Magi y sus personajes pertenecen a Shinobu Ohtaka, yo solo los utilizo con fines de entretenimiento.
Capítulo 8
Kougyoku POV
Me desperté un poco desorientada de mi sueño, la verdad me tomo un poco darme cuenta que estaba en mi cama y en mi habitación, y no en aquel lejano baile en donde conocí a mi prometido…
Y aunque haya pasado ya un año desde que nos comprometimos en ese baile, no eh visto a Aladdin desde entonces...todo debido a la guerra en el reino de Musta´sin. Todo inició como un pequeño motín de rebeldes en contra del rey pero la situación se volvió más seria cuando los mismos soldados se opusieron al rey, la gota que derramó el vaso fue cuando secuestraron a la joven princesa del reino y amiga de Aladdin...la princesa Dunya.
Justamente al finalizar el baile llegaron los mensajeros a notificar lo que estaba sucediendo en el reino y fue en ese instante cuando Aladdin en compañía de Ali Baba partieron hacia Musta´sin para ayudar a la princesa, yo por mi parte solo pude quedarme ahí mientras veía a mi prometido alejarse de mí...sin mirar nunca hacia atrás.
Poco después mi hermano Kouen decidió que era momento de partir de regreso a Kou para poder apoyar desde un lugar seguro a los reyes de Alma Toran si la situación así lo requería, por lo que partimos rápidamente y solo pude despedirme tristemente de los reyes quienes me abrazaron para reconfortarme un poco por tan abrupta despedida de su hijo.
Y así fue como abandoné el reino de Alma Toran, con el corazón triste y un nudo en la garganta…
Pero un mes después comencé a recibir cartas de Aladdin diciéndome como se encontraba y preguntándome cosas acerca de mí, esta pequeña correspondencia entre ambos me ayudaba a sanar un poco mi tristeza y aumentaba mis ganas de verlo nuevamente.
Y fue de esta manera como pudimos conocernos un poco mejor por ejemplo Aladdin me conto que de mas pequeño tenia la costumbre pervertida de lanzarse hacia los senos de las mujeres costumbre que le duro muy poco ya que la reina Sheba se la quito a base de golpes y regaños, me provoco risa imaginándome a la reina en tal estado. Yo le conté de la vez cuando era pequeña había maquillado a Judar mientras dormía y le había peinado en dos coletas y como después de que el despertara me siguiera totalmente enfurecido por todo el palacio amenazando con cortar mi cabello con unas tijeras, mientras su maquillaje se había corrido dándole un aspecto macabro.
Pero a pesar de la correspondencia aun lo extrañaba locamente, creo que a cada carta incrementaba más y más mis ansias de verlo, la tristeza me embargaba cada día y ni mis hermanos ni Judar podían ayudarme a levantarme el animo. La única persona que me acompañaba en mi pena era mi amiga Morg, pues su situación era muy similar con Ali Baba, se que Morg es muy fuerte pero tanto tiempo lejos de Ali Baba comenzaba a afectarle también a ella podía notarlo en su mirada aunque ella no lo dijera.
Era una de esas tardes que pasábamos juntas bebiendo el té o hablando de cosas más alegres cuando llego de improviso mi primo Hakuryuu.
-Bellas damas me permiten unirme a ustedes- Hakuryuu a pesar de que nos conocíamos de casi toda la vida siempre nos trataba como todo un caballero.
-Claro- respondio Morg regalándole una sonrisa y vi como mi primo se sonrojo, no era un secreto para mi que Hakuryuu gustaba de Morg desde que eran niños, pero no pudo evitar que mi amiga se enamorara de Ali Baba y me daba un poco de pena porque al parecer aun después de mucho tiempo mi primo aun tenia sentimientos por ella.
-Hakuryuu-chan que sorpresa que nos vengas a visitar por lo general es más común verte peleando con Judar o Kouha- dije de forma picara mandándole una indirecta a mi primo quien captándola directamente mi miro sonrojado y nervioso.
-Eeen…en realidad venia a invitarlas a un lugar- dijo en un tono nervioso mientras esquivaba nuestras miradas curiosas.
-¿Invitarnos?- preguntamos Morg y yo al mismo tiempo.
-Así es habrá un baile en el reino de Reim y Sherezade-sama me pidió que las llevara conmigo-
-Sherezade- dijimos Morg y yo sorprendidas ya que desde hace mucho tiempo no sabíamos nada de nuestra amiga pues por una enfermedad que padecía tuvo que permanecer mucho tiempo lejos de las personas mientras se recuperaba.
-¿Cómo esta?¿Su enfermedad desapareció?¿Hace cuanto regreso a Reim?- fueron las preguntas con las que bombardeamos a Hakuryuu.
-Por lo poco que me explico, me dijo que su enfermedad había desaparecido y de hecho fue por esto mismo que planearon el baile en honor a su mejoría, me pidió que ambas fueran para poder platicar con ustedes- explico un poco menos nervioso.
-Cuenta con nosotras Hakuryuu-chan ¿Cuándo es el baile?- dijimos ambas a la vez emocionadas con la idea de volver a ver a nuestra amiga de largos cabellos dorados.
-Es esta noche- dijo ante nuestra cara de shock.
-Pero no tengo un vestido preparado- dijo Morg totalmente ida.
-Y yo aun no le pido permiso a Kouen nii-sama y no creo que me lo de- dije pues mi hermano era muy estricto en ese aspecto.
-No se preocupen Sherezade-sama les envió de regalo un vestido a cada una y no te preocupes por Kouen, el permiso lo pidió Sherezade-sama ya todo esta listo para irnos solo faltaba darles la noticia a ambas, pero hay que partir rápido para llegar a tiempo-
-Entonces que estamos esperando- dije tomando a Morg de la mano mientras ambas corríamos emocionadas hacia la entrada del castillo para tomar el carruaje.
Tardamos alrededor de tres horas en llegar al imponente palacio de Reim, un palacio enorme cubierto de oro y detalles brillantes aquí la gente vestía en su mayoría vestidos blancos y vaporosos sueltos que mostraban la figura de las mujeres quienes trenzaban sus largos cabellos con flores o adornos bellísimos que las hacia lucir hermosas y naturales.
En cuanto entramos al palacio fuimos recibidos por Titus el hermano mayor de Sherezade.
-Bienvenidas a nuestro palacio bellas damas- dijo haciendo una pequeña reverencia, Titus era un príncipe muy apuesto y de una gran corazón y sabiduría, amaba a su reino enormemente y no era por nada, pero tenia la creencia de que sería un gran rey en un futuro.
-Titus que alegría vernos de nuevo- dije acercándome a darle un pequeño abrazo pues lo consideraba como otro hermano al igual que a Sherezade.
-Es bueno verte Kougyoku te ves más hermosa- dijo guiñándome un ojo pero conocía a Titus lo suficiente para saber que estaba bromeando conmigo pues sabia que el únicamente tenia ojos para su prometida.
-Adulador- fue el turno de Morg de saludarle con un fuerte abrazo que hizo que nuestro amigo se pusiera azul por un instante.
-Tan salvaje como bella- dijo después de recuperar el aliento.
-"Hola Hakuryuu es un gusto verte" "Yo también Titus"- dijo Hakuryuu malhumorado pues Titus lo había ignorado del todo.
-Lo siento Haku, pero me distraje por tanta belleza-
-Si claro- dijo Hakuryuu
-Pero ahora que estamos reunidos por favor lleven a las bellas damas a su recamara para que se preparen para el baile- dijo hacia las jóvenes mucamas de palacio.
-Titus… ¿Sherezade?- pregunte pues quería verla, Titus solo me sonrió.
-La veras en el baile Kougyoku- dijo guiñándome el ojo.
Después de despedirnos de Titus nos guiaron a nuestra habitación por fortuna era una habitación para Morg y para mí, una vez ahí nos bañaron y perfumaron y nos vistieron con dos hermosos vestidos que eran el regalo de nuestra amiga ambos eran iguales solo que en colores y detalles distintos el de Morg era blanco y dejaba parte de su vientre al descubierto al igual que tenia aberturas en los lados mientras tenia un tocado con flores en su cabeza (el vestido del baile en Sindria). En cambio, el mío era de un color dorado tenue sin mangas y era sujetado por el cuello tenia el frente del vestido corto casi a mitad de mi pierna por sobre la rodilla, pero la parte de atrás caía hasta el suelo en una cola un poco larga y mi cabello fue trenzado dejando que unos mechones cayeran al lado de mi rostro y para terminar me pusieron una corona de flores amarillas sobre mi cabeza dándome un aspecto muy puro y natural.
Una vez listas nos dirigimos hacia el salón principal pues Hakuryuu nos había dicho que tenia cosas que hablar con Titus y tuvo que partir antes que nosotras, al llegar al salón quedamos maravilladas al ver a tantas personas y jóvenes muy hermosas, el reino de Reim era muy extenso y lleno de vida por lo cual la energía del lugar te llenaba de sentimientos buenos, tanto Morg como yo por un momento pudimos evitar la tristeza que teníamos y disfrutar del momento.
Comimos, saludamos a algunos conocidos e incluso conocimos a nuevas personas, el baile avanzaba sin contratiempos cuando de pronto apareció el rey Mu acompañado de Titus.
-Buenas noches a todos es un placer contar con su compañía esta noche y sobre todo por un motivo muy especial ustedes sabrán que la salud de mi hija menor Sherezade no era la mejor hasta hace unos años pero nuestra princesa dando todo lo mejor de si pudo derrotar la enfermedad que la asolaba y ahora esta nuevamente con nosotros y es por eso que este baile es en honor a ella…así que les pido le den una fuerte bienvenida a nuestra princesa Sherezade- dijo el rey para que detrás de el apareciera nuetra amiga en un hermoso vestido blanco sosteniendo su cetro herencia de su madre y coronada con flores pertenecientes a Reim, ella miro a toda la multitud y regalo una hermosa sonrisa ante la sorpresa de todos.
Los gritos de felicidad y jubilo no se hicieron esperar y fue de esta manera como Sherezade y Titus abrieron el baile, como la primera pareja, cabe decir que Morg y yo nos encontrábamos bastante felices de ver a nuestra amiga bien después de haber sufrido tanto.
-¿Quieren bailar?- fue la voz de Hakuryuu la que nos saco de nuestros pensamientos mientras nos extendía una mano en señal de espera a su proposición, yo mire a mi amiga Morg.
-Comiencen ustedes Morg yo tengo algo de sed- dije lo cual era verdad ya que el clima de Reim era muy caluroso, mi amiga y mi primo aceptaron y partieron hacia la pista de baile, mientras yo me abría paso hacia el lugar donde estaban las bebidas.
Estaba a punto de llegar cuando mi mirada capto algo de reojo una cabellera azul, de pronto sentí como mi corazón comenzó a latir más y más rápido, el tiempo parecido congelarse e inmediatamente giré mi cabeza en aquella dirección esperando que mi vista me estuviera jugando una mala pasada y que aquella persona que llevaba del brazo y le sonreía a una joven de cabellera verde azulado no fuera mi propio Aladdin. No pude evitar mirarlos pues parecían hechos el uno al otro, ambos eran hermosos y yo me sentía tan pequeña e insignificante a su lado, no sabia como sentirme pues Aladdin en su ultima carta no menciono nada sobre su regreso…esto que significaba…acaso el volvió por ella y no por mi…entonces esto es todo… no pude evitar que unas lagrimas escaparan de mi rostro y antes de dar media vuelta y salir de allí pude sentir una mano que tomo la mía, al reaccionar y girarme pude ver a mi amiga Sherezade mirarme con una sonrisa pero al notar mis lagrimas dicha sonrisa desapareció y reacciono llevándome de la mano lejos del salón, de todos y de él…
-¿Kougyoku que te sucede?- dijo mi amiga mientras me sentaba y me tomaba de ambas manos, yo no podía responder sentía un nudo muy fuerte en mi garganta que me impedia hablar.
-Yo…él….no me dijo….y ella- las palabras salían cortas y confusas de mi boca.
-¿El?- dijo Sherezade mientras me veía con preocupación en su mirar.
-Yo….mi prometido está aquí pero con otra persona…yo…el no me dijo….estaba ayudando en una guerra….yo- dije entrecortadamente.
Sherezade solo me abrazo y dejo que llorara hasta el cansancio en su regazo hasta que saque todo de mi sistema, todas las lagrimas y sobre todo el dolor de mi corazón.
-Debe haber una explicación Kougyoku, no debes tener ideas equivocadas, debes hablar con el- dijo mi amiga una vez que me noto más calmada.
-No lo sé… yo no se si seré capaz- dije mirándola a los ojos.
-Lo siento…estaba tan feliz de verte mejor y ahora siento que lo arruine lo siento Sherezade realmente me alegra verte bien- continúe diciendo mientras volvía a abrazar a mi amiga.
-Yo también estoy feliz de volver a verte Kougyoku aunque me hubiera gustado verte en otra situación- dijo haciendo referencia a esta situación.
-Yo también pero sabes de alguna manera creo que era obvio, el era alguien que brillaba mucho para terminar con alguien como yo- dije mientras agachaba la mirada mientras reía vacíamente.
-Kougyoku no digas tonterías, tu eres una persona maravillosa- dijo Sherezade a modo de regaño.
Estaba por contestarle cuando de súbito la habitación fue abierta y por ella entro un agitado Titus que rápidamente tomo a su hermana por los hombros.
-Hermana ¿Por qué desapareciste?...me asustaste- dijo Titus realmente preocupado.
-Fue mi culpa Titus lo lamento, me sentí algo mal y tu hermana solo me estaba ayudando…lo siento- dije mirando a mis amigos, Titus al ver un poco mis ojos rojos de llorar decidió no preguntar nada solo me regalo un pequeño abrazo y nos pidió que regresáramos al baile una vez que me sintiera mejor, y volvió a dejarnos solas.
-Hay que volver- le dije a mi amiga y ella no muy convencida me dijo que si estaba segura a lo que yo para no preocuparla más le dije que lo estaba, así que limpiando mi rostro y tomando fuerzas de no se donde nos dirigimos de nuevo hacia el salón.
Una vez de vuelta al salón mi amiga fue rodeaba por muchas personas que deseaban hablar con ella por lo cual para no preocuparla más le dije que iría con Morgiana y Hakuryuu ya que pensé que también estarían preocupados, al pasar entre la gente solo buscaba a mi primo y a mi amiga pues no quería ver a Aladdin nuevamente o sentiría que me derrumbaría de nuevo.
Pero pareciera que la mala suerte esta de mi lado pues al mirar hacia la pista de baile para buscar a Morg pude ver a Aladdin bailando de la mano de aquella chica, ambos se sonreían y parecían estar en su propio mundo yo volviendo a sentir como algo oscuro se apoderaba de mi opte por irme hacia la habitación que nos habían dado a Morg y a mi y estaba a punto de cumplir mi cometido cuando alguien se interpuso en mi camino pero estaba tan encismada en mis pensamientos que solo al mirar hacia arriba pude ver a la persona que me extendía su mano en señal de pedirme que bailara con él y no se si fue el despecho o el hecho de que quería alejar estos pensamientos de mi cabeza que tome su mano.
-Me encantaría bailar con usted Sinbad-sama- dije regalándole una leve inclinación en señal de respeto.
Notas de la autora: Merezco el infierno lo se jajaja vuelvo y solo para esto pero les prometo que hay una explicación así que perdonen mi vida.
Hasta la próxima y muchas gracias por seguir leyendo esta historia.
:)