Harry se encontraba acostado viendo el techo, sus padres (cada vez le encantaba más pensar en ellos de esa forma) le habían mostrado su habitación en el Olimpo.

Era una habitación hermosa aunque no había puesto tanta atención en la decoración, estaba agotado tanto física como mentalmente que lo único que hizo fue acostarse en cuanto lo dejaron solo.

Intentó dormir durante mucho tiempo pero tenía tantas cosas en mente, no sabía de qué forma afrontar su nueva situación. No podía imaginar cómo sería su vida a partir de ahora. Había encontrado a su familia y nada haría que renunciara a ellos, era una familia gigantesca y especial.

El simple hecho de enterarse de la existencia dioses y que los tres dioses más importantes y poderosos eran sus padres... aún no lo asimilaba por completo. Y después estaba su "Alma Gemela" que no era nadie más que su padrino, un hombre que fue como un hermano para el que creía era su padre y que lo veía a él como nada más que su ahijado y un niño. Sabía que existía la posibilidad de que Sirius lo rechazara y que preferiría ser solamente su padrino, eso lo atormentaba demasiado.

Y luego estaba el tema de conocer a sus tíos, hermanos, primos... de no tener familia pasó a tener miles de familiares y eso era abrumador. Sus padres le habían preguntado -antes de mostrarle su habitación- si le gustaría conocer a los semidioses que vivían en los campamentos y no había respondido a eso.

Ni siquiera sé dio cuenta cuando se quedó dormido pero asumió que fue muy tarde porque a la mañana siguiente sintió que no había descansado nada. Claro, la cama era la más suave en la que había dormido pero sus preocupaciones no lo dejaron dormir como debería. Así que ya despierto y sin poder volver a dormir se levantó para buscar un baño.

Al encontrarlo en el fondo de su habitación -detrás de una puerta blanca- entró y se maravilló de la que asumió era la ducha. La ducha no era más que una pequeña cascada, se apresuró a desvestirse y en cuanto estuvo bajo el agua se sintió mucho mejor, lleno de energía y definitivamente más despierto.

Cuando salió de la habitación fue directamente a la cocina. Tarde se dio cuenta que instintivamente sabía dónde se encontraba todo dentro del Olimpo.

En la cocina solo encontró a Sirius que estaba sentado frente a una taza de lo que asumió era café. Harry se quedó inmóvil en la puerta solo viendo al hombre que se notaba estaba inmerso en sus pensamientos.

Sirius se pasó la noche sin dormir, pensando en lo que pasaría entre él y Harry. Nunca en su vida pensó encontrar a quien sería su Alma Gemela y mucho menos que sería el hijo de quien fue su mejor amigo. Sirius no podía negar que eso lo emocionaba y que, si era sincero consigo mismo, no podía rechazar un vínculo así por más asustado que estuviera. Sabía también que por la decisión que había tomado Remus lo mataría y no quería pensar en lo que le harían los padres de su cachorro.

Y hablando de ellos... Sirius recordó la plática que tuvo con esos tres la noche anterior.

Flashback

—Me parece señor Black que tenemos una charla pendiente con usted.— dijo Hades en un tono lento y frío que hizo que un escalofrío recorriera por completo a Sirius.

Sirius comenzó a sudar y no sabía si por nervios o por miedo. Y no, no era porque frente a él se encontraban los tres dioses con mayor poder y que uno de esos dioses era el mismísimo señor del inframundo, fue porque esos tres eran los padres del jovencito que estaba destinado a ser su pareja, su Alma Gemela.

—Claro.— pasó saliva duramente.

La mayoría de todo el mundo sabía que esos tres dioses en específico muy rara vez se llevaban bien y Sirius en algún momento creyó que era verdad. Ahora viéndolos se daba cuenta que cuando se unían era una fuerza que temer. Ellos tenían un solo pensamiento, protejer a su príncipe, a su amado hijo que por coincidencia era -o sería- su pareja.

—Si es tan amable de seguirnos, esto no llevará tanto tiempo.— Zeus los guió a su biblioteca personal.—Hagan el favor de sentarse.— hizo un ademán con su mano señalando las sillas individuales.

Se sentaron de una forma en que Sirius quedó casi encerrado por ellos. Eso lo hizo palidecer un poco.

—Así que tú eres el que está destinado para mi hijo.— comenzó Poseidon de forma seria. Normalmente era más relajado pero ese momento requería que tomara el asunto con seriedad. —¿Ya tomaste una decisión? No creas ni por un instante que no nos hemos dado cuenta de tu indecisión y tu inseguridad. Nosotros, por más que queramos, no podemos obligarte a nada.

—No podemos hacer que aceptes o renuncies a esa unión que tienes con nuestro pequeño hijo.— Zeus estaba tomando todo ese asunto con objetividad. —Pero quiero que seas consciente de que nosotros solo buscamos su felicidad.

—Si decides aceptarlo muy bien, no haremos nada por impedirlo. Pero ten en cuenta que estaremos vigilando -y no solo nosotros- que lo trates como se merece.— Hades le dio su peor mirada.

—Pero si resultas ser demasiado estúpido y renuncias a él...— la voz de Poseidon se volvió amenazante —nosotros nos encargaremos que nunca vuelvas a saber de él.

Sirius los había escuchado con atención y tenía que admitir que estaba de acuerdo en ellos. Solo buscaban la felicidad de Harry y lo aceptaban aunque no estuvieran de acuerdo. Eso solo los hacían unos excelentes padres.

—Lo entiendo, pero yo ya tomé mi decisión—. Dijo Sirius lo más seguro que podía. Esos dioses lo intimidaban pero tenía que permanecer lo más confiado posible y no cambiar de opinión. —Si bien tengo que admitir que al principio dudé y tenía un conflicto con esta situación ya no es así.— Sirius levantó una mano dándole a entender a Poseidon -que iba a interrumpir- que lo dejara continuar. —¿Dudé? Claro que lo hice. Me costaba asimilar la idea de que ese niño que yo ayudé a criar y del cual me hicieron su padrino ahora es mi Alma Gemela. Fue una sorpresa que no esperaba y solo podía pensar que estaba mal, solo podía ver a Harry como ese pequeño bebé que apareció una noche en la puerta de la casa de mis amigos, en ese niño al que vi correr tambaleante para recibirme mientras que feliz me gritaba "padrino". Pero me di cuenta de que eran recuerdos y fantasías. Tuvimos a Harry muy poco tiempo antes de que mataran a Lily y James y que a mi me mandaran a Azkaban, muy poco tiempo para que se formara el vínculo ahijado-padrino. Ese vínculo era demasiado delgado que con el tiempo desapareció y cuando lo volví a ver después de tantos años ya no era un bebé, era un joven hermoso tanto por dentro como por fuera y ya no lo voy a negar más.— Sirius se encogió de hombros sintiéndose más ligero después de sacar todo eso de su sistema. —Harry me gusta y, si bien no lo amo aún, nada cambiará mi decisión de darnos una oportunidad. Siempre y cuando sea lo que él quiere.

Zeus, Hades y Poseidon asintieron no muy contentos. Ese hombre los había enfrentado de alguna manera defendiendo el vínculo que tenía o tendría con su pequeño y eso era admirable.

Sin nada más que decir, y sabiendo lo que pasaría, todos fueron a dormir.

Fin de flashback

Sirius había hablado con sus futuros suegros pero no con Remus. Antes debía aclarar las cosas con Harry y tenía que admitir que se moría de miedo.

Tal vez Harry pensaba que no lo había notado en la entrada pero aún inmerso en sus pensamientos era imposible no darse cuenta de la presencia del hermoso joven. Así que armandose de valor -no por fue un Gryffindor- se levantó y fue decidido al lugar donde estaba Harry.

Tenían que hablar y nada lo impediría.

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Creo que no hay escusas para el abandono de esta historia y ya no haré promesas que después romperé.

Espero que les guste este capítulo.

Gracias por todos sus comentarios que me animan a seguir con esta historia