Beyblade sigue sin ser mío, pero ni pedo, la vida sigue.
Miren qué vinieron las vacaciones, luego un freelanceo, para después terminar con que conseguí trabajo "estable" más una maestría. So, lo siento ¡Pero heme aquí otra vez!... Y sí, me tome unas SEÑORAS LIBERTADES creativas para el siguiente cap. porque la medicina me falló. Pero bueno ni modo, ahí dispensen. Besitos :D.
Gracias por sus reviews a Funeral-Of-Humanity, kai hiwatari s2 y Nessa Hiwatari *-*.
¡GRACIAS a mi beta adorado SilentGambler!
AHORA III
Para Max ya no existía cosa a la que le tuviera más miedo que al silencio. Y no tanto a la acción de cerrar la boca, o de bajar el volumen de alguna melodía, era la idea de que se dejara de producir sonido en absoluto. Siendo que el sonido (ruido, melodía, voz, susurro, grito, estruendo, murmullo…) era el resultado de la vibración que un cuerpo emitía, la ausencia de sonido implicaba no que se contuviera o se redujera, sino que dejaba de vibrar, de moverse: que estaba muerto.
Por eso, aunque Daichi se la pasara dormido constantemente y sólo pudiera abandonar su cama por algunos momentos durante el día (caminar e ir al baño), le daba tranquilidad saber que podía moverse.
No así Kai.
Max temía, como el resto de sus amigos, que lo peor llegara y que lo único que mantuviera a su amigo vivo fueran las máquinas del hospital. Sin embargo, con Tyson histérico por ello y Rei tratando de sobrellevar tanto su propia situación como lo de Kai, el rubio había sentido que era su deber cuidar del más pequeño, que si bien no estaba en peligro, sí había pasado el suficiente tiempo solo como para que encima despertara en un hospital sin alguien a su lado. A final de cuentas, y a diferencia al resto de sus amigos, Max estaba mejor. O bien... O tolerable…y si entre tanto caos él podía aparentar un poco de normalidad, al menos para que los esfuerzos y preocupaciones de todos pudieran estar donde realmente importaba, estaba bien. O sea, se podía mover a diferencia de Kai, con más facilidad que Tyson y Rei y al menos no tenía que estar en una cama todo el día como Daichi.
Estaba bien, o al menos mejor.
Aunque su cuerpo se encargaba de recordarle constantemente que realmente no era así. Que así como Tyson ya no iba a caminar bien, Rei no podría ver, que la piel de Daichi ya no iba a ser la misma y que Kai, posiblemente, ya no era Kai... el ya no era el mismo Max.
Porque dentro del silencio bajo el que ahora vivía, su cuerpo era la única voz que podía sentir y le traducía el mundo a su alrededor.
Fue así como supo que Tyson iba como loco a buscarlo. No porque lo escuchara, sino por esas escandalosas vibraciones provenientes de las suelas de sus zapatos, esas que hacían eco en su propio cuerpo y le alertaban del paso fuerte y el otro arrastrado que había aprendido a identificar que era de su amigo.
Max miró hacia Daichi una vez más, sólo para asegurarse de que Tyson no estuviera haciendo tanto escándalo como lo sentía y decidió salir a recibirlo. Daichi no necesitaba ser preocupado todavía.
Cuando salió, efectivamente, Tyson iba medio trotando en su dirección; no pudo evitar fruncir el ceño al comprobar que en efecto, estaba arrastrando su pie izquierdo. Max fue a su encuentro, asegurándose de que se viera que no le hacía ninguna gracia verlo en ese estado. Solo que antes de siquiera poder regañarlo, su amigo lo tomó de los hombros para verlo frente a frente y moviendo los labios, de manera pausada y clara, darle la noticia.
"Necesitamos a tu mamá, Dranzer no está."
-.-.-.-.-.-
Judy Tate no estaba en su oficina, así que estaba en el laboratorio, y cuando estaba en el laboratorio su celular estaba apagado, sin importar la situación en la que se encontraran y en especial por la situación en la que se encontraban ahora.
Desde el incidente contra Mystel y los demás, su madre se había encerrado a buscar una solución que Max estaba seguro jamás llegaría. Y cuando al fin pudieron encontrar a Kai su madre le dio prioridad al amigo de su hijo, aunque Max sospechaba que, muy en el fondo, seguía albergando las esperanzas de antes. Con menos razón permitiría que el aparato la distrajera, aunque hacía encontrarla en una situación de emergencia como esta más complicado.
Después de pedirle a Tyson que se quedara con Daichi se marchó de ahí, trotando lo más rápido que podía sin empeorar su estado.
Y cuando le faltan tan solo unos metros para dar la vuelta, es cuando las siente: las vibraciones en un ritmo constante contra el suelo, casi como un susurro. Al dar la vuelta en el último pasillo que lo llevará a su destino, se encuentra de cara con Spencer, sentado. Sentado en una silla de ruedas.
"¿Sucede algo?"
La pregunta del ruso lo tomó por sorpresa, sólo que no sabía si porque lo ha hecho abriendo la boca un poco más de lo normal en consideración de su condición, o por que para Max verlo de aquella manera aún era demasiado drástico para su mente. De igual manera, decidió contestarle. El ruso merecía saberlo tanto como ellos, así que miró a Spencer directamente y abrió la boca para resumir la problemática en una sola palabra.
"Kai."
"¿Muerto?"
Max abrió los ojos impresionado por la forma tan seca en la que percibió la pregunta, pero prefirió contestar simplemente negando con la cabeza enérgicamente, antes de mover sus manos en cortos pero exagerados ademanes que era de los pocos que sabía y que estaba seguro Spencer reconocería.
Y al parecer le entendió, porque su expresión de preocupación se ensombreció, haciendo que sus facciones se endurecieran en esa neutral y seria mirada que parecía esculpida en hielo y que recordaba haberle visto en sus primeros encuentros.
"Eso no debe de estar pasando."
Y Max le entendió sólo porque logró ver el movimiento de sus labios, porque era obvio por la manera en la que miraba hacia el final del pasillo que estaba hablando más consigo mismo que con Max.
El rubio sin pensarlo mucho se acercó a él, para entrar en su campo de visión y llamar su atención. Cuando lo logró, con su mano libre señaló a Spencer, y luego hacia el techo, antes de volverlo a señalar a él de manera desesperada.
Spencer le entendió.
"No, Max. Kai es diferente a Tala, Bryan y a mi. Pero por eso mismo."
El rubio miró hacia el techo una vez más, como si le fuera posible desde esa posición ver a Kai.
"No puede irse así como así. Si Kai está vivo, Dranzer está con él. Sólo no sé porque no la pueden ver."
Y Max, volvió a moverse, esta vez apoyando sus manos en los descansabrazos de la silla de Spencer, su expresión suplicante pero sus labios clarísimos.
"Tienen que hablar."
Spencer dejó salir un suspiro, antes de mirar a Max con una seriedad impenetrable.
"Nada de lo que digamos cambiará que no puedan ver a Dranzer, Max."
El rubio suspiró, pero en lugar de dejar el tema por la paz, se enderezó y señaló en dirección al pasillo por el que acaba de pasar, al cual se dirigía Spencer.
El ruso le entendió. Y lo sabía porque ahora sí lucía molesto.
"Fue tu madre la que trató a Ian, preguntale a ella."
Y sin más por decir, Spencer llevó sus manos a las ruedas de su silla y se fue de ahí, dejando a Max preguntándose nuevamente porque la renuencia de los rusos a revelar la verdad de lo que Boris les había hecho.
Cuando al fin llegó al laboratorio, se sorprendió de ver a Rei y Mariah ahí. Por la expresión de la chica de pelo rosa y la tensa pose de su amigo, sumado a la cara de preocupación de su madre, Max temió lo peor.
Inmediatamente llamó su atención golpeando con los nudillos la mesa más cercana. Los tres voltearon a verlo y realmente no fue necesario que siquiera preguntara, su madre puede leer su pregunta en su rostro.
Y aunque lo de Kai ya lo sabía, no la teoría de Bryan y Rei; no sabía de Black Dranzer y eso cambió todo.
Porque si esa cosa esta de regreso, si esa cosa seguía tratando de apoderarse de él y Dranzer no estaba por ningún lado, ¿qué le esperaba a Kai? ¿Con Black Dranzer de regreso podría sobrevivir algo de él estando tan débil? ¿Podrían volver a recuperar a su amigo? ¿Y a Dranzer?
Entonces lo notó.
"¡Tenemos tiempo!" exclama con fuerza.
Sólo que en realidad no exclama nada. No puede. Y nadie lo ve tampoco; su madre está con la vista en el historial clínico de Kai en su tableta, buscando algo, lo que sea… y Mariah discute con Rei quien ahora tiene la mirada nublada. Nadie ve sus labios o sus manos moverse y Max podría llorar del puto coraje al recordar que como ya no puede oír ni hablar, sólo pueden verlo moverse.
Pero no lo hace. Max no llora porque sus piernas lo sostienen, la vista no le falla y no está débil como para permanecer postrado en una cama. Así que tragándose el nudo en la garganta y sus complejos, va con su madre, la tomó del brazo y cuando esta lo ve al fin ignora olímpicamente la culpa y la tristeza que vive en su semblante desde hace semanas, porque lo importante es Kai, más que nunca y como la última vez.
"Tampoco estaba Black Dranzer" le dice mezclando sus manos y sus labios. "Hilary no lo vio. No se puede esconder de ella."
—Eso no soluciona el problema principal, Max —menciona su madre para sí, sin verlo a la cara, pero Max entiende sus labios—: un renacido sin bestia muere, y si Dranzer no está con Kai, pero tampoco lo está Black Dranzer…
—¿Las máquinas?
La voz de Rei sonó débil, baja. A sabiendas de que esa posibilidad era igual o peor que la muerte.
—Sus signos vitales siguen igual —afirma la mujer con preocupación, revisando nuevamente su tableta—. Kai aún no llega a ese punto.
—Admito que Black Dranzer me da pavor —empieza Mariah en voz baja— Pero está vivo, y por su cuenta, eso es lo que importa ¿no? —pregunta con esperanza.
Sin embargo tanto Rei como Judy se miran entre ellos, obviamente no tan felices como Mariah.
—Si yo hubiera traído a Kai de vuelta, sí —explica Judy—. Pero el procedimiento con Kai fue diferente.
—¿Qué hay de Ian? —pregunta Rei, adelantándose a Max—. Fue usted quien lo trajo de vuelta.
—Sólo le dimos la bestia que Boris no había alcanzado a adherir… —Max nota el cambio de expresión de inmediato, conoce a su madre y sabe que al fin ha dado con algo— ¡Las bestias!
Aunque ellos no entiendan bien precisamente qué.
Max ve como su madre entra en uno de esos arranques donde se olvida de todos, va hacia su escritorio repleto de papeles y mientras con una mano parece buscar unos en específico, con la otra está tratando de alcanzar una pluma o lo que sea, siempre y cuando le permita rayar.
—¿El Sr. Dickenson viene en camino, cierto? —pregunta, sin verlos.
—Sí —contesta Rei.
—Bien.
Max no lo soportó más y tomó la muñeca de su madre, antes de que tomara otro papel. La mujer se detuvo, como si el contacto la hubiera quemado la piel, pero no quitó la mirada del escritorio. Max volvió a jalarla, y ella al fin accedió a verlo. La expresión de su hijo fue suficiente para calmarla y regresar a la realidad, pero también a la sonrisa triste que siempre aparecía cuando lo veía.
—Lo siento —Max prefería creer que lo decía por su reciente espectáculo, pero de cierta manera sabía que no era enteramente por eso.
—¿Ha descubierto algo? —preguntó Mariah, llamando la atención de la mujer.
—Creo… aún tendremos que acorralar a Tala entre el señor Dickenson y yo para confirmar mis sospechas, pero de ser ciertas, necesitaremos un poco de ayuda extra —y esta vez miró a los tres—. Vayan con Kai.
Max volvió a jalar de su muñeca, y su madre regresó su mirada a él.
"¿Nos vas a decir que es?"
Su madre asintió con su cabeza.
—Apenas hablemos con Tala lo haré —luego mira a Rei, recordando la situación de su hijo y su amigo—; les diré que es lo que sucede. Por el momento ve con tus amigos.
Max la soltó, y aprovechó para retomar el último papel que había sacado de uno de los folders en su escritorio. Con eso hecho salió de ahí.
Mariah se cruzó de brazos, viendo a Rei y Max.
—¿Por que hay tanto misterio con los rusos y sus bestias? —preguntó—. Todos sabemos que los cinco son renacidos.
—El problema es que los chicos han sido bastante vagos al respecto —menciona Rei—. Y en su momento, el Sr. Dickenson no creyó necesario hacer más preguntas que pudieran molestarlos, estaban bien y a salvo con nosotros. Pero considerando el último ataque de Boris, la situación actual de Kai y que a pesar de eso ninguno de los tres nos quiera decir algo… —el chino frunció el ceño, dejando el resto de la oración en el aire.
Mariah bajo la cabeza, entendiendo y Max también.
Renacer era complicado, lo fue para él, y sabe que la situación con Kai y los demás fue bastante complicado; que Boris se había saltado toda ética y sentido del decoro con tal de ofrecer resultados funcionales.
¿Pero qué más les hizo que impide que hablen? ¿Qué cosa innombrable había hecho Boris que personas tan temerarias como Tala y Bryan, o tan disciplinadas como Spencer prefirieron llevarse el secreto a la tumba y a Kai con ellos?