Bueno chicos, gracias a todos los que siguieron este fic y los que disfrutaron leyendo hasta el final. Aquí el último capítulo de esta historia. Gracias al amigo MontanaHatsune92 y al genio Gabito por las reviews que hacían que perfeccione esto. Disfrútenlo!
Disclaimer: Los personajes no son míos les pertenecen a sus respectivos dueños.

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Capitulo final: El héroe rojo

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Las armas fueron tiradas al suelo y las manos se alzaron sobre sus cabezas. El régimen no tenía líder a quien seguir. El enemigo dimensional fue derrotado y el grito de victoria de los aliados resonaba en toda Central City. En este dia gris y lluvioso, se logró iluminarlo con la derrota definitiva del infame dictador. Fue una enorme victoria.

Brigitte Lindholm la tenía en sus brazos. Se volvía más fría con el paso de los minutos. Perdió mucha sangre por esa terrible herida. Aún cuando los médicos llegaran a la escena, no lograrían salvarla. Eggman al igual que Brigitte se negaba a lo que vendría.

-Por favor no por favor no...

-¡Medicooo! -El doctor suplicaba ayuda.

La llovizna caía sobre el rostro de Ana, que con sus últimas fuerzas logró abrir. Brigitte era un mar de lagrimas, ya perdió muchos seres queridos en la guerra y sabía, que no volvería a verlos, ni a verla.

-Quiero... Quiero decirles algo...

-No Ana te pondrás bien. -La pelirroja secó sus ojos.

-Podrás ver a tu hija otra vez Ana. -Eggman agregó. -Levántate por favor.

-Mi hija... Está muerta... Podré verla en otro lugar, solo quiero... Hablarles... Brigitte...

-¿Si? -Sollozó ella.

-Eres igual de fuerte que tu padre y tu querido padrino. Eres una chica... Con una enorme fortaleza y grandeza... Que nunca faltará en las buenas y en las malas... Siempre te quise como una hija... Y quiero que sepas que... Nunca estarás sola y siempre serás mi escudo... ¿Eggman?

-Si Ana aquí estoy... -Se puso de rodillas.

-Eres alguien que realmente vale la pena conocer... Pasamos por todo y te volviste alguien especial... Para mi... Todas las vidas que salvaste, te agradecen y te agradezco por eso... Te convertiste en su héroe... Mi héroe... Toma esto... -Ana de su bolsillo le da un medallón con el logo de su fuerza y Eggman lo tomó. -Overwatch no está muerto... Está mas vivo que nunca.

-¿Porque me das esto?

-Tu abuelo y todo tu linaje estarían orgullosos de lo que... Lograste en todo estos dias... Ahora... Eres un Robotnik... Una cosa más...

-¿S... Si?

-No malgastes tu vida... Y Brigitte... Protégelo por mi...

-Ana ¿Ana?. -Brigitte sentía que los latidos desparecían. -Ana no no no... ¡Hay no! ¡Ohhh! ¡NO!

Ana Amari miró al cielo con las gotas de agua golpeando su rostro y al horizonte, los rayos del luminoso Sol penetraron en las nubes grises. Su mano cayó al suelo y de su ensangrentada boca, soltó su último suspiro. La pelirroja apoyó su cabeza en la fallecida egipcia, aferrándose a ella con un abrazo, mojándole la ropa con sus lágrimas. Eggman apretó el medallón de Overwatch por segundos para luego cerrar su puño. Apoyó su mano en el hombro de Brigitte sabiendo que perdió algo que nunca volvería a recuperar. El doctor de su pecho, había nacido una sensación de vacío infinito por la partida. Esa vez Eggman, sintió una terrible y cicatrizante derrotado en su alma, marcando su vida. La esmeralda en su pecho fue la que detuvo su primera lágrima.

Bahamut aún muerto se llevó muchas vidas, y costaría sacar el fantasma de su régimen militar de las mentes de aquí. La ciudad se reconstruía de ladrillo en ladrillo, todos juntos y unidos la volverían a su esplendor.

Aliados y amigos lamentaban la partida de la capitana Ana Amari. El líder equidna se ofreció para que su cuerpo descanse en Sky Sanctuary al igual que sus fallecido amigo Chaotix y la mejor amiga de Amy, y el resto de sus compadres equidnas. Cada uno daba su respeto y fue Eggman y Brigitte los últimos en despedirse de ella. Desde las sombras, la francotiradora llegó hasta estar frente a frente a la lápida de la egipcia. Sacó una rosa roja y la dejó encima de la fresca tierra removida.

-Es una pena. -Nack apareció a su lado.

-Lo sé. -Widowmaker se levantó. -¿Que harás ahora Nack?

-Shadow está ofreciendo dinero por los chacales y soldados que escaparon. Iré tras ellos.

-¿Tú solo?

-Tal vez si, a menos que quieras hacerme compañía.

-No Nack, me encantaría pero no creo que una criminal de guerra te esté ayudando.

-¿No puedes hablar con Shadow? ¿O con Sara? -La comadreja preguntó luego de arrojar también un ramo de flores.

-Escuché que la presidenta quería tirar todo mi historial a la basura pero el comandante le hizo entrar en razón, que también yo estoy de acuerdo.

-¿Vas a entregarte? No te creo. -Nack le miró por segundos las piernas largas para enfocarse en los ojos.

-No.

-Y... ¿Entonces que?

-Ayudaré, pero a mi manera. Bueno Nack, hasta...

-Si hasta nunca preciosa. -Interrumpió él.

-Luego. Iba a decir hasta luego, Nack.

El cazador de tesoros ladeó su cabeza para ocultar su sonrisa de la francotiradora. Sabía que ella era difícil de ganar, desde que la vio en el desierto, y le agradó saber que, la volvería a ver. Hoy ni mañana no, algún dia. Nack nuevamente quiso mirarle otras vez sus piernas pero lo que vio fueron las huellas de sus tacos en la tierra. Rió mientras bajaba su sombrero, ocultando sus ojos.

-Fiuu... Que mujer.

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Tres meses después...

-Como odio caminar...

Sonic era la burla de sus amigos, todos lo veían esperando a que el semáforo se cambie a verde, usando el ascensor, siendo ayudado por chicos. Con la ayuda de Tails, entraron en la nueva tienda de pasteles de Amy. Todos se encontraban ahí. Knuckles y Rouge bebiendo un refresco. Vector contaba el dinero de lo que ganaron atrapando un reducido número de chacales frente a Espio que ganó menos, solo atrapó a cuatro soldados.

-¡Mira quien llegó! ¿Como estás tortuga?

-Ja ja Que gracioso Vector ¿Sabes como cuesta usar estas rodillas nuevas? ¿Y encima con todo estos aparatos rodeando mis piernas? Todavía tengo que esperar un mes más y ¡Listo! Volveré a la velocidad. ¿Y Shadow?

-Aún no volvió de la misión espacial, Sonic. Ni siquiera GUN no me dice nada. -Contestó Rouge.

-Yo espero que vuelva sano y salvo ¿Alguien quiere más cupcakes? -Preguntó Amy y todos agarraron uno de la bandeja. Ella miró el reloj colgado en la pared. -Mmmm, me pregunto donde estará Brigitte. Me prometió que vendría temprano.

-En un rato iré con ella Amy, reconstruir la Deathegg no es un trabajo fácil, aún cuando se tengan robots. ¿Quieres venir Sonic?

-No puedo Tails, iré con Knuckles y Espio a caminar... Si, dije caminar.

-¡OH! ¿Puedo ir? -Amy le preguntó con entusiasmo.

-Pero yo... Bueno ¡Está bien! Pero no quiero chistes de velocidad. ¿Y la tienda?

-Yo me ocupo de la tienda, vayan tranquilos. -Vector se ofreció.

El zorro terminó su cupcake guardó uno para su compañera de trabajo. Se despidió de sus amigos y con sus dos colas girando como hélices, salió volando hasta Launch Base, el aeródromo del doctor Eggman.

Brigitte veía el plano de la base flotante a construir. Era uno de las tantas a fabricar. También se tenía que conseguir las piezas de Metal Sonic y aplicar un sistema actualizado. Revisó también los planos de un nuevo grupo de robots de élite diseñados por el propio doctor. Había tanto trabajo que hacer. Ella escuchó que Tails se acercaba desde los cielos hasta tocar tierra. Ambos se saludaron dándose un abrazo.

-Toma, para ti Brigitte.

-Aww gracias Tails, pensé que no me guardarían. -Ella agarró el cupcake que el zorro le dio con rubor en las mejillas.

Tails tosió para aclararse la voz. -Bueno ¿Que hay ahora?

-Tenemos que construir estos robotitos y actualizar el Hardware y software de Metal Sonic.

-¿Todavía piensas que necesitamos ayudantes?

-Cada dia Tails. ¡Ah! Eggman volverá en un ratito.

-¿Donde está ahora?

-Está... Hablando con ella.

La lápida de Ana era tapada con la sombra del doctor, que trajo consigo un ramo de flores. El leve viento sobre Sky Sanctuary, soltaba las hojas rosas del cerezo creciendo al lado de la tumba. Eggman dejó su regalo en la tierra verde y suspiró mientras leía el nombre de la capitana.

-Hola otra vez Ana. Cada dia pienso en lo que me dijiste ¡Je! ¿Quien dijo que ser un héroe sería fácil? Entre tú y yo Ana, preferiría seguir siendo un villano. Tengo mucho menos que perder... Si, te extraño mucho. -Eggman pasó sus manos por la lápida. -Pero no es tiempo de lamentos. Este mundo, Mobius, necesita un héroe, y yo se los daré... Hasta que la guerra termine. La gente tiene que tener una imagen a quien admirar, y yo como una promesa que juro frente a ti, se los daré. Seré su caballero rojo. Seré... Aunque no quiera... Su héroe...

Tras ello, Eggman ajustó sus anteojos. Se sacudió su nuevo uniforme que hacía ver su creciente y renovada figura física, y de si bolsillo, sacó el medallón de Overwatch para mirarlo un momento. Lo guardó y mientras caminaba, colocó sus manos detrás suyo y lentamente una confiada sonrisa apareció en su rostro.

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Epílogo...

Del otro lado...

A pasado tiempo desde la partida del coronel Bahamut y sus hombres hacían preguntas ¿Consiguió atrapar a los rebeldes? ¿Lo atraparon? ¿O lo que menos esperaban pasó? El resto del equipo esperaba las nuevas órdenes de su ahora líder. El mismo sabía que cuando el coronel no esté entre ellos, le sedería el poder a su fiel mano derecha.

-¿El transportador dimensional aún funciona, Noiman?

-Falta calibrar la misma frecuencia de energía que usó Bahamut para viajar. -Dijo el Hacker Noiman Cascade.

-Te dije que me dieran ese trabajo a mi, gordito. -Dijo la joven también Hacker Sombra. -Lo hubiera hecho más rápido.

-Si logramos viajar por el espacio tiempo o lo que sea, no sabremos a lo que vamos a enfrentar del otro lado. -Dijo el siniestro Reaper apoyado en la pared mirando una de sus escopetas.

-Logré asesinar a los mejores, Reyes, que no se te olvide. ¿DoomFist? Tu opinión es válida.

-El miedo a lo desconocido es común entre nosotros, Joe. Pero puede ser controlado... O derrotado. -Dijo el imponente hombre del brazo metálico.

-Moira y Katia Volskaya tendrán lista la WarHead en una semana. Iremos por el coronel con esa nave y si hay vida en el otro lado... Mis hombres, ustedes, y yo los asesinaremos. Mataremos a todo aquel que haya tocado a Bahamut.

La mano derecha del coronel dio su nueva orden. Su equipo se levantó de sus sillas para iniciar la misión. El mercenario cibernético y nuevo líder Deadeye Joe, no tendría piedad. Nadie estará a salvo de él.

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Fin...