«TRADUCCIÓN:

Autora: Celebony - in Fanfiction

Nombre original: Claustrophobia

Todos los créditos a la autora original, por favor pásense por su cuenta, tiene otros Fanfics que son una joyita: u/406888/Celebony


Nota de la Autora: ¡Hola a todos! ¡Ya va siendo tiempo para un nuevo Fic! Éste tendrá unos seis capítulos (igual de largo a "Family Night"). Fue escrito por mi amiga cktat44, quien también hizo de beta (¡e hizo un un trabajo maravilloso!). Ella quería hacer un Fic que se relacionara con la Claustrofobia, ya q ue ambas estuvimos de acuerdo con que tenía sentido que Harry tuviera problemas con los espacios cerrados después de haber sido encerrado en una alacena la mayor parte de su vida*. ¡Así que escribí esto para esta maravillosa chica! Igualmente, ha sido una beta maravillosa durante todo el proceso, y le doy todo el crédito por inspirar este Fic. ¡Espero que lo disfruten!

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Claustrofobia

Capítulo 1

"¿Lo ves, Harry? ¿Ves la falla en mi brillante plan, ahora? He caído en la trampa que había previsto, que me había dicho a mí mismo que podía evitar, que debía evitar".

"Yo no—"

"Me preocupé tanto por ti", dijo Dumbledore simplemente. "Me preocupé más por que fueras feliz que por que supieras la verdad, más por tu paz mental que por mis planes, más por tu vida y por las vidas que podrían perderse si el plan fallaba..."

-Pág. 838 / Harry Potter y la Orden del Fénix.

Desde el momento en que se lo llevaron del «cuidado» de los Dursley, el verano de Harry ha ido cuesta arriba. Aunque al principio había estado profundamente incómodo en Grimmauld Place y a menudo era atormentado por memorias de su difunto padrino, sus amigos estaban determinados a mantener su mente alejada de la negatividad. Incluso si no siempre se sentía con los ánimos para cooperar con sus esfuerzos, seguía recordándose a sí mismo que no quería ser el angustiado, depresivo y enojado adolescente que había sido el año anterior. Después de todo, eso no ayudaría y ya había hecho pasar suficiente a sus amigos con su acto del «Ay de mí» del año pasado. Ahora Hermione insistía con que entendía su comportamiento, que él estaba sufriendo de la «culpa del sobreviviente», pero para él no era excusa suficiente. Había sido tan extraño tener a Hermione tratando de explicarle a él cómo se sentía, pero el hecho de que sus amigos hayan pasado por tantos problemas para estar ahí con él y entenderlo hacía que cada vez estuviera más determinado recompensarlos comportándose bien.

Fue por esa razón que estuvo de acuerdo con jugar un infantil juego de escondidas, el cual empezó cuando Ginny lo encontró sentado en la cama de Sirius mirando a través de la ventana. Fue elegido como el buscador, más porque no lo querían dejar solo en algún lugar escondido con sus cavilaciones. En la siguiente ronda, cuando a él también le tocaba esconderse, estaba seguro de que alguien le daría una excusa para que compartieran escondite.

Caminando de puntillas en el pasillo del tercer piso, mantuvo un oído atento por cualquier señal de movimiento, pero captó algo aún mejor, un vago susurro que casi echaba de menos viniendo del armario. Nadie nunca subía aquí, realmente, lo cual lo hacía una buena elección como escondite, aunque Harry pensaba que era un poco obvio. Aprobado, no era más obvio que el ocasional escondite de Ron en la cocina, quien usualmente terminaba abriendo las alacenas y el refrigerador buscando comida.

Con una pequeña sonrisa, se aseguró de mantenerse muy silencioso hasta que agarró la perilla y abrió la puerta de golpe, riéndose de los dos gritos de sorpresa que surgieron del interior. Los gemelos salieron, sonriéndole juguetonamente.

"Oigan, si no quieren que los encuentren, entonces no deberían esconderse juntos y susurrar" Se burló Harry.

"Era escondite; George se metió" Se quejó Fred.

"En realidad, querido hermano mío, creo que fui yo quien declaró este como mi escondite mientras Harry seguía en sus veintes*". Protestó George teatralmente.

"Sólo después de que dije que estaba pensando en él."

"No sé porqué cualquiera de ustedes deberían estar fanfarroneando. Es un escondite lamentable" Dijo burlón Harry con una risa.

Fred y George intercambiaron una mirada maliciosa y antes de que Harry pudiera reaccionar, cada uno le agarró un brazo y lo empujaron al armario.

Harry se congeló del horror en lo que la puerta se cerraba, hundiendo el reducido espacio en oscuridad.

Trató de tomar un respiro profundo, pero se le contrajo la garganta en el miedo. Podía sentir su respiración acelerándose y volverse superficial.

"Cálmate. Cálmate, Harry. No va a pasar nada. No seas tonto. Es sólo un armario" Se dijo firmemente a sí mismo, pero otros pensamientos comenzaron a ahogar su auto consolidación, cubriéndola como una densa niebla. Sintió como si las paredes se estuvieran cerrando, como si el aire se le estuviera escapando, como si en cualquier segundo se fuera a percatar de que estaba ahí atrapado con alguien que lo iba a lastimar.

Desesperadamente intentó girar el pomo en vano, odiándose a sí mismo cuando escuchó un gemido ahogado escapar de sus labios. Intentando mantener sus emociones bajo control aporreó la puerta un poco con la palma de su mano, teniendo que envolver sus brazos alrededor de su cintura para evitar que hicieran algo más drástico.

"Que graciosos, chicos. Déjenme salir". Llamó, su voz mucho más calmada que su corazón mientras intentaba de convencerse a sí mismo de que no había nada en el armario con él. Nada lo iba a agarrar desde atrás, envolver sus manos al rededor de su cuello y apretar hasta que ya no pudiera respirar.

Frotó ansiosamente una mano a lo largo del frente de su cuello en lo que esperaba una respuesta de los gemelos que rompiera el aplastante silencio.

Me han dejado aquí. Nadie está viniendo a sacarme. Me atrapará. No puedo respirar. ¡No puedo respirar!

"¡Fred! ¡George! ¡Hablo en serio, déjenme salir ahora mismo!" Gritó, agradecido de le hubiese salido más como enojado que asustado.

Las paredes se están cerrando. No hay suficiente aire. Me va a ahogar. ¿Esa es mi respiración o la de alguien más? Hay alguien aquí. Él está aquí. Está detrás de mí. Puedo sentirlo respirar sobre mi cuello.

"¡DÉJENME SALIR!" Gritó, golpeando la puerta y zanganeando furiosamente el pomo. Su boca se sentía seca y estaba temblando por todas partes. Se sintió enfermo del estómago y no podía tomar aire suficiente en cada jadeo.

Frotó furiosamente el frente de su cuello con una mano, ciertamente había sentido una mano allí, comenzando a ahorcarlo, sólo unos segundos atrás. Incluso con su propia mano allí, aún no podía sacudirse el sentimiento de que alguien estaba estrangulando su vida lentamente.

De repente, el horrible sentimiento de que alguien estaba parado justo detrás de él lo barrió de arriba a bajo. Pudo haber jurado que sintió una mano en su hombro y otra apretando hasta sacarle la respiración.

Blanco, ardiente pánico fluyendo a través de él. Arrojó su cuerpo contra la puerta, golpeando y sacudiendo el pomo, gritando por alguien, quien sea, sólo para que lo dejara salir.

Cuando fue bañado en luz, se abalanzó hacia su fuente antes siquiera de registrar lo que eso significaba. Alguien agarró la parte superior de sus brazos y él gimoteó, tratando se retorcerse y alejarse.

"¿¡Harry!? Dioses, George, trae a Papá. ¡¿Harry?! ¿Qué te pasa?"

Harry meció su cabeza para encontrar la borrosa cara de Fred mirándolo en asustada confusión. Su visión era vertiginosa mientras jadeaba por aire. Todo giraba, haciendo que el mundo a su alrededor se viera surrealista.

"¡¿Harry?! Harry, no te desmayes". Harry se sacudió inconfortablemente ante los dedos chasqueando justo en frente de su rostro. "¿Quizá deberías sentarte?"

En un violento bandazo de su estómago, se obligó a sí mismo a alejarse y correr hacia el baño más cercano sobre sus inestables piernas, colapsando en frente de la taza. Mientras basqueaba hasta secarse, sintió una mano en su espalda y la empujó furiosamente

"¡Aléjate de mí!" Dijo bruscamente, su voz temblaba tanto como él mismo.

"Harry, lo siento tanto" Suplicó Fred. "¡Lo siento mucho!¡Sólo dime qué te pasa!"

"¿Qué está pasando? ¿Harry?"

Harry elevó la mirada para ver al Sr. Weasley arrodillado a su lado. Se apartó al sentir una mano en su hombro.

"Estoy bien" Dijo rápidamente, sin aliento, intentado convencerse de eso. Sus ojos parpadearon sobre la creciente multitud en la puerta y sintió al pánico darle lugar a la quemante humillación. Bajó los ojos con vergüenza.

El señor Weasley, obviamente apreciando la situación cuando comenzó a escuchar preguntas de qué había pasado y si Harry estaba bien.

"Fuera todos" Ordenó, con más autoridad de la que Harry le había escuchado usar nunca.

"Pero papá" Protestaron varios de los chicos Weasley, inseguros de qué hacer con el comportamiento de su padre. Al parecer Harry no era el único que le mostraba este raro lado de sí mismo al patriarca Weasley.

"Ahora" Dijo severamente. "No estoy jugando. Todos, fuera".

En lo que los chicos Weasley refunfuñaban y se iban del pasillo, Harry también comenzó a moverse hacia la puerta, pero el señor Weasley dejó caer una mano en su hombro y meneó ligeramente la cabeza. El pelirrojo fue hacia la puerta, donde los miembros de la Orden se asomaban preocupados, su esposa haciéndose camino a empujones.

Dio un paso hacia el pasillo y le dio al grupo una significante mirada.

"Er, creo que dejé el horno encendido" Anunció Tonks.

"Buena esa, Tonks" Farfulló Kingsley, rodando los ojos mientras bajaban las escaleras. Que dejaran a Tonks cerca de un horno era increíblemente absurdo, incluso para alguien recobrándose de un ataque de pánico, pero Arthur esperaba que Harry lo dejara pasar.

Su esposa se mantuvo firme en el lugar, y Moody también se quedó.

"Averigua qué pasó, Arthur, y entonces podremos decidir qué hacer al respecto" Dijo Moody peligrosamente, como si se estuviera armando un sucio complot allí mismo. Se alejó cojeante en lo que Molly levantó la mirada y miró a Arthur, preocupada.

"¿Harry está bien?" Preguntó ansiosamente. "Acabo de escuchar que acaba de tener una especie de..."

Arthur negó con la cabeza abruptamente y tiró de la puerta atrás de él hasta casi cerrarla.

"Hablaré contigo sobre ésto más tarde. Creo que primero debería hablar con él, ver qué pasa" Dijo tranquilamente.

Su esposa asintió. "Creo que es buena idea. hablaré con él después. Oh pobrecito, nunca ha tenido una figura paterna y ahora que Sirius..." Se detuvo y se secó los ojos con su delantal.

Él asintió y le dio a su esposa un rápido beso antes de entrar al baño y cerrar la puerta, se sorprendió cuando vio a Harry parado nerviosamente en el centro del baño, tratando de calmar su respiración.

"¿Harry?" Preguntó preocupado.

"¿Si?" Respondió con voz chillona. Se sonrojó, y en una voz más tranquila, ligera, se disculpó. "Realmente estoy bien. Yo sólo..." Se detuvo, inseguro.

Arthur tomó asiento en el borde de la bañera y con un ademán invitó a Harry a hacer lo mismo en la tapa del inodoro. Harry se mordió el labio y retorció sus manos al tomar asiento. El padre de Ron puso una gentil mano sobre su antebrazo y Harry, incontrolablemente, se tensó.

"Hey, está bien, Harry" Lo alentó el señor Weasley. "Supe que los gemelos te encerraron en el armario..." Se detuvo al ver los ojos de Harry encenderse con miedo y a su mano volar hasta su cuello en un movimiento compulsivo. "¿Había algo allí?"

Harry metió las manos entre sus rodillas y bajó las mirada, avergonzado. "No. No había nada. Fue algo estúpido."

"No es estúpido si te alteró tanto" Dijo amable Arthur. "Sólo dime qué paso allí. Prometo que no creeré que es estúpido."

"Nada pasó. No había nada ahí. Sólo estaba siendo un tonto." Murmuró avergonzado. Arthur tuvo un destello de lucidez.

"¿Fue el armario en sí mismo?"

los ojos de Harry se alzaron para encontrarse con los suyos, recordándole a Arthur a un animalillo asustado. La mano del chico volvió a frotarse contra su garganta una vez más. Asintió una fracción tan pequeña que Arthur casi no detectó el movimiento.

"No sabía que eras claustrofóbico" Dijo gentilmente. "Me sorprende que nunca haya surgido en la Madriguera, siendo todo algo compacto allí."

Harry suspiró y se corrió la mano por el pelo. "No pasa en habitaciones pequeñas, en realidad. Digo, estoy bien aquí ahora mismo. Hablo de espacios realmente pequeños, especialmente si están oscuros. Sé que es tonto, yo sólo, no sé, pierdo el control" Dijo, claramente frustrado consigo mismo.

"Todos le tienen miedo a algo, Harry" Le aseguró Arthur.

"Sí, pero la mayoría de la gente tiene miedo de cosas que tienen sentido, como Voldemort o cosas así" Arthur se tensó ante el nombre. "¿Me dan miedo los armarios? eso es tan tonto" Dijo Harry miserablemente, su mano frotando su cuello otra vez.

"No es tonto. Tus miedos no tienen que tener sentido. Ya sabes, a mí solían aterrorizarme las aguas profundas. Me rehusaba a entrar cuando no podía ver el fondo" Reveló Arthur. "Nunca hubo una razón para ello. Ninguna mala experiencia en el agua ni nada."

Harry lo miró esperanzadamente. "¿Y ya no le da miedo? ¿Cómo lo supero?"

"Cuando los chicos eran más pequeños, estaban nadando en el estanque y Ron de alguna forma logró sacarse los flotadores que le habíamos puesto en los brazos. Él simplemente desapareció. No lo pensé, sólo salté al agua y lo agarré antes de que él mismo registrara lo que acababa de pasar. ¡Y así fue!" Dijo Arthur encogiéndose de hombros.

Harry le ofreció una pequeña sonrisa de vuelta "Aunque no creo que eso funcione si tengo que salvar a Ron si queda encerrado en un armario"

Arthur se rió un poco por eso. "Bueno, como sea, no es nada de lo que estar avergonzado. Si alguno de mis hijos se burla de ti, sólo recuérdales lo que hiciste por Ginny en su primer año. ¿Enfrentar a un Basilisco y a Quien Tu Sabes por segunda vez? Suena bastante valiente para mí.

"Gracias, señor Weasley" Respondió Harry, mirando cauteloso la puerta.

Harry suspiró de alivio. Arthur le palmeó la espalda, frunciendo el ceño cuando Harry se tensó bajo su toque. No se podía quitar la sensación de que Harry se fue un poco demasiado rápido después de eso, pero supuso que estaba ansioso por alejarse del espacio cerrado o del hombre mayor, Arthur no sabría decir.

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"Ésta es una debilidad que no nos podemos permitir" Gruñó Moody, golpeando su puño contra la mesa, frustrado.

"Harry es un ser un humano" Protestó Arthur acaloradamente. "Ha enfrentado a Quien Tu Sabes en persona más veces que cualquiera de nosotros. ¡Enfrentó a un Basilisco para salvar a mi hija! ¡Entró al Lago Negro cuando no sabía nadar para salvar a mi hijo! Creo que se puede permitir el tener un toque de claustrofobia."

"¡Usa la cabeza, Weasley! Chasqueó Moody. "¿Qué pasará cuando los Mortífagos le pongan las manos encima y lo encierren en una minúscula celda? ¿Entonces será sólo una linda, pequeñita peculiaridad? Si sus enemigos se dan cuenta de ésto, podrán utilizarlo como método de tortura o para un interrogatorio. ¡Pueden usarlo para romperlo cuando necesite pelear de vuelta!"

Varios asintieron de acuerdo.

"¿No es nuestro trabajo evitar que sea secuestrado y torturado?" Objetó Molly, alterándose como siempre hacía cuando las reuniones de la Orden se tornaban en este tipo de discusión con respecto a Harry.

"Sí, hasta ahora ha funcionado bastante bien, ¿no crees?" Vino la sarcástica respuesta de Snape. "Es un milagro cuando pasa un período decente de tiempo sin Potter metiéndose en problemas. Quizá deberíamos trabajar primero en frenar su eterna necesidad de atención".

"¡Cómo te atreves!" Gritó enfurecida Molly, mechones de pelo deslizándose de su moño cuando giró la cabeza al rededor de la habitación para dirigirle una mirada feroz a quien sea que dijera algo negativo acerca del chico con cabello negro como cuervo. "Harry no se lanza al peligro por atención. ¡Si te tomaras cinco minutos para conocerlo realmente, verías que detesta la atención! ¡Es tímido!"

"¿Tímido? Ruego me perdones" Snape sonrió, déspota. "Estamos hablando del mismo pequeño mocoso arrogante o...?"

"¡Suficiente!" Interrumpió Dumbledore, hablando por primera vez desde que el reciente tópico de conversación comenzara. "Éste es un problema potencial. Arthur, ¿Qué tan incapacitante es esta fobia?"

"No estoy seguro, Albus" Admitió Arthur. "Fred y George dijeron que lucía bastante serio, pero puede que pudieran estar exagerando. Están bastante perturbados por el asunto."

"Necesitamos encontrar que tan grave es y entonces decidiremos si deberíamos tomar medidas. Arthur, Molly, ¿Creen que Harry podrás abrirse con alguno de ustedes sobre ésto? Se lo pediría a Remus pero estará en una misión por varias semanas."

"Lo intentaremos" Prometió Arthur.

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Cuando la reunión terminó y los padres Weasley estuvieron solos en la cocina, Molly tomó la mano de su esposo en las suyas y lo miró solemnemente. "Arthur, Harry nunca ha tenido a un adulto al que pueda ver como una figura paternal*. Creo que nos acercamos y no hicimos suficiente" Admitió angustiada. "Quiero que le des a alguien en quien confiar que pueda ser mas paternal. Alguien con quien se pueda relacionar. Eres tan bueno con los chicos, si pudieras pasar más tiempo con Harry, hablar con él..."

Ella se detuvo cuando su esposo besó gentilmente la parte superior de su cabeza. "Lo prometo, haré lo mejor que pueda con él, tendré que ser sutil, creo, o lo asustaré, pero tú puedes seguir siendo la madre un poco mandona."

Él se rió mientras su esposa lo golpeaba juguetonamente con su guante de cocina. Entonces Molly lo abrazó estrechamente y él envolvió sus brazos a su alrededor protectoramente.

"Oh Arthur, estoy tan preocupada por él. Pensar en gente haciendo las cosas de las que Alastor hablaba, en él estando asustado y solo... No puedo soportarlo" Dijo Molly, atemorizada.

"Lo sé" Suspiró. "Mañana distrae a los chicos mientras intento hablar con Harry.

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Harry se movió incómodamente en su silla mientras el señor Weasley le daba una amable sonrisa, halando su silla cerca de la suya. Harry le dio un sorbo a su té inquietamente, más por tener algo qué hacer con sus manos que cualquier otra cosa.

"¿Cómo va tu verano, Harry?" Preguntó Arthur cálidamente. Harry lo miró receloso.

"Bien, supongo" Respondió lentamente.

"¿Sólo bien?" Preguntó el señor Weasley con un matiz de preocupación.

Harry se encogió de hombros. "Bueno, ha ido mejor desde que estoy aquí, pero es extraño regresar sin Sirius" Admitió tranquilamente.

"Siento lo de Sirius. Sé que este debe ser un muy mal momento para ti" Dijo comprensivamente.

Harry encogió los hombros y volvió la mirada a su regazo.

Arthur frunció el ceño. "Si alguna vez quieres hablar sobre esto, puedes acudir a mí, ¿Está bien?"

"Bien, gracias" Murmuró desdeñosamente, Arthur se preguntó cuántas personas le habían dicho lo eso, y a cuántos les importó. Incluso si lo hicieron, Arthur no estaba seguro de si Harry sería capaz de abrirse a alguien.

"Harry, quería hablar contigo acerca de tu claustrofobia" Dijo Arthur gentilmente. Harry se sonrojó y evitó avergonzado sus ojos. "Oye, está bien, ya sabes. Sólo quiero hablar contigo sobre ésto."

"No sé de qué hay que hablar sobre ello" Dijo Harry con un frustrado suspiro.

"Bueno, la Orden está preocupada porque no queremos que nadie use ésto para lastimarte."

"¿Qué quieren que haga al respecto?" Preguntó Harry, luciendo un poco estresado. "Si pudiera controlarlo lo haría, pero es como decirle a Ron que los arañas no lo lastimarán. ¡No importa! Simplemente no puedo apagar el switch; ¡Eh intentado decirme a mí mismo que está bien y salir del «vórtice» pero no funciona!"

"No te preocupes, todos lo sabemos" Arthur pauso, inseguro. ¿Cómo iban a ayudar a Harry? El adolescente de cabello de cuervo tenía la razón, no podían simplemente razonar con él. Probablemente Harry había puesto todos sus esfuerzos en razonar consigo mismo. "Bien, ¿Piensas que podría haber cobrado de algún evento en específico?"

"No se me ocurre nada" Dijo suavemente, mirando su taza de té y dándole un sorbo.

Arthur asintió. "Bueno, es normal. Estas cosas surgen de la nada un montón de veces, ¿Cierto?" Le lanzó una confortante sonrisa que fue respondida con una cortés, pero claramente incómoda, media sonrisa del aprensivo adolescente. "Bien, entonces. ¿Qué te parece hablarme sobre lo que pasó en el armario? ¿Qué tan malo fue?"

"¿Realmente es necesario que hablemos de ésto?" Preguntó Harry en una voz suplicante, mirando ansiosamente hacia la puerta.

"Lo siento, Harry. Sé que probablemente es un poco extraño contarme este tipo de cosas, pero está bien; puedes confiar en mí. Puedes hablar conmigo."

Harry se hundió ligeramente en su silla, de alguna forma pareciendo como si estuviera intentando hacerse más pequeño. "¿Qué necesitan saber?"

Arthur frunció el ceño. Claramente Harry no estaba viendo esto como un acogedor tú a tú con una confiable figura adulta. Bueno, tendría que tomar lo que pudiera tomar. "Er, sólo cuéntame lo que sientes cuando estás encerrado en una alacena."

Harry lucía absolutamente mortificado.

"Bien, erm, supongo que es un tipo de retortijón extraño. Puedo mantenerme bajo control por unos pocos minutos, pero entonces... No puedo respirar" Explicó delicadamente. "Es como si hubiera algo ahí ahogándome. Y pienso que hay alguien ahí conmigo, que yo que es maldita— er, realmente estúpido, lo siento. Y... no sabría cómo describirlo. No puedo razonar correctamente y comienzo a sentirme mareado y a sentir que me voy a enfermar. Sólo tengo la certeza de que si no salgo de ahí moriré." Levantó la mirada con un suspiro para ver la cara preocupada de Arthur. "¿Lo sé, tonto, cierto?"

"Hey" Arthur miró a Harry a los ojos, solemne. "No es estúpido."

"Así que, ¿Qué hará la Orden al respecto?" Preguntó Harry con incertidumbre.

"No estoy seguro. Parece ser que será bastante serio así que podríamos considerar algún tipo de terapia."

Harry se quedó quieto y lo miró incrédulo. "¿Quieren mandarme con un psiquiatra?"

Arthur se sorprendió ante la reacción de Harry. "Si es que eso te ayuda".

"Cree que estoy loco. ¡Todos ustedes creen que estoy chiflado!" Acusó Harry, sonaba traicionado. "¡No necesito a un psiquiatra tratando de analizarme!"

"Harry, ni yo, ni nadie, piensa que estás loco. La terapia no es algo de lo que estar avergonzado. Es algo para ayudarte a sacar tus miedos."

"¡Bueno, puede decirle a la Orden que pueden olvidarlo! Puedo manejar esto. Lo superaré por mí mismo, sin ellos etiquetándome como algún tipo de fenómeno!" Dijo furioso, poniendo su taza de té en el escritorio y poniéndose de pie de un salto.

"¡Nadie cree eso, Harry!"

"Sabía que ésto era lo que todos creerían! ¿No podemos simplemente hacer como si esto nunca hubiera pasado?"

"Nadie está pensando en algo como eso. Es bueno que lo sepamos porque así podemos ayudarte" Razonó Arthur, pero Harry no escuchaba.

"¡Bueno, pues dígale a la estúpida Orden que pueden ir a ayudar a alguien más! Yo no necesito su estúpida ayuda."

Con eso, Harry prácticamente huyó de la habitación, dejando a Arthur ligeramente aturdido a su paso. Admitía que así no era como se había imaginado que irían las cosas. Siempre se conectaba tan bien con sus propios hijos, que se figuró que debería ser fácil hacer lo mismo con Harry. Supuso, asumió que Harry debía estar desesperado por tener una figura paterna con la ausencia de Sirius, no había considerado que podría ser difícil para Harry encontrarla en él. O tal vez para el adolescente las situaciones parentales no funcionaban y las evitaba para protegerse a sí mismo.

Arthur volvió a sentarse en su silla y descasó su frente en sus manos, tratando de descifrar cómo salvar la situación.

"Oye papá" Vino una dudosa voz desde la puerta "¿Estás bien?"

Arthur levantó la mirada para ver a Ron y lo invitó a entrar con un ademán. Ron cerró la puerta tras él y se acercó.

"Así que, ¿Cómo fue la charla con Harry? ¿No muy bien?" Preguntó simpaticamente.

Arthur suspiró y meneó la cabeza con una sonrisa indecisa. "Debí haber reforzado mi relación con él mucho antes. Puede que ya sea tarde. Parece nervioso sólo por estar a solas en la misma habitación que yo."

"Bueno, no te lo tomes personal. Solía ponerse todo nervioso cuando va a ver al Profesor Lupin solo para las tutorías, pero ya lo superó. Suele volverse un desastre cada vez que tiene detención con un profesor, bueno, por lo menos con cualquiera. Creo que tiene algo que ver con su tío" Admitió Ron, conversador.

"¿Su tío?"

"Sí, la forma en la que actúa cuando tiene que estar solo con hombres adultos es la misma forma en que reacciona cuando alguien menciona a su tío. Es algo raro, pero supongo que no lo puedes culpar. Probablemente piensa que todos van a gritarle o a encerrarlo en una alacena o algo así, especialmente porque usualmente, las únicas veces cuando la gente quiere hablar a solas con él es cuando está en problemas" Dijo distraídamente Ron, escarbando entre el tazón con dulces en la mesa.

"¿Encerrarlo en una alacena? ¿Por qué pensaría eso?" Preguntó Arthur con alarma.

Ron parpadeó hacia él. "Yo te dije que Harry no había tenido un dormitorio real antes de que le llegara su carta de Hogwarts."

"Ron, tú dices que tu dormitorio no es un verdadero dormitorio" Le hizo notar Arthur. "¿Y qué tiene eso que ver con el asunto de la alacena?"

"El dormitorio de Harry solía estar en la alacena bajo las escaleras hasta que llegó su carta de Hogwarts. Entonces se asustaron y le dieron la segunda habitación de su primo" Le informó Ron, sonando lo suficiente familiarizado con la historia para lucir ecuánime ante ella.

"¿Qué?" Preguntó Arthur furiosamente.

"Sí, son horribles, realmente. Traté de decircelo a mamá cuando fuimos a recoger a Harry en segundo año; lo habían encerrado en su habitación y estaban matándolo de hambre. Él trató de dejarlo pasar como si no fuera la gran cosa, como siempre hace, pero si yo tuviera que vivir con un tazón de sopa al día para Pig y yo, querría usar magia para romper los barrotes de mi maldita ventana. Esa tiene que ser una excusa válida para usar magia siendo menor de edad, ¿cierto?"

Arthur estaba conmocionado. "Ron, ¿por qué no habías contado esto?"

Ron lo miró sorprendido. "Harry dice que no es la gran cosa y realmente no quiere que nadie lo sepa. Si me enterara de que ellos realmente lo lastiman o algo, te lo diría, lo juro."

"¡Ron, debiste decirme esto desde hace mucho tiempo! ¿Esto es muy serio!" Lo regañó Arthur.

"¿Qué se supone que dijera? Él tiene un montón de quehaceres y una habitación pequeña. Tú y mamá siempre se enojan conmigo cuando yo me quejo de esas cosas" protesto Ron defensivamente.

"Ron, esto suena para mí como que hay una gran diferencia entre tu vida hogareña y la vida hogareña de Harry. Ahora necesito que seas honesto conmigo, no exageres, y me digas lo que sepas de la vida de Harry en su casa, de ahora y de cuando estaba creciendo" Le ordenó Arthur gravemente.

"A Harry no le gusta hablar de ello y me pidió que no le dijera a nadie lo que me contó. Confió en mí para que lo mantuviera en secreto."

Ron parecía destrozado, inseguro de qué camino tomar para causarle a su amigo la menor cantidad de daño. Eventualmente, sin embargo, suspiró y eligió, como usualmente hacía, confiar en su padre.

"Él dice que los Dursley lo odian. Dudley y su amigos solían golpearlo cuando eran pequeños, y ni su tía ni su tío hacían algo para detenerlo. De hecho, creo que lo instaban. Y Harry es el único quien hace quehaceres en la casa y de lo poco que me he enterado parece que él es prácticamente un elfo doméstico. Aunque, no son sólo quehaceres. Una vez, él me estaba hablando de esto, y mencionó que le hicieron servirles comida y bebidas mientras estaban sentados en la sala" Dijo Ron disgustado. "Me contó lo de la alacena cuando lo conocí por primera vez porque estaba tratando de hacerme sentir mejor sobre no tener mucho dinero, creo. Parecía que él pensaba que no había nada malo con eso hasta que me escandalicé por ello. Nunca volvió a mencionarlo y cada vez que le pregunto sobre ello cambia de tema. Sólo sé que intentaron evitar que obtuviera sus cartas de Hogwarts y le dieron la habitación porque las cartas mencionaban su alacena."

"¿Por qué no querían que le llegara su carta de Hogwarts?" Preguntó Arthur, perplejo.

"Odian la magia. Harry mencionó una vez que su tía y tío intentaron estrujársela, lo que sea que eso signifique. Por supuesto, probablemente no lo entendió en ese momento, ya que él ni siquiera sabía que era un mago sino hasta que Hagrid se lo mostró, ¿puedes creerlo?

Arthur no sabía cómo responder. Estaba burbujeando con ira por los Dursley, pero también con culpa. Harry ha pasado parte de cada verano con ellos desde que tenía doce y Arthur nunca lo había considerado realmente nada más que el amigo de Ron. Aparte de ocasionales preguntas sobre la vida Muggle en general y en su tercer año advertirle sobre Sirius estando suelto, su conversación más larga con Harry ha sido justo después de su ataque de pánico. No conocía al chico en absoluto. Quizá sería normal con otros amigos de sus hijos, pero él había sabido que los Dursley eran horribles con Harry y que el chico no tenía ninguna figura paternal a la cual acudir. Había visto su atroz comportamiento dos veranos atrás. Sin embargo, nunca habló con Harry sobre eso y se permitió excusarse del asunto, diciéndose a sí mismo que no sabía suficiente sobre la situación como para hacer un juicio. Asumió que sólo estaban enojados por lo de su chimenea y la broma de los gemelos a su hijo. No había sabido qué pensar sobre la extraña ausencia de Harry en sus fotos familiares, pero lo descartó de sus pensamientos cuando fue atrapado otra vez por la emoción de ir a la Copa Mundial. Considerándolo todo, él se había convertido en otro adulto en el que Harry no podía confiar, sólo alguien más que hizo la vista gorda ante los horrores que sucedían en su casa.

"¿Papá? ¿Estás bien? No vas a decirle a Harry que te dije ¿O sí? Preguntó preocupado Ron.

"Ron, tengo que hablar con Harry sobre esto. Esto es muy serio y estoy muy decepcionado de que no me hayas hablado de esto antes" Le regañó Arthur severamente.

"¡Dijiste que debíamos mantener nuestras narices fuera de los asuntos de otras familias!" Protestó Ron defensivamente. "¡Dijiste que no querías escucharnos hablar de los problemas familiares de otras personas, así que cómo se supone que supiera que estaba bien hablarte de ésto!"

"¡Chismorrear sobre si nuestros vecinos se están divorciando, si o no, es completamente diferente a informarle en privado a tu madre o a mí sobre un amigo siendo abusado por su familia!" Reprendió Arthur.

"¡Bueno, Harry dijo que no era la gran cosa! Además, seguro que tiene una familia podrida, pero no es realmente abuso, ¿no es así?" Preguntó Ron aprensivamente , sintiendo que pudo haber cometido un grave error.

"Existe el abuso mental y emocional" Dijo Arthur oscuramente. "¿Y estás seguro de que nunca lo han lastimado físicamente?"

"Bastante seguro" Respondió dudoso Ron. Ante la expresión en el rostro de su padre saltó en su defensa nuevamente. "¿Qué? Él nunca lo menciona, no es como si le gustara hablar de ellos en absoluto. ¿Qué se supone que hiciera? ¡No es como si simplemente vas y le haces a la gente ese tipo de preguntas!"

Arthur asintió y después de un momento abrazó a su hijo.

"Papá, ¿Harry estará bien, verdad?" Preguntó Ron preocupado cuando se separaron.

"Eso espero, Ron. Voy a tener algunas conversaciones difíciles con él muy pronto. Sólo espero que no sea demasiado tarde para tenerlas."

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"¿Cómo fue la plática con Harry?" Le preguntó Molly a su esposo esa noche después de que todos estaban en cama.

Arthur suspiró. "Mi charla con Ron después de ella fue mucho más provechosa. Molly, creo que sé porqué Harry es claustrofóbico."

"¿Lo sabes?" preguntó Molly sorprendida. "Pensé que habían dicho que este tipo de cosas normalmente no tienen una causa."

"Sí, pero dicen que a veces la hay, y en éste caso, estoy bastante seguro de que fue causada" Dijo Arthur furiosamente. Su esposa lo miró preocupada y Arthur continuó. "Molly, Ron me dijo que los Dursley solían encerrarlo in una alacena. ¡Ese era su dormitorio!"

Molly se quedó mirándolo conmocionada. "¿Qué?"

"Además, cuando le llegó su carta de Hogwarts, lo trasladaron al segundo dormitorio de su primo y pusieron barrotes en sus ventanas!"

Molly jadeó. "¡Oh no! ¿Estaban hablando en serio de eso? Pensé que... ¡Pensé que estaban exagerando! Quiero decir, ¡Parecía tan ridículo! ¿¡Barrotes en las ventanas?!"

"Creo que todos pensaron que estaban exagerando. Ninguno nunca tuvo una charla seria con un adulto sobre ello. Los pocos comentarios de Ron eran tan vagos y sonaban tanto como las quejas que hace en casa todo el tiempo, ¿Cómo se suponía que supiéramos que era algo como esto? Además tengo la impresión de que Ron es el único que sabe más del tema pero no parece que entienda lo serio que es todo esto. Cuando le pregunté porqué nunca nos dijo, dijo que Harry no quería que él lo contara y que nosotros le habíamos dicho que que no chismeara sobre las familias de otras personas."

"¡Eso no es lo que les quisimos decir!"

"Lo sé, lo sé, pero aparentemente así es cómo, por lo menos Ron, se lo tomó. No ayuda el que no parece que sienta que Harry a sido técnicamente abusado de alguna forma."

Molly se puso blanca. "Oh dioses, Arthur, no creerás que ellos..."

"No lo creo" La cortó Arthur. "No podemos estar seguros, por supuesto, pero Ron dice que nunca ha notado nada como eso."

"Oh Merlín, Arthur, esto es horrible." Molly empezó a lagrimear. ¿Sabes que él se estremece cada vez que alguien lo toca?"

"Molly, querida, puede que sea porque el no ha sido expuesto mucho al contacto. Dudo que ellos lo hayan sostenido o abrazado mucho durante su niñez." Dijo Arthur oscuramente. Se iluminó ligeramente ante la mirada determinada en la cara de su esposa y supo lo que ella estaba pensando.

"Es posible que quieras aliviarlo en esto, Molly, o comenzará a sospechar."

"Sé lo que hago" Respondió distraídamente, haciendo un ademán hacia la caja de pañuelos. Arthur le pasó uno y ella se secó los húmedos ojos. "Simplemente no me gusta esto, Arthur. Harry es un chico tan dulce y esto es tan injusto. No sólo vivió con esas mantícoras, ¡Sino que ahora tiene a toda la Orden a sus espaldas porque fue traumatizado de niño y tiene un razonable miedo a las alacenas! Además tiene mucha presión con la guerra, entonces murió Sirius y Remus no está aquí. El pobrecito. Oh, y esa familia suya, soló quisiera... ¡Urgh!" Arthur tenía una sonrisa para cuando su esposa estaba haciendo varios gestos violentos, destruyendo el pañuelo que estaba sosteniendo.

"Mañana intentaré hablar con él de nuevo, y tu puedes hacer lo que quieras con él" Dijo serio.

"Somos todo lo que tiene, Arthur. No podemos arruinarlo."

Arthur la besó en la frente. "Lo sé."

Iba a ser difícil, y Arthur no tenía idea que cómo proceder, pero tenía que intentar. Porque Molly tenía razón. Si arruinaban esto, no quería pensar en lo que podría pasarle a Harry.

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A/N: ¡Espero que todos hayan disfrutado el primer capítulo! ¡Por favor comenten para dejarme saber si les gustó!

T/N: Esta es mi primera traducción y no sé si lo estoy haciendo bien del todo. Además me costó un huevo hacer este capítulo porque hago la traducción a mano (porque el Google Traductor traduce frases como la mierda) y aquí escritas hay aproximadamente 5.650 palabras sin incluir las notas. No sé cuando vaya a actualizar (pero definitivamente lo voy a terminar) jaja, suerte.