Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979

En un club de caballeros se encuentra un joven ahogando su dolor con licor, era muy temprano para que estuviese tomando pero no soporta más, quiere librarse y entregarse a aquella pasión que tiene oculta en lo más profundo de su ser y que delante de los ojos de todo el mundo sería pecado, lo observa un conocido quien discute algunas cláusulas de una negociación, le pregunta en voz baja a su fiel amigo George si aquel muchacho es el hijo del Duque de Granchester.

-Si es él- le confirma George

- Señores si me disculpan, ya despejé todas sus dudas con respecto a nuestro negocio, iré a platicar con un amigo, George revisará que todo quede debidamente firmado.

Aquel hombre alto y rubio se dirigió hacia Terry

-Hola Terrence

-No quiero compañía Lord Andrew, deseo estar solo

-Comprendo, tú sabes que pastoreo a mis siervos en la capilla de mi propiedad y quiero decirte que puedo escucharte o darte algún consejo estudié Teología al mismo tiempo que estudiaba en la universidad.

-Sólo eso le falta a mi papá, lavarle el cerebro a sus siervos con religión para que ellos le sirvan sin replicar nada, de seguro usted solo basa sus sermones en Efesios 6: 5 en adelante

5 Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo;

6 no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios.

-Sí, a veces leemos ese pasaje, ante todo soy consejero espiritual ¿Tienes problemas conyugales?

Terry miró con el ceño fruncido a Albert

-Me pregunto si quiere saciar su curiosidad por chismoso o si realmente quiere ayudarme aunque no hay manera de hacerlo

-No pienses mal de mí, me preocupo cuando veo que un joven puede volverse alcohólico.

-Bien, prométame que no le dirá a nadie.

-Soy discreto Terrence, yo sólo quiero aconsejarte

-Estoy enamorado de mi cuñada, la deseo y creo que voy a enloquecer si no la tengo, ella vive bajo el mismo techo que yo, se llama Candice White Marlow

-¿Por qué no la despides de tu casa? No te compliques más

-Porque cuida de mi esposa, Susana la quiere cerca de ella mientras esté enferma

-Entonces sincérate con tu esposa y dile lo que sientes para que ella misma decida dejarla ir

-¡Jamás! No quiero que se vaya de mi lado. No soportaría que otro hombre la despose

Mientras en la mansión Granchester Candy cepillaba el cabello de Susana

-Terry no vino a dormir anoche, quizás está con otra mujer

-Susi no pienses mal de él, quizás el Duque le encargó alguna misión

-No pude dormir, me atormenta la idea de que puede estar yaciendo con otra y yo aquí sin poderlo complacer

-Hermana, no sé de eso pero ¿A poco él no puede tomarte sin que tu hagas esfuerzo?

-Cómo ve que no siento nada se le quita el deseo ¿Por qué me castigó Dios de esta manera?

-¿Por qué dices que es castigo si nada hiciste para merecerlo? es una prueba, debes hacer los ejercicios que te mandó el doctor

-Yo quiero sentir como entra en mí

Esa noche Terry llegó a la recámara nupcial, Susana sonrió al verlo y se sintió aliviada

-Me alegra que hayas venido, me tenías con pendiente

-Perdona, se me fue el tiempo sin darme cuenta, me ducharé y en unos momentos estaré contigo

Terry se acercó para besarla, Susana sintió su aliento alcohólico

-¿Quieres que te acomode en la cama?

-Después que salgas de la ducha, para que nos acostemos juntos.

Mientras en la sede de la Iglesia Luterana

-Lo sentimos Lord William pero no podemos nombrarlo reverendo, es un hombre soltero y usted sabe que uno de los requisitos de los aspirantes a ministros es que estén casados.

-La Iglesia católica es contraria a nosotros, ellos ordenan sacerdotes a los solteros-replicó Albert

-Sí, pero luego caen en muchas tentaciones, por eso es mejor que cada uno tenga su propia esposa para que vayan acompañados de ellas a visitar a las viudas y a las mujeres solas.

Era aproximadamente las 11 de la noche, Susana se había quedado profundamente dormida en los brazos de su amado Terry, él se las ingenió para dejarla sin que se diera cuenta y caminó sigilosamente a la recámara de Candy quien leía un libro iluminada con unas velas.

-¿Qué haces aquí?

-Susana se durmió

-¿Por qué la haces sufrir de esa manera? estaba preocupada por tu ausencia pensando que quizás yacías con otra mujer

-No me interesa ninguna otra mujer que no seas tú, bien lo sabes

Terry se acercó a ella y la besó como si se fuera acabar el mundo en ese instante, Candy lo apartó

-Salte, estás ebrio

-No estoy ebrio te lo aseguro, entrégate a mí, ¿No que dices que soy el único hombre a quien amarás en tu vida?

-¡No voy a traicionar a mi hermana!

-Con la mente la traicionas recuerda que el que mira a una mujer para codiciarla ya adultera con ella en su corazón ¡Eso aplica también para las mujeres!

-Pero en la Biblia nos dice: 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca.

19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

-Debiste escapar conmigo cuándo te lo pedí, no que nos condenaste a una vida miserable, deseándonos tanto sin poder saciar nuestra sed.

El volvió a aprisionarla y la besó hasta excitarla Candy sintió que no podría escaparse esa vez, lo deseaba, siempre estuvo enamorada de él

-Si no te vas de mí habitación, mañana mismo me iré de aquí

-¡Está bien vete! Pero antes te haré mía

Candy lo empujó

Terry se fue de ahí furioso y entró a su lecho conyugal

-Mi amor, desperté y no estabas a mi lado, ¿Dónde fuiste?-le cuestionó Susana

Terry sin decir palabra alguna descubrió la desnudez de su esposa y la besó luego se posicionó para hacerla suya.

Susana quería sentir pero su invalidez se lo impedía pero estaba contenta de que su esposo se saciara de ella

Al amanecer Candy fue a la capilla más cercana, la abrían temprano para que el que tuviera necesidad de oración fuera a derramar su alma delante de Dios

Albert observó a aquella joven quien oraba pero sólo movía los labios sin emitir ninguna palabra, vio que le brotaban las lágrimas de sus ojos

-Buenos días ¿Por qué estás atribulada? Soy William Albert Andrew el encargado de los feligreses de este lugar

-Me llamo Candice White Marlow, ¿Puedo confesarme?

En aquella capilla no se practicaba la confesión de pecados ante un sacerdote pues no eran católicos, Candice no lo sabía que ese lugar pertenecía a la Iglesia Luterana, pensó que Albert era sacerdote porque lo vio con cuello de clérigo

-Si quieres contarme yo estoy dispuesto a escucharte

Ella lo miró y él se estremeció al encontrarse con sus ojos

-Todo comenzó…

Hola sólo comentario para nada será un fic para engrandecer a una religión y opacar a otra, sólo que así requiere el fic que sea Albert. Esto no es para guerra religiosa sólo es una historia