"Como seducir a un Hyuga"
Capítulo 8
Disclaimer: Estos personajes que tomaré para mi historia no son de mi pertenencia.
Harem/ Cambios de sexo/ OoC/ Cambio de rating a futuro (?) / Drama/ Comedia.
Parejas:
HinaSasu/ HinaSaku/ HinaNaru.
El irritante sonido que producía con sus pies hizó que la secretaría la mirará con cierta molestia reflejada en su rostro excesivamente maquillado.
—Hanabi-sama ¿Podría dejar de hacer eso?— Mei ya había olvidado cuantas veces se lo había pedido pero la pequeña castaña parecía ignorarla por completo.
~¿Por qué se demoran tanto? ¡Juró que voy a mandar al diablo a esta anciana! ~ Pensó ya más irritada, la peliroja la miraba constantemente. Al principio Hanabi había contestado todas sus interrogantes por ser alguien con educación. Hasta que al final tocó fondo y todos lo paños sucios salierón a flote.
"¿Cómo está Hinata-kun?, lo extraño tanto... "
Ya no existía ningún tipo de respeto hacia esa mujer. Hinata era un tema muy serio, incluso cuando sus compañeras del colegio le preguntaban por él se volvían automáticamente carroñeras al acecho. Hanabi Hyuga le había prometido a su madre cuidar de su hermano de cualquier amenaza y según su criterio las mujeres también lo eran. Hinata era bueno, demasiado y hasta en algunos casos rosando la ridiculez. Además de su completa inocencia, bondad, la seguridad que te podría brindar era muy acogedora, también por el hecho de ser endemoniadamente atractivo, lo volvía una presa que muy difícilmente se encontraba.
Ella podía ponerse en el lugar de aquellas mujeres, tales como Mei. Admiraría la belleza de su hermano, incluso se imaginaba a ella misma con un trapeador limpiando su baba cada vez que lo veía pasar. Y por eso mismo estaba muy conciente hasta donde podría llegar una persona atraída por otra.
—¿Sabe Hanabi-sama? Pensaba decírselo en otro momento... —se acercó Mei en donde ella estaba sentada, se arrodilló para poder llegar a la altura de la menor y sonrió.
Hanabi, aunque odiase admitirlo, pensaba que Mei era muy bella incluso para su edad.
~Aun así debería bajarle al maquillaje agh.~ Pensó.
—Pues dímelo en otro momento. — Contestó cortante, mirando a la pelirroja con indiferencia, como si no le importará en lo más mínimo.
—Yo de verdad estoy muy ena.. —
—Mei, ¿El señor Fugaku ya está aquí?. —Ambas voltearón al oír la voz del propietario de la empresa Hyuga, al lado, vestido formalmente se encontraba Hinata.
—Acaba de avisar que va a llegar en unos minutos.— Respondió profesionalmente, olvidando lo que le iba a contar a la castaña. O quizás tratando de ignorarlo.
—Bien, has que pase de inmediato cuando llegue.—
—Hai.— Mei ya estaba detrás del gran escritorio tecleando rápidamente cosas que ninguno prestó atención.
—Hinata, Hanabi. Entren. — y sin explayarse más Hiashi caminó hacia su oficina que estaba al fondo del gran pasillo seguido por su hijo e hija.
Hinata antes de retirarse le hizo una pequeña reverencia a Mei haciendo que esta sonriera coqueta y le giñara el ojo. Hinata no se inmutó en contestarle y continuó caminando.
—¡Nii-san! ¿Por qué tardaron tanto?.— le reclamó Hanabi pegándose más a él mientras enroscaba con sus delgados brazos el brazo derecho de Hinata.
Esa mujer tenía que enterarse de una buena vez que no sería fácil conquistar a su hermano. Es por eso que marcaba territorio con Hinata, si por ella fuera le hubiera sacado la lengua o el dedo travieso pero volvería esa situación un juego inmaduro y era lo último que quería.
—He sido yo quién se ha demorado en la escuela, perdona por hacerte esperar tanto, Hanabi-chan. —Con su mano izquierda acarició con su pulgar la suave mejilla de la pequeña Hanabi mientras ella hacía un mohín muy enternecedor.
—No sabes lo mal que la pase. — Habló un poco más fuerte para ser escuchada por cierta pelirroja que alzó una ceja expectante a la respuesta del ojiperla.
—Debió haber sido muy difícil para ti.— Respondió también con algo de fuerza en la voz, sabía lo que Hanabi intentaba hacer y él le siguió el juego. Su hermanita era muy mona.
Mei los miró frunciendo el ceño, esos mocosos se arrepentirían..
—¿Me lo recompensarás?. —Esta vez en sus palabras no habían ganas de molestar a la secretaria de su padre. Como si de verdad se hubiera sentido muy herida por algo que desconocía y quería que la mimara.
Ahora que lo pensaba, no había pasado mucho tiempo a solas con su pequeña hermana desde que había llegado de Inglaterra, se sintió culpable y desconsiderado.
Paró en seco y se soltó suavemente del agarre de Hanabi. Se arrodilló como si quisiese pedirle matrimonio haciendo que la castaña se sonrojará y lo mirará confundida.
-Después de esta reunión seré completamente de Hanabi-sama. Así que le preguntó con anticipación... ¿Qué quiere hacer?. - sonrió encantadoramente convirtiendo el ambiente en algo hermoso. Como si fuera un príncipe de cuento de hadas y ella su pequeña princesa.
Atrás la bruja los veía con envidía por no tener la atención del mágico caballero. Ya prepararía la manzana y quitaría del camino a esa pesada princesa.
Hanabi quizo contestar con un fuerte "¡Hai!" pero la voz de Hiashi diciéndoles que se apurasen los hizo salir de aquella hermosa atmosféra.
Hinata se levantó sonriendole a Hanabi y sin que esta se lo esperará el peliazul le guiñó sutilmente el ojo. Como queriendo decirle. "Hablamos después".
Al entrar tomaron asiento en un sofá esperando a que los nuevos clientes de su padre se hicieran presentes.
Tanta fue su sorpresa al oír el leve toque de la puerta, ya que no habían pasado nisiquiera 10 segundos en los que ella y Hinata habían entrado.
—Adelante.— La voz de su padre hizó que prestará aún más atención hacía las personas que en los próximos segundos atravesarían esa puerta.
Vió entonces a dos hombres entrar, uno llevaba un terno gris al igual que la corbata y la camisa de color negro. Parecía aproximadamente de la edad de su padre. No le impresionó en lo más mínimo, de seguro era otro señor distinguido con varios millones de dólares en el Banco.
Quien si llamó su atención fue la segunda persona en hacerse presente. Rostro fino, de ojos almendrados color negro, tanto que no se les veía las pupilas. Pestañas largas y unas ojeras que según ella definían más su rostro. Además de llevar el cabello largo sujetado en una coleta baja. Terno negro y camisa roja sin corbata y con los primeros botones sin sujetar.
Tenía un porte tan elegante como el de su hermano, parecía ser alguien joven y muy reservado. Sintió el calor en sus redondas mejillas y supo que se había sonrojado.
Hasta ese entonces se había percatado que todos tenían su vista encima de ella, como si estuviesen esperando algo.
—Mi nombre es Hanabi Hyuga, encantada de conocerlos.. Este.. —se había perdido en el físico de aquel moreno sin siquiera percatarse que ya se había presentado.
—Fugaku-san, Itachi-san. — le susurró tan bajo su hermano sólo para que ella lo escuchará y al final repitiera terminando su presentación con una breve reverencia.
Los mayores parecieron no darle importancia aunque estaba claro que la castaña estaba muy distraída. Hinata se había preguntado por unos breves segundos cual había sido su distracción. Decidió averigüarlo mas tarde y concentrarse en esa reunión.
—He oído mucho de su empresa y sus incontables firmas de abogados en el país y por Europa. También que no suelen perder ningún caso aún así sea verídico lo que defiendan o no.— habló Fugaku tomando la atención de todos menos de la pequeña ojiperla.
—¿Cual es el punto de remarcar lo obvio?. — pregunto Hiashi sin ninguna expresión en el rostro y en la voz.
—Por lo que le mencioné estoy acudiendo a ustedes por ser la mejor opción aquí y en el extranjero. — Respondio luciendo pulcro y de clase alta, hasta entonces ninguno de los herederos habían hecho su opinión.
—Si usted está aquí debo suponer que no es por mera curiosidad, así que vayamos directo al grano. — La manera en como se dirigía el Hyuga mayor hizó que el Uchiha sonrierá de medio lado.
—¿Ha oído del nuevo sistema operativo de los Senju?. — Itachi prosiguió al darse cuenta que su padre no hablaría por el momento.
—¿Hablas de la tecnología que están implementando en sus aparatos electrónicos? Son muy buenos a decir verdad. — Ante la sorpresa de los todos los presentes (y con todos los presentes me refiero a los Uchiha.) Hanabi dió su opinión en concreto.
Para los varones Hyuga no fue una sorpresa ver su participación en esa reunión, es más, estaban expectantes a que ella se introdujera a la charla. Hiashi no traería a cualquiera a una reunión importante, Itachi pudo percatarse de esto.
—Se puede decir que estos son nuestra mayor competencia en el mercado electrónico. Pero no precisamente por su propio mérito. — Volvió a hablar Fugaku cruzado de brazos.
—Creemos que en nuestra compañía hay un infiltrado que pasa información a los Senju de nuestros nuevos proyectos. —
—Si es así, entonces no será muy difícil el quitarlos del camino. — Todos miraron al ojiperla con sumo interés. Hiashi asintió con la cabeza para que prosiguiera.
—Podemos intentar advertirles o en otras palabras "amenazar" antes que hagan un próximo movimiento. Como bien sabrán la compañia Hyuga es muy reconocida por el éxito en sus casos, el primer paso será hacer una union pública entre los Uchiha y nosotros. Es una manera muy suspicaz de advertir, después tendríamos que reunir pruebas de la infiltración y sólo con eso sería suficiente para mandarlos a un juzgado. —Dijo Hinata con simpleza y profesionalismo. Se veía que el joven tendría un éxitoso futuro.
~Asi que este era el as bajo tu manga Hiashi Hyuga. ~Pensó Fugaku muy complacido de haber hecho la elección correcta.
OoOoOoOoOoOoOoO
Eran ya las 9 de la noche y Naruto seguía tirando ropa de su closet. Sasuke se compareció de quien limpiaba ese cuarto, por que tenía bien claro que su mejor amiga no lo hacía.
—¡Esto está mal ttebayo!.— Naruto se frustró y se tiró al suelo mientras rios de lágrimas salían de sus azules ojos de una manera muy cómica.
Sasuke alzó una ceja y miró como su mejor amiga sollozaba haciendo demasiado ruido.
Habían pasado casi toda la tarde buscando que podría ponerse la rubia, y aunque no haya estado muy interesada en el asunto se empezó a desesperar al mirar que a Naruto todo le quedaba bien, por ser muy voluptuosa cada atuendo que le mostraba la hacia ver realmente hermosa. Quizás el que Kushina sea una gran diseñadora le ayudaba.
Es por eso que cada vez que le mostraba alguna cosa ella le decía que estaba gorda. Y como Naruto era algo ingenua se la creía, quizás se había pasado un poco, sintió algo de culpa pero tan rápido como vino se fue. Ella era una Uchiha, por naturaleza netamente egoista, así que no permitiría que la Uzumaki se viera mejor que ella. Muy infantil de su parte.
—Oe..— Le tiró uno de sus zapatos a la cabeza de Naruto dejando un pequeño chinchón.
—¡Auch! ¡Maldita teme! . —Naruto amenazó con devolverle el zapato de la misma manera en como lo había recibido y así lo hizó. Sasuke al mirar como se acercaba su zapato lo tomó con su mano en un movimiento limpio. Naruto odió admitirlo, pero la morena tenía excelentes reflejos.
—Hmp, creo que ya es hora de irme.— volvió a mirar la hora y pensó que a Itachi se le estaba haciendo muy tarde.
—¡No te irás sin antes ayudarme, bastarda!.— Gritó Naruto pero Sasuke nisiquiera parecía enojarse por el insulto. Eso enfureció mas a la rubia.
Iba a volver a reclamarle más un gran estruendo en la puerta hizó que las chicas mirarán algo asustadas a aquella dirección.
Naruto tragó grueso.
—¡¿SE PUEDE SABER EL POR QUÉ LE HABLAS DE ESA FORMA A TU AMIGA?! ¡NA-RU-TO!. — Kushina había derrumbado la puerta de una patada, su cabello rojo estaba completamente elevado y una aura asesina salía de su cuerpo.
—No pasa nada, Kushina-san.—Sasuke intento calmar a la peligrosa madre de su mejor amiga ya que no quería ser testigo de una masacre, no al menos ese día, esta la miró y sonrió olvidándose de lo que había hecho su hija.
—Sasuke-chan, tu hermano te esta esperando afuera. —
—En todo caso me despido. — Tomó su mochila y la cargó para luego caminar hacia la puerta destruida.
—Te veo mañana Naruto. — se despidió, después de todo ella tenía una buena educación.
—¡Oh! Sasuke-chan, ¿vendrás a la fiesta que organizaré este fin de semana verdad?. —Kushina la miro interrogante, quizás su despistada hija no se lo haya comentado y a ella le tocaba cerciorarse de ello.
—Cuente con eso. —y sin decir nada más salió del cuarto de Naruto encaminándose hacia la puerta de salida.
Al estar en la calle miró a su hermano apoyado en su auto, le sonreía ligeramente, esperando a que ella se aproximará aún más.
—Nii-san, llegas tarde. —Sasuke infló las mejillas y frunció el ceño volviéndose realmente adorable. A Itachi le recordó cierta escena en las oficinas Hyuga. Cuando vío a los dos hermanos sintió un poco de culpa, no precisamente por espiarlos, sino por el trato que recibía la castaña de su hermano mayor. Le hizó pensar en lo abandonada que pudiese estar su propia hermana.
Antes cuando Sasuke era más niña, recordaba lo cercanos que eran. Su hermana era muy apegada a él e Itachi lo era a ella. Pero sus responsabilidades lo habían separado de la persona que más amaba en ese mundo.
A su mente vino la manera en como Hinata se disculpaba con su hermana menor ¿debería acaso imitarlo?.
—Lo siento Sasuke. —le pegó con dos de sus dedos en la frente, ahora enrojecida por el golpe, de su hermana.
Itachi se dió cuenta que aunque ambos casos eran similares, los hermanos Hyuga eran muy diferentes a ellos.
Hinata y Hanabi podían expresar sus sentimientos abiertamente sin volver la situación incómoda, todo lo contrario a Sasuke y él.
—Como sea, vámonos que tengo hambre. —Ambos se subieron al auto y el mayor empezó conducir sin decir nada en el trayecto. Ellos disfrutaban del silencio y la tranquilidad que ofrecía.
Sasuke miraba de reojo constantemente a Itachi, este al instante supó lo que quería su hermana.
—¿Quieres saber de que hablamos en la reunión?. — de inmediato Sasuke volteó a mirarlo con cierta sorpresa, quizás preguntándose si ella era muy predecible o si Itachi se pasaba de genio.
—Otou-san siempre te lleva a ti, además es bueno que lo sepa... Y-Ya sabes... Por el bien de la empresa. — El pelinegro la miró de reojo curioso por el ligero tartamudeo de Sasuke. Esta tenía el rostro levemente sonrojado y miraba la ventana quizás evitando su mirada.
—Sólo debes esperar imouto. Padre sabe lo que hace y si esta esperando el momento oportuno para tu ingreso al mundo laboral debe tener un motivo. —
—Siempre me dices eso... Quizás deba olvidarme de la empresa y enfocarme en otra cosa ¿no crees?. — Desde hace mucho que Sasuke no le hablaba tan libremente, para ser exactos desde que empezó la etapa de la adolescencia.
Había tenido problemas por eso, sus compañeras la miraban mal por ser el centro de atención de todos los jóvenes, por verse tan perfecta y lejana a todo su alrededor, por ser tan tosca y fría al momento de expresar lo que sentía, creando un escudo de hielo, alejándose de el resto del mundo y en muchas ocasiones el pertenecía a este.
Si Naruto y Sakura no hubieran estado con Sasuke quizás ella se hubiera perdido así misma en la completa soledad. Por eso les guardaba mucho respeto y agradecimiento.
—Puedes hacer lo que desees imouto, siempre te apoyaré. —
—Lo se... —
OoOoOoOoOoOoOoO
Habían pasado los días hasta llegar a ser sábado y no tuvo tanta noción del tiempo, se estaba arreglando frente al gran espejo de su alcoba, acomodándose la corbata plateada y la camisa blanca que enmarcaba su trabajado torso.
Se suponía que la fiesta que organizaba la familia Uzumaki al principio estaba planificada para ser llevada a cabo en la tarde, pero parecía que sería una fiesta más de etiqueta que algo casual como él lo hubiera preferido. Y es que la familia del alcalde actual de Tokio no era para menos.
Cuando le consultó a Hiashi si su asistencia le podría ser permitida él se lo concedió sin añadir nada más. Hinata pensó que Hanabi y su padre lo acompañarían pero no fue asi.
Hanabi llevaba dos días enferma por haberse comido dos litros de helado por la noche a escondidas de todo el personal de la residencia Hyuga. Ahora ya estaba mejor aunque el malestar continuaba ahí.
—¿Enserio irás nii-san? — Su hermana estaba apoyada en el marco de la puerta con una bata, pantuflas de conejos y un moño alto. La nariz respingada la traía ligeramente roja al igual que los ojos.
—Sabes que ya me había comprometido, tengo que asistir. — Respondió sin voltear a mirarla.
—¡También te comprometiste conmigo Hinata nii-san!. — La castaña se acercó a él jalandolo de la camisa constantemente para que le hiciera caso.
—Hubiera acatado nuestro compromiso si no estuvieras enferma, Hanabi-chan. — La miró de reojo divertido .
—¡Hmp! Pero sí ahora me siento muy bien, ¡es más! Vamos, te acompaño. —
—Otou-san te ha prohibido salir, además... — miró a la persona que esperaba en la puerta aumentando su sonrisa — No creo que Natsu-san te deje.
Hanabi sintió un aura escalofriante detrás suyo volteando lentamente para mirar de quien se trataba aunque esto lo tenía muy claro.
—Na... Natsu-san... —
—¡Hanabi-sama! Debe regresar a su cuarto. — la mayor se acercó para escoltar a su protegida.
—Ya oiste. — Le dijo Hinata.
—Volveré... — Hanabi le contestó sonriendo psicópatamente.
—¡Hanabi-sama! — Natsu gritó.
—Ya voy... — a regañadientes Hanabi salió del cuarto de su hermano.
La familia Hyuga era muy particular, y a su modo, confortable. Con el pasar de los años Hinata lo había entendido, para los Hyuga la familia era lo más importante y guardar su prestigio indiscutible. Nunca creyó ser un buen heredero y nunca tuvo la confianza suficiente para demostrar sus habilidades, pero con el paso del tiempo adquirió lo que requería e incluso más. Convirtiéndolo en un prodigio.
Terminó de colocarse el terno y salió de su cuarto rumbo al salón para poder retirarse. Mientras bajaba los grandes escalones escucho risas que lo extrañaron enormemente. Era una risa muy linda y algo coqueta, alguien estaba de visita.
—Oh Hinata-kun, ya estas listo. — ¿Qué hacía esa mujer ahí? Y los más importante... ¿Por qué estaba tan apegada a su padre?
—¿Irá usted también, Otou-san? — decidió ignorarla y preguntar directamente a Hiashi.
—El señor Namikaze lo ha invitado, asi que decidimos esperarte para ir todos juntos. — Mei traía un moño alto con el flequillo de lado y un vestido color esmeralda con hombros afuera y de corte trompeta.
—Entiendo. — Respondió.
—Bueno, creo que seré la acompañante de ambos. — Mei le extendió un brazo pero Hinata no lo tomó haciendo fruncir el ceño a la secretaria.
—Voy a encontrarme con alguien allá. — Respondió con simpleza y elegancia.
—No perdamos más tiempo.— Por primera vez Hiashi se hizo presente saliendo de la mansión con Mei al lado.
Hinata los siguió en silencio intentando decifrar el significado de Mei en todo eso,aunque a esas alturas tenía grandes sospechas que esperaba fueran mentira o exageraciones suyas.
Hiashi Hyuga nunca asistía a alguna fiesta con una mujer siempre hiba al lado de Hanabi, su prima Neji y él.
"La familia antes que nada"
Era el lema que había escrito a mano su madre en el estudio que tenía cuando esta vivía. Recordarla le daba paz y calma, por las noches podía recordar las lindas melodias que cantaba mientras él la observaba pintar algo. Y si, Helen de Hyuga era una famosa artísta europea.
Sintió un mal sabor de boca al subir al vehículo y mirar como Mei lo miraba constantemente, acosandolo en todo el trayecto.
Por un momento quizo enviarle un mensaje a Naruto avisándole que no podría asistir con la simple excusa de que Hanabi estaba enferma y que tenía que cuídarla. Pero sería un acto inapropiado e injusto para su primera amiga en la preparatoria Konoha.
Suspiró con pesadez y si los demás lo habían escuchado no le dierón importancia.
OoOoOoOoOoOoOoO
Llevaba 15 minutos afuera de la habitación esperando a que saliera, aunque sabía muy bien que Naruto no saldría a menos que...
—¿Kushina-san?.— Sakura volteó a mirar a la anfitriona de la fiesta que le sonreía amigablemente.
—¡Mira que hermosa estas Sakura-chan! — le comentó causando un ligero sonrojo en la pelirosa.
Quizás el hecho de que Kushina era una famosa diseñadora le creía completamente. Sakura vestía un vestido de color blanco corto con mangas largas y la espalda totalmemte descubierta. Tenia el cabello rizado sujetado en una coleta y traía un poco de maquillaje.
—Arigato...—
—¿Esta niña aún no sale? Le dí sólo diez minutos de ingresar a mi estudio y se esta demorando mucho. — Kushina al ver la desesperación de su hija quiso permitirle elegir cualquier vestido de su nueva colección que aún no se lanzaba al mercado. Naruto siempre le rogaba que le dejase mirar sus nuevas prendas asi que cuando la consintió con esto quedó muy alegre y al parecer su confianza volvió a ser la de siempre.
—¿Qué dicen, Oka-chan, Sakura-chan?. — Naruto habia salido con un vestido color vino con escote en v, apegado hasta abajo y en corte sirena, con unos zapatos altos negros y el cabello sujetado en un gran moño. Ya traía maquillada la cara dándole un toque mas madura, toda una mujer.
—Elegiste muy bien dattebane, consideralo parte de tu regalo de cumpleaños. — La Uzumaki llevo una de sus manos a su barbilla y analizó detalladamente a Naruto para mirar que nada le quedará mal.
—Oh, veo que las encontraste. — Minato estaba caminando hacia ellas por un largo pasillo sonriendo como acostumbraba a hacerlo.
—Ah si, gracias por su ayuda. — Sakura había llegado con sus padres, que también asistieron por ser trabajadores muy cercanos al actual alcalde. A este mismo le habia preguntado donde estaban Naruto y Kushina y él muy amablemente se lo dijo.
—Bueno, creo que debemos ir a recibir a los invitados, Minato. Chicas, no se demoren dattebane. — Kushina tomó el brazo de su esposo y ambos empezaron a caminar hacia el salón.
—Sakura-chan, ¿viste si la teme ya llegó?.—
—No la vi, pero de seguro vendrá con toda su familia. — Sakura respondió con simpleza y ambas amigas empezaron a caminar por donde los padres de Naruto fueron.
—¡Genial! ¡Hace mucho que no veo a Itachi nii-chan dattebayo!. — Exclamó animandose más.
Sakura rodo los ojos y sonrió. A su amiga azabache no le gustaba para nada los motes que le ponía la Uzumaki a su hermano causando una riña entre esas dos.
"Puede decirme como usted desee Naruto-san"
Y tan formal como siempre le habia respondido provocando un fuerte gruñido por parte de Sasuke.
Pensar en Itachi Uchiha le hizo recordar a su nuevo compañero de clases, Hinata. Curiosamente este no parecía nisiquiera recordarla.
Y bueno, pudo haberlo entendido si su aspecto físico hubiera sido muy común. ¡Pero no maldita sea! Tenía el cabello rosa y era completamente natural y sus ojos siempre fueron verdes. ¿Un aspecto así no se suponía ser difícil de olvidar? Ella nunca lo olvido recordando varias veces sus peculiares ojos y su cabello.
" —¿Odiar? Pues no, creo que me parece hermoso, me recuerdan a las flores de cerezo que veía con Okaa-san —"
Después de todo Hinata Hyuga no era tan inteligente como aparentaba.
O quizás si la recordaba pero no quería hablar de aquello. Tal vez por vergüenza o por pensar que aquello fue algo sin importancia como para ser recordado.
Lo último le estrujo el corazón, pero aun asi no podía sacar conclusiones precipitadas asi que decidió preguntárselo hoy, aprovechando que Naruto también lo habría invitado.
—Oe, ¡Sakura-chan! Te he estado hablando desde hace rato... ¡Mira, ahi estan la teme y Hinata-chan! — y sin darse cuenta ya estaba en plena celebración.
Fijó su vista en los mencionados mirando que llegaban juntos, Sasuke traía las mejillas sonrojadas al igual que Hinata. Al instante Naruto corrió hacía estos dejándola atrás.
Por la bulla no pudo escuchar lo que hablaban pero vió claramente como Sasuke se alejaba de ellos muy enojada.
¿Seguir a Sasuke o ir hacia Hinata?
✧-•~❀~•-✧
Su mañana había sido relativamente tranquila, con sus padres en el trabajo e Itachi a arreglando ciertas cosas en la universidad tuvo su casa para si sola, bueno, para ella y para los empleados. Aunque descartó a estos últimos.
Lo cierto era que estaba muy relajada, sin las miradas despectivas de Fugaku, los interrogatorios de Mikoto, las estupideces de Naruto e incluso los golpes de Sakura.
Y si, Sakura también la golpeaba, no era algo usual pero aveces se lo merecia y estaba conciente de eso. Ejemplos de esto era como cuando caminaban por la calle y Naruto y ella se peleaban y los motivos eran verdaderamente ridículos.
Pensar en sus amigas hizó que recordará el día en que se conocieron. Fue aproximadamente por los años en que comenzó la primaria, lo recordaba muy bien.
Era la mejor de la clase y estaba muy consiente de esto, exactamente lo que se esperaba de alguien con aquel apellido. Para su corta edad era un peso que a la fuerza tenía que asimilar, quisiera o no.
Miró a todos los niños con indiferencia, rodeandola como si fuera un animal exótico de zoológico, le hacían preguntas que no le interesaba contestar. Ella tenía muy en claro su propósito y las amistades interferían.
Fugaku Uchiha siempre le recalcaba que a la escuela sólo se hiba a estudiar. Que si quería ser como su hermano no debería cometer errores y que tener amigos contaba como uno.
Cada que su padre le hablaba de esa forma Itachi la miraba con tristeza y dolor en sus ojos incomodandola.
—¡Oye tu, niña!. —Fijó su vista al frente, vió a aquella escándalosa rubia de ojos azules que la estaba mirando con emoción.
—¿Qué?. — La miró todo lo contrario a ella, sin ninguna emoción e interés.
—¡Se mi rival!. — gritó, más bien exigió su pequeña compañera.
—¡Naruto baka! Ya te he dicho que no puedes decirlo así ¡Shanaro'o!. — Al lado de la extraña niña apreció una aún mas extraña, pero que ruidosa era.
—Sasuke-sama, su baño esta listo. — Uno de los trabajadores tocó la puerta de su habitación y le habló desde afuera.
—Ya voy. —
Mikoto había mandado al servicio de la casa que prepararán el sauna que tenían. Y para la impresión de todos Fugaku no reclamó en lo absoluto. Estaban alistando todo para su salida hacia la fiesta del alcalde, cosa muy rara ya que Sasuke siempre se las arreglaba sola.
Tuvo la mejor tarde en todo el año, pasó por las manos de un masajista, un buen tiempo en la tina de burbujas, siendo atendida por las mejores personas. Su extrañeza era gigante pero decidió ignorarla.
Y como todo lo bueno no dura para siempre, era momento de irse.
Su vestido era negro y apegado hasta la altura de sus muslos, hacia parecer que tenía mas busto. La joyería de plata en sus muñecas, cuello y orejas adornaban perfectamente su piel pálida de porcelana. Su calzado de plataforma la hacia más alta. El cabello lo traía suelto y ondulado llegándole hasta las caderas , su rostro estába maquillado dándole un aspecto juvenil y de alguna forma elegante.
—¡Mira lo hermosa que esta, Fugaku!.—
Fugaku asintió sin mucha efusividad como lo hacía Mikoto, aún asi no pudo evitar sonrojarse.
—Vamos Sasuke. — Itachi la sujetó del brazo y caminó hasta el auto sin decir nada. Parecía algo enojado aun con ese rostro inexpresivo, pero Sasuke ya lo conocía demasiado asi que eso no serviría. Al rato le preguntaría el por qué de su comportamiento.
El camino fue en total silencio, con miradas exahustas de Fugaku e Itachi, y los comentarios emocionados de Mikoto.
Llegaron y un empleado les había abierto la puerta para que por fin salieran del vehículo.
—Señor Fugaku. — Escuchó que alguien le habló a su padre dándose cuenta de la mirada perlada de aquel hombre.
—Hiashi, adelantemonos. — Mikoto se colocó al lado de su marido saludando a aquel hombre e Itachi también se fué con los adultos dejándola aparentemente sola.
—Deacuerdo. Hinata, acompaña a la señorita. — Hasta ese entonces no se había percatado de que el heredero Hyuga estaba ahí, bueno sus deducciones habian sido acertadas como siempre. Él hombre que ya entró junto a sus progenitores era el padre de su compañero.
—Buenas noches. — El joven hizo una reverencia y ella lo imitó, este era el momento perfecto para poner las cartas sobre la mesa y aclarar toda esa situación.
—Hyuga, necesitamos hablar. —Fue directa como acostumbraba a ser.
—Coincido con usted, pero preferiría que fuese adentro. —
—Olvídado, no quiero ver tu cara en lo que resta de la noche asi que acabemos con esto. — Lo miró sin expresión alguna, aún asi se sentía nerviosa.
El rostro de Hinata denotaba el mismo rostro cansado que Fugaku tuvó en todo el trayecto, y es que Hiashi ya se lo había mencionado pero no creyó que toda esa farsa empezaría esa noche.
—Sólo quiero que piense que no tengo ninguna doble intención y que no pienso hacer nada que a usted le resultado incómodo o inapropiado. — Aquella confesión la extrañó completamente haciendo que elevará una ceja.
—Deacuerdo, en todo caso no hay motivo por el cual seguir conversando. Camina. — Empezó a caminar y sintió que Hinata se colocaba al lado suyo, decidió no darle tanta importancia ya que todo estaba aclarado.
O eso pensaba...
—Ahora le sujetaré de la mano, Sasuke-san. — le susurró muy cerca de su oído, provocando que toda su piel se erizará.
—¿¡Qué demo-!? — pero había sido demasiado tarde, sintió un calor en su mano derecha y el fuerte sonido que provocaba su corazón.
Los empleados les habían abierto la puerta y Hinata caminó para por fín poder ingresar obligando a Sasuke a caminar, está aún no salía de su asombró.
—¡Sasuke-teme! ¡Hinata-chan!.— Naruto parecía tener un sensor señalandole la ubicación de los morenos, por que ni bien entraron fueron recibidos por la rubia.
—Naruto-san, buenas noches. Lucé muy bien.— Hinata alagó a la ojiazul causando que se sonrojará.
—¡Gracias, dattebayo!. — Respondió feliz y con algo de vergüenza cosa no tan típica en ella. Pero toda emoción se fue al ver las manos de su mejor amiga y el chico. — Pero, ¿por que se toman de las manos?. —
Y como si se hubiera despertado de un sueño Sasuke se soltó bruscamente del Hyuga, como si quemara.
Hinata quiso preguntarle el por de sus acciones pero ella ya se había ido. Aún tenía las mejillas sonrojadas asi que decidió respirar para que el calor bajase.
—¿Hinata-chan?. — Naruto intentó hacer que reaccionará teniendo éxito en el primer intento.
—¿Podría llevarme con su madre? Quisiera saludarla. — Quiso crear un buen ambiente asi que cambió la conversación.
—Si, ven ttebayo. — Naruto con toda la confianza del mundo, tomó del brazo a Hinata y ambos se encaminaron hacia el alma de la fiesta.
OoOoOoOoOoOoOoO
Al principio el motivo de asistir a la pequeña reinion que organizaría la familia Uzumaki le agrado, tanto como para aceptar. Pero al parecer todo se habría modificado drásticamente convirtiendo algo sencillo en una fiesta de la cual se hablaría en los medios de comunicación toda la semana.
No volvió a hablar con Sasuke en toda la noche, o bueno, hasta ese momento. Tampoco habia visto a la pequeña pelirosa que esta semana le seguía en algunas ocasiones.
¿Será que no la habían invitado?
Imposible.
Tenía entendido que era una de las mejores amigas de Naruto, y si a el que apenas lo conocía fue invitado, Sakura sería sin lugar a dudas la que tenía su invitación asegurada juntó con la Uchiha.
Derrepente no quiso asistir, o estaba enferma. Sintió algo de preocupación por la chica.
—Esta fiesta fue repentinamente hecha para recibir a alguién que, aunque no pareciera, nos hacía falta.
A la familia Uzumaki... — Escuchó la voz de Minato hablar con un micrófono, por ende, todos los presentes miraron hacía la dirección del rubio. —... Es para mi algo importante el presentarles a quien llena de orgullo nuestra familia... — Continuó hablando. — Con ustedes, mi hijo, Menma Uzumaki. — Todos abrieron los ojos como platos, incluido él mismo Hinata.
—Gracias por asistir queridas amistades y familia. — El moreno sonrió de medio lado, estaba en medio de todo el gran lugar y traía el cabello negro. ¿Cómo había llegado hasta ahi? y nadie se había dado cuenta por el discurso del alcalde.
Hinata conocía al recién nombrado, y sabía que los problemas se avecinaban.
Y es que la mirada que le daba Menma se lo decía todo.
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*La escritora toma un micrófono y empieza a cantar*
~RESPONDIENDO COMENTARIOOOOS!~
•Yumeko-san: Al principio de la serie cuando Sakura trataba mal a Naruto dije (Ok, te ignoraré) pero al pasar del tiempo Sakura empezó a verse mas madura y yo dije (YAAAAAAZ esto era lo que yo necesitaba, por fin mija alabadasea). Sakura me parece muy decidida y fuerte, algo estúpida cuando se enamora aún así me gusta (será por que yo soy igual de estúpida que ella en el romance ¡Cof Cof! ¿Quien sabe?) . El HinaSaku esta bien potente y me gusta a decir verdad. ¡Gracias por tú comentario!
•Zero560: ¿Me pregunto si el Ship en este capítulo a cambiado? Dime si te gusto el capítulo please 3 ¡Me encanta leerte!
•Yona: La verdad al principio quería como que dar un buen inicio, puesto que esto apenas comienza. Sakura, Sasuke y Naruto tendrán sus respectivos momentos de brillar al pasar de los capítulos. A veces solo una, dos o de plano las tres. Me gustaría que comentaras y me escribas que te pareció este capítulo. ¡Te estaré esperando! ^U^
—Han pasado muchas cosas desde la última vez que actualicé esta historia, aun así nunca la olvidaré. Tengo casí todos los capítulos bien organizados y solo me queda redactar y continuar escribiendo.
Este capítulo decidí escribirlo mas largo y enfocandome un poco más en Sasuke y Hinata. Para poder crear lazos con ambos debo crear una base consisa o un trampolín, al igual que con Sakura y Naruto.
Además, ya vino Menma y como es un harem... A propósito.. ¿Les gusta el Yaoi?
Dejamelo saber en los comentarios y..
*Vuelve a tomar el micrófono*
~Nos lEeremos prOooonto~