Capítulo 12: Eres lo mejor que me podía pasar

A veces Marinette se preguntaba si realmente estaban haciendo un buen trabajo como héroes, ya que la mayor parte del tiempo los parisinos eran víctimas o akumatizados de Hawk Moth y nunca estaban más cerca de derrotar aquel ser que nunca les da tregua alguna, ¿de verdad serían capaces de acabar con su maldad algún día?

Lamentablemente las respuestas no llegarían a ella esa tarde, al contrario los problemas se hicieron presentes cuando un niño fastidiado por sus compañeros de clase, le arrojaban globos de agua por diversión, ¿las consecuencias? El niño se convirtió en la víctima perfecta para los akumas de Hawk Moth, convirtiéndose en el terrible Ballon Water.

Los héroes de París sólo tardaron unos cuantos minutos en aparecer en escena para enfrentarse cara a cara contra Ballon Water, pero lo que no contaban es que fuese escurridizo, teniendo como habilidad, además de arrojar globos de agua, la capacidad de convertirse en líquido y desplazarse a su antojo, evitando de esta forma la de ser tocado.

Chat Noir fue golpeado varias veces con bolas de agua, su traje ya estaba completamente ceñido a su cuerpo, pero eso a él no le importaba, no mientras su Lady estuviera sana y salva o al menos eso es lo que él creía. La pelea se desplazaba de los tejados a las calles, cada uno distanciado para abarcar más espacio en donde fuese que apareciera Ballon Water. Por su parte Ladybug luchaba con todas sus fuerzas llegando a propiciarle unos cuantos golpes al akumatizado, quien al verse en desventaja se escabulló justo a tiempo cuando el puño de Ladybug iba directo a su rostro, él se convirtió en agua mientras la mano de la catarina acabo por golpear la pared de enfrente.

No pudo comparar el dolor que sintió en ese momento, ni si quiera todas las caídas que tuvo por culpa de su torpeza la habían preparado para aquel sufrimiento, tuvo que morder su lengua para evitar gritar ya que estaba segura que se la había quebrado.

-¡Ladybug! – escuchó el grito del minino desde la calle y eso hizo que la chica del traje moteado respirara hondo para poder canalizar todo su dolor en la pelea que tienen por delante. Ladybug lanzó su yoyo, bajando del tejado para reunirse con Chat Noir. – ¿Estás bien? – preguntó el chico al ver su rostro pálido, ella sólo asintió con la cabeza.

Ballon Water no les dio tregua alguna, por lo que fue Chat Noir quien se lanzó directo a él dejando atrás a Ladybug, quien no pudo seguirle el ritmo como las otras veces ya que su mano no se lo permitía. Ella sólo quería terminar con aquel martirió por lo que invoco el Lucky Charm, el cual le otorgo una enorme esponja de baño, miró a todos lados para ver como aquel objeto podía encajar con otras cosas que la ayudarán a derrotar a Ballon Water. Pronto las ideas burbujearon en su cabeza y rápidamente resguardo su mano derecha sobre su estómago para evitar lastimarse en sus andadas.

-¡Chat Noir! – grito la catarina a su compañero, el chico se giró hacia ella y al ver el objeto rojo de puntos negros supo al instante de lo que se trataba.

Tras planificar el plan, los chicos se pusieron en sus puestos siendo Chat Noir quien ataca a Ballon Water para hacerlo enfurecer y sólo cuando está lo suficientemente cerca de él le propicia algunas golpes provocando su pronta huida, al convertirse en agua, Ladybug dejó caer la esponja con ayuda de la cola del minino, cuando fue absorbido por el objeto, su mochila donde resguarda el akuma cayó justo a los pies de la catarina, destruyéndola para liberar a la pequeña mariposa y purificarla, aunque esto último le costó de todo su esfuerzo.

-¡Ganamos! – vitoreo Chat Noir empuñando su mano estirada para chocarla con la de Ladybug, sólo que eso nunca paso. Cuando la pelea termino, la chica del traje moteado se acuclillo protegiendo su mano inmóvil sobre su pecho, el dolor es cada vez más insoportable por lo que no pudo evitar que unas cuantas lágrimas resbalen por sus mejillas. – ¿My Lady? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? – la preocupación se hizo notar en su voz, Chat Noir se agacho para quedar a la misma altura de la chica, poniendo la mano sobre su hombro para llamar su atención.

-Mi mano. – chilló la catarina con pesar. – Creo que me la he quebrado.

-Déjame ver. – dijo en un suplicio el minino. Ladybug dejo de abrazar por completo su brazo, mostrando su mano roja e hinchada por el golpe. Chat Noir no lo dudo por más tiempo tomo entre sus brazos a la catarina y salió corriendo entre los edificios de París.

El atardecer les sirvió de testigos con cada paso, entre el viento Chat Noir escuchó los sollozos de Ladybug, por lo que aceleró su recorrido y no pudo evitar culparse por no haberla podido proteger, ya que desde el principio él se había propuesto como trabajo personal resguardar su seguridad, sólo que no pudo cumplirlo.

Chat Noir salto de un tejado a otro hasta llegar a su destino, el mismo lugar que Ladybug le había llevado cuando fue atacado por Medusa. Mirando hacia los lados, el chico toco la puerta trasera del local, pronto fue recibido por un hombre bajo de mayor de edad, quien al instante se hizo a un lado para dejar pasar a los héroes de París tras ver el estado de la chica.

-¿Qué fue lo que paso? – pregunto el Maestro Fu, siguiendo a los chicos por detrás. Chat Noir bajo con cuidado a Ladybug, ayudándola a sentarse sobre la silla.

-Golpeé la pared. – expresó la chica aún con los ojos vidriosos y la voz quebrada.

-Necesitaré que deshagas tu transformación. – anunció el Gran Guardián intercambiando miradas entre ambos chicos, queriendo dar a entender que Chat Noir debía irse.

-Él ya lo sabe. – respondió Ladybug arrugando su rostro por el dolor inminente de su mano.

-Lo sabemos. – corrigió Chat Noir al instante.

-Bien, después hablaremos de ello. – dijo el Gran Guardián con una expresión seria en su rostro. Los chicos asintieron y cada uno deshizo su transformación dejando en libertad a Tikki y Plagg, éste último volando apresurado hasta la Kwami roja.

-¿Estás bien Tikki? – pregunto el Maestro Fu a la Kwami.

-Sí, es Marinette quien se llevó la peor parte. – respondió Tikki apenada. – Lo siento.

-No fue tu culpa Tikki, me alegro que estés bien. – dijo la chica con una sincera sonrisa que se agrando cuando sintió a la pequeña Kwami sobre su rostro.

Mientras tanto el Gran Guardián busco entre sus cosas, trayendo consigo un par de anteojos algo raros y grandes para ser de uso casual. El Maestro Fu tomo con cuidado la mano de Marinette, examinándola de arriba a abajo con aquellos anteojos, no sin antes ganarse un par de quejidos por la peliazul.

-Oh sí, ahí está. – hablo el Maestro Fu más para él mismo que para los presentes. – Tienes una pequeña fractura Marinette. – agrego el hombre está vez mirando a la chica y quitándose los anteojos del rostro.

-¿Y qué hacemos? – cuestiono Adrien preocupado.

-Le pondré una férula y en un par de semanas estarás como nueva.

-¿Semanas? Pero, entonces, ¿qué haremos si Hawk Moth vuelve akumatizar a un inocente? – el Maestro Fu se levantó de su asiento yendo directo al tocadiscos, puso la clave secreta y pronto se abrió el compartimento secreto, dejando a la vista la caja con los demás miraculous.

-Chat Noir va necesitar ayuda extra. – dijo el Maestro Fu, ofreciéndole los miraculous a los chicos, Marinette tomo el del zorro a sabiendas de que necesitarían a Rena Rouge una vez más. Al ver que ninguno de los chicos tomaba otro, el Gran Guardián guardo la caja en su lugar para después ir por sus instrumentos y curar a Ladybug.

El Maestro Fu comenzó a ponerle la férula a Marinette, pero con cada movimiento el dolor se volvía cada vez más intenso, Adrien al notar el sufrimiento de la chica se acercó a ella dejando que recargue su cabeza en su estómago, mientras él acaricia su cabello dulcemente, esperando de esta manera calmar su dolor. Cuando el Gran Guardián termino le pasó a Marinette un cabestrillo para reposar su brazo en él y no fuera a lastimarse. Después fue directo a la cocina para preparar lo que parecía un té de hierbas como el que hizo para Chat Noir.

-Tomate esto Marinette, te ayudará a recuperarte más rápido. – dijo el Maestro Fu entregándole un vaso con aquel té de olor extraño. – Y ahora hablemos de sus identidades.

Una hora después, los chicos salieron del local del Maestro Fu, no sin antes confesarle lo que había sucedido entre ellos, lo que no esperaban es que el Gran Guardián les contará que él sabía que eso pasaría algún día, pues ambos estaban predestinados a estar juntos, lo sorpréndete fue que tardaran tanto en corresponderse ya que a sus antecesores no les había tomado tanto tiempo como a ellos.

Adrien llamo a su guardaespaldas después de que ambos chicos se situaran fuera de un consultorio médico y fingieran salir de él. Llegaron directos a la casa de Marinette, donde sus padres les recibieron con una cálida bienvenida, pero en el momento que vieron el cabestrillo adornando su brazo es que entraron en pánico, la chica intentó explicarles lo que había pasado. Una mentira, claro. Para cuando les dejaron ir, Adrien acompaño a Marinette a su habitación, ayudándola a meterse en la cama, ya que si el té era el mismo que él había tomado antes, seguramente caería en un profundo sueño sin dolor. El chico se acercó a ella para besar su frente, de esta manera despedirse, pero antes de que pudiera irse, la chica lo tomo del brazo.

-Quédate. – susurro.

-¿Estás segura? – la chica asintió con la cabeza algo soñolienta, provocándole un cálido sentimiento en su corazón.

-Ok, iré a casa y volveré más tarde, ¿de acuerdo? – Marinette volvió asentir, está vez cerrando sus ojos con tranquilidad.

Como lo prometió, Adrien estuvo en su habitación más noche, sólo que la chica no le sintió llegar estaba tan dormida que ni siquiera quiso molestarla en avisarle de su presencia, la contemplo dormir por un momento, su calmada respiración era hipnótico para él, poco a poco sintió los ojos cansados, así que se recostó sobre su sillón, quedándose rápidamente dormido.

Los ruidos de la planta baja lo despertaron de su letargo, Plagg también los había escuchado por lo que ya se encontraba a un lado de él. Adrien se acercó a la cama de Marinette, quien todavía dormía plácidamente, por lo que el chico se despidió escribiéndole una nota para ella. Llamo a su transformación y volvió a casa justo a tiempo antes de que Nathalie llamara a su puerta. Cuando Marinette no apareció en la entrada del colegio por la mañana, Adrien supo que no asistiría ese día, seguro de que todavía no se sentía del todo bien, por lo que él tuvo que dar muchas explicaciones ese día.

Una semana después, los problemas llegaron sin avisar. Hawk Moth había vuelto akumatizar a un inocente, esperaban que al menos les otorgara una semana más de tregua, pero claro que él no haría eso. Los chicos se encontraban de paseo junto a sus amigos, buscando a André el heladero cuando fueron interrumpidos por los gritos y las multitudes despavoridas, fue en ese preciso momento que aprovecharon las olas salvajes de las personas corriendo para esconderse dentro de un callejón con el único propósito de transformarse.

-Espera. – detuvo Ladybug a Chat Noir cuando iba a saltar a la acción, después de haber examinado la situación desde lo alto de un tejado.

-¿Qué pasa my Lady?

-Necesitamos a Aly… digo a Rena. – los ojos gatunos del chico se expandieron ante tal revelación, Marinette no pretendía revelar su secreto, pero las palabras ya habían sido dichas.

-¿Alya es Rena Rouge? – cuestiono Chat Noir estupefacto. – Claro, como no me di cuenta antes, a estas alturas no debería sorprenderme, tú eres Marin... – la chica se acercó a él con premura, tapando su boca antes de que pudiera terminar de pronunciar su nombre.

-Shhh, alguien puede oírte. – le reprendió la peliazul mirando algo paranoica hacia los lados.

-Lo siento Bugaboo. – murmulla el minino aún con la mano enguantada de Ladybug sobre su boca, mientras que la otra la mantiene inerte sobre su estómago. En un hábil movimiento, el chico sostiene su mano otorgándole un beso en el dorso. – Iré a buscar a Alya. – tras decir esto Chat Noir estiro su bastón y fue en busca de la chica de las gafas. No fue difícil encontrarla, siempre estaba donde los problemas se generaban.

-¿Qué es lo que sucede? – cuestiono Alya cuando Chat Noir la llevo frente a Ladybug en el tejado.

-Necesitamos tu ayuda Alya. – dijo Ladybug ofreciéndole el miraculous del zorro.

-¿Está vez vas a cumplir con tu promesa? – inquirió Alya con la mirada fija en Chat Noir.

-¿Qué promesa? – interrogó la chica del traje moteado a los presentes, el minino sólo se encogió de hombros y sonrió con nerviosismo. – Chat Noir. – dijo su nombre esperando una respuesta.

-¡Ay está bien! Rena Rouge me ayudo a conquistarte.

-¿Qué? – el rostro de Ladybug expresaba sorpresa y confusión.

-Y me ha pedido de favor quedarse con el miraculous.

-Pero nosotros no…

-Lo sé. – la interrumpió Chat Noir.

-He, hola, sigo aquí. – llamo Alya a los chicos quienes sólo hablaban con la mirada.

-Lo siento Alya, pero nosotros no tomamos esa decisión. – se disculpó la catarina poniendo su mano buena sobre su hombro. – Te prometo que haré algo al respecto.

-Entiendo, enserio. Gracias por confiar en mí. – Marinette, Adrien pensó la chica de las gafas sonriéndoles en respuesta. Hace tiempo que conoce su secreto, pero no dijo nada para no importunarlos, al final y al cabo ellos confiaron en ella y está contenta de ver que al fin sus mejores amigos estén juntos.

Cuando Marinette tuvo el completo control de su mano nuevamente, por fin pudo poner en marcha su plan secreto. Había estado preparando todo durante semanas, esperando ansiosa que el día llegará y ahora sólo faltaba él.

-Buenas noches Chat Noir. – menciono la chica cuando vio al minino llegar a su lugar especial, aquel tejado que había sido testigo de todo.

-Buenas noches princesa ¿a qué se debe está increíble velada? – cuestiono Chat Noir destransformándose al momento y viendo los decorativo de un picnic para nada común.

-Sólo quería agradecerte.

-¿Agradecerme? No entiendo, ¿de qué?

-Por cuidarme siempre. – dijo la chica sonriéndole con sinceridad.

-Princesa yo siempre voy a cuidar de ti. – respondió el chico acercándose a ella para acunar su rostro entre sus manos. En está ocasión, Marinette no se resistió a sus impulsos y lo beso, lentamente con ardor. Sus labios se movieron a un ritmo frenético, sus lenguas se encontraron en medio, mientras sus respiraciones se volvían más desenfrenadas, estimulada por el deseo llevo sus manos al dobladillo de su camiseta, envolviendo su pecho con su tacto.

-¿No deberíamos comer primero? – murmuro Adrien con la respiración agitada, después de separarse del beso.

-Olvídate de la comida. – dijo la chica atrayéndolo hacia ella para volver a besarlo.

Adrien no pudo contenerse más, le devolvió el beso con la misma intensidad que ella había implementado, magnificándolo cuando volvió a sentir sus manos en su pecho sintiendo como un escalofrío benevolente lo recorrió por completo. Volvieron a separarse pero esta vez para ayudar a Marinette a quitarle la playera, sus ojos se posaron en él, podía ver el fuego ardiente en su mirada.

La beso, mordiendo su labio inferior con sus dientes, arrancándole un suspiro de satisfacción a Marinette, sonriendo satisfecho entre su boca, con sus manos rodeo su cintura, deslizándolas por dentro de su playera y sacándosela en un instante, pero la chica no dejaría que él se saliera con la suya, en esta ocasión llevo sus manos al borde de su pantalón, desabrochándolo sin su permiso, dejándolo sólo en bóxer. Adrien la miró, en sus ojos podía ver el deseo pero también el miedo.

-¿Quieres que lo dejemos aquí? – pregunto el chico, besando su mejilla con cariño. Ella negó con la cabeza, había dejado pasar tanto tiempo para estar con él, que el chico nunca puso presión para que volviera a suceder, no después de lo que paso en la biblioteca y su pequeña venganza. Tenía miedo sí, de ser Marinette, de que Adrien sólo siguiera viendo a Ladybug y no a ella. – Princesa si aún no estás segura es mejor que paremos aquí.

-Adrien. – pronuncio su nombre con cautela. – Tú qué es lo que sientes por mí, por Marinette.

-¿A qué viene esa pregunta? – cuestiono con desconcierto. – Yo te amo Marinette.

-¿Más que a Ladybug?

-No puedo amar más a una que a la otra, porque son la misma. Marinette, Ladybug me enamore de las dos partes de ti, está magnífica e increíble chica que arriesga su vida para salvar a todos, la que es justa y buena con sus amigos. – su corazón sintió una oleada cálida de amor entrando en su interior, sonrió entrelazando sus manos en el aire.

-Gracias, creo que necesitaba oírlo.

-Te entiendo, yo también necesite que aclararás tus sentimientos conmigo y Chat Noir, nosotros somos tan diferentes.

-No, claro que no. – dijo la chica poniendo su mano sobre su rostro. – Sigues siendo tú… gatito.

La mano de Marinette que acunaba su rostro fue descendiendo por su cuello, clavícula hasta depositarla en su pecho, sintió el latido de su corazón todavía algo desenfrenado después de aquella sesión de besos, sus miradas conectadas lo decían todo, el amor podía sentirse en el aire y el deseo seguían presente en ambos.

Adrien fue quien dio el primer paso, beso sus labios, su cuello y el contorno de sus pechos, sólo la piel que deja expuesta su sujetador. Marinette recorrió su espalda y su cabello jalándolo sólo un poco con cada beso que la hacía sentir en las nubes. El chico en un hábil movimiento desabrocho su sujetador, dejando sus pechos al descubierto, sus labios fueron atraídos a ellos los besó saboreó y estrujó con cuidado, escucho los gemidos de Marinette y eso lo sedujo aún más.

La piel de ambos ardía con cada explosión de sentimientos, el tacto y los besos subían de intensidad con sus caricias. Adrien llevó a Marinette al futón recostándola suavemente mientras desabrochaba su pantalón, jalándolo de un tirón, dejando a la chica sólo con sus bragas. Volvieron a besarse, sus lenguas jugando a encontrarse, la chica mordió su labio con lujuria y él cerro sus ojos dejándose llevar, descendió sus besos hasta su cuello, pasando su lengua sobre su piel, bajando poco a poco hasta su pecho y abdomen, jugo un poco con el elástico de su bóxer, para finalmente terminar quitándoselo de encima.

Sus manos traviesas jugaron con su virilidad, sus ojos cerrados por el placer y su boca siendo atacada por la suya. Marinette disfrutaba ser la causante de su dicha, lo ama tanto que lo daría todo por él, pero Adrien no se quedó atrás, inmovilizó sus manos sobre encima de su cabeza, dejándola expuesta a él, contorno su cuerpo con sus manos, acariciando cada parte de su piel, incluso por encima de sus bragas, la chica sintió una oleada de placer con sólo el roce de sus dedos. Con delicadeza, bajo la única prenda que quedaba entre ellos y entonces pudo explorar el punto de satisfacción de la chica.

Los gemidos no se hicieron esperar, mientras hundía un dedo y luego dos en su cavidad con movimientos que fueron aumentando de velocidad poco a poco hasta llenarla de placer. Preparada para recibirlo, él se introdujo en ella, ambos fusionándose en un baile de ida y venida, con besos de por medio, caricias furtivas, apretones de deseo, miradas que expresan más que las palabras, esa fue una noche para amar, una que ninguno de los dos olvidarían porque volvían a compenetrarse de una manera que pocos tenían el privilegio de experimentar, su alma y su cuerpo se unía con el del otro, aunque claro no todo siempre sería color de rosa y es comprensible porque con un gato bromista y una catarina mandona qué podía salir mal.

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Hola chicxs!

Estoy muy contenta de finalizar está pequeña historia, la cual sólo se suponía iba a tener entr capítulos y llegamos al doble. Debo agradecer a todas esas personas que siguieron la historia, comentaron, agregar a favoritos y/o alertas, de verdad muchas, muchas, muchas gracias sin todo su apoyo seguro no la hubiera terminado o hubiera tardado más.

Sobre el final, espero de todo corazón le hayas gustado, quedo un poco corto porque dividí el capítulo anterior, además quiero aclarar que es un medio final abierto ya que si más adelante me animo con los nuevos caps que salgan, tal vez pueda surgir algo nuevo, no lo sé.

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A PARTIR DE AQUÍ RESPONDERÉ REVIEWS SIN CUENTA!

Siempre respondo por privado, pero como son sin cuenta por eso lo haré por aquí.

Rebeca: Hola! Lamento no haber respondido tu anterior review, pero tenía la idea de que tenías cuenta y ya no tuve manera, muchas gracias por tus comentarios que se me dificulto algo de entender el primero. Creo que este capítulo se resuelve la barrera que siente Marinette con Adrien, es más miedo de ser ella misma, igual si no queda claro, házmelo saber ;) Su relación poco a poco irá avanzado y se volvió un poco normal, como siempre pasa con famosos que al principio le ponen toda la atención del mundo y ya después te olvidas de ellos. Me alegro y me encanta que te haya gustado la historia, de verdad muchas gracias por leer, Saludos :D

Anónimo: Tú sabes quien eres :) Oww muchas gracias, todo fue invención mía, me alegra que te gustará la historia de las estrellas, la voy a poner en wattpad con un final diferente, por si gustas seguirla por ahí también. Espero no defraudar con este final, me encantaría conocer tu opinión de nuevo, saludos y que estés bien :D

Manu: Hola! Muchas gracias por comentar, me alegro mucho mucho mucho que te haya gustado la historia, me gustaría seguir conociendo tu opinión sobre ella. Ten una bonita semana :D

Se despide, su amiga Chrushbut :)