Llevo demasiado tiempo postergando la publicación de esta historia, pero finalmente aquí esta la continuación de esta historia. ¡Espero que les agrade!
/ puerto de ciudad carmín - Kanto - 8 días para la cumbre /
Desde las imponentes alturas; el inquieto entrenador sobrevolaba tranquilo por los aires, Charizard se deslizaba suavemente sobre el cielo nocturno por encima de las nubes, el viento desprendía un hechizo extraño cómo si en el se pudiera saborear la sal del océano y la pólvora de los fuegos artificiales simultáneamente, aquello tenía un gusto peculiar, pero de algún modo resultaba ser agradable. Ash Ketchum admiraba asombrado del espectáculo que estaba debajo de sus pies, sin que pudiera pensar en cualquier otra cosa que no fuera observar el soberbio recital, incluyendo aquel sorpresivo beso que acababa de recibir apenas hace unos instantes atrás.
Así que… ella también vino a Kanto – exclamó pausadamente el joven entrenador casi en un suspiro, quedando completamente absorto en las luces brillantes y la compleja coreografía de aquella danza. Sin ningún reparo descendió un poco más, sosteniéndose de los amplios lomos de su viejo amigo Charizard – ¿es que todas las mujeres que me importan van a reunirse aquí? – se cuestionó el alegre muchacho en voz alta.
Pikachu se limitó a gesticular cómo si se quejara de que la inocencia del moreno no tenía final aparente, al mismo tiempo que el rojizo dragón suspiraba volteando la mirada, en señal de que era algo obvio. A pesar de que no pudieran hablar el mismo idioma que su entrenador, parecían entender exactamente qué era lo que estaba atravesando el chico de pueblo paleta. Pero Ash no pudo entender lo que sus fieles compañeros intentaban decirle, parecía que se encontraba completamente hipnotizado por los bellos colores y la alegre melodía.
Fue precisamente al transcurrir de los segundos que al fin pudo enfocar su mirada en una curvilínea silueta que le resultaba tremendamente familiar, aquella fémina hacía gala de movimientos gráciles dignos de un ángel, hechizando irremediablemente a cualquier hombre que posara sus ojos en ella. Ahí sobre la cubierta del barco, ella meneaba sus caderas entre las flamas escarlata de su blaziken y hacía girar su cuerpo bajo el plateado polvo que Beutifly seguía dejando caer hábilmente sobre ellos.
Definitivamente es ella – afirmó el moreno con una sonrisa de oreja a oreja.
Por su parte; en tierra firme, los animados espectadores de ciudad carmín se maravillaban embelesados aquella función, pero particularmente, un conjunto de jóvenes mujeres conversaban completamente ajenas al glamuroso suceso. Serena se encontraba hablando pestes sobre el alarde que May proyectaba desde el escenario, detalle que Misty no dejó escapar, aprovechando así la oportunidad para saciar una pequeña inquietud que la carcomía por dentro.
Cuéntame una cosa Serena ¿por qué no estás tú allá arriba? ¿Quisieras aclarar esa duda para mí? – le cuestionó la líder del gimnasio celeste, cruzando sus brazos en un gesto burlesco a la espera de una respuesta, dicho en una forma en que parecía estar probando su paciencia.
Los ojos verdes de la pelirroja se encontraron con los azules zafiros de la entrenadora de Kalos, descubriendo un brillo de enojo verdadero en su mirada. Por un momento ambas permanecieron en un incómodo silencio que se sintió eterno por la palpable tensión en el aire, pero justo antes de que la orgullosa fémina se dignara a responder, fue interrumpida por su colega de Sinnoh.
Sucede que solamente los mejores coordinadores de este año se encuentran allá arriba, May arrasó con Serena en la última edición del gran Festival de Hoenn – la chica hizo una pausa, acomodando su cabello por detrás de su oreja antes de continuar – y bueno, Solidad hizo lo mismo conmigo en la final de Jotho, por eso es que ninguna de las dos se encuentra allá arriba con "las estrellas" de esta noche – terminó de explicar, haciendo énfasis en la última parte de la oración.
Misty se limitó a arquear una ceja en señal de sorpresa ante tan directa explicación, pero una sonrisa sutil se dibujó en su rostro ante la expresión de molestia que apareció en la cara de Serena. Aquello era mucho más que suficiente para hacer que se sintiera satisfecha con la situación, por lo que simplemente soltó un suspiro que despeinó un poco su propio flequillo.
Interesante – concluyó a secas sin dejar de mirar al frente, manteniendo una expresión neutra en su rostro.
/ Aeropuerto internacional de Ciudad Azafran – Kanto – 8 Días para la cumbre /
Las pantallas multicolores del aeropuerto cambiaban constantemente, en ellas se anunciaban las múltiples llegadas y salidas de numerosos vuelos provenientes de todo el mundo. Pero específicamente se mostraba en letras amarillas el anuncio de desembarco para los pasajeros provenientes de Mele Mele.
Entre la multitud de turistas que se daban cita para el esperado torneo, se encontraban un grupo de seis jóvenes que esperaban pacientemente en la banda transportadora para recoger su equipaje. Todo se encontraba en calma hasta que una persona ajena al conjunto de amigos rompió el silencio con su voz, llamando la atención de los demás.
¡Pero si es Gladio el Kahuna! – exclamó el desconocido al sacar su cámara y una libreta pequeña a la espera de pedirle una foto y un autógrafo firmado al afamado entrenador.
El rubio jovencito solo atinó a estremecerse ante la sorpresiva reacción de la multitud que empezaba a cerrarles el paso, pues muy a pesar de su fama aún no sabia de que manera comportarse en un caso cómo ese. El rubio caballero se limitó a responder mecánicamente ante las peticiones de los fans, mientras sus amigos recogían discretamente todas y cada una de las piezas del equipaje para apresurar su salida.
Por este tipo de cosas es que mamá nos ofreció el Avión privado de la corporación - Murmuró Lilie en un tono apenas audible para su hermano, con un deje de vergüenza ajena ante la cantidad de gente que clamaba el nombre de su pariente.
Ni muerto le doy ese gusto a mamá, ya sabes lo que pienso al respecto – contestó un poco mosqueado, dando el último de los autógrafos a una pequeña niña - viajar con esa clase de lujos no es para nada mi estilo y lo sabes – finalizó, disponiéndose a abandonar las instalaciones en busca de un taxi.
Tampoco es de mi agrado la presunción de un lujo así, pero es un poquito incómodo que no podamos dar dos pasos en cualquier sitio sin que todo el mundo haga un escándalo al respecto - argumentó la rubia jovencita al mismo tiempo que se rascaba la nuca con un poco de pena.
Gladio desvió inmediatamente la mirada ante la respuesta de su hermana puesto que sabía que ella tenía la razón, pero al no tener ganas de discutir simplemente cerró la boca y caminó a la par de los demás, quienes ya estaban solicitando un servicio de taxis desde su celular.
Después de una corta espera aparecieron un par de coches en el estacionamiento del edificio, listos para cargar con las valijas de los cansados viajeros, abordando uno por uno los respectivos transportes. En el primero se encontraban gladio y su hermana acompañados de una peliverde mujer, y en el otro estaban un pelirrojo muchacho acompañado de otro regordete jovencito y una coqueta peli azul.
Así que… Gladio ¿estás listo para lo que viene? - preguntó Mallow rompiendo el silencio finalmente - Estarán solamente los mejores del mundo en este torneo - le insistió con genuina curiosidad en sus palabras.
No solamente estoy listo, estoy impaciente por empezar – comenzó a explicar, apretando los puños por encima de sus rodillas mientras admiraba el paisaje nocturno de las calles capitalinas – Muero por ver lo fuerte que Ash llegó a ser luego de estos años –
No eres el único impaciente – exclamó la joven antes de reclinarse en su asiento, observando de reojo a su amiga por el espejo retrovisor – eso te lo aseguro – sentenció con una sonrisa que escondía malicia en su interior.
Nuevamente una disculpa por esta enorme tardanza, pero entre la universidad y el trabajo tuve que dejar de lado todo esto. Pero con esta pandemia sobre nuestras cabezas, por fin tuve tiempo de actualizar el fic, espero sea de su agrado y sirva para poder despejarse un rato de toda esta situación. No salgan de casa y manténganse a salvo 3