Mascota.

Luego de su último éxito, devolver a su hermano idiota a la vida, la pequeña doctora genio malvada Kurosaki Franken-Karin estaba bastante aburrida con su vida, ya que su padre idiota había ido a cazar monstruos pero el problema con eso era que el viejo loco ¡nunca le traía nada!

Desde que era solo una pequeña doctora normal que cocía heridas para sanar a la gente en vez de unir trozos para revivir, siempre había anhelado un monstruo mascota. Su padre le prometió traerle uno, ¡pero ese viejo era un fracasado! Nunca fue capaz de cumplirle su más anhelado sueño.

Estaba un poco sola desde que soltó a su hermano para que fuera a aterrorizar gente por ahí, el viejo estaba cazando o tal vez ya había vuelto a acabar en algún hospital debido a fracasar miserablemente, y Yuzu había decidido que saldría en una expedición con Jinta y Ururu para alguna mierda sobre encontrar el Kon Dorado o algo así.

Así que estaba sola, aburrida y sin una mascota con la cual divertirse porque su padre era un completo idiota. ¿Qué tenía que hacer una doctora genio malvada aquí para obtener una mascota monstruo? Pero ella no quería un monstruo grotesco como su hermano o esa espeluznante calabaza fantasma que venía a acecharlos de vez en cuando, ¡ella quería un monstruo adorable y lindo!

Frustrada, decidió que ya no podía seguir esperando a su padre, y ya que su hermano no quería quedarse como para ser aunque sea una distracción que le impidiera pensar en su mascota anhelada y Yuzu no volvería por un buen tiempo, entonces ella misma se conseguiría un lindo monstruo mascota, no por nada era una pequeña doctora genio malvada.

Decidida, salió de su tenebrosa mansión con un par de las armas más poderosas de los cazadores de monstruos que su padre idiota nunca usaba. Siguió el mismo camino que había seguido su hermano hasta que sus cámaras de vigilancia lo perdieron de vista y entonces empezó a pedir indicaciones de dónde podría encontrar monstruos, rápidamente escuchando que varios habían salido huyendo al bosque por alguna especie de pescado horrible que había invadido su castillo o algo así.

Internándose en el bosque sin importarle los peligros, buscó tras cada arbusto y dentro de toda cueva y madriguera, pero no pudo encontrar nada. Se hizo de noche y empezó a cansarse un poco, por lo que se acercó al río y tomó un poco de agua para recuperar fuerzas, cuando de repente escucho un ruido muy extraño.

Sus sentidos se pusieron alerta y se aseguró por no hacer ningún sonido que delatara su presencia. Volteó esperanzada, encontrando con alegría que ¡sí se trataba de un monstruo! Su boca cayó con asombro y sus ojos se dilataron detrás de sus lentes al ver que se trataba de un hombre lobo ¡uno que parecía de su edad! Y sin duda era muy adorable y lindo con su cabello blanco y ojos turquesas.

Sonrió entusiasmada y sacó un par de las armas más letales que un cazador de monstruos podría tener… un martillo y una red. Totalmente infalibles.

Se acercó sin hacer ruido al adorable lobito y comenzó a alzar la red y el martillo. Cuando estuvo a solo dos pasos, accidentalmente piso una ramita que se partió a la mitad con un sonoro crujido. El lobo albino se tensó y volteó a verla con sus garras fuera dispuesto a atacarla, pero entonces pasó algo muy raro.

Él se congeló por completo a penas verla, se quedó hipnotizado viéndola con los ojos dilatados y la boca levemente abierta. Ella pestañeó un par de veces, antes de golpearlo en la cabeza con el martillo y sonreír al verlo desmayarse, atrapándolo en la red.

Rió malvadamente y comenzó a arrastrarlo para volver a la mansión de su familia. ¡Finalmente había conseguido su monstruosamente adorable mascota! Ya no habría más aburrimiento para ella. Y ¿qué mejor que un perrito monstruo? Lotería.

Cuando llegaron a la mansión, lo arrastró hasta su laboratorio y ahí lo ató de manos con unas cadenas sujetas a la pared para asegurarse de que no escaparía. Ajustó sus lentes, triunfante, y se sirvió un vaso de agua, del que bebió la mitad y la otra mitad la arrojó al rostro del monstruo lindo, que abrió los ojos y se incorporó sacudiendo la cabeza y sus adorables orejas.

-¡Mucho gusto, nueva mascota!- sonrió como la demente que era. –Soy Kurosaki Franken-Karin, doctora genio malvada, tu nueva ama y señora. Ahora me perteneces, te declaró mi propiedad. ¡Y no importa cuanto lo intentes no huiras de mí!- rió con crueldad.

-Hmm.- miró sus muñecas encadenadas, luego se encogió de hombros y se sentó en el suelo con las piernas cruzadas. –Muy bien.-

-¡No importa cuánto supliques, no…!...- calló a media frase, recién registrando sus palabras. –Espera, ¿qué?- pestañeó.

-Dije que muy bien, estoy de acuerdo con tus condiciones.- de nueva cuenta se encogió de hombros. –Has lo que quieras conmigo, realmente no me importa siempre y cuando me dejes estar cerca de ti.- miró alrededor del laboratorio con desinterés. -¿Esta es tu casa? Se ve bien. ¿Nadie más vive aquí? Oye, ¿es necesario que me esposes?-

-T-tú…- lo miró con los ojos muy abiertos. -¡O-oye! ¡¿Por qué demonios te estás tomando tan bien esto?! ¡Te secuestre y quiero que te conviertas en mi mascota y obligarte a vivir conmigo y divertirme! ¡¿Qué no te parece humillante, opresor y cruel?! ¡¿Qué clase de monstruo eres tú?!- se llevó los puños a las caderas.

-Me lo estoy tomando bien porque quiero estar cerca de ti, así que tus planes no interfieren con los míos. No me parece humillante, ni opresor ni cruel porque quiero hacerte feliz y no me importa que me llames mascota y vivir contigo mientras me dejes estar contigo. Y soy un hombre lobo. Mi nombre es Hitsugaya hombre lobo Toshiro, por cierto. ¿Alguna otra pregunta?- contestó fría y amablemente.

La boca de la pequeña doctora genio malvada estaba a punto de tocar el suelo.

-¡No estás entendiendo nada de esto! ¡Soy una doctora genio malvada! ¿Entiendes? ¡Malvada! Cree un monstruo con partes de cadáveres para aterrorizar a las personas y te secuestre y encadene. ¡¿Por qué demonios estás feliz de estar conmigo?! Ni me conoces y no tengo intensiones de ser buena contigo.-

-Realmente no me importan tus intensiones, mientras me dejes estar cerca de ti.- siguió hablando con la misma tranquilidad. –Tú eres la que no entiende, pensé que lo estaba haciendo bastante obvio. Soy un hombre lobo. Hombre lobo, ¿entiendes? ¿Sí sabes lo que es la Impronta, verdad?- de repente rodó los ojos. –No puedes ser una doctora genio si no sabes lo que es la Impronta.-

-¡Claro que lo sé! Es cuando un hombre lobo macho conoce a una hembra de su misma especie u otra diferente y no sé exactamente cómo queda prendado de ella y siente el impulso de estar siempre a su lado ya sea para ser un amante, protector o…- de repente, sus ojos se abrieron mucho en la comprensión. –Oh…- bueno, maldita sea, este era un cálculo que no había previsto. –Entonces, ¿te imprimiste de mí? Porque eso es bastante patético, ya que solo te quiero solo como mascota.-

-Seré lo que sea que quieras que sea.- se encogió de hombros. -¿Ya puedes desencadenarme? Esto es incómodo.-

-Hmm… Nop. Soy malvada.- se cruzó de brazos.

-Sí es lo que necesitas que permanezca así, entonces estaré feliz de complacerte.- llevó sus brazos detrás de la nuca y se recostó contra la pared de modo bastante relajado.

-¡Deja de estar feliz con mis maldades!- pisoteó. –Agh, como sea.- se acercó a él para desencadenarlo, arremangando las mangas de su excesivamente grande bata de doctora malvada. –Puedes estar desencadenado, pero más te vale no tocar nada.- él se puso de pie al estar libre, parándose y quedándose justo a su altura.

-Sí eso te hace feliz.- estaba demasiado cerca de ella, mirándola con esos intensos ojos turquesas desprovistos de emoción.

-¡Agh, ya cállate!- por alguna razón, sintió cierto aumento de temperatura en el área de sus mejillas.

-¿Cómo puedo ser una buena mascota para ti, ya que eso es lo que quieres que sea?- se llevó una garra a la barbilla.

-N-no lo sé… Solo compórtate como un buen perro y no hagas nada extraño.- agitó una mano despectivamente.

-Como un perro, hmm…- la miró con ojos entrecerrados, antes de acercarse a ella mucho más cerca que la última vez, con su mirada aun llena de indiferencia.

Karin lo miró con los ojos muy abiertos, ¿acaso iba a besarla? ¡Eso era mucho atrevimiento para una mascota prisionera! Antes de que pudiera alejarse, sintió algo húmedo y caliente arrastrarse por su mejilla repetidas veces.

Él… él… é-él… ¡la estaba lamiendo! ¡Estaba pasando su lengua por su mejilla! ¡Eww, que asco!

Chilló de forma demasiado femenina no muy típica de ella, encogiéndose sin saber qué hacer con la situación, pero entonces se alejó.

Aprovechó sus mangas excesivamente largas y se limpió la saliva de la mejilla con fuerza, sintiendo todo su rostro arder. Una vez limpia, frunció el ceño y miró fulminante a su mascota traviesa, que seguía mirándola fríamente, pero esta vez parecía un poco pensativo también.

-¡Eso no me gustó nada!- pisoteó.

-A mí sí, tu piel es más suave de lo que parece y hueles bien.- ella sintió su rostro arder aún más. –Me gusta esto de ser tu mascota, ¿qué más se supone que debo hacer? Por cierto, ¿dónde voy a dormir?- entrecerró los ojos.

-¡Fuera!- ya sumamente enojada y ruborizada, comenzó a temblar y fue con un dedo tembloroso que señaló hacia la puerta de la mansión. -¡Ya vete, largo! ¡Ya no te quiero en absoluto! ¡Las mascotas son molestas y no respetan mi genialidad malvada! ¡Fuera!-

-No me molesta dormir afuera, mientras no llueva. También necesito cazar, o comer sandía también funciona. Y no, no pienso irme.- por primera vez, sonrió, sonrió descaradamente. –Ya te metiste en esto, Karin. Ahora no te libraras de mí.- escaló por uno de los pilares de la mansión y salió por una de las altas ventanas. –Me iré ahora, pero volveré mañana para que podamos desayunar juntos, ama.- pronunció burlonamente antes de desaparecer de su vista.

Karin solo pudo quedarse parada en su lugar con la boca y los ojos muy abiertos, sus anteojos redondos deslizándose hasta la punta de su nariz mientras miraba atónita en una posición encorvada la ventana por la que el lobo albino se había marchado. Por todos los demonios… ¿en qué acababa de meterse? Lo único seguro era que ya no volvería a aburrirse.

Fin.

Otra cosa q hice para face :v Ojala les haya gustado n.n

Los personajes de Tite!

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CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!