Dragon Ball Z y sus personajes. NO ME PERTENECEN. Solo hago esto por diversión y entretenimiento.


Mientras la tenue brisa primaveral deleita mis sentidos, observo con satisfacción como la paz nos envuelve. Después de todo el fiasco de Baby, me tranquiliza poder compartir una experiencia tan sencilla y reconfortante como un picnic con el peculiar grupo de personas que me acogió hace más de una década y se convirtió en mi familia.

Ya hemos almorzado y cada quien se encuentra disfrutando del bello día de primavera, a su manera. Mi pequeña familia y yo nos refugiamos en la sombra de un árbol cercano. Giro hacia mi derecha. Pan duerme plácidamente sobre mi hombro. Aún me atormenta todo lo que debió pasar durante la odisea del gran tour y la dominación de la Tierra, especialmente, el saber que intenté asesinarla.

Bueno, mi poseído yo trató de hacerlo.

─ ¿Estás cansada? ─ siento que una mano se entrelaza con la mía y levanto la vista para observar a mi esposo.

─ Un poco…─ sé que lo atribuye a todos los preparativos de organizar el día de campo junto a las demás. En parte lo es, pero no del todo.

Han pasado unos tres meses desde que la Tierra desapareció y, por tanto, Piccolo con ella. Ha sido duro, especialmente para nosotros tres, pues él era una figura constante en nuestro hogar.

Aprieto la mano de Gohan tenuemente.

─ ¿Ocurre algo, Vi? ─ niego con la cabeza.

─ Solo...he estado reflexionando un poco.

─ ¿Sobre qué?

─ La vida…; puede ser difícil a veces, pero siempre hay una luz al final del camino…─ Observo la confusión en su rostro. Conozco a mi esposo y sé que no entenderá a qué me refiero si no se lo digo directamente. ─ Amor, tendremos un bebé… ─ No puedo contener la pequeña risa que abandona mis labios al ver cómo sus facciones se transforman por completo. Habían pasado meses desde que presencié una sonrisa genuina de mi esposo.

─ ¡Estás embarazada! ─ exclama, llamando la atención de todos los presentes y despertando a Pan de improviso.

Sí...esa no era la forma en la que esperaba anunciar la noticia a los demás...

─ ¿Es en serio, mamá? ─ me pregunta mi primogénita al recuperarse del susto. Asiento y Pan se aferra a mí en un fuerte abrazo.

El ambiente se llena de júbilo y emoción. Gohan y Pan, no se apartan de mi lado por el resto del día, preguntándome sobre todo lo que sé acerca del futuro nuevo integrante de la familia, lo cual no es mucho, pues solo tiene dos escasos meses existiendo dentro de mí. No será lo mismo sin Piccolo, pero sé que desde donde esté, cuidará de nuestro bebé como hizo con Pan y Gohan. Observo las nubes y sonrió, sabiendo que, donde esté, está feliz de escuchar sobre su nuevo nieto.

Entre risas, felicitaciones y emoción, el día de campo finalizó. Una ocasión que perdurará en nuestras memorias para siempre y que sé, fue observada por cierto namekiano especial desde el mas allá.