Spoilers leves de después del arco del Rescate de Bakugo.

Esta historia también está publicada en mi cuenta de Wattpad (MariposaOscura) y pertenece al conjunto de drabbles y one-shots llamado "El abecé de BnHA".

Botella.

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Todoroki estaba muerto de sueño y sólo quería irse a dormir a su habitación en la residencia. No le dejaban. Las chicas —véase Ashido, Uraraka y Hagakure como máximas culpables— habían organizado una fiesta de pijamas mixta y los habían coaccionado a todos para ir. Estaba hasta Bakugo, nadie sabía como lo habían conseguido pero ahí estaba.

Por idea de Mineta empezaron a jugar a la botella, sin embargo y para la alegría de las chicas, las veces que el pervertido chico tiraba le tocaba un hombre. Kaminari, Sero y Aoyama habían sido las pobres víctimas y el que más sufría era Denki, pues Jirou no paraba de burlarse de él. Todoroki por suerte se había librado de todos y cada uno de los turnos, pues como estaba medio dormido y Mineta estaba sentado a su lado y montaba un espectáculo se olvidaban de él.

O al menos hasta ese momento.

Todo pasó muy rápido, el grito desgarrador de Mineta al lado de su oído despertó del todo al joven con dos kōsei. Miró hacia el pervertido de la clase justo cuando Jirou, Aoyama y Ashido lo inmovilizaban en el suelo para que no se escapase. Todoroki desvió los ojos hasta la botella y se dio cuenta de que apuntaba hacia él, luego levantó la mirada hacia sus compañeros, encontrándose con varías sonrisas pícaras y con una muy sonrojada Yaoyorozu. Fue como sumar dos más dos.

Al ver que la joven estaba paralizada fue él mismo quien se levantó, con Mineta gritando algo parecido a «¡No! ¡A mi waifu no!» de fondo mientras sus captores impedían que se moviera. Todoroki llegó hasta la chica y se agachó de cunclillas para quedar frente a frente.

Posó la mano en su mejilla.

Se fue acercando poco a poco.

Terminó de acortar la distancia entre ambos.

Para Yaoyorozu el beso fue tan efímero como un aleteo de mariposa y tan agradable como un chocolate caliente en una fría tarde de invierno.

Todoroki volvió a su sitio como si nada, sintiendo sueño de nuevo y con una leve sonrisa en la cara. Mineta, a su lado, lloraba a lágrima viva, pidiendo que dejasen de jugar ya.

Y sí, dejaron de jugar, a pesar de que segundos más tarde alguien sacó unas cartas de la nada. Mineta propuso jugar al strip poker, sin embargo esta vez nadie le hizo caso.