Sonreía levemente al releer aquellas conversaciones, pero su sonrisa se difuminaba al leer los mensajes más recientes.

15 de Marzo:

-Taichi: Hola ¿todo bien? Hace algunos días que no sé nada de ti.

18 de Marzo:

-Taichi: Estaba empezando a preocuparme, pero al ver que viste mi mensaje, estoy más tranquilo, estaré esperando tu respuesta, un beso.

19 de Marzo:

-Meiko: Hola, me disculpo por no haber respondido tus mensajes, amor. He estado bastante ocupada, aparte de las clases y el club de voleyball, he empezado a tomar clases de piano, las cuales son muy absorbentes, pero pronto tendré mas tiempo, un beso.

19 de Marzo:

-T: ¿Piano? Genial!! Espero que me envíes un audio o un video tocando algo. Yo también he estado algo ocupado, hace unos días nos registramos en un torneo juvenil de futbol de Tokio, si lo ganamos, podremos participar en el campeonato nacional escolar, así que hemos estado entrenando mucho mas, pero espero tener algo de tiempo para nosotros, un beso.

P.D: Te extraño mucho.

21 de Marzo

-M: No te imaginas la falta que me haces u.u. Por supuesto que te enviare algo cuando aprenda a tocar bien del todo. ¿Un torneo? Seguro que ustedes lo ganaran, confio en ti, te quiero, un beso.

22 de Marzo:

-T: Lo sé, cariño, yo también me siento así, pero ya llegaran las vacaciones, yo también te quiero, un beso y un abrazo de oso para que no te sientas tan sola.

Taichi adjuntó una foto. En ella aparece Taichi con la copa del torneo de Tokio.

-M: La copa!! Sabía que la ganarías, yo también te envío un beso y un abrazo de oso, amor.

30 de Marzo:

-T: Lo siento, he estado tan ocupado con el tema del torneo que apenas he tenido tiempo para escribirte, lo siento bonita. Te quiero.

4 de Abril:

-T: Mucho me temo que debes estar enfadada, amor. Y con toda razón. Lo siento.

7 de Abril:

-T: Amor ¿Estas ahí?

12 de Abril

-T: Meiko… ¿Por qué no me contestas? Esta semana te he llamado 8 veces.

16 de Abril:

-T: En serio, estoy empezando a molestarme, Meiko. Por favor contéstame el teléfono, o respóndeme los mensajes, por favor.

2 de Mayo:

-T: Estaría muy preocupado si no supiera que ves mis mensajes. Por favor dime algo, un hola, estoy bien, me bastaría por ahora.

10 de Mayo:

-T: Hace mucho tiempo me di cuenta de que no tienes intención alguna de comunicarte conmigo, pero me negué a creer en esa posibilidad queriendo creer ciegamente que estabas tan ocupada como yo, y por eso no me respondías, pero ya me cansé.

Meiko Mochizuki, a partir de hoy, tienes 5 días para ponerte en contacto conmigo, y si pasados los cinco días no tengo respuesta tuya, daré esta relación como terminada.

16 de Mayo:

-Taichi: Bien, han pasado los cinco días y no he recibido respuesta. Así que ya sabes lo que significa. Se acabó.

17 de Mayo:

Meiko sabía que tarde o temprano esto iba a pasar, era cuestión de tiempo, pero era lo mejor. Jamás se consideró digna de Taichi, siempre supo que de una u otra forma lo haría sufrir, así que lo mejor sería alejarse de el, pero dolía, dolía mucho.

-M: Lo siento.

-T: ¿En serio? Yo lo siento más.

Las lagrimas corrían lentas y tortuosamente por el rostro de Meiko, en el fondo sabía que era lo mejor para Taichi, pero eso no era consuelo suficiente.

-No debes llorar, no debes llorar. – Taichi se repetía como un mantra, tratando de mantenerse fuerte ante la situación. – Ella se lo buscó. – Repetía una y otra vez.

El teléfono de Yamato vibró al recibir un mensaje.

-Taichi: Necesito que vengas, ahora.

-Yamato: ¿Que pasa? ¿Estas bien?

-T: No.- Yamato no esperó por mas detalles y salió con paso veloz hacia la residencia Yagami, y al llegar a ella vio a su amigo de toda la vida con los ojos enrojecidos, como si hubiese estado conteniendo las lagrimas por mucho tiempo. No se hizo esperar y entró de prisa al departamento, siguiendo a Taichi, dirigiéndose hacia la habitación de él, y al entrar en ella se vio repentinamente abrazado por Taichi, sin comprender que estaba pasando.

-Por favor Taichi! Dime que está pasando! – Y en un leve susurro, pero claramente audible para Yamato, Taichi dijo:

-Se acabó, Yama. Terminé con Meiko.

-Taichi…. – Ahora comprendía lo que pasaba y el porqué de la actitud de Taichi.

-Está bien, ya puedes llorar. – Yamato abrazó a Taichi, mientras este soltaba pequeños sollozos, que se convirtieron en un llanto amargo.

-G-gracias, Yama.

-Para eso estamos los amigos. – Aprovechando los centímetros de diferencia que le sacaba a su amigo, Yamato acercó la cabeza de Taichi a su hombro, no quería que él lo viera llorar también.