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¡Hola! .o./ Este sorteo cubre un par de cosas que me habían pedido, ellos tomando y coqueteando es el resumen. xD Es pero les guste este nuevo sorteo en la ruleta. Mil gracias por su apoyo en los reviews. NwN

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Disclaimer: Fairy Tail ni sus personajes me pertenecen. Pertenecen a Hiro Mashima. Yo solo los uso para darles el amor que merecen.


Referencias De Lectura:

Narración.

«Pensamientos»

Diálogo.

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Sorteo Cuatro

Tragos

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Dos copas en la barra y un trago entre sus dedos.

Ese era todo el alcohol que había bebido en toda la noche.

Y era por eso que no podía culpar al alcohol de su indiscreción al mirarlo de arriba abajo cuando llegó a la fiesta de aniversario de la compañía por la cual se habían conocido, tampoco podía culpar al alcohol por la manera coqueta en que le sonrió y señaló la silla alta junto a ella, y mucho menos podía culpar al alcohol de como se lo comió con la mirada cuando él se quitó su abrigo y el saco, se sentó junto a ella, tomó el trago entre sus dedos y se lo bebió, dándole a cambio una de sus sonrisas secretas.

Sus sonrisas preferidas.

―Parece que la fiesta es un éxito de nuevo ―le dijo luego de pedir al bartender dos tragos más de lo mismo.

―Si esta compañía sabe de algo, eso es de fiestas ―respondió ella, tratando de dejar de mirar los labios un poco húmedos de alcohol del hombre a su lado.

―En eso tienes toda la razón ―asintió él, agradeciendo con un gesto amable a la mesera que le dio los tragos con un exceso de gentileza y una sonrisa coqueta que la mujer de cabello escarlata no pudo evitar notar.

¿Y cómo culparla?

Jellal Fernandes, un consultor externo de Fairy Tail que trabajaba directamente con ella, era un hombre sumamente apuesto que robaba miradas y suspiros a su paso, una mirada de sus intrigantes ojos avellanas ponía nerviosa a más de una, una de sus sonrisas ladeadas despertaba los más deliciosos pensamientos.

O al menos eso le pasaba a ella.

Nadie lo sabía, pero él era la razón de que ella rompiera con el chico con el que salía hacía más de medio año atrás, había tenido una buena relación con esa persona, pero siempre había sentido que faltaba algo, sentía que estuvo en esa relación por no querer estar sola, por no querer buscar más cuando sentía que todo estaba "bien" y que todo era "cómodo" con él, pero cuando conoció a Jellal, empezó a sentir que "bien" y "cómodo" no era suficiente para ella.

Y no debería ser suficiente para nadie.

Con Jellal se sentía libre de ser ella misma y no una persona que debía ser perfecta.

Podía discutir de las cosas más tontas y sin sentido hasta las más serias y profundas, con él se sentía como una niña sin responsabilidades, pero también como la persona independiente que ya era, sentía que podía lograr más de esos viejos sueños que había abandonado, se sentía apoyada, retada a ser mejor, tranquila, emocionada, y como ocurría últimamente cuando estaba con él o cuando por alguna razón sus cuerpos se tocaban se sentía nerviosa pero a la vez...

―¿Erza? ¿Me escuchas? ―escuchó que la llamaban y parpadeó varias veces para centrarse―. ¿Estás bien? ―él colocó dos de sus dedos en su cuello y solo ese toque aceleró su pulso, lo que era malo para ella porque precisamente eso era lo que él estaba revisando―. ¿Cuánto has tomado?

―Y-yo... ―ella movió la cabeza de un lado a otro―, estoy bien, solo... te estaba escuchando, solo que estaba pensando en la reunión que tenemos la otra semana... ―intentó justificarse, pero sabía que no había sonado nada convincente para él―. Mejor dime ―carraspeó e intentó sonar casual―, ¿por qué llegaste tan tarde?

Él rió y se bebió el segundo trago.

―¿Qué es tan gracioso? ―le miró con el ceño fruncido, algo que era difícil para ella de hacer pues escuchar su risa le gustaba mucho.

―Nada, nada... ―le respondió, el hoyuelo en su mejilla se mostraba burlón y eso era que justo él le estaba contando el por qué llegó tarde, dejando más que obvio que de verdad ella no le estaba prestando atención hacia un momento―. Ten, esto lo pedí para ti ―colocó una copa llena de líquido rojo―, aunque ya no estoy muy seguro de que debas tomarla―alzó una ceja y Erza se sonrojó.

―Ya te dije que no he tomado mucho ―contestó con las mejillas infladas a la vez que tomaba la copa―. ¿Qué es esto?

―Pruébalo.

―Umm... ―tomó un sorbo y sonrió encantada, haciendo a su compañero sonreír de la manera en que la hacía sentir especial―. ¡Sabe a fresa!

―Sabía que te gustaría, es una mimosa de fresa ―declaró con cierto orgullo en la voz―, soy excelente adivinando.

―Si tiene fresas es fijo que me gustará ―le sacó la lengua―, no es como si estuvieses haciendo una gran adivinación.

―¿A no? ―soltó en su voz de falsa ofensa.

―No ―respondió ella contundente.

―¿Y que sería una gran adivinación? ― con una sonrisa retadora colocó el codo contra la madera de la barra y descansó la mejilla que no tenía el misterioso tatuaje en su puño cerrado, sin saber que esa posición solo ponía más nerviosa a la mujer junto a él.

Muy, muy nerviosa.

Y deseosa.

―Pues... ―Erza tomó un largo sorbo de su bebida, por su mente solo pasaban escenas imaginarias de ellos dos besándose en alguna oscura y lujosa habitación de ese hotel que la empresa había alquilado para todos sus trabajadores, casi podía degustar el sabor del whisky que él había estado bebiendo en sus labios, casi podía escucharlo a él susurrar su nombre, o llamarla de esa manera que solo él hacía y que la volvía loca de deseo...

―¿Scarlet?

... ―esa silaba le salió con un tono de voz más parecido a un gemido que a otra cosa, de inmediato su cara se puso roja de la vergüenza y apenas y tuvo el valor de mirar a Jellal a la cara, pero para su sorpresa él no la miraba con burla sino con preocupación.

―¿De verdad estás bien?

―Yo... ummm... ―tratando de controlarse, la joven pasó sus manos por la falda de su vestido negro, la suavidad de la tela contra sus palmas la ayudó a concentrarse, aunque recordar que se había comprado ese vestido para lucirlo ese día con esperanzas de llamar la atención y tal vez tentar un poco al hombre a su lado no ayudó a bajar la pena que sentía―. Creo que me perdí otra vez pensando en el trabajo... ―otra mala excusa que sabía él no había creído pero terminó aceptando para no incomodarla.

―Vaya, vaya, señorita Scarlet ―Jellal extendió una mano y tomó un mechón de cabello que se había escapado del peinado semi recogido que se había hecho―, pensar tanto en trabajo le va a hacer mal... ―ella no pudo responder al sentir como él colocaba el mechón de cabello tras su oreja―. Además, así me va a dejar muy fácil eso de adivinar.

―¿Adivinar qué? ―preguntó olvidándose del tema previo a su lapsus mental lujurioso.

―Adivinar lo que le gusta, o en este caso, lo que está pensando... ―la miró fijamente a los ojos y se sintió tan expuesta que quitó la mirada.

―Tonterías...

―¿Lo son? ―su pregunta sonó tan sería que volvió a mirarlo, sus ojos avellana parecían hechos de miel y oro y vetas de esmeralda en ese momento, tal vez fuese por las luces bajas que se refractaban entre las copas y botellas en la barra, pero fuese lo que fuese, sintió unos deseos enormes de ahogarse en esos ojos.

―Lo... son... ―a pesar de todo, su terquedad fue más fuerte que la atracción que sentía por esa mirada.

―Hagamos una prueba entonces ―tomó la mano de Erza y ella apenas y pudo controlar su ritmo cardiaco―, adivinaré lo que está pensando ahora...

―Jellal, creo que tú eres el que está borracho... ―Erza hizo lo mejor que pudo para no hacerle notar su nerviosismo, pero no era como que pudiese hacer mucho cuando ella tenía una de sus manos entre las cálidas de él.

Le gustaba mucho como se sentía.

Quizá lo estoy ―rió―, pero aquí vamos, este es el juego, si adivino lo que piensas, me gano un premio, y si fallo, tú ganas un premio. ¿Hecho?

―Que tontería... ―puso los ojos en blanco pero igual preguntó interesada―. ¿Y qué premios?

―Que cada quien decida lo que quiere de premio.

«¿Cómo que me beses?» pensó de inmediato y se golpeó mentalmente.

―Es-eso me parece abusivo ―dijo debido a su propio pensamiento.

―¿Abusivo? ―Alzó una ceja y sonrió de lado―. Solo sería abusivo si piensas pedir cosas abusivas ―y con un tono de voz que le erizo los vellos de sus brazos agregó―: ¿Qué acaso estás pensando pedir como premio algo que cruce la línea de la moral, Scarlet?

«¡Maldito adivino!» Respondió mentalmente, sintiendo su cara de nuevo ponerse roja.

―Y-yo... ¡NO! ―negó contundente―. Solo decía...

―No es como que me esté quejando si es algo así lo que quieres pedir... ―interrumpió la réplica de ella, recibiendo una mirada sorprendida de Erza y sonrojándose por ello.

Ambos estaban siendo demasiado obvios.

Los dos rieron.

Ambos querían lo mismo.

―Jellal... ―Erza se puso de pie y jaló de su mano en la de él para que él también lo hiciese―, ¿has estado pensando en besarme todo este tiempo?

―Eso no es justo... ―el hombre de cabello azulado soltó un largo suspiro, llevó la mano de Erza que tenía sujeta en la suya hasta sus labios y la besó―, se suponía que era yo quien debía adivinar.

Erza mordió su labio inferior para controlar su emoción.

―¿Entonces adiviné? ―preguntó de manera coqueta, esta vez sin sentir nada de pena por ello.

―Sí... ―aceptó el su derrota sin ningún problema―. ¿Qué deseas como premio?

―Que me digas desde hace cuánto has deseado hacerlo... ―pidió totalmente seria y él decidió no reservarse más esa verdad.

Él había bebido esos tragos anteriormente para ganar valor esa noche.

―Bueno... no estoy seguro de la fecha ―fingió pensar un rato antes de responder―. ¿Qué día exactamente nos conocimos?

Erza rió mientras en su estómago la mimosa de fresa se convertía en miles de mariposas.

―¿Por qué no me lo dijiste?

―Tenías novio ―le recordó.

―Es verdad... ―aceptó sintiéndose un poco tonta por haber olvidado eso―. Pero ya no tengo.

―No, no lo tienes...

―¿Y entonces por qué no me has besado aún?

La pregunta perfecta.

―Sabes... ―Jellal acarició su mejilla con dulzura, continuó hasta su oreja y peinó las hebras de cabello que estaban sueltas, ella cerró los ojos para ahogarse en esa dulce caricia―, esa es una buena pregunta...

―¿Y por qué no la respondes? ―Erza abrió los ojos y se permitió sumergirse sin ninguna reserva en los hermosos ojos de él.

―Porque prefiero hacer esto... ―sin darle tiempo a entender, Jellal colocó una mano en su cintura, Erza dejó que una de las suyas acariciase la tela de su camisa blanca y se aposentase en su fuerte pecho y luego él tomó sus labios en un beso apasionado que fue mejor que cualquiera de los que había imaginado.

Mucho, mucho, mucho mejor.

Porque este si era real.

...Un beso que sabía a whisky, a licor de fresas y a algo muy dulce...

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¿Reviews?

Sus reviews motivan a escribir en medio de tantas responsabilidades de la vida adulta.

QwQ

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Rincón De La Escritora En Proceso:

Este prompt me dio una doble idea, esta que era con más love y fluff y otra que era más centrado en PKdo con algo de fluff, ya saben una noche loca, una loca de copas... xD Creo que tendré que usar de nuevo este prompt. 7v7

¡Espero le haya gustado! :D


Agradecimientos:

Adorables reviewistas con cuenta os contesto por PM:

Stormy Night Of Rain 92

Hati Chan

Azultmitla

KisaYunna

Annia Scarlet

Artemisa Neko Chan

Ryuketsu No Hana

Adorables reviewistas sin cuenta os contesto por acá:

Guest 1: Ojalá esto pasase y nuestros bebés fuesen felices. QwQ Gracias por leer.

Guest 2: Espero que hayas pasado esos exámenes. Sin duda el fluff se necesita en esos días. :D Gracias por leer y por tu comentario.

Brenda 0-7: Me hace tan feliz encontrar más amantes del Jerza. *w* Es que bueno, solo saber que hay personas que entienden mi amor hacia ellos, me hace sentir que este esfuerzo de escribir vale la pena. QwQ Me alegra que te gustase, y espero te siga gustando Dulce Destino. Mil Gracias por leer. NwN

Carmen: Siempre tan linda, Carmen. QwQ Te adoro por ser tan gentil conmigo y me hace feliz que sigas disfrutando mis historias. NwN Un beso y mil gracias.

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Mil gracias por leer.

¡Adieu!

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