Joyita que pensé que había perdido cuando mi pendrive murió. La continué escuchando Metallica en Spotify jaja Mientras escribo esto decido qué nombre ponerle y el futuro de esta historia.
Metálica
1
La ausencia de un baño apropiado lo había obligado a salir a la intemperie. Sai buscó un lugar apartado y de abundante vegetación para vaciar su vejiga, el proceso fue placentero y movió los hombros hasta hacerlos sonar mientras la orina seguía surgiendo abundante de su cuerpo. Dio un suspiro cuando estuvo listo y sacudió el miembro cuando una exclamación femenina lo hizo darse vuelta sin metérselo dentro del pantalón.
—¡Lo lamento! —gritó Ino mientras hacía el ademán de cubrirse los ojos aunque mirara de todas formas. Sin embargo, Sai no se había dado la vuelta del todo.
—¿Por qué? —preguntó sin saber el motivo de su exaltación, después de todo, ninguno de los dos estaba haciendo algo malo a sus ojos—. ¿Qué te pasa? ¿Quieres ver mi pene?
—¡Qué!
—Estás mirando mi entrepierna —puntualizó después y se dio la vuelta completa, soltando el miembro que sujetaba con una mano y dejó los brazos colgando a los costados. Ino quedó muda en un principio, luego adquirió color rojo y se cubrió la cara, esta vez, de buena manera—. Lo sé, es más grande de la media.—Sai no notó que el silencio de Ino no se debía a su asombro de su masculinidad—. Deberías decirle a Naruto que te muestre el suyo y verás que es cierto lo que te digo.
—¡Ah!—chilló Ino, sin abrir los ojos y se retorció con pudor y enfado como si eso la hiciera olvidar. Luego, salió corriendo, arrepintiéndose de haber seguido a Sai al momento de verlo salir al exterior en solitario.
El asesino de gran destreza se le quedó mirando en su huida, guardándose su masculinidad con simpleza y se sacudió las manos entre sí. Como supuso que Ino ya no volvería se marchó tras ella, de vuelta a la celebración. La rubia lo esquivó toda la siguiente hora, sufriendo bochornos, y cuando la vio charlando con Naruto concluyó que ella prefería especímenes más pequeños, como los de su compañero. Y así se lo hizo saber.
—Creo que Ino está interesada en ti —le dijo y Naruto tuvo que ver dos veces hacia la susodicha, delineando la trayectoria de los ojos oscuros de él para estar seguro. Naruto se sonrojó un tanto.
—¿Estás seguro…? Nunca lo noté —respondió, casi tartamudeando—, siempre creí que a Ino le atraían tipos lúgubres como Sasuke o como tú.
—Te equivocas —dijo—, tuve un encuentro breve con ella y no estuvo satisfecha con mi anatomía.
—¡Qué…! —Naruto se sonrojó aún más.
—Lo que dije. Sus caderas han de ser engañadoras pues su preferencia en penes son atribuibles a una vulva pequeña. Asumo que pensó que conmigo sería doloroso. —Sai desvió la mirada al ver que Hinata caminaba lentamente hasta ellos—. Hola, Hinata.
—Hola… —respondió la tímida prometida de Naruto, inconsciente de su conversación. Sai se permitió calcular la medida de la heredera del Clan Hyuuga en cuanto a caderas. Naruto entendió enseguida lo que Sai hacía y lo instó a retirarse al instante. El rubio pronto se vio preguntándose si Hinata era celosa, puesto que llevaban unas pocas semanas de novios y nunca habían tenido una oportunidad de probar sus posibles celos.
Sai de pronto apuró su retirada.
—Deberías mantener tus ojos cerca de Ino. —Sai se fue luego de susurrar esas palabras, inconsciente del daño de ellas. Hinata rápidamente buscó una respuesta en los ojos azules de su prometido y cuando él solamente se deshizo en disculpas, las venas alrededor de sus ojos blancos se hincharon agresivamente.
—¡No…!
Sai cruzaba la sala sin percatarse del problema que había ocasionado. En el centro de la misma, se topó nuevamente con Ino quien apartó la mirada disimuladamente. Unos segundos después, a sus espaldas, la rubia masculló unas palabras cariñosas a otra persona antes que el sonido de una fuerte cachetada acallara todos los sonidos de la celebración.
Sai se dio la vuelta en medio de la confusión. Ino estaba inclinada hacia un lado, ocultándose la mejilla derecha con una mano y cabello; Hinata, en cambio, extendía la mano culpable de esa agresión. La rubia se incorporó lentamente con los ojos celestes sumergidos en lágrimas y tras una pelea de miradas, la morena se marchó por donde había venido y la florista corrió a la salida. Nadie dijo nada ni siguió a ninguna de las dos.
La semilla de la maldad miró a su alrededor, todos estaban pasmados y aparentemente paralizados porque no movían ningún músculo de su cuerpo. Las reglas de la caballerosidad lo obligaban a consolar a la damisela caída en desgracia a la falta de Sakura, que seguramente sabría exactamente qué hacer en un momento así.
Sai entonces rehizo su trayecto hacia el lugar que había bautizado como un baño y encontró a Ino en un dos por tres. Por supuesto que no estaba en el mismo lugar donde había orinado pero sí estaba algo cerca, sus ojos llenos de lágrimas seguramente le habían impedido notarlo y la nariz llena de mucosidades también. Ino estaba sollozando mientras se acariciaba la mejilla golpeada y lo miró suplicante.
—¿Qué es lo que quieres? —Su voz se notaba humillada.
—Vine a ver cómo estabas.
Ino esta vez no respondió y simplemente se sorbió la nariz.
—Pensé que le agradaba a Hinata… —Su voz se quebró como si el golpe lo hubiese sentido nuevamente—, pero creo que estaba equivocada.
Sai no respondió nada porque no tuvo algo que retroalimentarle. Era bastante evidente que ya no le agradaba a la heredera Hyuuga. Ino se levantó tras un silencio.
—Creo que me iré a casa… —anunció la rubia y comenzó a caminar. Sai pensó que debería decirle algo.
—Ino —la llamó y la aludida se volteó sutilmente para escucharlo—. ¿Es verdad que te gustan los penes pequeños? Creo que a Hinata le agradarías más si se lo dices.
—¿Qué…?
—Naruto posee un pene pequeño y si le dices que no te agradan de ese tamaño ya no te sentirá como una amenaza.
Ino frunció el ceño, sacudió la cabeza e hizo una mueca extraña.
—Creo que no quiero saber a qué viene esto —sentenció ella, no queriendo escucharlo más y se dispuso a seguir su camino, pero el chico la alcanzó enseguida para cortarle el avance. Ino olió el aroma amaderado de su perfume y sintió que se ruborizaba un poco—. ¿Qué estás haciendo?
—Sólo quiero saber —le dijo—, si te gusta Naruto.
Ino se rió un poco histérica.
—¡Por supuesto que no! —Tenía que ser muy explícita, quizás se trataba de una pregunta capciosa.—. O sea, es verdad que dije que saldría con él tras Pein…, pero ya se encuentra comprometido, ¡jamás rompería una relación!
Sai se mostró satisfecho y miró sus caderas con rapidez antes de asentir, más seguro de sí mismo. Sin embargo, Ino se sintió más confundida que antes y su mejilla le recordó con una puntada el golpe Hyuuga que le habían dado sorpresivamente. La rubia se tapó su herida con una mueca de dolor.
—Deberías ponerle algo frío a tu mejilla —replicó Sai y le ofreció una mano que Ino tomó casi con vergüenza.
—Está bien… —accedió Ino y se dejó guiar por el culpable secreto de su agresión—. ¿No prefieres quedarte en la celebración? —preguntó ella por cortesía y Sai negó con la cabeza.
—Ya estaba comenzando a aburrirme —repuso sin emoción alguna.
Nota de la Autora: Hola, como dije antes pensé que esta historia se había perdido y sufrí mucho pensando que no tenía un respaldo de ella. Creo que esta historia no está terminada jaja así que supongo que en el futuro publicaré otros capítulos autoconcluyentes pero que transcurran en el mismo universo, o sea, que todo esté relacionado. Hace rato que quería escribir otra versión del inicio de Sai e Ino jaja y me encantaron todos los diálogos de Sai, no sé cómo los pienso xD
Espero que les guste, le puse Metálica porque estaba escuchando al grupo, nada más jaja no le den vueltas al nombre porque no tiene sentido oculto xD
Ragdoll Physics.