En ese momento, sintió a su lado una presencia, pero ella se limitó a girar su rostro intentando mostrar indiferencia.
Pero aquello en lugar de frustrar los planes del adolescente, simplemente lo impulsaron más, recordando las palabras de Nino; Marinette era alguien que entendería.
― Hola ― saludó en un intento por llamar la atención de la chica a su lado, quien se limitó a fijar su mirada hacia el frente, donde la lluvia parecía no querer cesar.
Observó a Nathalie dentro del auto, le estaban esperando y por su rostro supo que no podía demorar mucho, fue entonces cuando caminó unos pasos hacia el frente abriendo el paraguas que llevaba en sus manos sobre él, cubriéndose de la lluvia.
Fue entonces cuando sus pasos cesaron, pues de alguna forma pudo sentir la mirada de ella a su espalda.
En ese momento eligió que debería decir cualquier cosa que saliera de su boca al respecto, no podía darse el lujo de que las cosas salieran mal después de todo lo que habia tenido que ocurrir para que pudiese asistir a esa escuela.
― Yo solamente quería que supieras que sólo trataba de quitar la goma de mascar de tu asiento, te lo juro ― soltó finalmente, comenzando a girarse sobre sus talones para quedar frente a ella.
Marinette suavizo un poco su mirada, pero a ojos de Adrien seguía levemente renuente a creer en sus palabras, cosa que rápidamente relacionó con su amistad con Chloé, quien parecía no ser la mejor persona del mundo en el aula.
― Nunca había estado en una escuela ― confesó con algo de timidez, pues realmente no sabía que más decir ante aquello ― Nunca había tenido amigos a excepción de Chloé y sé que ella es algo difícil, así que realmente no los culpo por pensar que sería similar a ella, aunque puedo decir que en el fondo es buena persona ― añadió apresurando sus palabras, sabiendo que no debía demorarse más de la cuenta, y sin que su cabeza lo planeara comenzó a extender su paraguas ante Marinette ― Todo esto es nuevo para mí.
En ese instante pudo reconocer una sonrisa en el rostro de Marinette, quien realmente habia sentido empatía por las palabras del chico nuevo, pues para ella realmente también las cosas parecían ser nuevas.
Ya no se sentía la pequeña niña que podía dejarse pisotear, Alya le habia enseñado que podía tener más valor del que creía.
Sus dedos se tocaron cuando ella alcanzó el paraguas que él le tendía, pudiendo escuchar como la fuerte lluvia comenzaba a cesar lentamente.
Fue entonces cuando de forma espontánea el paraguas del adolescente se cerró sobre su propia cabeza, haciéndolos respingar a ambos ante aquel suceso tan repentino, dejándolos sin habla durante unos segundos.
Pero cuando él levantó uno de los lados, dejando ver su rostro divertido, ambos pudieron soltar una gran carcajada ante la situación, aliviando cualquier rastro de tensión que pudiese existir.
Dando pie a una amistad que en el futuro muchas personas podrían decir que realmente causaba estragos a su alrededor.
Pronto las estaciones comenzaron a avanzar, así como todo lo relacionado con las clases del instituto y los lazos que un día de lluvia se crearon.
Ambos adolescentes se encontraban en la sala de estar del apartamento de los padres de ella, escuchando discutir a los hombres de ambas familias mientras ellos se limitaban a intentar guardar silencio y no refutar nada que los adultos decían.
En primera instancia, porque de una forma u otra ambos tenían razón. Y en segundo plano, porque estaban seguros de que algo así podría traerles más problemas.
― Su hija no debería entrometerse en lo que decido que es lo mejor para mi hijo, es sólo una adolescente con una etapa de rebeldía al igual que él ― la voz de Gabriel Agreste sonaba levemente alterada aunque su rostro pretendía mostrar todo lo contrario.
Realmente se encontraba preocupado por el paradero de su hijo, quien habia escapado de su guardaespaldas con ayuda de la chica que tenía a su lado y que debido a ello habían estado teniendo problemas debido a los paparazi y a los fans que tenía su hijo, generándole un profundo estrés al no saber que ocurría con exactitud.
― Creo que si le diera algo de libertad a Adrien, ellos no recurrirían a ideas realmente exageradas. ¡Claro que no apruebo lo que hicieron, pero se razonable Gabriel! Este chico necesita un respiro ― refutó Tom, extendiendo sus brazos hacia ambos adolescentes buscando protegerlos ante lo que el Agreste mayor pudiese decir.
― ¿Y cómo sabe usted que mi hijo necesita eso? Yo soy su padre, yo sé lo que mi hijo necesita, yo no estoy entrometiéndome en la vida de su hija diciéndole que debe hacer para aprovechar su potencial que, con acciones como estas, claramente está tirando a la basura todo lo que ha logrado.
Adrien apretó sus puños ante las palabras de su padre, porque realmente estaba en desacuerdo con él, pues no sabía que era lo que en realidad necesitaba y por el rostro serio que Nathalie mostraba, pudo atinar que ella pensaba lo mismo que él.
Guardó silencio, esperando que las voces de ambos adultos se volvieran a encontrar en una pelea verbal, pero se sorprendió cuando la voz de Marinette fue la que se alzó ante todos.
― ¡Que sea su padre no quiere decir que sepa que es lo que necesita o quiere Adrien! Para saber eso, usted tendría que escucharlo ― exclamó poniéndose de pie, ignorando cualquier comentario por parte de su padre, Tom Dupain, para que guardara silencio ― ¿Acaso sabe por qué Adrien quería ir con tanta urgencia al cine el día de hoy? ― ante el silencio que Gabriel otorgó, Marinette se sintió capaz de todo en ese instante ― Él quería ir a ver la última función de hoy sobre Solitude, donde su madre es la protagonista. Pero usted se negó sin siquiera darle tiempo para decirle eso ― añadió molesta.
Sabiendo que quizás al enfrentarse de esa forma a uno de los hombres que manejaban desde lo alto la industria de la moda era acabar su carrera sin siquiera haberla comenzado, sus palabras no se pudieron detener en ese instante, importándole poco si Gabriel Agreste en ese momento buscaría que sus oportunidades fuesen eliminadas del mapa, ella no se rendiría.
Pronto sintió la mano de Adrien colocándose sobre su hombro, como una clara muestra de agradecimiento y apoyo; ambos se encontraban de pie, encarando a los mayores en aquella situación.
Al ver el asombro reflejado en los presentes de ahí, ambos pudieron saber sin palabras que no importara la situación, ellos serían un base para el otro cuando lo necesitaran, formando como un soporte doble que estaría ahí, que no necesitarían buscar por ello incluso.
Y mientras los años pasaban, podían sentir como los lazos que habían formado se fortalecían al igual que todos los estragos que habían causado a su paso hasta la llegada de su edad adulta.
Donde Marinette no temería en llamarlo realmente preocupada ante una posibilidad que se podía presentar con ella, necesitando de él en esa situación y arrastrando a Nino hasta ello.
Los tres se encontraban sentados frente al escritorio de un médico que lucía realmente confundido ante la petición de que ambos varones entraran con ella para la lectura de sus resultados.
― No hay embarazo alguno, lo más seguro es que tu retraso sea debido a la irregularidad de tu periodo o algun desajuste hormonal si consideras que a pesar de no ser regular esto sobrepaso algun limite que tienes marcado en cuanto a esto ― explicó intentando sonar tranquilo, observando como los tres soltaban un suspiro de alivio, logrando que su confusión aumentara.
― Te dije que no podía ser posible, tú no eres una mujer descuidada, Nette ― soltó Adrien con una sonrisa amplia en su rostro, levantándose de su asiento para poder abrazarla por la espalda, infundiéndole tranquilidad finalmente.
Pues solamente él sabía lo que ocurría desde una semana atrás, a parte de Alya. Nino había sido el único sorprendido ante aquella posibilidad esa mañana en su pequeño dormitorio donde habia sido arrastrado por su amigo.
― De todos modos, debía estar segura ― atinó a decir, relajando su cuerpo por primera vez durante esa semana.
Nino a pesar de que se encontraba relajado ante la respuesta del médico, seguía levemente estresado ante lo rápido que habia ocurrido todo.
A diferencia de Adrien, quien parecía tener una confianza ciega en Marinette y viceversa, algo que realmente le hacía pensar si lo suyo permanecería como una amistad todo el tiempo.
Los tres escucharon de forma repentina el carraspeo del médico que los habia atendido, quien los observaba curioso.
― De haber sido positivo el resultado del embarazo ¿No sabían cuál de los dos es el padre? Estas nuevas generaciones realmente son algo de cuidado ― musitó en un gesto desaprobatorio, logrando que los tres jóvenes adultos se crisparan, pues para nada era aquello cercano a la realidad.
Una confianza que a pesar de los años y distintas situaciones que los habían azotado, en ningún momento menguo a pesar de que poco a poco sentían una separación entre ellos, una que se empeñaban en que desapareciera a pesar de todo.
Donde ambos se negaban a que todo aquella amistad dejara de existir o simplemente desapareciera a pesar de lo que llevaban entre hombros.
― Creo que es algo apresurado ― atinó a decir ella, observando a Adrien de reojo mientras ambos se encontraban sobre el sofá del apartamento de él, donde la pantalla de la televisión donde se mostraba una imagen de pelea de Naruto contra Sasuke se encontraba en pausa para que pudiesen hablar de forma tranquila.
― No me lo parece, creo que cuando encuentras a alguien para ti no existe un tiempo definido ― atinó a decir, con algo de duda en sus palabras ― Es una chica realmente hermosa, ya la conoces, y no tiene miedo alguno de como soy a pesar de la abrumadora diferencia que hay entre una revista y lo bobo que soy en persona.
Marinette guardó silencio ante sus palabras, observando la caja en la mesa frente a ellos, aquella contenía un anillo de compromiso.
Inmediatamente ante aquel pensamiento llevó su mano derecha hasta donde se encontraba el suyo, aquel que Luka le habia entregado hacia unos meses atrás y que a pesar de ello aún no habían decidido nada sobre la futura boda.
― A Chloé no le gusta la idea, ya te lo ha dicho, aunque bueno, es tu vida― agregó sin mucho ánimo, estirándose para poder tomar el control remoto entre sus manos, dispuesta a cambiar lo que veían.
― A Chloé tampoco le gusta la idea de que te cases con Luka, pero aun así llevas el anillo de compromiso. Es lo que nosotros queremos, Marinette, no lo que otros consideren correcto ― sentencio, sin poder evitar que una sensación de amargura se instalara en su boca al sentir que la distancia que los separaba en aquel sofá no era la única que se presentaba ante ellos, aunque fuese algo sutil.
Y cuando todo cayó frente a sus pies, bloque por bloque podían sentir la gran frustración del otro, podían sentir el abrumador dolor que comenzaba a ser una chispa de arranque para que todo comenzara a cobrar camino nuevamente.
Para alcanzar sus sueños sin temor, para buscar remediar los lazos que nunca desaparecieron.
Volviendo a tener esa amistad cercana, volviendo a ser la base que el otro necesitaba para poder seguir adelante y que la confianza se afianzara a pesar de aquel breve lapso de distanciamiento que habían pasado.
― Es increíble cómo hasta para los desastres, cometemos los mismos errores ― atinó a decir el varón, observando con detalle el taller que tenía Marinette sobre la boutique que habia salido del gran esfuerzo de ella.
― A mí me parece más increíble que no escucháramos a Chloé, ella rara vez se equivoca ― admitió Marinette, dejándose caer sobre una silla con ruedas haciéndola girar ― Pero bueno, sonaba algo descabellado que tanto Luka como Aurore, bueno, batearan para otra dirección ― agregó con algo de humor, haciéndolo reír de buena gana en ese instante.
― Tú tienes menos problemas que yo, quien se tiene que enfrentar a un largo divorcio ― se lamentó con algo de burla hacia sí mismo, cubriendo su rostro de forma dramática.
Marinette no pudo evitar reír por lo bajo ante sus exageradas acciones, divertida a pesar de que ambos habían pasado por un gran shock emocional prácticamente al mismo tiempo y de una forma bastante similar.
― Además de que a ti no te dejan en paz con la excusa del yoga que Aurore te decía ― y ante aquel comentario, él se dejó caer derrotado ante una de las mesas de trabajo del lugar, logrando que Marinette se mostrara levemente molesta pues habia colocado su cara sobre unos patrones de tela realmente importantes.
Cuando finalmente los papeles de su divorcio estuvieron firmados, Nino no se hizo esperar ante la idea de organizar una pequeña reunión donde pudieran festejar el gran acontecimiento, algo que si era sincero consigo mismo no se encontraba del todo seguro pues no se encontraba con todas las energías del mundo.
Pero luego de pensarlo mucho, hizo su elección y asistió, encontrándose con un letrero que no sabía si era algo alentador y simplemente algo que lograba desanimarlo.
Sin saber que con aquello, una nueva dirección se habia abierto en su vida así como en la de Marinette, pues después de enlistar sus fallidos planes sobre cómo alcanzar su deseo de formar una familia, ella al poco tiempo se sentiría de la misma manera.
Encontrando entre si una solución, una elección que debían tomar juntos.
Aquella que había valido cada segundo de su vida sin saber lo que tenían entre ellos, porque los habia llevado a descubrir todo lo que ahora eran.
Siendo finalmente capaces de ver que la felicidad estaba a su costado la mayor parte de su tiempo de vida, y que de una forma u otra no necesitaban nada más para serlo pero el hecho de alcanzar aquel deseo que en el pasado se veía realmente lejano complementaba todos sus sentimientos, formando una familia.
― Emma ¿Podrías decirme que dice aquí cariño? ― preguntó Adrien teniendo una pequeña nota entre manos, esta habia sido escrita por Marinette.
La pequeña niña de tan solo cuatro años suspiro, dirigiendo sus ojos azules hacia la nota.
― Dice que tuvo que salir más temprano debido a que olvido unas entregas, y que te toca llevarme a la escuela ― musitó en un pequeño susurró, observando como el rostro de su padre se modificaba a uno realmente tranquilo a uno lleno de pánico.
― ¡Tu entrada al jardín de niños es a las nueve! ¡Son las diez de la mañana! ― exclamó el adulto, dirigiéndose a la habitación de su hija para ver que en efecto el uniforme de ella estaba preparado sobre el ropero ― ¡Pensé que tenías día feriado! ¿Por qué no mencionaste nada? ― ante sus cuestionamientos, la pequeña niña se limitó a levantar sus hombros despreocupada, crispando los nervios de su padre.
― Pensé que como es tú día libre habías decidido pasar tiempo de calidad con tu adorada hija ― comentó con una mirada realmente suave ― Aprovechar para que me termines de enseñar las batallas más geniales de ese chico rubio que pones seguido en la tele y mamá dice que soy muy joven para ese tipo de violencia ― agregó con astucia, observando de reojo a su padre.
Quien parecía realmente dividido entre caer ante los encantos de su hija (o aquella especie de chantaje) o realizar lo que se suponía que debía hacer como padre.
Para el final de esa tarde, a Marinette no le sorprendió el hecho de encontrarse a su hija y al padre de esta sentados frente al televisor, alentando a un personaje ficticio en una batalla que fácilmente ella habia visto unas diez veces, mientras que no estaba segura si quería saber el número de veces que Adrien seguramente la habia visto.
Ambos tenían en sus manos un par de tazones con lo que pudo identificar como fideos con algo de verduras y carne, y al oler el interior del lugar supo de inmediato que era comida casera.
― ¿Algo que explicar? ― preguntó curiosa, observando como padre e hija se miraban entre ellos.
Pues ambos seguían en pijama, no había forma alguna de excusarse ante ella.
― Fue culpa de Emma ¡Ella juega con mis sentimientos, Nette! ― exclamó el adulto, señalando a su hija quien simplemente rodó sus ojos ante las palabras de su padre.
Marinette en ese instante pensó que quizás la influencia de su abuelo Gabriel estaba teniendo mucho que ver, pues la pequeña parecía tener la misma mirada en ciertas ocasiones, así como el hecho de que desde su ultimo cumpleaños, ella se negaba a quitarse el dije que su abuelo le habia regalado.
La única excepción era la hora del baño.
Una pequeña niña que había heredado el famoso orgullo de los Agrestes, quien se negaba a llorar por cosas simples como un pequeño raspón justo como Chloé recordaba a Adrien durante su infancia.
Marinette recordaba que los llantos de su hija se habían resumido simplemente cuando aún era un bebé, pues cuando comenzó a tener uso de razón rara vez habia ocurrido aquello.
Y cuando la presencio llorar sin consuelo alguno había sido desde el momento en el que ella supo de la muerte de su abuelo, a la edad de siete años donde podía entender a la perfección el significado de la muerte.
Ella se ocultaba entre el pecho de Adrien mientras este buscaba encontrar palabras para reconfortar a su hija, porque a pesar de los años, el seguía siendo verdaderamente inexperto como cualquier padre. En ese momento no sabía cómo contestar las preguntas insistentes de Emma sobre la razón de aquello, simplemente se dedicó a rodear con sus brazos a su hija compartiendo el dolor que ambos experimentaban.
― ¿Te conté de la vez que tu abuelo fue a ver por primera vez un festival escolar en el instituto? ― preguntó Adrien con voz quebrada, recibiendo como respuesta una negación por parte de Emma quien se negaba a soltarlo.
Marinette se encontraba cargando en brazos a su hijo menor, un pequeño niño de cabello castaño de unos ojos de un color verde increíblemente vivaz, quien parecía no entender el contexto de lo que ocurría, o al menos no como Emma.
― ¿Qué pasa mami? ― preguntó con algo de dificultad, trabándose levemente en sus palabras.
Marinette besó su cabeza, sintiendo los grandes brazos de su padre abrazarla desde su costado, quien le dedicaba una sonrisa sincera.
― Pasa que debemos ser fuertes por papá, por Emma y por la abuela Nathalie ― atinó a decir, colocando un beso sobre la frente del infante ― ¿Me ayudaras en eso, verdad Gabriel? ― preguntó sintiendo como su voz se apagaba, recibiendo un asentimiento por parte del menor.
Su segundo hijo de tan solo dos años parecía ser verdaderamente la antítesis de lo que habia sido su abuelo, mostrando que habia heredado gran parte de la genética de su padre e incluso parte de su entusiasmo habia sido contagiado, una verdadera sorpresa al igual que su nacimiento.
Aunque según Rose, esto último no debía serlo debido a su actividad recreativa sin método anticonceptivo, pero ese era otro asunto.
En el pasado, ella tenía dos nombres de grandes diseñadores en la mira para que fuesen los nombres de sus posibles hijos, nombres que sustituyó por el nombre de quien alguna vez fue también un gran diseñador y padre del hombre con el que anhelaba despertar cada mañana, así como su mentor durante una temporada.
Había escogido ese nombre a pesar de que Gabriel Agreste decía que no era necesario, pero Marinette opinaba diferente, y como era de esperarse realmente no pudo oponerse ante la decisión de ella.
El pequeño Gabriel se separó de los brazos de su madre, abrazando por la espalda a su hermana mayor quien al sentirlo no pudo evitar desear contenerse, pero al sentir los brazos de su madre rodear a los tres, su intento fue fallido.
Ambos padres al paso del tiempo comprendieron la diferencia que sus dos hijos tenían; mientras Emma se mostraba como una niña realmente orgullosa, Gabriel era lo opuesto a ella, sin temor a ser alguien realmente expresivo como su madre lo habia sido durante su niñez.
Quizás exagerando algunas situaciones.
Como aquella vez a sus siete años cuando su padre habia hecho un espacio para que pudiesen asistir a un evento de comics y manga, convenciendo a Emma de que llevará su disfraz como la versión femenina de Naruto, mientras Gabriel llevaría el atuendo de Sasuke; un sueño ante los ojos de un padre orgulloso que veía como la mujer de sus sueños no se negó ante la petición de los trajes.
Claro, hasta que el día llegó, donde Gabriel realmente no podía soportar llevar lentes de contacto de color negro argumentando que se sentía como el peor ardor que habia experimentado.
― ¡Pero no arde nada! Mira, tu padre lleva unos ― mostró uno de sus ojos donde habia colocado el lente de contacto rojo de pupila horizontal, intentando convencer a su hijo de que no ocurría nada.
― Tu eres un adulto ¡No te puedes comparar con él! ― fueron las palabras de Emma, protegiendo a su hermano quien se habia refugiado en ella ― Cuando mamá salga del baño, te irá mal ― atinó a decir, para después bajar hasta la altura del menor observando como en efecto su ojo estaba levemente irritado.
Y en efecto, Emma habia tenido razón.
Después de aquel evento, su padre pasó la noche en el sofá, pues en palabras de su madre; "Ponerle lentes de contacto es realmente irresponsable, Adrien Agreste" siendo esto último lo que causo terror en los tres, pues cuando ella usaba el apellido de ellos en una oración realmente le habían hecho enojar.
Para que aquello pasara, sencillamente un suceso muy malo habia ocurrido, pues a pesar de lo comprensiva y cálida que podía llegar a ser su madre con ellos, cuando aquello ocurría sabían que en definitiva tenían que huir.
Adrien no pudo evitar desviar su mirada y sonreírle a Marinette, quien se encontraba realmente ocupada mientras perseguía a Gabriel por los pasillos, buscando que este cediera finalmente y obedeciera para que pudiera quitarle el tinte de color rojo que se habia colocado, pues la escuela no lo admitiría si llevaba un color tan intenso si se trataba de todo su cabello completo.
― Creo que mejor le mandaré un mensaje a la tía Alya para que me pase el contacto de Joseph para preguntarle al respecto de esto ― atinó a decir su hija en un suspiro al ver como la mirada de su padre se habia perdido hacia donde su madre se habia dirigido persiguiendo a su hermano.
Adrien ante ese comentario no pudo evitar sobresaltarse levemente, para después suspirar derrotado al caer en cuenta que no podía ser de gran ayuda con aquellas matemáticas tan complejas que su hija estaba llevando en el instituto.
Sí, en el pasado era bueno en aquella materia, pero todo ese conocimiento lo habia puesto en algun lugar de su mente y quizás lo habia desechado, pues realmente no era como si lo necesitara en su trabajo.
― Lo lamento, este tipo de matemáticas es algo que ya olvide hace mucho tiempo, creo que Joey realmente te podría ayudar más, es algo que hasta la fecha tiene que ver en la universidad ― atinó a decir, derrotado al ver como su hija no habia dudado en tomar su teléfono móvil y mandar un mensaje rápido.
En ocasiones, Adrien realmente olvidaba que el tiempo parecía no tener piedad ante él, pues cada día parecía ir más rápido. Su pequeña hija ahora estaba a menos de un semestre de entrar a la universidad, cuando para él realmente no había pasado ni una década desde que la habia tenido entre sus brazos el primer día que la vio.
― No te preocupes, es algo que entiendo ― hizo una pausa, observando con curiosidad a su padre ― Pero, quizás puedas contestarme una pregunta que llevo en la cabeza desde hace días.
― Lo que yo sepa, te lo puedo decir, así que puedes preguntarme.
― Bien, verás ¿Recuerdas que hace poco la tía Chloé estuvo en la ciudad y salí a comer con ella? ― preguntó, llevando su lápiz hasta su boca, comenzando a morder la punta de este.
Adrien simplemente suspiró, llevando sus manos hasta su rostro ante la mención de su amiga.
― Chloé, que has dicho esta vez ― murmuró por lo bajo, recibiendo una mirada de confusión por parte de Emma.
Pero es que para ojos de Adrien, la sinceridad de Chloé más los hijos de sus amigos (ergo, sus hijos) no era algo que apreciara mucho, y muy en el fondo sabía que algo tenía que ver.
Aun recordaba que ella le habia contestado la pregunta a Joey sobre cómo se hacían los bebés, pregunta que años más tarde le respondió a Emma a sus cinco años de edad encontrándose realmente asqueada al momento que su hermano menor nació.
Afortunadamente con Gabriel solo había sido el incidente de Papá Noél, aunque seguía siendo un trago amargo aun para el ya ahora adolescente que se encontraba en la etapa de rebeldía.
― No me ha dicho nada especialmente traumante, así que puedes estar tranquilo por ese lado ― se atrevió a añadir, colocando sus manos al frente para negar cualquier pensamiento negativo por parte de su padre ― Simplemente me contó un par de cosas interesantes, sobre como tú y mamá terminaron teniéndome; me dijo que fue el mejor error que pudo ocurrir en sus vidas, claro, luego de enterarse que sus antiguas parejas tenían otras tendencias, como la señorita Kagami y la tía Rose, y como ella en ocasiones ― mencionó aquello de forma rápida, como si se encontrara balbuceando.
Acto que por sí solo encontraba realmente adorable, pues a pesar de lo directa y formal que su hija podía ser, llevaba gran parte de Marinette dentro de ella además de sus preciosos ojos.
Pero, ante esas palabras, solo pudo suspirar.
Después de todo, ellos habían sido realmente sinceros con su hija; ella había sido planeada, pero nunca se habían molestado en contar el cómo se originó el plan y como este cambió.
― Emma, estas balbuceando, por favor al punto ― pidió con calma, adivinando la pregunta de su hija.
Ella asintió ante la insistencia de su padre, para tomar una gran bocanada de aire.
― A lo que quiero llegar y preguntar ¿Fui algo planeado o un accidente? Siendo menos directa, creo que error es una palabra más fuerte ― cuestionó, llevando su mano hasta su barbilla.
Adrien suspiró, tomando la mano de su hija que aun descansaba sobre la mesa.
― Fuiste un plan, Emma, no fuiste ningún error o accidente ― hablo con delicadeza, mostrando una sonrisa ― Quizás el único error entre yo y tu mamá fue que no nos dimos cuenta antes de que podía existir lo que ahora tenemos, pero no nos arrepentimos por el hecho de tenerte a ti y a tu hermano con nosotros ― añadió, observando la sonrisa de su hija ― Sólo que no muchos sabían ese plan, tu tía Chloé en su momento sospecho que existía algo ahí, y sabes que siempre tiene la razón, pero debido a esto cuando cree tenerla no busca más, razón por lo que se quedó con esa idea que te implantó en la cabeza.
― ¿Chloé hizo qué? ― la voz de Marinette entrando a la habitación se hizo presente, mostrando su rostro manchado de tinte color café al igual que sus manos, siendo seguida por Gabriel que en ese momento realmente no se encontraba para nada feliz, pues su cabello volvía a tener el mismo color de siempre.
Adrien suspiró, abriendo la silla a su lado para que Marinette se sentará y cuando ella lo hizo, le importo poco que tuviese el rostro con tinte, se acercó a plantarle un beso en la mejilla, cubriendo parte de su barbilla y nariz con aquel color.
― La tía Chloé me dijo como ustedes dos habían terminado rostizados y conmigo en manos ― parafraseo Emma, haciendo que Adrien rodara los ojos ante su comentario ― Bien, ahora tengo otra pregunta ― añadió, cerrando su libreta ante las claras intenciones de su hermano de tomarla entre manos para dejarle una gran mancha.
Sonrió al verlo atrapado, para después observar los ojos de sus padres, realmente curiosos.
― ¿Por qué fui planeada? ― cuestionó, realmente intrigada ― Me refiero, usualmente los hijos planeados son con parejas casadas, y a esta altura distan de serlo.
― No necesitas de un papel para reafirmar lo que sientes por el otro, Emma ― afirmó Marinette, besando la mejilla de Adrien antes de levantarse y tomar de los hombros a Gabriel al observar sus intenciones de quitarse el tinte del cabello antes de que se adhiriera por completo ― Y, sobre eso, tú papá puede contarte, él fue el hombre del plan, yo improvise ― comentó con un toque de picardía, logrando que el mencionado se sonrojara.
Emma entendía a la perfección las palabras de su madre, pues a lo largo de su vida nunca habia notado una diferencia entre sus padres y la de sus compañeros a pesar de que no existía un matrimonio de por medio. Aunque si era sincera, le agradaba de sobremanera la confianza que ambos compartían, así como le intrigaba como podían comunicarse sin necesidad de que existieran palabras entre ellos.
Esperaba encontrar algo como eso algun día, aunque realmente no estaba segura, pues realmente su meta actual distaba bastante de formar una familia, cosa que sus padres sabían y apoyaban. Aun así, esperaba poder encontrar a alguien con quien compenetrar de esa manera; fuese algo efímero o respetara su deseo y permaneciera con ella a pesar de todo.
― Es una historia algo larga, que conlleva muchos planes, y claramente omitiré ciertos detalles ¿Quieres escucharla? ― preguntó Adrien, levemente emocionado.
Emma se reclinó sobre la mesa, observando a su madre desaparecer por un pasillo, llevando prácticamente a rastras a su hermano menor.
― Creo que sí, me gustaría saber cómo es que mi nacimiento fue planeado pero aparentemente todo lo demás no ― atinó a decir, con algo de altanería en su rostro.
― Porque en ocasiones, lo espontaneo que puede surgir de algo planeado es lo mejor que puede ocurrir ― hizo una pausa, recordando con una sonrisa en su rostro fragmentos del pasado que llegaban a él como si hubiesen ocurrido un día anterior ― Todo se dirige a muchas elecciones que tu mamá y yo hicimos en el pasado, una en particular donde yo fui hasta donde ella, cuando ambos realmente habíamos tomado un plan mío; desistir. Ahí fue donde realmente inició nuestro plan al darnos cuenta de que nos teníamos el uno al otro, algo que siempre habia sido así.
Algo que Adrien tenía muy presente en su mente era el como todas las elecciones a lo largo de su vida se resumían en su presente y como estas, de forma directa o indirecta llegaban a mostrarle consecuencias en su futuro.
Desde las que consideraba correctas hasta que las que en su momento considero errores seguían siendo eso; elecciones que había tomado y que lo llevaron hasta ese punto.
Y si le diesen a elegir sobre reescribir algo para eliminar algun error en el pasado, de forma inmediata se negaría. Porque todo eso lo había llevado hasta donde ahora se encontraba.
Un pensamiento que sabía que compartía con Marinette al solo mirarla sonreír, al sentir su respiración a su lado cada noche y escuchar la voz de ella decirle todo lo que eran.
Sí, sus planes habían sido algo bobos a medida que los recordaba, pero todo aquello los había llevado a tomar una elección importante en sus vidas; a formar un plan e, uno que comenzó siendo extraño, que poco a poco comenzó a volverse algo egoísta y que al final se resumía en la elección de permitirse sentir todo lo que existía entre ellos.
Un plan que atesoraban en su corazón.
Así como la manía de Adrien de tener un plan para todo. Pues después de su plan e, había llegado su plan f al sentirse realmente felices. Y cuando de forma espontánea descubrieron años después que esperaban otro bebé, al saber el nombre que Marinette deseaba ponerle no pudo evitar bromear sobre que aquello seria su plan g.
Y por más que Marinette lo negara durante muchos años, realmente pensaba que Adrien era ingenioso ante los planes que se formaba en su cabeza.
Porque todo lo que habían descubierto entre ellos habia sido gracias a un plan, uno que les habia mostrado que quizás solo era cuestión de tiempo para que se encontraran de esa forma.
Pero aunque todo aquel inicio había sido extraño ¿Qué no lo era con ambos?
[…]
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[ Plan E ― Finalizado ]
[ 07/03/2078 ― 22/05/2019 ]
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Bien, el pequeño epilogo que prometí, realmente breve, aquí esta. Al principio, son fragmentos del pasado que poco a poco se van fundiendo con el presente de ambos que ahora viven, en esos fragmentos se presentan varias palabras subrayadas; Amistad, base, confianza, distancia y elección, palabras con las que se pueden basar a la perfección la relación de Adrien y Marinette y que en definitiva son partes importantes del por qué terminaron juntos además de sus sentimientos.
Cada una de esas palabras es un cambio radical a los planes de Adrien que muestro en el "Prologo", por así decirlo.
El plan A, era amor. El Plan B, era buscar. El plan C, ciencia. El plan D, desistir. Palabras que para esta altura son difíciles de ubicar en ambos. Sí bien, esta lista de planes falló para los dos de forma BRUTAL al querer seguirlos al pie de la letra, no implica que no siguieran otras bases diferentes. Prácticamente siguieron sus planes del "A" hasta el "E" (aunque Adrien bromea que fue hasta el G, por el pequeño Gabriel) pero de una forma diferente, y con cada parte formando algo fundamental de la relación de ambos.
Añado que; sí o sí Gabriel iba a morir. Es algo que tenía que ocurrir en el epilogo porque esto está puesto desde la primera vez que aparece. Gabriel pasó más tiempo vivo del que una persona con diálisis vive (que son aproximadamente d años), pero hizo lo que Marinette le dijo que haría, le entregó el collar con el dije a Emma y técnicamente ella era más cercana a él así que le gano a Tom con lo del abuelo favorito (Realmente me imagino a Emma siendo un poquitín como Gabriel y llevándose bien con Chloé al ser muy directas dfasd)
Y PERDON por aquellos que querían que existieran dos niños más (Hugo y Louis) pero realmente la idea de tener dos hijos más con el asunto de la endometriosis que plantee de Marinette se me hacía difícil de concebir, añadiendo su edad. Prácticamente Gabriel nació cuando sus papás tenían alrededor de 36/37 años. Y sí, le puse Gabriel por su abuelito porque a pesar de que el don era muy necio cuando Adrien era joven su amor por él estaba ahí, además de que su relación mejoro y el claramente se preocupaba por su hijo. Además, creo que después del incidente con Hugo Boss y Louis Vuitton, Marinette no tomaría esos nombres para uno de sus hijos. Terminó tomando el nombre de otro gran diseñador, un gesto importante para Emma y Adrien.
Y se preguntaran ¿De dónde sale Gabriel de cabello café con un padre rubio y una madre de cabello oscuro? ¡Pues de Tom! Así como su actitud energética (y algo rebelde) siendo diferente a su hermana y a su abuelo paterno. Los genes suelen jugar así ;)
Y sí, al final de la historia Emma ronda los 17/18 años mientras Gabriel esta entre los 12/13 años (etapa de la rebeldía). Adrien y Marinette han escondido bien todo lo que les involucro para tener a Emma, pero es más que nada porque solo ellos necesitan saber qué es lo que ocurrió, y todos respetan eso (Aunque Chloé como que no, pero igual es un amor JAJA).
La escena final con Adrien y Emma es algo que realmente siento que es lindo; un hijo preguntando su razón de existir y un padre respondiendo. Es algo que pasó con mi madre y conmigo; yo le pregunté la razón por la cual me tuvo (pues, yo sí que no fui planeada a diferencia de Emma) y ella me dio sus razones, entonces yo realmente me sentí bien de que existiera esa confianza. Esto prácticamente me sucedió a la misma edad que Emma, y pues la confianza entre padre e hija que muestro aquí es la que solía tener con mi Padrino, quien era quien me ayudaba con mis tareas aunque no entendiera un pepino.
Quizás en este epilogo esperaban mucho fluff, como en el capítulo pasado, pero para mí este es el cierre que me terminó por convencer, juntando el pasado con el presente. Aunque a decir verdad en mi mente quería hacer un Time skip MUCHO más grande, con Emma rondando la edad de sus padres al momento de tenerla así como sus elecciones, pero al final deseche la idea pues no se me hizo necesaria, al final terminé añadiendo de forma más sutil el hecho de que Emma, a diferencia de sus papás, ella no desea formar una familia y el como ellos aceptan esa elección a pesar de lo joven que es, pero que espera en el futuro encontrar a alguien como sus padres se encontraron.
Quiero añadir un par de curiosidades que no pude comentar debido al transcurso de la trama jajaja
Al principio ni yo sabía al 100% que iba a ser el bebé. El nombre de Plan E en parte fue elegido por "Emma", el nombre que todo piensa que se llamará la futura nena en el canon (Que Marinette mencionó) pero también porque la letra "E" puede ser representada o es MUY similar al número 3, con la posibilidad de que fuesen trillizos los que tuviera. Después de recibir mucha ayuda (Crixar y Alex-sol) llegué a la primera opción, imaginando el horror de tener trillizos ¡Imagina! Pedir uno y salir con tres. Además me lo imagine muy a lo "Floricienta" al final y ahí quedo, añadiendo que cuando tenía el borrador e idea de Marinette teniendo un leve sangrado (que "hice una pista" sobre su primera cita con rose juntos cuando una mujer embarazada llego antes que ella por esa razón) dije; No wey, nadie le querría poner el nombre de las empresas que te provocaron eso JAJA, razón por la que me di aún más valor de que el segundo hijo se llamase Gabriel.
El primer borrador sobre Marinette "Rompiendo fuente" era que fuese de día y que Kagami la llevará al hospital, de forma paralela que a Adrien lo llevará Luka porque se encontraron en un bar por azares de la vida (A medio día porque Adrien discutió con Marinette, según mi borrador) pero al final descarte la idea porque, sí, Adrien y Marinette pueden discutir, pero lo que tenía en mente eran "celos" de Adrien por que accediera a las clases de natación con Kagami, algo que al re plantearlo se me hizo una "involución" de lo que habia llevado Adrien además de que siempre mencione la confianza de estos dos, entonces se me hizo ilógico. Razón por la cual al final no sucedió así, y en su lugar tenemos a Kagami llevando a un alterado "Adrien"
Una idea que tuve para recalcar que Aurore realmente su sueño era "destacar" y que NADA se interpondría ante esto era la idea de que hubiese quedado embarazada de Adrien y que hubiese abortado, donde la única en saber esto sería Kagami y la culpa la mataría pues a pesar de "odiarlo", sabía que el acto estaba mal por no decirle a nadie más que a ella para apaciguar su culpa. Esta idea la deseche por completo luego de revisarla con Norma (mi amiga estudiante de medicina que me apoyo durante este fanfic) pues entraba en un debate moral MUY grande que quizás no hubiese podido manejar; pues la decisión y él cuerpo es de ella, pero también él tenía derecho a saber, añadiendo que cada quien tiene posturas diferentes al tema y que sería un peso el cual estigmatizaría a Aurore más de lo que ya estaba (Si, ósea, hizo las cosas mal, pero no "porque sí", al igual que Adrien y Marinette tenía sus deseos, solo que ella tomo el camino equivocado) así que después de escribir el capítulo 5, descarté esta idea y la tire.
El dije de "E" que pertenecía a Emilie fue una idea añadida por Alex-Sol (quien me lo pidió y ame la idea) luego de comentarle y hacerle spoiler sobre que sería una nena y su apariencia (Rubia con ojito azul la nena), de ahí salió su comentario y de forma sutil lo fui introduciendo. Alondra, una querida lectora, comentó que le hacía ilusión que esto fuese debido a la relación que pudiese existir entre el nombre de Emilie y Emma, así que además de ser una idea propuesta por mi husbando, también puede ser tomado como nuestra querida Alondra comento.
Una idea que le plantee a mi novio a mitad del fanfic, fue que Adrien y Marinette perdieran su bebé y que en su lugar adoptaran (A decir verdad, es algo que me hace ilusión hacer, pero move on) pero poncho se molestó mucho con esa idea, y como él es el que lee todo lo que escribo antes de subirlo regularmente, termine descartándola porque al final rompió mi corazón tmb jajaja.
Este fanfic tuvo un pequeño hiatus de 8 meses, entre el capítulo 5 y el 6, debido a problemas de salud que tuve, que de forma inesperada tenían que ver con el asunto de posiblemente no tener hijos a futuro, cosa que me desanimó por completo y deje el fanfic mientras mejoraba mi situación. Afortunadamente encontré otras opciones y ahora todo marcha realmente bien, razón por la cual a partir del 5 de noviembre del año pasado volví a publicar.
Si no me obligaba a sacar un capitulo semanal me iba a volver loca sasdfsd
Este fanfic cuenta con 39 partes (Aunque solo 36 son capítulos). El dato curioso aquí es que a partir de la semana 39 puede programarse la cesarea (como nacio Emma) y también es la semana del embarazo en la cual nací yo, naciendo de hecho en el cumpleaños del ginecólogo que atendió a mi mamá.
Ahora sí. Puedo dar por concluida esta obra después de un año, dos meses y quince días (aproximadamente) Estoy realmente feliz con el resultado, y espero que esta pequeña historia fuese de su agrado.
Siento que emocionalmente creí con estos personajes a lo largo que los escribía, me siento feliz por ello, así como el recibimiento y buenos comentarios que este fanfic tuvo. Es algo que nunca voy a dejar de agradecer.
Así que sin más, me despido de esta obra, dejándome un huequito pero a la vez estando satisfecha con lo que logré, feliz de leer todos sus comentarios, sus anécdotas, así como reír con ustedes. Muchas gracias por todo, por ayudar a esta persona con su idea algo vaga de lo que puede ser sentir algo más que amor.
Me despido, con un enorme abrazo, agradeciendo cada lectura, voto y comentario.