Pokémon Reset Bloodlines – Interludio de Drake (Liga Naranja)

Escrito por Crossoverpairinglover, traducido por Fox McCloude.

Disclaimer: Pokémon y todos sus personajes son propiedad de Satoshi Tajiri y Nintendo. La historia de Reset Bloodlines y este spinoff pertenecen a Crossoverpairinglover. Todos los derechos reservados.


(PARTE I)


Archipiélago Naranja…

En sus años en la cima de la Liga Naranja (y atravesando muchos debates de si "Líder Supremo de la Liga Naranja" quería decir Campeón, era equivalente a Campeón, y puristas escandalosos discutiendo para un lado o para el otro), Drake había peleado contra muchos retadores. Muchos locales, otros de Kanto o Johto. Algunos incluso de más allá. Jamás lo habían derrotado. Ninguno de ellos se había unido al salón de la fama durante su tiempo, aunque algunos llegaron bastante cerca.

- ¡Saur!

Aunque parecía que estos días se veía venir más y más de cerca que eso fuera a cambiar. Su Venusaur, incluso dos años antes, que apareciera en batalla era una rareza, aunque parecía que tenía que llamarlo más a menudo incluso ahora. Si sus detractores querían sugerir que el tiempo de inactividad habría debilitado a su viejo amigo, el Tyranitar que estaba siendo restringido por docenas de látigos era un buen testamento al hecho de que la falta de uso no había oxidado la fuerza y habilidades de Venusaur. Dicho Tyranitar se agitaba violentamente, rugiendo de furia y tratando de liberar un brazo o poner un pie en el suelo, o por lo menos que le soltaran el hocico.

- ¡No! – gritó el entrenador de Tyranitar con desesperación.

- ¡Y este podría ser el último movimiento, amigos! ¡Nuestro Drake tiene al mejor Pokémon del retador envuelto para regalo! ¡Claramente Drake estaba preparando esto cuando entró en la segunda mitad con un hándicap: Ditto, Onix, y Gengar estaban debilitando a cuatro de los Pokémon restantes para ser vencidos en un solo gran despliegue de poder!

No, eso no era así. Eso no era lo que estaba planeando en absoluto. Nada de eso había sido idea suya, de preparar esa estrategia de barrido.

- ¡Termina con esto! – Drake no dejó que la verdad se mostrara en su rostro, que su recuperación había sido espontánea.

- ¡Venusaur! – Su viejo amigo estuvo de acuerdo, y con un aro de cansancio que solo él pudo captar en su tono, Venusaur azotó a Tyranitar contra el suelo, haciéndolo retumbar con el impacto de la dura bestia. Luego retrajo sus látigos al aclararse el polvo, revelando el destino de Tyranitar.

- ¡Tyranitar ya no puede continuar! ¡La victoria es para el Líder Supremo Drake!

El público comenzó a vitorearlo. El retador regresó a Tyranitar con el cejo fruncido, mirando la Ultra Bola del Pokémon con algo de decepción personal.

- Perdóname, amigo, creí que ya lo había descifrado. Supongo que tendré que pasárselo a otro. – alcanzó a escuchar Drake en medio del rugido de la multitud por su victoria. ¿Qué era lo que tenía que pasarle a otro?

Drake se movió para preguntarle a su oponente lo que quería decir con eso, pero Venusaur dejó salir un gruñido de cansancio y colapsó en el suelo. Prioridades primero. Venusaur necesitaba ver a la Enfermera Joy. Cuatro batallas seguidas lastimaban a cualquiera.

...

Drake había esperado ver a su retador en el Centro Pokémon para preguntarle, pero no había señales de él. ¿Quizás habría dejado caer sus Pokébolas y se fue a algún lugar privado? ¿Tal vez tenía medicina a la mano? Drake no tenía idea, pero no podría encontrar la respuesta a su pregunta directamente. Quizás lo mejor sería preguntar de manera indirecta.

Poco después que la Enfermera Joy se llevó sus Pokébolas para curación y chequeo (más valía no arriesgarse con otro brote de gripe eléctrica), Drake se fue hacia un teléfono público y marcó el primer número que le vino a la mente. Una cabeza de pelo rojo lo saludó.

- Drake. Pero qué sorpresa. – Era Luana, la líder del Gimnasio Kumquat.

- Espero no molestarte, pero quería preguntarte algo. – Drake decidió omitir la parte de que podría molestar a Rudy, Danny, o Cissy con la pregunta, aunque prefería las respuestas de ella o de Rudy. Ellos serían mejores jueces.

- Claro, aunque estoy esperando una llamada semanal. Si viene tendré que ponerte en espera. – le dijo directamente.

Drake sospechaba de quién podría ser la llamada. Ya sabía que el hijo de ella se había ido recientemente en su propio viaje Pokémon, para Johto, si mal no recordaba. Aparentemente se emocionó de ver un torneo reciente en Ciudad Fuchsia, el cual Drake tuvo que admitir fue bastante impresionante. Después de todo, no todos los días se veía usar el campo de batalla como arma a un Pikachu, la misma especie que el inicial de Travis.

- Entonces seré breve. ¿No has notado si los retadores en tu gimnasio recientemente se han vuelto más fuertes? – le preguntó. Quizás lo mejor era ver la explicación más simple primero, que se enfrentaba a oponentes mucho más duros.

- Hmm… – Luana puso un dedo en su mentón, mientras se ponía pensativa. – Honestamente, no puedo decir que ese sea el caso. No es que sean malos, pero tampoco creo que estemos viendo ese surgimiento de talento que muchas regiones están teniendo recientemente. Quizás enfrentar los desafíos únicos de Cissy y Danny equilibre un poco la marea, o tal vez veremos a muchos de ellos tras las Conferencias Índigo o Plateada, honestamente no sabría decirte.

Drake frunció el cejo ante el comentario. ¿No era simplemente que los retadores eran más fuertes de lo usual? Analistas en las estadísticas de las ligas usualmente decían que las generaciones exitosas de talento a menudo venían en oleadas, y que las ligas entraron en un período resurgente de talento e interés en los campeonatos regionales luego de que la última oleada terminó, alrededor del tiempo que la Liga Kalos aquella anciana. Entre eso y más o menos hacía un año, la nueva sangre no era tan interesante, y la mayoría de las batallas emocionantes estaban en otros niveles de la liga, como los menos frecuentes torneos de líderes de gimnasio y la Liga de Campeones. El primero era más directo, y la segunda bastante menos.

- Ya veo. Gracias. – dijo Drake cortando la llamada con la especialista en batallas dobles, y se encontró mirando a la pantalla en blanco. Si no era un cambio de fuerza, ¿qué estaría pasando?

El Palacio de la Victoria, también llamado el Salón de la Fama por los niños. En todo su tiempo, Drake no había dejado entrar a nadie en estos privilegiados corredores. Todas las imágenes habían venido anteriores a él.

Caminando entre los corredores, pasó entre un par de estatuas de Dragonite y llegó hasta una estatua hecha del mismo material de un hombre, inmortalizado por siempre en piedra en un atuendo que estaba de moda hacía unos cuantos siglos. El primer Líder Supremo. Pasando dicha estatua había tabletas de piedra impresas y grabados, ocasionalmente con pinturas o cosas así. Todos marcaban a alguien que había derrotado al primer día y se ganó su lugar en el salón.

Continuó caminando entre los recuerdos, hasta que se encontró con una segunda estatua, esta vez de una mujer. La segunda Líder Suprema, detrás de la cual también había más memoriales de aquellos que habían triunfado sobre ella. El primero era, extrañamente, la pintura de un barco con su capitán en la proa, flanqueado por un Gastly y un Haunter. No había tableta impresa, aunque supuso que pedirle a un Gastly que hiciera una huella impresa de manos o pies era algo difícil.

Drake continuó, pasando por más y más estatuas y memoriales. Las ropas se volvían progresivamente más modernas, al igual que los estilos artísticos. Aunque Drake tuvo que hacer una pausa cuando alguien aparentemente solicitó que su retrato en el salón de la liga fuese hecho en un estilo de arte cubista. Eso valió unos cuantos minutos de darle una mirada de "No puedes hablar en serio" antes de seguir viendo por el histórico pasillo.

Eventualmente llegó hasta su propia estatua. Su cara era un poco más afilada entonces, y se veía más juvenil. Y detrás de su estatua no había nada, pues la última entrada al salón de la fama había sido de un entrenador nativo de Kanto llamado Casey Snagem. Dicha foto, mostrando a un Clefairy y Magmortar, había permanecido como la última entrada por años. Había establecido el récord histórico como la racha más larga en un largo tiempo.

Y aun así, parecía que algo le daba las señales de que pronto terminaría.

Como en todas las islas en el Archipiélago Naranja, los turistas eran comunes en la Isla Pummelo. No era la más popular de ellas de ninguna manera, pero los negocios en la playa todavía daban unos buenos dólares de los turistas de todas las variedades.

Aunque el consenso general entre los "expertos" era que Alola era mejor sitio para vacacionar, la falta de visitantes de Fiore, Almia y Oblivia que Alola tenía era considerada por muchos razón suficiente para ir a las Islas Naranja y su menos desarrollada infraestructura y menos interesante cultura. Dejando de lado aquellos hechos/opiniones, Drake caminó hacia el borde de la playa, con sus pies haciendo que la madera debajo de él crujiera de una manera placentera a sus oídos, mientras miraba hacia la playa cercana distraídamente. Y la pregunta que todavía lo molestaba seguía zumbando en su cabeza…

- ¡Y te sigo diciendo, rarito, que no tienes la menor idea! ¡Voy a vencer a Drake!

Ese grito furioso captó su atención. Y además estaba relacionado hacia lo que lo estaba molestando. Después de saltar hacia la arena y caminar un poco, Drake llegó hasta la fuente de la discusión.

- ¡No solo es el internet! Todo mundo ha estado trabajando en ello, y yo también. ¡Sé que no tengo ningún Pokémon con movimientos de tipo Roca, pero tengo dos que conocen Brillo Mágico!

Por un lado, el que hacía los gritos, era un local. El hecho de que dicho local no estaba vestido para la playa lo hacía muy obvio, ya que solo los turistas venían vestidos para la playa o para ir a surfear. A los locales no les gustaba tanto. Y el buen bronceado que tenía era otro indicio.

Al otro lado había dos personas más jóvenes, probablemente un par de adolescentes. Se veían suficientemente mayores para haber hecho al menos una liga, si lo habían logrado. El que estaba recibiendo el grito llevaba una gorra roja, y un par de shorts negros. Parecían ser solo para relajarse, si el cinturón de Pokébolas que estaba sujeto a ellos era una indicación. No tenía la mejor postura, y sus ojos parecían no estar enfocados en el local, aunque no era por desdén. Más bien, parecía que estaba ocupado mirando todo lo demás, y al mismo tiempo sin mirar nada. Los shorts tenían una etiqueta con un logo BW por un lado, una marca que Drake no reconocía.

La otra era una chica adolescente, con una masiva cabellera de pelo castaño oscuro amarrado en una gran cola de caballo. Parecía que había salido del agua, pues su piel estaba brillando, y además iba vestida con un bikini blanco, y un pareo cubriéndole la cintura, aunque la bolsa que tenía colgada del hombro parecía estar seca. Dicho pareo también tenía un logo BW impreso.

- La verdad es muy simple actúas como si fuese una solución de meter movimientos para ganar pero al final no son solo movimientos también necesitas fuerza y tipos con atributos como velocidad y resistencia que durante tu fanfarria no tenías de ninguna manera.

Drake parpadeó confuso mientras el adolescente hablaba tan rápido que apenas pudo entenderlo. ¿Acaso el niño se paró para respirar durante toda ese tiempo que habló?

- ¡¿Qué?! – le gruñó el local al niño, tanto de furia como de confusión.

- Como te lo dije asumiste que una sola ronda de investigación y algo de entrenamiento es suficiente cuando yo gané después de hacer mucha investigación por años de no solo todo lo que podía hacer mi oponente sino también todo lo que yo podía hacer para contrarrestarlo y crear el equipo más efectivo tú tienes que investigar a Drake y todo lo que Drake podía hacer al igual que lo que tú puedes hacer para manejarlo de la mejor forma lo cual claramente no has hecho solo estás jugando con la posibilidad de que un solo Pokémon te dé problemas lo cual de verdad es una estupidez que hacer.

Respira, chico, respira. ¿Acaso ese chico era… normal? Drake había escuchado historias de fenómenos horribles capaces de controlar las mentes de los Pokémon y de derrumbar ciudades que se hacían pasar por humanos con diferencias notables. ¿Este niño sería uno de ellos?

- Black… – le dijo la chica con un tono como de recordarle a alguien de pararle a un mal hábito.

El chico, el cual Drake ahora sabía que se llamaba Black, la miró con confusión, antes de, casi de manera automática ante el recordatorio, presionara el botón de una Pokébola en su cinturón. Dicha bola liberó a un Pokémon púrpura y rosado. Se parecía un poco a un Drowzee, pero echaba humo de su nariz como uno de aquellos Pokémon de Hoenn de tipo Fuego. Este flotó sobre la cabeza de Black, y se pegó a ella como si fuese un Shellder a la cola de un Slowpoke. El chico de inmediato se tensó, y su postura mejoró, al igual que su concentración.

- Solo estaba diciendo. – El chico habló con un tono más claro y lento que lo hizo más comprensible, y reveló lo que parecía ser un acento unovano en sus palabras. – Lo que digo es que no tienes la estrategia correcta para ganar. No puedes ganar sin trabajo duro y con solo un plan a medio cocinar. Quizás si tuvieras un plan completamente preparado, pero estás muy lejos de eso.

Muy bien… ¿así que se equivocaba? Tal vez… esto era muy raro. ¿Se habría dado cuenta el chico que él estaba aquí? La chica definitivamente sí lo había hecho, y el local no… ¿Y qué era este plan del que hablaban exactamente?

- ¿Qué demo…? – espetó el local ante el cambio de concentración, y la chica sacudió su cabeza.

- Necesita algo de ayuda para concentrarse, a veces pensar demasiado hace que su cabeza no pueda manejarlo todo la mayor parte del tiempo. Aunque cuando se concentra, puede lograr muchas cosas. Nunca nos presentamos, ¿verdad? Su nombre es Black Gaiman, el ganador de la última conferencia de Unova en Vertress. Yo soy su supervisora para la agencia BW, White.

- ¡¿Campeón?! – exclamó el local en shock.

- Ganador de la conferencia. El Campeón es Alder, aunque estoy planeando todavía cómo derrotarlo, y a un último miembro del Alto Mando más allá de la diferencia de fuerza. Marshall tiene un nuevo Sawk capaz de incrementar su poder con algo llamado Feno…

- Si no eres un campeón, ¿por qué debería escucharte? – Claramente el local no tenía idea de cómo funcionaban las ligas. Solo podía culpar a la concentración en su propia conferencia, y a su propia falta de derrotas.

- Porque a diferencia de ti, él venció a ocho gimnasios, y luego a siete poderosos entrenadores para ganar la liga. Y todo sin sufrir ni una sola derrota. – declaró White.

Drake sabía que no haber perdido con siete poderosos entrenadores en la liga era de cierto modo un requerimiento, pero el local no pareció verlo, y pareció haber perdido los ánimos. Se echó para atrás, primero un paso, luego dos, y entonces echó a correr a toda prisa. Solo fue entonces que el ganador de la conferencia Black pareció notar su presencia.

- Oh, así que tú eres el sujeto con el Dragonite. ¿Hace cuánto que estás aquí? – preguntó Black.

- Desde antes que te pusieras ese… – Drake señaló la cosa rosa en su cabeza, que seguía chupándole a su entrenador como si fuese un refresco. – Pero eso no importa. ¿Qué trae a un ganador de una conferencia de la liga a Pummelo? Aunque estás más que calificado para pelear contra mí, tienes que ganarte el derecho igual que el resto…

- Está de vacaciones. – declaró firmemente White, cortando la idea de que fuese en busca de medallas antes que fuera a surgir. Sin embargo, bajo la firmeza había genuina preocupación.

- Entrené demasiado duro, y solo tenemos que tener más cuidado el próximo mes cuando volvamos a casa. – fue todo lo que dijo Black para elaborar. White le dio una mirada que sugería que no era un simple caso de haberse desmayado por el agotamiento, pero Drake no presionó más en el asunto.

De no ser ese el caso, había dos cosas que podría hacer ahora. O podía despedirse de ellos y continuar tratando de averiguar lo que estaba pasando, o ver si ya lo sabían. La segunda opción era un tiro muy largo, pero… no tenía nada que perder.

- Ustedes y el otro sujeto estaban discutiendo algo sobre Dragonite y yo. ¿De qué se trata? – preguntó Drake.

Ya que White no parecía lista para arrastrar a Black lejos de allí, bien podría conseguir que le dieran una respuesta. Black abrió la boca por un momento, pero White metió la mano en su bolsa y sacó una tablet.

- Gracias. – le dijo él mientras empezaba a juguetear con ella.

Drake se quedó mirando al joven mientras este observaba la tablet que su compañera/jefa/asesora le había dado, notándolo deslizar los dedos o apretar a intervalos aleatorios. Todo el tiempo, el Pokémon unovano rosa le mordisqueaba la cabeza, presumiblemente actuando también como sombrero de sol. Finalmente se detuvo y le entregó la tablet a su jefa sin decir ni una palabra más.

- Solo necesitaba revisar algo para estar seguro, pero lo que pasa es de hecho bastante obvio. Me sorprende que todavía no te hayas dado cuenta. – dijo Black con total honestidad y sin un ápice de malicia.

Por la esquina del ojo, Drake notó que White tomaba una expresión de agonía por el comentario, y el tic en la boca sugería que esto no era poco común.

- Muy bien, señor ganador de la Liga Unovana, si es tan obvio como dices que es. – Drake tenía un pequeño filo en la voz, mientras el reciente ganador en la reciente Conferencia Vertress le devolvía la mirada con seriedad.

- Golem se derrotó a sí mismo al usar Terremoto con Electabuzz mientras todavía tenía Filo de Roca, Vileplume tenía Brillo Mágico y Giga Drenado, Tyranitar tenía Filo de Roca y Pulso Oscuro, Jynx tenía Psicochoque y Rayo de Hielo, Golbat tenía Tóxico y varios ataques claramente para ganar tiempo, una táctica que un Shuckle puede imitar.

- Y eso significa… – Drake seguía sin entender.

- La anterior retadora que estaba de vacaciones desde Hoenn trajo un Absol con Mega Cuerno y Filo de Roca, un Medicham con Puño de Hielo, una Kirlia con Fuerza Psíquica y Brillo Mágico, una Froslass con Ventisca, un Vibrava con Aliento de Dragón y Poder de la Tierra, y un Aggron con Avalancha de Rocas.

- Sigo sin…

- El que vino antes de ella tuvo la misma planeación básica, y el otro que vino antes también, al igual que el otro, otro que vino antes. Este patrón se repite ya desde hace tiempo, y poco a poco va a ir avanzando.

- ¡¿Cuál patrón?! – exigió Drake que le dieran una respuesta. El unovano simplemente le echó una mirada.

- Tu estilo de batalla ha sido descifrado y desmantelado. – declaró Black simplemente. – La gente está armando sus equipos alrededor de la idea de que serán capaces de pelear contra Dragonite con la idea de que primero pueden, y a menudo lo hacen, manejar al resto de tu equipo y luego buscan derrotar a Dragonite con una estrategia de guantelete. Se me ocurren al menos unos doce equipos diferentes con arreglos igualmente eficientes para hacerlo, y al menos unos veinte más que tienen una aceptable posibilidad de éxito que me vienen a la cabeza justo ahora. Algunos, como tu anterior retador, subestiman al resto de tus Pokémon y sufren la derrota antes de poder pelear con Dragonite, pero los demás notan su fracaso y lo toman en consideración. Cada derrota incrementa lo que la gente puede utilizar, suficientes hechos y estrategias que ocupan foros de internet completos dedicados únicamente a perfeccionar la estrategia para derrotarte. Algunos de ellos hasta reciben fondos y están bien mantenidos. Si esto sigue así, vas a perder. Puede que sea mañana, o la próxima semana, o en un año, pero sucederá. Y será porque tu metodología y tácticas han sido totalmente descifradas.

Black terminó de elaborar mientras White volteaba la tablet y le mostraba lo que Black había estado observando. Devolviéndole la mirada, iluminado electrónicamente y directo desde el internet, había un sitio web con su foto en él. Al igual que todos sus Pokémon, con Dragonite iluminado con click mostrando data junto a él. Más data de la que Drake había visto en algunos libros de texto. Y encima de la data, y de su foto, había un banner con una oración muy simple.

Planes en constante evolución para derrotar a Drake: cada derrota hace que estos datos sean más y más precisos. Utilizarlos para finalmente derrotar a Drake.

...

El cuidador del Palacio de la Victoria lo encontró sentado en el centro del palacio, mirando la línea de los ganadores.

- … ¿Así que encontraste el sitio web? – La pregunta no era realmente tal.

Drake no respondió, simplemente siguió mirando en silencio.

- Debo admitirlo, lo encuentro algo inquietante, pero estoy seguro que puedes encontrar sitios web como ese sobre Alder, Cynthia y el resto. Diablos, ya que es el internet, esos dos hasta se salvan de que los mencionen por nombre.

Drake oyó las palabras del cuidador, pero no respondió a ellas. En vez de eso, dijo algo totalmente diferente.

- … ¿Qué debo hacer? – preguntó Drake vagamente, sin dirigirse en realidad al cuidador en específico.

- Bueno, supongo que perder. A diferencia de Alder y Cynthia, no vas a perder tu trabajo por eso. – dijo el cuidador simplemente mientras Drake sacudía la cabeza.

- No puedo hacer eso.

- … ¿Necesito recordarte de nuevo que no eres un campeón de la variedad "pierde y tendrás que marcharte"? – le recordó el cuidador amablemente. Drake se puso de pie, volteando a verlo y agarrando la Pokébola de Dragonite.

- Cuando Dragonite y yo empezamos a trabajar juntos, le prometí que llegaríamos a la cima y nunca seríamos derrotados. Jamás he perdido una batalla, así que he mantenido mi promesa. No quiero romperla.

- Podrías simplemente retirarte. Drake, el Líder Principal de las Islas Naranja, anuncia su retiro. Se retira invicto, y comienza el proceso de elegir a un nuevo Líder de Gimnasio Principal. – ofreció a modo de sugerencia el cuidador.

Drake frunció el cejo. Esa… era la manera más lógica de mantener su promesa. En vez de esperar que alguien usara ese sitio web y tuviera suerte, se retiraría mientras estaba en la cima. Mantendría su promesa, y el internet podría buscarse a otra persona contra quien planear.

Aun así… la idea de hacer eso, de tomar la salida lógica y retirarse… no sentaba bien con él. ¿Por qué sería? ¿Sería porque no quería huir de su problema? ¿O porque sentía que traicionaría su promesa en espíritu, aunque no fuese en palabras? ¿Acaso no tenía idea de lo que haría consigo mismo una vez que se retirara? No era como que pudiera mudarse a la Aldea Agate: ¡no estaba en la edad donde no necesitase entretenimiento más allá de tomar jugo de ciruelas pasas!

- Por supuesto, esa es la forma lógica de evadir tu miedo, y la única forma a prueba de tontos. Tal vez prefieras hacer algo más. – musitó el cuidador mientras caminaba hacia el retrato del primer vencedor antes de volverse para encararlo. – Solo veo dos maneras en que puedes seguir adelante, Drake. Una es que necesitas entrenar más Pokémon aparte de los seis que usas actualmente. Con un equipo mixto, será más difícil que planeen contra ti.

- Sí estás al tanto de lo que eso me tomaría, asumiendo que pudiera trabajar en eso un día sí y un día no, como un entrenador joven, ¿verdad? – señaló Drake mientras el cuidador asentía.

- Sí, ese sería el problema con ese plan. Tu entrenamiento sería interrumpido por los retadores, y tendrías que encontrar la forma de superar tus propios obstáculos antes que ellos te superen a ti. Es posible, sí, y la recompensa sería grande si lo logras, pero implica mucho tiempo y mucho estrés.

- Sugeriste una segunda opción. – recordó Drake mientras el cuidador asentía.

- Sí, lo hice. La otra opción es que simplemente encuentres una manera de darte más poder, aun en la meseta que alguien como tú ha alcanzado.

Un hecho sobre los entrenadores de élite era que siempre alcanzaban un punto en que el tiempo que sus Pokémon tardaban en volverse aún más fuertes se volvía un proceso mucho más arduo por poca recompensa. Sí podían hacerse más fuertes, pero el proceso era mucho más lento.

El cuidador levantó su teléfono, que en ese momento estaba en la página de una aerolínea, específicamente para vuelos hacia una ciudad. Una ciudad muy lejos de las Islas Naranja.

- ¿Ciudad Shalour? – leyó Drake el nombre de la ciudad confuso. Nunca había escuchado de ella.

- Sí. Ciudad Shalour es una ciudad kalosiana, famosa por sus maravillosas playas. También es el hogar de un hombre llamado Gurkinn, quien creo que podrá ayudarte a incrementar el poder al que ahora tienes acceso. Vive en una torre en la costa de la ciudad, que también funciona como gimnasio Pokémon para la Liga Kalos.

- ¿Gurkinn? – cuestionó Drake mientras el cuidador asentía.

- Aunque el que una persona normal vaya a pedirle ayuda sería probablemente un esfuerzo infructuoso, un Líder de Gimnasio Principal como tú tendría más suerte que la mayoría. Si no es así, su especialidad no es tan exclusiva que solo él podría ayudarte.

- ¿Y su especialidad es qué, hacer cien abdominales y cien sentadillas? – preguntó Drake mientras el cuidador le sonreía.

- Te lo diría, pero siento que si sabes lo que puede hacer por ti y preguntarle al respecto hará menos probable que te ayude. Así que, si estás dispuesto a pedir algunos de tus días de vacaciones pagados, con gusto te prestaré mis aerolíneas. Eso sí, tendrás que pagar el boleto de vuelta, eso queda de tu cuenta.

Drake se quedó viendo al hombre por un momento, antes de sonreír.

- Bueno, ciertamente puedo permitírmelo. Días de vacaciones… ¿crees que pueda extenderlos si les digo que es un viaje de entrenamiento?

- Uno pensaría que sí, pero ir a un lugar lleno de playas y hermosas mujeres no dice "viaje de entrenamiento" de la misma manera que lo dicen unas montañas heladas. – señaló el cuidador.

Buen punto. Eso sonaba más a que querría ir a una de esas famosas playas nudistas en Kalos.


Días más tarde, a bordo de un avión…

El océano era interesante de mirar, durante la primera hora. Luego de ese punto, se volvía tedioso, igual que las nubes. El asiento de clase económica también se volvía irritante la mitad del tiempo.

- "Cuando vuele a casa, compraré mi propio boleto." – decidió Drake. No iba a viajar de nuevo en clase económica.

Era un Líder de Gimnasio Principal al que le pagaban más de lo que necesitaba francamente. Y ya que no donaba suficiente a la caridad, podría bien gastarlo en un asiento con espacio y en el que hubieran puesto esfuerzo para elaborar.

- Lo único que estoy diciendo es que consigues por lo que pagas. Lo que no pagas de impuestos lo pagas en cuentas de hospital y peajes en carreteras.

Y también estaba la discusión política que ocurría en la fila frente a él. A diferencia del resto de la gente en el armatoste volador, no había podido dormirse. Parte de la culpa la tenían a los dos sujetos enfrente de él discutiendo de política durante las últimas tres horas.

- Lo dices como que todo mundo tiene que pagar por lo que usa. ¿Para qué usar mis impuestos en ferrys que nunca voy a utilizar?

- Porque la gente que paga el ferry también paga los túneles en las montañas que usas, que ellos tampoco llegarán a ver tanto como tú pagas por el ferry.

¿Lo arrestarían si dejaba salir a Dragonite para que les echara una mirada asesina? ¿Estaba eso permitido en los aviones? ¿Sacar a un Pokémon para darle una mirada a alguien y que cerrara la boca, pero sin que lanzara ningún ataque?

Después de pensarlo un poco, Drake decidió que sí, probablemente haría que lo arrestaran, así que no valía la pena. Aunque una hora después empezó a considerarlo de nuevo.

- ¿No ves que el mundo se mueve demasiado rápido? Nada tiene tiempo de descansar ahora, siempre es alguna nueva cruzada. – argumentó el sujeto conservador.

- Tú lo que quieres es que el mundo se detenga por completo. Las cosas se mueven porque vivimos en una nueva era de progreso. El mundo está mejorando, y la gente quiere esforzarse por hacerlo aún mejor.

¿No debería haberles dado sed por el vuelo a estas alturas para que se quedaran callados? ¿Sería que las azafatas seguían trayéndoles agua? ¿Podrían dejar de hacer eso para que dejaran de discutir?

- Y al tratar de hacer algo así de imposible, ¿qué hemos perdido? Además, ¿qué es realmente la perfección? Todos los que quieren crear lo que piensan que es un mondo perfecto no se preguntan si es perfecto para otra gente que no sean ellos mismos. Ustedes los liberales se preocupan tanto con si pueden o no cambiar algo, que no se paran a pensar si realmente DEBERÍAN cambiarlo.

Lo primero que haría al llegar a Kalos sería buscarse un hotel. Un hotel en el cual dormir a pierna suelta después de este vuelo. ¡Con mil demonios!

- Ni siquiera usaste bien la diferencia. Ian Malcom difícilmente es un personaje conservador. – notó el sujeto liberal mientras continuaba la tortura.

Los hoteles en Kalos tenían buenas camas. Buenas para olvidarse de vuelos tortuosos y llenos de gente cuyas discusiones no dejaban dormir y desafiaban las necesidades humanas de hidratación. Salido de este pequeño viaje por las profundidades de la locura y el dolor, Drake echó una mirada a la ciudad a donde lo enviaron para mejorarse a sí mismo.

Era una ciudad construida sobre más colinas de las que estaba acostumbrado a ver en las Islas Naranja, pues las calles subían y bajaban al azar, casi como una montaña rusa en un parque temático. La gente parecía tratarlo con normalidad, pero Drake no podía evitar verlo con interés. ¿Sería lo que sentían los turistas al venir a las Islas Naranja?

Las olas golpeaban contra la costa de la ciudad, sobre la cual se alzaba una gran torre de piedra. Se veía más antigua incluso que el Palacio de la Victoria de la Liga Naranja, que Drake siempre había considerado la cosa más antigua que conocía. A comparación de la torre que podía ver en la distancia, sin embargo, parecía más como un entrenador novato que se enfrentaba a uno de los viejos campeones. Como Alder, pero que se quedaba en un solo lugar. Y que estaba más afeitado.

Ese era el lugar a donde tenía que ir, así que se dirigió hacia allá de inmediato.

Drake se dio cuenta de algo con la gente de Kalos mientras atravesaba las calles de la ciudad. Parecían realmente abiertos sobre llevar a sus Pokémon afuera con ellos. Estos se paraban junto a ellos, caminaban junto a ellos, les ayudaban a cargar bolsas y paquetes mientras dejaban correo en lugares y tiendas… era algo que de verdad sobresalía mientras miraba alrededor.

Reconoció algunos de ellos: Mr. Mime y Slowpoke, Oddish y Heracross. Aunque también vio algunos con los que no estaba familiarizado. Una especie de Pokémon azul y blanco con mejillas como un Pikachu, un gato púrpura con ojos grandes que parecieron seguirlo cuando le pasó al lado, y una bola de pelos azul con alas y nariz en forma de corazón.

Se detuvo en el medio de la calle y cogió la Pokébola que colgaba de su cuello con la mano antes de activarla. En un instante Dragonite estaba frente a él, confundido de por qué estaba afuera.

- Parece que por aquí es muy común dejar que los Pokémon paseen contigo. ¿Qué dices, Dragonite, hacemos igual que los kalosianos?

Dragonite miró a su alrededor por un momento antes de asentir, y los dos continuaron caminando por la ciudad juntos.

Drake notó que hubo un ligero cambio en la atmósfera al hacerlo, un cambio muy sutil en cómo la gente lo miraba. Le daban miradas un poco más… algo. ¿Felices? ¿De aceptación? ¿Aprobación? Fuera lo que fuera, se sentía positivo.

Después de caminar unas cuantas cuadras, los ojos de Drake se vieron atraídos hacia el borde del camino, donde había un parque al aire libre. Y en el cual, estaba concluyendo una batalla.

- ¡Eevee! – Un entrenador de pelo negro vestido con un chaleco del mismo color dio una orden mientras una mancha blanca chocaba contra otro Dragonite.

Su propio Dragonite se detuvo para dar un gemido de simpatía por el sufrimiento del otro Dragonite, y Drake tuvo que estar de acuerdo. Ese golpe no debió ser nada agradable. El Dragonite se desplomó derrotado cuando la mancha blanca se detuvo a los pies del entrenador de chaleco negro, revelando a un Eevee de colores pálidos, blanco como fantasma. El entrenador del Dragonite se quedó viendo a su oponente con incredulidad, y Drake no pudo evitar levantar una ceja.

Ese Eevee no se veía ni con un rasguño, y eso que el Dragonite no se veía nada mal entrenado. Claro que no se comparaba con su propio Dragonite, el único otro que podría igualársele era el que le pertenecía a Lance. Sin embargo, difícilmente se le podría llamar débil o mal entrenado. Y ese Eevee lo había masacrado totalmente.

- Y bien, Dragonite, ¿crees que este sujeto Gurkinn le haya hecho algo a ese Eevee que sería lo que puede hacer por nosotros, o solo es que así son los entrenadores kalosianos y el sujeto tendrá otra cosa bajo la manga? – se preguntó Drake en voz alta.

- ¡Wooo! – respondió Dragonite en un tono que sugería total incertidumbre.

Con un fuerte empujón, Drake abrió la puerta. Esta crujió al abrirse, incluso mientras Dragonite se movía para ayudarlo, pero se detuvo al ver que no hizo falta. La puerta se abrió lentamente, revelando un recibidor con escaleras en espiral que iban hacia arriba y debajo de la torre.

Drake se quedó viendo la escalera que iba hacia abajo, inseguro de cómo funcionaría eso. Esta torre estaba construida sobre un banco de arena, ¿correcto? ¿Cómo tendría un sótano? ¿O no se habría fijado en algo más, como un banco de tierra más sólida?

- Woo. – Dragonite señaló hacia el centro de la torre, y Drake siguió el gesto de su compañero.

Al seguir el dedo hacia arriba, notó que no era más que una simple torre redonda hecha de ladrillos. Tenía una estatua masiva en la cima, más grande que cualquiera que hubiera visto en las Islas Naranja. Era de un Pokémon, aunque de uno que Drake jamás había visto antes. Parecía de tipo Luchador.

La torre se sacudió y Dragonite le dio una mirada que conocía muy bien. Una batalla estaba en curso abajo. Y seguir el ruido probablemente le ayudaría a encontrar al hombre llamado Gurkinn. Sin tardanza los dos bajaron las escaleras, y en efecto, abajo encontraron personas, una de las cuales posiblemente fuese Gurkinn. También que había una batalla de gimnasio en progreso.

- ¡Lanzallamas! – gritaron dos voces al mismo tiempo.

Una batalla de gimnasio de dos contra uno, parecía. Drake se encontró en un balcón que ofrecía vista completa del campo de batalla, construido sobre una especie de piedra, y el campo iluminado por antorchas se encendió con dos ataques de fuego. Uno de ellos era un Houndoom, un Pokémon que Drake había visto antes. El otro venía de un Pokémon que nunca había visto que parecía un candelabro colgante.

Los dos ataques de fuego volaron hacia un par de Pokémon comandados por un hombre mayor, delgado y con unos enormes mechones de pelo sobre su cabeza calva (o si eran unas cejas masivas, Drake no estaba seguro). Uno de los Pokémon Drake lo conocía: un Machamp. Dicho Machamp saltó enfrente del otro Pokémon antes de usar Protección, recibiendo el Lanzallamas de frente sin recibir daño. Detrás del Machamp había un Pokémon que se parecía enormemente a la estatua que había visto al entrar: un Pokémon azul y negro de constitución delgada. Sin embargo, algunos detalles eran diferentes.

El anciano dejó salir un "hmph" al cesar las llamas antes de darles una mirada a sus dos oponentes por un largo rato.

- ¡En estos días antes de la Liga, pierden su tiempo tanto como el mío! ¡¿En serio creen que pueden probarse a sí mismos de esta manera?!

- ¿Y qué más quiere ver? Ambos hemos entrenado duro, y nuestros Pokémon confían en nosotros. ¡Gallade y yo no acabamos con ese Hawlucha suyo porque él confía en mí y sabe que yo lo hago al ciento por ciento! – le dijo un entrenador de piel pálida de unos dieciséis años, con ojos rosas y ropas holgadas, hablando con un acento de Johto.

El anciano sacudió su cabeza mientras el otro entrenador, probablemente el dueño del Pokémon desconocido que parecía lámpara elegante, tenía algo más que decirle en un tono más molesto, ayudado por su acento urbano unovano.

- Escuche, anciano, ya hemos estado aquí para saber qué hace falta para la Mega Evolución, y creemos que estamos listos para hacerlo. Si no es así, ¿por qué no nos dice de una vez qué nos hace falta? – declaró el joven de piel oscura y pelo en rastas.

- ¿Mega qué? – se preguntó Drake.

- No tengo tiempo para esto. – declaró el anciano mientras el Pokémon detrás de Machamp se lanzaba al frente, y Drake notó por primera vez que tenía un sujetador de metal verde en su brazo derecho. Incrustada en él había una especie de piedra. – Si se rehúsan a ver lo que les falta, permítanme demostrárselos.

- ¡¿No puede al menos decirlo como una persona normal?! – demandó el unovano mientras el anciano levantaba un guante con una piedra redonda fijada en el dorso. Presionándolo, dos chorros de luz salieron disparados de él y hacia el sujetador del Pokémon. Dicho Pokémon comenzó a evolucionar en un color naranja.

Drake y Dragonite se quedaron viendo en shock cómo el Pokémon se convertía en exactamente el mismo representado por la estatua de la torre, mientras una onda de energía pura salía disparada de él como un huracán. Dragonite lo empujó fuera del camino de la onda directa de impacto y lo recibió directamente, un acto compartido por los dos Pokémon que disparaban fuego, aunque con menos empujones. Sus entrenadores solo sintieron una fracción de la fuerza, aunque ambos se quedaron viendo a lo que acababa de suceder con algo de terror.

- Esto es lo más cerca de Mega Evolución que lograrán ustedes dos: ¡Hueso Veloz! – declaró el anciano, que probablemente fuese Gurkinn, mientras el Pokémon golpeaba sus puños uno contra el otro, antes de volver a separarlos.

En cada mano, el Pokémon ahora tenía un par de huesos de energía que brillaban de color azul. Dragonite emitió un siseo. Drake lo reconoció como un siseo de "eso es muy poderoso".

- ¡Ola de Calor! – ordenó el entrenador de rastas mientras el Pokémon candelabro saltaba frente al Houndoom y comenzaba a liberar una onda roja de calor sólido.

El Pokémon Mega Evolucionado lo evitó saltando. Saltando hasta alcanzar el techo, utilizándolo para impulsarse contra los dos Pokémon de Fuego como si nada hubiera pasado. Entretanto, Machamp usó Protección para evitar la Ola de Calor.

- … ¡Intenta Pulso Oscuro! – gritó el entrenador de Houndoom, que escupió una ola de energía de oscuridad en espiral.

El Hueso Veloz cortó el ataque como si fuera papel, antes de golpear a ambos Pokémon de Fuego con los huesos. Ambos salieron volando contra una pared, y sus entrenadores salieron corriendo tras ellos con urgente preocupación. El anciano sacudió su cabeza mientras el Pokémon volvía a brillar, convirtiéndose en lo que era antes que ocurriera esa cosa de la Mega Evolución.

- Tú allá arriba, espérame un momento y en breve te atiendo. – dijo el anciano dirigiéndose hacia él.

El hombre hizo que se sentaran a tomar algo de té, los cuatro. El hombre y su Pokémon sorbieron sus tazas con una facilidad increíble, mientras Drake se tomó la suya algo extrañado. Él no era de los que tomaban té. Aunque le iba mejor que a Dragonite, que tardó unos minutos en darse cuenta que le estaban ofreciendo té antes de tratar de descifrar cómo tomárselo. Por suerte, la taza parecía hecha de un material menos rompible, y lo bastante grande como para que no fuese un espectáculo ridículo de un Dragonite tomando de una taza hecha claramente para humanos.

- Debo admitirlo, el té es una rara preferencia para los Pokémon. Mi Lucario es uno de los pocos que lo toma conmigo voluntariamente, aunque considero que es cortés ofrecérselo a todos los presentes. Pero eso no tiene importancia ahora. ¿Qué trae al Líder Principal del Grupo Naranja a la Torre de la Maestría, a ver al gurú de la Mega Evolución Gurkinn?

- ¿Usted sabe mi nombre? – Drake se sorprendió. El Grupo Naranja no era exactamente super famoso.

- Veo la televisión, igual que todos los demás. – dijo el hombre simplemente.

Ya con la explicación dada, Drake decidió dejarle a Gurkinn un pequeño respiro, antes de comenzar a explicar.

Le contó a Gurkinn de lo que había estado notando de sus victorias recientemente, el descubrimiento de la documentación sobre sus debilidades, y cómo se estaban formando planes para poder derrotarlo. Le explicó también la razón por la cual vino aquí, por qué acudía a él específicamente, y que no tenía idea de lo que tendría que ofrecerle antes de llegar. Drake se imaginó que probablemente ya era hora de ponerlo sobre la mesa.

- Ya veo… entonces dime, ¿por qué no puedes simplemente retirarte si lo que buscas es tener un récord intacto? – cuestionó Gurkinn, aunque había un extraño tono en su voz que Drake no lograba distinguir del todo. Dragonite no se dio cuenta, aunque probablemente eso tenía que ver con el hecho de que tenía dificultades con el protocolo de agarrar y beber su taza de té.

- Cuando Dragonite y yo comenzamos nuestro tiempo juntos como compañeros, le prometí que llegaríamos a la cima y que nunca perderíamos. Esa promesa la hice hace veinte años, y nunca la he roto. Quiero asegurarme de mantenerla así.

- Hiciste una promesa muy peligrosa. – observó Gurkinn. – Pensar que viajarías tan lejos de tu hogar, simplemente bajo la impresión de que podría ayudarte. O que incluso estaría dispuesto a hacerlo.

Dragonite dejó caer la taza ante la declaración de Gurkinn, gruñendo y echándole una mirada enojada al anciano. Lucario bajó su taza antes de devolverle la misma mirada a Dragonite. Drake prefirió tomar esto con un poco menos de enojo.

- Oh, ¿y por qué dice que no puede ayudarme? – cuestionó Drake mientras Gurkinn tomaba un sorbo lento de su té. Este le respondió luego de bajar su taza.

- Para empezar, si viniste por un Mega Dragonite, viniste por nada. La Mega Evolución no se conoce que sea posible para un Dragonite. No es imposible encontrar nuevas Mega Piedras, y el hecho de que Aerodactyl puede Mega Evolucionar fue descubierto durante mi propia vida, por ejemplo, pero yo que tú no contendría mi aliento, a menos que alguna otra región se esté guardando el secreto recelosamente. Aunque soy plenamente consciente de que tienes más que solo a Dragonite.

- Y la razón por la cual no quiere ayudarme a trabajar con mis otros Pokémon es… – presionó Drake mientras el anciano lo veía con neutralidad.

- Hay multitud de razones. Primero, es que honestamente hoy en día hay demasiadas personas que usan la Mega Evolución en mi opinión. La Mega Evolución debería ser un arte raro del cual solo unos cuantos son dignos, pero se están encontrando Piedras Activadoras y Mega Piedras por todas partes. Por todos los cielos, un tipo gordo de Kanto las entregó como regalo solo por entrar a un torneo.

- ¿Preferiría que solo fuera para los que usted considera dignos, sea lo que sea lo que está buscando? – cuestionó Drake al hombre, que asintió.

- En un mundo ideal, sí. Sin embargo, soy plenamente consciente de que eso no es más que un sueño, y que sería una pesadilla tratar de volverlo realidad. Por supuesto, la segunda razón es que si estuviera interesado en entrenarte, tendrías que quedarte conmigo hasta que puedas usar apropiadamente la Mega Evolución, y dudo que un Líder de Gimnasio Principal como tú tenga tantos años de sobra.

- ¿Años? – preguntó Drake incrédulo.

- A menos que quisieras hacerlo mal. Si uno hace mal la Mega Evolución, el proceso causa problemas para los Pokémon. La cola y las garras de Houndoom se derriten, Absol se vuelve peligroso para la gente débil sin voluntad fuerte, y todos desde Lucario hasta Salamence se convierten en agresores incontrolables. Lo último que quisiera es que haya gente corriendo por allí sin tener una clara comprensión de lo que necesitan hacer para evitar que ese tipo de cosas ocurran.

- ¿Qué dice? – exclamó Drake. Gurkinn debió haber notado su expresión, aunque solo tomó otro sorbo de té.

- Finalmente, no te conozco. No tengo forma de saber si estás manchado de maldad.

- ¿Manchado de…? – preguntó Drake incrédulo.

- Maldad. He visto a demasiadas personas que usan la Mega Evolución para propósitos malignos en mis tiempos. Yo estaba vivo cuando un sujeto rebelde destruyó tu lado de los bosques con un Gyarados.

- ¿No querrá decir veinte Gyarados…? Eso no es ni de cerca mi "lado de los bosques". – dijo Drake. La costa oeste de Johto y las Islas Naranja difícilmente estaban cerca entre sí. ¡Si Pummelo era una de las islas más al norte, y todavía seguía bien lejos de allí!

- Por supuesto, no estoy diciendo que la maldad no sea algo que no se encuentra aquí. En mis días, fui entrenado junto con un joven cuyo corazón estaba lleno de maldad. Tarasque era su nombre, y en sus manos la Mega Evolución fue usada para propósitos malignos.

- ¿Y eso cómo me descalifica? Difícilmente estoy en posición de usar un Mega Ditto para cometer fraude de impuestos. – dijo Drake cuestionando al anciano, que rodó los ojos.

- Primero que nada, jamás he oído de una Mega Evolución para un Ditto. En cuanto a tu pregunta, es obvio que Tarasque iba a ser un problema. Su padre estaba en prisión cuando él vino aquí, y se quedó allí hasta que murió.

Drake se quedó viendo al hombre por un momento, preguntándose si estaría hablando en serio. El siguiente sorbo de té que se tomó fue bastante serio, y finalmente Drake explotó.

- No puede hablar en serio. ¡Solo porque alguien esté en prisión no lo hace malvado, y eso tampoco hace que la gente con la que están emparentada sea culpable!

- Puedo asegurarte que el padre de Tarasque estaba allí por buenas razones. La investigación fue llevada a cabo por fiscales impecables y oficiales de policía con registros totalmente limpios. Hoy día todavía se enseña a llevar a cabo investigaciones perfectas para evitar errores basados en parcialidades…

- ¡Eso no es lo que quiero decir! – Drake ya no estaba discutiendo sobre falsos aprisionamientos e incompetencia policíaca. – Solo porque uno de sus padres sea un criminal eso no te convierte en uno. Mi madre era una costurera, y aun así yo no puedo coser nada sin picarme las manos, pero bajo su lógica, yo debería ser capaz de hacer trajes de tres piezas.

- Difícilmente esa sería mi lógica. Esa es una habilidad aprendida que probablemente solo inicia con los dedos de un sastre. La maldad es algo que se hereda, y no tengo idea de si tú estás limpio de ella. Tendría que rastrear tu linaje al menos tres generaciones para estar seguro. – dijo Gurkinn simplemente.

- ¿Entonces qué, solo porque PODRÍA haber un ladrón en mi árbol genealógico, usted no me va a ayudar? – cuestionó Drake mientras Gurkinn sacudía su cabeza.

- ¿Y qué crees que estaría haciendo en los años de entrenamiento? Eso sería la segunda cosa que verificaría. Necesitaría también ver si eres digno de la Mega Evolución primero, y luego necesito verificar que no estés manchado. Pero por supuesto, con la restricción de tiempo bajo la que sin duda te encuentras…

- ¿Imagino que simplemente explicar cómo no hacer "mal" la Mega Evolución y un curso intensivo no son opciones, incluso aunque usted pasara la mitad de él viendo cómo mi abuelo se ganaba la vida? – preguntó Drake en tono monocorde.

- Eso es correcto. – asintió Gurkinn.

- Bien, entonces creo que ya desperdicié suficiente tiempo aquí. – Drake se puso de pie, mientras Gurkinn tomaba otro sorbo de té.

- Difícilmente. Ahora sabes lo que venías a buscar y tomaste una taza de té kalosiano sin tener que pagar por ella. Los impuestos tal vez paguen mi tratamiento dental, pero admito que puede ser molesto lidiar con ellos. Además, fue agradable hablar otra vez con alguien.

Drake se quedó viendo al hombre por un momento, mientras Dragonite se movía para abrirle la puerta.

- Si así es como le habla a la gente, puedo entender por qué vive completamente solo en este lugar.

Y con esa declaración, Drake se marchó, seguido por Dragonite. El Líder del Grupo Naranja pretendió que no se dio cuenta cuando Dragonite le sacaba el dedo a Gurkinn antes de marcharse.

Esta historia continuará…


Notas del traductor:

Bien, y aquí viene el siguiente multicapítulos. Por suerte, este ya fue actualizado recientemente, así que postearé en breve tanto los dos capítulos que hay en Chronicles como el nuevo que se publicó. Así tienen algo nuevo para leer. De nuevo, creo que dejaré un poco algunos de los comentarios del original, como que puedo simpatizar con Drake y sus torturas al oír charlas de política durante un viaje, casi tan malo como soportar reguetones y vallenatos.

Black no es un bloodliner. Está basado en el Black del manga Adventures, aunque no es una réplica exacta. Él y White no conocen a N, y tampoco está seguro de si tiene historia con las versiones de Reset de Cheren y Bianca. Más o menos trabaja para la agencia BW para pagar deudas, y sí tiene en su roster a las versiones de Brav, Musha, Bo, Tula y Costa. Y White no es la misma Hilda que ha aparecido en la historia principal.

El chico del Eevee tampoco es bloodliner. Ese es el personaje principal de una historia llamada "Walking with Gods", escrita por Vinylshadow, que es nuestro regular artista para portadas en el Resetverso. Su nombre es Ezra (sin relación alguna con el de Star Wars Rebels), para quien esté interesado.Y los que pelearon con Gurkinn también son totalmente humanos, y se llaman Terry y Jovantry, y le pertenecen a un usuario de Spacebattles.

Seguidamente en este mini-arco, posiblemente los reclutas más inteligentes del Equipo Flare, algunos personajes del Especial de Navidad, y la Montaña Pomace. ¡Sigan en sintonía!