Dragon Ball Z y sus personajes NO ME PERTENECEN. Solo hago esto por diversión y para su entretenimiento.

Pan observaba su reflejo en el espejo. Habían pasado cinco años desde aquella fatídica noche.

Al principio, fue difícil, pues su rehabilitación resultó ser extenuante tanto física como mentalmente. Su cuerpo, al principio, se resistía a abandonar todos aquellos malos hábitos, pero con el apoyo incondicional de su familia, una nueva Pan nació y esta nueva versión de ella misma había llegado para quedarse: más confiada, más activa, incluso mejor persona...porque cuando se toca fondo como ella lo hizo, todo toma un nuevo significado.

Terminó su programa de rehabilitación en ocho meses y lo primero que hizo fue agradecer a Kami por haberle otorgado una segunda oportunidad y brindarle una familia que nunca dejó de creer en ella, pues sus padres fueron parte esencial en todo el proceso.

Su vida era mucho mejor que antes, ya que, aprendió a identificar a las personas de valor en su camino, a cortar las personas toxicas de raíz y atesorar a aquellas que volvían a su vida.

Era su primer día de clases después de rehabilitación y debía admitir que estaba ansiosa al respecto. Aunque todo lo ocurrido en su dormitorio fue manejado de manera discreta, los medios divulgaron el detalle de que había ido a rehabilitación y sentía que todo el que se fijaba en ella, la juzgaba.

─Pan, nadie te observa…─ dijo Bulla por enésima vez. Ella era el refuerzo que se había presentado para su primer día de clases. Tomó las clases electivas de Pan para estar con ella más tiempo y apoyarla ─ Y si ese fuera el caso, ¿a quién le importa? Nadie es perfecto.

─Lo sé; solo debo acostumbrarme. ─las chicas entraron al salón y tomaron asiento en la parte de atrás ─ ¿Trajiste el libro de francés?

─Maldición…─ dijo la hija de Bulma. Pan solo rio; su mejor amiga nunca cambiaría ─Los minutos pasaban y el profesor no hacía acto de presencia, por lo que, la nieta de Goku decidió repasar el material, ignorando los comentarios de su mejor amiga respecto a la población masculina que entraba en el lugar. ─ Oh Dios, es lindo…─ escuchó Pan comentar a su amiga. Pasaron los minutos y la emoción de Bulla parecía aumentar. ─ ¡Pan, no te ha quitado la mirada de encima! ─ por simple curiosidad, la joven Son levantó la vista y se encontró con un joven rubio, de ojos azules y piel levemente bronceada. Se le hacía terriblemente familiar, pero no lograba colocarlo en el tiempo ni en el espacio. De repente, su azulada mirada brilló con lo que ella identificó como emoción y ante la sorpresa de ambas chicas, el chico se levantó de su asiento y se acercó a ellas

─ ¿Pan? ¿De verdad eres tú? ─ y allí, la nieta de Goku lo reconoció.

─ ¿Bisshu? ─ el joven amplió su sonrisa. De manera impulsiva, el joven la envolvió en un abrazo. ─ Cuanto tiempo. ─ respondió como pudo en un abrazo ─Estas muy...diferente ─ pues, a pesar de que su vestimenta era bastante formal y recatada, podía sentir lo fornido que estaba debajo de estas.

─Si, después de que te conocí, quise ser más fuerte. He estado entrenando desde entonces en las artes marciales y vine a la ciudad porque estudiaré ingeniería marítima.

─ ¡Eso es genial! Estamos en la misma facultad, solo que yo estudio mecatrónica.

El joven le sonrió por unos breves segundos.

─ No quiero que esto suene muy atrevido de mi parte, pero estás hermosa, Pan ─ todos los colores se le subieron al rostro. No sabía cómo responder, por lo que, agradeció a todos los cielos cuando un carraspeo interrumpió la conversación.

─ ¡Oh cierto! Perdón, Bulla él es Bisshu, un viejo amigo que conocí durante una de las búsquedas de las esferas del dragón. Bisshu, ella es mi mejor amiga, Bulla.

─ Un placer, señorita. ─ respondió haciendo una pequeña reverencia.

─ El placer es mío ─ respondió mirando a Pan de manera sugerente como si dijese "picarona" con la mirada. ─ Que bueno que estés aquí, pues iba de camino a la cafetería y no quería dejar a Pan sola.

No les dio tiempo a responder. La hija de Bulma se alejó del lugar.

─Tenemos que ponernos al día, especialmente, con todo el asunto del vuelo.

─ ¿Cómo dices?

─ ¿Se te olvidó lo que me prometiste?

Al principio, comenzaron como simples amigos que tomaban prácticamente todas las clases juntos, pues al estar en los principios de ambas carreras y se habían atrasado todo un año (ella por todo el asunto de rehabilitación y él por tener que trabajar para establecerse en la ciudad) sus asignaturas básicas coincidieron. Los meses pasaban y Pan no sabía cómo, pero el joven se había convertido en una parte muy importante de su vida.

Unos seis meses después del reencuentro, comenzaron a entrenar juntos y Pan le enseñó el arte de volar. Bisshu comenzó a ser un amigo que su familia ya conocía. Fue sorprendente para ella ver con qué facilidad se había ganado su confianza. Sabía todo sobre ella, desde su herencia alienígena hasta su episodio más oscuro de las adicciones y, aun así, nunca se inmutó ni la juzgó. Siempre terminaba sonriéndole y asegurando que todos cometían errores y que ella debería estar orgullosa de haberlos enfrentado y superado. Su pasado no le importaba en lo más mínimo al joven rubio.

─ ¡Eso fue increíble! ─ exclamó el rubio sentándose al lado de Pan ─ Te aseguro que pronto llegarás a ser super saiyajin.

─ Eso espero...es algo que siempre he querido; una especie de meta personal

─ Sé que pronto lo vas a lograr, así de asombrosa eres

La joven Son se puso de pie y se acercó al lago frente a ellos, hincándose frente a él para tomar un poco de agua y refrescarse. Aunque solo llevase un pantalón de entrenamiento en combinación con un top, sentía cierto calor recorrerle por completo. Sus comentarios causaban una revolución de sensaciones en su interior. Él era por lejos el hombre fuera de su círculo de amigos y familiares que no era un descerebrado buscando diversión. Era sensible, amable, atento y con sus metas claras y definidas. Le gustaba, pero no quería arruinar lo que tenían por sus sentimientos.

─Pan. ─ ella giró hacia él, viendo cómo se acercaba.

─Dime ─ se notaba nervioso y ella no quería confundirse al suponer por qué. Se sentó a orillas del lago, se quitó los zapatos y sumergió sus pies en el agua. Pan lo imitó.

─Hace casi diez años ya desde que nos conocemos, en teoría ─ ella se limitó a asentir ─ Desde la primera vez que te vi, supe que eras especial y por eso te hice prometer que me enseñarías a volar como una forma de crear un futuro encuentro entre nosotros; sabía que eras especial, aunque a mi corta edad, no entendiese por qué… ─ apartó su mirada del paisaje y la observó directamente. ─ Cuando te volví a ver, todo cobró sentido porque, a pesar de la muchedumbre que había ese día en la clase, te encontré de inmediato ─Estaba concentrada en su relato, sintiendo su corazón a mil por hora ante cada palabra ─Sabía que eras fuerte, por lo que, comencé a entrenar y sin pensarlo, me terminó encantando, pero al pasar de los años, perdí la esperanza de volverte a ver ─ le sonríe ─ No sé si llamarlo destino, pero la verdad es que, pasaron los años y yo quería volverte a ver porque...me enamoré y...sigo enamorado ─ admitió y Pan lo observó sorprendida. Él sentía lo mismo que ella ─ Yo...solo quería que lo supieras. ─ la hija de Gohan tardó unos segundos en reaccionar, pero cuando lo hizo, giró su cuerpo y abrazó al muchacho por el cuello. Bisshu se tensó al instante ─ ¿Pan?

─Yo también me enamoré de ti y lo sigo estando ─ respondió en el abrazo. Sintió cómo su cuerpo se relajaba.

─ ¿Segura? Puedo ser algo intenso ─ ella se separó un poco de él para poder observarlo directamente a los ojos mientras le sonreía.

─Segurísima…─ porque después de su experiencia cercana a la muerte, Pan aprendió la importancia de saber reconocer y expresar sus sentimientos. A él, lo reconoció de inmediato como una de las personas que se agregarían a su vida de manera permanente.

Él, conmovido y emocionado, acarició su rostro, como si tratase de comprobar que, en efecto, esto era la realidad, y lo hizo, a través aquel tan ansiado beso.

No pensó que llegaría a sentir algo tan fuerte por alguien…

A partir de allí, se volvieron inseparables. Ambos enfocados en terminar sus respectivas carreras, apoyándose mutuamente y convirtiéndose en una de las parejas sensación de ciudad Satan, porque la historia de la nieta del salvador del mundo con novio, vendía bastante. A Pan le preocupaba que Bisshu no se sintiera a gusto por toda la situación, pero como siempre, el chico le sorprendía. Cada vez que llegaba a ver un paparazzi, el chico le hacia la seña de paz o simplemente besaba la mejilla de la chica.

─ ¿Por qué siempre lo haces? ¿No te molesta? ─ preguntó la joven a su novio. Se habían sentado a tomar un helado y no eran tontos como para no saber qué había varios camarógrafos escondidos a su alrededor. El chico solo se negó de hombros.

─ No me importa que las personas sepan lo mucho que te quiero…─ se apoyó en la mesa y sonriéndole, le besó, siendo ese el momento preciso donde los paparazzi tomaron la fotografía.

Misma que apareció en primera plana en todo periódico de la ciudad y que se convirtió en la primera imagen que Gohan vio la mañana siguiente.

─ ¿Estás lista, cariño? ─ Pan observó a su madre y asintió levemente. ─ Te ves hermosa, mi amor ─ comentó Videl con lágrimas en los ojos.

─Gracias, mamá. Aun no puedo creer que ésta sea yo. ─ Cuando Bisshu le propuso matrimonio, la misma noche en que ambos se graduaron, ella no lo dudó; ella estaba segura de que él era el hombre de su vida.

La hija de Mr Satan no podía creer que el tiempo haya volado tan rápido. La imagen de su pequeña en aquel sencillo vestido de bodas, levemente maquillada y con su largo y sedoso pelo libre de ataduras, era por demás emocional para ella. Su primogénita estaba a unos minutos de casarse.

─Yo pensaba lo mismo el día de mi boda ─ comentó. ─ Ahora, vamos; tu padre espera afuera para llevarte al altar.

Cuando madre e hija salieron de la habitación, Gohan enmudeció por completo.

─Oh por Dios, ¿esta es mi pequeña Pan?

─Ni tan pequeña…─ respondió ella. El hijo de Goku sonrió orgulloso y se acercó a depositar un tierno beso en su frente.

Y pensar que en pocos minutos sería la esposa de alguien.

─ ¿Lista, Panny? ─ ella asintió.

Videl se adelantó para avisar que la novia estaba en camino mientras Gohan tomaba a su hija del brazo. Mientras la conducía al altar donde su futuro yerno esperaba, no pudo evitar pensar en todo lo que habían pasado desde que nació. Pan superó todas las adversidades y se convirtió en una mejor versión de ella misma.

Observó al hombre que se convertiría en el compañero de vida de su hija. No le gustaba admitirlo porque era un padre sumamente sobreprotector, pero el chico había demostrado ser el indicado para Pan. La respetaba, la honraba, la apoyaba...la quería justo como él a Videl y sabía que la haría muy feliz.

─Cuídala; te entrego uno de mis más grandes tesoros ─ el chico asintió sonriente.

─Lo haré, señor; se lo juro. ─ Gohan sabía que lo decía en serio. La mirada de felicidad que tenía al ver a Pan durante todo su trayecto hacia al altar, solo confirmaba por enésima vez lo importante que era ella para él.

Tomó asiento junto a su esposa y sus otros dos hijos. Compartió una mirada de satisfacción y orgullo con Videl. Lo habían logrado; habían sacado a su hija del abismo que casi la destruye. Lograron ayudarla a crear un nuevo camino para alcanzar sus sueños. Se había graduado, encontró el amor y seguía enorgulleciendo a su familia cada día más.

En el momento en que los novios compartieron su primer beso como esposos, la antigua pareja de justiciero sonrió, chocando levemente los puños, orgullosos de haber estado una y otra vez creyendo en el infinito potencial de su adorada primogénita.

Y Fin. Gracias a todos ustedes que leyeron esta historia de principio a fin. No fue fácil, si soy sincera, pues está fuera de mi zona de confort, pero estoy orgullosa de lo que ha salido.

Gracias nuevamente.

Cuídense,

Bye!