Los ir y venir de una relación no son fáciles. Kenny aprendió que uno de los primeros pasos para que la relación con su omega diera frutos -o al menos mejorara- era la comunicación. Tontamente creyó en los mitos que se relataban sobre las parejas destinadas, esas tonterías decían que una vez se encontrasen se amarían a primera vista (o a primera copula) y que solo se necesitaría la marca y el sexo para un buen entendimiento.

—¡FALACIAS!

—¿Kenny?

—Lo siento Leo, estaba pensando en algo que me dijeron en la infancia.

—¿Qué?

—Sobre las relaciones entre alfas y omegas.

—¿Qué cosa?

—Realmente no es importante, de hecho, no tiene fundamento.

Butters lo analizó con la mirada, esperando a descubrir algún secreto, Kenny tenía la costumbre de transmitir todo lo que pensaba al menos que fuera algo que podría ofenderle o crear un mal entendido, siempre cuidaba no provocar el enojo de su omega.

—¿No confías en mi como para decírmelo?

—¡Claro que sí! —Respondió a la defensiva casi exaltado llamando la atención de los demás comensales en el restaurante. —Um... pensaba en el amor a primera vista.

—¡Oh! Yo tuve dos hace unos años—. Confesó sin intenciones de provocar un malestar o los celos de su alfa. Butters estaba más centrado en elegir un plato para cenar. —No recuerdo el nombre de esa chica en la primaria, pero a Charlotte la llevo en el corazón.

—¿Y a mí? —Reclamó el ofendido alfa.

—¿Eh?

—¿Qué tipos de sentimientos tienes por mí? ¿Me amas también como para llevarme en tu corazón? —Tras terminar su pregunta hizo un puchero con su boca, no quería actuar como un niño falto de atención, ni demostrar celos, aunque lo estaba haciendo.

Leopold, lentamente, levantó la mirada del menú para concentrarse únicamente en los ojos violentas de su pareja. ¿Por qué tenía que hacer esa pregunta? Entonces cayó en cuenta de lo fuera de lugar que fueron sus palabras anteriores, pero bueno, habían sido amores jóvenes, no es que mantuvieran siquiera contacto con alguna de las chicas.

—Eres mi pareja.

—Lo dices como quien habla del clima—. Gruñó realmente ofendido.

Leopold no podía creer que estuviesen pasando por esto de nuevo, aunque el tema era nuevo.

Comúnmente Kenny intentaba acercamientos sin doble intenciones, citas, charlas, sesiones de estudios (que casi siempre terminaban con los dos teniendo sexo). Desde que Kenny le prometió "enamorarlo" Butters descubrió muchas cosas interesantes del alfa y, lento pero seguro, ya había aceptado su futuro con él. Le gustaba Kenny, le encantaba intimar con él, se divertía sinceramente con sus ocurrencias y charlas, además de que admiraba la armoniosa relación fraternal que mantenía con Karen.

—Tu eres como el clima Kenny, impredecible.

—Tu eres como el diamante, pareces frágil pero no lo eres—. Contratacó con un tono acido. —Y eres frío.

Entonces sintió un aroma frágil, casi ausente, su alfa estaba deprimido... ¿Por qué estaba tan sensible? ¿Estaría pronto a un celo? No, aún faltaba para eso. ¿Su propio aroma estaba mezclado con algún otro? Tampoco, sabía lo territorial que era Kenny así que siempre era cuidadoso con quedarse con rastros de aromas ajenos, además (desde que fue marcado) le costaba soportar feromonas ajenas. ¿Lo había desatendido por mucho tiempo? Era probable, aunque desde su declaración la rutina de ambos pasó a ser compartida y no solo "buscarse" por cosas instintivas como aplacar un celo, incluso en un par de ocasiones había sido él quien "cortejaba" al alfa para tener momentos románticos como besos o dormir juntos.

Lentamente pasó de preguntarse que afectaba el ánimo de su pareja a recordar la última vez que pasaron juntos y "solos". Habían planeado ver una película en el cine, pero una pesada nevada los obligó a improvisar una noche de películas en el sofá, al final las feromonas de Kenny terminaron siendo muy tentadoras para el omega y comenzó un leve cortejo, caricias, besos, tocamientos muy íntimos…. no pudieron hacer más porque Karen -esa semana- estaba pasándola en el departamento de Kenny y ellos eran muy "ruidosos".

—¿Karen regresó a Denver?

—¿Um? Si... ¿Por qué lo preguntas?

—¿Quieres que cocine para ti?

Los ojos de McCormick brillaron por unos segundos, luego hizo un sonido con los labios y terminó por negarse.

—Pensaba que no te gustaba realizar tareas domésticas.

—Me gusta cocinar.

—No te preocupes, tampoco he llenado la despensa, así que no hay nada para que puedas cocinar.

—Podemos pasar a comprar, el mercado del pueblo está abierto 24 horas—. Butters estaba sorprendido ¿Kenny no había hilado la primera pregunta sobre Karen con el ofrecimiento de cocinarle?

—No, quería invitarte a salir ¿Qué sentido tiene que al final termines cocinando?

—…... si, es verdad.

Entonces la situación se revirtió, ahora era Leopold el que pasaba de serio a deprimido, por suerte para él, había aprendido a ocultar sus cambios de humor en su aroma. Miró el primer plato de la lista del menú y sin más lo pidió, quería comer e irse a su casa.

No hubo más intercambio de palabras, ni siquiera se miraron, al finalizar la cena Kenny pago la cuenta y abandonaron el restaurante.

—Aún es temprano—. Comentó el rubio pecoso, como si nada.

—Estoy cansado, voy a regresar a casa.

—¿Ya? ¿No quieres ir a otra parte? —Kenny se interpuso en el camino del omega. —¿Qué te parece el muelle? No queda lejos, podemos ir caminando.

—Realmente estoy cansado.

—…..Está bien, te acompaño—. Aceptó derrotado y decepcionado.

—Sabes que a mis padres no les gusta tenerte cerca.

—¿Aún están molestos por esa vez? No esperaba que regresaran tan pronto.

Y Butters tampoco, pensó que solo estudiarían, al final terminaron teniendo sexo y bueno, sus padres los pillaron en el acto. Fue un momento bastante humillante y la razón de poner "reglas".

¿Por qué solo pensaba en esos momentos íntimos?

Tomando atención al rostro de su alfa comenzó a ruborizarse, centrándose únicamente en su aroma, Kenny olía increíblemente bien.

—¿Leo?

—¿Eh? ¿Sí?

McCormick abrazó a su omega acercando su nariz al cuello de este.

—¿Estas intentando seducirme?

¿Lo estaba haciendo? No, estaba seguro que su aroma era bastante normal. Sin embargo, pese a negarlo con un movimiento de cabeza, Kenny lo acorraló contra una pared, lo besó y acarició por debajo del abrigo.

—Tienes el cuerpo caliente.

—Mn... dijiste... que era frío.

—Quizás... —mordisqueó el mentón y luego el cuello de Leopold. —Solo estaba enojado y quería que lo supieras.

Kenny logró abrir el abrigo y camisa del omega logrado acceso a su piel, lamió con suavidad el rosado pezón del joven menor chupando con suavidad al escuchar un gemido de Butters.

—Vamos a mi departamento, no quiero esperar hasta fin de mes, te deseo Leo.

¿Fin de mes? ¿Por qué esperar hasta fin de mes?... ¡Ah, cierto, los celos de Butters! Una de las reglas era esperar los ciclos para un encuentro sexual.

—¿Por qué esperar? —Susurró el omega. —Solo pídemelo, Kenny.

—…... Quiero morderte.

.

.

Al ir avanzado en los estudios y objetivos académicos, cada uno tuvo que tomar rumbos distintos debido a las carreras elegidas.

Kenny había ingresado a la universidad de medicina únicamente para "acosar" a Leopold, al final, después de marcarlo, tuvo que tomarse en serio los estudios, quería seguir pediatría, le resultaba agradable trabajar con niños y cuidar de ellos, Karen había sido la razón principal, cuando niños sufrieron muchas carencias, él la pasaba enfermo pero era fuerte, en cambio su hermana menor no, cada día temía que un simple resfriado pudiera arrebatársela, razón por la que trabajó tan pequeño. Ahora que estaba en la carrera se prepararía en caso de cuidar a sus propios cachorros o los de cualquier conocido.

En cambio, Leopold había mirado más arriba, el orgullo Stotch (y odio de parte de sus padres) le obligó a ser ambicioso, estudiaría cirugía cardiotorácica y siendo que era algo muy pesado y más sobrevalorado en los exámenes, prefirió reducir las salidas a una vez al mes. Realmente las semanas de exámenes y evaluaciones estaba siendo como una ejecución. Las cosas no serían tan insoportables si no fuera porque extrañaba a su omega. Ni siquiera los horarios coincidían, después del tercer año cada uno tuvo distintas clases.

—¡ARRRGGGG!

Token y Nichole miraron asustados el rubio despeinado.

—¿Qué sucede Kenny? —Nichole le acercó una taza de té verde y menta. Esperaba que eso calmara la obvia ansiedad del alfa.

—Estoy cansado.

—¿De estudiar?

—¡También!

—Aja, tu sabías las consecuencias de mantenerte alejado de tu pareja por tanto tiempo—. Le recalcó Black.

—Lo sé—. Se dejó caer sobre el sillón, derrotado. —Pero no quiero distraer a Leo y tampoco joder mi carrera.

—No lo harás, además esto ya pasará, una vez que se libren de los exámenes finales podrán volver a reencontrarse.

—¿Por qué no lo salen un día libre? —Preguntó inocentemente la pareja de su amigo. —Solo será un día ¿Qué tanto podría perjudicarlos?

—Mucho, Nichole, si veo a Butters seguramente lo secuestraré.

—Exagerado.

—No exagero Token, extraño a mi omega... mucho. —Finalmente comenzó a emitir leves aullidos como si fuera una bestia herida y moribunda. Cosa que no agradó a ninguno de los presentes.

—Si te pondrás a molestar con tus necesidades instintivas de alfa, te pido que te retires, no soporto el drama Kenny.

—Tienes suerte que tu esposa y tu vivan juntos.

Nichole se sonrojó, Token se llevó dos dedos al puente de la nariz.

—Estamos comprometidos y no vivimos juntos.

—Los padres de Butters no me dejaran acercarme hasta que terminen las evaluaciones... me odian.

—No confían en ti—. Aclaró Token.

—Token tiene mucho autocontrol, algo que te hace falta Kenny.

—Si tú lo tuvieras no estaría representando este papel de Drama Queen. —Se quejó su amigo.

Estupendo, ahora pasaba de estar estresado a ser atacado por sus debilidades ¿Pero qué culpa tenía él de ser un alfa tan apasionado y tener un omega demasiado sensual y erótico que con solo mirarlo le resultaba una invitación a desnudarlo?

—Soy débil a la carne —. Confesó muy de mala ganas.

—Kenny ¿Vamos a terminar de repasar las materias o solo esperas que escuchemos tus dramas?

—Noooo, tengo que eximirme de esto, quiero ir a celebrar con Leo una vez terminemos el año.

—¿Tienes algo planeado? —La curiosidad ganó a ambos afroamericanos. Kenny solía ser muy romántico cuando se lo proponía.

—Si.

Pero no dijo nada, era un secreto, aún tenía que juntar la parte que le faltaba del viaje y alojamiento. Ahora se centraría únicamente en aprenderse los temas del examen y luego de sacar su aprobado, quemar los libros.

.

.

Cuando recibió finalmente un mensaje de Leopold preguntándole si ya estaba libre, directamente salió corriendo de su departamento a la casa Stotch.

El frío le cortaba la parte de la piel expuesta, sin embargo, no disminuyó la velocidad, solo maldijo que su auto estuviese en el taller, el recorrido se le hacía mucho más largo.

Cuando finalmente estuvo a punto de pisar la calle correspondiente un susurró le obligó a detenerse.

—No vayas a casa.

—¿Buttercup? —Sin importarle la razón por la que su omega estaba esperando en la esquina con semejante clima polar, se abalanzó contra Leopold besándolo. —Estás helado, Leo.

—Eh... estaba aquí hace unos minutos.

—¿Minutos?

—Media hora.

—¿Por qué? Puedes enfermarte. Venga vamos.

—Kenny... —Lo detuvo tirando de la manga de la chaqueta. —¿Me extrañaste?

Los ojitos color cielo tormenta estaban empañándose de lágrimas ¿Ambos habían extrañado la presencia del otro?

El corazón de Kenny comenzó a dar tumbos de emoción, abrazó con fuerza a su pequeño omega intentando pasarle calor corporal.

—Karen dejó preparado un pai de queso ¿Quieres probarlo? Estaba emocionada después de que le enseñaste las recetas de postres.

Butters asintió efusivamente, parecía nervioso. Al momento de tomarse de la mano para retomar el camino de regreso, Kenny notó que su omega tenía un bolso bastante grande detrás suyo.

—Je ¿Tanto me extrañaste que quieres mudarte conmigo?

—….. ¿Puedo?

Si no fuera por la obvia suplica en su debitado tono de voz, Kenny se hubiese puesto a reír a todo pulmón al caer en una bromita de su omega.

Sin dejar de caminar y reafirmando su agarre preguntó que le estaba pasando.

—Mis padres.

—¿Qué hicieron esta vez?

—Ellos me estuvieron presentando otros alfas.

McCormick paró bruscamente ganándose un choque de su pareja, aún sí sostuvo el agarre para evitarle una caída a Butters.

—¿Qué? —Sus feromonas comenzaron a picar la nariz de Leo, no le importaba, estaba furioso y quería que cualquiera que estuviese cerca lo supiera.

—¡Ellos... ellos leyeron en un artículo que la marca puede desaparecer si me interesaba otro alfa y...!

—¡¿QUE?!

Faltó poco para volver sobre sus pasos, romper la puerta de la residencia Stotch y desatar toda la violencia que su alfa expedía para masacrar a los padres de su pareja, pero no lo hizo por Butters, su aroma era entre pánico y desesperación. Volvió a centrarse en la cara de su afligido omega, clamando ayuda, luego en el bolso que cargaba. Leopold Stotch había elegido a su alfa por sobre a sus padres abandonando con eso todos los beneficios que obtenía al permanecer en esa casa.

Haciendo un intento sobre humano para calmar a su lobo interno, retomaron la caminata hasta la parada de taxis, para calmar a su omega le preguntó sobre los exámenes y como le había ido.

—¡Salchichas! Fue difícil... traté de acomodar mis tiempos para repasar todas las materias... —se detuvo por unos largos segundos mientras se rozaba ambos nudillos. —Saqué sobresaliente—. Terminó por contar tras una sonrisa forzada.

—¿Ellos intentaron boicotear tus estudios?

Leo asintió con la cabeza sin mirar a su alfa, luego sorbió con fuerza para rápidamente limpiarse con las magas de su suéter la cara, estaba llorando. La parte sobreprotectora –tanto alfa como fraternal- hicieron que su corazón se estrujara, era doloroso, pareciera que los padres de su omega solo buscasen joder cada logro de su propio hijo. Les molestaba que fuera omega pese a que Leo luchaba para sobresalir. Era bueno en los estudios y bastante entregado a lo que quería. Kenny podía entender el odio de sus "suegros" hacia su persona, incluso aceptaba que su omega le reclamase la marca, pero ambos habían demostrado tener buena química, se daban su espacio, se cuidaban, se entendía ¿Qué razón negativa podían usar esos malos progenitores para intentar joder su relación?

Dejó que Butters se desahogara y una vez llegados al departamento, le preparó una ducha caliente, lo mejor sería que tomase un descanso para aclarar las cosa y hablarlas con más calma.

—¿Quieres comer algo en particular? Puedo pedir una pizza, aún es temprano.

—Esto bien Kenny, gracias.

Kenneth acarició la cabeza de su pareja para luego besarlo en la frente, se supone que los omegas eran señalados como indefensos y dependientes ¡Mentiras! Su pequeño Leo era fuerte, aguantaba mucho y no buscaba que nadie lo viniese a rescatar, tenía su pequeño orgullo, aun así, Kenny gustaba esas pequeñas muestras de debilidad que obligaban a su omega a buscar refugio en sus brazos.

Luego de la ducha y directamente ir acostarse, Leo abrazó a Kenny desde atrás para pedirle que le pasara su bolso. Sacó una cajita azul terciopelo y se la entregó a su alfa.

—¡¿No se supone que yo debo pedírtelo?! ¡Soy el alfa! —Pese a intentar sonar indignado, realmente estaba abochornado, su omega le estaba pidiendo matrimonio... ¿Eso significaba que finalmente el sentimiento era mutuo?

Leo colocó la cajita en el velador para acomodarse sobre su pareja, estaba emanando feromonas suaves, relajantes.

—Cuando estuve con esos otros alfas, solo pensaba en tí—. Beso a Kenny para luego recostarse sobre su pecho. —Te extrañé, te extrañé tanto.

Ambos estaban bien con la presencia del otro. Kenny se sentía tan satisfecho internamente con solo tener a su pareja entre sus brazos y dormir tranquilamente, ese era su lugar y tarea para con Leo, cuidar de él y ser su apoyo.

—¿Entonces quieres casarte antes de graduarte? Butters.

Butters comenzó a reírse suavemente.

—No juegues con mis sentimientos, Buttercup—. Hizo un puchero infantil, cada que realizaba esos gestos Butters comenzaba a reírse con fuerza.

—Quiero estar solo contigo Kenny—. Acercó su cuello ofreciéndoselo a su alfa.

El rubio pecoso acarició con suavidad la extensión de la piel, giró el cuerpo de su omega colocándolo boca abajo sobre el colchón.

—Llevo mucho tiempo en abstinencia…. estas avisado.

Las carcajadas de Butters(tanto por lo que se venía como por las cosquillas causadas por Kenny) llenaron el cuarto, le encantaba verlo alegre. Ahora si sentía que eran realmente Alfa y Omega.

.

.

Habían pasado los años desde el momento en que Leopold decidió dejar de ser un Stotch para llevar el apellido McCormick.

Sus padres se desentendieron de él, como queriendo castigarlo por seguir adelante con sus decisiones. No fue fácil, la universidad no era barata y ambos debían cubrir mucho, pero supieron salir adelante. Kenny (gracias a la gran capacidad administrativa de su omega) supo aprovechar el apoyo del gobierno y los ingresos extras del trabajo de medio tiempo que tanto él como Leo tenían, Karen también puso de su parte, eran tres en un departamento mediano, pero viviendo como una verdadera familia.

10 años, lograron egresar, obtener un buen puesto en diferentes hospitales y pasar de un departamento a una casa más familiar.

—Estaba pensando... —Empezó a hablar el omega mientras miraba las noticias en su tablet.

—¿Um?

—Extraño a Karen.

Kenny sonrió, era agradable saber que Leo se había congeniado tan bien con su hermana menor, no era seguro si su parte omega le daba esos instintos o simplemente era natural en él.

—Ella vendrá de visita el fin de año.

—Si, aunque...—Leo se mostraba dubitativo, casi como si ocultara algo y fingiera pasara las páginas de la tablet sin ver nada realmente —Me gustaría tener a alguien para cuidar.

Kenny sirvió café y dejó las tostadas sobre la mesa, tomo asiento frente su pareja para empezar a desayunar.

—Sería algo difícil con nuestros horarios, incluso ya es difícil coincidir en nuestros días libres.

Butters le sostuvo la mirada, era profunda, su aroma era muy concentrado cosa que inquietaba a Kenny, últimamente su omega actuaba raro, de las pocas veces que intentó averiguar si algo le molestaba solo conseguía excusas repetidas de cansancio con el horario del trabajo y silencio. Detestaba que su omega se pusiera a la defensiva, porque no sabía si intentar indagar más en el asunto terminaría por hacerlo enojar, no le gustaba tener a su pareja enojado.

—¿Tienes turnos el fin de semana?

—No... bah, nunca se sabe cuándo hay una emergencia y se necesita a un cirujano,

El alfa hizo un gesto con la boca.

—¿Has estado controlando tus celos, Leo? Sé que con los horarios y al ser el subdirector del hospital no es convenientes que te ausentes, pero tampoco es bueno que...

—¡Kenny! —Lo interrumpió. —¿Hace cuánto de la última vez?

—…...Creo que unos... —entonces McCormick comenzó a calcular con los dedos. —¿Ah? ¿6 mese?

¿Tanto? ¿Tan poco tiempo se veían que ni coincidían en esos días? Pensándolo más a fondo -incluso compartir los desayunos era algo difícil- solo habían tenido uno que otro encuentro esporádico, pero sin atender los celos de cada uno.

Finalmente, el aroma de Leo se suavizó, aunque seguía sintiéndose dulzón, este sacó un sobre en blanco entregándosela a su alfa, esperó a que lo abriera y tras notar su reacción comenzó a ponerse nervioso.

—Nos estuvimos cuidando—. Habló Kenny con una voz muy baja y suave.

—Re-realmente fu-fue un descuido mío—. Trató de justificarse, entre nervioso y asustado, acudió a un viejo habito que lo calmaban, sobarse los nudillos. —No-no controlé consumir los anticonceptivos periódicamente... y al llegar mi fe-fecha no tuve mis celos y así durante los cuatros meses siguientes... yo...

—¿Tienes cuatros meses?

—Em... si...

Kenny se paró de un salto, casi llevándose la mesa por delante, cuando logró evitar un accidente miró penetrantemente a su omega.

—¡No deberías estar trabajando! ¿Sabes lo delicado que son los embarazos masculinos?

—¡Claro que sí!

—Oh, no te alteres, perdona, no quiero que te pongas así... ¡Arg! —Kenny abrazó a su omega, dándole lentas caricias circulares por lo largo y ancho de la espalda mientras trataba de calmarse y que sus feromonas se volvieran tan suaves como las de su pareja.

—No debes alterarte, yo cuidare de ti ¿Te has sentido bien? ¿Has estado controlándote? —Serió y algo molesto lo miró. —¿Cuándo te enteraste que seriamos padres?

Leopold, sonrojado, apartó su mirada queriendo ocultar su vergüenza, entonces rápidamente Kenny examinó nuevamente el papel de los resultados médicos para verificar el día que se hicieron.

—¿Te enteraste hace una semana?

Butters se puso de pie tan rápido que tiró la silla, estaba temblando por los nervios mientras su tic con los nudillos eran más exagerado acompañado de balbuceos incomprensibles. Kenny abrazó nuevamente a su pareja frotando su mejilla contra el cabello del rubio menor, casi parecía estar ronroneado, más su objetivo era transmitir calma con su olor. Una vez Butters correspondió el abrazo demostrando calma, respondió avergonzado que hasta que sus síntomas no fueron periódicos no sospechó que fuera un embarazo.

—Me sentía cansado todo el tiempo, mi humor era peor a cada que pasaba lejos de ti, el aroma de los demás me asqueaba... y en muchas ocasiones no pude controlar el llanto. Se dice que cuando un omega está en cinta, su lado salvaje buscaba sentirse protegido 24/7, de forma inconsciente se sienten vulnerables y amenazados por todos los que los rodean —. Leo comenzó a sollozar nuevamente. —No quería sentirme así pero llegó a un punto que ya no pude soportarlo y Craig me dijo que podía estar esperando un cachorro.

Kenny entendió porque Butters realizó exámenes apenas el beta se lo sugirió, después de todo ya era padre de dos cachorros, había experimentado el embarazo de un omega masculino dos veces y era un sujeto serio todo el tiempo.

—Kenny, estoy asustado.

—¿Por qué? ¿No te sientes preparado? — Kenny temió lo peor, sabía que su omega negaba esa parte de él y quizás la idea de un aborto era plausible, solo quedaba ver si había cumplido las 14 semanas.

—Nunca supe ser un buen omega ¿y si resulto ser un pésimo padre?

Los ojos violetas del alfa brillaron, miró fijamente los atormentados cúmulos de tormenta de su omega y sonrió con suavidad mientras le acariciaba la mejilla.

—Serás un gran padre, ser omega, alfa o beta no dictamina tu capacidad para la crianza—. Le dio un suave beso en la frente y lo soltó. —Sería bueno que arreglaras con el hospital mientras estas en estado. Tu trabajo es muy estresante.

.

.

.

—¡Craig! Dile a tu hijo que deje de perseguir a mi niña hermosa.

—¿Qué? Ni que se la fuera a violar, maldita sea Kenny, mi cachorro y la tuya se juntan solitos.

—Tu cachorro es muy viejo para mi preciosa niña.

—…... Tiene 7 años, eso son solo dos años de diferencia, además tienes que saber que pese a estar "alejados" siempre se terminan encontrando.

—Tu cachorro es un acosador.—. Acusó Kenny.

—Kenny, de hecho, es Margi la que "rastrea a Creek"—. Corrigió Leopold mientras miraba por la ventana a los cachorros jugar.

—Butters, no le defiendas.

—Ya está bien McCormick, entiende que nuestra hija es alfa y obviamente Creek es omega. Si deberías preocuparte por uno de los dos, es por el niño.

—¡Un momento! ….. ¿Mi hijo es omega?

—No todos te saldrían beta, Fucker.

—¿Cómo estás seguro de eso, Butters? Aún son menores de edad—. Preguntó genuinamente preocupado y de paso ignorando las burlas de McCormick.

Butters sonrió, si supiera que había visto a los niños abrazados mientras se decían que les gustaba el olor del perfume que tenían, dulces niños inocentes, cada uno tenía las típicas actitudes de una pareja alfa/omega. Leo ya se hacía a la idea de que una vez ambos alcanzaran la "edad" correspondiente se harían una pareja oficial.

—Tendrán que aprender a llevarse mejor—. Dijo de forma encriptada a su alfa y al beta frente a él.

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Fin.

Epilogo con cosas random de esta pareja.

Gracias por leer este corto fic