Haber, realmente no sé ni cómo explicárselos. Yo tengo muchos, muchos manuscritos de historias, todos muy diferentes a la anterior. Mi Idea para "The abisswallker" no era el que ustedes ven, era una muy diferente. Era un cliché "School" donde Naruto sería un estudiante que tendría el sueño de ser el "Mejor caballero de todos los tiempos", de ahí el nombre "The abisswalker". Como siempre, la idea original fue desechada y simplemente seguí con algo más…aleatorio, pensando en que sería buena idea.
Cuando mi hermano formateo el Pc (Hace un par de semanas) lo poco que recuperé fue algunos archivos que yo creía que eran importantes para mí, sobre todo porque son mis bocetos originales de cada Fic. Este "Capitulo" era el Beta de lo que ustedes ahora conocen, como fue mi primera idea que tuve, algo nostálgico para mí.
Lamento si es solo un Fic de un solo capitulo, pero publicarlo realmente no es idea mía, me da vergüenza que alguien vea mis bocetos, pero mi hermano dice que está bien y que mejor publicarlo a que suceda algo como lo de antes, de pasada puedo enseñarles a mis amigos Fickers mi manera de hacer las cosas (por más vergonzosa que fuese)
Nuevamente, no espero ningún apoyo de esto, es cosa de "amor a la escritura" y "nostalgia" hacia mi yo pasado que tenía mil y un historias en la cabeza, pero se decidió por una más arriesgada. Dicho todo esto y si habéis leído mi vomito sentimental, disfrutarlo el inicio del todo :D
The Legend of Fallen Knight
Capitulo 1: ¡Entra! Uzumaki Naruto!
Cuando yo era un niño, me contaban una historia muy repetitiva, pero una que todo mundo sabía y lo tenía muy en cuenta. Esta leyenda se llamaba….
"El héroe elegido por la humanidad, ¡Artorias!"
Las palabras en eco que contaban la historia poco a poco se convertían en grandes pinturas en un espacio totalmente oscuro. De repente, las pinturas se volvieron cada vez más nítidas y con colores, siendo capaz de ser interpretadas. En una de ellas, había un enorme monstruo deforme con un solo ojo, uno que parecía estar rugiendo mientras estaba encima de una montaña.
Hace mucho tiempo, en tiempos antiguos, el odio de guerras sin sentido y la sangre derramada despertaron un monstruo que sacudió todo lo que se conocía. Este "monstruo" tenía como objetivo destruirlo todo. Creando un ejército de monstruos de su propia carne, rápidamente arraso con toda la vida sobre la tierra, su objetivo estaba cerca de cumplirse.
Aquella pintura del monstruo poco a poco fue alargándose más hacia abajo, mostrando que había mas de ella por mostrar. En el nuevo retaso, se podía ver una silueta completamente blanca de una persona, quien empuñaba una espada dorada y emitía un aura del mismo color, iluminando la silueta del monstruo de un solo ojo.
Pero entonces, hubo un monstruo entre monstruos que se reveló contra su propio creador. Usando una espada que se le fue otorgada por los clanes que aún quedaban vivos, la usó para derrotar al todopoderoso "Espíritu de un solo ojo" dividiéndolo en nueve partes iguales. Sin embargo, al ser solo una parte de su señor, este fue sellado junto al monstruo, destinado a luchar por toda la eternidad con su alma.
Aquella imagen de la batalla titánica que se contaba, poco a poco se empieza a quemar, revelando algo al trasfondo de esta. Se muestra un pequeño recuerdo difuminado, donde aquella criatura ruge de dolor y se fragmenta en varios pedazos, los cuales se dispersaron por todo el mundo.
La sorpresa de todo ello fue que había una silueta negra, la cual tenía un pedazo más, uno que brillaba en oscuridad. Mirando con sus ojos rojos, une aquel fragmento con su arma dorada, la cual empezó a sobrevolar frente a la silueta humanoide. Aquella espada flotante rápidamente fue encadenada y finalmente fue sumergida al fondo de una masa de agua, desapareciendo por completo.
Nunca pude creerlo, incluso cuando mi sueño era ser alguien tan legendario como aquel héroe, no pude creer su hazaña, nadie lo hacía.
Todo mundo creía que era un simple cuento de hadas
De repente, el arma empezaba a titilar con un brillo dorado, comenzando a salir lentamente del agua. Ya fuera de la masa de agua, una figura vestida con ropajes blanco la veía sobrevolar frente de él, sujetando su empuñadura con ambas manos. Sin embargo, un aura oscura se extendía alrededor de la hoja, haciendo que la silueta blanca la suelte por miedo, perdiéndola nuevamente por las olas del mar.
Pero descubrí tardíamente que la tan llamada leyenda…no era un mito del todo
Un recuerdo empañado mostraba como un par de personas chocaban espadas en camaralmente, mientras rayos y relámpagos caían a su alrededor. En el recuerdo había un rubio e ojos azules, el cual tenía sangre corriendo por su boca, con grandes heridas sobre su cuerpo magullado. Este fue arrojado a distancia por una fuerte patada, rodando por el suelo y mirando cansado la figura que se cernía sobre él, todo se volvió negro de repente.
Artorias Existió
Con aquellas palabras, una figura humanoide era iluminado por la enorme luna roja que tenía a sus espaldas. Esta tenía una enorme espada entre las manos y miraba con una enrojecida mirada al rubio bajo sus pies, quien se quedaba congelado por su presencia.
¿Cómo lo sé? Es muy fácil de explicar, solo digamos que yo logré conocerlo
El rubio en el suelo sacudió su cabeza con ferocidad, volviéndose a parar y soltar un grito de guerra mientras sostenía la espada dorada de las leyendas. Luchaba con toda la fuerza que aún le quedaba, pero su contrincante era inigualable, no parecía tener problemas para defenderse, sus ojos no mostraban preocupación alguna.
Aunque la historia cuenta sobre la lucha eterna de ambos contrincantes, no revela que fue decisión de ambos luchar hasta que el otro cayese, pues disfrutaban de una batalla como pocas ambos habían tenido. Sin embargo, Todo tiene un final, un broche de oro que hace de los mitos…Leyendas.
Nuevamente se mostraba la batalla y como el rubio iba perdiendo terreno, hasta que, en uno de sus ataques desesperados, pierde su espada la cual sale volando hacia los cielos. No decide darse por vencido, formando una extraña esfera azul en sus manos, decidido a darle un golpe directo, pero un fuerte golpe en su estómago crea un poderoso estallido de aire, dejándolo derrotado en el suelo.
…al final…
La espada que seguía girando en el aire, cayó en las manos de la figura oscura, el cual miró al rubio bajo sus pies, quien respiraba forzosamente al tener más de un órgano interno pulverizado. El joven ve con ojos moribundos como su espada ahora estaba en posesión de su enemigo y este dirigía la punta mortal hacia su pecho. Todo se volvió oscuro y el sonido de carne siendo atravesada silenció el sonido del lugar por completo.
…solo uno quedó en pie…
Nuevamente se muestra la torre en donde la pelea ocurrió. En ella no había nadie más que el rubio de hace unos momentos, teniendo una enorme espada dorada que atravesaba su pecho y el suelo. Aquel rubio usaba sus dedos temblorosos para poder hacer algo, sintiendo como poco a poco la muerte le reclamaba. Su respiraron forzada poco a poco empezaba a ralentizarse, hasta quedar completamente inmóvil, con su vista inerte mirando el cielo lluvioso.
…para poder contar el final de esta historia…
Naruto OST 1 - Go Go Naruto!
"¡Salid de mi camino!"
Fue el grito desesperado de un chico que corría con toda la velocidad que tenía en sus piernas, asustando a todas las personas que tenía a su alrededor, quienes se hacía a un lado evitando chocar en su camino. Aquel chico salta evitando un coche muy moderno, haciendo que todo mundo le mirase como si estuviese en cámara lenta.
Aquel joven parecía tener unos 17 años, piel bronceada y de cabellos rubios. Lo más peculiar, además de la tostada que llevaba en su boca, era las marcas de nacimiento que tenía en sus mejillas, las cuales parecían asemejarle a un zorro. El tiempo volvió a la normalidad, haciendo que el chico rubio siguiese con su camino, riéndose de los gritos desenfrenados del pobre conductor.
Sip, ese soy yo, ¡el increíble Uzumaki Naruto! Y…
!Estoy a punto de llegar tarde a mi primer día de clases!
Aquel joven, ahora identificado como Naruto, iba comiendo mientras se dirigía a toda velocidad a un lugar que se veía muy, pero muy grande desde donde estaba. Aquel edificio era tan estúpidamente grande, que la podía ver de lejos aun cuando faltaban muchos kilómetros para llegar "¡no llegare a tiempo! ¡maldita sea los videojuegos!" maldijo el rubio con lágrimas en sus ojos, recordando que se quedó dormido por haberse quedado hasta muy tarde.
De repente vio un auto a su lado, el cual frenó un momento por la luz roja en el semáforo. Con una sonrisa zorruna, rápidamente se sube encima del vehículo sin que su conductor se diese cuenta, el cual hecho a andar dirigiéndose hacia el edificio "Yosh" susurró el rubio, esperando no llamar la atención de nadie.
Ya a un par de kilómetros de viaje, llamó la atención de un policía quien se quedó a medio Donut al verlo saludar hacia él con una enorme sonrisa. No lo pensó dos veces, subiéndose a una especie de trasporte volador y comenzando a perseguirlo "¡Naruto! ¡Es la quinta vez esta semana! ¡esta vez te atraparé!" gritó el anciano, sacudiendo una porra que tenía electricidad alrededor.
"¡muy lento anciano!" gritó el rubio mientras saltaba hacia otro auto, pues el suyo había cambiado de dirección "¡me saldré con la mía y lo sabe!" gritó como si de un villano se tratase, enojando a un más al policía, el cual dejo de ser uno y pronto hubo varios de ellos "mierda" susurró el rubio asustado, pues sabía que esta vez era enserio.
"¡ja! ¡no tienes escapatoria, niño!" gritó el anciano, sacudiendo con ferocidad su porra "¡te atraparé y cuando lo haga, llenaras estas formas el resto de tu vida!" gritó este, sacando un papel de sus ropas, el cual volvió completamente azul el chico rubio.
"¡primero muerto!" gritó aterrado, volando a distancia por la inercia, ya que el auto freno de golpe al ver una gran cantidad de tráfico "¡Ja! ¡nos vemos luego, anciano!" gritó el rubio, carcajeándose a distancia mientras corría desesperado hacia el edificio gigante. Los policías se detuvieron, pues no había manera de atravesar el mar de vehículos sin romper un par de reglas.
Uno de los oficiales más jóvenes susurro a otro, señalando el desorden vehicular "Jefe" dijo uno, llamando la atención del anciano hombre, quien volvió su mirada molesta hacia este, asustándolo "d-debemos ayudar" dijo señalando el tráfico, pues era su deber como oficiales.
"¡ustedes háganlo! ¡Yo iré tras Uzumaki!" respondió este, acelerando su pequeño vehículo y corriendo rápidamente hacia el rubio, dejando a sus compañeros sin habla alguna, quienes levantaron los hombros y siguieron cumpliendo con su deber, por más aburrido que fuese.
Mientras tanto, el rubio seguía corriendo y veía como el anciano manejaba como todo un experto, surcando cada auto con facilidad "¡eres muy bueno anciano, lo acepto!" dijo el rubio, sosteniendo nuevamente su tostada con la boca "¡pero yo soy mejor!" balbuceo con la boca cerrada, viendo un poste de luz pública, al cual sujetó con fuerza, girando rápidamente hacia un callejón.
El anciano abrió los ojos sorprendido, para luego seguirlo con mucha más determinación. El oficial rápidamente paso por los callejones rápidamente, sin frenar en cada esquina y siguiendo los rastros de destrucción que dejaba su enemigo. Sin embargo, tuvo que frenar con fuerza al ver que no había salida.
El oficial se queda con la boca abierta al ver que el joven rubio había dejado una inscripción en la pared, el cual decía '¡Te tengo viejo! ¡Nadie puede atrapar a Uzumaki Naruto!' junto a un dibujo chibi de este mismo, el cual se burlaba de él. Una marca gigante apareció en la frente del anciano, junto a una ira que solo aumentaba cada vez más.
"¡UZUMAKI NARUTO!"
El muchacho rubio se detuvo de repente al escuchar el grito en la lejanía, riéndose entre dientes por ello y corriendo a toda velocidad hacia su destino. Ya se veía realmente cerca, solo faltaba un extenso jardín y ya habría de llegar. Este era un día normal para el chico problemático, uno en donde sacaba de quicio a más de una persona.
El día a día del mayor bromista del mundo
"Ya está a punto de comenzar la ceremonia de inicio de curso"
Fue lo que escuchó nuestro rubio protagonista, quien respiraba agitadamente e intentaba llenar sus pulmones del tan necesitado oxígeno. Su cara estaba roja, totalmente cansado del maratón que tuvo que correr para llegar aquí "uff, Vaya" dijo este, finalmente logrando colocarse de pie correctamente "última vez que me quedo tan tarde" se prometió a sí mismo, aunque sabía que no lo iba a cumplir.
De repente nota como una pequeña pareja estaba a lo lejos, no podía distinguir nada debido a que estaban entre árboles, pero uno era una mujer de cabellos dorados y el hombre era alguien tan alto que las hojas de los arboles lo ocultaba. De lo poco que podía escuchar, estaban teniendo una acalorada discusión. El rubio gruño enojado "Maldita suerte tienen algunos" dijo molesto, pues todavía seguía siendo impopular con las mujeres, aunque no sabía el porqué.
Suspirando, retoma su sonrisa, pero ahora mirando uno de los grandes edificios que tenía frente a él "Finalmente, luego de mucho esfuerzo" dijo muy feliz, pues este era su primer paso para poder cumplir sus sueños y sus metas. Aquella era la Universidad Nacional de magia en Japón, la más grande y reconocida de todo el mundo, en este lugar solo se acepta a la elite y son pocos los que pueden jactarse de haber asegurado su ingreso.
La sonrisa en el rostro del rubio decreció cuando recordó que fue el último de los ingresantes, con la peor calificación. Fue tan baja que tuvo que asistir a clases de reforzamiento antes de poder entrar a la escuela como un estudiante, fueron meses de estricto trabajo y dedicación, lo suficiente como para que sea "aceptable"
"¿hola?" escuchó a su lado, sacándolo del mundo de las ideas. La vista del rubio encontró a una hermosa mujer de cabellos rojos, una tan hermosa que enrojeció todo su rostro "¿eres nuevo?" preguntó de nuevo, curiosa por su estado actual "Quizás pueda ayudarte en algo, no es nuevo que alguien se pierda" dijo con una amable sonrisa, una que desequilibro un poco al rubio.
Naruto tose un poco, intentando ocultar su vergüenza "b-bueno, yo…" dijo mirando a todos lados, intentando hallar una excusa creíble, pero su vista logró encontrar algo muy extraño '¿Tercer año?' pensó confundido, notando el diferente vestuario que traía la chica "no es nada, simplemente llegué un poco tarde" respondió riéndose entre dientes por la torpeza.
La mujer parpadea y se ríe junto a él "eres gracioso" dice, haciéndolo sonrojar por la pena "Mi nombre es Rias Gremory, Presidenta del Concejo estudiantil" se presentó ella, riendo un poco por el sonrojo en el rubio "Me gustaría presentarte la escuela, pero hay una ceremonia por comenzar" dijo la pelirroja, señalándole un gran edificio donde unos pocos estaban entrando.
El rubio asiente y la sigue de cerca, como no había nadie ya, no tenía nada de qué preocuparse. Entonces abre los ojos cuando se da cuenta de algo muy importante "Ano…" dice un poco apenado, llamando la atención de la presidenta "Sé que es algo muy…irrespetuoso, pero ¿es usted humana?" preguntó, con una gran cantidad de confusión en su rostro.
No es nada común aquella pregunta, pero no es algo que nunca se haya dicho. En este mundo existen nueve razas en total: Humanos, Asgardianos, gigantes, Hadas, Youkais, angeles, demonios, dragones y dioses. Es en ese orden el cual estaban divididos por el poder que tienen y son respetados por ello.
Luego del desastre hace mil años, los nueve reinos casi destrozados tuvieron que unificarse en uno solo para no ser destruidos, prometiéndose la libre convivencia y la paz entre ellos. Durante un inicio hubo problemas raciales y todavía los hay, pero conforme ha pasado el tiempo, todo ha quedado en el olvido.
La gran mayoría de ellos tienen una apariencia humana, solo los dragones y dioses son capaces de cambiar su forma a cuál mejor le convenía, pero ninguno de ellos le gustaba bajar de los cielos para igualarse a los mortales. El resto de ellos se quedaron en una única tierra unida, al cual juraron proteger.
Rias rio divertida "no hay nada de malo, no me molesta" respondió ella, despreocupando al rubio "Soy demonio, mire" dijo mientras cerraba los ojos un rato y enseñaba un par de alas negras "¿lo ve?" dijo ligeramente emocionado, quizá por mostrar sus características como demonio.
"impresionante" dijo este, sorprendido por la exhibición "es la primera vez que conozco una chica demonio" balbuceó el rubio, recordando sus clases infernales donde su maestro era un demonio "por un momento caigo en el montón" dijo ligeramente molesto consigo mismo, ya que estaba a punto de juzgar bajo los mismos estereotipos que tanto odiaba.
"puedo suponer que es un humano" dijo Rias, obteniendo una señal de asentimiento "ya veo…" dijo bajando un poco la cabeza, como si estuviera triste "debe de ser difícil para usted estar aquí" susurró más para ella misma que para Naruto, quien frunció el ceño al escuchar eso.
No era un secreto para nadie, los humanos era la raza peor vista entre todas. Desde su corta vida, hasta su bajo nivel de poder, los seres humanos era una raza tan inferior que en su mayoría no eran tomados en cuenta. Había algo de suerte de que haya leyes que protejan la igualdad entre todos, pero nada impedía ser denigrados socialmente.
"no me preocupo mucho la verdad" respondió el rubio, atrayendo su atención "Les demostrare a todos, el poder que un humano…no" dijo negando con la cabeza "el poder que uno puede llegar a tener con su esfuerzo y dedicación" dicho esto, golpeó el cielo con su puño "¡les mostrare, seré el primer humano en ser Caballero Celestial Dattebayo!" gritó con mucha emoción, una pasión que siempre traía en su ser.
Fue en ese momento que se dio cuenta que no estaba solo, arrepintiéndose de su arrebato. Al volver su mirada, nota que Rias tenía una pequeña sonrisa en su rostro e intentaba aguantar la risa "fue muy lejos... ¿verdad?" dijo cohibido, pues a pesar de su determinación, era la primera vez que se lo dice a una mujer, una muy hermosa.
Rias no pudo contener la risa y se rio, haciendo que se sonroje por la vergüenza "No me estoy riendo de su meta, por si eso entiende de mi risa" dijo ella, dejando de reírse "solo…me alegra no ser la única con un sueño de locos" respondió ella, con una sonrisa muy brillante, dejándolo embobado un minuto.
Su mente en blanco no escuchó la despedida de ella y como se desvanecía en la distancia. Fue con una última llamada para la ceremonia que volvió en sí "Mierda, llegaré tarde… ¡de nuevo!" gritó asustado, corriendo rápidamente para no ser castigado en su primer día.
Para su suerte no fue el único, siguiendo su camino entre las personas, notando lugares vacíos al último de la fila. La gran mayoría le daba miradas mientras caminaba, la gran mayoría no tenía ninguna intención, pero había algunos que sí y eran del grupo del frente. No podía estar equivocado, habían separado los estudiantes en el grupo A y B, tal cuales fueron los resultados de sus exámenes. El grupo A eran la elite entre elites, el grupo B simplemente alguien que entró de pura suerte.
Suspirando, llega a los asientos libres y se sienta, esperando que comience la ceremonia por más aburrida que sea. Su mente giraba alrededor de sus palabras, pues realmente fue una meta casi imposible de lograr, al menos para un humano común.
La fuerza militar se dividía en dos grandes grupos, Los guerreros y los magos. El primer grupo eran soldados puramente físicos, luchaban con algo llamado "Artes Marciales" que empleaban su Resistencia para potenciar sus movimientos o la propia fuerza en sí. Esta clase estaba dividida en peldaños que se tiene que ir avanzando: Soldado, espadachín, guerrero, Capitán guerrero y caballero. Hay sub ramas en rango de caballero, en donde este se especializaba en un solo arte.
El segundo grupo estaba constituido por los magos, eruditos que trabajan puramente con la magia y los circuitos mágicos. Estos usaban su gran intelecto para formar hechizos al seguir pasos demasiado avanzados. Estos también estaban divididos en rangos: Principiante, aprendiz, Hábil, Experto y Maestro. En este último el mago en cuestión puede elegir especializarse en la magia que mejor le parezca.
Sin embargo, aunque parezca que esa es la cima, realmente no lo es, había un peldaño más. En todo el mundo, solo podía existir una sola persona que pudiera ostentar tal importante cargo: Caballero Celestial y Archimago, la cumbre total de la clase guerrera y maga respectivamente. Solo aquellas personas que hayan dominado su clase en su totalidad eran capaces de alcanzar tal rango, eran personas sumamente poderosas y son el pilar de ambas clases.
'he de admitir, estoy verdaderamente lejos de poder lograrlo' pensó de forma realista, pues el solo viviría unos cuantos años más, no podría aprenderse todo ello en una vida humana. Los que han sido Caballeros Celestiales han entrenado por más de 100 años y derrotar al anterior en una batalla, por lo que solo había muy pocos en la historia.
Entonces sintió un golpe en su hombro, despejando todo su mundo de ideas. Sus ojos se abrieron al ver a dos chicas más a su lado, quienes parecían tener expresiones diferentes en su rostro "H-hola" dijo la rubia, quien parecía morirse de la vergüenza "¿e-esto esta o-ocupado?" dijo preguntando por los dos asientos a su lado.
Ligeramente sorprendido, niega con la cabeza pues no podía hablar 'dos chicas me hablaron hoy, acaso…' dijo pensando en su conversación con Rias '¿será mi día de suerte?' pensó seriamente pues la mayoría del tiempo siempre le iba mal en todo lo que intentara y que sea al azar. Parpadeó cuando notó que las chicas seguían mirándole "ah, no está ocupado" respondió con una sonrisa forzada, pues las estuvo esperando un par de minutos.
La chica rubia asintió y se sentó a su lado, mientras su amiga peliblanca ocupó el ultimo asiento "¿su primer año también?" preguntó la chica rubia de nuevo, esta vez menos temblorosa. Naruto asintió sin palabras "eso es genial, mi nombre es Asia Argento" dicho esto, tomó un poco de su ropa como ejemplo "soy una maga de restauración…" dijo tímida y avergonzada.
Naruto finalmente entendió su malestar. En las diferentes ramificaciones de la magia, la más discutida y menos querida era la magia de restauración. Había varios factores de ello, uno de los cuales se trataría de su inutilidad en la vida diaria o en el ámbito militar. La tecnología actual funciona mil veces mejor que la magia, el tiempo de uso suele ser muy lento y había pociones que suelen ser más efectivas.
La magia de restauración es usada más como primeros auxilios que otra cosa, todo mago sabía un par de hechizos, pero es por seguridad que por necesidad. Solo había una sola Maga de restauración que logró llegar a nivel Maestro y calló por completo las críticas sobre esta disciplina, es la actual directora de la escuela.
"Ya veo, por eso estas aquí" dijo con un rostro de pena el rubio, recordando que este era el grupo de los perdedores "No quiero decir que es tonto, yo creo que es genial curar a los demás, hay una buena intención detrás de tus acciones" dijo sabiendo perfectamente cuales podrían ser sus siguientes pasos luego de terminar sus estudios.
"Quiero cuidar a los niños en el orfanato donde crecí" dijo Asia, sorprendiéndole un poco "Pero para serlo necesito graduarme, pero…" dijo suspirando tristemente "no se hacer otra clase de magia" dijo muy triste, recordando su frustración al ser totalmente inútil en batalla, incluso como soporte.
Su amiga a su lado le consoló con un par de palmadas en su hombro. Naruto vio que esta tenía un par de orejas en su cabeza "¿Nekomata?" susurró sorprendido, pues era una de las tantas familias que no le gustaba ir a esta clase de institución. Tuvo que callarse la boca al ver la expresión molesta de la adolecente, era un golpe muy bajo de su parte.
"Koneko Toujo, luchadora cuerpo a cuerpo, Tanque" dijo simplemente, sin siquiera darle otra mirada o decir algo más. Naruto tragó fuerte pues la anterior mirada fue muy aterradora. Viéndola más de cerca, era muy pequeña para ser todo lo que en una oración había resumido.
No era una novedad decir que, en un mundo donde se lucha con un arma en mano o a distancia con magia, la lucha cuerpo a cuerpo quedo muy obsoleta. Un luchador no era muy bien visto en la sociedad, ni en la escuela, explicando el porqué de su estadía en el área B. Por otro lado, "Tanque" es una ramificación de los guerreros que se especializaban en una lucha basada en la defensa, siendo capaz de recibir una increíble cantidad de daño.
"¿Tanque?" preguntó curioso, pues usualmente eso era una rama que preferirían los hombres grandes y con mucha masa muscular, torpes en destreza con la espada "con un cuerpo tan pequeño, ¿Cómo logras usar artes marciales?" preguntó mirándole de cerca, ya que, si no estaba mal, ella media menos de 150 centímetros.
Koneko simplemente infló sus mejillas y miró a otro lado, no dispuesta a contarle algo tan importante. Naruto solo atina a forzar una sonrisa, volviendo a sentarse correctamente, ya que la ceremonia estaba a segundos de iniciar. Las luces a su alrededor se apagaron y todo mundo quedo en silencio.
"…Y ahora va a tener lugar, la ceremonia de apertura de curso de la Universidad Nacional Magica" fue lo que escucharon todo mundo mientras las luces eran dirigidas hacia el estrado "Empezando, La presidenta del concejo estudiantil, Rias gremory" para sorpresa del rubio, se trataba de la misma chica que le recibió en la entrada del lugar.
Naruto no escuchó sus palabras, concentrado en si era o no era una simple coincidencia en que ella estuviera ahí de todos los lugares "el mundo es realmente un lugar muy chico" susurra para sí mismo, suspirando por el dolor de cabeza que acababa de tener al pensar en posibilidades. Sus palabras atraen a ambas compañeras a su lado, quienes parecían estar confundidas.
La pelirroja parecía terminar su discurso, inclinándose mientras recibía las palmas del público "A continuación, algunas palabras de la representante de los alumnos de nuevo ingreso, Jeanne d'arc" al retirarse Rias, una joven extremadamente hermosa, de cabellos dorados la remplaza, embobando a todo hombre que estaba cerca.
Naruto no era la excepción, quedándose perplejo y embobado durante gran parte de sus palabras, siendo rescatado por el toque de Asia "¿ah? Gracias" agradece el rubio, intentando evitar a la chica "¿Quién es ella?" preguntó a su amiga rubia, quien no parecía estar sorprendida por la llegada de la representante.
Asia iba a decir algo, pero Koneko se le adelanto "La mujer más imposible en quien podrías tus asquerosos y lujuriosos ojos" Naruto sudó ligeramente por la forma en como le insultó "Es una de las dos grandes estrellas de esta escuela, la prodigio de primer grado en magia" contó esta, dejándole sin palabras durante un momento.
"Escuché…" dijo Asia, llamando su atención ahora "escuché que tuvo una calificación perfecta en el examen práctico y escrito, también fue recomendada por diferentes instituciones que vieron su crecimiento, es un monstruo" Naruto tragó fuerte, viendo como la chica brillante parecía hablar como si de un ángel se tratara.
"la razón por la cual La segunda estrella no está aquí es porque decidió no ser el representante, tampoco ayudaba mucho el apoyo popular" dijo Koneko, señalando inexpresivamente a la gran mayoría, los cuales posiblemente no se sentirían tan conformes con otra persona. Tenía razón, incluso las mujeres estaban prendadas de la forma en como hablaba aquella rubia, un carisma casi inexplicable salida de una divinidad.
"de hecho…ahora que la miro mejor…" susurró el rubio, mirándole el rostro a la estrella de la escuela. Cuanto más le miraba, más se le hacía familiar. Una imagen mental se le presenta, era de aquella vez que miró a la pareja segundos después de haber llegado. Sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando un fuerte golpe le hizo volver en sí "¡Itai!" susurra intentando aguantar el grupo del golpe, su pie fue aplastado por la pequeña chica albina.
"pervertido" susurró esta, confundido su mirada por completo. Naruto por otro lado, seguía aguantando el grito, cruzando los brazos y temblando mientras su pie adolorido gritaba por ayuda. A su lado, Asia miró de cerca la escena y solo atinó a reírse ligeramente, divertida por el comportamiento de ambos amigos.
"Finalmente, Libertad"
Fueron las palabras del rubio, quien sobre actuaba al estirarse frente a todo mundo fuera del edificio. A su lado estaban sus dos nuevas amigas, una de ellas parecía divertida por sus palabras "Solo hemos estado sentados por 2 horas, realmente no creo que sea para tanto, Naruto-san" dijo Asia, haciendo que se sonroje por la vergüenza.
"Ya, pero para mí fue una eternidad" se excusó el rubio, intentando mirar a otro lado. Su mirada de repente volvió al par, pues escuchaba la risa de alguien "¡sé que te estas riendo! ¡no es divertido!" se quejó, mirando con desaprobación a la inexpresiva chica gato, quien solo tenía una pequeña sonrisa en su rostro que intentaba aguantar.
Asia termina de reírse, quedando en silencio un momento "Creo que es hora de ver nuestras habitaciones" dijo mientras miraba el cielo, el cual estaba completamente despejado "es medio día y debemos de acostumbrarnos al lugar para no perdernos durante clase" dijo preocupada, pues la verdad es que suele perderse con mucha facilidad.
"¿habitaciones?" Parpadeó Naruto por sus palabras, totalmente confundido "¿Qué quieres decir?" pregunto nuevamente, pues realmente no tenía idea de lo que hablaban. Asia simplemente miró a Koneko y esta asintió a su señal, elevando algo ante sus ojos "¿eso?" preguntó, pues reconocería fácilmente aquel pequeño documento que ambas tenían en sus manos.
"Esto Naruto-san es nuestra identificación, es lo que nos permite entrar y salir sin problemas fuera de la institución, también es la llave de nuestras habitaciones". En aquel pequeño documento, la pantalla se ilumino mostrando un perfil detallado de Asia. De la misma forma, el documento cambio rápidamente mostrando un número muy particular "ese es el número de nuestra habitación" informó ella, viendo los números, letras y demás que se observaba.
"así que eso era" susurró sorprendido, pues era una información muy útil y necesaria el cual no sabía nada "¿y qué hago con mi antiguo lugar?" preguntó confundido, pues ya tenía un pequeño hogar en el cual se había estado viviendo los siete meses de entrenamiento forzado.
"Debe de llenar una forma en la institución, pidiendo una mudanza" dijo Asia mientras caminaban, parecía estar absolutamente informada de ello y le dedicaba una mirada muy particular, una mirada que le avergonzó "Estaba muy nerviosa por mi primera vez aquí, estaba tan nerviosa que leí todos los documentos que se me fueron entregados…incluyendo lo que no debía" dijo apenada, pue su nerviosismo y la paranoia fueron sus motivaciones de estudiar.
De repente se detuvieron, mirando a la distancia un grupo de condóminos "Esa es el área residencial, es ahí donde están los dormitorios" dijo la rubia señalándolo a lo lejos "es lo único que estoy segura por ahora, ¿podrían acompañarme?" pidió tímidamente, pues tenía el miedo de equivocarse y perderse nuevamente.
Antes que pudiese responder, recibió otra pisada en el pie, haciéndolo gritar de dolor "si, pero creo que la basura no quiere ir, debemos dejarlo" dijo Koneko, llegando hasta Asia, señalándole el camino ignorando la mirada que el rubio le dirigía "¿Qué pasa? ¿molesto?" preguntó, sumamente divertida por el comportamiento del hombre.
"¡claro que estoy molesto! ¡¿Por qué siempre estas golpeando mi pie?!" le gritó, muy enfadado y adolorido al ya no poder sentir los dedos de su pie. Su frustración y dolor solo parecían alegrar más a la albina, por lo cual decidió jugar igual "Apuesto a que se debe el no poder llegar a mi rostro, ¿no es así? ¿chica gato?" se burló Naruto, mirando como sus palabras parecían dar el efecto que deseaba.
El rostro rojo de la albina no tenía igual, sabía que había tocado un punto muy delicado, pero no sabía cuál. Podría tratarse de un problema de altura o tenía un problema con su raza, no lo sabía. De lo único que estaba seguro, es que iba a burlarse todavía más si este era el resultado de sus burlas.
Koneko suspiró, intentando calmar su ira y perder los estribos. Mirando con normalidad, al rubio, hizo una seña para que se acercase a ella y se agachase un poco. Naruto parpadeó e hizo caso, ignorando el peligro de estar tan cerca de alguien pequeño. No esperó que ella usara ambas manos para arañarle los ojos con sus garras, terminando con una pequeña sonrisa en su rostro.
"¡MIS OJOS!"
Valió la pena haberse burlado de la loli gato
"¿se encuentra bien, Naruto-san?"
Preguntó la voz de un ángel caritativo, preocupada por la lesión que hace unos momentos él mismo busco. su rostro estaba completamente bien, salvo las marcas de los arañones que todavía no había terminado de curarse "no te preocupes, ya desaparecerá" re rio el rubio, teniendo dolor fantasmal de los cortes en su rostro "por otro lado, muchas gracias Asia-san" agradeció Naruto, pues fue ella quien le curó cuando se estaba desangrando en el suelo.
Asia negó con la cabeza "no se preocupe, es lo mínimo que pude hacer" dijo con una pequeña sonrisa, ahora mirando a la albina "eso fue muy peligroso Koneko-chan, pudiste reventarle sus globos oculares" reprendió con suavidad, haciendo que las orejas de la albina cayesen al sentirse mal por su regaño.
Mientras se reía forzadamente, Naruto fue el primero en cruzar la esquina de los pasillos, mirando en cámara lenta el nuevo pasillo de su derecha. Por pocos segundos, él pude ver como la chica hermosa de hace unos momentos salía rápidamente de una habitación, volviendo hacia donde estaba él.
Sus compañeras se quedaron confundidas por su falta de movimiento y luego lo entendieron cuando vieron a la representante caminando hacia ellos con una gran cantidad de gracia y elegancia. Naruto por otro lado, le miraba directamente esperando que esta le notara, pero paso de largo sin siquiera notar su triste existencia.
Cuando ella dobló la esquina y desapareció en la distancia, el grupo pudo volver en si "¿esa era…?" preguntó Asia, mirando a ambos amigos, quienes asintieron "Cuanto poder" susurró recordando la sensación que le producía la magia que brotaba de ella, como si fuera un mar controlado "¿estaba enojada?" preguntó más para sí misma, pues la sensación de la magia solo se daba a conocer cuando uno estaba a punto de usarla.
"posiblemente" dijo Naruto, con su cuerpo ligeramente tembloroso y nervioso por la sensación "así que a esto me tengo que enfrentar si quiere cumplir mis sueños" susurró, formando un puño y controlando su nerviosismo "ella es increíble" dijo esta vez para todos, reconociendo la fuerza de aquella mujer. Ambas amigas no podían evitar asentir, pues realmente era algo de que admirar.
Sacudiendo su cabeza, Naruto vuelve a concentrarse "ya fuimos a sus habitaciones, quedan muy cerca de aquí de hecho" dijo sorprendido, pues se trataba del edificio del lado "y si esta cosa no se equivoca, mi habitación debe de estar en este pasillo" dijo notando el largo pasadizo el cual tenía solo algunas puertas.
Mirando los números sobre las enormes puertas, su sorpresa empezá a aumentar cuando se da cuenta de un ligero detalle, su habitación era la misma de la que salió la representante del primer grado "no hay manera" susurra al ver la puerta abierta y el numero sobre esta, la cual coincidía con su identificación.
Tragando fuerte, entra a la habitación esperando que sus pensamientos no se volviesen realidad. Si aquella no fue una ilusión, había una pequeña posibilidad de que tuviera que compartir habitación con aquella mujer y pensándolo mejor, no sería nada malo, vergonzoso quizá, pero en lo absoluto malo.
Lo primero que ve era una enorme recamara, una tan grande que sería diez veces más grande que su antigua casa. Técnicamente la recamara estaba dividida a la mitad, teniendo un compañero de cuarto, ¿Por qué? Nadie lo sabía, pero la gran mayoría lo justificaba con el hecho de que la comunicación con un posible compañero de aventuras era algo muy importante y tener en cuenta.
"impresionante" dijo sorprendido, mirando por todas partes, intentando pensar en donde colocaría sus cosas, las cuales serían muy pocas en comparación. de repente siente que alguien jala de su ropa, era Koneko "¿Qué?" preguntó confundido, pues ella nunca le haría un favor, menos llamarle la atención.
La pequeña albina señala hacia el lado contrario de su cama, con su habitual inexpresión en su rostro. Al seguir su mano, se encontró que había una persona más en la habitación, uno que estaba completamente en su propio mundo y no les prestaba nada de atención. Asia le miró un momento, como si estuviera pidiendo un concejo de que hacer, cosa que él tampoco sabía muy bien.
Para ponerlo simple, el tipo era una montaña de músculos andante. Podría pensar en una sencilla respuesta y seria que es un Gigante, una raza dotada con una musculatura envidiable, una fuerza aterradora y una increíble cantidad de resistencia. La única desventaja era que crecían rápidamente, como el sujeto que tenía en frente, el cual aparentaba tener más de 20 años por su cuerpo de roca.
A pesar de las apariencias, este parecía bastante enfrascado en colocar una pequeña pajilla en un envase de plástico de jugo. Quizás la dificultad real estaba en que la pajilla era extremadamente pequeña en comparación con sus manos, encontrando ahí la dificultad de su acción.
Antes que pudiese decir algo, Koneko se acercó al sujeto y, ante la vista de ambos, dio un poderoso puño en su rostro, ocasionando un pequeño estallido de aire. La albina volvió hacia ellos, saludando como si fuera lo más normal del mundo. Naruto se acercó rápidamente para disculpar, pero fue recibido nuevamente por un golpe en el estómago de la chica gato "sabía que estabas pensando en que compartirías habitación con una chica, pervertido" Naruto no aguantó el dolor y cayó de rodillas.
"¡Koneko-chan! ¡esto está mal!" regaño Asia, ayudando a Naruto usando su magia curativa "usar esa clase de fuerza fuera de las practicas no está permitido, disculpate" dijo mirándole seriamente, aunque tartamudeo. La albina bajo la cabeza, disculpándose en voz bajo "muy bien, ahora…" dijo dispuesta a ayudar al enorme chico, pero se encontró que no parecía afectado por el golpe "no hay nada" susurró sorprendida al ver que su mejilla no parecía tener síntomas de hematomas.
El chico se frotó el área del golpe "me dio picazón" dijo mientras miraba nuevamente la bolsa plástica y la pajilla que tenía en mano, dejándolo a distancia "¿Qué necesitan?" preguntó educadamente, esperando algunas palabras del grupo, el cual entro por la habitación que olvidó cerrar.
"creo..." dijo con dificultad el rubio, sintiendo como si estuviera a punto de vomitar "creo que soy tu compañero de cuarto" dijo mientras le enseñaba su identificación, mostrándole el número "Naruto Uzumaki, soy un humano guerrero, un gusto conocerte" saludo con una sonrisa, extendiendo su mano.
El pelinegro asiente con la cabeza, tomando la mano del rubio con perplejidad "¿un humano?" preguntó dudoso, girando su mirada hacia las chicas "un ángel, una nekomata y un humano… ¿hablando con un Gigante?" preguntó confundido, sentándose nuevamente en su cama. El grupo de amigos retrocede un poco por sus palabras, mirándose entre sí.
Era normal que tus amigos sean de tu misma raza o en su mayoría, con una raza con la cual no haya problemas entablar amistades. El humano era mal visto por todos, Los ángeles tenían problemas con los demonios y Youkais. Los gigantes simplemente eran evitados pues se le creían barbaros y nómadas. Que formen un grupo es totalmente extraño para cualquiera y el gigante no era la excepción.
"¿eres un ángel?" preguntó consternado el rubio, mirando a la rubia quien bajo la cabeza apenada "¿tú lo sabias?" dijo apuntando a la albina, quien asintió sin problemas. Naruto tuvo problemas un momento para procesar la información y suspiro "¿Por qué soy siempre el único que se entera al final de las cosas importantes?" preguntó más para sí mismo que hacia los demás.
"no quería esconderlo, simplemente no sabía cómo decirlo" dijo mientras sacaba sus alas, unas bellas alas blancas que iluminaron el alrededor "me da pena decirlo, pues, aunque tenga alas, no se volar" dijo muy apenada, recordando sus torpes intentos de vuelo. Escondió rápidamente sus alas cuando notó que había llamado demasiado la atención.
"siguen siendo un extraño grupo" dijo el gigante a espaldas de todos, llamando nuevamente la atención "no estoy siendo prejuicioso, simplemente me parece interesante la química que tienen" dijo nuevamente concentrado en el envase de jugo y la pajilla, frustrándose al no ser capaz de encajarlo.
"bueno, yo no tengo ningún problema con ambas" dijo Naruto, mirando a sus nuevas amigas "¿Qué tal si somos Grupo?" preguntó de repente, sorprendiendo a todos "No creo que alguien quiera tenerme en su equipo, así que quiero asegurarme de contar con ambas" dijo con una sonrisa forzada, pues se estaba aprovechando de una amistad reciente, no le gustaba para nada, pero no tenia de otra si quería sobrevivir académicamente.
Asia miró a la chica albina, quien alzo los hombros "ciertamente no creo que tenga otra opción" dijo reconociendo que a ninguna de las dos iban a aceptarla en otro lugar "además, uno hace equipo con los amigos, ¿no?" dijo con una sonrisa, haciendo llorar ligeramente al rubio por la amabilidad que parecía brotar de ella.
"un humano, un ángel que solo cura y una nekomata que lucha mano a mano" dijo Koneko, atrayendo la mirada de ambos "nos falta más miembros si queremos que sea equilibrado" dijo girando lentamente su mirada hacia el gigante, quien había dejado de prestar atención al grupo hace un momento.
El grupo gira sus miradas hacia el gigante también, con grandes sonrisas en sus rostros. El gigante nota sus miradas y recuerda la poca conversación que tuvieron "no" negó rápidamente, cruzando los brazos "Yo soy un herrero, no un luchador" dijo mientras volvía a su arduo trabajo.
"asi que es un gigante herrero" dijo Naruto, con un aura pesimista alrededor de él "tiene sentido, este edificio está lleno de estudiantes del grupo B" suspiró cansado, sabiendo perfectamente que su grupo todavía seguía incompleto. Luego recordó las palabras de Asia, a la cual le dedicó una mirada.
La chica rubia le devuelve la mirada y luego se da cuenta de algo, asintiendo. Lentamente se dirige al gigante y sin ninguna palabra, le quita la bolsa plástica, dándole la vuelta "si lo coloca por aquí, es más sencillo" dijo mientras usaba el área filuda de la pajilla, incrustándola en el envase y devolviéndoselo al pelinegro.
Este mismo acepta el jugo, probando un poco "increíble" admitió este, mirando el secreto tan guardado que tenía un objeto tan básico "Le debo un favor, así que me uniré a su grupo de antisociales" dijo levantando una de sus manos, como si lo estuviera jurando a alguien invisible. El pequeño grupo choca los cinco centre ellos "mi nombre es Richard Belmont, espero ser útil para todos" dijo inclinando la cabeza con mucho respeto.
"Yosh" dijo Naruto, sonriendo entre dientes. Lo más difícil y uno de los problemas que más dolores de cabeza le había dado desde que estuvo entrenando. Todos los profesores le decían que, como humano, lo más difícil seria poder tener un grupo de amigos, pues nadie quería tener un simple humano, les estorbaría.
"Naruto-san" llamó Asia, atrayendo su atención "¿Por qué hace esto?" preguntó de repente, atrayendo la atención de la gran mayoría, pues era una pregunta fuerte "Los humanos tienen otros trabajos, no es necesidad ir a una institución mágica para conseguir algún trabajo, no tiene que pasar por esto" dijo preocupada por todo lo que desde ahora tendrían que soportar.
Naruto bajo la cabeza, pus lo que decía era totalmente cierto, sus probabilidades de terminar siquiera el primer curso eran muy bajas "¿has escuchado la leyenda de Artorias?" preguntó de repente, haciendo que la chica rubia asintiese confundida "Yo también viví en un orfanato, nos contaban mucho esa historia" dijo sorprendiéndola, pues tenían algo en común.
"recuerdo que cuando era niño, me gustaba mucho esa historia y soñaba que quería ser igual de genial, que todo mundo me reconociese" contó algo de su pasado, dejando en silencio a todos "Entonces un incendio azotó nuestro orfanato, y yo…tenía mucho miedo" dijo muy apenado, hasta arrepentido por recordarlo "No pude hacer nada, no importa que tanto lo quisiera, no pude salvar a nadie" dijo recordando como su cuidadora que le salvó la vida, miraba como su pequeño hogar se hacía cenizas con algunas personas todavía dentro de ella.
Tomando un respiro, volvió a contar "Nadie vine a salvarnos, nadie quiso hacer algo" dijo recordando como mucha gente estaba reunida frente al incendio, pero a nadie parecía importarle "Es un simple orfanato humano, nos dijeron" dijo recordando las palabras de la gran mayoría de las personas "aunque no tenía sentido, para muchos era una verdad indiscutible, nuestras vidas no valían nada para la sociedad" dijo mientras recordaba las lágrimas de su cuidadora y madre, quien aceptaba las palabras tan dolientes y aceptando la muerte de los pequeños a los cuales cuidó gran parte de su vida.
"por eso quiero llegar a ser un Caballero celestial" dijo sorprendiendo a todos por aquel sueño tan lejano "no solo quiero demostrarles mi valía, ¡quiero hacer de este mundo más justo! ¡no solo para los humanos, para todos en general!" dijo formando un puño con sus manos "¡Yo!" gritó mientras se limpiaba las lágrimas al recordar la impotencia que sentía aquella noche "¡quiero ser un héroe!" gritó mientras se señalaba con su otra mano, teniendo una enorme sonrisa en su rostro a pesar de tener los ojos empañados.
Los pocos oyentes se quedaron en silencio. Koneko giro su mirada un momento, sin saber que decir "yo…" dijo de repente, atrapando la atención "Yo me pasó algo similar" dijo la albina, sorprendiendo al grupo "pero a diferencia de a ti, yo fui rescatada" dijo recordando cuando era pequeña y estaba junto a su gran familia, mirando como un sujeto usaba un par de espadas a la vez y enfrentaba un ejército completo con la finalidad de protegerlos.
"siempre pensé que era genial" dijo la albina, recordando que, cuando era niña, le miraba con ojos emocionados al verlo arriesgar su vida por la de ella "quiero ser como él" dijo mirándole a los ojos a todos, sin duda sobre su rostro "pero para eso, necesito ser lo suficientemente fuerte como para ser reconocida" dijo con firmeza, por más que su voz sea la de una niña, era una mujer quien hablaba.
Asia era la única del grupo, junto a Naruto, que tenía lagrimas bajando de su mejilla "Mi sueño es egoísta, solo quiero hacer sonreír a las personas que aprecio" dijo mientras se limpiaba las lágrimas "mi motivación puede parecer muy trivial a la suya, pero pienso darlo todo de mi para lograrlo" dijo seriamente, tampoco sin ninguna duda sobre ella.
El gigante solo les dedico una mirada antes de sonreír "no quería unirme a un grupo porque solo veía a ganadores que no iban a llegar lejos" dijo mientras se levantaba y miraba a todos por igual "pero acabo de encontrar un grupo de perdedores que miran alto, no hay mayor honor para un gigante herrero que ser parte de un grupo como el suyo" dijo colocando su mano al frente y en medio del grupo.
Naruto sonrió y colocó su puño encima de la del gigante, después le siguió Koneko y luego Asia. Los cuatro se miraban entre ellos, dispuestos a demostrarle al mundo que un grupo de perdedores puede hacer más de lo que piensan si se lo proponen "¡EQUIPO NARUTO!" dijo el rubio, alzando él solo la mano. Al ver que fue el único en gritar, mira a todos confundido "¿Qué pasa? ¿no les gusta el nombre?" preguntó, mirando de cerca sus reacciones.
Koneko le hizo una seña para que se le acercara. El rubio parecía reacio en un principio, pero luego se le acercó hasta que su oído estaba cerca de ella "esto es lo que pienso de tu nombre…" susurró la albina, haciendo que el rubio abriese los ojos. Como suponía, una garra sujetó con fuerza su rostro y luego la rasgó. Fuera de la habitación, un gran grito de dolor podía ser escuchado, junto a un brillo verde que podría ser magia curativa.
En una de las esquinas había una chica de cabellos dorados que escuchaba la discusión del equipo por si debían o no llamar a un médico teniendo una maga de restauración. Vio con sus ojos esmeraldas como un poco de sangre manchó el suelo fuera de la habitación, mirándolo con malos ojos, empieza alejarse lentamente con una expresión muy molesta.
Ni siquiera era el primer día, pero ya tenía muchos problemas
Siguiente capítulo: ¿Prueba de aptitud? ¿me estas tomando el pelo?
Como dije, este era mi idea original, el prototipo original de la idea, pueden ver por donde se ramificaba la historia. Tenía planeado un ataque en el centro comercial, luego un ataque terrorista en la escuela, luego los "exámenes chunin" y luego vería como continuarlo.
La razón por la cual no elegí esta historia es porque creí que sería muy genérica, el típico prota que junto a sus amigos se va volviendo más fuerte y eso. pensé en hacerlo algo más diferente, algo menos planeado y sin argumento para ver hasta donde llegaría. Posiblemente este se quede con un solo capitulo, después de todo es un capitulo muy antiguo y no recuerdo del todo lo que quería escribir.
Estoy un poco ocupado con otras cosas, dentro de pronto comenzare el segundo arco de la historia original (eso espero :'v). No olviden comentar que les aprecio uno de mis tantos manuscritos que nunca salieron a la luz (o no deberían :v), si debía o no continuar esto en vez de la original o no se, cualquier otra cosa que quieran decirme. Hasta la otra :D