Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J.K. Rowling


Y empezamos la cuarta parte. Desde luego han pasado varios años desde que empecé esta saga de historias, allá por el 2013 (hace ya casi cinco años). Y por fin llegamos a los libros grandes.

Así que, sin más dilación que ya sé que todos queréis que empiece... ¡COMENZAMOS!


Si Harry Potter tuviese que hacer una lista de las cosas más raras que había experimentado, sin duda esos días competirían por el segundo puesto. ¿Por qué no por el primero? Fácil. Porqué el primero lo ganaba (por ahora) la situación que estaba sucediendo ahora mismo.

Todos miraban al recién llegado, sin acabar de entender lo que acababa de suceder. O más bien lo que el joven acababa de decir.

—Esto... ¿hola? ¿Me estáis escuchando? ¿Me entendéis? —Alan Dursley sacudió su mano delante de todos—. Que raro... sé que son más de veinte años en el pasado. Pero estoy seguro de que la gente de esta época hablaba en inglés... Ola. Bom dia. ¿Me entienden?*

Los de la sala se miraron. Finalmente Dumbledore, como representante, se adelantó.

—Sí, le hemos entendido perfectamente, señor Dursley. Aunque no negaré que varios de nosotros nos hemos sorprendidos al saber su nombre.

—¿Mi nomb...? ¡Ah! Ya, entiendo —asintió Alan.

—Disculpa —interrumpió Hermione tímidamente—. Lo que has dicho antes... ¿era portugués?

—¿Eh? Sí, así es. Al menos las dos primeras. La última era en español —respondió Alan—. Mi madre es portuguesa, y al mismo tiempo mi abuela materna es de España.

—¿Y hablas otros idiomas aparte del inglés, el portugués y el español? —preguntó la castaña.

—Bueno, más que hablar español, me se algunas frases gracias a mi abuela —explicó Alan—. Pero aparte de esos tres, también puedo chapurrear en francés gracias a que la familia materna de mi novio es de allí.

—¿Novio? —dijo esta vez Ron.

Alan entrecerró los ojos.

—Sí, novio. ¿Alguna queja?

—Ninguna —respondió Ron, levantando las manos.

—Entonces... ¿eres gay y aparte mago? —preguntó Harry. Alan asintió y Potter sonrió con cierta maldad—. Vayaaaa, al tío Vernon no le gustará eso.

—Me gusta que ya hayas asumido que soy hijo de tu primo —dijo Alan con una sonrisa.

Harry se encogió de hombros.

—Te das cierto aire a Dudley. Aunque sin ser tan idiota. Y lo digo con perdón.

—Nah, no importa. Papá siempre dice que durante su niñez fue un capullo integral —dijo Alan como si nada—. Y por si te lo preguntas, en efecto, el abuelo Vernon no se llevó bien eso de que fuese mago.

—¿Qué hizo? —preguntó Lily con el ceño fruncido.

Alan se la quedó mirando unos segundos antes de que la bombilla se le encendiese.

—¡Ah! ¡Usted es la tía abuela Lily! —Lily hizo una mueca acerca de ser llamada tía abuela—. La abuela Petunia siempre habla de usted. Bueno, el abuelo empezó a despotricar acerca de que la culpa era de los genes de mi madre por ser negra y que nunca tendría que haber permitido que su hijo se casase con alguien como ella. Entonces la abuela saltó en defensa de mamá y el abuelo empezó a gritarle que era culpa de su familia por haber tenido a esa oveja negra, refiriéndose a la tía abuela Lily.

—Llámame Lily o tía Lily... no soporto lo de tía abuela —murmuró Lily, ante las miradas divertidas de su novio y sus amigos—. ¿Y qué hizo esa mor... Vernon?

El rostro de Alan se ensombreció.

—Al final se alteró tanto que le acabó dando un ataque al corazón (algo normal teniendo en cuenta que abultaba más de ancho que alto). Se lo llevaron al hospital y consiguió recuperarse. Pero a partir de ese momento no quiso saber nada ni de mamá ni de sus nietos. Papá se enfadó con él y le dijo que estaba siendo un idiota. Desde entonces llevan sin hablarse.

—Hay algo que no has dicho —señaló Luna. No era una pregunta, sino una afirmación.

—Tan intuitiva como siempre señora Lo... vegood. —Alan se reprendió mentalmente por estar a punto de soltar una información tan importante—. A decir verdad hará una semana la abuela llamó a papá. Al parecer el abuelo se esta muriendo.

La sala se quedó en silencio. Por muy mal que les cayese Vernon Dursley, nadie de por allí se alegraba de saber que se estaba muriendo. Finalmente Molly rompió el silencio.

—Entonces ¿no deberías estar allí tú también?

—Francamente abuela Molly, ese hombre nunca hizo nada que se ganase mi aprecio ni el de mis hermanos. Aunque Morgana, mi hermana pequeña, dice que deberíamos ir. Pero ella es un ser demasiado puro y bondadoso como para haber nacido en este mundo, así que su opinión no cuenta. Y cambiemos ya de tema que esto empieza a ser deprimente. Bueno, teníais preguntas ¿verdad?

—¿Qué ocurre con el Mundial de Quidditch? —preguntó Ron al instante.

—Directo a la yugular —murmuró Alan—. Bueno, cómo habéis podido comprobar, ya han pasado cinco días desde que el mundial termino. ¡Pero que no cunda el pánico! Una vez que la lectura termine os devolveremos al momento exacto de vuestra desaparición. Y por supuesto lo haremos con todas las memorias intactas... Porque de otra manera, hacer todo esto sería una gilipollez como un castillo —eso último lo murmuró para él.

—Pero, ¿cómo haréis eso? —preguntó Emily—. Quiero decir, ya todo lo que esta ocurriendo sería imposible de realizar...

—Tienes razón. Incluso en nuestra época esto sería bastante difícil de hacer, para no decir imposible —respondió Alan—. Pero eso no quiere decir que en otras épocas no fuese posible conseguir una hazaña como esta.

—¿A qué te refieres? —preguntó Sally.

—Pues que gracias a un encantamiento que descifró Rose, nuestra experta en Runas Antiguas, dimos con un hechizo que permitía viajar varios años al pasado. Bueno, que digo años ¡incluso décadas! Pero había un problema, y es que solamente permitía hacerlo a los objetos, no a las personas —dijo Alan—. Por ese motivo al principio solamente mandaron los libros.

—Si eso que dices es verdad. Entonces, ¿cómo es que estoy aquí? ¿O qué ellos estén aquí? —dijo en ese momento Reg, mientras se señalaba a él, a James y a Lily.

—Sí... eso hubiese resultado ser completamente imposible si no fuese por el lugar donde nos hallamos —contestó Alan—. Veréis, ahora mismo nos encontramos en una habitación secreta en Hogwarts, conocida como Sala de los Menesteres.

—¿Sala de los Menesteres?

—Sí, es una habitación mágica en Hogwarts, ubicada en el séptimo piso, que da a su buscador todo lo que pide. Pero por si sola esta sala sería incapaz de hacer todo esto.

—¿Y entonces?

—Por si sola no puede, pero se ha de tener en cuenta de que originalmente esta sala no pertenecía a Hogwarts, sino a otro lugar. Un lugar que es bastante conocido en la mitología celta, Ávalon.

—¿Ávalon? —Los ojos de Dumbledore brillaron al pronunciar esa palabra—. ¿Exactamente a qué se refiere con que...?

Pero en ese momento una luz azulada brilló intensamente desde uno de los libros. Tras varios segundos, el libro dejó de brillar-

—¿Qué... qué ha sido eso? —preguntó Percy. Alan sonrió ampliamente.

—Pues que el cuarto libro ya ha sido escrito —respondió el chico Dursley—. Sé perfectamente que tenéis más preguntas para hacerme. Pero sinceramente no tenemos todo el tiempo del mundo para ir hablando, así que mejor concentrémonos en la lectura. —Miró el reloj que tenía en su muñeca—. ¿Os parece bien que continuemos nuestra charla durante la cena?

Los demás se miraron. A decir verdad todos ellos querían preguntarles más cosas al chico Alan. Pero también estaban ansiosos por saber que ocurría en los libros. Finalmente aceptaron la propuesta de Alan y todos volvieron a ocupar sus puestos. Alan, por su parte, hizo aparecer un sillón y se sentó, algo más alejados de ellos.

Remus cogió el nuevo libro y leyó la portada.

Harry Potter y el Cáliz de Fuego.


*: Las dos primeras las dice en portugués, sus significados son "Hola" y " buenos días". La tercera en español.


Hola gente.

¡Bienvenidos al primer capítulo de la saga! Y sí, sé que apenas se ha explicado nada, pero tengo dos buenos motivos para no haberlo hecho ahora. Primero es que aún queda mucha historia por delante, y podré ir respondiendo las preguntas que tengan nuestros personajes a medida de que pasen los capítulos. Segundo, aunque sé que quiero hacer con todo este tema de la Sala de los Menesteres y Ávalon, no sé como transmitirlo muy bien. Es más, todo eso quería explicarlo en este capítulo (de hay que originalmente se iba a llamar Ávalon), pero al final será más adelante.

Y para que no me vayáis preguntando cuando lo haré, os dejaré un pequeño índice de como serán estos primeros capítulos:

-La mansión de los Ryddle.

-La cicatriz.

Descanso para comer (lo más probable es que vaya al final del anterior capítulo o principios del siguiente)

-La invitación

-Retorno a La Madriguera

-Sortilegios Weasley

-El traslador

Descanso para cenar (y respuesta a las preguntas de los personajes)

-Bagman y Crouch

-El Campeonato Mundial de Quidditch

-Descanso para ir a dormir (y seguramente un nuevo capítulo relacionado con el futuro).

Bueno, espero que os haya gustado.

Se despide,

Grytherin18-Friki.