Si había algo que Adrien adoraba era pasear por París, sentir el aire frío sobre su rostro, ver a las parejas caminar sin rumbo y saltar pensando que, algún día, daría un salto tan alto que lograría tocar la luna.
Idea que no parecía tan descabellada cuando usaba su traje de Chat Noir, donde sus habilidades se incrementaban.
Pero esa no era una noche para saltar por los techos parisinos, o al menos dejo de serlo cuando la vio, parada en el puente de las artes que había perdido su magia dada la ausencia de los candados que simbolizaban miles de almas unidas a través de los años.
Caminó hasta ella, posó su mano sobre su hombro, sobresaltándola.
-Tranquila -Le pidió -Solo soy yo.
Cuando Marinette se giró a verlo sintió una punzada en el corazón al encontrar sus ojos azules completamente cristalinos por las lágrimas.
El entendimiento huyó de su cerebro, impidiendole decir cualquier cosa mientras que la azabache regresaba su mirada al río, antes de restregar sus manos contra su rostro.
-¿Qué necesitas, Chat Noir?
El rubio tragó pesadamente, antes de posar sus brazos sobre el barandal del puente, intentando ganar tiempo.
-Daba una vuelta, te vi y no pude evitar venir a hablarte. ¿Quieres contarme qué pasa? -Marinette sonrió de lado.
Divertida por alguna razón.
-No pasa nada, sólo necesitaba salir de casa un rato.
-Eso -Atinó a decir el enmascarado señalando el rostro femenino -No parece ser nada -Se tomó un momento, antes de preguntar -¿Pasó algo en tu casa?
Marinette empezó a reír.
-Mi casa es perfecta Chat Noir, mis padres son perfetos. Yo soy el problema.
-¿Cómo podrías ser tu el problema?
-Estoy confundida -Declaro, sin deseos de decir nada más.
Pero estaba muy equivocada si pensaba que él la dejaría sola sin más.
No a ella, que era una gran amiga. Y entonces lo recordó.
-Esto... ¿Esto tiene que ver con el chico de la otra vez?
-Con él, sí. Y otro chico -Marinette bajo el tono de su voz, con vergüenza.
-¿Quieres contarme? Quizás te haga sentir mejor hablarlo.
-Creo que debes tener cosas más importantes que hacer que escuchar mis problemas, Chat.
-El otro día me escuchaste aunque no tenías necesidad de hacerlo. Déjame devolverte el favor.
Lo pensó unos segundos, antes de aceptar.
-Hay un chico que me gusta, él no lo sabe. Somos amigos -Marinette empezó a jugar con sus manos, nerviosa -Pero hace poco tiempo conocí a otro chico que, parece estar interesado en mi y él también me gusta. Me... Me siento mal de sentirme así, ¿sabes? Es como si estuviera defraudado mis sentimientos por el primer chico, como si mis sentimientos por él no fueran sinceros. Como si todo fuese una mentira.
-Y-yo...
-No digas nada -Pidió la azabache -Será como tu me dijiste, cualquier cosa que digas lo harás para hacerme sentir mejor.
Se mantuvieron en silencio por unos breves segundos antes de que Marinette suspirara y separaba su cuerpo del barandal del puente.
-Nos vemos Chat, debo regresar a casa.
Marinette le dio la espalda, provocando que el cuerpo del superhéroe se tensara antes de atrapar la muñeca de la chica.
-¡No! -La chica se giró, sorprendida -Sé que estas herida Marinette, quédate está noche conmigo, por favor.
-Chat Noir, yo...
-Yo... Sólo quiero que estés bien -Marinette se acercó al héroe, abrazándose a él quien dudo unos segundos antes de corresponder el gesto.
-Gracias, Chat.
Marinette recargó su rostro en el pecho del héroe que atinó a acomodar su cabeza sobre ella, ambos observando el río Sena fluir, provocando un poco de consuelo en el corazón de la fémina.
-No debes sentirte mal por los sentimientos de tu corazón -Le aseguró -Si los quieres es porque te han demostrado que lo valen, ¿No?
-Sí, lo valen. Cada uno a su manera.
Día uno: estás herido, por favor quedate esta noche conmigo, por favor.
No pensé en hacer esto. Si bien me hacía alusión caí rápidamente en cuenta que los primos eran demasiado específicos y que así terninariamos con historias bastante similares todos aquellos que realizaramos el reto.
Pero ArkeielRake y JuuMLB me lavaron el cerebro. (?)
Así que aquí estamos. XD
Este compendio de drabbles van dedicados a JuuMLB.