Las dos caras de la moneda.

Las dos familias más ricas de ciudad Karakura eran la Shihoin y la Vorarlberna, simplemente porque los Kuchiki se habían trasladado definitivamente a ciudad Seireitei hace unas décadas. La actual cabeza del clan Shihoin era Shihoin Yoruichi, una hermosa mujer madura morena y despampanante con un gran sentido del humor con una historia familiar de milenios de longitud y leyendas dedicadas a antiguos cabecillas que alguna vez fueron vistos como dioses. El actuar líder de empresas Vorarlberna era Yukio Hans Vorarlberna, un rubio de ojos verdes de ascendencia europea arrogante y con complejo de dios que se quedó con todos los bienes de sus padres luego de que estos se suicidaran cuando él les quitó la presidencia de su negocio más lucrativo con tan solo dieciséis años.

Al ser las dos personas más importantes de la ciudad, la mujer y el joven a menudo tenían que convivir, pero eso no significaba que se llevaran bien. Yoruichi encontraba al mocoso hilarante y le gustaba burlarse de él, era básicamente la única persona en la ciudad que tenía las agallas de hacerlo, y por eso Yukio la odiaba desde lo más profundo de sus entrañas y sí ella no fuera solo un poco más poderosa que él se lo diría en la cara con gusto.

Yoruichi estaba en una relación no oficial pero también no secreta con su socio Urahara Kisuke, otro hombre poderoso pero de perfil bajo, y se sentía muy satisfecha con su vida amorosa, prácticamente trataba como a sus hijos a los dos jóvenes que su pareja había adoptado pese a que nunca tuvo uno biológico, no era el mejor material de madre pero sus casi-hijos la adoraban de todas formas. Yukio había estado enamorado toda su adolescencia de una compañera del club Fullbring donde pasaba todos sus fines de semana libres, Dokugamine Riruka, una loca con coletas un par de años mayor que él, pero en realidad solo se dio cuenta de sus sentimientos cuando ella se enamoró de un nuevo miembro, llenándolo de resentimiento, celos y furia que no sabía cómo manejar, por lo que decidió que quería vengarse del hombre que se la robó.

Kurosaki Ichigo, ese era el nombre del nuevo miembro, Yukio quería devolverle el golpe, quitarle algo que él amara con todas sus fuerzas para que supiera lo que se sentía. Nunca pensó que Yoruichi le daría la oportunidad perfecta para empezar un plan que dañara a su rival en el amor.

-Ella es Kurosaki Karin.- en una reunión de negocios semi-informal, la cabecilla del clan Shihoin jaló de los hombros a una joven pelinegra frente a él. –Es mi mejor estudiante de Hakuda y planeó que sea mi sucesora en futuras competencias nacionales.- revolvió cariñosamente el cabello largo atado en una coleta de la joven. –La invité para que vea con las cosas que tengo que lidiar cuando no estoy haciendo deporte.- rió burlonamente.

-¿Kurosaki?- la miró con ojos entrecerrados. -¿Eres pariente de Kurosaki Ichigo, por casualidad?-

-Seh, es mi hermano mayor.- comentó desinteresada. -¿Por qué lo preguntas? ¿Eres su amigo o algo por el estilo?- Yukio solo pudo sonreír malvadamente, pero supo disimularlo a tiempo fingiendo amabilidad.

Fue medianamente sencillo acercarse a la joven chica Kurosaki, cuando la invitó a salir luego de que se toparan en otra reunión con Shihoin Yoruichi ella solo se encogió de hombros y accedió. Demasiado fácil. Todo salió a la perfección, la joven recién graduada de preparatoria se complacía fácilmente cuando gastaba dinero en ella en cosas que le gustaban, él solo tenía que recordarse a sí mismo no comprarle nada muy femenino y no expresar su desagrado cada vez que la veía comer como un cerdo.

Luego de un par de meses, Karin accedió a ser su novia y Yukio tuvo la satisfacción de tener a Kurosaki Ichigo irrumpiendo en medio de una importante reunión solo para quedar como un idiota reclamándole que se alejara de su hermanita o lo mataría, siendo detenido por una burlona Yoruichi que rápidamente lo manejó como si un niño fuera y lo mandó de vuelta a casa, obviamente conociendo bien al chiquillo.

Desgraciadamente, esto no le estaba devolviendo a Riruka, y aunque era divertido jugar con la Kurosaki, Yukio seguía sin estar feliz con su vida amorosa. Entonces, la cabecilla de la familia Shihoin le presentó a Hitsugaya Toshiro, nuevo líder de su equipo de seguridad para que tuvieran una pequeña conversación acerca de las nuevas reglas que garantizarían su seguridad en su próximo evento al que tendrían que asistir ambos.

El evento era una fiesta de alta etiqueta, y por supuesto que Yukio tuvo que llevar a Karin aunque ella odiaba ese tipo de cosas y el preferiría estar con otra chica mayor y mucho más adorablemente boba. Pero, a pesar de que no sentía mucho afecto hacia su actual novia, no le gustó nada la forma en la que ella y Hitsugaya Toshiro se la pasaron mirándose toda la fiesta.

La chica era su propiedad momentáneamente, y no le gustaba que otros codiciaran lo suyo.

Por desgracia, Karin seguía siendo aprendiz de Shihoin Yoruichi, y Hitsugaya era el jefe de seguridad de la misma, así que estaban obligados a volver a encontrarse le gustara o no. Pero encontrarlos con los rostros a dos centímetros de distancia el uno del otro no era exactamente lo que imaginó la próxima vez que volvieron a ver a aquel albino de ojos turquesas.

Karin había tenido la decencia de parecer avergonzada mientras se excusaba con que solo habían estado discutiendo, pero por la forma en la que compartían miradas nerviosas, estuvo seguro de que los únicos que no comprendían lo que acababa de pasar allí eran ellos dos.

Riruka seguía con su atención fija en Kurosaki Ichigo, así que en venganza Yukio no podía permitir que Kurosaki Karin se le escapara, necesitaba seguir torturándolo robándole algo que él amara. Así que no pensaba dejar ir a la pelinegra por el momento.

Hitsugaya Toshiro no era nadie, solo un reconocido agente de inteligencia que podría fácilmente aplastar sí quisiera. Desgraciadamente, él era respaldado por la insufrible Shihoin Yoruichi, y ella no era fácil de influenciar como para arruinarle su floreciente carrera, así que el rubio millonario solo tuvo que apretar los dientes y mirar desde lejos como el bastardo lento pero seguro se convertía en un amigo cercano de su novia.

Cuando hubo otro próximo gran evento al que tuvo que llevar a Karin, apretó los dientes al ver a Hitsugaya Toshiro rondarla deliberadamente ignorando como él lo miraba mal, pero entonces su atención se fue por completo a otro lado al ver a Kurosaki Ichigo entrar del brazo de Riruka al baile. Sus dientes casi se rompen en la fracción de un segundo y solo atinó a tomar a su novia de la cintura y sonreír forzadamente mientras se acercaba a la horrible zanahoria con patas pegado como sanguijuela al objeto de su afecto.

Una tensa e incómoda conversación empezó entre él y Riruka mientras los dos hermanos parecían querer escapar, y así lo hicieron cuando la conversación se convirtió en discusión y ambos se olvidaron completamente de sus parejas solo para tener el placer de gritarse el uno al otro. Yukio debía admitir que nunca antes se había divertido tanto en una fiesta de los Shihoin, incluso sí era solo discutir con la loca demasiado femenina que amaba era mejor que verla con otro, pues su atención era toda para él.

Sin embargo, cuando acabaron de discutir de repente se dieron cuenta de que les faltaban sus respectivas parejas. La brillante melena anaranjada de inmediato llamó su atención y cuando dirigieron su vista a Kurosaki Ichigo el rubio se sorprendió al verlo bailar con la hermana menor de la familia Kuchiki que había venido a ciudad Karakura para el evento. Pero, no se sorprendió nada cuando escaneó todo el salón de baile y vio a Hitsugaya Toshiro bailando muy íntimamente con Karin.

Los hombros de ambos se hundieron y compartieron una mirada antes de suspirar y abandonar el salón de baile en dirección al balcón que afortunadamente estaba vacío. Se apoyaron contra la barandilla y miraron a la luz de la luna con nostalgia.

-Lamento que tu cita te haya dejado por otra.- murmuró desganado.

-No te preocupes, ya sabía que él no me quería.- sonrió amargamente. –Lamento que tu novia esté enamorada del guardia de seguridad de tu socia.- lo miró con lastima.

-No lo lamentes, yo me lo busque, ella ni siquiera me gusta mucho y siempre supe que le interesaba ese niño bonito.- bufó. –Ya sabes lo que dicen, es inútil tratar de mantener separados a dos enamorados.- se encogió de hombros.

Ella soltó una pequeña risa y apoyó su cabeza en su hombro, y por ese momento eso fue suficiente para él, al menos hasta que Shihoin Yoruichi se apareció para gritarles que consiguieran una habitación dejándolos rojos por la ira y la vergüenza. Al volver al salón con las manos tímidamente unidas, sin embargo, Yukio se dio cuenta de que quienes necesitaban urgentemente una habitación eran su ex novia y el niño bonito de seguridad.

Al menos, esa escena enojó mucho a Kurosaki Ichigo cuyo objetó de odio ahora pasó a ser Hitsugaya, pero lo mejor fue que Riruka no soltó su mano enguantada por el resto de la noche. Fue el mejor día de la joven y adinerada vida de Yukio Hans Vorarlberna, incluso sí tuvo que soportar las carcajadas de Shihoin Yoruichi toda la maldita noche.

Fin.

Holaaa! :D

Esto participa en la Semana HK. Personajes: Yukio y Yoruichi.

Lamento si el fic está raro, fue lo unico q se me ocurrió para juntar a estos dos personajes xD

Ojala les haya gustado, los personajes de Tite, bla, bla, bla :v

COMENTEN! *o*

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!