad de chances de morir, a estar usando muletas por toda su vida. Prefirió el riesgo a dejar su camino ninja. Naruto y Sasuke pensaban de manera similar.

Pero Sakura no podía, en lo personal y si no fuera Naruto Uzumaki tal vez hubiera estado de acuerdo. Pero no podía otorgarles razón. ¡Naruto no moriría! ¡Naruto no la dejaría sola! Aunque la odiara para siempre, aunque nunca la perdonara y se casara con otra mujer. Aunque no volvieran a ser siquiera amigos, ni hablarse con el tiempo. Naruto no iba a morir, no podía, no debía, ella no lo consentiría.

-No puedes verlo Sasuke….-le advirtió ella- todavía no está recuperado pero pronto él…

-Shikamaru, Ino y otros lo visitan seguido. –Anunció el moreno firme- ¿Por qué no puedo ni siquiera verlo algunos minutos? No voy a hacerle daño. Yo ya no soy el que era…

-Es cierto…-admitió Sakura impasible- colaboraste en la guerra con tu fuerza y tu equipo. Luchaste junto a Naruto contra Obito y el Juubi. No pienso que seas alguien peligroso para Naruto, pero aun así él no está bien. Él puede obligarte a hacer algo incorrecto.

-Lo voy a ver…-dijo Sasuke sin gesto aparente- solo quiero cruzar algunas palabras después un par de meses. No me detendrás…

-Entonces voy contigo, -señaló ella seria y ambos salieron por el pasillo en silencio- (porque prefiero mil veces sus insinuaciones e insultos a permitir que lo mates)

/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*

/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*

Cuando Sasuke y Sakura llegaron frente a la puerta del cuarto de Naruto, se encontraron con Ino que parada del lado de afuera estaba junto a dos cazadores ANBU que custodiaban la puerta. Se enteraron que el Hokage Kakashi lo estaba visitando, y por los gestos de Ino, no era alentador.

-Y eso es todo Naruto…-dijo Kakashi parado junto a la cama del rubio- dos años han pasado y tu falta de recuperación ha anulado el poder del Kyuubi.

-El consejo ha tardado más de lo que esperaba…-admitió Naruto- creí que me sacrificarían al pasar solo un año.

-No es un sacrificio, no quiero oírte ni decirlo. –Kakashi no estaba a gusto con la idea- solo tienes que negarte. No hay la necesidad de…

-El Jinchuriki del Kyuubi debe estar activo. –sonrió Naruto ante la lógica de la situación- con la baja del plantel Shinobi y la necesidad de levantar económicamente a Konoha, acabar con mi vida para traspasar al zorro a otro cuerpo, es lo más rápido para recuperar poder de fuego. Se pierde la vida de un inválido, se gana el poder del nueve colas.

-Hare todo lo posible para que la decisión nunca llegue tan lejos…

-¿Por qué no aceleramos lo inevitable? –Indicó Naruto con gesto molesto- ¿Qué diferencia existe entre morir ahora o morir el año entrante?

-¿Acaso quieres morir?- preguntó sorprendido Kakashi.

-No tiene caso alargar el asunto más tiempo. –Aseguró Naruto serio- lo podemos hacer rápido y en silencio. Luego usted puede inventar alguna…

-¡Por supuesto que no! –Fue el grito de Sakura que entraba al cuarto seguida por Sasuke- ¡No lo voy a permitir!

Kakashi sonrió, necesitaba alguien que lo apoyara de alguna forma. Como Hokage debía acceder a lo que lógicamente el consejo y Naruto habían convenido, como sensei y amigo de Naruto, no quería verlo morir, esperaba su recuperación.

-¡Aun no podemos rendirnos! –Decía Sakura nerviosa y la piel se le erizaba por la angustia- ¡No te voy a dejar morir Naruto!

El Uzumaki no pareció emocionarse especialmente por esas palabras. Sus ojos estaban fijos en ella porque el deseo nunca terminaba. No importando el tiempo, ni nada. Sakura seguía siendo la mujer que él amaba. Aunque nunca fuera suya. Pero luego de ese discurso apasionado y de mirarse por un instante, dedicó su visión al Shinobi detrás de ella. Sasuke Uchiha.

-Al fin has venido…-continuó emitiendo una suave sonrisa- don perfecto Uchiha. Acércate teme que tengo un vaso de té con tu nombre. ¿Acaso no vas a saludar como se debe? –Señaló ante la sorpresa silenciosa de todos- echa a tu novia de este cuarto y Kakashi-sensei se está yendo. Hablaremos como buenos y viejos amigos.

-Será mejor que me vaya…-aportó Kakashi lacónico- supongo que se deben una charla. ¿Nos vamos? –le dijo a Sakura caminando hacia la puerta.

-Hable por usted…-admitió ella cruzándose de brazos- yo no me voy de aquí hasta que Sasuke se marche.

-Santo Kami-sama…-se burlaba Naruto con fingido gesto de molestia- ¿acaso piensas que voy a robártelo o qué? Solo quiero charlar de forma amistosa y privada con Sasuke. ¿Es mucho pedir?

Sakura estaba muy irritada y avergonzada. Desde el "tu novia" y demás cosas que apenas podía contener las ganas de gritar. La expresión de Sasuke no cambio, solo se adelantó acercándose a la cama y ocupó la silla de junto dispuesto a iniciar una charla. Hacía tiempo que no lo veía, y solo con Naruto sentía algo parecido a la amistad.

Sakura se cruzó de brazos y apoyo su espalda en un costado de la puerta. No iba a permitir que Naruto hiciera una locura. El rubio no se dedicó a mirarla, simplemente inicio una charla de lo más trivial con Sasuke. Hablaron sobre todo de como el Uchiha estaba pasando sus días. Entrenando, trabajando en la remodelación de la mansión, misiones, etc. Como nunca Sasuke se mostró dispuesto a la charla, tal vez se sentía solo, tal vez vio que Naruto necesitaba saber algo del mundo exterior. Relacionarlo con su anterior vida.

-¿Hasta cuándo estarás de flojo aquí en la cama? –Preguntó Sasuke en broma- deberías estar entrenando duramente. O cualquier día nos toque pelear de nuevo no serás rival.

-Mi cuerpo esta inútil Sasuke…-dijo Naruto sonriendo como si hablara de alguien más- no puedo engañarme, use mi último jutsu hace dos años. Di mi último paso, hice mi última misión. Pero no me deprime lo que ha pasado. Al final de cuentas, hay paz.

-Eso no significa que la aldea no pueda tener problemas.

-Para eso te tienen a ti ahora.

-Conmigo no basta, -apuntó Sasuke- existen cosas que solo tú puedes hacer.

Naruto sonrió con tranquilidad, Sakura lo veía más feliz y tranquilo que de costumbre. La visita de Sasuke le había hecho bien, y no le había pedido nada loco. Tal vez podría irse y dejarlos solos. Pero Naruto entonces dijo algo que demolió todas sus esperanzas de recuperarlo:

-Tendrás que ocuparte tu solo teme…-señalo el rubio bebiendo su té- estoy retirado y en algunas semanas me quitaran el Kyuubi del cuerpo. Así que voy a morir.

-¿De que estas hablando? –consultó el moreno al tiempo que Sakura horrorizada se acercaba para escuchar mejor.

-Simple, resulta que el consejo sabe que no van a tener el poder del nueve colas hasta tanto no lo trasladen a un hombre sano. Como la aldea esta en falta de personal, será conveniente formar un nuevo Jinchuriki cuanto antes.

-Pero si te quitan al Biju….-dijo Sakura ganándose la atención de ambos hombres- todos los que pierden a su Biju…

-Mueren por supuesto. –Definió el Uzumaki- nada extraño, pude morir hace dos años en batalla, o hace más en cualquier misión. Un Shinobi debe ver la muerte con algo natural, son cosas que pasan.

-No creo que sea la mejor solución. –Indicó aturdido Sasuke- debe haber otra manera.

Sakura no pudo pensar en nada más. Naruto se iba de su vida, no lo había salvado. Había fallado, Naruto iba a morir. No importando todo lo que intentó, todo lo que luchó por devolverlo a su antiguo ser. Y lo peor de todo, ella había causado su muerte. Era cierto que Naruto no la culpaba, pero ella lo hacía por los dos. Sin embargo estando decepcionada, deprimida y totalmente fuera de control, Sakura encontró una parte de ella que no muchas veces se manifestaba. Una parte de su ser que estaba dormida. Una parte que Sakura había visto reflejada muchísimas veces en Naruto.

La determinación de no rendirse jamás.

/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*

/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*

Tres días después sucedió lo inesperado. Naruto la recordaría como una jornada surrealista. Como el día donde las cosas dejaron de tener una rutina esperada.

Desde que pudo hablar con Sasuke, Naruto se sentía liberado. Muchas cosas buenas habían sucedido. La confirmación de que en breve quedaría determinada la fecha de la extracción. La amistad renovada con Sasuke que le había prometido defender a Konoha. La desaparición de Sakura. Que por tres días no había vuelto a molestarlo con promesas de cura o irritantes apariciones optimistas. Parecía que todos habían comprendido que era mejor para el Uzumaki dejar este mundo.

El asunto de Sakura era lo que lo tenía más satisfecho. No era que no quisiera verla, de hecho tres días era demasiado tiempo sin poder estar cerca de ella. Pero por fin había alejado a la muchacha. Por fin ella se dedicaría a su vida y dejaría de tenerle lastima al "pobre" Naruto. Ella sin dudas estaría triste algunos días después que desapareciera. Pero pasado el tiempo se casaría con Sasuke o cualquier otro, y seguiría su vida recordándolo tan solo como un amigo de la infancia. El plan era perfecto, no quería ser una carga para ella. Naruto lo había logrado.

Lo primero que sorprendió a Naruto fue la aparición de Ino y Shizune en el cuarto. Lo ayudaron a vestirse y lo sentaron en la silla de ruedas sin decir palabra. Naruto simplemente colaboró con ambas, convencido que lo llevaban a otra sala donde los sellos estarían listos para la extracción del Kyuubi. Pero ambas se veían tranquilas, contentas, incluso divertidas. Naruto sabía que ambas lo apreciaban lo suficiente como para no estar felices con su muerte. Comenzó a sospechar que algo no estaba sucediendo como lo había planeado.

-¿Adónde me llevan? –preguntó curioso.

-Fuera del hospital, -admitió Ino divertida- creo que tocaste alguna fibra sensible en la frentona.

-¿A qué te refieres?

-Ya lo veras por ti mismo…-anunció Shizune sonriendo.

En la puerta de salida estaba ella. La mujer de sus sueños, aquella que deseaba ver y que no quería cerca. No por las razones correctas, no por las cuestiones del corazón. Naruto la observó sonreír, evidentemente había hallado el modo de parar la extracción del Kyuubi. ¿Pero cómo? ¿De dónde había sacado los contactos? ¿Cómo había obtenido las influencias? Y lo más extraño, ¿Qué pensaba hacer con él?

Ella se veía satisfecha, como si tuviera un plan. Uno que Naruto no esperaba para nada.

Fin del capítulo.