Ya está aquí la actualización, mi vida ha sido complicada y no había tenido tiempo de terminar esta entrada, no me faltaba mucho, lamento haberlos dejado solos durante este tiempo. Espero que les guste y nos leemos abajo.


Ojalá no hubiera sido un sueño, las cosas habían sido normales de nuevo, aunque solo por unos minutos.

Se veía a ella, feliz, era lo único que deseaba, un anhelo que parecía lejano; una canción sin palabras la mecía lentamente, un sentimiento cálido la recorría. Y luego como un cosquilleo eléctrico del lado contrario. Algo duro y frío sobre todo su lado derecho, lo ignoró durante unos segundos y luego le resultó imposible.

Despertó.

—¿Dónde estoy?

—Buenos días, Midoriya. ¿O debería decir noches?

—¿Kirishima?

—Sí, Todoroki tuvo que irse, dijo que se encargaría de todo. ¿Sucedió algo? Parecía estresado.

—Tuvimos un problema con Endeavor.

—Puedo notarlo—, se aclaró la garganta, como si hubiera ahogado con su propia saliva. —Tu ropa está destrozada, creo que ya se te está haciendo una mala costumbre.

Inconscientemente tocó su cuerpo, podía sentir como la ropa que tenía encima se encontraba quemada de muchos lados, seguro que si se pudiera ver notaría que era poca, solo como para tapar lo necesario.

—Tengo que irme entonces, no puedo estar así.

—All Might está ocupado, no creo que pueda venir por ti y realmente es muy noche así que tú mamá ya debería estar durmiendo—. Podía apostar que su rostro denotaba curiosidad y duda, porque Kirishima continuó. —Pero no te preocupes, puse a llenar la bañera con agua caliente, para que puedas bañarte y relajarte un poco.

—Pero yo no...

La interrumpió.

—Tengo ropa para que te puedas cambiar, y si es por tu ropa interior puedes ponerla en la lavadora y cuando termines de bañarte ya estará lista.

—Pensaste en todo, ¿no?

—Bueno, la verdad es que hubo tiempo para hacerlo, llevas dormida un par de horas, en realidad Kaminari te recibió, pero tuvo que irse con Bakugo, cuando te vio se enfureció así que decidimos que sería mejor que no estuviera cerca por un tiempo.

—¿Dónde estoy?

—En la sala, llegaste tan tarde que no quisimos hacer ruido arriba, por si te despertabas o algo.

—Gracias—, no notó cuando la primera lágrima rodó por su mejilla, pero ya no podía detenerse. —En verdad... Gracias.

—¡Espera!, no llores, ¿dije algo malo?

—Al contrario.

Le sonrió con timidez, y le ocasionó una reacción inesperada al pelirrojo, lamentable no pudo notarla.

Unos minutos en tortuoso silencio y luego a tomar su refrescante baño.

El agua estaba en su punto, cerró los ojos e intentó dejarse llevar, quizá esa humedad en su cuerpo le quitarían las penas y el estrés acumulado. Su mente viajó a aquel día en que su peculiaridad había sido activada de nuevo, a sus últimas imágenes dentro de su mente.

Katsuki frente a ella, observándola con terror, sus amigos haciendo todo lo posible por salvar a los inocentes y ella congelada, y entonces el dolor de cabeza, esa sensación de morir lento, como cuando era pequeña y no controlaba sus poderes, cuando su agonía era diaria.

Solo logró ponerse peor, confusa de la situación, y mejor salió del baño. No quería recordar más aquellos días, eso ya estaba en el pasado. Estaba advertida sobre la ceguera y ahora era su realidad, eso no lo podría cambiar nunca... Y más le valía acostumbrarse a la situación antes de que algo malo sucediera por andar de melancólica.

Kirishima había sido lo suficientemente atento como para dejarle una toalla para secarse y un cambio de ropa, que en realidad era una camisa que olía a recién lavada.

No tenía nada que hacer oliéndola, fue solo que la curiosidad le ganó. Un olor a detergente y flores, y ligeramente a él. No era como si le importara del todo, pero no podía evitar pensar que ahora ya era una chica para todos, ya no podía escudarse diciendo que era un hombre, ahora tendría que afrontar muchas cosas y el amor no sería una de ellas. Para ella solo había uno, aunque ahora que las cosas parecían turbulentas ya no estaba tan segura de si su mente le jugaba alguna mala pasada, intentó olvidarlo

Tomó sus pensamientos y los arrojó a lo profundo de su mente; se vistió, solo traía una camisa que le cubría todo el torso, pero era imposible que los shorts de Kiri le quedaran un poco bien, simplemente se le resbalaban tanto que mejor prefirió no usarlos. Era como traer un vestido sin forma, quizá incluso más cómodo, no se le pasó por ningún rincón de la cabeza que era algo bastante atrevido de su parte.

Tomó la toalla húmeda e intentó secarse su cabello, pero le era imposible, era como si lo estuviera mojando aún más de lo que ya estaba. Una sola toalla no era suficiente, pero no era como si pudiera buscar otra en ningún otro lugar. Así que como pudo se la enrolló en la cabeza y salió de aquel cuarto de baño.

El agua le recorría la espalda, se sentía fría y solo quería descansar. Un paso en falso y golpeó su dedo pequeño con algo. Se derrumbó en el suelo, con las lágrimas a punto de salir.

—¿Midoriya?— Escuchó sus pasos acercándosele deprisa. —¿Estás bien?

—Si…

Estaba de cuclillas, tocando su pie, sobándolo. Escuchó que el joven frente a ella tragó saliva fuertemente.

—Estás mojada…

—¿Ehh?

—¡Aah!— Su voz temblaba, —Es solo que tu cabello está escurriendo, creo que una toalla no era suficiente para una chica, debí pensarlo antes.

—Está bien, dejaré que se seque solo.

—¡No!— Se sobresaltó un poco. —Traje la secadora, y un cepillo, si no te molesta puedo ayudarte, pero si no hacemos nada podrías enfermarte.

¿Será que ya lo tenía planeado desde el principio? No era como si le molestara… al contrario, el ser atendida por un chico, por alguien en quien confiaba, le parecía algo completamente agradable.

Sintió su mano sobre la suya, la tomó y cuando se puso de pie escuchó la voz de Kirishima un poco distante.

—¿No te pusiste los shorts que te di?

Y entonces reaccionó un poco, rápidamente bajó su "vestido" y lo planchó con su mano libre; notó sus mejillas más calientes, no le importaba ser consentida, pero esto era completamente diferente.

—Es que… son demasiado grandes, y no pude hacer que se quedaran en su lugar.

—Tus piernas…

—¡Por favor no me mires! Es extraño que ahora me vean como una chica.

—Lo siento, es solo que no puedo evitarlo, — Sus sospechas se volvieron ciertas, realmente la estaba mirando y le daba cada vez más pena. —No son nada masculinas y, sin embargo, antes aseguraba que lo eran; ahora que me fijo bien están llenas de cicatrices, como tus brazos.

—Es a causa de mi peculiaridad.

—Si, lo noté, siempre te lastimabas, pero ahora es diferente.

—¿Hablas de la ceguera?

—Si no es demasiado, ¿te gustaría que habláramos un poco sobre la situación? Ya sabes, lo que pasó aquel día en el centro comercial y aquel día que desapareciste… sobre Bakugo.

Ahora era ella quien tragaba fuertemente. Asintió.

—Creo que sería buena idea hablarlo con alguien aparte de mi padre.

—¿Tu padre?— Sonó extraño. —Disculpa la rudeza, pero pensé que no tenías padre.

—¡Aaah!— Se tapó la boca, nerviosa enrolló su cabello en su dedo. —Es una situación complicada, pero por ahora las cosas se han estado arreglando, en algunos sentidos.

—Me alegra saberlo—. La encaminó lentamente al sillón y la animó a sentarse, se ubicó tras de ella y sintió algo suave recorrerle el cabello. Un sonido fuerte la hizo saltar de su asiento—. Lo siento, debí avisarte.

—No te preocupes…

—Bueno, volveré a encenderla, relájate y solo cierra los ojos.

—De acuerdo—

E hizo lo ordenado. Sintió cada vez menos peso en su cabeza y el dolor del cuerpo parecía disiparse; respiraba profundamente y, cuando menos lo pensó, su cabeza se le iba para un lado. El sueño le estaba ganando.

—Ya casi terminamos, tan pronto termine puedes dormir para evitar que la mañana de un nuevo ciclo se convierta en algo tan pesado—. Asintió. —Oh no, dejé las almohadas en mi habitación, ahora vuelvo, iré por ellas.

Asintió.

—Aquí te espero.

"Tal vez tengamos que matarlo." La voz en su cabeza la aterrorizó, ya se había tardado en hablar, pero no pensaba que esto sería lo primero que diría.

La ignoró con todas sus fuerzas y cuando menos se lo esperó ya estaba dormida.


Kirishima volvió con las almohadas, y cuando la vio dormida su corazón se aceleró, era como si una pequeña princesa acabara de llegar a su hogar. El cabello verde se esparcía por todo el mueble y la playera que traía mostraba las grandes cicatrices, consecuencia de su entrenamiento anterior, se arrepintió de haberlo mencionado antes. Seguramente ella era consciente del tema y se sentía afectada al respecto, tendría que haber pensado más en la imagen de una chica. Se sentía como tonto, debía haberla elogiado, hacerla sentir como la chica hermosa que era, evitarle problemas emocionales a la hora de pensar en su imagen.

Quería arreglar las cosas, y se lo diría a primera hora.

La vio tan cómoda que simplemente la tapó, un tela blanca y gruesa que la cubría de la fría noche, y con cuidado puso su cabeza sobre la almohada que había traído. Deseaba ser él el que estuviera sosteniéndola de esa manera, pero aun así estaba alegrado de verla descansar, seguramente había sido una noche larga, sus pecas le bañaban el rostro, algo lo hipnotizaba, las pestañas largas y los labios entreabiertos.

No se resistió, se acercó lentamente y sin pensarlo ya se encontraba a centímetros de su rostro, de sus labios. Sentía su aliento, su respiración y fue entonces que entendió lo que pasaba. Sus sentimientos habían sido confusos, pero ahora eran más que claros.

Sus labios tocaron su piel.

Un beso en la frente fue todo lo que pudo hacer, no tuvo el valor de hacerlo en otro lugar, quería respetarla, aun cuando le doliera el corazón.


Kirishima es uno de los personajes que más me gustan en la serie de BnHA, a pesar de no ser uno de los protagonistas he estado consumiendo su contenido y he terminado enamorada de él, aunque me gusta más otro personaje que por ahí empezará a tener protagonismo en la próxima entrada.

Me disculpo por no haber podido andar por aquí, estoy intentando dar lo mejor de mi para poder actualizar las mil cosas que tengo pendientes en mi vida, aunque parezca que las vacaciones empezaron la realidad es que sigo en clases y no salgo si no hasta principios de agosto. Mi carrera es de plan cuatrimestral y las cosas solamente se van complicando cada día más.

Pronto estaré viajando al mismo lugar en donde me inspiro, así que espero volver a escribir tanto como antes.

No se les olvide que por ustedes es que sigo aquí, muchas gracias y nos vemos en la siguiente actualización~