Título: La Rosa de Slytherin .
Harry Potter y sus personajes no me pertenecen. Escrito sin fines de lucro.
Summary: Lily y James Potter abandonan a la mayor de sus hijas en un orfanato, la niña se hace un camino propio desde las sombras. Fem/Harry & Lord Voldemort.
Capítulo I: Squibs
James y Lily Potter estaban muy entusiasmados con la llegada de su primer bebé. Mayor fue su sorpresa cuando se supo que no esperaban un bebé, que eran tres.
Tres niñas.
James decidió llamar Rose Yelina a la mayor.
Lily decidió llamar Camelia Lionetta a la segunda hija del matrimonio.
Ambos decidieron el nombre de la más pequeñas de sus hijas, Jasmine Orlena.
Todo era dicha y felicidad para la familia Potter. Todo se perdió cuando Albus Dumbledore visitó a la familia.
—Son niñas adorables.—Dijo el anciano director.
—¿Sucede algo, director?—Pregunto Lily preocupada al ver que Albus miraba más detenidamente a Rose.
—No quiero ser el portador de malas noticias… Hay una posibilidad de que Rose sea una squibs.—Lily de pronto pareció aterrada. ¿Rose una squibs? ¿Camelia y Jasmine? ¿ Serían squibs también? ¿Había dado a luz a tres niñas squibs?
—¿Estás seguro, Albus?—James pareció pensativo.
—Sucede en las mejores familias, mi muchacho—el anciano actuó genuinamente derrotado.
—¿Sabe de algún caso?
—Mi hermana pequeña era una squibs…—James y Lily reprimieron un gemido de sorpresa.
—¿Cómo?—Lily parecía sorprendida. Si en la familia del director sucedió aquello… Era posible que sus tres hijas sean simples squibs.
—Mi padre era sangre pura. Mi madre era nacida muggles. No es por discriminar mi querida muchacha pero se sabe que los niños que se parecen al padre sangre limpia son aquellos que son magos y brujas formidables. En cambio, aquellos que se parecen a los padres nacidos muggles son squibs.—El viejo director parecía estar muy triste—mi hermana fue un caso, madre quería retenerle pero la pobre enloqueció. No tenía un lugar en este mundo. No entre los magos. Y mi madre no quiso dejarle ir… Era demasiado joven en aquel momento. No pensé bien las cosas. Cuando lo hice, fue muy tarde. Ariadna asesinó a nuestra madre mientras dormía. Quería libertad. Tiempo después, por mano propia, se quitó la vida.
—Eso es horrible, Albus.—James parecía horrorizado. Lily estaba al borde de las lágrimas.
Ambos miraron a la pequeña Rose, cabello rojo escarlata y ojos verdes. Era un pequeño retrato de Lily Potter. Una pequeña copia.
Camelia y Jasmine tenían el cabello castaño de James y sus ojos avellanas.
—¿Qué podemos hacer?—Lily pregunto temblorosa.
—Es mejor que la dejen en un lugar muggles.
—Podría hablar con Petunia. Ella aceptaría criar a Rose como propia si le aseguro que es squibs.—Lily pensó que así al menos podría ver a su hija.
—No creo que sea lo más prudente, mi muchacha. Petunia te odia, ella odia todo lo que tenga que ver contigo. La niña estaría pronto en problemas.—Albus siguió con su papel de abuelito.
—¿Qué aconseja, director?
—Lo mejor será un orfanato muggles.
—¡NO!—Gritó Lily—Eso no…
—Rose es joven. Una familia podrá adoptarla. Al ser un squibs, Rose no tiene posibilidades de que la magia interfiera con su nueva vida.—Los Potter estuvieron de acuerdo.
—Sí eso le asegura un buen futuro, que así sea—Lily no pudo contener sus lágrimas ante las palabras de su esposo.
—Y será mejor que nadie sepa de la existencia de Rose. Ni siquiera sus familiares y amigos. Podrían tomar a mal su acción.—Los Potter asistieron.—Son jóvenes, podrán tener más hijos.
—¿Cuándo lo haremos?
—Mañana mismo.—Lily quiso golpear a aquel viejo mentiroso. Debían ser mentiras. No podía ser posible.
—Claro, Albus.—Lily pensó que sólo eran títeres para Albus Dumbledore… Ojalá pudiera ser mas apegada a sus instintos.
Estaban rumbo a su primer gran error.
Lily se había aferrado a su hija mayor. No podían hacer nada, hacer una prueba de magia era lo que sólo familias oscuras y muy tradicionalistas hacían, todo se confirmaba cuando había los primeros accidentes mágicos.
Lily se había olvidado de que tenía otras dos hijas, Camelia y Jasmine habían pasado a ser el trabajo de dos elfos domésticos. Ahora Lily sólo tenía ojos para su Rose. Era la ultima vez que vería a la niña, no podría seguirle el rastro luego.
Rose era una niña inocente, que no merecía ser abandonada en un orfanato.
Lily se sentía una madre horrible. Iba a abandonar a su hija.
Después de pasar la noche en vela, sin poder quitar los ojos de su pequeña Rose, Lily le alimentó, le dio un baño y buscó la ropita de su hija mayor. Envolvió a la niña en una fina manta, armó un pequeño bolso con ropita de bebé. Rose crecería rápido y no llegaría a usar toda la ropa que le había comprado, ni utilizar su cuna. Lily guardo el resto de los juguetes y ropa de su hija. Hasta había guardado los pequeños trajes en conjunto con los de sus otras hijas. Las pocas fotos que tenían de las tres niñas… A partir de ahora sólo serían dos.
—Lily… Albus llegó.—Lily se desespero.
—James, no podemos abandonar a nuestra hija.
—Es lo mejor para Rose, Lily. Quiera que nuestra hija sea feliz….
—¿Y en un orfanato muggle lo será? Esos lugares son horribles, James.
—Albus me aseguró que le dejaremos en un orfanato en donde adoptan familias adineradas. Ella no pasará hambre…
—Pero no me tendrá a su lado… ¿Qué haré yo? ¿Cómo podré ver a nuestras otras hijas sabiendo que abandoné a Rose?
—Lily… Rose es una squibs.
—No importa. Iré al mundo muggle con las niñas. Se criaran allí y...
—¿Quieres que la historia se repita?
—Lo de Petunia no le pasará a mi Rose…
—Reacciona Lily… Nos aseguraremos de que la niña este bien…
—Es nuestra hija, James.
—No podemos hacer nada, Lily…
Lily lo vio marcharse, ella tomó un pequeño frasco y lo transfiguro en un collar con un dije de una Rosa que parecía de cristal. Lo puso en el cuello de su hija, tomó el bolso y salió del cuarto.
El viaje rumbo al orfanato fue una tortura para Lily. Era como sí no quisiera aquello pero le obligaban a hacerlo. Muerta en vida, así se sentía Lily Potter.
El orfanato era una pequeña mansión, parecía ser un buen lugar. Personas amables, niños bien cuidados, bien vestidos.
—Recibimos muchas donaciones y nuestros niños pueden tener una vida cómoda…—Decía la matrona.—El hogar Marcus Williams Miller le debe su nombre a un hombre que vino de un lugar como este y tuvo la fortuna de ser adoptado por una familia acaudalada. El Sr. Miller falleció hace una década, hizo un gran labor social. Se interesaba por los niños, quería que tuvieran una buena educación y contamos con un instituto propio con gran prestigio. Su niña estará bien.
—Es hora, Lily…
Ella sólo asintió. Observó el cuarto.
—¿Podría despedirme de mi hija a solas?—Lily vio salir a las otras tres personas.
Besó la frente de su hija. Su pequeña mano. Su mejilla regordete.
—Mi Rose… Mami te ama. Papi también te ama.—Lily rompió en llanto.—Volveré y te juro que te sacaré de aquí. Te llevaré a un lugar mejor. Te llevaré a mi lado. A mis brazos. Hoy mismo. Espérame corazón.
Lily apuntó la varita hacía su cabeza y sacó todos los recuerdos sobre lo sucedido desde el nacimiento de las trillizas hasta este fatídico día en el que debían abandonar a su hija. Tomando todos esos recuerdos, los puso en el dije de rosa para luego sellarlo y poner fuertes protecciones en él. La rosa ahora era de un llamativo color dorado. Y un invaluable valor sentimental. Un amuleto de protección. Nadie dañaría a su pequeña rosa.
Lily se despidió de su hija, para no mirar hacia atrás. Pronto volvería a reunirse con ella. Lo sabía.
Llorando se marchó del lugar. Dolía saber que habían abandonado a su pequeña niña. Dolía tanto.
—James, Lily… Necesito un juramento inquebrantable de que no tratarán de volver a traer a la niña con ustedes. Con la guerra que vivimos, que ella esté con ustedes es peligroso. Espero me comprendan.—Lily en ese momento odio al anciano. Si James lo hacía, ella cómo su esposa también estaba ligada al juramento.
—Claro, Albus. Al menos Rose estará a salvo.—Lily se sintió morir. Tomó la varita y vio como Dumbledore y James entrelazaban su brazos derecho con el del otro.
—James Charlus Potter juras guardar en secreto la existencia de Rose Yelina Potter.
—Si, juro.
—James Charlus Potter juras no volver por tu hija, Rose Yelina Potter salvo que sea una niña mágica.—James y Dumbledore le miraron sorprendidos.
—Si, juro.
—James Charlus Potter juras que si algo le sucede a Rose Yelina Potter, el único responsable será Albus Dumbledore. Y por ende, todas las desgracias caerán sobre él, las más terribles maldiciones.
—Si, juro.
—Albus Dumbledore juras que nada ni nadie dañada a Rose Yelina Potter.
—Si, juro.
—Albus Dumbledore juras que si algo le sucede a Rose Yelina Potter, tú serás el único responsable.
—Si, juro.
—Albus Dumbledore juras mantenernos al tanto sobre el paradero de Rose Yelina Potter.
—Si, juro.
—Albus Dumbledore juras mantener a salvo a la familia Potter-James, Lily, Rose, Camelia y Jasmine- de todo mal.
—Si, juro.
—Por nuestro honor, vida y magia… que así sea.
Allí mismo el juramento inquebrantable se hizo realidad. Ahora Albus Dumbledore estaba atado de pies y manos por una nacida de muggles. El anciano ocultó su furia.
—Mi muchacha, eso no era necesario.
—Director, antes que nada soy madre. Mi prioridad son mis hijas. Semanalmente nos dirá cómo se encuentra mi hija. Esta atado a un juramento inquebrantable, si le sucede algo… El responsable será usted, usted y sólo usted. ¿Está Claro?—Lily le retó con sus verdes ojos a decir algo.
—¿Es muy..?
—Concuerdo con Lily, Albus. Si pasa una semana de que no tenemos noticias verdaderas de Rose, tú núcleo mágico se irá apagando y morirás.—Dijo James.
—Es doloroso que desconfíe así de mis intenciones…—Puso su mejor cara de decepción
—Más doloroso fue para nosotros el abandonar a nuestra hija.—Lily le reprochó.—Ahora puede marcharse. No lo quiero ver en mi casa más que lo necesario. Ya conoce la salida. En una semana nos dirá cómo se encuentra Rose.
Albus Dumbledore siempre obraba por el bien mayor. Por eso, al llegar a su oficina estaba tan molesto.
Se suponía que Rose Yelina Potter era la niña de la profecía. Y había querido darle una vida igual a la que tuvo alguna vez Tom Riddle. Ese sería el primer paso, un niño abandonado en un orfanato. Poco a poco moldearía su perfecta arma.
El personalmente iría en busca de la niña, le llevaría su carta de Hogwarts, y si era como esperaba, el mismo la llevaría de regreso a los Potter. Al final la niña tendría que morir enfrentando a Tom. Y él nuevamente sería un héroe.
Nunca espero una actitud tan Slytherin de Lily Potter. La amistad con Severus Snape había dado malos frutos, Lily desconfiaba de él.
Ya no podía usar a Rose Yelina Potter como su arma. El juramento lo ataba.
Camelia y Jasmine aún estaban a su alcance.
Debía pensar bien las cosas.
Ya sabía lo que podía hacer.
Albus salió de la chimenea de los Weasley. Molly era una fiel seguidora de él y de la luz. Una mujer con muchos hijos por mantener y muy ambiciosa.
—Albus, que alegría verte.—Dumbledore sonrió complacido.—Pasa, pasa… No te quedes allí….
—Tengo buenas noticias mi querida Molly… Los Potter tuvieron gemelas. Dos niñas preciosas.—Molly arrugo su fea cara, sentía tanta envidia.
—Aún no comprendo como eso puede ser buenas noticias, Albus…
—Puedes arreglar un compromiso entre el pequeño Ronald y Camelia Potter. Es la mayor y heredera de los Potter. Tu hijo podría ser el próximo Lord Potter. Y sus hijos llevarían el apellido Potter-Weasley. —Albus vio la codicia arder en esos ojos. Molly ya había aceptado incluso antes de que el abriera su boca.
—James se casó enamorado, ellos no aceptarán.
—Puedes criar al joven Ronald con la idea de que el tiene que casarse con la joven Potter. Dile los lujos y riquezas que tendrá. Será muy afortunado y…
—Oh, Albus… ES tan maravilloso. Mi hijo será un Lord acaudalado y…
—Por supuesto, Molly querida. Es agradable que compartas mi entusiasmo. Se que el joven Ronald hará una buena pareja con la chica Potter.—Dumbledore vio sus planes resurgir de sus cenizas.—Mucho me temo que tú marido no este de acuerdo con esto. Su moral es bien conocida por…
—De Arthur me ocupare yo misma, no te preocupes director. Lo arreglare lo mejor posible y llegaremos a un acuerdo.
Dumbledore sonrió triunfante. Todo saldría bien.
Una semana había pasado desde que los Potter habían abandonado a la mayor de sus hijas. Dumbledore se vio forzado a ir al orfanato para verificar el estado de la niña. Rose Yelina Potter era un bebé formidable; cuando el anciano director quiso tomarle en brazos, un escudo rodeó la cuna del infante. Dumbledore maldijo. Ella seria una digna adversaria de Tom. Lily Potter había arruinado el futuro del mundo mágico por un simple capricho.
Resignado, fue a ver a los Potter.
—Mi muchacho, tengo buenas noticias.—Dijo Albus sonriente.—Ella se encuentra muy bien. Esta muy bien cuidada.
—Gracias, director.
—¿Y Lily?
—Encerrada en nuestro cuarto. Así estuvo desde hace una semana. Molly Weasley vino a visitarnos. Lily casi la corrió de casa cuando insinuó un arreglo para un compromiso entre Camelia y Ronald. Lily la maldijo. Cuando la veas pídele disculpas. Lily está muy sensible.—James suspiro.
—Comprendo. Dile a Lily que la niña está bien. Me debo ir, mi muchacho.
Dumbledore siguió su camino. Sus planes para unir a Camelia y a Ronald estaba fracasando miserablemente.
Tres días después
Una mujer -una bruja- caminaba por las calles muggles bajo la lluvia, observando todo con desprecio. Su porte aristocrático y su comportamiento hacían que todos apartaran las miradas. Ella intimidaba, despertaba deseo, lujuria… Parecía ser una mujer inalcanzable. Una mujer intocable.
Uxia Rosier – cuyo nombre de soltera era Uxia Aine Caoimhe Aoife Calleigh - era una dama para admirar y temer. Era una bruja Irlandesa, sangre pura, que se había casado con Evan Rosier Jr. Desde ese momento había adoptado el nombre de Uxia Rosier. Ella era la heredera de la familia Calleigh de Irlanda. Una familia que tenía afinidad por las Artes Oscuras.
Su marido, un fiel partidario del señor oscuro, no podía tener hijos propios. Ella había decidido hacerse con un niño mágico sin importar su origen. Pero dicho niño debía tener algunas características y parecidos con sus familiares.
Sintió una presencia mágica, un niño pequeño estaba cerca y en un orfanato.
Con un hechizo de invisibilidad se metió en el orfanato. Recorrió los pasillos hacía su futuro bebé. En la puerta del cuarto decía Rose Yelina Potter. Sintió su furia crecer. ¿Los Potter habían abandonado a una bebé? ¿Cómo se atrevían?
Tomó en brazos a la bebé, poniendo a la niña bajo el mismo hechizo que le daba la ventaja de la invisibilidad y salió del cuarto dispuesta a solucionar aquella situación.
—Obliviate.—Lo hizo una y otra vez, hasta que no quedó ningún rastro de que alguna vez Rose Yelina Potter hubiese estado en ese lugar.
Salió del lugar y se marchó.
Era una tarde de lluvia, Lily estaba observando a Camelia y Jasmine dormir, James estaba con el periódico en mano.
Lily reprimió un gemido de horror, agarrándose el pecho.
James le observó asustado, Lily luchaba por respirar.
—Rose… Algo le pasa a mi Rose…— Murmuró antes de desmayarse.
James decidió llamar a un elfo doméstico para hacer llamar a Albus Dumbledore, mientras el se quedaba con Lily, esperando a que despertara. Sabía que algo malo había pasado con su bebé de apenas 17 días de nacida. Sabía que el lazo que unía a una bruja con su bebe mágico era mas fuerte que los que compartían las muggles con sus hijos.
Albus llegó preocupado…
—¿Qué es lo que sucedió, mi muchacho?
—Ve a ver cómo está Rose en este momento, Albus.—Dumbledore pareció genuinamente derrotado y preocupado.
—Iré de inme….—Dumbledore no pudo terminar la frase porque sintió un fuerte dolor tirar de su núcleo mágico. Su magia se le escapaba de entre las manos.
Esos fueron los cinco minutos más dolorosos de su existencia, Albus Dumbledore había visto pasar su vida ante sus ojos, realmente pensó que estaba por morir.
El director salió rumbo al orfanato.
James comprobó que los peores temores de Lily se hicieron realidad. Algo había pasado con Rose.
—¿Y mi hija, James? ¿Dónde está Rose?—Lili preguntó.
—Albus fue a ver que sucede.
Camelia y Jasmine ya no estaban en la habitación, habían sido dejadas a cargo de los elfos domésticos nuevamente.
Horas más tardes, Albus volvió… Se veía incómodo, abatido.
—La niña ha desaparecido.—Se estremeció cuando unos ojos verdes le miraron con un gran odio.
—¡Todo esto es tu culpa! Prometiste que mi Rose estaría bien. Que estaría a salvo. ¿Es así como el gran Albus Dumbledore cumples con sus promesas?—Gritó desesperada Lily.—Encuentra a mi hija o abstente a las consecuencias.
—Todos están bajo el hechizo Obliviate. Todo rastro de la niña ha desaparecido. Me temo que no puedo hacer nada. Lo siento, mis muchachos—Lily enfureció. James estaba sin palabras.
—¿Lo sientes? ¿Es lo único que tienes para decirnos?—Lily lo maldijo varía veces con hechizos punzantes y feas maldiciones.—Invoco el castigo para el responsable del incumplimiento de un juramento inquebrantable.
Dumbledore la miró con terror.
—Lily… No puedes estar hablando en serio. Mi muchacha, comprende que…
—Que así sea.—Murmuró James.
Horror fue lo que vieron en los ojos del anciano. Sintió de nuevo que su magia se escapaba de entre los dedos. Sangraba en la alfombra y seguía vivo.
—Al menos, ahora se que mi hija está con vida y que está bien. Estas casi hecho un squibs, director. Tal cual dijiste que era mi Rose. Te llevará mucho tiempo recuperarte y lo que es mejor aún, nunca podrás recuperar por completo tu magia. Y ahora se que mi hija Si era una bruja. Tu nos convenciste de lo contrario. Espero que tu castigo sea placentero, Dumbledore.—Lily no ocultó su odio y resentimiento contra el viejo director.—Vete. James debe quemar esa alfombra con tu sangre.
Una bruja llegaba a su residencia en Inglaterra, una mansión rodeada de exuberantes rosales. La niña entre sus brazos había permanecido en silencio.
—¿Dónde estabas, Uxia? Evan estaba muy preocupado. Hubo recién una convocatoria y… ¿Qué es eso?—La mujer mayor la miró expectante.
—Amaranto, querida… Ven a conocer a tu nieta.—La bruja mayor le miró horrorizada.
—¿Qué es lo que…?
—Por las dudas, diré que no asesine a nadie y que…
—Ya volvieron. Tendrás que dar algunas explicaciones.
—Conseguí a nuestra hija, cariño. Tiene los ojos de tu madre y mi cabello.—Sonrió feliz mientras los dos hombres la miraban escandalizados—No asesine a nadie… Encontré a Rose en un orfanato. Y es una Potter. Rose Yelina Potter. Así era su nombre. Y como no podemos hacer la adopción de sangre he decidido que lo mejor será una adopción por magia.
—Eso es…—Evan Rosier Jr. estaba sin palabras.
—Maravilloso, lo sé.—Descubrió a la niña y sonrió—Les presento a Raissa Uxia Amaranta Rosier Calleigh. Nuestra hija, Evan.
Todos miraron a la mujer como si estuviera loca. Había adoptado a una niña, cuya familia era partidaria de Dumbledore y sus delirios de la luz con su sin fin de mierda barata que sólo los estúpidos escuchan.
Genial.
Simplemente brillante.
Continuará.
Rose Yelina Potter: hija mayor de los Potter.
Rose: De temperamento fogoso, pero amable y amoroso.
Yelina: Significa "la que brilla con el sol". Define a una chica sensible y sentimental que sabe utilizar sus dotes naturales para conseguir lo que quiere.
Raissa Uxia Amaranta Rosier Calleigh: Nombre que adopta Rose Yelina Potter.
Raissa: De origen musulmán, quiere decir "rosa".
Amaranta: Hace referencia a una flor eterna, que nunca muere
Uxia: Nombre griego que significa "bien nacida" y que designa a una mujer noble, con gran fortaleza física y emocional, y con mucha facilidad para superar los obstáculos de la vida.
Camelia Lionetta Potter: Segunda hija de los Potter.
Camelia: Significa "árbol de hoja perenne", que nunca muere.
Lionetta: Literalmente, quiere decir "pequeña leona".
Jasmine Orlena Potter: La mas pequeña de los Potter.
Jasmine: Como un jazmín, es bella y elegante.
Orlena: Significa "dorada" y define a una muchacha con mucha luz.
Uxia Aine Caoimhe Aoife Calleigh (Uxia Áña Kiva Ífa Keli) o Uxia Rosier: Sangre pura. Madre adoptiva de Rose Yelina Potter.
CAOIMHE - Nombre de chica - Ortografía inglesa: KEEVA Pronunciación: /kí:va/ Significado...: Bella, preciosa, amable. Variaciones: Keva
AÍNE - Nombre de chica - Ortografía inglesa: ANYA Pronunciación: /á-ña/ Significado: Gloria..., esplendor,
KELLY, KELLEY o CALLEIGH - Apellido, Nombre de chico o chica Pronunciación: /ke-li...
:/Significado: Nombre y apellido común que origina de irlanda y puede tener varios significados, entre otros: batalla, monasterio, brillante, practicante o de la iglesia
Variaciones: Calleigh, Kelley, Kelli, Kellie, Kallie, Kelleigh, Callie
AOIFE- Nombre de chica Pronunciación: /í-fa/ Significado: Radiante, placentero Variaciones... : Aoife, Aoiffe, Eva, Aife
Uxia: Nombre griego que significa "bien nacida" y que designa a una mujer noble, con gran fortaleza física y emocional, y con mucha facilidad para superar los obstáculos de la vida.