A cargo
—¿En verdad la vas a dejar a cargo del comedor, Yukihira?
—Por supuesto, de todos modos, ella fue el segundo asiento en su tiempo.
Yukihira Soma se encontraba rumbo a un evento en París por parte de Tōtsuki en compañía de la directora de la escuela, Nakiri Erina, quien se encontraba mirando por la ventana de su avión una luna blanca que le recordaba un poco a las bolas de puré de papa que hacía su compañero para ciertos platillos.
—Parece ser que se esforzó en impregnar su aroma sobre tus ropas—comentó Erina mientras Soma soltaba una risa nerviosa—. En verdad no puedo creer que haya perdido contra ella.
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Eran las once de la noche, un tiempo perfecto en el que Yukihira Rindou se consentía a sí misma mientras su marido se encontraba fuera. El antiguo segundo asiento de la Élite Diez había pasado toda la mañana ayudando a su marido con su equipaje al igual que echando su perfume en toda la ropa que él usaría a modo de advertencia para mantener ese a Nakiri Erina alejada de él.
—Al fin podré descansar—la voz llena de alegría de Rindou opacaba la soledad de la casa—. Mañana y por una semana, estaré a cargo de este comedor familiar.
Rindou no pudo evitar sonreír ante esa última palabra. Desde hace tiempo que ella y Soma habían contraído matrimonio y según Megumi, tal vez era hora de que ambos pensaran más como una familia que como un par de novios que adoran cocinar y vivir la vida como si fuera el último día de ellas. Aunque la idea sonaba algo aburrida en sus palabras, ya ha pasado un tiempo desde que tuvieron aquella plática y la idea de ser un familia no le pintaba tan mal.
«Me estoy volviendo vieja al pensar en esto», ella no pudo evitar reír ante dicho pensamiento.
Lamento si me he perdido, pero tenía muchas cosas en mente en ese entonces. He aquí los siguientes capítulos.