Declaración: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, le pertenecen a J.K Rowling, yo solo soy una aficionada al fandom.
N/A: Para la actividad Uffcedario, se me ocurrió esa palabra y chan! Dramione calentido 333
Beteo de Sandritah... gracias linda!
*Esta historia es de mi autoría y sólo se encuentra en FanFiction y en Wattpad, con el usuario LidiaaIsabel, si lo ves en otro lugar por favor avísame* Di no al plagio.
Resumen: Hermione perdía de vez en cuando la paciencia con cierto rubio.
Idiota
—Idiota, egocéntrico, mal criado…
—No decías eso este fin de semana —dijo el aludido con la ceja en alto, una sonrisa de suficiencia y su voz calmada.
—Es tu culpa y lo sabes. No dejaste que estudiara en todo el fin de semana —respondió ella dándose la vuelta para escapar de un rincón de la biblioteca que a veces servía para sus citas.
Hermione Granger estaba molesta. Lo cual era de temer, pensaba el muchacho que la veía avanzar lentamente anunciando el término de la cita; sin embargo, ella no se había negado, reflexionó sarcásticamente mientras la veía y alcanzaba su brazo para no dejarla ir.
—Eres la gran Hermione Granger, ¿crees que McGonagall te dejará esa nota así como así? Has visto la cara que puso hoy por tu baja calificación en el examen, está claro que te dejará hacerlo de nuevo —le susurró con demasiada tranquilidad, lo cual molestó aún más a la chica.
—Mira, Malfoy —se volteó la aludida para poder recriminarle a los ojos―, no me hubieras entretenido ese fin de semana por… ahí —se sonrojó un poco al recordar lo que habían estado haciendo ―, no me me habría distraído tanto en el examen y hubiera alcanzado a estudiar más.
—¿Más? —Hizo una cara de sorpresa muy graciosa para él, aunque no para Hermione.
—Sí, más —agudizó en respuesta.
Se miraron, ella desafiándolo a seguir respondiendo sus acusaciones, él riendo interiormente por cómo reaccionaba al no poder estudiar y de hacerle sonrojar recordando ciertas cosas entre ellos recientemente. Aflojó un poco la mano en su brazo sin soltarla. Ninguno se movió.
Hermione suspiró resignada. Entonces Draco dio el paso y se acercó a ella abrazándola, no lo hacía muy seguido, lo cual sorprendió un poco a la Gryffindor; pero desde el tiempo que llevaban algo juntos y a escondidas, de lo poco que ya la conocía, supo que necesitaba ser apoyada de alguna forma y un abrazo sería suficiente.
—Yo te ayudaré a estudiar para el examen de recuperación, le inventas algo a McGonagall —le dijo abrazándola un poco más.
—Idiota… —susurró aferrándose a la túnica negra de Draco.
—Pero así te gusto —respondió él con una sonrisa.
Quizá no era Draco el idiota, sino ella también por no poder sacárselo del corazón y de la mente, a tal punto que respondiera cosas que en su sano juicio jamás hubiera anotado en ese dichoso examen.
¿Y les gustó? Perdonden los horrores no pensaba mucho, nomás quería que saliera la historia. Bye