A Tsubasa muchas veces le definieron como asexual por el hecho de que nunca mostró interés romántico en alguien. En parte era bueno debido a su profesión, lo complicado vino cuando, repentinamente una mujer tres años mayor ella lo despertó de golpe.

Idol desde los quince años junto a su mejor amiga, quedando marcada de por vida cuando tras un terremoto en uno de sus conciertos, su compañera de dueto y mejor amiga, Amou Kanade, falleció tratando de ayudar a la gente a evacuar. Un tanto distante de los demás, jamás acepto conformar un dueto con alguna otra celebridad, comenzando a modelar dos años después de la trágica experiencia, Kazanari Tsubasa se convirtió en la figura pública más famosa en Japón. Su vida era bastante monótona y si somos honestos, gente cercana a ella como su manager, Shinji Ogawa, afirmaban que a veces parecía más muerta que viva.

—Se le ha visto bastante cercana con la nueva artista del medio, María Cadenzavna Eve—Comentó una de las conductoras que tenía cierta cercanía con Tsubasa. —Algunos especulan algunas cosas, ¿pero podrías decirnos en qué radica tanta cercanía?

—Pues es una mujer muy simpática, se podría decir que es mi mejor amiga—Claro, una estrella como ella no podía tener pareja.

—Eso está claro si tomamos en cuenta la existencia de Fushichou no Flamme.

Las mejillas de Tsubasa se sonrojaron un poco, aquello fue algo muy impulsivo de su parte, pero es que no dudaba del talento de la mayor. Quería tener el privilegio de debutarla, solo se trataba de eso en aquel momento del pasado, que se fuera trastornando mientras la producción de la misma (y posterior lanzamiento) se llevaba a cabo ya era otra cosa.

—Una maravillosa canción, Phara-san, una maravillosa canción. —Sonrió.

— ¿Habrá alguna oportunidad de otro dueto entre ustedes? —Preguntó la conductora, Tsubasa sonrió con un toque de malicia.

—No sé nada acerca de eso, Leiur-san.

—Pues este tipo de cosas muestran lo contrario, Tsurugi-chan—Era de conocimiento público que Tsubasa tenía práctica en el manejo de la espada además de una estricta rutina de ejercicios. Phara Suyuf le otorgó ese apodo la primera vez que coincidieron en un programa, por suerte suya, Tsubasa no se percataba del constante coqueteo de la castaña.

Una foto mostró a Tsubasa saliendo de su edificio junto con María ambas rumbo a la tan distintiva motocicleta de la menor. De hecho la mayor llevaba ya su casco puesto, pero los cabellos rosados que salían del mismo eran suficientes como para delatar su identidad, eso sin contar que al tomar la mano de Tsubasa en ese mismo momento no dejaba dudas acerca de la única persona a la que dejaba tener tal cercanía.

—Me sorprende lo eficaces que los paparazzi son acosando—Dijo Tsubasa con falsa sorpresa—María por cuestiones personales decidió mudarse de donde estaba y da la casualidad que es mi mismo edificio pero un par de pisos más arriba—Se encogió de hombros.

— ¿Y qué hay de las manos? —Preguntó Phara.

— ¿Me vas a decir que nunca le has tomado la mano a Leiur por algún motivo insignificante? —Alzó la ceja burlona.

—Touché—Se rio la pelinegra divertida por la actitud acertadamente afilada de la Idol, sin embargo la misma cometió un error al dejar implícito que aquello era algo tan normal para ellas que la Kazanari no le tomaba importancia.

—A juzgar por la ropa que estaba usando, seguro fue cuando aún teníamos trabajando juntas, es más práctico ir con la persona con la que vas a trabajar a tu lugar de trabajo que terminar esperándola, ¿no lo creen? —Tsubasa tenía la facilidad de desviar preguntas, pero le faltaba práctica para no dejar datos implícitos.

Viendo la transmisión desde su teléfono en medio de una gira Maria estaba que la quería matar no solo por delatar que solía tomarse su tiempo para arreglarse y normalmente terminaba haciendo a Tsubasa esperar.

—Oh... Esperaba algo más picante—Se lamentó Leiur fingidamente, no iba a hundir a una persona que fácilmente podía devolvérsela, no iba a detallar el hecho de que Maria aparentemente tuviera un casco propio y la protección básica como acompañante, una que no debería tener si aquello era una mera casualidad, mejor decidió seguir su rol como conductora amarillista—Aunque después de lo acontecido con el Doctor John Wayne Vercingetorix es normal que quiera evitarse más escándalos.

—Tengo entendido que eran pareja comprometida—Comentó Phara, Tsubasa, como siempre, se mantuvo en perfecta paz, pero en su interior se moría por rodar los ojos y hacer una mueca.

—Bueno, eso ya es cosa de verse en una entrevista con ella—Se rió la menor educadamente.

Nuevamente Maria quiso matar a su pareja, ahora tendría la constante insistencia del programa para que apareciera como invitada, queriendo sacar material suyo para llenar la presa.

Desviada la conversación de su actual novia con su ex-prometido, Tsubasa se encargó que ese tema no volviese a abrirse junto con su relación con la extranjera. Eso de vivir un par de pisos más arriba del suyo no era más que una mentira, María y ella llevaban compartiendo apartamento desde que su relación con el doctor Ver se terminó.

A veces no podía evitar sentirse bastante culpable por haber robado a María de la manera tan descarada en la que lo hizo.

Esto no quitaba el miedo de que el karma actuara y le devolviese lo que hizo, por eso hacia todo lo posible por no cometer los mismos fallos que el estadounidense cometió; por esto tenía siempre a María en primer lugar ante todo, se encargaba de compartir el mayor tiempo posible con ella, le sorprendía cada que podía, hacía que su relación fuese todo menos rutinaria, pasaba tiempo con la profesora Nastassja y las hermanas menores de Maria, no limitaba sus muestras de afecto y sobre todo, se aseguraba de que Maria se sintiera amada cada segundo que transcurría.

Claro que habían tenido sus problemitas como cualquier pareja, ya fueran celos por algún acercamiento indiscreto por un compañero en el trabajo o desacuerdos simples, como que Tsubasa era una completa desordenada y María todo lo contrario o como que María solía descuidar a veces sus horarios pero Tsubasa era tan estricta con eso que no comían después de las nueve de la noche para cuidar de sus dietas. Pero gracias a todo lo anterior, su relación se solidificó lo mejor posible.

Se podría decir que eran complementarias la una con la otra.

Se dio cuenta de que estaba quedado prendada sin remedio alguno de Maria mientras hacían las grabaciones para su dueto, Fushichou no Flamme, fue apenas consciente de que no podía despegar su mirada de la extranjera, esa sonrisa tan radiante le hacía a ella, una persona que casi no sonreía, hacerlo abierta y frecuentemente, esa mirada cían tan honesta derribaba sus barreras e incontables veces le hizo perderse en ella mientras que aquel su cuerpo bellamente esculpido le provocaban incontables ganas de tocarlo, esos labios día a día eran su perdición, una perdición que tanto anhelaba robarse.

¿Pero cuando fue que aceptó el hecho de que le amaba de una manera tan intensa que ya le era imposible alejarse de ella? Cuando Maria la besó en aquella cita improvisada dos meses después de aquello, cuando la relación que ésta mantenía comenzó a romperse finalmente.

Ese beso había sido mágico, inesperado e inapropiado, eso sí, pero mágico.

Ella había tratado de mantenerse lo más alejada previamente a que pasara aquello, sabía que jugaba con fuego y no queria hacer un movimiento inadecuado que rompiera la relación que mantenían, decidiendo permanecer disfrutando el tacto de las manos de Maria sobre ella, pero en cuanto sus labios se tocaron su mente se fundió así como su corazón latió al doble de lo normal, paralizándose al observar el horror en los ojos de la Cadenzavna antes de que saliera corriendo, dejándole allí, sintiéndose peor que declararse y ser rechazada.

No quería perderla.

Algo dentro de sí le decía que no podría soportarlo.

—Sé que no quieres hablar conmigo, pero de verdad tenemos que aclarar esto, no podemos seguir de esta manera. —Dijo Tsubasa cerrándole a Maria su única forma de escape, habían pasado cerca de dos meses desde aquel día y la mayor le evitaba peor que la peste cuando la menor quería acercársele por lo que no le quedó más opción que encerrarla dentro de la cabina de grabación.

Había registrado la cabina como ocupada por lo que nadie entraría, así mismo, por el ambiente insonorizado de la misma, Tsubasa o Maria podrían ver a alguien entrar antes de que pudieran escuchar su conversación.

—No hay mucho que hablar Tsubasa, fue un desliz, nada más.

Tragándose sus sentimientos Tsubasa habló.

—Y estoy completamente de acuerdo contigo.

De acuerdo, eso Maria no se lo esperaba.

—Supongo que la falta de tu novio te hizo actuar de esa manera, nunca fue tu intención que las cosas terminaran así, y creeme que tampoco lo mía. Solo olvidémoslo y continuemos como siempre, ¿está bien?

—Aquel b-beso… ¿no significó nada para ti? —Maria en aquel momento tenía un debate interior, pero Tsubasa centrada en no perder su vínculo con Maria decidió mentir de la manera más descarada de todas.

—Absolutamente nada. —Entonó con seriedad, los ojos de Maria se mostraron heridos, pero Tsubasa no flaqueó en su decisión.

Soltó un suspiró de solo recordar aquello.

A partir de ese entonces fue testigo de cómo Maria se empeñaba en creer que amaba a su pareja, queriendo corresponder de alguna manera el empeño que él ponía en su relación aun cuando estaba tan ocupado, creyendo en su mente que entre ellas dos nada sería posible jamás hasta que nuevamente algo pasó.

Las miradas fugaces, los silencios incómodos, los roces accidentales y los nervios ocasiones eran algo totalmente manejable. Lastimosamente (o no tanto) los arreglos de la canción y la aun no iniciada creación del videoclip musical hizo que se vieran obligadas a convivir durante mucho más tiempo.

Ya lanzado el concepto de la canción y un par de imágenes aleatorias del PhotoBook junto con un demo de 15 segundos con la portada del single en el mismo; el mundo estaba ansioso por la canción entera y su respectivo MV. El director les dio una idea bastante buena, el único problema que personalmente Tsubasa tenía eran las ropas de Maria y que tuvieran aparte que compartir camerino y es que el constante cambio de escenarios les hizo pasar dos semanas de esa manera ya que no querían usar pantallas verdes.

Cada que su mirada era desviada al cuerpo de su amiga se recriminaba de tantas manera que le hacía inconsciente de que ella hacía lo mismo con el suyo.

La tensión sexual que había entre ambas era tan notable que hasta en el mismo MV era palpable.

El punto de no retorno lo marcaron los celos de Maria, quien soltando unos cuantos comentarios afilados ante la cercanía de ella una de las actrices en el video, una chica de cabellos plata (que era su kouhai desde la secundaria) y baja estatura, consiguieron que Tsubasa reprochara aquella actitud cuando ella estaba con un hombre al que supuestamente amaba; y de alguna manera, mientras su discusión incrementaba de nivel, su cercanía igualmente lo hacía, hasta que finalmente Maria decidiera proclamar sus labios con posesividad y coraje.

Tsubasa correspondió aquello con su propia rudeza, devolviéndole un beso despechado y un agarre molesto.

Hasta la fecha se seguían debatiendo como fue que terminaron recostándose contra el sofá de la habitación con Tsubasa encima de ella, marcando cada rincón como suyo, quitándole su virginidad con tanta facilidad a alguien que la guardaba recelosamente desde siempre. Tampoco comprendían como fue que iniciaron siendo de lo más toscas y terminaron siendo de lo más tiernas.

Tsubasa recorrió su cuerpo con lentitud, grabándose cada detalle en su memoria, consciente de que tal vez podría ser su única oportunidad de estar de esa manera con la mujer que amaba, terminaron haciéndose el amor con todo el sentido de la palabra, confesando su amor de manera muda; volviendo ambas de golpe a la realidad cuando una semana después Ver regresó de su viaje. Maria y ella arreglaron que terminaría con él, pero ninguna de las dos esperó que él se propusiera en matrimonio y que la nobleza de Maria le impidiera rechazarlo por no lastimarlo.

Se dejó caer sobre la cama que compartía con su amada e inhaló su fragancia impregnada en las sábanas.

La extrañaba tanto… y todavía faltaban unos días para que su gira terminara, No Thank You se estaba volviendo una fiebre completa.

—Maria, creeme que yo de verdad te amo como a nadie, que haría cualquier cosa por ti, pero de verdad no puedo estar contigo si estás con él. —Fueron sus duras palabras después de seguir jugando a la mejor amiga por un par de meses más ante su prometido después de que se vieran cara a cara.

—No quiero perderte Tsubasa, creeme que lo he intentado pero me da miedo, de verdad… —Dijo llorando, escondiendo sus lágrimas tras sus manos, se sentía tan estúpida de haber dejado que las cosas escalaran a ese punto.

— ¡¿Y entonces que nos queda?! —Se exaltó— ¡¿Seguir viéndole la cara de la manera más deshonrosa posible?! ¡¿Tener que seguir soportando ver las marcas que el deja en ti?! ¡¿Esperar como un juguete a que te cases y te divorcies para que así no lo lastimes tanto?!

Comprendió más a Maria cuando finalmente se dio cuenta de que ella, hasta cierto punto tenía homofobia de sí misma y la extraña manía de complacer a las expectativas de otros, comprendió entonces que si no daba un ultimátum Maria no dejaría sus temores, fue así que ambas encararon al Doctor, ella desde una distancia más prudente y queriendo saltarle encima por golpearla, conteniéndose apenas gracias a Ogawa controlando la situación con los meseros.

Poco le importaba lo que dijesen de ella o de Maria a este punto, pues la verdad es que a pesar de todo, eran felices como eran.

El amor que se tenían, a pesar de no nacer de la mejor de las formas, cada día se hacía más y más hermoso, le costó ganarse la aprobación de Nastassja, Kirika y Shirabe así como a Maria le costó ganarse la de su padre, su tío y Chris; pero en momentos como esos no podía evitar pensar que a pesar de todo el drama, valió la pena, porque lo haría una y mil veces.

Por Maria siempre sería un eterno ladrón.


Vaya, quedó más largo de lo esperado, pero las diferentes maneras en que cerraba no me convencían ya que las sentía muy apresuradas y ocupaba llenar huecos que había dejado anteriormente.

Total, fue un gusto tenerlos leyendo esta cosa rara que salió de la nada y lo primero que publiqué por acá, espero que este final les complazca.

Quiero dar un formal agradecimiento a Blue Sentinel, Uzuki, Kaede Kitajima, pfqvq y AngelAkai por dejar sus opiniones durante el fic, así como tambien a Xeo que me deja sus quejas por privado, jajaja.

Sin más que decir, fue un gusto tenerlos aquí, nos leeremos en otros proyectos n.n